Libro del Caos - Junio 2020

[Bakari]

Bakari se tomó su tiempo antes de observar el reloj que pendía de la pared. No era normal para él impartir clase, o mejor dicho conocimientos en un sitio como aquel. Por primera vez desde que los Directores de la Universidad hicieron contrato con los Guerreros Uzza y los poco afamados "Arcanos" había lustrado su armadura que ahora irradiaba destellos cada vez que la luz artificial del techo se reflejaba y estaba dispuesto a "enseñar" como le llamaban los otros. Otros, un término que utilizaba usualmente para denominar a cualquier ser viviente que considerase débil por cualquier minúscula acción.

El cuarto al cual deberían llegar sus nuevos alumnos estaba en la cima de una torre medio inclinada, a las afueras del Ateneo. Se encontraba apartada de cualquier tipo de ruido o distracción, rodeada por un escenario árido que funcionaria más tarde como piso de entrenamiento para poner en práctica todo lo aprendido. Las paredes eran amarillentas y solamente había una sola ventana desprovista de cortina o vidrio alguno que evitase una precipitación accidental, justo detrás de él.

El Uzza, parado sobre sus sandalias de cuero simple, se hallaba repasando los instrumentos que utilizaría detrás de un escritorio. Se sentía algo incómodo pero tras mucho medias acerca de sus últimas clases, llegó a la conclusión de que dar un nuevo rumbo a su enseñanza sería sumamente necesario, caso contrario, solo estaría llenando de información la cabeza de un grupo de magos vacíos, que más tarde malgastarían los poderes del caos.

En el centro del aula había un único pupitre, carente de silla. Sobre éste un antiquísimo tomo del Libro del Caos, quizás uno con el que el propio guerrero estudio, quién sabe. Cuando Demian llegase sería la primer imagen que vería, Bakari lo aguardaba con suma impaciencia, algo extraño en él, no por querer dar una buena impresión o estar entusiasmado con tener que hablar nuevamente con algún inglés descerebrado, sino más bien por poner en práctica su nuevo protocolo de transmisión.

De funcionar, el caos algún día dominaría el mundo.

-¡Ah, por fin!

La puerta de abrió lentamente y una cabellera clara asomó.

-Adelante, pasa, no perdamos tiempo.

Insistió.

[Thoth]

El egipcio ingreso en donde sería el aprendizaje del cao, noto con asombro que sería clase preferencial y en cierta medida lucharía en su futura prueba contra un Guerrero Uzza, ese solo principio le animo a tragarse su orgullo y considerar que esa clase de ser le enseñara algo, al menos así, nuevamente se batiría en combate un traidor contra un legítimo gobernante del desierto.

-Gracias.- menciona al pasar el umbral de aquel lugar. –Luxure, Demian.- menciona con cierta reverencia, inclusive se inclina, ya que ante todo era un Archimago y los modales estaban por delante. –creo que no escuche vuestro nombre, quizás tenga mala memoria.

Asevero con cierta ironía, mientras que sus orbes contemplaba el libro antiguo, por lo que no sacaría el que trae consigo, ese era para el demonio un bien más apreciado, ese contenido antiguo y las frágiles páginas, seguro contenía más información que su copia de segunda mano o el instructivo que daban los británicos.

-Sublime.- añadió y reconoció la importancia del libro que reposaba en aquel lugar, al ser dueño de la biblioteca más antigua en ese continente y quizás en el mundo, era posible que no pudiera evitar en deleitarse con aquel volumen. –Disculpa.- le clava la mirada. – no puede dejar de admirar el hermoso volumen de este saber…- hace pausa larga. –a la que se denomina Caos.- esto lo expresa con cierta intriga, lo cual lo refleja en el rostro.

Medita un poco la información que por meses estudio y reflexionaba cada principio mágico que comprendía. –convocar criaturas al azar es curioso. – baja la mirada para detallar como aquel ser se encontraba vestido. –y quizás un poco peligroso al planificar una estrategia, pero no puedo dejar de preguntarme ¿acaso no es posible anticipar la criatura que sale al usar el poder del caos?- Indaga, suponiendo que la respuesta era una negativa.

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@Bakari

[Bakari]

Tras verlo acercarse al libro acaba por comprender que aquello fue una pésima idea. Él no era hombre de aulas, trajes y formalidades, enseñaba a los golpes y con sangre escurriendo por las heridas. El mago al que debía enseñar los azares del caos se mostraba ante él altanero, sarcástico, irónico; odiaba a los Ingleses, eso quedaba claro en cada una de sus clases, pero el acento de Demian lo volvía casi dueño del espacio, oriundo de las tierras doradas y abrazadoras. El Cairo, que maravilloso sitio, plagado de alimañas venenosas. Tendría que buscar otro motivo para que específicamente ese muchacho le disgustase pues si natividad ya no era excusa.

―Si no sabes ante quién te encuentras, quizás es posible que no estés en el lugar correcto.

Le dijo, sin preámbulo, una vez él terminó de parafrasear sobre la magnificencia del encuadernado, lo curioso del poder que anidaba en sus hojas y lo incierto de las invocaciones que con éste podían hacerse.

Con un chasquido de sus gruesos dedos el libro se abrió casi al final, donde a través de garabatos en tinta se apreciaba la magia. Allí, las cinco posibles invocaciones eran descritas con total excelencia por algún Guerrero anterior a él, pero era su deber el alzar la voz entonces, el predicar, enseñar, dejar legado. Aún así no se sentía demasiado orgulloso de a quiénes les estaba heredando.

―Lo importante aquí, si es que perteneces a éste nivel de magia...― aclaró antes de ir al grano ―… no es que sepas mi nombre, sino el contenido de ese libro. Como bien dije, no tengo tiempo que perder ¿Así que puedes decirme cuáles son los poderes fundamentales del caos?

Aguardó, con una paciencia impropia de él. El aula lo empujaba a adoptar modales y posturas que en el campo de batalla ni siquiera sopesaría, se sentía enjaulado como un ave salvaje. Solo esperaba que al final del día aquello valiera la pena, no Demian Luxure, sino su nuevo enfoque de enseñanza. Pero quizás, y solo quizás, también él.

[Thoth]

-Nunca soy bueno con los nombres.- asevero y observo al despreciable Guerrero Uzza. –en fin concuerdo con vos, eso no es importante. – lo expresa tajantemente. –y sobre tu pregunta, es fácil responder. – hablo como todo arrogante erudito. –La Rueda del poder, del tiempo, de la fortuna y Caos…- hace pausa. –curioso, pensé en ellos como el engranaje de un gran reloj, quizás la vida y muerte se comportan entre la existencia y la nada. – Baja la mirada. –disculpa, pero esos nombres despiertan mi interés el mecanismo de la creación.- le confiesa. –Y por último esta la invocación al azar.- piensa un poco. –en algo que se llama Señor de Caos, a este le asocie como un juego de lotería, dado que algunos con los que me enfrentado no dominan el resultado final.

El egipcio había contestado con cierta malicia, dado que aquellas palabras le había parecido una falta de respeto, por ello mintió con su identidad, pero ahora que lo pensaba después de sus palabras, era mejor no usar aquella que daba en Gran Bretaña, pero ya luego resolvería si eso resulta un problema, clavo la mirada en los movimientos de aquel traidor del desierto, entre meditaciones se preguntaba ¿Por qué la mayoría de esos nuevos poderes usaban el nombre de rueda? ¿Acaso el ultimo era también una rueda pero sin nombre? Ese sistema del azar, no era algo que fiara mucho al demonio, pero para seguir buscando lo que anhelaba, le tocaría doblegar su orgullo y seguir con esos conocimientos paganos.

Este aguardo la respuesta de ese ser insignificante, algo de conflicto en continuar o marcharse era lo que pasaba en la mente del Tempestad, estar solo con esa presencia era algo que en verdad le desagradaba, si fuera por él le mataría sin dudar aunque, eso sería una tragedia porque no se pudiera vincular a ese libro con un nombre tan rebuscado, sin embargo, un saber era algo que valoraba, por ello espero un poco más. Levemente baja la mirada, pero anticipándose a la pregunta, comenzó a explicar la teoría de cada poder que podía ser invocado ¿acaso debería demostrarlo?

Editado 6 de Junio del 2020 por Demian Luxure

[Bakari]

El Uzza caminó directo hacia Luxure con determinación. Había algo curioso en su mirada, oscuro. No le terminaba de cerrar su personalidad más no podía hacer absolutamente nada al respecto más que inhalar y tratar de acabar la clase con la misma cantidad de alumnos con la que empezó. De un manotazo cerró el libro que Demian tenía en frente y las palabras con que éste explicaba cómo funcionaba cada rueda se perdieron tras el ruido hosco que hizo el tomo, casi como si se las hubiese comido. Pronto el silencio se apoderó de la habitación y entonces esperó a tener por completo su atención para poder continuar.

 

―El ateneo busca, entre su política de fomentar viejas enseñanzas, crear guerreros. Magos que sepan perfectamente qué están haciendo cuando lo hacen, ya sea para el bien o para el mal. Aunque ambos aspectos sean totalmente relativos, así como la vida, la creación y la muerte. El tiempo, caballero, también es relativo y la fortuna. Podría seguir eternamente explicándole ésto pero lo zanjaré con un en común, todo es azaroso.

 

Entre el Guerrero y el egipcio comenzó a garabatearse un hilillo brillante. Bakari no necesitaba pizarras o tizas, él usaba magia como correspondía. Delante del mago surgieron las reglas básicas de un enfrentamiento limpio y justo, así como los Directivos y Profesores Ingleses lo hubieron dictaminado.

 

―Por lo que puedo apreciar, la teoría la lleva casi tatuada en la piel. Pero vamos a salirnos un poco del esquema, tiene noción de cómo implementar de forma mortal el poder del caos, y caso contrario, de defenderse de éste.

 

Diciendo éstas palabras se apartó un poco. Había recuperado el tomo y ahora reposaba tranquilo en su escritorio. La brisa se colaba entre las hendiduras de la armadura que llevaba puesta ese día y la fina coleta con que recogía su cabello se mantenía impoluta. Aquel par de hombres parecían sacados de un libro de historia antigua.

[Thoth]

1d10

[Thoth]

La La Rueda del Poder comenzó a girar y para fortuna del egipcio, este fue a su favor, un curioso resultado que incremento su poder para usar las habilidades de un rango superior, este comprendió las palabras del Uzza como señal para enfrentarlo, quizás no estaba claro si era eso lo que este le solicitó o insinuó en su diálogo.

 

-supongo, que viene la parte práctica de la teoría. - Y realiza una rerevncia, separándose del mismo a unos diez metros, era curioso como en caso de errar y equivocarse podría significar fracasar en su entrenamiento. - quizás deba comenzar.

 

Y de la punta de su varita comenzó arder en llamaradas azules. " Flechas de fuego" y de estas llamas emergieron los filamentos y los cuales con un sutil movimiento de varita se los lanza a @@Bakari , en ese instante observa el accionar de ese traidor del desierto.

 

Aunque, evocó todo lo que este expresaba y la postura del mismo, sólo se limitó en saber que de cierta forma daría una lección aquella tribu que desafío el poder de los legítimos gobernantes de Egipto. Además, sería entretenido salir de la rutina de lo tradicional.

 

-Supongo, que esto no es tan tradicional. Y pueda comprender mejor el uso del poder del Caos, creo haber comprendido que pronto usaré más saberes de la oscuridad en nuestro combate. - y analizó sus palabras. - digo, de una clase menos convencional.

 

Y una sonrisa se dibujo en su rostro y espero la reacción del mismo, es posible que los dioses jugarán a su favor, pero por cuanto tiempo el Caos estaría de su lado y si ese no era el rumbo que deseaba el Guerrero Uzza, seguro podría detener ese ataque inofensivo. Sin embargo, en caso de impactar le causaría un daño considerable y permante hasta que dure la llamarada.

[Bakari]

Bakari sonrió.

Todo estaba saliendo como lo planeó, o quizás no había planeado absolutamente nada pero las cosas tomaban el curso que el azar así quería. Demian se apartó de la mesilla, dejó ver por fin la varita que tanto anhelaba emplear contra el Guerrero y dispuso una prudencial distancia de diez metros entre ambos. Un segundo después una docena de filamentos de fuego discurría en su dirección, esperaba hacerle daño, mucho daño, eso le quedaba más que claro, podía verlo en si mirar.

―Salvaguarda mágica.

La voz del Uzza fue ininteligible pero bastó para hacerlo desaparecer de escena. El fuego pasó allí por el mismo sitio donde él estuvo momentos más impactando contra un árbol lejano, saliendo por la ventana. El crepitar de la madera y las hojas se oía hasta ahí.

Un segundo después su cuerpo enfundado en armadura medieval resurgió con la misma sonrisa del principio. Parpadeó, sacudió un poco de polvo sobre su hombro y se giró levemente hacia Luxure antes de impulsar su cuerpo en la misma dirección que las flechas de fuego.

―Lo espero en diez minutos abajo, señor Luxure. Por favor, no me haga esperar demasiado

Un nuevo parpadeo y había saltado por el alféizar cayendo con gracilidad dentro de un haz de la noche que le colocó sano y salvo en tierra firme.

[Thoth]

1d10

Rueda del Caos

[Thoth]

Luego de un tiempo ambos combatientes se encontraban en el lugar indicado por el Uzza. El egipcio usa el poder de la Rueda del Caos para dar más letalidad a su siguiente acción. Sin embargo, deseo experimentar un poco y ver que resultado optenia.

 

-Vitae

 

Un grupo de rocas comenzó a despertar, las cuales dieron paso a una gran león con alas de seis metros de largo y cinco de ancho, esta criatura poseía una mirada penetrante y color verdoso producto a la rueda del Caos, se preguntaba si tendría o no efecto en objetos animalizado o no, en caso contrario seria cuestión de experimentar.

 

-Hermoso.

 

En ello las alas se desplazaron y comenzó a volar, era elegante y sutil, con cada aleteo conferido por su poder, pensó en hacer otra cosa para experimentar su poder y ver si había fracasado el poder superior o si comprendió con exactitud lo que decía el libro.

 

-en verdad es hermoso su vuelo.

 

Y con un sutil movimiento de varita ordenó aniquilar al traidor del desierto, lo que hizo que la misma con sutiles movimientos fuera en su contra, el demonio conocía que la criatura sería una distracción.

 

"Fuego Púrpura"

 

Y un fuego emergió de la varita del egipcio para recorrer la distancia de ocho metros exacta que lo separa de @@Bakari y así en caso de impactar le ocasionaría que se desmaye, por suerte el fuego iba desde otro flanco distinto a la criatura.