Jump to content

Libro del Caos - Mayo 2020


Runihura
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Una sonrisa se refleja en su rostro cuando nota que una pequeña cría de oso trata de llamar la atención de Emily. Se pregunta si aquella criatura logrará su cometido o no, con su amplia experiencia con criaturas mágicas y no mágicas, entiende que no tiene intenciones de dañar a la bruja y, es por lo mismo, que no interfiere. Tampoco está seguro si sería capaz de dañar a la cría o cómo evitaría que el animal no estorbara su paso.

¡Gracias Guerrera! — murmura para sí mismo, duda que alguien fuera capaz de escucharle.

Así era capaz de seguir avanzando sin interponerse en el camino de Emily quien era, aparentemente, su única contrincante pues la otra bruja no aparentaba querer participar en la competencia o era demasiado lenta para reaccionar ¿Quizás lo encontraba demasiado infantil? Particularmente, él prefería una actividad como aquella para poder pulir su magia ¿cuál era el propósito de casi siempre colocar en riesgo su vida para poder aprender más? Si bien era cierto que en condiciones extremas era más sencillo demostrar si la persona conocía o no la magia, ya estaba un poco cansado de siempre colocar su vida en juego.

Siente como si por su cuerpo recorriera mayor poder, no lo entiende al principio pero luego de unos segundos se da cuenta que el Señor del Caos que había invocado hace instantes le entregaba de su poder para permitirle superar sus límites y así utilizar magia aún más poderosa. No sabe si agradecer o no, sentía que de hacerlo el Señor del Caos le respondería con alguna pesadez.

¡Corpus patronus!

Hilos plateados comienzan a surgir de su varita. Realmente extraña la época en que utilizaba este hechizo para crear réplicas de criaturas tan maravillosas como un fénix o un dragón. Esta vez, los hilos se unen formando un oso de gran tamaño, uno que de pie sería aproximadamente de la misma altura de Goderic y, que al hacerlo, recibe las cuerdas que iban dirigidas hacia el mago.

Evitando el ataque de la Guerrera Uzza, el mago decide contraatacar.— ¡Strellatus!— un flash de luz impactaría en los ojos de Feyre y de Runihura, impidiendoles interrumpir más su camino a la bandera. Si nadie más le atacaba, lograría la captura de la bandera en unos pocos pasos más. Solo esperaba que la Uzza no se ofendiera por su contraataque sorpresa.

AINSXnu.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

— ¡No vas a ganar jamás! ¡No vas a ganar! ¡No vas a ganar!

 

Peeves canturreaba la misma frase, una y otra vez. Su voz poco melodiosa había quedado grabada en la mente de Emily que intentaba de todas las formas posibles mantener la calma. Recordó algunas de las técnicas aprendidas para ello e ignorar se le daba bien, pero el poltergeist era bastante insistente. Iba a seguir los pasos de Goderic e ir de una vez hacia la bandera, sin embargo, como era de esperarse Runihura tenía otros planes.

 

— No puede ser...

 

Esta vez, era Emily la que se lamentaba. La pequeña cría de oso creada por la Uzza paseaba entre los pies de la bruja, hacía volteretas o se paraba sobre sus patas traseras, impidiendo que la mujer siguiera con su camino. Al principio, se había sobresaltado ante la presencia del animal penando que la atacaría y ella no tenía el corazón para dañar al animal, pero su comportamiento era todo lo contrario y aquello ponía a Karkarov en una posición más difícil aún, puesto que si no estuviera en medio de una clase muy probablemente se habría puesto a jugar.

 

Sentía como que estuviera lidiando con dos niños pequeños, uno extremadamente cariñoso y otro extremadamente molesto. Tras unos segundos de pánico -y tras gritarle a Peeves que la deje en paz por unos segundos- buscó rocas con la densidad suficiente para llevar a cabo su plan, que esperaba funcionara para librarse, al menos, de uno de sus problemas.

 

— Morphos — dijo, convirtiendo la primera gran roca en una cría de oso, cuya misión era distraer al pequeño creado por la guerrera. Repitió el proceso una vez más, esta vez creando una cría de mayor tamaño y peso, con la suficiente fuerza para mantenerlo a raya.

 

Aprovechó la distracción y avanzó unos cuantos metros, viendo como Goderic estaba cada vez más cerca. Reconoció la invocación del corpus patronus y la estrategia de su tío de cegar tanto a la guerrera como a su otra compañera. Podía intentar invocar una nueva rueda. En el Libro del Caos había leído sobre ella y se trataba de manipular un poco el tiempo. Si tenía la suficiente suerte, podía impedir que el mago generara mayor ventaja.

 

Concentró su energía en invocar la rueda del tiempo. Le tomó un tiempo concentrarse, con Peeves aun rondando cerca, pero, finalmente pudo realizarlo. El resultado, sin embargo, no fue el que hubiera querido: los daños se habían multiplicado

 

— ¡El rubio te va a ganar!

 

— ¡Cállate, Peeves! — espetó, cada vez la paciencia de Emily era menor — ¡Incárcerus! — cuando estuvo lo suficientemente cerca de Goderic, invocó las cuerdas que servirían para amarrar sus piernas, sus brazos a su torso e impedir que pudiera hablar.

Editado por Emily Karkarov

fwb3AQB.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Tras ver como sus cuerdas fueron a parar en un gran oso que ahora se encontraba amarrado a la gran roca, Runihura vio desaparecer al Señor del Caos invocado por Goderic al instante en que vio a Peeves. Un minuto más tarde tenía sobre ella una luz cegadora, que le impedía ver en la dirección en la que se encontraba el causante de aquel ataque, pero no las tenía todas en contra, realizó una floritura con su varita, mientras se concentraba en la persona a la que iba a atacar, podía escucharla, sabía que seguía tratando de escalar la roca, así que simplemente pensó «Levicorpus» al instante Goderic fue levantado en el aire desde su talón, haciendo que toda la sangre se le fuera a la cabeza.

Puedes hacerlo mejor. —dijo. Aun escuchaba a Peeves burlándose de lo mal que le estaba yendo a su invocadora, —aún puedes hacerte con la bandera si tan solo quisieras llegar hasta ella y no dejarle el camino libre a tu compañero, el juego no es divertido de esta manera.

Todas aquellas palabras iban dirigidas a Emily Karkarov, ya que era un caso perdido dirigirse a la Macnair que parecía haberse desmayado o entrado en un shock al instante en que Peeves fue invocado, al parecer aun esa clase de magia era mucho para ella, así que la había apartado del lugar de juego para que no se viera dañada. La luz cegadora proveniente del strellatus se había ido, pero el picor en los ojos se parecía tanto a la Arena del hechicero, así que sabía lo que tenía que hacer, levanto su varita por encima de ella.

Cantar de Eleboro.

De su varita salió una pequeña vibración musical, que le hizo recuperar su visión y la de Macnair que también había sido atacada, a partir de ese momento era inmune a cualquier ataque que pudiera dañar alguno de sus cinco sentidos. Ya el tiempo lo tenía encima, y por lo que miraba el más cercano a la bandera no era otro que Goderic, así que debía decirle que pensaba ponerlo a duelear con ella, pero al encontrarse en tan mal estado Macnair no iba a poder ser oponente para Karkarov y él iba a tener que hacer la prueba contra la mujer que no había querido atacar en todo ese momento.

nHT2lrv.png
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

«¡Oh, genial!»

La sangre comienza a centrarse en su cabeza. Odia aquella sensación. Realmente habían pasado años desde que había sido afectado por tal hechizo y realmente conseguía estresarlo. Por lo mismo, lo primero que hace al sentir que su mundo se volvía de cabeza fue realizar malhumorado su contrahechizo. Los años de experiencia en batalla ya lo habían vuelto un experto en cómo acomodar su cuerpo para la caída, por lo que al instante que menciona el Liberacorpus ya se había preparado para aterrizar sin ningún problema. Solo un leve mareo a causa del movimiento repentino de la sangre.

Cuando enfoca su mente puede observar que la bandera se encontraba tan cerca pero a la vez tan lejos. Sabe que la Guerrera trataría de impedir seguir avanzando por lo que trató de aumentar su ritmo mientras que la bruja seguía cegada. No se preocupa de Emily quien al parecer se había decidido por no atacar. De todas formas había utilizado la Rueda de fortuna, no sabía si su invocación había tenido un efecto o solo la bruja mantenía una actitud pasiva pero podía sentir que la magia caótica habían funcionado. En efecto, las cuerdas que Emily había tratado de invocar nunca lograron salir gracias a las influencias de las fuerzas del caos.

Llega a la cima, donde se encontraba la bandera y la toma con propiedad. Recuerda la primera prueba que tomó hace tiempo para unirse a un clan, donde debió subir una montaña sin su varita. « Demuestranos que eres capaz de hacer cosas por ti mismo, que tienes la fuerza de voluntad e inteligencia para luchar contra el cansancio y los distintos obstáculos que la naturaleza pondrá en tu camino». Todavía podía recordar el cansancio luego de aquella travesía. Ahora con mayor entrenamiento físico, solo la subida no fue realmente un desafío. Agradece no haberse encontrado con un Señor del Caos más problemático como un cíclope, un troll o una hechicera.

De fondo todavía puede escuchar a Peeves burlándose de Emily. Sabe que está pronto a desaparecer por lo que no se molesta en ponerle atención, incluso cuando sus bromas lo incluyen. No tenía tan poco carácter como para no poder soportar las bromas de un señor del caos tan infantil como aquel.

La próxima vez que invoques a Peeves te mataré solo para que desapareza.— bromea aunque se dirige a la guerrera Uzza para confirmar sus dichos.— ¿O sigue presente a pesar que su invocador haya muerto?

AINSXnu.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Las cosas no parecían mejorar para Emily. Por un lado, Peeves seguía molestándola, soplando arena sobre su rostro o intentando que la bruja tropezara. Por otro, Goderic tenía la fortuna suficiente para seguir avanzando en su recorrido sin ningún contratiempo. Los años que llevan de conocerse le permiten a la bruja saber que el levicorpus no iba a detenerlo por mucho tiempo y las fuerzas del caos parecían haber escogido su favorito entre los dos.

 

Decidió probar una nueva rueda, aún teniendo en mente que probablemente tendría mala suerte una vez más. ¿Tendría algo que ver pensara que no iba a funcionar antes de realizar la rueda de la fortuna? ¿Qué estuviera predispuesta a una nueva muestra de su mala suerte? Peeves allí presente estaba de testigo. Se lo preguntaría a la uzza, pero parece un cuestionamiento infantil de su parte. Quizás en otras ocasiones tendría mejor fortuna, quizás en la prueba, si es que la guerrera uzza cree que su poder mágico es suficiente.

 

Cuando alza la mirada puede ver a Goderic con la bandera. Solo faltaron unos pocos minutos y lo hubiera al menos alcanzado. El pensamiento de que si hubiera utilizado los poderes de la Orden Oscura para mejorar sus habilidades cruzó su mente, pero en se momento sabía que no era aquello lo que debía probar, sino su capacidad para utilizar la magia uzza.

 

— ¡Te dije que te iba a ganar! — soltó Peeves, dando vueltas sobre las cabezas de ambos.

 

Extrañamente, la otra bruja seguía cerca de Runihura. Durante el recorrido no había prestado atención a sus movimientos, pero se sorprendió ampliamente al darse cuenta que no se había querido involucrar en el juego.

 

— Debiste haber apostado — responde Emily, quitándole importancia.

 

El poltergeist estaba pronto a desaparecer y aquello le dio una sensación de paz. Luego, volvió su vista hacia Goderic.

 

— ¿Y luego quien cuida a Fabián y Lily? — respondió, sin esperar una obvia respuesta — ¿qué crees que tengamos que hacer ahora? — preguntó, hablando bajo pero mirando hacia la guerrera.

fwb3AQB.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Guest
Esta discusión está cerrada a nuevas respuestas.
 Compartir

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.