Maestría en Escobas + Adivinación Septiembre 2020

[Sagitas E. Potter Blue]

http://i.imgur.com/AfMQsef.png

https://www.youtube.com/watch?v=lywjO5D2xko

Maestría en Escobas + Adivinación

"Pasen y vean,

la función va a comenzar"

 

 

La carpa central del circo tenía el techo levantado, de manera que, desde el centro de la arena, era posible ver las primeras estrellas de aquel amanecer, aunque aún quedaban al menos dos horas para que la noche se asentara en las afueras del pueblo de Ottery, donde había citado a las dos alumnas de este mes. Hacía un poco de fresco pero seguro que, volando, se les pasaba. Le preocupaba un poco @@Hayame Snape Potter Black porque tenía la intuición que podría ser una alumna algo difícil de dominar con una escoba entre las alas pero esperaba poder controlarla. De todas maneras, le diría a los dragones que vigilaran el burejillo superior y que se la comieran si intentaba escaparse. Con eso, seguro que la tendría bien sujeta.

 

Por otro lado, también le preocupaba un poco la otra alumna, @, pues con la Adivinación tendría que estar atenta a ella para ayudarla a ver y eso le podría dejar de lado a la vampira murciélaga que seguro que aprovecharía para hacer de las suyas.

 

Los miembros del Staff, benditos sean, habían movido la caseta de su tienda de Adivinación al interior de la carpa, con todo el material que usaba para (embaucar a los ingenuos) atender a los que acudían a que les leyera el destino. Yo era una buena vidente y adivinadora y solía hacer sesiones en el Circo cuando abría por las noches y yo tenía tiempo libre. Bola de adivinación, cartas, velas, libros de magia adivinatorio, posos del té e incensarios descansaban sobre una mesa con un enorme tapiz rojo de terciopelo.

 

¿Había mandado los pergaminos a las chicas? Ahora dudé pero recordé que sí, que había citado a ambas en el circo a las 9 de la noche, en la entrada, para sus respectivas clases. A Isabella le había dicho que no hacía falta que trajera nada, excepto una libreta por si quería tomar apuntes. A Haya le había dicho que ni se le ocurriera traer sus escobas, que me las conocía y sabía que hacía trampa. Ni animales, ni plantas, ni amuletos, ni objetos de broma, que iba a ser muy seria con ella. Nada de ser hermana. Era su profesora.

 

¡Ah, sí! Lo único que le pedí que trajera a Haya era a mi gato Micifú que se había quedado su novia Lissette y no me lo habían devuelto. Y como no me lo devolviera... Se iba a caer más de una vez de la escoba. De eso me encargaría yo.

 

Y con la sonrisa picaresca de quien espera "vengarse" en su hermana alumna, me froté las manos y esperé a que llegaran.

[Hayame Snape Potter Black]

Casita Snape

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La bruja había recibido las ordenes y el mensaje de su hermana para asistir a la clase de Maestria de Escobas lo que le hubiera sorprendido más si no hubiera llegado Lisette toda feliz a casa, alabando la clase que había recibido y lo bien que se lo había pasado; pues como no iba ella a sberlo, si su mana le había dado esa clase memorable sobre conocimientos Muggles que había terminado con ella internada en Santos Mangos, habiendo sido arrollada por el bus más muggle y gordo del mundo!!

Así que... de primera instancia, había pensado en llevar su propia escoba pero apenas y lo había pensado cuando un llameante e iluminado PROHIBIDO le aparció casi enfrente de las narices, lo que significaba que como intentase truquearse las clases con algo como eso, estaba desechado; mi**...coles en la tarde, su hermana ya le conocía de todas a todas sus trucos y justo cuando pasaba por su cabeza su entrada triunfal a la clase, dentro de las fáuces de su planta favorita, Morita... la prohibición de llevarla había saltado.

Sí... esa bruja le conocía todas sus mañas y eso era un problema grave...

-Podría aprovecharme del charco ahogado entre estas lineas... pero entonces me arriesgaría a que esa loca quiera ahogarme justo en el centro de ese charco o tragarme como lo tiene acostumbrado... -pensó comenzando a pasarse una mano por la barbilla, mirando de lado con gesto pensativo y los ojos entornados ante la mirada de su novia -que por cierto...

Había comenzado a decir y entonces, le dió un vistazo a los brazos a la chica que parecía sostener algo afelpado y adorable entre estos... lo que la hizo alzar una ceja mostrando un muy evidente tic en uno de sus ojos

-Lisette... y ese gato? -la cuestionó y al siguiente momento la mirada de la rubia Ryddleturn parecía haberse vuelto peligrosa -ah... así que a esto se refería... -comentó la Snape mirando el pergamino que había recibido para después, colocarse una mano en la cadera mientras observaba con severidad a Lisette -señorita, no puede robarse los gatos de otras personas y no vamos a tener un nuevo Misifús en esta casa... es una órden!!

Aseguró alzando la barbilla

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5 Doritos más tarde. Entrada del Circo

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Una mancha blanca y afelpada se movía por entre los árboles que rodeaban al circo, desde que lo habían tenido que mover a otros terrenos ahora este lucía como si fuese una especie de zona mágica y de ensueño en medio de la noche; solo los que sabían que aquel lugar estaba en el parque podían encontrarlo con facilidad y la Snape que solía trabajar en este en sus mejores tiempos siempre sabía ubicarlo

Pero...

En esos momentos se sentía tan avergonzada que caminaba lo más despacio que podía hacia su clase, rogando por no tener compañeros o compañeras de estudios porque entonces, esa memoria la mantendría en sus pesadillas por siempre

Y afortunadamente todavía no veía que nadie se acercara porque mientras más iba llegando bajo las luces que se proyectaban hacia el suelo para que los estudiantes no llegaran a oscuras, se veía como avanzaba una botarga gigantesca de gato blanco; las orejas alzadas y moviéndose con algún mecanismo mágico, la cola gigante y esponjada... avanzando en sus dos patas traseras mientras que el rostro de la Snape se ocultaba bajo la enorme cabeza de gato del disfraz

Literalmente... había llegado con un disfraz de gato blanco gigante a su primer clase de Maestria con Escobas y lo único que quería hacer era darse un Avadazo a sí misma

Pero en esos momentos... temía más a las iras de Lisette que había dejado en casa

-Miau... hola... -se presentó alzando una mano enfundada en una enorme pata peluda -soy Jessie y seré tu nuevo gato de reemplazo porque el otro fué secuestrado por los mortífagos para sus cosas malvadas... Lisette dice que no puede devolverte al gato y que lo lamenta mucho así que ahora, soy su reemplazo -dijo con un tono de voz que evidenciaba lo muy apenada e irritada que se encontraba por aquello

Pero de solo recordar la mirada y la varita de la rubia... si, prefería mil veces la botarga de gato...

Editado 2 de Septiembre del 2020 por Hayame Snape Potter Black

[Isabella Hawthorne R.]

—Tarde tarde tarde, es muy muy muy tarde —. Chillaba la pequeña criatura dando brincos alrededor del escritorio en donde Hawthorne descansaba, con la cabeza escondida entre sus brazos, ejerciendo una ligera presión en sus oídios para evitar escuchar los quejidos que lanzaba su propio elfo doméstico, quien sostenía entre sus finos y largos dedos el reloj de bolsillo de su ama, marcando las nueve en punto. —Ya es demasiado tarde para su clase, madame. — volvía a repetir por décima vez en menos de cincuenta y ocho segundos.

 

—Adivinación... —Masculló la matriarca de la familia Ravenclaw mientras erguía ligeramente la cabeza y levantaba con pesadez sus parados para poder fijar aquella mirada apagada sobre un punto fijo situado en las mazmorras. Aún conservaba dentro de su sistema el efecto de aquellos hongos alucinógenos que le proporcionaban los Triviani, los mismos que le producían un sinfín de alucinaciones, definitivamente haberlos fumado aquel día no fue una buena decisión.

 

—Quizás de esa forma pueda adivinar como podrías dejar de ser un estorbo sin la necesidad de liberarte —. Gruñó por lo bajo, amenazante mientras se levantaba bruscamente de la butaca en la que se encontraba descansando y avanzaba un par de pasos hasta el mesón principal, lugar en donde descansaba su varita de espino.

 

Chasqueó la lengua, empuñando su arma mágica al mismo tiempo que sacudía el residuo de polvo que había estado arrastrando su pesada capa de viaje y con una ligera floritura materializaba lo único que tenía preparado para su clase: aquella libreta de cuero ennegrecido que le serviría para tomar cualquier que creía necesario, cosa que terminaría no haciendo, suficiente era si acataba las ordenes de su profesora, cosa extraña realmente extraña ya que gracias a su espíritu libre siempre terminaba haciendo lo que se le venía en ganas.

 

Bastó tan solo un profundo y pesado parpadeo para materializar su cuerpo en las cercanías de un circo; los obres plateados de la banshee recorrieron los llamativos colores de la carpa, seguido por aquellos focos que iluminaban el oscuro celaje que tenía a su alrededor. Sonrió hipnotizada por aquellos llamativos colores y fue entonces que percibió aquella melodía cautivadora que la invitaba a pasar, sus pies se movían de forma automática entre la gramilla provocando que la humedad del rocío dañara sus zapatos altos de suelas rojas.

 

—Yo pensaba que las rarezas del circo no serían parte de la clase —. Vociferó haciéndose presente dentro del lugar con aquella postura altiva que siempre portaba. Una sonrisa torcida se reflejó en sus labios color carmesí mientras observaba como la extensa y larga cola blanca se mecía de un lado al otro como si de un animal real se tratara. —Isabella Hawthorne Ravenclaw —. Se presento ante ambas féminas arrastrando aquel acento francés tras sus palabras.

[Hayame Snape Potter Black]

Entrada del Circo

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La bruja en disfraz de gato emitió un suspiro y comenzó a rascarse la cabeza, aún meneando aquella cola afelpada y mágica que reflejaba mucho de su estado de ánimo, así como el movimiento de las orejas; unos momentos después giró la cabeza al escuchar a quien en aquellos momentos llegaba para compartir sus clases y emitió un nuevo sonido felino, cerrando los ojos y nuevamente con un tic sobre una de sus cejas

-Bueno... yo solía trabajar para el circo en su época dorada, así que esto no es extraño para mí... deberías de haberme visto con el acto que solía hacer con mi Tenc´tacula Venenosa Gigante... eso creo que si se podría sumar como una rareza...

Confesó mientras que movía la cabeza a modo de saludo y entonces, volteaba a ver a su profesora con el ceño fruncido

-Bueno, tomando en cuenta que me has prohibido usar mis juguetes favoritos y ni siquiera escoba me has dejado traer... cómo piensas que aprenda a volar en escoba, eh?? -dijo cruzándose de brazos mientras sonaba como si soltara un bufido de gato -no me van a crecer alas en la espalda... o si...?

De repente observó a su hermana con desconfianza, solo faltaría que le arrojara una maldición para convertirle la cola del gato en una escoba y que se las arreglara para aprender de esa manera

[Sagitas E. Potter Blue]

Silbaba, contenta y orgullosa de como estaba dejando la zona del circo en la que daría clase cuando sentí el ruido del Basilisco, siseando enfadado. Le presté atención porque no es bueno que un bicho así asalte los alrededores porque no atiende a razones cuando se disguta.

 

-- Anda, Terminator, calma... ¿Qué te pasa ahora? -- intenté pasarle la mano por la barriga pero sin mirar, ya sabéis, por eso de morirse y tal, a saber lo que toqué porque él me contestó más a la derecha. Abrí un poquitito el ojo derecho y observé. El Basilisco se arrastraba hacia la entrada. -- ¡Ah, no! La entrada no, Terminator; sabes que está prohibido. Si te comes un espectador, el seguro no lo cubre. ¿Cómo, que te comerás un gato blanco?

 

En un principio intenté recordar cuál de mis animalitos podía considerarse un gato blanco pero no encontraba uno en concreto que estuviera por la zona, así que suspiré y elevé las manos al aire en un gesto de aceptación.

 

-- Bueno, a un gato vale, pero nada que sea humano o tendré mucho papeleo que rellenar.

 

Volví a lo mío, poner varias escobas baratas (por supuesto, sabía que la atolondrada de mi hermana me las iba a romper, así que no iba a sacar las de carrera, excepto la mía de mí y de nadie más, que además llevaba cinturón de seguridad) en la zona de la barrera entre el público y la arena, para empezar con elementos sencillos en los que Haya aprendiera a moverse con soltura sobre la escoba. Casi me había olvidado del Basilisco cuando sentí un par de voces que... Alcé la mirada, vi un gato blanco grande y parlante que hablaba y a una altiva y bella joven que se había presentado como Isabella, una de las alumnas.

 

-- ¡Demonios desdentados, Terminator! ¡¡No!!

 

El Basilisco se contoneaba y giraba sobre su cola, acercándose al gato, quien se empeñaba en enseñara su pata con garras y decía que había un gato secuestrado por mortífagos. Cuando pronunció el nombre de Lissette, supe quién se escondía en aquel disfraz tan bien lograda que mi querido Terminato-ito le había confundido con comida.

 

Tomé la escoba y solté un "UP" que sonó muy fuerte en el recinto de la carpa. Me elevé con gran velocidad y, por el camino, choqué contra la mesa donde tenía preparados los objetos de la Adivinación. Moví la varita hacia ella pero Terminator volvía a atacar, si me paraba a recogerlo... ¡¡Jópala con ser profesora, tener que proteger a los alumnos...!!

 

-- Isabella Hawthorne, no dejes que la bola de adivinación se rompa. Son 7 años de maldiciones. -- ¿Era cierto? No sé, pero no tentemos a la mala suerte. -- Deja que las cartas caigan y, después, mira en el Libro del Tarot que significan las que hayan quedado boca arriba. Tienen que haber al menos cuatro cartas boca arriba para una buena tirada.

 

Le di instrucciones mientras yo volaba alrededor de la cabeza de Terminator e intentaba esquivar su mirada.

 

-- ¡Primero lección de vuelo, So Gato-penca! -- Sí, no desaprovecho ni un minuto para meterme con mi hermana. -- ¡Accio escoba! ¡Vuela alejándote de mi criatura! ¡Y cómo le toques un pelo...! -- Hem... Los basiliscos no tienen pelo. -- ¡¡Cómo le toques una escama...!!

[Hayame Snape Potter Black]

La bruja seguía emitiendo sonidos de entre gruñidos y movía la afelpada cola de un lado a otro, evidenciando que ya comenzaba a darle calor aquel disfraz de gato cuando un sonido hizo que las orejas felinas se movieran sobre su cabeza; ese sonido ya lo conocía puesto que tenía una criatura en casa que hacía ese ruido justo cuando estaba por meterle un susto en plan de que le pusiera atención por lo que antes de ninguna otra cosa, dió un salto hacia un lado con los ojos cerrados

Y solo alcanzaba a escuchar el fuerte sisseo del animal... que todavía no le daban el certificado para entender reptiles, por Voldemort!!

 

-BRUJA LOCA!! -gritó la Snape abriendo los ojos solo para voltear a ver hacia donde escuchaba la voz de la Potter Blue, agitando fuertemente un brazo en el aire -QUÉ TE DIJE DE ANDAR SACANDO A LOS BICHOS A PASEAR SIN PONERLES LA CORREA!?... ANTES Y NO ME ARROJASTE A LA ACROMÁNTULA TAMBIÉN!!

 

Se quejó pero entonces le pareció que Sagitas le gritaba algo más y por unos segundos, el cerebro de la vampiro pareció quedarse en blanco, como si uisiera interpretar el sonido de los labios de esta al tiempo que la mole del basilisco se removía, dispuesto a volver a atacarla; no había visto si su compañera de clases se había logrado quitar del camino para ir hacia donde le indicaban que estaban las cosas de adivinación lo que le trajo un recuerdo que le produjo escalofríos

 

Ella convertida en un demiguise...

 

-Que qué!!? -le exclamó a la bruja de cabello púrpura antes de perder el sentido del golpe recibido por el palo de una escoba mágica que le cayó en la cara; afortunadamente había despertado bastante rápido porque el animal ya se arrojaba a atacarla y la pelirroja se había rodado para luego, tomar el palo de la escoba y con los ojos a medio cerrar lo agitaba por delante de los morros de la serpiente con la intención de darle un buen golpe -SHU... SHUUUU!! VETE A COMER A OTRO LADO, ANIMAL!!

 

Le soltó para luego sacar la varita y arrojarle un hechizo a la serpiente sabiendo que no le haría nada pero al menos la iba a descolocar lo suficiente para que pudiera subirse a la escoba y alzarse en el aire

 

-Qué no le toque las escamas!!?... tu mascota me quiere comer!!! -le reclamó la bruja con disfraz de gato a su hermana para luego, volver sus ojos un par de medias lunas y ver hacia abajo -SAGITAS DE LOS POTTER AZULES!!! Me diste una escoba que solo sube tres metros!!?... en verdad!!??

[Isabella Hawthorne R.]

—Desconocía completamente el efecto secundario del veneno de la tentácula, sabía que una mordida de la planta podría ser deletérea, pero no que podía dejarte tan mal de la cabeza —. Sin lugar a dudas aquella planta tenía una ponzoña tan venosa y letal como las palabras de Hawthorne hacia su nueva compañera, pero ella no estaba ahí para hacer amigos nuevos ni mucho menos, estaba ahí deseosa de un nuevo conocimiento.

Un suave y peculiar silbido se hizo presente entre la conversación, aquel inconfundible siseo de basilisco le erizó la piel por completo, provocando que los cabellitos de su nuca se encresparan. Cerró los parpados con fuerza, intentando evitar la tentación de dirigir la mirada hasta el reptil que se arrastraba cerca de sus pies y pasaba por encima de sus zapatos. El contacto de la piel escamosa contra su empeine la dejó petrificada por completo, pero el objetivo de aquel animal no era ella sino el enorme gato blanco que estaba a su lado.

Lanzó un suspiro por la ranura de sus labios entreabiertos, sintiendo como los músculos de su cuerpo comenzaban a relajarse nuevamente al escuchar que la dueña de aquella peligrosa criatura se acercaba con intenciones de detenerla, pero el repentino estruendo de la mujer chocando contra la mesa de adivinación la obligó a abrir los ojos, evitando cruzar la mirada con el basilisco.

—¡Arresto momentum! — Atinó a decir apuntando su varita de espino en dirección a la bola de cristal justo antes de que ésta cayera al suelo, la esfera tocó el piso de la carpa y rodó un par de metros hasta chocar contra las puntas de los zapatos de la banshee, quien no dudó en tomarla entre sus manos y posicionarla nuevamente en su lugar, una vez finalizada aquella acción se inclinó para recoger la baraja de cartas que estaba desparramada, separando aquellas que habían caído volteadas.

—Veamos …. — Masculló, tomando asiento en el stand de adivinación y colocando las cuatro cartas sobre la mesa, observando con detenimiento cada una de ellas, sin tener la menor idea de lo que significaban aquellos tétricos diseños plasmados, pero a su lado estaba aquel libro regordete que la instruiría en este nuevo mundo.

—La primera carta que ha salido es el La Muerte, que según el libro significa la separación entre el pasado y el futuro y será posiblemente muy dolorosa — tragó saliva con dificultad ¿acaso aquella tirada iba dirigida a ella. — La segunda, El Caballero de Espadas, esta carta es símbolo de una persona poderosa, con grandes ambiciones a ser exitoso y demasiado astuto...pero esto puede dar paso a un gran enemigo.

—La tercera... — continuó haciendo caso omiso a los ruidos molestos que hacia su compañera sobre aquella escoba que parecía no elevarse más de tres metros de altura — Dos de Copas, una asociación que implica confianza absoluta y exigirá respeto... puede ser una historia de amor emotiva o una amistad profunda y duradera —. Los músculos debajo de sus vestiduras se tensaron al continuar la lectura con la mirada lo que aquel escrito expresaba: “Será una fuente de felicidad para ti, una presencia en tu vida con la que puedes contar en todo momento y cuyo bienestar será tan importante para ti como el propio.”

—Por último, tenemos un As de Oros, un nuevo comienzo, uno muy positivo. Prosperidad, ganancias financieras y estabilidad emocional.

[Sagitas E. Potter Blue]

Sabía que aquello debiera ser una clase tranquila y relajada. No sé porqué no me imaginé que mi hermana iba a conseguir todo lo contrario. Al menos, por lo que oía, Isabelle estaba cumpliendo su parte e interpretando de forma magistral aquellas cartas que habían volado al chocar conmigo.

 

-- ¡Excelente! Muy bien leía la tirada, Isabelle. Ahora sólo tendrás que saber si era una tirada tuya o a quién se refería. -- Casi le lancé un guiño, interrumpido por el ataque del Basilisco. El bruto de Terminator me había alcanzado con la cola mientras yo giraba a su alrededor para ver lo que había mi alumna de Adivinación. -- ¡¡¡Aaaaaayyy!

 

Comencé a girar en círculos concéntricos. Con la mano derecha me agarré con fuerza el sombrerito que llevaba y con la izquierda intenté sujetar la escoba e inclinarle en dirección contraria o acabaría vomitando la sopa de Gurdirraíz que me había tomado por la mañana. Lo conseguí frenar a duras penas pero mi cabeza daba vueltas y no me concentraba en evitar la mirada del peligroso animal.

 

-- ¡Claro que sí, Hayame! A ver si te crees que te voy a dejar una que suba más arriba para que me la pierdas.

 

Cómo conseguí pronunciar esas palabras es un misterio porque seguía girando sobre la escoba, menos mal que era en vertical y no haciendo giros sobre mí misma, o ya me habría "morido". Yo seguía intentando esquivar por un lado a la cola de Terminator y por otro sus ojos, para no convertirme en piedra. Si me caía de esa altura, me iba a partir en dos.

 

-- ¡Qué alguien me guiéee! -- grité, toda cegatona, mareada y mágullada.

 

Sentía al staff de elfos y enanos que se acercaban corriendo pero aún estaban lejos y el basilisco no se dejaba atrapar así como así. Además, Hayame apenas corría con esa escoba trucada e iba a ser pasto de su hocico de un momento a otro. Y, de repente, en medio del caos, se me ocurrió a quien pedir ayuda.

 

-- ¡Isabella Hawthorne! Toma la bola de cristal y mira dentro a ver por donde va el basilisco y da instrucciones a Hayame para que pueda esquivarlo mientras yo domino a mi escoba encabritadaaaa...

 

Mis chillidos se fueron haciendo más pequeños a medida que me alejaba por otro golpetazo que me dio con su cola, la del basilisco, no la del gato blanco.

 

-- ¡Isabella, por tu madreeeee! ¡Adivina bien o nos quedamos sin gatooooooooooooooooooooooooooo!

 

 

 

 

OFF: lamento la tardanza. A partir de hoy tengo más tiempo libre y puedo garantizar respuestas más rápidas. Lo lamento.

[Hayame Snape Potter Black]

-Quién se va a quedar sin gato??

La bruja hacía todo lo posible para esquivar a aquel basilisco que estaba más que furioso por el hecho de no poder atrapar lo que quería zamparse para la ocasión al grado de que hasta a su ama estaba zarandeando sin fijarse; se aferró mejor a la escoba antes de dejarse caer sin soltarse para quedar colgando de esta de forma que un nuevo golpe de la serpiente le pasó rozando mas sin golpearla

Observó con un brillo maligno en los ojos a su hermana... claro, era la clase de escobas pero porqué tenía que ponérselo tan difícil!!?

 

-Pero cuando salgamos de esta... me las vas a pagar!!

Aseguró volviendo a montarse en la escoba mientras que trataba de esquivar a aquel animal, esperando a por las indicaciones de la chica de adivinación que ahora iba a tratar de adivinar por dónde se movería la enorme serpiente; pero en lo que aquello sucedía... se llevó un par de dedos a la boca y silbó con fuerza, esperando que aquel truco todavía funcionase antes de irse en picado hacia el suelo con la escoba para luego elevarse en un nuevo intento de zafarse del bicho al que le evitaba la mirada lo más posible

-Si me petrifica.....

Amenazó pero entonces, el suelo tembló y unos tallos largos comenzaron a brotar del suelo hasta que finalmente algo que parecía la flor de una Venus Atrapamoscas con colmillos gigante se asomó, rugiendo y agitando la cabeza bulbosa en todas direcciones como si buscase a quien le había llamado

-Morita!!! a buena hora, haz el bendito favor!! -señaló la vampiro mientras sacaba la varita y se colocaba un escudo aunque terminó rebotando contra una de las hojas de su monstruosa planta gigante

Al menos la Tentácula Venenosa tendría que servir de una especie de distractor... o eso esperaba...

[Isabella Hawthorne R.]

— IsabellA — Se atrevió a corregirla a la mitad de sus indicaciones, no había nada más frustrante para la mujer de cabellera platinada que pronunciaran mal su nombre.

¿Cómo se supondría que debía averiguar si aquella tirada le pertenecía a ella o no? Bufó, sintiéndose molesta por el alboroto que había a su alrededor, que lo único que estaba haciendo era impedir su concentración. Apoyó sus dedos mayores sobre las sienes, dedicándoles un sutil masajeo, esperando no perder la poca paciencia que le estaba quedando, de otra forma terminaría tomando una de las escobas viejas y le daría con ella en la cabeza de aquel animal para terminar con esa desesperante situación de una vez por todas.

 

-Toma una maldita carta, Isabella- Masculló su propia voz dentro de su cabeza, produciendo un martilleo incesante que la obligó juntar las cejas. Tomó la penúltima carta que había recogido, aquella que le revolvió el estómago con tan solo una lectura rápida; necesitaba saber si aquella premonición tenía que ver con su futuro o se trataba del de otra persona.

Centró su atención en el dibujo que se alzaba en el medio de las figuras masculinas que sostenían las copas, entrecerró la mirada, intentando visualizar algo más allá de los llamativos colores, pero no lo logró. Cerró los ojos con fuerza, escuchando su propia voz dentro de su cabeza, narrando una y otra vez lo que estaba plasmado en el Libro del Tarot. "Dos de Copas, una asociación que implica confianza absoluta y exigirá respeto... puede ser una historia de amor emotiva o una amistad profunda y duradera". "Será una fuente de felicidad para ti, una presencia en tu vida con la que puedes contar en todo momento y cuyo bienestar será tan importante para ti como el propio.”

Justo por el frente de sus ojos, como si se tratase de fragmentos de una película, la precognición comenzó a surgir. Una figura masculina de encontraba en el centro de un bosque, rodeado de grandes y gruesos árboles que alzaban sus copas hasta el anaranjado atardecer. La suave brisa proveniente del sur arremolinaba las hebras platinadas de su cabello, obligándolo a correr la mata de pelo que caía sobre su rostro, dejando al descubierto aquel gesto torcido que delataba su nerviosismo. — Franck — Lo nombró con tan solo un susurro, intentando ampliar la visión para descubrir que no estaba solo, una mujer lo acompañaba, dándole la espalda. El único rasgo distintivo que alcanzó a apreciar de la fémina era su abundante cabellera azabache que caía como cascada por su espalda, y aquel vestido blanco que se adhería a su cuerpo por la brisa otoñal como una segunda piel.

— ¡Isabella, por tu madreeeee! ¡Adivina bien o nos quedamos sin gatooooooooooooooooooooooooooo! — Escuchó de trasfondo lo que la forzó a abrir los ojos rápidamente, sintiendo aquel remolino de sentimientos que tenía su hermano en ese momento: amor, confusión, desespero, aflicción, duda... Pero sobre todo temor; aquellas fueron algunas de las emociones que desbocaron su corazón, latiendo tan fuerte que tuvo que llevarse una mano en el pecho para intentar apaciguarlo. — Esta tirada no es para mí, es para Franck... — Le informó a la profesora, elevando un poco más la voz, para que la pudiera oír a pesar del bullicio.

¿Adivinar qué cosa? ¿Qué gato? Había estado tan concentrada en la carta que no se había percatado de lo que estaba aconteciendo. Una rápida y fugaz mirada su entorno le bastó para tomar conciencia de lo que había estado pasando. Sagitas intentaba desviar los coletazos que daba el basilisco, mientras que su compañera había llamado a la Tentacula Venenosa para usarla como carnada e intentar distraerlo, lo que al parecer había dado resultado.

Intuyó que debía ayudarlas a esquivar la mirada de aquella temible criatura utilizando la bola de cristal ¿o será que sí la había escuchado? No lo recordaba, pero si seguía demorando pronto ambas brujas terminarían siendo tan solo un bocadillo y, si el reptil devoraba a la profesora ¡ella no aprobaría la clase!

Rodeo la esfera con ambas manos, frotando la gélida superficie hasta lograr que en el centro de la bola se formara una especie de nebulosa blancuzca que revelaba el largo y ancho cuerpo del Basilisco. —¡¿Podrían dejar de hacer tanto ruido?! —Exclamó, arrugando el entrecejo intentando visualizar el ambiente y poder identificarlo. —Se dirige hacia tu izquierda... ¡No esa izquierda, tu otra izquierda!

 

 

 

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Off: Perdón la demora, mucho trabajo muggle T_T @@Hayame Snape Potter Black @Sagitas Potter Blue

Editado 15 de Septiembre del 2020 por Isabella Hawthorne