Misión Las Encomiendas de Reuben

[Mackenzie Malfoy]

 

 

 

Se alegró de que Scarlet acabara con el dementor, pero la sensación de vacío, tristeza y desesperación no terminó tan pronto. Incluso seguía sintiendo un frío interior que la mantuvo aturdida largo rato. Pero lo peor era la vergüenza que la carcomía por dentro. Enfrentarse a un dementor era de las primeras lecciones que un mago de la Orden del Fénix debería aprender. Para el resto del grupo había sido coser y cantar. Para ella, en cambio, había resultado un desastre. Y no es que fuera una novata, llevaba meses participando en aquellas misiones y no eran menos peligroso el entrenamiento en el Templo de los Paladines.

Fuese como fuese, Vera pasó los siguientes minutos preguntándose porqué un simple dementor la había dejado aturdida y paralizada. Sumida en sus pensamientos y en su vergüenza los siguientes acontecimientos pasaron para ella como una sucesión de imágenes y sonidos apenas percibidos por su consciencia. Vio como Granger interrogaba a un brujo escondido en un rincón oscuro cerca de la barra. No supo lo que el brujo le respondió a Granger, porque enseguida apareció Madeleine y, poco después, un hombre a quien Vera no había visto nunca antes. Saludó a ambos con la cabeza, pues las palabras seguían atoradas en la garganta de Vera.

Antes de salir de la sala principal de la taberna, observó una bolsa de cuero detrás de la barra, muy cerca de donde Granger había encontrado al brujo.

—¿Has visto eso, Granger? —Preguntó Vera, señalando la bolsa de cuero, cuando los demás ya avanzaban hacia otra habitación descubierta por Nathan.

Vera no quiso quedarse atrás. Se echó la bolsa de cuero al hombro y caminó detrás de sus compañeros, mientras utilizaba un Fortress para reunir su energía corporal y deshacerse por completo de las secuelas del dementor. Su piel adquirió un leve tono más oscuro y se sintió mucho mejor.

Observó la frustración y enfado de sus compañeros al ver que la misión se complicaba. Vera no dijo nada, ya estaba acostumbrada a que lo que parecía fácil se acabara por complicar en aquellas misiones. Ayudó en lo que pudo con las criaturas que fueron surgiendo y sonrió cuando Akane hizo referencia al zoológico.

Cuando Madeleine levantó un domo de cristal helado para protegerlo de las inmumerables criaturas que los acosaban, Vera no lo pensó dos veces. Sus hechizos más poderosos tenían muchas veces la pega de tener un alcance muy amplio. Los paladines sabían como protegerse de aquellas fuerzas devastadoras, pero a cualquiera que no fuera un miembro del clan podrían pillarle desprevenido. A veces, la magia paladín distaba mucho de ser precisa. Aprovechando la protección que les brindaba Madeleine, Vera alzó los ojos y escuchó el familiar sonido de una tormenta lejana. Con aquella fuerza, extraída del alma de los vientos y tempestades, conjuró Lamento del cielo y sobre sus cabezas, por encima del domo de cristal, vio desprenderse una lluvia de espinas eléctricas que atacaron a todas las criaturas. Vio la fuerza extenderse por toda la taberna y supo, al instante, que ninguna criatura había quedado viva en toda la taberna.

—Ya puedes levantar el domo, Madeleine —le dijo a ésta cuando hubo concluido de hablar. —Tengo una bolsa que encontré junto al brujo al que Granger interrogó.

Vera no perdió mucho tiempo en explicaciones. Se descolgó la bolsa de su hombro y la abrió para examinar su contenido. Al principio, le parecieron cuernos de unicornio, pero no le hizo falta un divine intelect para percatarse de que eran falsos. Un misterio más que añadir a la lista de lo que estaba ocurriendo allí y que Madeleine había resumido tan bien.

—¿Alguien sabe si aquel brujo dijo algo? ¿Dónde está Granger? —Vera miró a su alrededor en busca de la bruja. —Esto son cuernos de unicornio falsos. Espero que Granger no le diera el oro a ese hombre.

Demasiadas preguntas y misterios. ¿Qué estaba pasando allí? Fuese como fuese, Vera no estaba dispuesta a volver a Reuben con las manos vacías.

[Luna Gryffindor Delacour]

Escucha lo que Made le explica y agarra los pergaminos de forma reverencial, como si fueran un bien preciado que hace mucho tiempo estuvo lejos de sus manos, sus manos se ilumina apenas toca el papel, así que sonríe feliz guardando los papiros en su bolsillo, aunque pareciera que le llame para leerlos, la vampiresa se decide a hacerlo luego, cuando este más tranquila en su casa y sin que nadie pueda ver la emoción que esos papeles que su amiga le dio hicieron que tuviera, la explicación de su amiga la hace sonreír, es cierto que ella no tiene nada que ver y es por eso que intenta calmar los ánimos, pero es difícil cuando los obstáculos se suceden uno tras otro, es como si no quisieran que completarán la misión y eso para la Gryffindor es algo impensado, porque si hay algo que le pone los pelos de punta es no terminar las misiones, algo que no puede pasarle bajo ninguna circunstancia.

 

- El hecho de que Made esté acá y nos ayude, no quiera decir que ella tenga la culpa de todo lo que sucede alrededor, si ese tal Reuben, es tan peligroso como suponemos que es, era lógico que tendría enemigos por doquier, además de que sus encargos son de dudosa procedencia, quiero terminar con el encargo de Reuben e irme de aquí, ya estoy cansada de luchar con todo lo que pasa alrededor, así que vayamos por un misterio a la vez, por lo demás, la información que me diste Made de mí, es genial me encanta saber más de mi amado Clan y lo leeré cuando nuestra seguridad no penda de un hilo, siendo franca, no hay nada que me alegre más que verte - Digo para que todos me escuchen y lo ultimo se lo digo solo a Madeleine, para que entienda que realmente la aprecio y aprecio mucho más su ayuda en esta difícil empresa -

 

- Según tengo entendido Reuben pidió los cuernos ¿verdad? y ahora Vera me dicen que son falsos, entonces nos engañaron y nos timaron, nos vendieron gato por liebre, de verdad que no puedo creer que iremos a ese señor con las manos vacías, ¿no podemos volver a quien nos vendió y pedirle una explicación? a menos que alguno tenga cuernos de unicornios verdaderos, creo que necesitamos ver como solucionamos este problema, no podemos ir con ese brujo gruñón, que encima es un bandido con las manos vacías, así que ¿qué quieren hacer? ¿podemos buscar en otro lado los cuernos? ¿o vamos y le pedimos al que nos vendió una explicación? a menos claro que alguno tenga cuernos de unicornio verdaderos y sepa donde encontrarlo, la situación es más peliaguda y fea de lo que me temía - Digo con más ímpetu y energía de la que generalmente tengo, cerrando la mano en un puño para enfatizar lo enojada que estoy con que pasé esto en la misión -

 

Lo que dice Vera me deja pensando un buen rato, si todo lo que dice es cierto y los cuernos son falsos, ¿por que alguien nos quiere complicar tanto las cosas? la idea de que quizás ellos no sepan que el encargo para el mago de dudosa procedencia son falsos, se cuela en mi mente y entiendo por vez primera porque hay tanto alboroto allí, los ladrones de cuernos quieren lo que nosotros tenemos y como si fuera poco, pusieron trampas para que los mismos nunca lleguen a Reueben, es decir, a quien quiera que le deba el mago, quiere impedir que los cuernos lleguen a él, del porque quiere impedirlo es otro misterio que tenemos que resolver y los mismo se suman a la lista, como un castillo de naipes mal barajado y me hacen sentir un nudo en el estomago, un nudo que espera que se desenrede más temprano que tarde.

- Creo que no quieren que terminemos la misión, se que Made no sabe más de lo que nos dijo, así que con la poca información que tenemos, necesitamos arreglar este escollo, ahora les pregunto ¿alguno tiene idea de como nos paso esto? además de que si le pagamos y creo que sí, ¿como recuperamos los galeones? y lo más importante ¿alguno tiene algun contacto para poder pedir cuernos de unicornio verdaderos? me temo que los que tenía en le departamento de criaturas no nos sirvan, así que tenemos que solucionar la cuestión de alguna manera, ¿alguna idea? - Preguntó al aire, con mi repique de campanas más alto de lo habitual -

 

Siento una ráfaga de viento envolverme, la diosa de Avalon me reconforta sin que se lo pida, así que aspiro el aire, que huele a arboles, hojas y madera, siento su presencia sin necesidad de moverme, mientras maldigo por lo bajo al mago de dudosa procedencia, pero en medio de la desazón que siento y del lío en cuestión, siento una alegría inmensa de que Avalon no me abandonará y el saber que tenía su avalan me hacía sentir del todo cuidada y protegida, pesé a que el quilombo, no se había solucionado, saberme protegida me hizo sentir con más fuerzas, unas fuerzas y un optimismo que no tenía momentos antes, porque el saber que la diosa me ayudaría, hizo que el pedido de Reuben no me resultara tan absurdo y raro como hasta ahora y me decidí a llevarle la verdadera encomienda, solo esperaba que mis compañeros de aventuras y Made estuvieran de acuerdo con eso.

[Ellie Moody]

Off: Con seis votos para la segunda opción, creo que podemos validar que es la ganadora.

 

Ya saben: las encomiendas son la misión principal, podrán investigar el misterio del traficante y otros que surjan, pero recuerden que lo principal es cumplir con los encargos de Reuben para obtener los donativos. Así que a partir de ahora, sigan esa línea.

 

Pd. Consideraré dejar una misión de dos etapas en lugar de tres, depende de cómo vea que avanzan. No les afectará en nada, obvio.

 

@ @@Mackenzie Malfoy @ @@Rory Despard @@Darla Potter Black @

[Darla G Dumbledore]

Scarlet Akane

 

Parece que todos van a perder la paciencia en el lugar, o al menos ya no sabe cómo actuar con tantas criaturas, desde las más peligrosas, como el dementor, hasta las más molestas como los duendecillos y doxys. Madeleine parece perder del todo la compostura o más bien su neutralidad y lanza un hechizo, Scarlet analiza el mismo, con curiosidad, ha leído sobre él en los libros de la oscuridad, fragmentos, sabe que en el Necronomicón está más claro y completo todo. Aunque no se ha tomado el tiempo aún de ir a la Fortaleza Errante a estudiarlo.

 

A su alrededor el mago, la bruja y los “misioneros” parecen lanzar varias preguntas y comentarios a lo que ha dicho la recién llegada. Scarlet se gira, buscando a Vera y a Zahil, a la primera la encuentra, aún algo aturdida pero ya en pie y minutos después aplica sus poderes para termina de deshacerse de las criaturas que continúan por fuera de la cúpula de hielo. Sus ojos sin embargo buscan a la misma rubia que menciona Vera ¿dónde se han metido la Granger y el mago escondido?

 

—¿Creen que la haya secuestrado el mago? ¿Sería él el contacto de los cuernos falsos para Reuben? —sacudé la cabeza molesta —no podemos dejar que Reuben deje de colaborar —dice moviéndose inquieta hacia el borde de la cápsula de hielo —umbra —susurra apenas y lentamente su sombra comienza a desprenderse y tomar forma corpórea junto a ella. Le basta con mirarla para que sepa que es lo que debe hacer. La sombra de la bruja sonríe y cuando la mira descubre la mezcla de colores en sus ojos, es mitad Darla y mitad Scarlet, quizás eso la haga aún más poderosa, porque se entiende con el alter ego y la huésped.

 

—¿Le pagamos? —dijo de pronto sorprendida por los comentarios o preguntas de Luna, sacudió la cabeza molesta, en serio, no sabían negociar, así no se trata con contrabandista, pensaba mientras recordaba cuando había negociado y obtenido precios mejores para cumplir sus metas, pero por lo pronto estaba allí, varada y con una promesa por cumplir.

 

—Iremos tras él, conseguiremos los cuernos reales aunque debamos torturarlo para obtenerlos y se los llevaremos a Reuben, es necesario que él siga confiando en la Orden pero deberíamos intentar que nuestro amigo nos hable más de sus contactos cuando nos envíe con ellos —gruñó mientras su sombra seguía buscando por todo el lugar.

[Sophie Elizabeth Granger]

El mago se queda callado mientras la mira a los ojos, no parece asustado con su amenaza aunque deberia y eso hace que la bruja se moleste de verdad. Le gruñe, mostrandole los diente para intentar intimidarlo mas y hacer que hable pero este se rie en su cara mientras le lanza una bolsa de cuero que cae precariamente en la barra. La Granger lamenta no correr a ayudar a los demas pero parecen no requerir una mano extra asi que guarda su guadaña y se va hacia la bolsa para revisar su contenido. Grave error, el mago la empuja al suelo y le arrebata la bolsa con el oro.

 

Por un momento la bruja no sabe si correr tras el o tomar la mercancia por la que estaban en ese embrollo. Se decanta por la segunda opción solo para percatarse del engaño, los cuernos son falsos. Ahora tendra que correr para atraparlo asi que sale tras el dejando la bolsa de cuernos falsos en la barra. Cuando sale, lo ve dar la vuelta en una esquina del fondo del callejon y usando su phantom intenta darle alcance, pero aquel delincuente parece poseer la misma supervelocidad que ella por lo que termina agotada y sin poder atraparlo

 

- Criaturas de sombra - grita invocando a dos lobos que corren tras el mago mientras ella se recarga en una pared y descansa mientras espera a sus canes. Cuando vuelven a ella lo hacen sin el mago pero le traen un premio, han logrado arrancarle un pedazo de tunica, para su buena suerte, este pedazo trae un pergamino dentro.

 

La rubia lo toma y dentro hay una dirección que no le es familiar pero seguro alguien reconocera, lo mejor es regresar a la taberna y ver si los demas estan bien. Abre la puerta y se topa con Madeleine y los demas en un domo, cuando este desaparece escucha a Vera y los demas. Es hora de darles las malas noticias

 

- No le pague precisamente, digamos que tuvo un golpe de suerte y termine en el suelo y sin dinero y con esas baratijas. Lo segui por el callejon con mis lobos, y ellos me trajeron esto, tal vez sea el sitio de una proxima entrega - dijo entregandole a Madeleine el pedazo de pergamino.

 

 

 

 

Callejon a un costado de Anokaa, 60 Fisherton St, Salisbury, 3:00 AM, Mr Smith

Editado 10 de Septiembre del 2020 por Zahil Aranel Granger

[Luna Gryffindor Delacour]

En mi fuera interna por más que la diosa de Avalon esté a mi lado, siento que se me escapa algo, es como si supiera que tengo que hacer pero mis pies y mi agilidad no estuvieran por la labor de lograrlo, de repente tuve miedo de que Reuben sea realmente un embaucador, uno de esos que robaban los sueños de los demás y los hacían añicos, ¿o era un simple pensamiento porque la misión parecía decaer por momentos? no sabía como explicarles lo que sentía, solo sabía que las encomiendas del mago me estaban dando un dolor de cabeza supremo, uno que no curaría así como así y solo esperaba hacer su encargo y volver calentita a mi cama en la mansion Gryffindor, bufé molesta de todo lo que pasaba a mi alrededor y les comenté a todos esperando que entendieran que era primordial encontrar ese encargo y volver sanos y salvos a nuestro cálido hogar.

 

- Paren un segundo todos, dejemos de defendernos y pensemos ¿qué demonios quiere el tipo que odia a Reuben? además tenemos que llevar el encargo y volver, no podemos desviarnos del camino, así que mejor no investiguemos porque están las criaturas acá o porque nos atacan, sea lo que fuera le debemos a Reuben su encargo y por lo que a mi respecta, estoy harta de que sigan apareciendo trabas en el camino, así que pensemos un momento ¿qué haremos para volver con los encargos sanos y salvos? porque me temo que como sigamos así, esto no terminara nada bien, es la lucha de este mago raro, no nuestra, solo llevemosle el encargo y que se termine la historia ¿que creen? ¿qué quieren hacer? - Les digo con más ímpetu y energía de la cuenta, esperando que mi idea sea bien recibida por todos -

 

No dije que de repente veía a Reuben de otra manera, ¿quien lo conocía? ¿por que íbamos a ayudarlo? que sea de fe dudosa no hace decaer que la Gryffindor quiera ayudarle, lo que si hace decaer es la energía que pondrá para la misión, no es que lo que haga estará mal, pero esta segura que ese tipo tiene más trapitos sucios de lo que podemos ver a simple vista, porque si no fuera así ¿como explicarían todos los obstáculos en nuestro camino? desde criaturas raras, hasta boggarts y dementores, eso no era de un tipo honrado y bueno, así que en la escala de grises, era el tipo más gris y ambiguo que había conocido en mis cortos años de vida y estaba segura que iría con cuidado apartir de ahora, sin contar que no confiaba en él en lo más mínimo, su idea de hacer la encomienda lo mas rápido posible y terminar, le hace sentir mejor consigo misma, solo tiene que ver como termina de defenderse y todo vuelva a su cauce natural.

 

 

Piensa un momento en si la Diosa de Avalon estaría de acuerdo con que hiciera las encomiendas de ese hombre, se dice que si le ayudaría y piensa en ella como si pudiera oírla o verla a su lado, sabe que su estrella la acompaña a donde va y entiende que sentir la brisa y oler el aire lleno de flores, hace que se sienta más cerca de ella que antes, también comprende que sea bueno o malo Reuben, merece una respuesta así que solo piensa en terminar su encargo de una buena vez y volver a su cálida cama en la mansion Gryffindor.

No tarda en escuchar a Scarlet y asiente en su idea de ir tras él y que nos de los cuernos originales, siente un escalofrió al escuchar el "torturarlos" no quiere llegar a tan lejos para terminar el operativo, suspira frustrada y con un dejo de cansancio generalizado, esta harta de caminar en lo que ella llama círculos sin respuesta alguna, así que espera que todo se solucione de alguna manera en particular.

 

- ¿En el suelo sin dinero y con baratijas? Scarlet tiene razón, nada de buscar sus entregas, vayamos tras él y que nos de una maldita respuesta, estoy harta y no me importa si él es el ministro de magia, vayamos tras él y busquemos esos cuernos originales y que nos diga porque nos dio los falsos, estoy hasta la coronilla de este tipo, demosle lo que quiere y terminemos la historia, entre lo que dijo Scarlet y lo que encontró Zahil, estamos más cerca de terminar esta misión que de que gané las elecciones para vampiresa estrella ¿no creen? - Digo en tono burlón, bufando de enfado y harta de Reuben y sus encomiendas que no nos llevan a ningún lado -

 

No tarda en entender que quizás esa misión le queda grande, siente el peso de haber fracasado en sus hombros como una oleada de frió polar, como si se le aguijoneara el corazón de tan solo pensarlo, así que niega con la cabeza y piensa que todo les saldrá bien, que están más cerca de descubrir todo o al menos, se miente y se engaña diciéndose que eso es así y espera solo terminar la misión, ya no quiere la ayuda de Reuben, aunque la necesiten dicho sea de paso, solo quiere que los obstáculos se acaben y llevarle lo que él quiere y punto, solo que teme que para que se terminé primero deben de resolverlo todo y teme no poder lograrlo a tiempo, solo espera estar equivocada en su feo pensamiento.

[Mackenzie Malfoy]

—Tienes razón, Lunita, vayamos tras él. Al menos tenemos una pista por la que empezar —comentó Vera mirando sin disimulo por encima del hombro de Madeleine, hacia la nota que le acaba de pasar Granger. Allí había una dirección y un nombre y Vera acababa de tomar buena nota mental de ello. —De todos modos, no deberíamos prejuzgar. Quizás Reuben no sepa nada ni tenga nada que ver con lo que ha ocurrido aquí. Y tampoco sabemos exactamente qué es lo que ha ocurrido aquí.

 

La joven paladín recorrió el lugar con sus maltrechos ojos, a través de la venda que le permitía dilatar sus pupilas con normalidad. Muchos de sus compañeros pensaban que las criaturas que les habían atacado eran defensas u obstáculos para impedirles obtener los suministros que buscaban y que el dealer de Reuben era un ladrón, un timador o algo peor. Vera había aprendido a desconfiar de las primeras impresiones. Con la facilidad de quien ha entrenado ya un poder tantas veces que apenas llega a ser consciente del complicado proceso que muchas veces es necesario para materializarlo, divisó con detenimiento la taberna como un todo. De pronto, era consciente de la energía de aquel lugar. Podía ver interiormente cada arista de las paredes y cada grieta del suelo. Podía sentir la aspereza de sus muebles, oler la fetidez de algunos almacenes y escuchar el ruido de las bajantes escondidas. Con Divine Intelect activado, Vera era plenamente consciente de cada una de sus partes y, a la vez, veía fluir la energía de la taberna como un todo. Ahora le resultaba más fácil pensar, observar los detalles, atar los cabos sueltos. Con aquel poder, podía pensar con extraordinaria claridad e inteligencia.

 

—¿Se escondía el mago de nosotros cuando llegamos o acaso se estaba escondiendo también de las criaturas o de alguien más? —A través de la venda, era perfectamente distinguible el brillo azulado que desprendían sus ojos, tan característico del poder del Divine Intelect. Vera hablaba en dirección al grupo, pero era evidente que también estaba pensando en voz alta. —Hay arañazos en la primera de las salas que no hemos hecho nosotros. ¿Los vieron? No están hechos por ninguna criatura… parecen la consecuencia de un forcejeo, de una lucha. Hay también un olor especial en el ambiente, que no corresponde al brujo ni tampoco a las criaturas que hemos visto. Parece humano… y tampoco proviene de nosotros. —Vera hizo una pausa, concentrándose al máximo. —Creo que aquí hubo una lucha antes de que nosotros llegáramos. Las criaturas formaron parte de esa lucha y me apostaría todos mis ahorros a que el ataque se dirigió al brujo que encontramos. Creo que él no es un ladrón, sino que está buscando al ladrón. Si lo encontramos, podremos ayudarle a encontrar a ese ladrón y la mercancía que le robaron, los cuernos de unicornio que él guardaba para Reuben.

 

Con la seguridad que los paladines guardan dentro de sí, tras analizar las cosas mediante el Divine Intelect, Vera se dirigió hacia el exterior de la taberna y se desapareció rumbo a la dirección indicada en la nota que Granger le había dado a Madeleine. Quizás debiera haber esperado órdenes, pero estaba bastante segura de que aquella dirección era la mejor baza que tenían para terminar con éxito la encomienda de Reuben.

[Nate Weasley]

Por un momento todo es demasiado. Está molesto, aunque no sabe bien con quién. Sabe que no es culpa de Moody, más allá de lo que haya dicho, ella no es más que una intermediaria y, aún más, está por encima en la línea de mando dentro de la Orden del Fénix: no debería haberle faltado el respeto. Sabe que no es culpa de ninguno de sus compañeros de misión, aunque con ellos no tiene problema alguno. Tampoco es con el Athens, a quien no conoce, o con su proveedor, quien no es su enemigo. ¿Qué le sucede entonces? ¿Qué son estos sentimientos que abundan ahora dentro de él? Piensa, por unos segundos, e intenta concentrarse.

 

Madeleine, sin embargo, llama la atención de todos. Su voz tiene una autoridad que el Weasley admira –– envidia, en realidad, puesto que la suya es calma y templada e incapaz de alzarse más que un par de octavas. Cuando el enojo lo invade rara vez tiene exabruptos como los que tuvo hacia ella segundos atrás, generalmente se lo guarda para sí y luego lo procesa a solas, intentando descifrar si en verdad tiene que estar enojado para con alguien. Luna intenta calmarlo, y aquello solo contribuye a su malestar puesto que no le gusta mostrarse así de irascible ante un ser tan lleno de calidez y bondad como ella. De pronto, todo le resulta demasiado, no entiende bien que le sucede pero no puede quedarse allí. No puede respirar, y el vaho de la taberna no hace más que sofocarlo.

 

–– ¡Phantom! –– exclama, un truco que ha aprendido recientemente de la mano de su mini-familia dentro de la Orden del Fénix: la Orden Oscura. El efecto es instantáneo, y de pronto la sensación de corporeidad de la que normalmente es consciente pero ignora, desaparece. Su existencia ya no es tangible, ahora existe de manera incompleta, y aquel es su vehículo hacia la libertad que tanto anhela en aquel momento.

 

Sabe que probablemente se arrepienta de esto en algún momento, pero hace oídos sordos de la conversación que sus compañeras mantienen a su alrededor y aprovecha su existencia incorpórea para salir del domo de cristal que Madeleine invocó, minutos atrás. Sale de la taberna, y se detiene en pleno Callejón Knockturn a regodearse en el aire fresco y las gotas de lluvia que atraviesan su figura, sin siquiera aminorar la marcha. Intenta, ante la calma que el medio le brinda, llevar sentido a lo que le estaba pasando: empezó a sentirse así apenas ingresó a la taberna, cuando de a poco los objetos comenzaron a "hablarle", a pasarle un poco de su energía. Y entonces recordó lo que uno de sus compañeros de la Orden Oscura le había advertido: que una vez que permitiese a experimentar aquella magia, debía aprender a controlarla.

 

Todo tenía sentido. No era enojo lo que sentía, sino que estaba reaccionando bajo el peso de la energía que su derredor tenía. Le resultó simple, y relajante, imaginárselo todo como una balanza: su energía interna estaba en perfecto equilibrio entre los factores que le daban energía y los que se la sacaban, y en esa taberna había perdido el control fácilmente cuando los ingresos fueron mayores a las pérdidas. Nathan suspiró, mofándose de sí mismo por su inexperiencia: cuánto camino le quedaba por andar, en lo que concernía al dominio de la magia.

 

Segundos más adelante, creía estar lo suficientemente calmo como para volver... debía disculparse con Ellie. Aquello no le entusiasmaba en lo absoluto –– por alguna razón, detestaba mostrarse vulnerable frente a ella.

 

La puerta de la taberna se abrió, y Vera salió caminando a paso decidido: ¿se dirigiría, acaso, donde la Granger había mencionado momentos atrás en la taberna? Nathan consideró sus opciones y, decidió que, si bien no podría escapar de la disculpa hacia la Moody – su propia moral no se lo permitiría – si podía demorar el momento.

Editado 12 de Septiembre del 2020 por Nathan A. Weasley

[Luna Gryffindor Delacour]

Sonríe cuando Vera le da la razón de ir a buscar a Reuben, se siente mejor que antes, más animada, más feliz y mucho más segura de si misma, se siente mayor y distinta, como si la diosa de Avalon le hubiera dado una bocanada de aire fresco, observa a Vera marcharse hacía la dirección que Granger le dio a Made, suspira no sabiendo que hacer acontinuacion, odia no saber a donde dirigirse o que hacer, ¿los seguía o se quedaba allá? pero cuando ve que el Weasley no esta allí parpadea asombrada ¿en que momento Nathan se fue de allí? se siente mal por no haberlo visto y no haber visto que se marchaba, ¿tan distraída estaba pensando en la diosa de Avalon que no noto todo lo demás? se siente fresca y feliz, así que decide irse antes de que alguien más le diga algo.

 

 

- Vera y Nat tienen razón vayamos a buscarlo, no perdamos más el tiempo, los arañazos y cortes en las paredes los vi pero no preste atención, pensé que era obra de un lobo, un perro o un animal salvaje, jamás imagine que quizás sea de las personas que lo perseguían, enserio ese Reuben me va a escuchar, a todos, porque creo que ninguno está excepto de cansarse, vayamos al origen de todo y a preguntarle por qué nos mando a una trampa, para mí ese timador sabía a donde nos mandaba, solo que se hizo el distraído, insisto que no confió en él, pero si no queda de otra, volvamos a los orígenes y vayamos a donde dice la nota de Granger, es importante y menester llegar a tiempo - Digo a nadie en particular, yendo hacía la puerta y abriéndola, la ráfaga de viento alborota mis cabellos pelirrojos, deseosa de encontrar a Nat y a Vera lo más pronto posible -

 

La taberna parece más chiquita y menos terrorífica de afuera, la mira como si temiera estar abandonando su misión en realidad ¿qué pasaba si no lograban su cometido? sacude la cabeza intentando pensar que hacer a continuación, si bien fue su idea ir tras el traficante maldito ese, en esos momentos hablaba su malestar enérgico, ahora alcanzando a sus compañeros y en un raro mutismo en ella, por primera vez siente miedo, pero se lo traga y no lo dice, así que sonríe alegremente, ocultándoles que teme estar yendo a otra trampa más, por lo demás quiere explicaciones y necesita encontrar a ese maleante, aunque una parte de ella se siente una desertora de misiones para la Orden.

 

 

- Chicos, vayamos con la varita preparada, no es por nada, pero si vamos a enfrentarlo tenemos que tener un plan y preguntarle porque lo quieren muerto, me temo que no es trigo limpio, así que se sabrá defender muy bien, debe parecer que queremos tomar el te con él, de acuerdo, no haremos eso, pero que parezca que lo queremos ayudar y luego le increpamos ¿si? no quiero que nos lastime o nos hechice, es por precaución nada más - Les pido aún afuera cuando me reúno con Nat y Vera en la acera, antes de que nos desaparezcamos hacía allí -

 

 

No tardamos nada en ir al lugar que nos dieron, antes de irme, miro para atrás dejando la aventura, la experiencia y la desazón detrás, sin quererles decir a nadie, que esta misión hizo que fuera mucho más fuerte, más asertiva y más guerrera que antes, porque cada misión de su amada Orden le daba un poquito más de experiencia y más en concreto, las que eran dirigidas a su amado clan la Orden de Avalon, sentía el aval de la Diosa en cada paso que daba, su pergamino con las notas de su Made lo tenía en su bolsillo y lo acariciaba reverencialmente con su mano izquierda, como si lo llamará a leerlo, pero negando con la cabeza y dirigiendo un ultimo vistazo al lugar, se desaparece con un fogonazo violeta a buscar a Reuben, esperando que todo saliera la mar de bien y terminar con la misión lo mejor posible.

[Rory Despard]

No tendría que sentirse o asombrado, pero esas emociones son las que se sobreponen a todas las demás por la facilidad con que todas esas personas lidian con la magia oscura, o con el hecho de que los "encargos" se tuerzan y nunca sean lo que deberían ser (o se suponía que serían). Lejos de empezar a encontrar respuestas a lo que viene sucediendo, todo lo que se suceden son más interrogantes, como el por qué había tantas criaturas en el lugar, y la fiereza con que los atacan, como si protegieran algo especialmente valioso.

 

Un joven de mal talante se había dirigido a Madeleine (se había arrepentido del tono de sus palabras un minuto después) y otra mujer de aspecto un tanto amenazante le indicaba que la magia no solo emanaba del ambiente sino de algunos de los miembros presentes en la sala, que se servían de ella. Rory no pudo hacer más que persignarse ante aquella revelación, no muy seguro de querer averiguar a qué se refería ella con que de todos modos "venían en paquetes de los buenos".

 

Casi que lo único sensato que escuchaba era las palabras de la muchacha llamada Luna, respecto a todo eso solo mostraba la indecencia de los actos de aquel financista de la odf. Y eso es lo que en el fondo esta cuestionándose, porque Madeleine vuelve a insistirles en que tienen que asegurar el dinero de dicho sujeto. Entonces, tiene que obligarse a pensar en las personas, esas para las que puede hacer toda la diferencia, tener un botiquín de primeros auxilios con los cuales auxiliarse, ante ataques que siempre resultan inesperados.

 

No quiere averiguar más de los poderes oscuros, pero el pergamino que le han confiado a Luna le interesa. Leer manuscritos, aunque en su caso se limiten a historia de la Iglesia, siempre le resulta atractivo e interesante. Y aunque no lo haya explicitado, en las palabras de la bruja cree encontrar cierta similitud a lo que él mismo ha estado experimentado, que ni siquiera es que le pasara solo desde su llegada a Londres, sino que lo ha acompañado la vida entera.

 

Su madre solía decir que aunque no brillante, su instinto para predecir las fechas de lluvia no fallaba nunca. Y puede que todo sean imaginaciones suyas, pero si prestaba solo un poco más de atención a los duendecillos, se sentía casi como si...pudiera entenderles, como si construir un lazo de entendimiento con ellos, aun siendo tan belicosos, fuera posible. No le es posible seguir indagando sobre aquello, pues otra bruja del lugar (Vera) se deshace de todas las criaturas del recinto con un solo (poderosísimo) hechizo, pero las dudas todavía le acompañan, mientras los demás siguen debatiendo la naturaleza de esa misión y de qué manera continuarla.

 

La magia no es más que otra manifestación del poder del Dios único y verdadero sobre la tierra, ¿cómo podría él servirse de una divinidad apócrifa y confiar en magia que emanara de una entidad que le es desconocida? Es inadmisible, peligroso y...

 

No sigue el hilo del pensamiento, porque acaba de escuchar de la misma mujer de antes (Scarlet) considerar la tortura como un método para conseguir la información y sacar la misión adelante ¡Pero que clase de pensamiento era ese! Tenía que encararla, decirle que ni de chiste podía considerarse eso como una opción, pero la aparición (o reaparición como constataba el rostro de los otros) de una mujer rubia, justo de quien habían estado especulando su desaparición, hace que pierda la oportunidad de hacerlo. La información que corrobora que lo único que había en el saco eran cuernos falsos, les obliga a tomar una decisión.

 

Y aunque no la quiere cerca de él, tampoco puede ser tan mezquino de no reconocer su valentía, de haber perseguido ella sola al sujeto y haber conseguido arrancar esa dirección que al menos les da una pista para poder localizarle.

 

- Todos merecen una segunda oportunidad. Nadie aquí tiene la verdad absoluta de este hecho, así que todo lo que podemos hacer es ceñirnos a lo que nos tiene aquí reunidos ¿cierto?- no ha dicho nada que no suene a obviedad, y ahora está seguro que sus demás compañeros lo deben tener en peor consideración de la que ya le tenían- todos han mostrado unos poderes fantásticos, así que creo que...podremos conseguirlo.

 

Hay algo que le ha intrigado todo el tiempo, la mención recurrente a los clanes de la orden del fénix. Porsupuesto, no ha sido allí que ha escuchado por vez primera de ellos, pero lo cierto es que más allá de saber de su existencia desconoce totalmente sus orígines y la función que cumplen dentro de esa organización. Tal vez no es el mejor momento para empezar a averiguarlo, pero al menos tras todo el caos, por fin hay un resquicio de calma mientras todos se disponen a partir.

 

Él se ha tardado solo un poco más que los otros en llegar, pues la aparición le es especialmente difícil y requiere mucha concentración para no despartirce, pero cuando supera los mareos y el temblor en las piernas tras reaparecer, es que se permite, con un hilo de voz apenas audible, externalizar a sus compañeros todas sus dudas al respecto.

 

- ¿Cómo es que cada uno supo cuál era su clan? ¿Uno lo escoge o es escogido? ¿La magia que son capaces de usar, tan asombrosa, de dónde es que proviene?

 

@ @@Mackenzie Malfoy @ @@Darla Potter Black @ @Madeleine Moody

Off: Mi niño es un lento de c******, ténganle paciencia v,v

Editado 12 de Septiembre del 2020 por Rory Despard