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El color de la magia


Dana Gryffindor
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Estaba regresando en aquellos momentos de lo último que había hecho para asegurar una buena baja en el número de muggles que sabían acerca de la magia, apretándose la capa y la capucha por encima del cuerpo mientras la ciudad parecía que se convertía en un caos completo; al menos el inicio del descenso del sol había aparentado ser no demasiado agitado pero a la velocidad de un párpadeo y mientras giraba en una esquina, el ambiente había cambiado por completo.

 

El cielo se iluminó de pronto con una enorme señal verde, aquella que solía dejarse no solo para llamar a los suyos como abejas que habían encontrado el camino hacia una gran fiente de alimento sino para dar fe de que algo había ocurrido y que lo estaban celebrando; los ojos rojos de la vampiro se entornaron suavemente, brillando como gemas en las sombras de su capucha mientras que comenzaba a acelerar el paso

 

Gritos, voces, lamentos... muggles que caían, que se retorcían en sus heridas, que parecían cocinarse en las llamas que les envolvían hasta que terminaban por caer... parecía una especie de teatro donde los escenarios envolvían a cada uno de los participantes y se entonaba con la música de la muerte

 

Un par de personas a la distancia parecía que celebraban todo aquello y no pudo menos que ladear suavemente la cabeza antes de acercarse un poco más

 

-Jóvenes... menudo espectáculo el que se han dejado montar... no creen que a estas alturas, no falta mucho para que algunos ministeriales lluevan en este sitio? -inquirió hacia ambas más divertida por lo que veía que incómoda o preocupada por el ministerio, a final de cuentas, ella misma había hecho lo suyo aprovechando esa nueva... libertad en las leyes que le incomodaba tanto -semper fidelis, jovenes...

 

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@@@Ada Camille Dumbledore

Editado por Hayame Snape Potter Black

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Con la prioridad puesta en sacar a los niños fuera del callejón, la atención de todos pasó a la mujer herida y después a las alertas sobre la presencia de policías. La situación ya estaba tensa, pero con la presencia de ellos, Rory supo que nada bueno se venía. Eran ocho en total y antes de siquiera intentar conversar con ellos, un escuadrón antimagia se hacía presente, al mando de una joven de mediana estatura y ojos que los observaron sin un ápice de compasión.


Los escuadrones de antimagia resultaban estaban conformados por gente que rara vez intentaba razonar más allá de las órdenes que le impartían, no esperaba que la mujer que tenía ahora delante de él fuera diferente.


Pero tenía que intentarlo. Y en circunstancias como esas, resultaba que su posición como predicador conseguía una mediación que en otros espacios, no tenía.


- Por el amor de Dios, tenemos una mujer herida aquí ¿si la nota cierto?- estaba nervioso, pero tragó saliva y haciéndose a un lado mostró a la mujer frente a la cual la pelirroja seguía inclinada, atenta a que se mantuviera estable- entiendo la función de su trabajo, pero que no los ciegue de la compasión que todos los seres humanos merecen. Si están buscando un grupo de riesgo, les garantizo que se han equivocado con el que tienen aquí. Soy agente pastoral de la Vicaría apostólica, si gusta, puedo mostrarle mis credenciales, o ponerla en contacto con personas que darán cuenta de que no soy de ninguna manera, una amenaza para ustedes.


Había dicho las palabras calmadamente, dejando incluso su varita en el suelo, y rogando porque el desaptado que había proferido aquellas palabras a los niños se mantuviera controlado. Como fuere, la tensión aminoró cuando uno de los policías escuchó con preocupación un mensaje desde su radio.


- La señal del grupo mágico de la Marca Tenebrosa ha sido visto en lo alto del cielo a unas calles de aquí. Cerca a la zona de los bares, y se reportan...fallecidos.


Rory se persignó ante lo que decía ese hombre, y empezó a rezar apenas en balbuceos, pensando en las almas de aquellos pobres desdichados. Pero estaba por verse si por esa situación ellos se verían libres, o al contrario, podrían tomarse represalias.


¿Qué haría el escuadrón? ¿Y qué harían sus acompañantes? No le agradaba que en su primera incursión con miembros de la orden del fénix significase sun enfrentamiento con fuerzas no mágicas.



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HADES RAGNAROK

San Mungo

 

El hijo de la noche se mantuvo un buen rato observando el caos y la destrucción que existía en las calles. Aquello, parecía una guerra civil, la anarquía, la gran revolución y la gran guerra habían llegado todas de un solo golpe, al menos San Mungo estaba nuevamente segura. Suspiro volteándose y se dispuso a sentarse nuevamente en su escritorio. Observo los retratos de los antiguos Sanadores o aquellos más reconocidos en el servicio de la sanación, él mismo se había encargado de quitar y quemar los retratos de Anna T y de Bodrik. Ya nada quedaba de ellas en la institución.

 

No fue mucho tiempo desde que se sentó hasta que escucho que alguien llamaba a la puerta. Hizo levitar un vaso de Whisky de fuego hasta sus manos y dio un sorbo de aquella bebida que quemo la garganta y sintió el calor en sus entrañas. Aquello, era extraño por la hora, era muy tarde ya, quizás, había algún caso de emergencia en la unidad de virus mágicos, envenenamientos por plantas y pociones o debía atender alguna otra cosa más. No recordaba que hubiera alguien mas citado y Asdala, su secretaria y enfermera principal no le había notificado nada que tuviera que atender una vez que ella se fuera a su casa a descansar. Bufo por lo bajo, esperaba que aquella interrupción fuera buena.

 

-Adelante –dijo el Ragnarok observando a la puerta con sus orbes negros como el abismo.

 

@@Anthony Ryvak Dracony @

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Torció los ojos en cuanto escucho aquella perorata sobre Dios, aunque se mantuvo callada. En toda su vida humana había sido creyente, pero poco le había servido, ahora solo creía en ella misma. Se acerco a la mujer que estaba en el suelo con el mago que la había llevado y pudo constatar su gravedad. Ella podía mantenerla con vida el tiempo suficiente para que la llevaran a lo que quedaba en pie de San Mungo tras los ataques, por lo que levanto su varita sobre ella y pensó en un hechizo que había aprendido con los Uzzas.

 

- Curación - pensó. La mujer enseguida comenzó a reaccionar pero la bruja le hizo una seña para que no se moviera pues mientras ella estaba ocupada curandola, un grupo de policías antimagia los había rodeado. Tenia que pensar rápido y sacar a cuatro personas, cinco con ella sin recibir daño. El joven parroco estaba haciendo muy buen trabajo distrayendolos aunque la marca lo estaba haciendo mejor que ellos. Por un momento penso en usar una ola expansiva pero eso dejaría indefensos al escuadrón que los rodeaba y eso seria una sentencia de muerte para ellos con los mortifagos cerca.

 

- Ilusionismo - susurro, concentrando toda su energía oscura en los muggles implantando en su mente que el grupo hacia echado a correr a la calle principal frente a sus narices. El escuadrón se echo a correr tras ellos lo que le dio oportunidad a la bruja de levantarse con la varita de Rory y darsela mientras les hacia señas a todos para irse a lo mas profundo del callejón.

 

- Jamas sueltes tu varita, si quieres seguir vivo, por los dioses - le increpo para después voltear a ver a los demás. Escuchen, no se cuanto dure la ilusión que implante en sus mentes asi que tenemos que movernos rápido, puedo abrir un portal, díganme a donde, tenemos que salir de aquí pero ya.

 

Si todos fueran de la orden se los podría llevar a la Madriguera o a Grimmauld pero no era el caso así que lo mejor era un lugar neutral donde ella pudiese dejarlos a salvo y regresar a alguno de los lugares seguros para informar de lo sucedido a la orden.

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Lunita Gryffindor Delacour- Empleada del Departamento Auror de Gran Bretaña.

 

San Mugo

 

El tiempo apremiaba demasiado cuando la situación era insostenible, de todas las personas en las que confiaba más, la Gryffindor no podía dejar de contárselo, apretaba su ejemplar del profeta y corría por las calles como si la parca misma la persiguiera, eso o mortifagos, pero ninguna de las dos cosas sucedía en realidad, lo cierto era que no tenía mucho tiempo y la situación en el banco de los magos era tan preocupante que ella tenia que preguntarle que hacer, habían compartido alguna que otra charla en San Mugo y ocasionalmente hasta él le había ayudado con aquel incidente también del hospital, ¿o había sido al revés? sacudí la cabeza diciéndome que aquello no era importante en ese momento, el problema era encontrarlo en ese mar de caos y destrucción máxima, solo esperaba llegar a tiempo y que la antigua dirección de su amigo fuera correcta y que no se cambiara de sitio.

 

La ráfaga de viento la azotó mientras corría intentando llegar a tiempo, ¿qué hora serían? ya casi medianoche o quizás más temprano, parpadee dándome cuenta que eso no era importante, solo necesitaba encontrarlo y preguntarle que hacer, supuso que estaba precipitándose, pero Nathan había sido claro sobre el problema en el banco y ella no sabía que hacer así que había corrido como un rayo a buscarlo, por la hora y por el lugar, esperaba de todo corazón que su amigo, Hades estuviera por allí, odiaría llegar y no verlo, porque además de vestirse de incógnito, esperaba tener una amena charla con él.

 

Su traje negro, su camisa blanca y su pantalón negro, le daban el aspecto de alguien que se esta escapando, cualquiera que la viera diría que se escapaba de algún lado, la realidad era que con sus botas negras con taco alto, esperaba darle una buena impresión, era lo más formal que tenía y dada la situación actual, había optado por suspender el violeta solo por hoy, era una charla importante y sería, así que no podía vestirse con colores chillones, si querían que te tomarán enserio, debías de vestir acorde a la situación ¿o no? solo esperaba que él si supiera ayudarla porque si no su vida se iría a pique y sus finanzas también.

 

Entre como un trompo en el lugar vació, no había muchas personas más alla de algun medico de guardia, algunas enfermeras y ¿su secretaría? parpadee cuando no la vi allí, así que me apresuré a tocar la puerta, la placa "Hades Ragnarok" la recibió, mientras suspiraba al recibir su adelante, me alise el traje negro, mientras abría la puerta indecisa de si pasar o no, pero armándome de valor entré a su despacho cerrando la puerta detrás mío, observándolo con mis ojos azules claros por vez primera después de tanto tiempo sin tener noticias suyas.

 

 

- Hola Hades, tal vez no me recuerde, soy Lunita Gryffindor, soy Auror.. yo vine porque necesitaba ayuda, no sabía que hacer, el ministerio es un caos, bueno la calle misma es un caos, todo es un caos y confieso que soy mala para las financias, lo siento, ¿si me recuerda? trabajamos juntos en su planta cuando esos locos se soltaron en San Mugo, llamo a los Aurores y acudí al llamado, lo siento si no me recuerda yo... quizás no debí de venir, pero estoy asustada, me temo que mi dinero se liquide antes de tiempo o no me lo dejen sacar y soy mala para las finanzas, después de escuchar a mi amigo Nathan, no supe que más hacer, dicen que van a quebrar y no tengo a quien pedirle ayuda, ¿cree que sepa que hay que hacer? lo siento, ¿como estas? ¿que fue de tu vida? perdón que entre así sin avisar y por la hora, pero de verdad que estoy desesperada ¿me ayudarías? - Le rogué intentando que no notará el temblequeo en mi cantarina voz, ni las ganas que tenía de suplicarle de rodillas su ayuda, eso hubiera sido medio extraño, así que solo junté mis manos en un gesto de suplica, como si rezará y no noté cuando mi labio tembló, solo quería saber que podía hacerse y supuse que a él se le ocurriría algo -

¿Había hecho bien en pedirle ayuda? ¿no era mejor ir con papá Elvis o mi propia madre Annick? conteste a mi pregunta internamente, no podía ir con ellos porque no deseaba asustarlos o preocuparles en modo alguno, tampoco podía ir con Made o Eileen, necesitaba de su ayuda, Hades había sido mi amigo desde hacía años, inclusivo aunque él fuera mortifago y yo odefa, siempre habíamos estado en contacto y nuestras ideologías jamás habían minado nuestra amistad, al contrario, parecía que nuestras diferencias nos unían cada vez más en lugar de separarnos.

 

 

- Yo quizás, no debí venir, tal vez te estoy molestando, lo siento, no quiero preocuparte pero de verdad que no entiendo nada de finanzas, solo sé gastar dinero nada más y yo necesito no se ayuda, no quiero perder mi sueldo de auror y no se que hacer, ¿se te ocurre algo? ¿que tal estas? lamento venir sin avisar, pero estoy asustada aunque no se lo digo a nadie, bueno ahora a vos, pero nadie sabe que estoy en aprietos por así decirlo - Le dije en un susurro con mi repique de campanas más bajo de lo habitual, aun con mis manos juntas rogándole su ayuda y suplicando que se le ocurriera algo aunque sea mínimo de que hacer, porque lo que era yo estaba del todo perdida -

 

@@Hades Ragnarok

Editado por Lunatica Lupin Evil Black

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El caos reinaba en las calles, personas por doquier gritando y aventandose mientras corrían de un lado a otro. Había fuego del otro lado de la calle y un grupo de muggles gritaba que los ayudaran, sin duda su humanidad altruista estaba destruida con aquellas personas, ella estudió el campo de la curación y era medimago certificado. Pero el tráfico de objetos y de Muggles era mucho mejor pagado.

 

Así que siguió caminando por la calle sin siquiera inmutarse por la gente que llegaba hasta a ella pidiendo ayuda, su vestimenta era la usual, iba toda vestida de cuero y un corsé negro con azul, una gabardina complementaba su atuendo y botas negras de combate. Se veía lo bastante gótica, como para que la gente la dejara en paz y no la vieran como una amenaza mágica, que ilusa era la gente sobre la vestimenta, tan fáciles de engañar.

 

La detuvo abruptamente la Marca tenebrosa en el cielo, algún compañero de bando estaba haciendo de las suyas por aquel lado, pronto irían las autoridades a intentar neutralizar la amenaza. Como odiaba a los equipos antimagia, después de haber creado la vacuna que neutralizan su magia, también sacaron los escudos repelentes. Eso hacía que matarlos fuera complicado, pero no difícil, nunca era tan difícil acabar con ellos.

 

Doblo en la siguiente esquina, esperando escapar de la gente que corría en dirección contraria a la que se dirigía. Y unos segundos después se metió en el callejón, casi cuando pasó una de esas patrullas hacia el lugar donde estaba la Marca en el cielo.

 

—Debería gritar y alertar que tenemos a uno de los fenómenos en nuestro poder— Susurro una voz al final del callejón, después de un momento de impresión se dio cuenta que no era solo uno. Un grupo de seis hombres salieron de las sombras con dirección a donde estaba ella, se veía que estaban borrachos y claramente buscaban todo tipo de pelea, se regañó a sí misma por haberse escondido de la patrulla. Habia dejado al descubierto su naturaleza, por puro instinto.

 

—¿Ustedes piensan que pueden contra uno de nosotros?— Sonrió la Macnair y sacando su varita de un costado de su pantalón, apunto hacia los Muggles —Pueden irse sin lesiones, pero si dan un paso más. Desearan haberme hecho caso—

 

—Somos seis contra una, no puedes hacernos nada— el que parecía liderar el grupo se adelanto y la bruja gritó de inmediato — AVADA KEDAVRA — el Muggle cayó muerto al instante y los demás machitos salieron corriendo.

 

-Sectusempra- Grito dándole al último del grupo que dejaron rezagado y camino hacia donde se encontraba, yacía bañado en un charco de su propia sangre y llagas abriéndose camino por todo su torso —Debían haberme escuchado—

 

Salio del callejón dejando al muggle moribundo en el y poniéndose su máscara plateada en la cara y la capucha escondiendo su cabellera azul, ya no estaba segura en las calles y pronto vendrían alguno de los agentes ministeriales o peor aún algún miembro de la orden. No les tenía miedo, pero era mejor no estar sola cuando llegaran.

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La profunda emoción de asesinar y quemar a todos esos seres impíos que nos aborrecen tenía extasiada, el haber vuelto a los rituales de orígen de mi raza me gracias sentir plena y el alcohol ayudaba también.

 

Alec acababa de alimentarse de un joven, fue cuando me acerque a él riendo a carcajadas y pasó su brazo por encima mío para sostenerse mejor, respondí mordiendo su cuello a manera de juego.

 

-Si somos afortunados de poder divertirnos tanto y vengar nuestros muertos

 

Mi voz en esta ocasión salió gélida y con rencor, los desastres de los muggles habían causado daño, me llene de ira en ese momento y mas en mi situación no permitiría que nada le ocurriera a mis hijos. Toque mi vientre y voltee a ver a Alec.

 

-Ven cariño, vamos a torturar a estos... Muggles

 

Una dama llegó hasta nosotros y pude reconocer que era de nuestras filas.

 

- Estos... Seres no merecen nada más, además son tan poca cosa... Hay que tener piedad con ellos y simplemente acabar su absurda existencia

 

Me encogi de hombros como una niña que no tiene culpa alguna, saque la varita y adelante mi varita al ver se acercaba una joven de máscara plateada y capucha.

 

-Mira cariño, más invitados... ¿Empezaremos a bailar o esperamos a alguien mas?

 

Levante la varita haciendo una venía a mis acompañantes.

 

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@@Hayame Snape Potter Black

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@@Lady Luxure Grindelwald

@@Akiza Ravenclaw H. Ravenclaw

Editado por Ada Camille Dumbledore

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Ministre de la Magie Français // 🌙 dulce asesina by Mael

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Despues de pasar un par de calles si ningún imprevisto, por fin pudo soltar el aire que no sabía que estaba reteniendo. Una cosa era estar totalmente sola a merced de cualquier loco Muggle intentando asesinarla y otra muy diferente era estar acompañada matando a esos mismos asquerosos.

 

Por lo que cuando doblo la esquina sonrió al encontrarse a tres de sus compañeras de bando, sin duda ellas eran las autoras de la Marca que brillaba en lo alto del cielo. Veía como sonreían y la invitaban a su grupo, ella se encogió de hombros y se encaminó hasta donde se encontraban, no tenía algo mejor que hacer en el día que causar caos y destrucción en aquellas calles, ya de por si los buscaban para quitarles su magia, pues había que darles razones para que temieran acercárseles.

 

-Y bueno ¿Por dónde comenzamos la fiesta?- la mortifaga estaba deseosa por el olor a muerte que había en el ambiente, mezclado con desesperación y deseo de venganza. Sabia que sus compañeras pensaban lo mismo, después de haberse robado a los bebés de San Mungo aquellos Nomags estaban en graves problemas.

 

@@Ada Camille Dumbledore

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@@Hayame Snape Potter Black

@@Lady Luxure Grindelwald

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Había llegado a donde me habían citado, a simple vista la marca que me invocó lucia preciosa en el cielo, era algo digno de admirar siempre...las damas presentes estaban vestidas para la ocasión y yo no podía ser menos, en mis labios una sonrisa que no se podía ver por la máscara pero eso no importaba realmente.

 

-Alguien dijo fiesta?...con "Angis" estamos bien dispuestas para que empiecen a bailar.- Llevaba mi varita en mi mano derecha pero no a la vista si no escondida bajo la capa de viaje.

 

Mi ropa era completamente de color negro para mimetizar con la noche, era necesario por ahora moverse entre las sombras hasta que sea la hora de actuar...las calles de Londres siempre parecían ser el escenario perfecto para cualquier actividad ilícita y divertida.

 

-Somos todas las que estamos? O esperamos más invitados?.- Pregunte con curiosidad mirando a mi alrededor para ver si llegaba alguien más a la reunión.

 

Me apoyé en una de las paredes para tener mejor ángulo de la situación, tenía en mente muchas maneras para que esto mejore con el tiempo...ya podía saborear lo que iba a pasar, la sangre iba a correr por las piedras como un néctar llamando a los infieles consumidores de su esencia, no podía esperar mucho tiempo pues la adrenalina ya dominaba todo mi cuerpo manteniéndome en un estado de alerta permanente.

 

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@ @@Ada Camille Dumbledore @@Hayame Snape Potter Black

@Alessa Ashryver Delacour

 

@ El resto(?

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Si miembros de la marca se encontraban cerca causando muerte y destrucción a su paso, esperaba que tuvieran algún tipo de propósito ¿O a caso matarían por matar? Pensé en las chicas Luxure y reí para mis adentros, aquellas chicas se divertían sacando cabezas, al menos yo me divertía dejando

sin sangre a la gente y con aquellos policías podría hacerme un festín.

 

El apuesto pastor se vio preocupado por el accionar de los muggles ¿Acaso no se daba cuenta que llevábamos la ventaja? Quizás su compasión y su devoción eran demasiado grandes como para ver la estupidez que acababa de hacer.

Zahill había sido más práctica y causó una ilusión provocando que el escuadrón se echara a correr.

 

Salí rápidamente a la calle, la oscuridad se cernía sobre el asfalto junto con la ausencia de los niños, esperaba que estuvieran a salvo. Vi que el escuadrón llegaba a la otra calle y regresé con los magos allí presentes.

 

-Debemos llevarla a San Mungo- dije regresando la vista a las cañerías por donde se había escapado la boa constrictor ¿Quién sería? Miré a Kraven y levanté una ceja -tú vienes de allí ¿Acaso no había nada?

 

Sabía que San Mungo estaba haciendo reparaciones por su ataque pero estaba segura de que @@Hades Ragnarok estaba allí y que él podría ayudarlos. Puse bruscamente mi mano sobre el pecho de la mujer.

 

-¿Vienen?- dije con calma -Será mejor escapar antes de que regresen, o me veré obligada a asesinar a esos muggles.

 

 

 

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