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Libro del Druida- Junio 2020


Badru
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Badru estaba de pie frente al árbol de fuego, observándolo. Muchos años atrás, la madera de ese mismo árbol había servido para fabricar el arco que llevaba en la espalda. En sus dedos delgados y largos sujetaba la varita, tan oscura como sus ojos, y que lo había acompañado en incontables misiones a lo largo de su vida. Era, entre los uzzas, uno de los guerreros más jovenes, y aunque no contaba con la musculatura desarrollada de los otros, su astucia y determinación lo compensaban.

 

Aparte, de por supuesto, su ambición de ir más allá de lo que cualquier otro guerrero había llegado antes. Su propio deseo de aceptar dar clases a extranjeros, ajenos por completo a las tradiciones de su pueblo, formaba parte de su propia visión de las cosas. Él no era como los demás que creía ciegamente en todo lo designado. Y aunque se llevaba decepciones cada tanto, también había una cierta recompensa y orgullo cuando le tocaban pupilos a la altura de sus expectativas.

 

¿Serían Dick Grayson y Alessa Ashryver Delacour unos alumnos dignos? Era muy pronto para saberlo, pero las instrucciones para que llegasen hasta donde él se encontraban ya habían sido dadas. Fiel a su costumbre, las copias que los dos tenían no mostrarían los hechizos del libro sino hasta que estuvieran delante de él, un principio que no todos los guerreros seguían en su entrenamiento, pero que Badru consideraba indispensable porque a diferencia de la magia occidental, él necesitaba que ellos tuvieran claro desde el principio que la práctica precedía a la teoría en la magia uzza. Y que no todo se trataba de recitar hechizos, memorizarlos y hacer un movimiento con la varita, sino también comprender las fuerzas ocultas, el verdadero poder y pontencial que cada magia entrañaba y las ventajas, desventajas y posibilidades de cada hechizo.

 

Alzando la vista al cielo despejado, le bastó una sola mirada al sol para saber que no les quedaban más que dos horas de luz antes que todo se oscureciera. El día, caluroso en exceso y con la arena caliente, era perfecto a su modo de ver. Faltaba ver si sus alumnos pensarían lo mismo.

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La Delacour estaba muy nerviosa esperando ver si la aceptaban en su curso del libro del Druida, había suspendido sus estudios con los Uzza porque no se sentía lista para cursar magia tan avanzada pero con los acontecimientos que estaban ocurriendo en el mundo magico debía buscar formas de protegerse.

 

Suspiro.

 

En sus manos descansaba el libro de aquel curso más los anillos y amuletos que venían con el de Druida y los antiguos libros, su estomago era un revoltijo de emociones ante sus nervios, no le gustaban los duelos y esa era una de las razones por las que suspendía por mucho tiempo aprender aquella magia, se paso una de sus manos por sus rubios cabellos en el momento que vio a lo lejos aparecer una lechuza dejo todo sobre su comoda y espero a que se acercara. Las dudas de como seria ver al Uzza por primera vez la ponia ansiosa que no se podia quedar quieta, su esposa ya la habia regañado varias veces pero no podia controlarla.

 

La criatura planeo y se poso en donde estaba Yota, la lechuza de su hijo Richard, el niño habia heredado su pequeño extraño gusto por las mascotas de ella y ya habia sacado de quicio a Kamra cosa que le hacia mucha gracia. Con las manos temblorosas leyo el contenido de la carta, en definitiva era su aceptación a la clase y como llegar a ella, sin perder tiempo, ya que habia comenzado a oscurecer, la Delacour tomo sus cosas y tuvo que desaparecer de su cuarto a los terrenos cerca de donde estaba el Uzza.

 

Habia comenzado a esconderse el sol cuando llego frente al guerrero, no estaba segura de como reaccionar al ver al hombre que estaba frente suyo, era joven pero no tanto, quizas unos años mayor que ella, su piel oscura era exotica en comparacion a la suya blanca y su ropa, unos jeans sencillos, con deportivas y una blusa borgoña, parecian muy caras con las simples ropas de su profesor pero desvio la mirada para presentarse, no queria ser maleducada apenas se conocieran.

 

-Buenas noches Guerrero Uzza- no tenia ni idea de como presentarse pero por las dudas, en vista que seguramente los Uzzas tenian las mismas habilidades que los Arcanos decidio cerrar su mente, no queria que el conociera sus debilidades o peor aun que estaba temerosa de ser un desastre por lo que se limito a poner su mente en blanco -Soy Alessandra Delacour y sere su alumna este mes-

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Alessandra, que bueno que consiguieras llegar.

 

La ropa que ella lucía era solo una de las muchas cosas que diferenciaban externamente al uzza de su alumna. Pero para Badru, eso era bastante menos importante que el hecho de ver desde ya lo que ella tuviera para mostrar.

 

Hay un alumno más inscrito para dominar los poderes del libro del druida, pero no se preocupe, esta vez, el método será ligeramente distinto, y de seguro se encontrarán cuando llegue el momento.

 

No dijo más y en cambio, su varita se extendió hasta convertirse en una vara, que golpeó contra la arena abriendo a los pies de ambos un portal, gracias al poder del fulgura nox. Del otro lado, la bruja se encontraría a las puertas de un antiguo campamento uzza, abandonado hace poco.

 

No hay forma de aprender la magia uzza, si no entiendes el contexto en que dichos conocimientos fueron desarrollados. En el libro hay hechizos que requieren de concentración para su desarrollo*, mientras otros pueden ejecutarse con tan solo un movimiento de varita. Empezarás tu aprendizaje con los primeros, y solo cuando compruebe que los has dominado, comenzará tu instrucción con los segundos con un ademán de su mano, Badru indicó a la muchacha que saltase hacia el interior del portal, mientras él permanecía allí en la superficie y en ese plano a la espera del otro alumno recuerda que terribles consecuencias pueden caer sobre ti si desobedeces esta indicación.

 

En la entrada del campamento, un único vigilante la estaría pensando, un hombre viejísimo y antiguo habitante quien la llevaría, conforme a la orden que Badru le había dado, al almacén de polen de lirios de fuego, de forma que entendiese por qué ese elemento era vital para sobrevivir de la forma en que su pueblo lo hacía, a las altas temperaturas del desierto. Y ojalá ella supiese valorar esa visita, y hacer todas las preguntas posibles que el anciano estaba obligado a responderle, porque después, las cosas no le serían nada fáciles.

 

*Hechizos rolísticos

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Alessandra se mordió el labio ante las palabras del Uzza, sabía que Dick se había inscripto con ella porque el muchacho se lo había comentado cuando estaban festejando la inauguración del negocio de su hija, frunció el ceño al tratar de pensar en Grayson como su hijo, sacudió la cabeza y de reojo observó a su alrededor por si aparecía, sea lo que sea que estuviera haciendo mas le valia aparecer a fin de cuenta segun el se habia inscripto tambien para pasar tiempo con ella. Cuando el guerrero le comento que el plan de estudio seria distinto, ella había estudiado con magos que conocía, era su primera vez con un Uzza y se preguntaba si por ser guerreros eran mas estrictos pero muda como estaba observo como su varita se alargaba hasta formarse una vara que golpeo la arena y frente de ambos un portal se había abierto.

 

Mientras Badru hablaba apretó el libro entre sus manos, los anillos estaban puestos en su mano izquierda, esperaba que en clases las paginas que estaban en blanco tuvieran información en clases porque cuando lo habia comprado sus paginas estaban vacias cosa que le sorprendió y frustro por igual, escucho atenta las palabras del Uzza que le explicaba que para aprender a usarlos debia aprender a el desarrollo de ellos.

 

-Entiendo Badru- le respondio.

 

Habia dado un par de pasos cuando la voz del Uzza la dejo congelada en su lugar, trago en seco y un sudor frio le recorrio el cuello pero aun asi, despues de haberse paralizado unos segundos, siguio avanzando para pasar el portal.

 

<<Recuerda que terribles consecuencias pueden caer sobre ti si desobedeces esta indicación.>>

 

¿Que significaba eso? ¿acaso el Uzza la castigaria por no hacer lo que le decia? o ¿solo lo hacia para darle miedo?, suspiro y se prometio hacer todo lo que decia el guerrero. El portal era del tamaño de ella, no muy alto pero si bastante ancho, Alessandra dio un paso y ya estaba en lo que parecia ser un campamento, salvo que no habia nadie o al menos no habia movimiento de lo que era un campamento muggle, <<seguramente por el calor>> penso sudorosa, no habia pensado que fuera hacer calor o al menos que iria a un lugar cálido, secandose el sudor de la frente vio a un hombre, cuando paso el portal, era viejo y parecía un habitante del lugar.

 

-Hola- saludo la rubia -soy Alessandra es un placer- le dijo al hombre presentandose.

 

Despues de eso el hombre la llevo a lo que parecia un almacen donde habia frascos de algo rojo, ademas de flores, no, no eran simples flores, el calor era sofocante y se pregunto como hacia la gente para vivir en el desierto.

 

-Dsiculpe para que son los lirios? se que son plantas medicinales porque soy medimaga pero no habia visto esta clase por Londres o algun otro lugar- le pregunto al hombre asombrada de que pudieran cultivar aquellas flores.

 

 

 

 

@Badru

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Sherlock Holmes

El mago se habia ausentado el ultimo año de todo compromiso magico debido a su puesto como nuevo ministro britanico interino en lo que se relige otro, pero habia escuchado que cierta brujita se habia inscrito en el libro que el habia dejado pendiente, por lo que sonriendo tomo el primer vuelo hacia la tierra de los UZZA conforme lo indicado en la carta enviada de su profesor...

 

--Creo que ahora si morire...--

 

Fue entonces que algo agitado finalmente pudo llegar hasta donde se encontraba el profesor, la nota que habia recibido en su cama de la Ridckluad atrajo muchos problemas debido a la situación actual con el tema de la nueva guerra fria que azotaba el mundo, fue entonces que haciendo una reverencia ante su nuevo maestro lo miro por un segundo.

 

--Una disculpa por la demora, es solo que no me quería entregar la nota, ya sabe colocas un poco de caos y todo el mundo se vuelve loco, soy Dick Grayson.--

 

Dicho eso miro de reojo el portal que habia atras de su maestro por lo que le parecio curioso... era como si alguien ya hubiera entrado, por lo que suspirando meto la mano en un bolsillo oculto de su chaleco para sacar el libro del druida y abriendolo delante de el, miro como poco a poco los hechizos comenzaban a aparecer...

 

--Porque se le conoce como el libro del druida?...--

 

El conocimiento podia tener diferentes tamises bien usado podrias dominar el mundo, mal usado podrias destruir al mundo... la decisión era de cada quien.

Editado por Dick Grayson

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El hombre observó detenidamente a Alessandra. No podía oponerse las decisiones de un guerrero consagrado al servicio de la diosa como Badru, pero a menudo se cuestionaba porqué no tenía el celo de los de la mayoría de su pueblo, para con los extranjeros. Peor aun con los tiempos de guerra que corrían. Aun así, con todas sus reticencias respondió a la joven.

 

Estos lirios son especiales porque crecen solo en el interior de los volcanes. Esa resistencia natural al calor extremo es lo que nos permite usarlo para resistir altas temperaturas. Ya sea esparciéndolo sobre la piel, o confeccionando prendas con él. Dado que es medimaga, también podría interesarle su uso medicinal también, pues al aspirarlo protege los órganos internos de una persona y eleva su capacidad olfativa y de tacto para percibir el calor.

 

El hombre extendió el índice en dirección a uno de los recipientes, invitando a Alessandra a que lo probase sobre sí misma, mientras él se echaba una generosa cantidad sobre sí mismo.

 

— Puedo decirle muchas cosas sobre él, pero por supuesto, nada es mejor que experimentarlo sobre su propio cuerpo. Lo que se inscribe en nuestra memoria sensible siempre será mejor que cualquier teoría leída en un libro. Cada hechizo de ese libro responde a la experimentación y están conectados...

 

Calló, ante un ligero temblor que sacudió las paredes. Lejos de allí, Badru pensaba en que justo se cumplía el tiempo de tregua dado a la bruja, antes de ponerla a trabajar. La estructura empezaría a calentarse al punto de qué no podría resistir tal temperatura y como movidas por engranajes, las paredes comenzarían a cerrarse sobre ellos. Y si no encontraba la forma de escapar de allí únicamente con los hechizos de concentración del libro del druida, moriría quemada, asfixiada o aplastada por aquellas paredes que colapsarían sobre ambos.

 

Su pensamiento se vio interrumpido por la llegada del otro alumno inscrito a la clase. Badru apenas prestó atención a la reverencia, y apenas hizo un gesto para que lo siguiese. Cerrando el portal abierto con el fulgura nox, quedaron a la sombra del árbol de fuego.

 

Todo nuestro conocimiento de la magia nace del intercambio, un intercambio obtenido de las sucesivas batallas en las que hemos participado, que por supuesto, jamás pienso revelarle. Esa es la ganancia que le interesa a nuestro pueblo, no la corrupta y barata obtenida del dinero o de un poder mal empleado.

 

Si el hombre era inteligente (y así lo esperaba Badru) sabría perfectamente la procedencia de los druidas, y su respuesta completaba cualquier vacío sobre el modo con que ellos podían haberse hecho con conocimientos de ese pueblo. Badru empezaba a creer que incluso había dicho demasiado.

 

— Entonces, los hechizos de concentración, que son los que está visibilizando ¿cómo cree que están conectados? ¿De qué manera los usaría en conjunto en un enfrentamiento? ¿todos requieren la misma capacidad mágica o algunos consumen más magia que otros? Entender la magia uzza no es tan simple como recitar unas palabras y agitar la varita, es estrategia sr. Grayson. Así que piense bien su respuesta antes de dármela.

 

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-¡¡¿Prendas?!!- murmuro y de reojo observo lo que llevaba puesto el hombre, sin duda nunca se había esperado que también pudiera usarse así.

 

La flor era hermosa sin duda y el polvo rojo era como ver fuego pero a vez a su mente le llega la palabra <<suave>>, estaba sorprendida de lo que aquella gente hacia, ahora era todo seda para que no se pegue al cuerpo a causa del calor o simplemente alguna tela liviana, la Delacour agito la cabeza maravillada y siguió prestando atención a su acompañante, asintió con la cabeza ante sus palabras de que para vivir en lugares de muy altas temperaturas se debía aspirar el olor de la flor para proteger sus órganos. Cuando el hombre la invito a usarlo no lo dudo, guardo el libro que estaba abierto en la página que hablaba del lirio y primero se fue a oler la flor.

 

Tomo una flor y la olio, el aire que entro en su cuerpo la hizo estremecer porque sintio que algo frio le recorría por dentro, <<¿seria el lirio?>> penso respirando ahora un aire mas puro y no sofocante como antes, dejando la flor sobre una de las mesa unto en sus dedos aquel polvo rojo y comenzo a cubrirse toda su piel, no estaba segura si sus ropas debian ser cubiertas pero el hecho de que dijeran "altas temperaturas" la hizo, con mas impetu, curbrise del polvo. odiaba el calor, preferia perder un miembro a causa del frio a estar en un lugar muy calido.

 

-¿Usan alguna especie de conjuro para que funcione o solo muelen la flor para su uso?- le pregunto al ansiano antes de que hablara.

 

Se moria de la curiosidad sobre ese tema, incluso se llego a preguntar si le permitian llevarse algunas flores para San Mungo, justo cuando iba a hablar tambien de que aun no habia podido leer el libro porque no habia nada cuando lo hizo cuando lo compro un temblor hizo sacudir aquella despensa, para su mala suerte se tambaleo y se callo al suelo dejando que el libro se callera bajo una de las mesas a su vez que las paredes estaban cerrandose.

 

-Pero que esta pasando!!- grito la rubia agachándose bajo la mesa para agarrar el libro.

 

No estaba muy lejos el libro pero aun asi sus manos temblaban, como su corazon, mientras se ponia a leer algun hechizo y tuvio suerte de que apareciera en la primera pagina, leyendo cuidadosamente las instrunciones comenzo su ejercicio de respiracion que le ayudaba a concentrarse, habia usado para Oclumancia anteriormente y le habia ido bien, asi que no duda que no le fuera a ir igual si se concentraba con eso.

 

-Fulgura Nox- con su varita de Vid en sus manos un portal como el del Uzza había aparecido frente suyo, era no muy alto pero si ancho, aun así ella cabía perfecta. Del otro lado se mostraba al Uzza con otra persona pero no estaba para averiguar quien era sino que era para no morir aplastada pensó que seria mejor ir donde estaba el guerrero ya que no conocía el campamento donde habian estado y menos si terminaban en algún lugar como aquella alacena y morían.

 

-Vamos, vamos o nos aplastara- le dijo al anciano para cruzar el portal, no podia tirar de aquel hombre porque seguramente le molestaria si lo tocaba asi que esperaba realmente que la siguiera -siento aparecer asi pero casi morimos aplastado- dijo Alessandra sudorosa, no por el calor ya que el polem de lirio de fuego aun estaba sobre su piel y ropa sino que era su propio sudor ante aquella situacion peligrosa que casi los aplasta.

 

-Por cierto que buen hechizo el del Haz de la noche sin el hubieramos muerto- comenzó a reir de los nervios que tenia, penso que iba a aprender no para que muriera aplastada.

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El mago sonrió un poco ante los misterios que se le acababa de presentar delante de el... por lo que guardando un momento silencio se dispuso a leer los hechizos que aparecen delante de el, le molestaba que todo se basará en la joyería... lo bueno es que los vanidosos eran ellos, por lo que solo tomando 5seg en leer y 10 más en relacionar las ideas, pero quedo en silencio cuando escucho la manera en la que el se refirió...

 

--Lo siento... ese ya no es mi apellido, me llamo Sherlock... Sherlock Holmes... La manera en la que están conectados es la concentración, son hechizos formidables, pero requieren de mucho tiempo en poder generarlos, por ejemplo, El Amuleto contra defensas carcelarias, el permitirse escapar adonde quieras es formidable, pero el estar debilitado por un mes completo... es algo difícil de manejar...

 

Decía el mago sonriendo por lo volteando a ver el árbol prendido en fuego por lo que estirando un poco la mano para sentir el calor de las manos sencillamente sonrió ante la segunda pregunta de su instructor...

 

--ocuparía los lirios de fuego y el fulgura nox...--

 

Decía el mago sin el más mínimo remordimiento en su rostro, mientras agarraba y se imaginaba como ocuparía los lirios para ocasionar una distracción y así de una patada enviar a su maestro por el portal hacia la altura promedio de un avión muggle.

 

--Mi pregunta es: porqué Joyas?

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Era una aclaración extraña esa, presentarse con un nombre y luego recalcar que se le llamase de otro modo. Como fuere, a Badru le importaban poco aquellos detalles, y en cambio, prestó más atención al comentario que acababa de hacer Holmes respecto a que tenían de distintos los hechizos del libro del druida.

 

La magia uzza está ligada a los elementos. Como guerreros servimos a la diosa, pero lo que es más importante, no nos arrogamos el poder de la magia como únicamente nuestra, sino que su aprendizaje es también la disciplina y la humildad de no olvidar de dónde proviene y a qué elementos de la naturaleza están ligada. De la misma forma que usted dice "¿por qué joyas?" Yo podría decirle "¿por qué varitas? " y sería una discusión estéril por cuanto no se trata del canalizador de magia que use, sino más bien de que tenga claros los principios que la rigen.

 

Alessa apareció en ese momento. Se veía agotada y sudorosa, pero viva. A su lado, el hombre que la acompañaba hizo una señal a Badru, un leve movimiento de las cejas, que no obstante era todo lo que el uzza necesitaba para saber que la muchacha había conseguido salir bien parada de toda aquella situación. Badru exhaló largamente, y con un movimiento hizo visibles los otros hechizos del libro, los de acción inmediata.

 

 

— Haz de la Noche, Obsistens, Ignea y Cantar de Eleboro. Todos estos hechizos no requieren de tanta concentración como los anteriores, solo un movimiento de varita. Incluso los dos primeros puedes realizarlos con tan solo pensarlos, pero por supuesto, hay un costo para tan alto uso de la magia. El cantar del eleboro es el de más rápida acción por ser un efecto, pero solo puede usado dos veces en un duelo. En cambio, el ignea no tiene una limitación de uso, pero sí respecto a de qué puede protegerlos. El obsistens, de otra parte, los protegerá incluso de ataques de criaturas, pero apenas será durante una acción. Como ven, cada hechizo tiene un pro y un contra, y esto es lo que tienen que tener en cuenta cuando decidan conjurarlos.

 

Badru esperaba que esa explicación a modo de resumen , pudiese ayudar a entender a los dos alumnos que la eficacia del hechizo iba muy de la mano con saber en qué momento usarlo y para qué.

 

— Ahora, tendrán un pequeño ejercicio, mírenlo como una preparación al duelo que definirá si son dignos o no de vincularse a la magia del libro del druida. No es de mi interés saber si manejan mejor o peor otros hechizos que no sean los de este libro, así que cíñanse a él.

 

Sosteniendo la vara de cristal en su mano, Badru tocó con el extremo de ella la base de del árbol de fuego y de las hojas comenzaron a brotar partículas de ceniza que al entrar en contacto con los ojos de los dos alumnos los cegaría al instante. Pero no era esa la única dificultad sino que además, de la tierra bajo sus pies surgieron media docena de salamandras de fuego que de inmediato se lanzaron al ataque de ambos.

 

 

— Trabajar juntos o cada uno por su lado. Depende de ustedes. Solo les recomiendo guardar un resto de magia, para conjurar un haz de la noche que los lleve hasta las puertas de Uagadou, donde estaré esperándolos.

 

Sin mucho esfuerzo, pues había sido una cualidad casi innata en él, Badru conjuró un haz de la noche y desapareció a través del portal invocado, en compañía del hombre que había guiado a Alessa. Si ellos no superaban ese desafío era mejor que ni siquiera se molestasen en presentarse al duelo y volviesen por donde habían venido.

 

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Editado por Badru
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Alessandra trago en seco al ver al hombre a quien acompañaba al guerrero, apretó los puños de su mano izquierda y se concentro en el Uzza ignorando por completo a Holmes, aun así su cabeza ardía de preguntas que no pensaba hacer en vos alta, menos que menos mostrar interés en ese hombre, solo se concentro en escuchar lo que decía el guerrero sobre unos hechizos que aparecieron todos juntos en el libro que tenia abierto.

 

A medida que el Uzza les explicaba lo que hacían aquellos hechizos que fue mencionando, Alessandra fue observando lo que decía el libro, tenia buena memoria en situaciones como esas que debía estar al máximo de su capacidad de supervivencia para recordar todo lo que le decían, hasta que el guerrero hablo de un pequeño ejercicio.

 

<<-No por favor->> pensó, iba todo muy bien se dijo.

 

Sus otras clases siempre las había hecho sola con algún profesor, demostrando que comprendía su uso pero con compañeros ellos siempre tiraban a matar, minimamente. Le hecho de reojo un simple vistazo a su compañero, los bellos de sus brazos y nuca se erizaron ante el peligro que sentía próximo venir, la voz del Uzza la hizo observar su vara de Cristal y como esta apuntaba al árbol del fuego donde de sus hojas comenzaron a brotar cenizas y a su vez del suelo comenzaron a salir salamandras de fuego.

 

El Uzza les dijo que guardaran un poco de su magia para abrir un haz de la noche para ir a las puertas de Uagadou, Alessandra apretó los labios al sentir que la subestimaban, no negaba que hacer un haz de la noche había sido agotador pero no se dejaría vencer así sin mas.

 

-Obsistens- con su varita de vid apunto al suelo donde creo un cerco color celeste, aquello hacia un circulo a su alrededor impidiendo que las partículas de cenizas dañen su vista y las salamandras de fuego la dañen absorbiéndolas.

 

-Arréglate como puedas porque yo me voy- le dijo a Sherlock.

 

No es que el hecho de haber descubierto que habían tenido un hijo juntos había calmado aquella ira asesina que tenia por aquel mago, no, al contrario esperaba que las salamandras lo consumieran lentamente haciéndolo sufrir pero no tenia tiempo, seguramente el Uzza estaría esperándolos para la prueba.

 

-Fulgura Nox- frente suyo apareció el Uzza Badru, sin molestarse a nada mas Alessandra paso el portal a donde estaba el guerrero.

 

-Estoy lista para vincularme - le dijo al Uzza sin que este le preguntara.

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