Prueba de Habilidad: Metamorfomagia

[Amara Majlis]

Majlis miraba cada acción que hacían las brujas con recelo, en varias de esas acciones había negado cada decisión, pero aquello le hizo entender que no todas las personas podían hacer actos altruistas como ella lo idealizaba en su cabeza. Entre sus memorias se encontraba una chica que llevaba el mismo apellido que ellas, aquella fémina había utilizado su habilidad para ayudar a bien morir a un soldado, así como ella habían muchos otros más que habían hecho grandes actos.

Desde su forma de infante se acercó a ambas mujeres que planeaban poner encantamientos en muggles, un gran error si la premisa era hacer que los niños se vieran más como personas que con sus diferencias, así que lo mejor era que ella se hiciera cargo de aquellos que las miraban con curiosidad esperando algo más que historias y dulces. Aún cuando consideraba que no cumplían la primer premisa les entregó un pedazo de papel en el que en forma de una carta de una niña de once años les pedía hablar con él primer ministro de magia inglés. Quizás ellas podían hacer que el ministro cambiase de opinión y comenzará a ver lo que pasaba más allá de sus ojos.

La niña se alejó de ellas para comenzar a jugar con un pequeño grupo de niños y desde aquel lugar les guiño el ojo. El siguiente reto era claro, debían llegar hasta Aaron A. Black Yaxley y hablar con el. Pero no iban a poder llegar hasta él de forma tan sencilla, debían tomar la forma de alguien de la plena confianza del joven ministro para que este decidiera escucharlas, sólo que antes de estar frente a frente de Aaron, al cruzar las puertas del despacho del Ministro se encontrarían a la Arcana con la puerta de la habilidad detrás de ella.

Aunque ella esperaba a ambas brujas al cruzar las puertas de la oficina del ministro, sólo pudo ver a una mujer, le dedico una sonrisa amplia, era momento de volver a hacerle la pregunta que necesitaba.

--Señorita Potter Black, bienvenida a la pirámide de las habilidades. Imagino que ya leyó los pergaminos en sus otras habilidades, así que sólo me queda preguntarle. ¿Desea hacer la prueba para la vinculación con la habilidad?

A partir de aquel momento la prueba debía ser tomada de manera individual, así que en lo que esperaba la respuesta de la joven de cabellos rojizos, la puerta de Metamorfomagia se encontraba a la espera de que ella cruzará la puerta y empezará su prueba de vinculación. Por otra parte aún esperaba a la pequeña joven de cabellera rubia.

[Hayame Snape Potter Black]

Pirámide de las Habilidades

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La bruja volteaba en todas direcciones con expresión de sorpresa y la boca bastante abierta. Seguramente en el disfraz de Lucrezia debía de verse por demás extraña ya que esa misma bruja no estaría de la misma forma; quizá sería porque la Snape siempre sentía que esas pirámides eran tan diferentes las unas de las otras, todavía recordaa otra prueba de vinculación donde habían aparecido mil de estas en el aire y tuvo que adivinar cuál era la real

Hablando de clases donde realmente le habían sacado la gota gorda...

Sin embargo, las cosas no estaban bien ahí otra vez

No solamente su sobrina ya no estaba a su lado por lo que una vez atravesada la puerta ya la había perdido de vista sino porque además...

Sus ojos recorrieron el aura de aquella persona con un tic sobre una de sus cejas y sus ojos se volvieron una rayita y un punto

Era en serio??

-Oiga... esto de la metamorfomagia también concede el poder del síndrome de la personalidad múltiple?... porque hace unas horas había otra arcana con un aura y una personalidad un poco más amable.. y otra vez está usted, que se parece a la que estaba con los espejos y que definitivamente, no parece arcana... o al menos, será el estres de la guerra o de que les cambiaron las escuelas?... y mire que a estas alturas ya he pasado por dos...

Otra vez aquel tic conforme cambiaba de formas para volver a ser la vampiro pelirroja que tenía que tomar la prueba de vinculación y se rascaba la frente con un dedo

Ni hablar

Solo esperaba que Xell pudiera saber que todo estaba bien, que como en la mayoría de las pruebas las estaban separando de nueva cuenta (quizá porque juntas tenían más poder?... bueno, daba lo mismo, Xell le había enseñado con ejemplo cómo se movía la metamorfomagia así que se sentía segura gracias a su aura pura y sacerdotal). Así que fuera otra vez la persona que pretendía ser la arcana al inicio de las clases... o la misma pero pasando de ser la anciana con disposición a nuevamente, la que tenía ese espíritu más cortado, de todas maneras tenía que dar el paso.

-Bueno... pues la respuesta es... SI -dijo con firmeza mientras se colocaba una mano en la cadera, pensando en qué otras situaciones podrían ponerla para tener que mostrar que podía cambiar de formas... si el elfo de pelo platino y bellos pectorales no funcionaba como prueba de que podía incluso ser un chico apuesto pues...

Se aguantó de reírse... bueno, al menos le quedaban los buenos recuerdos de Xell toda enamorada cuando se había hecho pasar por Aaron

Mira que algún día buscaría hablar con él para preguntarle que clase de embrujo le ponía a las chicas más jovencitas...

-Qué hay que hacer? -inquirió ladeando suavemente la cabeza

[Amara Majlis]

La arcana no pudo dejar de sonreír por las palabras dirigidas a ella sobre los cambios de personalidad y las dudas que dejaba con eso sobre sí era la verdadera Arcana. La verdad es que ni ella sabía si era la Majlis de hace 20 años, o la de cuando tenía de verdad los años que aparentaba en ese entonces, pero de lo que si estaba segura es que la mujer frente a ella se equivocaba. Ninguno de los sucesos que habían pasado, le afectaba tanto o más como los que ya había vivido. No era la primera guerra en la que se veía metida, tampoco sería la última y eso ella lo tenía bien claro.

—Soy una persona, querida, sufro de buenos y malos momentos, como todos en esta tierra, lamento si mi actitud no es la que te esperabas. Pero la prueba del portal es una cosa que se debe tomar con una gran seriedad. —le dedico una gran sonrisa para aligerar el ambiente. —A lo largo de los años, he visto gente que entra viva, pero no sale en la misma situación. No me mal interprete, se que su naturaleza es ser un No-vivo, lo que quiere decir que tampoco está muerta.

Se quedó en silencio tras esas palabras, esperando que aquello no le presentará ningún temor al momento de hacer la prueba tras el portal, ella no trataba de asustarla, todo lo contrario, trataba de prevenirla sobre lo que pudiera ocurrir dentro de aquel lugar. Aunque estaba segura que la prueba que hacían sus pupilos no era ni la mitad de complicada de la que ella y sus compañeros arcanos habían hecho para vincularse cada uno con sus anillos.

—El portal es caprichoso, le gusta jugar con tu sentir. No sé qué te puede deparar a entrar, espero que sea algo que te ayude a crecer con ayuda de esta habilidad. Ahora solo debes cruzar el portal, te estaré esperando.

[Xell Vladimir Potter Black]

Cada vez me maravillaba más lo fácil que era metamorfosearse, toda o parte del cuerpo. Había pasado de ser un niña a ser yo en un abrir y cerrar de ojos. O menos. Eso me hacía sentir muy cómoda y confiada. Si la tía decía que aquella no era la parte complicada, refiriéndose a cómo nos podíamos acercar al Primer Ministro, la creía. El primer paso lo hicimos de forma muy fácil, el Guardián de las Varita nos nos puso ninguna pega a la entrada del Ministerio.

 

- ¡No diga eso, hombre! Nosotras no rompemos nada; las arreglamos. - Fue un comentario tan divertido que seguí a la tía riéndome durante todo el trozo de Atrio que cruzamos. - ¿Sabías que se llamaba Reginald? Yo no lo sabía, tiita.

 

Estaba sorprendida por ese conocimiento pero, cuando la tía pronunció la siguiente frase, pasé de sorprendida a... tremendamente sorprendida.

 

- ¿Cómo...? ¿Qué...? - Y tomé aire antes de añadir una pregunta más. - ¿A quién...?

 

¡Lo decía en serio! Estaba muy seria y ella se transformó en... ¡La tía Lucrezia de Medici!

 

- ¡Imposible! - dije, en voz alta. ¡Pues claro que era posible! La había visto transformarse en Primer Ministro en la casa de la Arcana, ¿cómo no podía transformarse en la damá italiana más rica del pueblo? Pero pretender que yo fuera Sagitas... - ¿Es en serio?

 

Dudé. Y la duda me hizo quedarme quieta sin reaccionar. El plan de la tía era bueno, Esas dos mujeres tenían acceso asegurado en cualquier parte del Ministerio. Lo que no haría su nombre y prestigio en el pueblo, lo haría su astucia. Aquellas dos mujeres eran muy taimadas para conseguir hacer lo que quisieran.

 

Sonreí al pensar que, si era ella, podríamos conseguirlo. Así que , con aquella sonrisa en la boca, amplié la cara y me salió algo más redonda, la boca se hizo más ancha y los ojos se hicieron oscuros y más pequeñitos. El pelo cayó hacia mi pecho en mechones violetas y el pecho... Hum..., sí, el pecho también cambió.

 

Me puse a reír al ver que mis pies se alargaban. Nunca entendí cómo podái tener un número de pie tan grande. Las manos también eran algo más grandes que las mías y las uñas eran un poco más largas de lo que yo las llevaba. La tía Hayame, en realidad Doña Lucrezia de Medici, me agarró de la mano y tironeó de mí hacia una puerta.

 

- ¿Tan fácil, tiita?

 

En realidad, no estaba segura de si mi transformación había sido correcta porque no me había visto. Así que, casi llegando a la puerta, le solté la mano y corrí hacia el elevador.

 

- Espera que me mire en un espejo, quiero ver la cara que hago.

 

Esperaba que ella aguardara antes de entrar. Por suerte, uno de los elevadores paró delante de mí y abrió sus puertas doradas. Me puse a reír al verme reflejada.

 

- ¡Soy casi idéntica a la tía Sagitas! - le grité, aunque después bajé la voz para que nadie me oyera. Suerte que por allá no parecía haber nadie. - Casi pasaría por ella pero me falta algo... ¿Qué crees que es?

 

Me giré hacia la tía pero ella ya entraba en aquella habitación. Corrí para alcanzarla pero ella ya estaba dentro.

 

- ¡Tía Hayame! ¡Espérame! - Eso era un error, no sólo has de ser una buena metamorfomaga y tomar nota de los detalles d equien suples sino también mantener el papel. Nunca sería buena espía, por lo que noté. Corrí antes de que se cerrara la puerta y excláme, muy extrañada: - ¿Esta es la cámara del Primer Ministro?

 

Tal vez era decepción pero no, aquello no era ni el Ministerio. ¿Dónde estábamos?

 

- ¡Tía Hayame! ¿A dónde vas? - le dije, al ver que ella avanzaba sin mí.

[Hayame Snape Potter Black]

El otro lado del Portal

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La bruja había dado un paso mientras le dirigía una mirad extrañada a aquella Arcana, como si algo no estuviese haciendo conexion del todo; cómo era que estaba pasando aquello?... cómo era que estaba saltando de una a otra a otra?... probablemente le estaba esperando un camino algo diferente del otro lado, no lo sabía.

De hecho... ni siquiera tenía pistas de lo que se suponía que tenía que ver o encontrar del otro lado

O siquiera de si habria una prueba?...

Que se suponía que tenía que aprender con un portal caprichoso que la enviaría a quien sabe donde?

Bueno... quizá sería bueno descubrirlo, cierto?

Finalmente avanzó a través de aquella puerta que también le parecía bastante iluminada... para ver qué habría del otro lado y si sería algo que realmente la haría tener que cambiar; siguió avanzando pero ahora, todo se había vuelto una total oscuridad donde lo único que podía percibir era una especie de aroma a humedad y a carne cruda por todos lados

Incluso le parecía escuchar una especie de... no, no era una especie de, estaba escuchando moscas

Finalmente le parecía que aquel sitio se iba iluminando de poco en poco y apretó el paso para tratar de ver lo que estaría del otro lado... y lentamente, fué distinguiendo que se había estado moviendo en el interior de una cueva; una demasiado rara, bastante tosca y con un horror de aromas mientras que todo lo que veía alrededor... estaba sucio.

Había cosas pintadas en las paredes, huesos con restos de carne aquí y allá...

-Merlín bendito... qué demonios es este sitio? -se quejó la bruja comenzando a sentir demasiado calor... que no había ventiladores por ahí?... naturalmente no, aquello era una cueva

Pero una vez que puso los pies afuera...

Lo comprendió

Todo se veía completamente prehistórico y como si les hubiera caído un enorme meteorito encima, un montón de humanoides con cabezas enormes y huesos de las cejas muy prominentes le veían con la boca abierta; vestían pieles y algunos tenían unos gruesos palos en las manos y otros, parecían tener enredados huesos en los cabellos a modo de peinados

Como hubiera querido tener a su sobrina cerca de ella...

-Oh... esto no lo esperaba... -musitó la bruja en un tono de voz bajo con los ojos volviendose un par de pequeños puntos para luego, observar como algunas de aquellas criaturas comenzaban a moverse hacia ella con gestos algo agresivos mientras que blandían sus enormes garrotes; la Snape comenzó a retroceder de poco en poco alzando las manos a modo de defensa -lindos cavernicolas... buenos cavernicolas...

Se rió con nerviosismo pero entonces, varios de aquellos que se veían masculinos comenzaton a gritar con fuerza y a correr hacia la bruja para perseguirla a lo que la pelirroja se dió la media vuelta y salió corriendo rápidamente

-CONDENADA PIRÁMIDE DE LAS PRUEBAS!! QUÉ CLASE DE PRUEBA ES ESTA!?

Chilló con fuerza pero al girar la cabeza le pareció que había otra cueva no muy lejos de aquel lugar, justo del otro lado de donde se veía que aquella comunidad de cavernícolas se estaba agrupando; si no comenzaba a entender demasiado mal, quizá lo que tenía que hacer era probablemente... cambiar su forma para pasar desapercibida entre ellos

Cambiar su aspecto para convertirse en una cavernicola más y entonces, podría pasar seguramente hasta el otro lado

Vaya menudita prueba esa...

Emitió un fuerte suspiro mientras que se había ocultado en lo alto de un árbol para evadir a aquellas criaturas que se veían bastante toscas y parecía que se la querían comer; bueno... realmente esa sí que tenía que ser una prueba bastante extrema para demostrar que podía utilizar la metamorfomagia así que asintiendo levemente para sí misma comenzó a concentrarse en cambiar su aspecto

Realmente aquello era mucho más incómodo que una transformación normal ya que esta vez los huesos tenían que engrosarse y darle una cara más rústica; pero tenía ue intentarlo, al menos tenía que hacer un esfuerzo porque podía ver que la salida de aquel lugar estaba justamente del otro lado. Lo tenía todo tan cerca y a la vez tan lejos!!

Finalmente bajó, mostrando un cabello negro, unos brazos extremadamente gruesos y largos y un rostro muchísimo más tosco, con huesos de la frente muy protuberantes

-No creo que hablen uga uga...

Dijo en un tono bajo y se acercó a un charco de agua para observarse; daba miedo pero al menos realmente parecía una especie de humana demasiado antigua... suponía de una epoca donde la magia no era tan común

Pero antes de poder pensar en alguna otra cosa, emitió un grito al sentirse siendo arrastrada por esos cavernícolas que la habían alcanzado finalmente y ahora la estaban llevando a rastras hacia donde estaba todo el resto del grupo; y dudaba muchísimo que ninguno de ellos realmente se sintiese muy feliz de verla

-AYUDA!!... digo, UGA UGA!! -soltó

Tenía que pensar rápido en lo que haría con aquella transformación porque definitivamente no quería convertirse en comida para dinosaurio o algo así

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[Amara Majlis]

Amara se hizo a un lado mientras la bruja de cabellos rojizos entraba al portal, iba tan decidida en lograrlo que esperaba que de verdad así fuera. No había tenido tiempo de ver los primeros minutos de aquella prueba, ya que la mujer de cabellos rubios, que había acompañado a Hayame durante toda la clase, acababa de hacer acto de presencia. La miraba con una sonrisa, por un momento ante su llegada tuvo la sensación que había ignorado su presencia en aquel lugar así que esperó unos segundos en silencio mientras buscaba entre sus ropas los pergaminos que le iba a dar a leer. El primero de ellos sobre el portal de las siete puertas y el segundo los breves apuntes de las pruebas de las habilidades, cuando los encontró levantó la mirada para volverse a encontrar con Xell.

—Toma los pergaminos y haz el favor de leerlos con calma. —se los entregó y le dio unos cuantos minutos para que los leyera, estaba segura que más de uno de los otros Arcanos se los habían hecho llegar. Así que no debería tener ninguna duda con respecto a lo que al interior de esos pergaminos se decía, así que cuando creyó que era conveniente se volvió a dirigir a ella. —Ahora que has leído los pergaminos. ¿Quieres hacer tu prueba de vinculación con la metamorfomagia?

En lo que Potter Black le respondía, ella miraba la prueba de Snape. Sus ojos se abrieron de par en par, cuando la vieron en la prehistoria, aquello de verdad era una prueba bastante inusual para lo acostumbrada que estaba con el portal, esperaba que aquella fémina saliera ilesa de aquel sitio, por lo que sonrió cuando la vio convertir sus rasgos a algo similar de las personas que ahí se encontraban.

«Vas por muy buen camino, sigue adelante, pronto nos encontraremos» pensó enviándole el mensaje a la mujer que se enfrentaba a algo que sólo ella iba a poder lograr.

—Si estas listas para hacer tu prueba, puedes caminar hacia el portal. Mucha suerte. —le dijo para que Xell no sintiera que estaba perdiendo el tiempo en esperar las instrucciones de la Arcana.

Editado 22 de Abril del 2020 por Amara Majlis

[Xell Vladimir Potter Black]

Por un momento, no entendí que la tía Hayame se fuera sin mí sin darme explicaciones. Aunque aquel lugar me era conocido, en realidad me dio tanto miedo quedarme sola, de repente, sin su compañía, que no entendí nada de lo que hacía allá. Hasta había olvidado dónde estaba y por qué había empezado todo aquello hasta que miré alrededor y me situé.

 

- ¡Ay, Arcana! - ¡Estaba haciendo la prueba de vinculación de Metamorfomaga! - ¡Qué susto me ha dado! Entonces... ¿Esto es cosa suya? ¡Ah, esto es la zona del Portal!

 

Sólo había estado una vez pero la recordaba vagamente. Bajé la cabeza en un gesto de disculpa porque, con las prisas al perseguir a la Tiita no me había percatado que ella estaba presente. En el gesto, el pelo violeta se bamboleó y notó que aún llevaba los pies muy grandes. ¡Aún estaba como Sagitas! Sonrió en un mohín de pillina. ¿La Arcana sabría que era ella? Es decir que era la otra, no ella, que no era ella, que era la otra, que era Xell. ¿La Arcana reconocería a Xell bajo los rasgos generales de Sagitas? Porque ¿conocería a Sagitas? ¿Quién no conocería a Sagitas en aquel pueblo, si era la payasa oficial y tan reconocida que hasta podría pasar a ver al Primer Ministro Aaron sin pedir cita?

 

- Aaaaaay, el Sr. Ministro.... - puse cara de embobada. Es decir, Sagitas puso cara de boba al pensar en aquel apuesto ministro. - Perdón, gracias. ¿Qué es ésto?

 

Tuve que centrarme en los pergaminos que me daba. ¿Ahora nos daba la teoría, momentos antes de entrar en el Portal? Mira que era bien rara aquella Arcana.

 

- Muchas gracias. Los leeré con mucha atención.

 

Silencio.

 

Ay, silencio, ¿por qué no habla? ¿Tal vez no quería que siguiera metamorfo-Sagitas-seada? Pero si seguro que la había conocido a pesar de su aspecto violeta. La Arcana estaba callada esperando algo. ¡Ah, qué le había dicho que los leyera con atención! Hoy estaba siendo muy poco perceptiva. Así que me senté en el suelo, encima de la cara de una de las serpientes grabadas en el suelo, comencé a leer.

 

- "Y vinieron con los vientos que trajeron las dunas del desierto. Eran siete, como siete fueron las puertas del Ouroboros que conducían al Uno y daban luz a la Gran Obra. Y del Uno nacieron los Veinticuatro", blablabla.... "Muchos milenios atrás, existía en el antigüo Egipto una pequeña madrassa en la que un grupo de Sacerdotes-Magos enseñaban sus artes a unos pocos elegidos. Aquella escuela tenía tanta fama que allí iban a...", blablabla... "Cuenta la leyenda que cuando el mundo estaba a punto de caer bajo el yugo de aquellos despóticos magos, del mismo Ouroboros, creado por Hermes Trimegisto, surgieron..." y "Nada volvió a saberse de los seres inmortales que ...", "Las Pruebas del Portal de las Siete Puertas: Las pruebas para la adquisición de habilidades se realizan en el Ateneo. No se trata de cursos, ni siquiera de talleres, sino realmente de pruebas que definen si un aspirante es merecedor de la habilidad. No obstante, antes de someterse a la prueba en sí misma, los magos y brujas aspirantes a la habilidad deben demostrar que están en condiciones de superar dicha prueba y para ello necesitan un tiempo de preparación y aprendizaje con el Arcano"

 

Aquí levanté la cabeza, miré a la Arcana y, sin decir ni pío, seguí leyendo, ahora más despacio, para entender bien lo que decía el pergamino:

 

- "Cada Arcano se encarga de orientar a los aspirantes para la realización de la prueba..." Ahá, sí... "La Prueba para obtener la habilidad se realiza en el centro mismo del Ateneo, donde existe una isla rodeada de un gran lago. Toda esa isla es un enorme laberinto formado,en su zona más exterior, por árboles y vegetación y más hacia el centro, por enormes setos que superan la altura de un hombre." ¿Eh? Esto no lo recuerdo... "Justo en el medio del laberinto, se alza una antiquísima pirámide y dentro de esa pirámide se encuentra un salón circular. El suelo de esta sala es una estrella de cinco puntas dentro de una circunferencia formada por una serpiente que se muerde la cola, que representa el Ouroboros." Sí, aquí estoy sentada. "La prueba puede ser realizada por varios magos y brujas conjuntamente, sin embargo, cada cual percibirá la misma con ciertos matices diferentes, aunque el reto sea el mismo para todos. Cada prueba consiste pues en un reto que se propone al mago/s o bruja/s por la propia estancia mágica en el momento en que cruza/n su umbral. El Arcano que le/s orienta en la prueba no podrá entrar con ellos. Nadie puede penetrar la misma puerta dos veces, por lo tanto, la prueba para cada habilidad sólo puede hacerse una vez." y "Una vez que la puerta se abra, el aspirante o los aspirantes que hayan decidido que están preparados para realizar la Prueba, quedarán solos a su suerte. El Arcano se quedará fuera esperando. No obstante, el anillo que les entrega a cada aspirante que esté realizando la prueba, le permite ver lo que el aspirante ve, oir lo que oye y sentir lo que siente. El Arcano no puede atravesar la Puerta ni ayudar con la Prueba. No obstante, el anillo que le ha sido entregado a cada aspirante, establece una conexión de seguridad con la reliquia original que porta el Arcano, al punto de que si un aspirante ve expuesta su vida, simplemente al marcar su pulgar en el anillo, el Arcano podrá apartarlo de la Prueba. En ese caso, la Prueba no habrá sido superada y el aspirante no adquirirá la habilidad ni podrá volver a realizar la Prueba. A través de los Anillos, el Arcano y los aspirantes, pueden comunicarse en caso necesario."

 

Volví a levantar la cabeza hacia la Arcana.

 

- Vaya, éste no lo conocía. Ha sido muy bueno, gracias, no lo había leído nunca. Ahora el siguiente... A ver... "El Arcano los adiestrará durante un tiempo, les pondrá en conocimiento de los peligros de la prueba, les propondrá retos y pruebas para asegurarse de que disponen de la pericia mágica necesaria para realizar la prueba. Cuando considere que los aspirantes están preparados (o algunos de ellos), les preguntará si quieren someterse a la prueba. Si ese es el caso, les acompaña a la isla y los guía a través del laberinto y en el interior de la pirámide, pero una vez que la puerta se abra, los aspirantes quedarán solos a su suerte. Justo ante la puerta de la estancia mágica, el Arcano volverá a preguntar a los aspirantes si están preparados para someterse a la prueba. Si la respuesta es afirmativa, les entregará un anillo a cada aspirante, similar al que él lleva puesto y, a continuación, pasarán a la estancia mágica ya sin el Arcano."

 

Nada que comentar. Ya me había leído los dos pergaminos, muy interesantes. Entonces, la voz de la Arcana interrumpió mis pensamientos con la pregunta. No lo dudé. Era importante para mí dar el paso, así que afirmé de dos maneras, con la cabeza y con la voz:

 

- Sí, Arcana, sí, quiero hacer la prueba de vinculación con la Metamorfomagia.

 

Esperé un segundo, ella parecía que estaba viendo algo en el aire que yo no noté. Guardé silencio con prudencia hasta que la Arcana volvió a hablar.

 

- Gracias, Arcana - le contesté, amablemente, cuando me dijo que accediera al portal. Avancé hacia él con algo de miedo y prudencia. La última y única vez que había estado dentro, había sido muy duro.¿cómo sería esta vez? Me detuve en seco antes de entrar. - ¿Y el anillo? Los dos pergaminos mencionan el anillo. ¡La arcana de Animagia me dio un anillo! Me sentí muy acompañada ahí dentro con él. ¿No me va a dar anillo?

Editado 22 de Abril del 2020 por Xell Vladimir Potter Black

[Hayame Snape Potter Black]

En la Época Prehistórica

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...

 

La bruja no estaba muy segura de cómo demonios se había metido en aquel lío y tampoco estaba muy segura a ciencia cierta de cómo iba a salir de semejante lío; al menos por el momento solamente estaba segura de un par de cosas, siendo una de estas el hecho de que había conseguido hacer su transformación utilizando la Metamorfomagia de una manera que le había resultado lo suficientemente útil como para poder no pasar como una extraña en una era donde la humanidad no estaba tan avanzada

 

Que esa era la única magia que podía utilizar ya que de alguna forma su varita mágica había quedado inutilizada, casi como si volviesen a la era de solo blandir palos que eran incapaces de ir dirigiendo su poder mágico

 

Que aquellos humanos masculinos se la habían llevado a rastras hasta un grupo de demás personas cavernícolas, haciéndola entender al cien por ciento que se trataba de una tribu commo tal y que habitaban entre las dos cuevas que marcaban un ingreso y una salida a esa época

Y...

Que por el momento la tenían sentada entre las mujeres de la tribu y que seguramente estaba presentando un aspecto bastante lamentable

 

Realment ele estaban doliendo todos los huesos del cuerpo y de la cara, no estaba acostumbrada a tener los huesos tan prominentes en todo el rostro ni a sentir como los huesos apretaban contra la piel; si había vampiros en aquella época, seguramente lucían de tal manera que hasta dejaban a Nosferatu viéndose como el ser más apuesto de la epoca

 

Y eso que hablaban de un sujeto que solía dejarse las uñas largas

Emitió un suspiro y comenzó a hacerles señas a las demás mujeres, que la vieron con extrañeza mientras que una intentaba según arreglarle el cabello a su manera; aún había algunas jóvenes que no parecían confiar demasiado en la nueva extraña pero las más viejas parecían encantadas, como si ahora tuviesen una hija nueva

 

Bueno... había que tratar de algo...

 

Comenzó a hacer señas

 

Las demás mujeres seguían viéndola y entonces, la bruja transformada comenzó a hacer ruidos diferentes mientras apuntaba y seguía haciendo el uga, uga, señalizando hacia la cueva de salida a la que quería llegar

 

Sentía que si de alguna manera lo hacía solo por su cuenta... bueno...

 

Ahí si se la iba a terminar comiendo una araña gigante o algo

 

Pero por más movimientos de manos que hacía, aquellas criaturas no parecían entenderla del todo y entonces emitió un Uga mucho más fuerte, señalando hacia la cueva de salida; que quería ir ahí, que ese era el camino para poder llegar a su hogar... y que realmente esa transformación le estaba doliendo

Una de las matriarcas del sitio rodó los ojos con el resto de Ugas y entonces, habló en un tono que a la pelirroja le sonó demasiado de Winchester y sus ojos se volvieron puntitos

-Hija... pero qué clase de idioma es ese?... que en tu cueva no te enseñaron a hablar o qué?

La Snape quedó descolocada por unos momentos antes de darse tan fuerte el facepalm que hizo que las demás cavernicolas saltasen y gruñesen

Menudo momento para olvidarse de que tenía la clase de Idiomas acreditada!!

 

Algunas de las mujeres que estaban ahí comenzaron a tocarla con curiosidad ya que nunca habían visto a semejante persona en aquel sitio y parecían querer averiguar un poco más de la recién llegada; muy bien... cómo iba a ayudarla la Metamorfomagia ahora, para poder salir de semejante lío y que no desconfiasen de ella??

Se observó el anillo que la arcana les había dado en un inicio para comuncarse con ella en caso de ayuda y se lo frotó un poco; no la iba a llamar en aquellos momentos pero de todas maneras, el estarlo tocando de alguna manera le iba diciendo que pronto estaría todo bien.

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Editado 25 de Abril del 2020 por Hayame Snape Potter Black

[Xell Vladimir Potter Black]

*Muchas gracias, tía Haya, por decirme lo del anillo. Llevo 3 días perdidos esperando un posteo de la Arcana*

 

 

- ¿Arcana? ¿Y mi anillo? - Levanté la mano para enseñarle el dedo vacío y... ¡El anillo estaba en él! -¡Oooh! Peroperoperooo...

 

 

—Ese anillo es un enlace de comunicación entre ustedes y yo, no podré ir detrás de ustedes,

pero siéntanse seguras que estaré ahí para cuando lo requieran.

 

 

- ¡Ay, perdón, perdón, perdón, Arcana! Me olvidé por completo de que nos había dado el anillo hace muchísimo tiempo. ¡Ooooh, qué despistada!

 

Me sentía tan absurdamente boba que me puse toda roja como si me hubiera pintado la cara, el calor me subió por todas partes. Así que volé hacia el portal (casi volé porque agité los brazos en un intento de darme mucha prisa y huir de la cara de la Arcana, seguro que me estaba tirando un rayo por mi mala cabeza. Además, el rubor hizo que mi nariz volviera a crecer sin parar y seguro que estaba muy fea.

 

Bueno, la fea sería la tía Sagitas, pues aún estaba metamorfoseada como ella.

 

Tenía experiencia en cruzar el portal pues lo había hecho una vez pero no fue como lo recordaba. Lo primero que noté fue que yo era yo. Volvía ser rubia, larguirucha y de pecho plano, con los pies pequeños. Después, noté que estaba en un bosque oscuro y que llovía mucho. Busqué la varita y ¡no estaba! ¿La habría perdido o el Portal me impedía tener ayuda allá dentro? Corrí a refugiarme bajo un árbol cuando sentí los cascos de aethonats que se acercaban. Eso despertó mi curiosidad, ¿a qué lugar me había llevado el Portal?

 

Alguien tiró de mí, agarrándome por el tobillo. Grité por el susto. Era una niña de pelo ensortijado, de color negro, toda ella negrita. Sus ojos demostraban dolor.

 

- ¿Qué te pasa? ¿Por qué lloras?

 

La niña volvió a tironear de mí y me agaché a su lado. A tiempo. No eran aethonats. Eran caballos, hermosos caballos oscuros y muggles. La niña me puso la mano en la boca, así que guardé silencio. Les dejamos pasar, a los caballos y a los jinetes que montaban en ellos. Soy sacerdotisa y sus auras eran terriblemente oscuras.

 

- ¿Quiénes son? - le pregunté a la niña, en cuanto hubieron pasado. Fue cuando me fijé que tenía sangre. Mucha sangre manchaba la otra mano, la que le colgaba inerte a un costado. - ¡Estás herida!

 

No llevaba la varita, así que no podía curarla de forma mágica. Ni llevaba los anillos ni los artilugios de mis libros. Parecía que el Portal no quería que hiciera trampas.

 

- Les he fallado, a los míos.

 

La chica parecía muy afligida. Supongo que el dolor causa esa expresión.

 

- No llegaré al túmulo antes que ellos, no podré recuperar la piedra prohibida, no podré devolverla al Pueblo y seremos sometidos de nuevo.

 

Uff, no es que entendiera mucho pero mi mente captaba una sinceridad y una aflicción en sus palabras que me produjeron pena. Despertó en mí una necesidad de ayudarla. ¿Eso es lo que querría el portal? ¿Qué ayudara a una desconocida?

 

De momento, le ayudé a tumbarse en el suelo y taponé la herida. Menos mal que había aprendido en Primeros Auxilios a cubrir una herida y hacer torniquetes. Estaba muy pálida y yo no sabía cómo volver a meterle sangre. Creo que por aquel bosque no habría manera de conseguir pastillas reabastecedoras de sangre.

 

- No te muevas. Eres una de ellos.

 

Levanté las dos manos para que no me atacaran. Era un grupo que vestía de forma muy similar a la muchacha que ahora parecía desvanecida en el suelo. Todos tenían el mismo color de piel y el mismo tono en el pelo, aunque algunos más rizados o menos.

 

- Lo... Lo siento, lo siento, la encontré así... Yo... Yo no soy de ellos... De esos...

 

- Eres blanca. - Nunca había sentido tanto odio al mencionar el color de mi piel. ¡Así que era eso! La eterna lucha por el color de la piel.

 

Me sentí enfadada cuando me levantaron y ataron mis manos a la espalda. A la muchacha, la levantaron con cuidado y la cargaron en una especie de esterilla de ramas y hojas. Me empujaron para que caminara a su lado. Hablaban entre ellos sobre la misión fallida y sobre salvar la vida a... ¿Suzanne?¿Así se llamaba la niña?

 

Guardé silencio. Fuera a donde fuera que me llevaban, estábamos cerca porque sentía susurros y un resplandor de fogata. No sé qué iban a hacer conmigo pero no lo haría con las manos atadas. No sonreí, aunque estuve a punto de hacerlo, mientras mis manos disminuían su tamaño y las cuerdas se aflojaban. Tuve la precaución de no dejarlas caer cuando quedé libre, para que no se dieran cuenta los que iban detrás de mí.

 

- ¿Qué es ésto? - pregunté, cuando llegamos ante la fogata. Al menos me dejaron cerca de ella y el calor me animó. No me había dado cuenta que hacía frío.

[Hayame Snape Potter Black]

En la Prehistoria

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La bruja solo iba caminando por detrás de aquella tribu que comenzaba a guiarla después de haber estado un poco de tiempo conviviendo con ellos... y de haber descubierto que la clase de idiomas había servido para algo; incluso se había sentido bastante avergonzada porque había descubierto que ellos la entendían mucho mejor de lo que ella misma pensaba que hacían

Se había rascado la nuca y algunos la vieron un poco extrañados

Suponía que los gestos y las formas en las que estaba actuando realmente los estaba confundiendo ya que ella venía de otro momento y comenzó a intentar retener aquello; quizá había sido capaz de cambir su forma física pero las maneras que tenía por costumbre eran bastante antinaturales para las personas como ellos

 

-Esa es la cueva de los dioses de la naturaleza

 

Dijo la que parecía ser una anciana chamán, una especie de bruja de los muggles que decían que podían captar los poderes aunque ella a veces tenía dudas de que todos fueran así

 

Quizá eran los primeros magos y brujas realmente?

 

No lo sabía

 

-Veo que llevas algo contigo -dijo la mujer cavernicola anciana señalando a la bruja que en aquelosmomentos mostraba unos cabellos muy revueltos y despeinados, a la usanza de aquella época aunque le habían colocado algunos adornos de huesos en la cabeza -tal vez porque los dioses quieren que hables con ellos?

 

-Entonces... qué son estos dioses?

 

Preguntó la Snape con un gesto extrañado a lo que la mujer que guiaba a toda la tribu justamente a la cueva a la que quería entrar

 

-A veces se aparecen como en un brillo que sale de la caverna -respondió la anciana caminando de forma encorvada -hay muchas luces pequeñas que flotan hasta el fondo... y no sabemos hasta donde lleguen pero si sabemos que los dioses están ahí... y muy probablemente por eso te regalaron algo para que vayas con ellos

 

Dijo aquella mujer observando el anillo que la brulla se había estado toqueteando con nerviosismo

 

-Entiendo...

 

-Así que... tan solo camina hasta el fondo y si hablas con los dioses de la antiguedad... pide por nosotros también para que estemos con bendiciones

 

Pidió la anciana y finalmente la tribu se movió hacia los lados para dejar que la bruja que seguía mostrando esa figura deforme pudiese pasar; los ojos en esos momentos marrones de la vampiro observaron a aquellas personas y entonces juntó las manos y se inclinó a modo de agradecimiento

 

Suponía que esa había sido su mejor prueba para pasar ya que al final, no se la habían llevado como comida ni nada similar

 

Muy despacio comenzó a andar hacia el interior de la cueva que marcaba la salida de aquello... y pudo notar como las luces que habían mencionado las personas afuera flotaban como pequeñas luciérnagas a los alrededores; siguió andando mirando todo, con pequeña fascinación mientras que de poco en poco, iba recuperando su forma natural con el largo cabello rojo y la piel blanca

 

Parecía que aquella cueva no tenía fin hasta que finalmente, terminó saliendo en un sitio mucho más familiar y donde percibía la magia moderna

 

-Ahm... Arcana?... Xell?... están por aquí? -llamó una vez que se dió cuenta de que ya no se encontraba en la época pasada, sino en su propio tiempo y en una habitación similar a aquella por la cuál había entrado

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