Misión Enemigos de ayer y hoy

[Juliens]

—No te lo pediría si no tuviera otra alternativa.

 

Hobb siempre ha sentido que, de alguna forma, el veneno del basilisco se movía por su cuerpo como si tuviera vida propia. Se movía buscando un camino hacia el corazón del mago. La habilidad de Kaori con las pociones ha logrado mantener el veneno en el brazo a consecuencia de que poco a poco fuera perdiendo su vitalidad, su energía. Durante todo ese tiempo ambos, más Kaori que él, han buscado una forma de contener el veneno sin el daño colateral. Al principio intentaron extraer el colmillo del brazo pero les resultó imposible pues este se había fusionado con el hueso.

 

—Kaori ha dedica gran parte de su tiempo en buscar una cura, sobra decir que no la encontró.

 

Cuando el kansho penetró la piel sintió un dolor que en su vida había sentido. No era un dolor producto del corte per sé, sino más bien por un último intento de la oscuridad del colmillo por romper el bloqueo de Kaori. Liberó casi todo el veneno que tenía producido en ese momento que hizo que su brazo se estremeciera. De no ser por el filo mágico del artilugio Uzza probablemente el corte no habría sido así de limpio.

 

—Muchas gracias Vera

 

En una situación normal cualquier persona habría sentido mucho dolor al perder una extremidad de esa forma. Sin embargo Hobb sintió alivio. El peso muerto con el que cargó durante tanto tiempo desapareció. El dolor que lo mantenía despierto durante las noches desapareció. Conforme Vera aplicaba hechizos curativos sentía más alivio, poco a poco su fuerza regresaba.

 

—Accio brazo

 

Se le hace muy extraño invocar un brazo. Él sabe exactamente en dónde se encuentra y que hechizos lo protegen para no poder ser invocado por otra persona ni transformado. Aunque es un artilugio que está compuesto totalmente por acero sagrado, su interior es una maraña de conexiones y muchos hechizos. Aunque el trabajo físico fue totalmente de él, la mayoría de teorías biológicas y mágicas fueron obra de algunos de sus amigos y contactos al rededor del mundo.

 

Cuando finalmente el brazo llega al destino la herida aún está un poco débil. Por lo que extrae de un bolsillo la poción que Kaori elaboró y que contiene como base lágrimas y plumas de fénix. La riega en su brazo para culminar con la curación. El brazo calza a la perfección. Le tomará un tiempo aprender a controlarlo como si se tratara de un brazo normal, sin embargo ya es capaz de moverlo y usarlo de manera muy básica.

 

—Encontrarás, Vera, que el acero sagrado es muy complicado de moldear. Su misión es hacer armas. Pero si logras engañarlo puedes hacer con él cualquier cosa. Si logras engañarlo se convertirá en el material más maleable del mundo y con utilidades casi infinitas. Mi brazo, por ejemplo engaña al acero siendo un arma. Cuando tenga más control te lo mostraré. De nuevo muchas gracias, me salvaste la vida.

 

 

@@Mackenzie Malfoy

[Emily Karkarov]

Se queda rezagada del resto del grupo una vez que salen del sótano. Si bien su primer pensamiento era ir directamente a comprobar que el necronomicon se encontrara “sano y salvo” aún conserva energía para seguir acabando con los demonios que intentan escapar de la invocación de Kaori. Otorga el súbito cambio en su energía al casco burbuja que alguien había hecho aparecer alrededor de su cabeza.

A veces, con la gran cantidad de peligros que enfrentan olvida los pequeños detalles. Detalles como que es humana, que el frío le afecta, que el cansancio físico y mental merman sus habilidades y que, obviamente, necesita respirar algo más que aquel hedor que despedía el líquido que dejaban las criaturas cuando las destruían.

Cuando su sombra se une nuevamente a Emily y ya no escucha los pasos de sus compañeros, decide recorrer el camino de los otros. Es por eso que cuando llega, poco entiende de lo que está sucediendo. Primero, porque parece que todos reconocen a la figura extraña. Y bueno, Emily debe admitir que tiene el aura de no ser una enemiga "típica". Y segundo, porque los círculos dibujados (que ni siquiera notó cuando) implica que alguien tuvo tiempo suficiente para idear un plan.

Un plan que podría resultar bastante bien a pesar de pensarlo tan poco tiempo. Entonces Emily se aventura a mantener "ocupada" y quieta a su visitante.

—¿Por qué haces esto? — pregunta, a algunos les gustaba alardear sobre sus planes o de su poder. De ser el caso, estaba comprando tiempo. Y si no, era posible que solo desatara el enojo de su enemiga de turno. Como fuera, de todas formas en algún momento iba a morir...

—¡Humana impertinente!

Técnicamente no todos eran humanos, pero no era algo que quisiera debatir.

—Yo soy Vashyah —hace una pausa, porque sabe que no necesita explicar más que su nombre —Pueden ser inteligentes y entregarme el necronomicon o pueden seguir peleando inútilmente hasta morir.

Entonces espera que el conocimiento de Beatriz sobre los círculos mágicos sea suficiente. Con sus habilidades potenciadas por el phantom, solo le toma unos segundos hacer que el fuego surja de su varita mágica. Cierra los ojos y solo espera.

[Goderic Slithering]

Suspira cuando al fin llegan frente al Necronomicon. Se alegra al ver que seguía a salvo aunque duda sobre cuánto tiempo podría. Escucha la conversación del angel con Emily y sabe que solo con la ayuda del libro podrán salvarse de aquel predicamento. Cierra los ojos. Su atención se concentra en el Necronomicon, imagina su figura sin verlo, siente su textura sin tocarlo. Puede percibir una aura, magia antigua y arcaica emanar por aquel mítico libro. Las sombras invocadas por todos desaparecen, incluso las invocaciones como Pazuzu. El libro estaba absorbiendo la energía de todos para defenderse.

«Los hombres conocen con el nombre de Morador de la Oscuridad al hermano de los Primordiales llamado Nyogtha, la Entidad que no debiera existir. Puede ser traído a la superficie de la Tierra a través de ciertas cavernas y fisuras secretas, y los hechiceros le han visto en Siria, y bajo la torre negra de Leng; ha ido al Thang Grotto de Tartaria para sembrar el terror y la destrucción entre los pabellones del Gran Khan. Sólo por la cruz ansada, por el conjuro de Vach-Viraj y por el elixir Tikkoun, puede ser devuelto a las tenebrosas cavernas de oculta impureza donde mora.»

Aquellas palabras, que aparencen en su mente, sabe que pertenecen al contenido del Necronomicon. No entiende cómo lo sabe pero de alguna forma lo hace. No las comprende del todo pero cree que aquellos versos le ayudarán a exiliar a Vashyah. Debe realizar el conjuto de Vach-Viraj. Abre sus ojos que se han tornado de un iridiscente gris oscuro. Sin la ayuda de sus guías, Skoll y Hati, Goderic estaba seguro que no podría servir de canalizador para el poder antiguo del Necronomicon. Siente su alma temblar ante aquella magia poderosa que canaliza. No puede evitar sudar frío ante el pensamiento de la verdadera potencia del Necronomicon, ya que sabe que el poder que podía canalizar en su estado actual no superaría el cinco por ciento.

— Ya na kadishtu nilgh'ri stell-bsna Nyogtha; k'yarnak phlegethor l'ebumna syha'h n'ghft Ya hai kadishtu ep r'luh-eeh Nyoghta eeh, S'uhn-ngn athg li'hee orr'e syha-h. — no entiende la lengua de aquel conjuro pero una fuerza en el interior habla por él.

Desconoce cómo o porqué Beatriz sabe el uso de círculos mágicos pero en conjunto con el conjuro de Vach-Viraj serviría no solo para exiliar a Vashyah sino para dañar al resto de la legión que controla a la vez que eran exiliados junto a su ama. Una sonrisa triunfante surge en su rostro. Una sonrisa efímera pues el cansancio no había tardado en cobrar la cuenta.

Hace tiempo que había perdido la energía para mantener su fuerza y velocidad inhumana. En sus manos, donde hace segundos se encontraban símbolos rúnicos, pequeñas y medianas heridas comienza a abrirse. Sin duda, su cuerpo no había sido lo suficientemente resistente para soportar aquella magia incluso con la ayuda de Skoll y Hati. Si su mente fuese capaz de reaccionar, sabría que tenía que seguir ahondando en los conocimientos de la arqueomagia pero ahora no tiene más energía.

Lo que el mago no sabe y, probablemente, ninguno de los presentes era que Vashyah al ser un ángel (a pesar de ser exiliado por la corte de los ángeles) tiene mayor resistencia a aquel hechizo. Habían logrado expulsarla e incluso dañarla pero solo sería temporalmente. Seguramente la volverían a encontrar y aquella próxima vez ya no serviría aquel conjuro.

Editado 31 de Mayo del 2020 por Goderic Slithering

[Lillian Potter Evans]

<No podrán conmigo> esas palabras resonaban en el decadente vacío en el que se encontraba sumergida y eran acompañadas por una fríaldad inmensa que de haber poseído su cuerpo, le habrían hecho tiritar.

Sabía que el control que ejercía aquella fuerza sobre ella estaba extasiado y aquel simple agarre que Scav trataba de ejercer solo era un juego de niños si de zafarse se trataba, no obstante, y con las últimas fuerzas de que fue capaz unió su plegaría a la de su prima Evans, reaccionando casi al instante con un grito desgarrador.

- ¡TONTA! - vociferó aún con tono dulzón - ¿Crees que con mi señora tan cerca podrán detenernos?

Aquella aseveración seguida de un dolor apabullante volvieron a sumir en un sueño la poca esencia que quedaba de la sacerdotisa, sin embargo, aquel ser demostró lo aprendido, ocultando el carmesí de los ojos y labios de aquel cuerpo corrupto.

- ¿Scav? - susurró dejando salir la voz original de su cautiva - Lamento lo ocurrido - musitó lastimera.

Y antes de que pudiese añadir algo más, la presencia de la pelivioleta le hizo sacudirse y abrir los ojos de forma sorpresiva.

- Esto no es bueno - musitó tratando de no perder el control ante el ataque de rabia y sed de venganza que la matriarca Potter le provocaba.

No obstante, se irguió lentamente para que aquellas sacerdotisas vieran cuan lastimada estaba y se dirigió hacia la rubia que portaba Excalibur y se atrevía a utilizar aquel poder con el carmesí.

.... Y justo en el momento en que la iba a alcanzar, se retiraba por orden de la pelivioleta.

Un sutil bufido se escapó de sus labios pero antes de que pudiese hacer algo más un rayo paralizante le alcanzó, seguido de algo que se deslizaba por su garganta.

- ¿Que haz hecho, maldita? - gritó en agonía - Mi señora, ayuda ...

Pero fue en vano, un desgarrador y tétrico sonido salió de la garganta de la Evans antes de que el cuerpo desprovisto de energía se desplomará hacia el costado derecho.

Las palabras de Scav aún resonaban en la mente de Lily pero aunque quería pararse e ir a ayudar, le era físicamente imposible.

Aquella posesión había consumido sus fuerzas y aunque la fruta la había librado del carmesí, no había reparado del todo el daño causado, sin embargo, no se quedaría sin hacer nada después de saber que aquella inombrable se acercaba inevitablemente.

Apoyando el codo sobre el suelo y sintiendo cada fibra de su ser protestar, se impulsó hasta quedar sentada, posición en la que unió las manos en un ruego silencioso ...

Un remolino de luz y aire cubrió la cima de la pirámide, revelando una energía cegadora en forma de una lanza puntiaguda y letal, que cual centella, se dirigió sin titubeos hacia la oscuridad en forma de mujer que se cernía sobre ellas.

- Juntas - corroboró las palabras de Scav antes de sonreír y desplomarse inerte.

Editado 31 de Mayo del 2020 por Lillian Potter Evans

[Valky]

El tono en la voz de Madeleine la obligaron a volver a echar un vistazo a Vashyah. Había asumido que se trataba de una demonio con un rango mayor, pero tras verla desde atrás entendió que juzgó la escena demasiado rápido. A pesar de que conocía la existencia de demonios con la habilidad de reflejar una belleza sobrehumana, ella tenía algo diferente, algo etéreo y sublime. Pero lo que le hizo entender su naturaleza, fueron las largas cicatrices de su espalda dos largas líneas blanquecinas y delgadas que se prolongaban hasta desaparecer entre los pliegues de su túnica blanca. Vashyah se rebeló y fue expulsada de "allá arriba", por lo que perdió las alas que la identificaban como un ángel. Por algún motivo, sin embargo, aceptar la existencia es un ángel le pareció más extraño que aceptar que se hubiese tratado de un demonio común.

Los ángeles caídos tenían similitudes con los demonios y no era raro que incluso expertos en el tema los confundieran, pero habían también sutiles diferencias. ¿Eso sería algo bueno o malo en aquel escenario?

—Sí, creo que entiendo a lo que refieres —le respondió a Madeleine luego de unos momentos, sintiéndose un poco fastidiada por no poder tener la oportunidad de expulsar a un demonio con el ritual que había estudiado—. Tendremos que probar algo diferente, pero ¿qué?

En aquel momento, como una inesperada respuesta a su pregunta, apareció en sus manos un pergamino con un mensaje rápidamente escrito. Intercambió una breve mirada con Madeleine, que le indicó que ella tampoco entendía muy bien lo que sucedía. De todas formas, se apresuró a leer el escrito. Era de parte de "Bea", que sólo podía ser la tímida chica de las rastas que los acompañaba desde hace rato pero no parecía sentirse muy cómoda entre ellos. Aunque se sentía intrigada por su identidad, aquel no era el momento para preocuparse por el tema: si estaba ahí, se trata de una Oscuro más y eso era lo que importaba. En el plan Kaori descubrió unos conocimientos básicos de demonología que la sorprendieron: el uso de la sangre de los demonios para trazar los círculos mágicos, que haría fluir la energía del fuego que invocarían con sus varias y que jugaría en conjunto con los propios poderes demoníacos que Vashyah tendría tras su revelación contra el Cielo. Era un plan descabellado, pero también le pareció bastante ingenioso. Si aquella locura funcionaba, les invitaría la cena a aquella muchacha y a su sapo mascota. Aún así, sin embargo, sabía que faltaba algo más.

Pero ya era muy tarde para hacer más planes. Bea se movió y eso sólo significaba que era el momento.

Al unísono con sus compañeras, conjuró un fuego mágico con su varita. No prestó la menor atención a las palabras de Vashyah, que sólo pretendía ganar tiempo para conseguir la forma de obtener el Necronomicón. Era una suerte que robar aquel libro no fuera una tarea fácil. Ni siquiera los miembros de los Oscuros podían manejar aquel tomo, mucho menos lo haría un intruso.

La voz de Goderic la sorprendió, la verdad es que se había olvidado un poco de él. Al volver la mirada hacia el mago, observó lo que estaba sucediendo. Las invocaciones de los Oscuros habían desaparecido: las criaturas de sombras, los espectros de Madeleine y Pazuzu, el demonio que ella misma invocó hacía unos momentos. Sobre el altar, las páginas del Necronomicón se habían abierto y un vaho rojizo salía de él y alcanzaba a Goderic. No sabía si los demás podían ver lo mismo que ella, pero no le parecía importante mencionarlo. Ya luego, habría tiempo para explicaciones aunque con aquella visión Kaori entendió lo que sucedía. El Necronomicón se defendía (y los defendía) de Vashyah usando a Goderic como catalizador de su magia y sus conocimientos oscuros.

 

La fuerza del hechizo no sólo encerró a Vashyah dentro del círculo dibujado por Bea, sino que pareció avivar el fuego que habían conjurado los demás. Las llamas la rodearon y ella gritaba, aunque probablemente no de dolor, sino de ira. Su grito se fue desvaneciendo y, cuando las llamas se apagaron, el ángel caído ya no estaba. Kaori comenzó a sonreír hasta que vio el mal aspecto que tenía Goderic.

—Parece que fue demasiado para tu cuerpo —comentó, mientras se colocaba su amuleto de sanación para curar al mago.

[Darla G Dumbledore]

Darla frunció el ceño cuando sintió el pisotón pero al descubrir que era una sombra quien se lo propinaba entendió que era su única forma de comunicarse, tomó el papel que ésta le tendía. Aún algo desorientada por semejante gesto aunque, sus ojos se posan sobre las palabras escritas en el mismo. Nota la fuerza que se desplaza, mirá por sobre el papel, para estar segura que no provenga del enemigo y observa los círculos que han ido apareciendo.

 

Sus compañeros de clan no dejaban de sorprenderla, cuando la Karkarov preguntó el por qué hacía aquello a la susodicha criatura. Creatura, había sido creada, como cualquiera de ellos, estuvo segura y sorprendida a la vez cuando dijo su nombre. Mala cosa, ¿tan segura estaba de sí misma que no temía dar a conocerlo a los demás? Los nombres son poderosos y si conoces el nombre del demonio al que te enfrentas, o en este caso el del ángel caído, podías dominarlo y destruírlo. Tenía demasiada confianza en sí mismo y la Potter Black estuvo segura que eso era lo que le haría caer, ningún ángel, por más caído y seguido de demonios que estuviera, tenía tanto poder que no pudiera ser vencido por un grupo bien preparado.

 

Y parece que no se equivoca al escuchar las palabras que surgen de la boca del Slithering. Darla entre cierra los ojos y deja que su mente recorra las palabras y extiende su diestra con la vara de cristal. Las llamaradas seguidas de filamentos de fuego se dirigieron hacia el ángel, a la vez que el mago pronunciaba su hechizo como un canto rítmico que acompañaba el pronunciamiento de los hechizos por parte de los oscuros. De sus labios había salido susurrado un incendio y su mente había pensado inmediatamente en unas flechas de fuego la llamarada fue seguida por los filamentos de fuego mientras sus compañeros invocaban sus propios hechizos.

 

La escena no duró tanto tiempo como hubiera pensado aunque no podía negar que por momentos le pareció eterna. Cuando la criatura desapareció gritando su furia la pelirroja lamentó no haber podido estudiarla con más detenimiento. Giró su mirada hacia el necromicón y hacia donde ahora Kaori ayudaba a un maltrecho Goderic y observó a la joven hecha un ovillo a un lado. Saliendo del círculo volvió su varita a la normalidad y la guardó en su cintura a la vez que desaparecía la kansho que no le había hecho falta demasiado. Se agachó y tendió una mano a la bruja.

 

—Gracias, creo que ya estamos a salvo en buena parte gracias a ti —eran sus círculos de sangre, su plan y las palabras que había pronunciado Goderic quienes los habían librado de Vashyan y su legión. Aunque aquello aún le parecía raro, tendría que pasar algunas horas en la biblioteca, pensó aunque acababa de recordar que probablemente alguien debería limpiar todo el desastre que habían causado, si es que no todo volvía a la normalidad por sí solo o gracias a los elfos.

[Xell Vladimir Potter Black]

¿Por qué no me sorprendía que Sagitas hubiera usado un dragón para moverse por la Isla de Avalon? Cuando dijo que Luna y Sherlyn venían con ella, me puse de puntillas para verlas pero no lo conseguí. ¿Estarían en la puerta de la pirámide? Sujeté más fuerte la espada a su orden, con los ojos abiertos cuando dijo que no permitiera acercarse a nadie, ni a ella. Ello implicaba mucho riesgo, si ellas eran "obligadas" a tomar la espada.

 

- Sí, tía. ¿Qué clase de fruta es esa? Parece... bonita. - Esa era una palabra indecisa. Sin saber de su procedencia, me daba la sensación que era "buena", sin poder explicarlo mejor. - ¿Quién es Némesis?

 

Ese nombre había salido de los labios de la tiita pero no era lo importante. Lo era su sugerencia de permanecer juntas para parar aquello que ella había llamado Némesis. No sé lo que hizo ni lo que murmuró pero sentí el azote de la magia del clan, poderosa, surgiendo de ella. Intenté ver si Scavenger y Lillian también hacían caso a Sagitas para defender la entrada.

 

Lillian parecía ser un dos en una, luchando contra algo. Parecía que la fruta que Scavenger le había dado por orden de Sagitas, estaba funcionando. Se desplomó al suelo y yo, defensora de la Espada, la torcí hacia el otro lado, por si era una trampa para atraparla.

 

- ¡Lillian! ¿Estás bien?

 

Extendí la mano con la varita, sin decidirme a apuntar a ella o a la entrada. Scavenger repitió el lema de la tía y eso me hizo decidirme.

 

- Juntas, todas juntas

 

Esperaba no darle a la tia Sagitas cuando invoqué la lanza, como lo había hecho Lillian antes de desfallecer y Scavenger. Aquell mujer parecía muy fuerte y puede que nuestros poderes no le hicieran nada pero éramos tres, tres sacerdotisas aprovechando lo que estaba haciendo Sagitas y la mantenía quieta. Tres implorando para que aquella lanza actuara contra aquella enemigo que iban en contra de la luz, la magia blanca y la paz de Avalon. No sé si lamentaba su muerte aunque seguro que era la única manera de pararla.

[Ellie Moody]

APROBADOS

CONOCIMIENTO DE BANDO I

Sacerdotes • Sanación y purificación

Xell Vladimir Potter Black

Scavenger Weatherwax

Oscuros • Control de energía interna

Melrose Moody

CONOCIMIENTO DE BANDO II

Sacerdotes • Conexión espiritual

Lillian Potter Evans

Lunatica Lupin Evil Black

Oscuros • Control de energía psíquica

Darla Potter Black

Emily Karkarov

Goderic Slithering

CONOCIMIENTO DE BANDO III

Paladines • Magia sagrada

Hobbamock Graves

Mackenzie Malfoy

Sacerdotes • Conexión natural

Sagitas Potter Blue

Oscuros • Conocimiento de las sombras

Ellie Moody

Roxanne W.

Pd. Dejaremos el topic abierto un par de días más en caso de que quieran realizar algún posteo más, aunque eso no cambiará los resultados de la misión. Si desean anotarse a la misión de junio, tienen chance durante todo el 1° de junio para hacerlo.

Editado 1 de Junio del 2020 por Ellie Moody