† \\o/ T A R T A R U S \\o/ † (MM B: 114259)

[Hades Ragnarok]

HASAM MALFOY

 

Reí divertido ante lo que estaba haciendo mi cuñada. La verdad, la escena era demasiado extraña, vernos así de esa manera amistosa sin estarnos molestando era muy raro, cualquiera diría que estábamos locos, sucedía alguna cosa o simplemente que nos habíamos intoxicado con alguna cosa. Puse los ojos en blanco ante el comentario de Shelle.

 

-sabes perfectamente que no tengo miedo de ti, aunque seas una vampiresa súcubo divertida y a veces molesta –dije- no es para tenerte miedo –reí aun mas- y si estas mareada o algo lo mejor será que dejes de beber un rato o vayas a casa a descansar –dije tranquilamente.

 

Escuche cada una de aquellas palabras que dijo la Dumbledore, podía oir y sentir en cada nota y palabra de su voz como estaba perdiendo el control de su carácter y de su voz, podía escuchar la molestia en cada una de sus palabras, definitivamente Shelle podría ser una muy buena mortifaga, el odio que había en ella era inmenso, uno que yo también compartía y que lo hacía también la familia. Al suspirar simplemente me acomode un poco.

 

-Creo que llegamos al meollo del asunto, los muggles y lo que quieren hacer o lo que desean, quizás implemente eliminarlos seria una opción, pero de ser asi, como nos divertiríamos? –le pregunté divertido- de una u otra forma hay que probar los nuevos hechizos oscuros –bromee.

 

Bebi un trago de aquella bebida y coloque el vaso y el shot de Shelle un poco lejos de ella.

 

-asi que el poder y los sueños de Grindelwald y del señor oscuros no? -comente.

 

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[Dana Gryffindor]

¿Se me estaba subiendo el licor a la cabeza? No estaba segura, podía sentir cómo un fuego recorría mi garganta, un fuego que solo podría ser apagado con sangre. Pensé en el lobo que había mordido hacía unos días, su sangre espesa y ardiente que casi me costó la vida pero que había sido deliciosa y quizás hasta adictiva ¿Sabrían todos los lobos igual? Miré a mi cuñado, mis ojos brillaban y el deseo se apoderaba de mí ¿Sería capaz de probar su cuello? ¿Su sangre sería adictiva también?

 

Sus palabras me apartaron un poco de esos pensamientos. Era una importante periodista política y estaba allí toda ebria junto a un hombre que a veces quería arrancarle la cabeza, pero por alguna razón confiaba en él más que en cualquier otra persona. Acaricié su mejilla con ternura.

 

-Podrías haber sido un gran hermano para mí- dije apartándome un poco de él -Si tan solo estuvieras tan ebrio como yo, estaríamos haciendo destrozos en este momento.

 

Divertida apunté con mi varita al licor haciéndolo levitar hacia mi mano, bebí un poco antes de que Hasam me lo quitara.

 

-Pero resultaste ser un perro guardián- rompí en risas.

 

-Supongo que estoy de acuerdo con Grindewald, aunque no me caso con ninguna idea ni con nadie, solterona hasta la tumba - jugaba con la varita en mis afilados dedos -¿Y tu, cuñado, de qué lado estás? ¿De los que quieren detener la opresión hacia los magos, o de quienes defienden a esos opresores?

 

Quizás ya conocía la respuesta.

[Hades Ragnarok]

HASAM MALFOY

 

Sonreí ante el comentario de mi cuñada Shelle. Sabía perfectamente y era más por intuición que por otra cosa lo desastrosa que podía ser, ya de por si estando sobria la Dumbledore era un caso apocalíptico, ahora, estando ebria, con algunos tragos de mas aquello podría ser muchísimo peor, sin embargo, no podía negar que de una u otra forma me divertía algo.

 

-Creo que si en realidad hubiéramos sido hermanos ya nos hubiéramos matado –bromeé- ya de por si nos llevamos “bien” como cuñados –hice unas comillas ante aquella palabra- como hermanos quien sabe cuánto hubiéramos podido aguatar –comente divertido mientras Shelle seguía con la cabeza en mi hombro- sabes lo fanático que soy en molestarte, quizás como hermana menor te hubiera atado y te hubiera dejado por allí, o te hubiera colocado algunos bichos en el cuerpo para que te divirtieras un poco, o simplemente hubiera aprovechado y te hubiera matado de risa –dije- ah no espera, eso lo hago ya –le saque la lengua.

 

No sabía cuánto iba a durar aquella tregua entre ambos, pero la verdad no me molestaba mucho que las cosas hubieran cambiado de una manera tan extraña y radical, ¿quién iba a decir que a la final te podrías llevar bien con alguien a quien en un principio querías matar?. Puse los ojos en blanco cuando movió la varita y trago el trago nuevamente cerca de ella. Deje que bebiera solo un poco mas, pero iba a llegar un momento en que ya no se lo permitiría, quisiera ella o no, iba a protegerla y a cuidarla, al menos por esta noche.

 

-No soy ningún perro guardián –dije en tomo serio, aunque en realidad ella había acertado en algo, era un animago registrado, mi forma animal era la de un perro muy parecido al lobo siberiano- si te pasa algo no creo que mi prometida me lo perdonaría –dije defendiéndome.

 

Suspire. Habíamos pasado de hablar de nosotros, de meternos el uno con el otro, de bromear y de beber a un tema muy diferente, ahora, hablábamos de ideales. En que iba a parar aquello?, no lo sabía.

 

-Del lado oscuro de la magia cuñadita –dije observándole a los ojos respondiendo a su pregunta.

 

Moví la varita justo sobre mi brazo e hice aparecer la marca tenebrosa para que ella la viera. No sabía ¿Por qué le mostraba aquello?, ¿tanto había comenzado a apreciar o a confiar en Shelle como para cometer aquel acto?. No supe si vio la marca o no, solo sé que volví a mover la varita para que quedara oculta a toda vista indiscreta.

 

-Y tú?, de qué lado de la balanza estas? –pregunte con curiosidad.

 

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[Dana Gryffindor]

Decidí dejar de tomar. La conversación había tomado un rumbo político y no podía hablar de un tema tan importante arrastrando las palabras. Me había ganado a pulso el rol de analísta político en la sociedad mágica y tenía una reputación que cuidar, aunque por un lado se sentía cómoda hablando con Hasam, él era parte de su familia y empezaba a ocupar un lugar en su corazón, pese a que en algúnos momentos deseaba asesinarlo.

 

Me separé de él y me acomodé en la silla, era hora de poner las ideas en claro, aquellas ideas que la bebida había desparramado en mi cabeza.

 

-¿A qué le llamas lado oscuro, Hasam?- pregunté con calma -¿A quiénes defienden el conservadurismo mágico? ¿A quiénes buscan la libertad? ¿A quiénes quieren caminar por la calle sin muggles apuntándoles con el dedo?

 

Negué con la cabeza.

 

-Si a eso llamas lado oscuro, las campanas de mi corazón suenan por ello- suspiré -Pero no es el lado oscuro, querido cuñado. La oscuridad reside en aquellos que, como la nueva ministra, buscan el bien ocultándose en las sombras, sellando el mundo mágico ante los ojos curiosos. Es irónico, nosotros somos los poderosos y debemos marchar con la cabeza gacha.

 

Tomé la mano de mi cuñado y la coloqué en mi cuello.

 

-Sé a donde perteneces, sé cuál es el bando que habita en esa oscuridad que dices, un bando que por años debió ocultarse en las sombras y que ahora puede marchar libre- le enseñé una sonrisa -Te acompañaré, seré tu compañera en esa oscuridad.

 

Presioné un poco más su mano en mi cuello.

 

-Puedes hacerme esa marca de la que tanto hablan- dije con tranquilidad -¿No esperabas que una periodista no conozca de estas cosas, verdad?

 

@@Hades Ragnarok

[Hades Ragnarok]

HASAM MALFOY

 

Una vez que le había hecho aquella pregunta a mi adorable cuñada no pude evitar notar como ella cambiaba un poco de actitud. Aquello era extraño, hasta hacia unos minutos estaba prácticamente borracha alimentándose de cualquier cosa que s ele pasara por el frente y ahora parecía estar quizás un poco más sobria. La mire atentamente cuando se acomodó en la silla. Aun así, no confiaba que se pudiera mantener sin caerse o algo, pero le daría el beneficio de la duda.

 

Escuche atentamente cada una de sus palabras, al parecer, mi cuñada tenía mucho que decir, aquello era interesante, era una parte que relativamente no conocía de ella. Ladee la cabeza. Era extraño, aunque viéndolo bien, esta era la primera vez que pasábamos tanto tiempo juntos y a solas, más aun, sin querernos asesinar el uno al otro. Sonreí divertido. Observe sus ojos. Sospechaba que había algo tramándose en la cabeza de Shelle pero aun no descubría que era eso, sin embargo, estaba claro que ella pertenecía al lado oscuro o al menos sus ideales me hacían ver eso.

 

-No se a que te refieres cuñada –dije cuando hizo el comentario de que sabia a donde pertenecía- bueno, pertenezco al mundo, a Londres y a tu hermana –reí ante el comentario, aunque sospechaba exactamente qué era lo que había querido decir- estás segura de lo que estas diciendo? –le pregunte ya mirándola en serio apartando un poco aquella broma- estas dispuesta a arriesgarlo todo? –volví a preguntar, aunque las cosas en la actualidad eran mucho mas diferentes a cuando Hades y yo éramos mas jóvenes.

 

Había dejado que Shelle llevara mi mano a su cuello. Al escucharlo de la marca dudaba que ella quisiera que le hiciera una marca con mis colmillos, así que espere, al parecer, al fin estaba diciéndome que era lo que tramaba. Entrecerré los ojos y levante una ceja. En serio Shelle me estaba pidiendo eso?, mi cuñada deseaba que le hiciera la marca tenebrosa?.

 

-Me estas pidiendo lo que creo que me estas pidiendo? –le pregunte observándola atentamente- deseas que marque tu cuerpo con eso en especifico? –esperaba la repuesta, ella era inteligente, ella entendería a que me estaba refiriendo yo.

 

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[Dana Gryffindor]

 

Retiró la tira izquierda de su hombro dejándola caer a un costado de su brazo, su remera cayó unos centímetros sosteniéndose con su hombro izquierdo. Retiró su cabello levantándolo en una cola de caballo y nuevamente acarició las manos del mago, observándolo con sus inquietantes orbes azules y escudriñando en la profundidad de su alma.

 

-Es lo que quiero- dijo con el semblante serio, los labios ligeramente entre abiertos y la respiración suave buscando tranquilidad en su espíritu -Quiero que tu me inicies en este camino, pese a nuestras idas y vueltas, a nuestro amor mezclado con odio, quiero que seas parte del momento más importante en mi camino. Eres mi familia, eres de las pocas personas en las que confío en esta locura de mundo.

 

La bruja había cometido un sin fin de sin razones a lo largo de su vida, había desmembrado cada parte de su pasado y no quería volver sobre sus pasos. Las huellas del tiempo se borraban conforme avanzaba pero las heridas y cicatrices aún cubrían su memoria y martirizaban su alma. Debía poner un orden, debía ser firme a sus convicciones y sabía que Hasam era el punto de inicio a esa vida que tanto anhelaba. Él y su hermana le habían abierto las puertas a sus vidas cuando regresó de Dinamarca y ella a cambio les entregaba su devoción.

 

-Hazlo- dijo apretando aún más sus manos -hazme la marca tenebrosa.

[Hades Ragnarok]

HASAM MALFOY

 

Reí ante la petición de Shelle, definitivamente la vampiresa había perdido la cabeza o había bebido demasiada sangre. Ella deseaba que le colocara la marca tenebrosa en el cuello. La observe a los ojos, podía ver que no mentía, su alma y su mente me lo decían, más aun, me lo gritaban. Después de escuchar lo siguiente que dijo, no tuve más remedio que aceptar. Yo conocía perfectamente esa sensación de no confiar en nadie salvo en un par de personas, ahora, Shelle me estaba entregando una parte importante de ella, no su alma o su sangre algo esta, algo mucho mas profundo.

 

-Esta bien –acepte.

 

Observe a mi alrededor, todos se habían ido y le pedí a los empleados que quedaban que se fueran, de todas formas ya casi era hora de cerrar o de el cambio de turno ya que Tartarus parecía estar abierto las 24 horas del día, los 365 días del año. Estos empleados sin decir nada hicieron una ligera reverencia y se fueron, quizás temiendo que la vampiresa tuviera otro ataque de sed y hambre y los mordiera a todos.

 

Una vez que no había nadie levante la varita y la coloque en el cuello de la chica. Me concentre, toque el punto del cuello donde ella la deseaba. Poco a poco, lentamente, recite algo en mi mente, principalmente recordando la vez que me habían puesto la marca. En un susurro que la chica escucharía hice la invocación necesaria. “Morsmordre” dije en tono bajo pero serio y de manera clara.

 

Pude ver el brillo verde salir de la varita y golpear la delicada piel de la vampiresa súcubo. Seguramente, aquello le estaría quemando, no podía imaginar lo que ella estaba sintiendo en aquellos momentos, sin embargo no me detuve, no había vuelta atrás. Un segundo después se podía ver la marca tornándose, una gran mancha roja que poco a poco fue tomando color y forma, podía jurar que la lengua que salía de la calavera se estaba moviendo justo antes de solidificares y quedar la marca tenebrosa grabada en el cuerpo de mi cuñada.

 

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[Hannity Ollivander Evans]

La semana estaba siendo un poco más pesada de lo que debía ser, ella como directora del departamento de Cooperación Mágica Internacional debía entregar algunos informes a quien llegaba como nuevo ministro. Sonrió. ¿Quién diria que el predicador había ganado aquellas elección? Aunque no lo demostraba mucho en la embajada o en el ministerio de magia francés, ella está feliz de la noticia. Rory Despard el nuevo ministro de magia.

 

El joven pelirrojo no sólo es su mejor amigo, de hecho es al único que cataloga de esa forma, sinobque también lo concidera un hermano. No es por que su madre hubiera sido su benefactora,  era más bien por que era la única persona en que ella depositaba su confianza y la primer persona, aparte de sus padres, con quien había tenido aventuras que casi le costaban la vida y él la protegía.

 

Caminaba por el callejón cada tarde, conocía cada rincón de él, planteaba comprar un viejo y amplio local allí para establecer su negocio, pero aún era un poco imposible, sobretodo por la falta de tiempo. Pero últimamente había un lugar que llamaba su atención,  un bar qué parecía tener buen ambiente y su fachada con puertas de cristal parecía llamativo. Esta vez no pasó de largo, esta vez se decidió a entrar. Se merecía, aunque ella no era de beber, un descanso y una bebida. Debía tener un tiempo para ella, alejada del trabajo y todo lo que le preocupaba.

 

La puerta se abrió en cuanto ella quedó en frente del local, sus pasos la llevaron por el lugar en donde las mesas con manteles en tonos rojos le hacía preguntarse ¿qué tendría de entretenimiento?

 

La menuda bruja rubia caminó hasta la barra, no había ninguna necesidad de usar la varita para cambiar su vestuario, ella siempre vestía elegante y esa noche no era la excepción,  un delicado vestido corto en color negro que mostraba sus piernas delgadas y torneadas y un gran escote en la espalda, acompañado de zapatos altos en el mismo tono y un bolso de mano en color plata. No llevaba la enorme cantidad de informes, esos los había hecho desaparecer desde la oficina en la embajada.

 

Paso por la pista de baile donde había unas cuantas parejas disfrutando de la música y finalmente llegó a la barra -Un martini- pidió al bartender que ya estaba preparando la bebida.

 

¿Qué cosas encontraría en aquel lugar que parecía tan llamativo e intimidante a la vez?
 

 

@ Hades Ragnarok

[Hades Ragnarok]

Amon Esben Berserker

Aburrido en la mesa bebía su trago. Hades le había dado la noche libre, ya que el vampiro tenía asuntos importantes que resolver antes del inminente.viaje a Rumania. Normalmente el hombre no salía, no tenía amigos, compañeros o camaradas cercanos, siempre estaba solo. En la única persona que confiaba era en el Ragnarok.

Recorrió el salón con la mirada, sin ver nada que en realidad llamará su atención. Se levanto. Estaba a punto de irse a otro lugar, quizás distraerse en algún tipo de juego mortal o cacería. Aunque allí la observo. Hannity llamo su atención de alguna forma. La joven parecía irradiar un aura peligrosa, quizás eso fue lo que más le atrajo.

-Supongo que me puedo quedar un poco más, total, nadie me está esperando -susurró- creo que el juego o la cacería comenzará aquí 

 

@Hannity Ollivander Evans

[Hannity Ollivander Evans]

El bartender no demoro en servirle la bebida con un par de aceitunas, como era costumbre comenzó a juguetear con ellas antes de beber un sorbo del contenido que agradablemente no era el típico sabor de la bebida, tenía algo que le daba cierto toque cítrico y picante, lo cual hacía interesante el sabor.

 

No sabe el por qué, aún no lo descubre,  su mano izquierda empieza a doler y a emitir una sensación de ardor. Aquello es una reacción que tiene debido a la maldición que comparte con su padre, ella, aunque aún no lo sabe, puede se tir la oscuridad en las personas y se manifiesta de esa forma, con dolor y/o ardor, se sanción de quemazón en el brazo según la medida de oscuridad que haya a su alrededor y al parecer esa nocheñe rodea bastante. 

 

Trata de hacer caso omiso a la sensación que tiene, lo controla, pero en ese momento algo hace voltear hacía atrás, es como si le hubieran llamado y ella volteaba para reconocer a quien le hablaba.

Su mirada se posó en un hombre de apariencia musculosa, de tez blanca, era atractivo,  pero no por su condición, Hannah le había enseñado a reconocer a un vampiro en cuanto lo veía y aquel atractivo hombre era una de aquellas criaturas.

 

Hannity lo miró con seriedad por unos momentos antes de redirigir su mirada al frente, había algo en él hombre que llamaba su atención, la oscuridad que emanaba de su ser era algo que sin duda lo era, a fin de cuentas ella había estado rodeada de oscuridad los últimos años de su vida y era algo que disfrutaba.

 

Podia sentir los pasos del hombre y también la mirada de él que seguía posada en su espalda desnuda hasta que estuvo parado detrás de ella y un escalofrío le recorrió.

 

@ Hades Ragnarok