Encantamientos + Transformaciones II

[Matt Blackner]

Era un buen día para pasarlo en los jardines, junto al lago. En lugar de sentarme, me había tumbado, con los ojos cerrados tras las gafas de sol, sobre mi escritorio. Si me gustaba dar clases en las gradas, en el exterior, era porque, además de agobiarme los espacios cerrados (y guardar un pequeño mal recuerdo de la primera vez que fui estudiante y provoqué un tornado dentro de un aula....) era porque me gustaba sentir el ambiente.

 

Poder respirar aire fresco me animaba.

 

Esperaba a mis alumnos, @@Thomas Clairmont , de encantamientos, y @@Hades Ragnarok de transformaciones. Aquella sería una clase conjunta, aunqeu podía ser animada. Siempre había pensado que eran dos asignaturas compatibles, asi qeu esperaba que quera una clase amena. Tal vez incluso nos diéramos una vuelta por los terrenos. Estaba de buen humor aquella mañana.

 

Había elegido una camiseta de color amarillo y manga corta, y vaqueros claros, además de unas deportivas de color negro. No era precisamente el atuendo de un mago, aunque no era normal que llevara túnicas o vistiera de traje.

 

Sentí el batir de unas alas pequeñas cerca de mi. sin abrir los ojos, sin levantarme, alcé el brazo izquierdo para cazar al vuelo un pequeño pergamino, un memorándum con forma de gorrión que alguien debía haber enviado. Ahora si, abrí los ojos para leer la misiva, lo cual me hizo alzar una ceja, divertido...

 

Si, definitivamente podría ser una clase entretenida.

[Hades Ragnarok]

Mantenía la vista en el techo de aquel gran salón, se encontraba en ese momento en un viejo museo abandonado, un lugar pacifico y apacible lejos de la escoria del mundo. No se había dado cuenta ni como era, ni toda la arquitectura de siglos que le rodeaban, unos Ángeles de mármol blanco posaban sus ojos en él y con una mueca maléfica les devolvía la mirada. Suspiro, le relajaba aquello, también habían otras cosas que le relajaban, el silencio y el aire libre, el azul del cielo o las formas de las nubes.

*******************

Apareció en el lugar, donde ya lo estaba esperando quien se encargaría de aquel aprendizaje, con la varita en mano el hijo de la noche ya estaba dispuesto a entrar en acción y obtener aquel conocimiento y si se podía divertirse un poco. Sintió como sus dedos la tomaban con fuerza mientras el calor en el guante de fina seda que usaba para algunas batallas u ocasiones recorría la palma de su mano. También pudo sentir el peso de su daga japonesa (sai) en el lugar donde siempre se encontraba pidiendo sangre.

 

Su túnica era sumamente fina y negra de seda, lo más ligera posible para mayor comodidad, Los guantes también eran del mismo material e iba “descalzo”, la verdad es que llevaba unas medias negras de fina seda y podía sentir las piedrecillas en el suelo.

 

No perdió mucho tiempo, simplemente espero y se mantuvo atento a todo lo que podría suceder. Busco con la mirada a quien iba a impartirle aquella clase hasta que al fin lo encontró. Se encamino hasta donde se encontraba el profesor, hizo una ligera reverencia en respeto para luego mirarlo con sus orbes negros como el mismísimo abismo.

 

-Hades Ragnarok –dijo presentándose sin más.

 

@@Matt Blackner

[Matt Blackner]

Con un movimiento ágil recuperé la posición erguida sobre la mesa, tamborileando con los dedos sobre el tablero oscuro hasta que sentí los pasos del primero de mis dos alumnos. @@Hades Ragnarok llevaba un atuendo todo oscuro que, por un instante, me recordó a mi hermana Perenela.

 

Me quité las gafas de sol, dejándolas sobre la mesa, e incliné ligeramente la cabeza en respuesta al saludo de Hades.

- Soy Matt. Bienvenido. Siéntate donde quieras. - dije, señalando las gradas, dejando que se sentara donde prefiriese. - Tendremos una clase movida, pero como aun debemos esperar a otra persona, empezaremos con la parte de teoría, te parece?

 

Saqué un pequeño pergamino, enrollado. Con un par de pasos, lo dejé en manos de mi alumno.

- La transformación es un arte que utilizamos casi desde que somos niños. Es una de las formas de magia más extendidas y más sencillas, y por eso a veces se la menosprecia. - comencé. - Pero nunca debe tomarse a la ligera. Es básica la concentración, saber que quieres lograr y a qué quieres que afecte. Puede que un ratón con letras en la piel sea gracioso, pero llegar a provocar la pérdida de un miembro no tiene tanta gracia.

 

Me apoyé de nuevo contra el escritorio, dirigiendo por un instante la mirada hacia el horizonte, intentando divisar al segundo estudiante qeu em faltaba en la clase. Se perdería acaso nuestra pequeña aventura?

 

- Existen tres niveles de dificultad en cuanto a la transformación: el más sencillo, en el que convertimos un objeto en otra cosa. El segundo nivel, en el que podemos hacer que un objeto inanimado sea un ser vivo, o al contrario. Y el tercer nivel, el más complicado, es aquel en el que transformamos a los mismos seres humanos. Aunque claro, todo esto debe regirse por alguna norma, cierto? Conoces las Leyes de Gamp? POdrías citar alguna de ellas?

[Hades Ragnarok]

El hijo de la noche observó los ojos del profesor después de que este se quito los lentes oscuros. Observo el lugar una vez que este le pidió que se sentara donde deseaba y dibujo una mueca cuando escucho que debían esperar a alguien más. Sin embargo, el cainita estaba dispuesto a esperar ya hacer lo que fuera necesario para así adquirir aquel conocimiento y re afirmar lo que ya conocía. ¿Por qué no había obtenido aquel conocimiento antes o más bien, porque no lo había validado?, la respuesta era obvia, se había enfrascado más que todo en las artes oscuras y mucho mas aun en los conocimientos necesarios para poder trabajar en san mungo y en el ministerio, se había dedicado al arte de la sanación y a las pociones.

 

Una vez que se sentó comenzó a escuchar la teoría. Asintió ante lo que Matt estaba diciéndole prestando mucha atención a cada detalle delo que este le decía. Leyó aquel pergamino un par de veces más para intentar que después nadase le escapara, ya que solía tener mala memoria para algunas cosas, claro estaba, se estaba esforzando para que todo saliera bien.

 

-Creó que la única que recuerdo o la mas conocida es sobre que la comida no se puede crear del plano de la nada, los alimentos pueden ser multiplicados si uno ya tiene un poco de comida para multiplicar, pueden ser ampliados o la comida puede ser convocada si se conoce la ubicación aproximada y es bastante seguro que la comida estará allí, pero no recuerdo alguna de estas leyes o excepciones -dijo tranquilamente esperando saber si estaba en lo cierto y que otras leyes podrían hacer u otros conocimientos podría adquirir- debo sospechar o suponer que el dinero también entra dentro de la categoría, sino creo que todos los magos podrían hacerlo y así habría un caos en el sistema económico -dijo pensando un poco en aquello- la verdad, no se

 

El cainita observo al profesor a los ojos esperando saber si estaba en lo correcto y mientras esperaba pensó que también había otras cosas que no había tomado en cuenta.

 

-Creo también que los medios tradicionales o la transformación elemental de la que habla Gamp no puede crear materiales valiosos o no reproducen fielmente las propiedades que lo hacen valioso en sí -comento- es decir, con la piedra filosofal podríamos obtener oro, pero no sé si con la transformación podrían os hacerlo

 

@@Matt Blackner

Editado 6 de Junio del 2020 por Hades Ragnarok

[Matt Blackner]

Asentí ligeramente con la cabeza, escuchando lo qeu @@Hades Ragnarok recordaba de las leyes de Gamp. No era algo sobre lo que muchos magos oyeran hablar como tal, asi que nunca me extrañaba si mis alumnos solo conocían aquella qeu se relacionaba con la comida. Al menos, era la esencial.

 

Metí la mano en mi mochila, pasándole a Hades una manzana para que le echara un vistazo. Era roja, brillante, con un olor que invitaba a morderla. Era todo lo bueno que podía ser una fruta de aquel tipo.

- No querrías darle un mordisco? - pregunté. - Te recomiendo que no lo hagas. Pesa lo mismo que una manzana, tiene el mismo tacto, y huele igual, pero si la mordieras te sabría lamentablemente a piedra. Es una roca del jardín de la Potter Black a la que he aplicado un sencillo Morphos. Como bien dijiste, la comida no puede crearse de la nada. Puede imitarse, o atraerse si conoces su ubicación exacta, pero nada más. Sobre los metales valiosos, tienes razón. Podemos crear "oro" o dinero, pero desaparecería en pocas horas. Útil si quieres crear una distracción, pero no para ser rico - bromeé.

 

- Otra de las leyes de Gamp nos dice que los sentimientos, como el amor, no pueden crearse de la nada. Deben surgir por si mismos. Es cierto que existen los filtros de amor, pero estos no dejan de ser un engaño para el cerebro. La única forma de que ese sentimiento se prolongara en el tiempo sería administrar dosis de la poción de forma regular, pero no deja de ser un sentimiento falso. Pasa lo mismo con el conocimiento. Debe adquirirse mediante el aprendizaje y la experiencia. Y por último...los muertos. Es mejor dejarlos donde están si ellos no quieren volver con los vivos.

 

Sentí un ligero temblor en el suelo, lo que me hizo sonreir ligeramente.

- Me acompañas a dar un paseo? Creo que podremos hacer las prácticas con un ejercicio bastante original - dije, poniéndome de pie y colgándome la bandolera al hombro. - Conoces los diferentes tipos de transformación humana?

[Hades Ragnarok]

El vampiro escucho atentamente la explicación el profesor para luego tomar entre sus níveas manos aquella manzana. Dibujo una mueca. En verdad se sentía como una manzana y sus características eran muy parecidas pero al escuchar la explicación de quien en aquel momento era su tutor se dio cuenta que aun le faltaba un poco por aprender o en realidad, no se le había ocurrido aquello. Claro estaba, el truco del dinero era bueno, pero jamás lo había utilizado.

 

Siguió escuchando cada una de las palabras mientras no perdía de vista al hombre. Asentía en los momentos adecuados y guardaba silencio intentando entender y asimilar cada una de sus palabras en aquella explicación.

 

-Está bien, lo acompañare –dijo el cainita después de aquel extraño temblor, sin embargo, no le dio mucha importancia a aquello-

 

El hijo de la noche no le había prestado gran atención a aquel temblor, estaba mucho más pendiente de lo que él estaba rodeando en aquel momento y de los pasos que estaba dando junto al instructor para que así nada lo tomara con la guardia baja.

 

El cainita se mantuvo expectante con respecto a aquella práctica “inusual” que le estaba proponiendo el Blackner. Siguió sus pasos sin decir nada para después escuchar la siguiente pregunta del profesor.

 

Mientras caminada el cainita pensó un poco, ya que, en aquel momento, quizás la pregunta lo estaba confundiendo mas de lo que debería. Ladeo la cabeza imperceptiblemente mientras se detenía para luego seguir adelante.

 

-Para serle sincero no entiendo muy bien a lo que se refiere a lo de las transformaciones humanas, es decir, no se si se refiere a objetos que pueden ser transformado9s en humanos o viceversa –comento observándolo- además, no se si la metamorfomagia o la animagia ocupen esa categoría también –dijo sinceramente el Ragnarok,.

 

@@Matt Blackner

[Matt Blackner]

Permanecí un momento pensativo antes de encogerme de hombros, en respuesta a la pregunta de @@Hades Ragnarok

- No exactamente. Tal vez podrías utilizar el morphos para simular una persona, su aspecto de espaldas....No podemos transformar otros objetos en humanos...Es, como bien has dicho, la animagia y la metamorfomagia. El arte de transformar a un ser humano. Además de esas dos, también se considera como transformación humana la poción multijugos y la licantropía.

 

Apreté imperceptiblemente el puño derecho, casi como un acto reflejo.

- Pero por desgracia, no puedo enseñarte esas artes, solo podemos tratarlas de forma teórica. La poción multijugos es más bien de la asignatura de pociones, aunque como consejo, debo decirte que nunca trates de utilizarlo con pelo de animal, o cualquier resto de criaturas....no te gustarían los efectos. - comenté. - Tampoco puedo enseñarte animagia, o metamorfomagia, aunqeu a veces hay personas que nacen con la segunda habilidad como un don natural - guardé silencio, recordando a mi hija...a veces me preguntaba si ella tendría ese poder. De momento nunca habíamos visto cambios en ella que lo indicasen. - Y en cuanto a la licantropía, bueno...tampoco es algo qeu se aprenda

 

Nos acercamos al linde del bosque, del cual se escuchaban crujidos y golpes sordos. Como arboles que caen contra el suelo de golpe.

-Si que puedo decirte que todas ellas entrañan un gran riesgo. No dominarlas podría significar daños muy graves, algunos incluso irreversibles...hace años conocí a un tipo que había perdido las orejas por intentar transformarse en serpiente sin ser metamorfomago. - quería que entendiera la gravedad de la situación. Obligar a alguien a transformarse, o hacerlo de forma irresponsable, podría ser fatal. - Una poción en mal estado, un hechizo no dominado por completo pueden la muerte en el peor de los casos.

 

Un árbol golpeó contra el suelo, provocando que una bandada de agureys emprendiera el vuelo desde las copas de los árboles cercanos. Sonreí de medio lado. Definitivamente, nuestra práctica estaba cerca.

[Hades Ragnarok]

El cainita escucho atentamente al profesor. Guardo silencio mientras este daba aquella explicación. El vampiro conocía perfectamente sobre las advertencias que este le estaba dando con respecto a las pociones ya que era un especialista en ello. Se había dedicado desde sus inicios a prepararlas y a inventarlas, buscar antídotos y utilizarlas en San Mungo donde era el director. También al escuchar sobre la metamorfomagia y animagia entendió lo que el Blackner le quería decir. Claro estaba, el vampiro era un animago no registrado y conocía los riesgos y él había aprendido la habilidad de metamorfomagia en el instituto. Le había costado sí, pero a la final lo había logrado.

 

Siguió atento a todo lo que él estaba rodeando mientras seguía al profesor sin preguntar ¿A dónde iban? Mantenía la varita entre sus níveos dedos ya que había tomado la decisión de no bajar la guardia. ¿La licantropía? Bueno, era un vampiro, no tenía nada contra los hombres lobos, solo que obviamente, jamás se le hubiera cruzado por la cabeza aquello. Si bien, había tenido una buena amiga licántropo no deseaba convertirse en un hombre vampiro lobo.

 

Sintió aquella ligera alteración o terremoto en sus pies. Unos segundos después observo como el árbol cerca de ellos caía. Dibujo una mueca. Pudo ver en los gestos del Blackner que aquello le agradaba, así que seguramente él sabía de que se trataba y más aun, estaba esperando que algo sucediera.

 

-supongo que esto estará interesante –dijo.

 

@@Matt Blackner