Cuidado de Criaturas Mágicas y Conocimiento en Maldiciones

[Zoella Triviani]

Cuidado de Criaturas Mágicas y

Conocimiento en Maldiciones.

La calva se encontraba frente a la entrada del Bosque Prohibido. Aquella vez no viajaría hasta Brasil y ya le había informado a sus alumnos del lugar donde impartirá la clase. Su calva se encontraba brillante bajo el sol de verano, su cuerpo lo había cubierto por un conjunto sencillo de jeans y una camisa turquesa algo gastada y agujereada. Sus pies, con los tennis blancos bastante sucios junto a la varita que descansaba en el bolsillo trasero de sus ropas.

 

El bosque era un lugar para nada transitado, lugar que aguardaba un montón de criaturas y a su vez era escenario totalmente dispuesto para lanzar maldiciones y quizás alojar un par de ellas. Con sus ojos vio el cielo azul, las nubes se encontraban dispersas y los rayos UV le daban de canto en la cara. La hora estaba pasando y sus alumnos iban un tanto retrasados... o quizás ella estaba adelantada a la hora acordada.

 

Tres alumnos habían sido asignados a ella, dos conocidos y una de la que no lograba encontrar rostro. Su hermano por un lado, un total desastre podría ser la clase si ninguno se comportaba, Anthony un compañero del bando al que le tenía aprecio y Ariadna... no sabía que decir sobre ella pero quizás al final de la clase tendría algún adjetivo con el que describirla.

 

A sus espaldas pasos legaron y supo de la llegada de todos. Se quedó en silencio mientras el silvestre viento soplaba en su rostro, se giró en 180º con perfecto equilibrio y la sombra de una sonrisa apareció en su rostro - Bienvenidos - saludó, juntando ambas manos frente a su cuerpo - El Bosque Prohibido será nuestra aula de hoy, les pido que no se queden con ninguna duda y si quieren acotar algo a lo que yo les vaya diciendo pueden hacerlo con total libertad. Esto más que una clase, será un libre paseo por el bosque que tantos secretos oculta - pronunció para girarse y comenzar el camino al bosque.

 

No se giró a observar si la seguían, pero esperaba que sus intenciones fueran una señal clara de que debían hacerlo.

 

Conocimiento de Maldiciones:
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Cuidado de Criaturas Mágicas:
@@Anthony Ryvak Dracony

[Idylla Macnair T.]

Si, ya era hora de volver a la academia y seguir aprendiendo cosas nuevas, después de haber estado desaparecida por casi tres años. Estaba muy atrasada en cuanto a conocimientos y sin duda los compañeros con los que alguna vez compartió el aula de los primeros grados, ya habían adquirido un sin fin de clases y habilidades extra de las que ella aun no tenía.

 

La bruja camino hacia la entrada del bosque prohibido, su cabello azul caía sobre sus hombros peinado con varias trenzas pequeñas en la parte superior, y suelto en la parte inferior. Llevaba también ropa muy cómoda para tomar la clase, unos jeans que vieron mejores días a la cadera y una camisa negra con el logotipo de una banda de rock, calzaba unos tenis y su varita metida en uno de los bolsillos. No necesitaba nada más, así que se encontró con la bruja que era su maestra para aquella clase, ella estaba más adelante que la Macnair por lo que se apresuro a alcanzarla.

 

No la ubicaba de algún lugar, talvez la vio antes en otro evento o en el ministerio pero sin duda su cerebro no cooperaba en aquellos momentos. Miro a sus compañeros de clase y sonrió a uno de ellos, conoció al peliverde en su local y compartieron una aventura juntos, en cuanto al otro chico no lo había visto en ninguna parte.

 

Mientras ella pensaba en sus compañeros, la bruja delante de ellos se giro por fin a mirarlos y ella sonrió, era linda a su forma de ser, pero sabia por experiencia propia que las personas podían ser muy diferentes a como uno las veía. Escucho atentamente lo que decía sobre la clase y que seria un paseo por el bosque prohibido, sin duda seria interesante ver con que se encontraban mientras lo recorrían.

 

Siguió a la bruja mientras emprendía el camino por el bosque, esperando sus indicaciones o la clara señal de lo que estaba por enseñarles.

[Anthony R. Dracony M.]

Lee los pergaminos para ir ordenandolos en sus respectivos folios, encargarse de esas tareas suele crearle algo de sueño, sobre todo porque eran comprobantes de las adquisiciones que posee, solo entonces dimensiona como a administrado su fortuna, tiene una solicitud de su querida castaña, en su última carta le menciono que desea se embellezca más las propiedades que tienen, son socios aunque la castaña se marcho a resguardar al pequeño castaño que adoptaron... ella envió una buena cantidad de galeones, seguramente para hacer presión sobre el ojimiel... no le agrada ir de compras, entre el personal, hay algunos que te roban las ganas de realizar la transación... a él no le gusta perder el tiempo, negaciones así, los toma como presagios de que no debe realizar esa compra en especial, cuando es para él, las cosas salen bien y ya.

 

Al fin termina de clasificar cada comprobante, se levanta del escritorio, podría ir a su jardín, pasear para pensar en como cumplir el deseo de su compañera. Es una tarde con el cielo despejado de nubes, es mucho más lindo que el frío día anterior en que no tuvo ánimos para salir de su habitación, los elfos se asomaron preocupados por su reclusión, preguntaban con tímida voz si el amo desea alguna cosa... y la respuesta seca, siempre fue: --Nada.

 

Era una falsa respuesta, pero ninguno de los elfos se atrevió a insistir, para ellos era claro que las cosas no iban bien, algo molestaba bastante al peliverde. Rivak salio y tomo el camino cubierto de piedrecillas blancas, no tiene prisa pues no hay sitio al que desee ir, hace semanas que su ánimo decae mientras va cambiando su perspectiva de la vida. Jerard se acerca al mago el cual mira la fuente de mármol blanco, tal vez evocando otros días. El elfo carraspea y luego entrega al muchacho la misiva, Anthony la toma y la lee, la dobla sin decir nada, para guardarla en el bolsillo de su pantalón café, continua viendo el agua de la fuente y Jerard entrelazando nervioso los dedos de sus manos, pregunta: --¿No va el amo a salir? -- El elfo esconde la cabeza como si fuese una tortuga, ese tipo de atrevimientos no suele hacer, pero sigue preocupado por el comportamiento del mago. Un silencio es la respuesta y Jerard con expresión de derrota en su cara, se retira hacia el taller para abrir como todos los días el local.

 

Ryvak se acomoda las mangas arremangadas de su camisa gris, permanece un buen rato en el mismo lugar, hasta que pesadamente se encamina al interior de la sala, su vista clava sobre el frasco de cristal sobre la chimenea, ve como la llama en el interior se mueve... Renna tuvo una brillante idea al entregarles esa llama el día de la ceremonia, Anthony toma el frasco entre sus manos... la llama le recuerda el lazo que tiene con la castaña...suspira... solo entonces parece reaccionar, va a la recamara y muda de ropa, debe ir a la clase que le ayudará a tener su mente en otros pensamientos.

 

Elige algo con lo que se siente cómodo, encima se coloca su capa negra, pues en el bolsillo interno lleva sus objetos mágicos, usa un portal mágico para ir al sitio donde tendrá lugar la clase; el Bosque Prohibido. Se pregunta como lucirá el colegio tras aquel pasado ataque, pero ve que ya está Zoella, tiene entendido que la joven será la profesora, un par de metros tras la docente, distingue a la peliazul con quien ha realizado un singular viaje... parece que la clase tendrá su atractivo especial...

 

Dracony con pasos seguros se acerca a las brujas, corresponde a la sonrisa de su compañera Ariadna, luego inclinó su cabeza para saludar cuando Jeremy se unió a la clase. Zoella se giro para quedar frente a ellos e inicio con su presentación:

 

- El Bosque Prohibido será nuestra aula de hoy, les pido que no se queden con ninguna duda y si quieren acotar algo a lo que yo les vaya diciendo pueden hacerlo con total libertad. Esto más que una clase, será un libre paseo por el bosque que tantos secretos oculta.

 

Anthony siguió a la bruja, le parece buena oportunidad para indagar por sus dudas:

 

-- Hola, perdón Zoella ¿Cómo son las interacciones entre animales mágicos? ¿Los magizoologos registran la base biológica de las relaciones sociales entre animales? ¿Cuál es el objetivo de la clase? creo tener una idea, pero mejor si me lo puedes especificar.

[Zoella Triviani]

Las ruinas en construcción de Hogwarts se observaban tras sus alumnos, Zoella había colaborado en aquello durante los tiempos libres y había pedido un permiso especial para llevar alumnos con la excusa de que al finalizar la clase recogerían algunos restos de sus alrededores... La inmensidad del bosque ahora los envolvía, a sus pies podía sentir las diferencias en la pastosidad y se escuchaba el cantar de las aves.

 

Las preguntas no tardaron en llegar, la calva supo que se trataba de aquel peliverde al que poco a poco había estado conociendo. Detuvo sus pasos, justo frente a un pequeño arroyo donde observó un unicornio bebiendo de él. Realizó un ademán con sus manos de que debían agacharse, la criatura se encontraba en calma bebiendo del liquido vital que la naturaleza le proveía. Zoella sonrió con sinceridad en lo que se agachaba, ocultando un poco su silueta.

 

- Las interacciones entre los animales mágicos ocurre como con los animales muggles. Hay toda una cadena en la que categorizarlos para así decir cuales son "depredadores" y cuales son las "presas" - comentó con calma - El Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas clasifica a las criaturas mágicas en una escala donde las criaturas 1X son las aburridas por así decirlo, 2X: Inofensivas o que pueden ser domesticadas, 3X que entran en la protección de magos competentes y pueden salir adelante, 4X se consideran peligrosa y requiere conocimientos especiales, algunas solo los magos experimentados pueden manejarlas como nuestro querido unicornio frente a nosotros. Y por último pero no menos importante las 5X que son con reputación de asesinar magos e imposible de entrenar o domesticar- clasificó, en lo que la inmensidad del caballo comenzaba a galopar en el sentido contrario del que estaban.

 

Triviani se levantó, para comenzar a caminar a su izquierda, con los magos y la bruja siguiéndole el paso - En efecto, un magizoologísta estudia todo lo que tenga que ver con las relaciones de los animales, pero es más amplio de lo que creemos realmente. Ellos velan por la protección, los hábitat, estudian sus comportamientos, estructura física, funciones y evoluciones. Como cualquier biólogo muggle pero con la magnificencia de la magia. ¿La clase? Pues depende del punto donde lo veas, yo tomé la clase puesto que mi trabajo en el Magic Mall me lo exigía y deseaba conocer más de esas criaturas con las que convive ¿tu porque la tomas? ¿qué deseas aprender de tan hermosos animales? - interrogó segundos después, en lo que llevaba sus ojos al otro par de alumnos.

 

Recordó que en la clase anterior enseñó los conocimientos de maldiciones en una clase donde su hermano era oyente, por eso entendió la curiosidad de ello y la razón de su estadía ahí. Siguió con su camino, pasando bajo unas ramas que estaban entrecruzadas a lo que parecía ser una sala natural en medio del bosque. Donde un conjunto de árboles y ramas protegían el centro.

 

- Las maldiciones son consideradas los actos más atroces a manos de brujas y magos. Pero lo que si es cierto es que son una herramienta de las Artes Oscuras y uno de los siete tipos de hechizos conocidos, para hacer uso de ellas debes sentir realmente la necesidad de hacer daño sin miedo a matar y torturar a la víctima que tendrá como consecuencia los resultados del hechizo - explicó, en lo que se sentaba en uno de los troncos centrales.

 

Observó fascinada el lugar, sabía que algo se escondía ahí y lo que ellos podrían descubrir quizás sería uno de tantos secretos guardados en aquel infinito bosque.

 

@@Anthony Ryvak Dracony @

[Idylla Macnair T.]

Miraba el bosque prohibido por primera vez, o bueno así lo sentía yo. No era muy dada a explorar este lugar en la academia, pero mientras íbamos avanzando supe porque la profesora lo había elegido. Sin duda estaba lleno de paisajes que se sobreponian entre sí, llendo de lo oscuro y tenebroso a lo cálido y brillante que por momentos la luz del sol lograba entrar entre los huecos que dejaba el bello follaje de los árboles.

 

Las preguntas de su compañero no se hicieron esperar y yo me reprendió mentalmente, claro que estábamos en una clase, debía hacer preguntas y no estar mirando el paisaje. El conocimiento era importante y el quedarme con dudas o no entender completamente la clase de maldiciones significaría la muerte propia, y eso no podía suceder. Así que puso atención, pero dado que Anthony estaba por la otra clase, siempre era importante saber sobre criaturas mágicas, les puso atención pero cuando llegó a la parte de las maldiciones, sus ojos verdes brillaron con la emoción.

 

-Hola disculpe, tengo unas preguntas. ¿Hay alguna clasificación para las maldiciones? ¿Las que son letales tienen alguna repercusión para quien las lanza?- pregunto claramente emocionada por entrar en el tema que ella estaba esperando y volvió a alzar la voz -Digamos que en algún duelo nos quedamos sin varita, ¿Hay alguna que se pueda lanzar si ella o en dado caso sin decir ninguna palabra?

 

Hizo sus preguntas y espero a que la profesora pudiera contestar, conforme continuara la clase ya vería que dudas le quedaban. Y más que nada cual era el motivo de estar ahí en la mitad de ese bosque.

 

@@Zoella Triviani

[Anthony R. Dracony M.]

Caminaban cerca de la profesora Zoella, mientras hablaban tanto de criaturas como de maldiciones, un ademán de la docente y se agacharon tras algunos arbustos, justo enfrente un unicornio bebía agua de un arroyuelo... sus cascos dorados le dan esa imagen misteriosa que tienen las criaturas mágicas... es un unicornio adulto, no como su pequeño unicornio baby... tal vez Zoella recordaba aquella aventura donde se rescataron varias criaturas que se traían por primera vez a la Magic Mall...

 

Mientras observaban a la criatura, Zoella despejaba sus dudas, cuando Ryvak vivía entre muggles, detestaba a los perros que los hombres envíaban sobre él... y no tuvo mucha relación con algún animal muggle que fuese agradable, no, aquella época en que debía ocuparse de dar de comer a esos animales de establo, no es de sus recuerdos remotos favoritos... más bien todo lo contrario, quería olvidar que alguna vez estuvo al sometimiento de Regan...

 

Tan solo cinco años atrás tiene de haber adquirido a Kautet en la Magic Mall... de cuando vendían criaturas muggles y a él le pareció una idea genial tener un halcón peregrino, una de las aves más veloces y una depredadora tan eficaz, que de paso le es útil como mensajero, luego tuvo una criatura muggle más cuando su madrina Valkyria le obsequió aquel cachorro de tigre... "Prince" también es una criatura depredadora por excelencia... a ellos dos si que quería y estimaba: Kautet y Prince...

 

Al marcharse el unicornio, salieron de su momentáneo punto de observación y caminaron mientras la profesora explicaba a que se dedicaban los magizoológos, muy amplio a decir verdad, le recordaba a todos los funcionarios que conocía y trataba en el Departamento de Cuidado y Regulación de Criaturas mágicas, donde dos de los directores consecutivos, le consideraron un "miembro inlegal" que apoyaba en ayudar a salvaguardar a las criaturas y su habitad... tal vez eso podía ser...

 

--Bueno, pues de siempre me ha preocupado el bienestar de las criaturas mágicas y hay mucho que no conozco de ellas, como cuando mi padrino Bastian me confió como curar a los aethonan, creo que si tenemos a nuestro resguardo a criaturas mágicas, debemos documentarnos al respecto para asegurar su calidad de vida.

 

Aquello fue muy útil, Zoella dio en el clavo al hacerlo pensar sobre el porque cursar aquella asignatura, ahora no era solo "emplear su tiempo" tenía un loable propósito y miraba con otros ojos la clase... su reflexión le hizo sentirse renovado.

 

-- Profesora ¿Alguna comisión se encarga de instruir con esos conocimientos especiales a los magos que adquieren esas criaturas mágicas de clasificación 4X? -- Pregunto interesado en acudir a esa instrucción, ya que tiene un par de esas criaturas. Aguardo con paciencia pues la joven bruja explicaba sobre las maldiciones a los otros compañeros, lo que intereso a su amiga peliazul quien formulo unas preguntas relacionadas con la explicación.

 

Sin ser tan consiente de su impulso, su brazo se extendía hacia arriba... justo cuando ya sobrepasaba un palmo sobre su cabeza, se percato que alzaba la mano como cuando fue alumno en la academia mágica, así que tan rápido como pudo, se llevo el brazo hacia atrás de su cabeza, tocando su nuca nerviosamente con su mano y sintiendo que un rubor le cubría por aquel pasado impulso de responder cualquier pregunta que surgía durante el desarrollo de las clases... hacia seis años que no se comportaba de ese modo, como un chico que buscaba con gran afán, demostrar que leía mucho y conocía sobre los diversos conocimientos que los profesores impartían... era su modo personal de tratar de que no se supiese que había vivido entre muggles y que hasta antes de su llegada a Londres, ignoraba que era un mago...

 

Esperaba que no fuese notorio para sus compañeros o profesora, después de todo, eran preguntas que había sido formuladas precisamente a su profesora y no a él, que aunque tenía las respuestas en la punta de su lengua, no debía tomarse atribuciones que no le correspondían... ya muchos problemas se ha causado y ha tenido por aquel modo de actuar... no, mejor que cada quien realice lo que tiene que realizar...

 

Mejor siguió pensando sobre el porque estudiar a las criaturas mágicas... claro que sabía bien porque se había inscrito a la clase... digamos que era la menos chocante de las asignaturas que le faltaban por tomar... pero no le parece que deba decirlo... para él, solo los dragones valen la pena ser estudiados. Las demás criaturas mágicas, solo son un agradable complemento y le bastaba con ir comprando las más interesantes... si, seis años atrás...desde que visitaba los locales diariamente para pasar su tiempo después de la academia mágica, se encontró con aquellos dos locales que vendían criaturas mágicas y fue donde nació su deseo de comprar un fénix y un dragón... fue cuando aquella empleada rubia llamada Cindy, le explico de la clasificación de las criaturas y de como era imposible adquirir la mayor parte de ellas por su muy bajo nivel mágico en aquel entonces.

 

Fue cuando además de sus dos empleos en unos de los locales de Diagón, también se postulo para un puesto en el Ministerio... ¡que de recuerdos!... mucho había visitado aquel lugar, en el Ministerio siempre pasaban muchas cosas interesantes y a él le encantaba inmiscuirse en cada una de ellas, aunque solo era un ciudadano común que recién llegaba al país... de principio, la idea de ser un empleado ministerial, le parecía la más aberrante situación... pero después de meses de "entrometerse" en aquella vida laboral sin más que su curiosidad, terminó descubriendo uno de los Departamentos más interesantes... ¡eso era lo que precisamente buscaba!... ahora podía "sentir" el tiempo que ya transcurrió, tanto en sus primeros deseos que lo impulsaron a obtener todo conocimiento mágico que le fuera posible, al ahora... en donde se preguntaba si debía seguir esforzándose... después de todo, las clases son lo que le ayudan a estar de pie.

 

Si, mucho le puede ser útil este conocimiento, después de todo, la fauna mágica es muy importante y vale la pena salvaguardarla.

[Zoella Triviani]

Triviani escuchó la otra tanda de preguntas en silencio, mientras observaba el lugar que ahora los cobijaba solo pensó en las respuestas que debía dar. A la bruja le fascinaba enseñar lo que ella había aprendido de otros y lo que había descubierto con golpes y porrones a punta de experiencia de campo, le encantaba aprender de cada alumno lo que ella desconocía de algunas cosas y más todavía adoraba las aventuras que en algunas clases ocurrían cuando ella los llevaba a explorar lugares.

 

Chasqueó con la lengua, decepcionada de que aún nada hiciera acto de aparición en aquel pequeño claro, donde se vieron encerrados cuando la bruja buscó la salida, misma que en un momento les sirvió como entrada. Se mantuvo inexpresiva, no queriendo alertar a sus alumnos que como ella observaban del lugar.

 

- Las maldiciones no tienen una clasificación precisa, unos dicen que las tres imperdonables son las peores y en efecto es así, pero hay otros que creen que las maldiciones lanzadas a generaciones infinitas superan a cualquier otro. Va más de un criterio personal a una clasificación escrita - pronunció suavemente, en lo que se levantaba de su improvisado asiento - Las maldiciones afectan solo a quien es lanzado, el mago o bruja invocador no sufre más que un gasto de su energía vital, por tal fuerza landaza - contestó, para pasearse en los alrededores del claro cerrado, observando el resplandeciente cielo que se encontraba a la vista libre de ramas.

 

- La magia sin varita es sencilla de realizar, por un tiempo la he estado estudiando y debes sentir la energía correr por tus dedos - pronunció en lo que movía con elegancia los dedos de su mano recien elevada - En cambio, las maldiciones necesitan algún catalizador; nuestra varita, que potenciará el efecto deseado - sacó su varita, imitando un movimiento firme - Debes ser decisivo y firme, sin flaqueos o dudas en el movimiento de la muñeca - explicó, en lo que observaba una pequeña llamarada verde flotar.

 

- Muchos de esos conocimientos especiales los aprendemos en las academias, otros son dictados por el mismo departamento regulador de estas criaturas. Algunos Magizoologos incluso dictan clases para ello. Pero en mayor medida el nivel que obtienes hasta ese entonces te hace ya conocedor de ello - llevó sus pasos a donde el destello verde flameaba y una sonrisa apareció en su rostro - Maldición del ojo flotante - pronunció, reconociendo dicho maleficio que en segundos desapareció.

 

Señaló a sus cabezas y un gran ojo flotante los observó. La curva aún se mantenía en su rostro, expectante de lo que prosiguiera - Esta maldición es sencilla, solo es para invocar un gran ojo flotante que levita detenido sobre un área. Muchas de estas maldiciones están a lo largo y ancho del bosque, donde tienen años esperando a ser despiertas - agregó, acercándose al centro de donde la pupila del ojo miraba.

 

Bajó la mirada y giró en su propio eje un par de veces. A veces, o en su mayoría de veces una criatura custodiaba el lugar, las auras que las maldiciones desprendían llamaban a criaturas igual de vibrantes en auras. Con una mano anunció que hicieran silencio, a la espera - ¿Se te ocurre que criatura podría llegar en unos segundos? - preguntó al peliverde por lo bajo, en lo que un sonido se escuchó al fondo.

 

@@Anthony Ryvak Dracony @

[Idylla Macnair T.]

Seguían caminando explorando el bosque, pero la bruja se sentó un momento para poder responder las preguntas que ella le tiró hace algunos momentos. Explicó con gran detalle y miro como novia su varita, si bien conocía varias maldiciones por si mismas, unas cuantas aplicadas a ella y otras a algunos otros. Pero en mayor parte, sabia que no conocía todas y esperaba que esa clase la ayudara a entender un poco mejor el alcance y el origen de estas.

 

-Entonces para que sea más efectiva la maldición siempre es importante usar nuestra varita, ya lo captó- justo cuando dejaba de hablar, más para ella que para los reunidos con ella. Apareció un ojo verde, en medio de donde ellos se encontraban, nunca había visto tal magia y cuando Zoella lo explico se le hizo aún más raro que apareciera justo delante de ellos.

 

Y así como llegó de improvisto, simplemente se fue, la Macnair reacciona a la defensiva cuando la bruja comenta que en cualquier momento saldría una criatura, ella sinceramente no estaba segura de que se tratara, por lo que solo pudo alzar la varita y esperar a que algo se alzara sobre ellos. De todos modos era el bosque prohibido, siempre podías encontrarte con cualquier cosa en el, nunca estabas seguro si lo que te hallarás fuera a ser amistoso o simplemente atacaría directo a tu garganta.

[Anthony R. Dracony M.]

Descansaron un poco en aquella sala natural, él no tomo asiento en los troncos que fungen como bancas, más bien observaba las hojas del follaje de árboles, los arbustos y las plantas del derredor pues solo queriendo hacerlo, se percataba uno de los insectos y seres pequeños que habitan el Bosque. Un par de seres elementales logro ver entre las raíces de un arce, con su tonos pardos y verdes que les ayudan a camuflarse entre la flora, sus constantes visitas al Bosque Prohibido, siempre son muy interesantes porque aprende algo nuevo en cada exploración.

 

Las palabras de la profesora le confirmaba sin lugar a dudas que siempre hay una estrecha relación entre los funcionarios ministeriales porque hubo muchas ocasiones en que al colaborar con el Concilio o los empleados del Departamento de Criaturas, iba recibiendo aquellos consejos, conocimientos y saberes necesarios para tratar a Kelpies, unicornios, basiliscos, fénix, erumpent, trolls y hasta dragones... tal vez de eso mismo fue que en la Feria del Empleo, surgió aquella propuesta de crear un stand en el que San Mungo ofrecía una conferencia para dar a conocer a la audiencia, los primeros auxilios por el ataque de algunas criaturas mágicas alteradas, asustadas o descontroladas...

 

A Dracony le parece que tal vez por eso, hay ocasiones que parece que le susurran que alternativa es posible cuando se enfrenta a sucesos donde están involucradas criaturas de clasificación 3x o 4x... una de las opciones es detenerlas sin hacerles ningún daño, ocupando el hechizo que puede efectuar: Semillas de hielo...Anthony materializa su varita, es la nueva que la artesana Ada le personalizó con la silueta de un dragón de hilo de oro y con una pequeña esmeralda en el ojo de la criatura, un bello diseño que la bruja creo en exclusividad para el Ryvak. Tal vez podría necesitar utilizar la varita, uno nunca puede estar seguro si las criaturas estaban intranquilas o no, pero si no lo están tanto, inclusive puede ocupar su Anillo de Amistad con las bestias.

 

Anthony se giro hacia la profesora cuando hablo sobre las maldiciones que posee el Bosque... eso le atrajo poderosamente porque varias veces esa magia tan diversa que hay en el lugar, suele sorprenderle y para él es interesante aquel misterio de la gran cantidad de cosas por descubrir y conocer acerca de la magia.

 

Ver aparecer aquel enorme ojo verde sobre sus cabezas flotando silenciosamente, era de las cosas que despierta la curiosidad, a su mente viene la idea que tal vez el ojo verdoso intenta enfatizar que hay algo que no pueden ver tan facilmente...@@Zoella Triviani con cuidado le hablo en voz baja: -- ¿Se te ocurre que criatura podría llegar en unos segundos? -- Me gire a ver a la experimentada bruja y le respondí en un tono que aunque también era bajo, no lo era tanto pues deseo que la compañera @ también lo oiga.

 

--Pienso que debe ser una criatura que puede ocultarse a nuestra vista, tengo tres criaturas en mente, tal vez sea un demiguise, siendo una criatura tan tímida tal vez no nos permita verle, también pudiera ser un kelpie, he visto que suelen adoptar diferentes formas en todo caso habrá que someterlo, otra criatura posible, es un ejemplar de thestral, aunque quienes han presenciado la muerte de alguien, también pueden ver a esa criatura de ojos blanquecinos --(Anthony guardo silencio un minuto, él desde los cinco años puede ver a los thestral... aunque al ver a su tía ser arrojada al aire con aquel rayo verdoso a tan corta edad en que no comprendía que la rubia murió, era una pesadilla que rondo su infancia y la impotencia de ayudar a Alexandra a la que tuvo que abandonar en su ciudad natal...) --....una cuarta criatura puede ser un Tebo, pero ese es poco probable ya que suele encontrarse en pequeños grupos, es peligroso porque ataca estando invisible lo cual dificulta demasiado enfrentarlo.

[Zoella Triviani]

La Triviani materializó su varita en mano, escuchando atentamente las palabras que soltaba el Dracony ante su interrogante. Una sutil sonrisa apareció en su rostro y en silencio asintió, giró sus ojos a Ariadna y con la mirada le señaló el árbol a su espalda - Anda a mirar el interior del árbol, quizás encuentres el origen de alguna maldición... como quizás no. Desde aquí se pueden observar extrañas letras grabadas con fuego en las raíces salientes - agregó la calva, propiciando una tarea algo complicada a su alumna, pero que esperaba cumpliera.

 

- Mantén la varita en alto, cualquier cosa grita - comentó para dejarla alejarse y acercarse silenciosamente a Anthony. Se paró a su costado, y como él comenzó a ver todo lo que los rodeaba - Interesante teorización de las criaturas, en especial la del Thestral. De clasificación 4X y que solo pueden ser vistos por aquellos que han presenciado a la muerte y han entendido el concepto de ella. Desde hace meses llevo trabajando con uno en los terrenos de mi familia. Son bastante impredecibles pero una vez que logres domarlos te dan su lealtad - agregó con cuidad, para sentir como una presencia llegaba desde lo alto.

 

Un thestral bajó de entre las altas ramas volando con sus alas, la presencia de aquel pelaje negro y ojos blanquecinos encantó a la bruja que se mantuvo quieta y tranquila. Giró a ver al mago que la acompañaba y llevó los ojos a donde Ariadna estaba para avisarle que no se acercara con un movimiento de mano - ¿Que más sabes de ellos? - interrogó al peliverde, mientras observaba al Thestral moverse algo intranquilo en su lugar.

 

@@Anthony Ryvak Dracony @