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Toma de El Ministerio de Magia


Dana Gryffindor
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La libre expresión había llegado a su fin. Los medios estaban siendo agredidos por grupos represores que buscaban manchar el nombre de la magia, destructores de la libertad de pensamiento y defensores de la oscura guerra que se desataba en cada rincón del mundo donde muggles y magos se batían por una única verdad.

¿Cuál era esa verdad? Los bandos estaban marcados: defensores de la magia, represores de magos y quienes sacaban provecho del caos ocasionado.

 

La periodista había recibido una llamada de auxilio pero era demasiado tarde, la editorial danesa había sido atacada aquella misma tarde llevándose a la tumba cientos de miembros de su firma entre ellos su socio, Ulrik quien había quedado a cargo mientras ella resolvía unos asuntos en Inglaterra.

La llamada había sido a las 17.04h, el ataque se llevó a acabo a las 17.20h, la bruja escuchó las últimas palabras de su compañero antes de que un “Avada Kebrada” lo silenciara para siempre.

 

Tarde de septiembre, con un otoño que se acercaba para arrancarle las hojas al verano, un otoño que había llegado antes arrancando también el alma de la directora del Magisk Politike.

 

Sabía que próximamente Yaxley dejaría su puesto en el ministerio ¿Quién ocuparía su silla? Por cómo venía la cosa era seguro que un miembro de aquellos quienes sus ideas no llegaban a la altura de la sabiduría tomaría el puesto, la Orden del Fénix estaba actuando en esta guerra y su postura defensora de aquellos que predicaban en nuestra contra era clara, no permitiría jamás que alguien de esa calaña tomara el puesto más importante de todo Gran Bretaña. El secreto de la magia había sido liberado y magos y brujas eran libres de exponerse, salir del ropero y si el costo de esa libertad era la guerra, que así sea pero era una guerra ganada por los magos, y miembros de La Marca Tenebrosa iban a dar la batalla ganadora.

 

La noche vislumbraba las penumbras de un cielo sin estrellas, la osadía del viento movía las hojas y deleitaba los ojos de la bruja atrayendo a su memoria el sonido de cientos de panderetas. La calle estaba desierta y el rocío había vestido el cemento con su brillo y la niebla había descubierto que podía ser protagonista de un escenario temerario. La varita posaba en sus afilados dedos, la piel caucásea de la bruja estaba intacta, sin una pizca de nerviosismo mientras su pecho cargaba con la ira de mil demonios.

 

La edificación se alzaba en sus narices y la entrada había cerrado hacía varias horas sus puertas, sin embargo no era limitación para que el grupo de mortífagos ingresara sigilosamente a su interior. Con una máscara de plata cubriendo su rostro tocó la calavera que llevaba marcada en su brazo con la punta de su varita, dando aviso a sus compañeros que ya estaba lista para hacer la entradera.

 

El ministerio de magia iba a ser tomado aquella noche, defenderíamos al ministro y su mandato, prefería que los represores fueran ellos y no el enemigo quien había lanzado ya la primera piedra, sin embargo la respuesta sería aún más letal.

 

@@Lady Luxure Grindelwald @@Alessa Ashyver Delacour @@Ada Camille Dumbledore

 

 

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Su antebrazo izquierdo ardía ante el llamado de alguien de la marca, Alessandra dejó de escribir un reporte del hospital para ponerse de pie y alejarse de la cómoda silla donde había estado, los ruidos de los elfos reparando con magia las paredes de la mansión Delacour se escuchaban por todo el lugar, Mei ya no estaba y los demás miembros andaban muy perdidos si quiera para aparecer y defender el lugar, pero a pesar de que aún estaba en construcción había decidido darle otro toque más sofisticado y refinado que antes. Sus paredes eran de un blanco puro, las ventanas estaban tapadas con cortinas doradas y los muebles a juego. La Nigromante estaba satisfecha con el trabajo que las criaturas hacían.

 

Acomodando su vestido negro con unos tacones cómodos de plataforma del mismo color, su cabello rubio atado en un rodete, tomó su capa y se colocó su máscara plateada, estaba lista para la misión de aquel día, abrió un portal oscuro para pasar por él hasta los primeros escalones del Ministerio de Magia, sabía que pronto Aaron dejaría de ser Ministro por lo que le resultó curioso que los citaran en ese lugar, acercándose a su compañera en la solitaria calle sonrió bajo la máscara reconociendo el olor de su hija Shelle.

 

-¿Acaso mis instintos dicen que tomaremos el Ministerio?- le pregunto con burla y curiosidad de saber si tenía razón.

 

 

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Habia dejado la mansión Luxure de camino al ministerio, la llamada de la tía de mi hermana Ada nos había llamado para realizar una idea loca, divertida y revolucionaria...tomaríamos el ministerio por que no queríamos que el actual ministro de la magia dejase el cargo, mover el asunto como un grupo de mortifagos sin que realmente se vea nuestros rostros, seguíamos teniendo cargos en el ministerio y desde luego familia...no correríamos riesgo alguno por que esto no seria tan improvisado como parecía.

 

-Esto sera interesante.- Solté una risita para luego hacer desaparición hacia el punto de encuentro.

 

Llevaba mi mascara especial puesto que su calado símil escamas de serpiente, escondía mi rostro perfectamente dejando ver solo mis ojos rojos, vestía un conjunto completamente negro incluida la túnica pues era completamente necesario pasar desapercibidos, el plan era simple y complejo a la vez pero tendríamos que llevarlo a cabo esta noche y ver que resultado teníamos.

 

-Quien falta?.- Pregunte llegando donde estaban dos personas.

 

Mire con curiosidad para ver si reconocía quienes eran, ellas no me podían ver sonreír pero era notorio el estado de felicidad que vibraba en mi cuerpo, deseaba quemar algo o de ultima torturar a alguien para incrementar el entretenimiento, la institución ofrecía varias posibilidades bastante amplias, conocíamos sus defensas por el hecho de ser empleados antiguos...no cedería fácil a la entrega del poder por parte del abuelo Aaron...esto aun no empezaba.

 

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@ @ @Ada Camille Dumbledore

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  • 3 semanas más tarde...

Su madre había logrado llegar a su lado, pudo ver el intenso brillo de la destrucción brotar de sus ojos. Le agradaba que la bruja siempre estuviera dispuesta para el caos y la amaba por ello.

 

La brisa se sentía cada vez más húmeda, eramos presas del rocío que abrasaba las oscuras calles de la ciudad, en aquella noche donde las estrellas brillaban con la misma intensidad que los ojos sanguinarios de las brujas.

 

-Es hora- murmuró -Lady debe aparecer en cualquier momen...

 

No logró finalizar la frase cuando observó la fina silueta de la bruja cuyos orbes atraían la misma muerte.

 

-Elegí al equipo correcto- dijo con orgullo la pelirroja y enseñó sus afilados colmillos que brillaban con la luz del cuarto menguante -hora de ingresar.

 

La pelirroja se escabulló por un oscuro callejón junto al ministerio y encantó una cuerda que llevaba enrollada a su cintura para que ascendiera hasta engancharse en el techo.

 

-Supongo que es hora de subir- dijo con tranquilidad -logré quitarle unas llaves al conserje pero tal parece que son del atrio por lo que deberemos acceder unos pisos e ingresar por la parte de descubierta del mismo. Si alguna tiene una mejor idea... es hora de hablar chicas.

 

 

Off: no estoy en mis días de mayor inspiración chicas.. xD

 

@@Lady Luxure Grindelwald @

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La noche había llegado al Ministerio y me pilló rellenando formularios en el despacho de la tercera planta, Accidentes. No era culpa de nadie más que mía, pues le había dicho al primo @@Matt Blackner que yo me encargaría de aquellos resúmenes de nuestra acción, sin darme cuenta que era mucho más trabajo del pensado. Pero el primo merecía descansar, después del duro trabajo de campo durante dos largos días. Cabeceé varias veces antes ante la mesa pero lo conseguí, acabé de rellenar todo. La tía Sagitas era exigente con aquel informe y la prima Perenela había insistido en que se lo diera a ella personalmente en mano, en su despacho delante del de la tía.

 

Era imposible que estuvieran aún en el Ministerio. Aunque había luces encendidas en los pasillos, casi todos los despachos estaban cerrados, unos porque sus dueños se habían ido a descansar, algo que era lo correcto viendo la hora tan tardía, y otros no se habían presentado en su trabajo con el cambio de Gobierno. Supongo que esos serían abiertos y limpiados para quienes ocuparan ese puesto, ahora ya vacante. No era el caso de Accidentosos, todos habíamos apoyado el ascenso a Ministra de la tía Sagitas y habían venido a trabajar, como correspondía.

 

Subí en ascensor desde la planta 3 hasta la planta 1ª, donde estaban las dependecias del SAW y de la ahora ministra. No sé porqué había pensado que no estarían. Las luces estaban encendidas y se oían voces en el interior del gran despacho. Toqué a la puerta sin saber que, en aquel momento, terribles (?) sombras acechaban el ministerio para tomarlo a la fuerza.

 

- ¿Da vuescencia permiso para entrar, oh, Gran Ministra Potter Blue? - me puse a reír por lo bajo imaginándome la cara de la tía. Seguro que me mandaba con viento fresco.

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Bueno era interesante pude reconocer la voz de @ así que me encontraba más que en confianza, sabía que las otras dos personas serían @ y @@Ada Camille Dumbledore pero quizá entre las sombras aún se podrían encontrar otras compañeras esperando la señal para intervenir en el asunto.

 

-Somos el equipo perfecto...ese que romperompe los estereotipos.- Respondí a lo dicho por la bruja de cabellos de fuego como los míos. -Supongo que estará bien entrar por arriba y tomarlos por sorpresa.- Solté una risita pues ya imaginaba sus caras al vernos ingresar con las máscaras y nuestros atuendos.

 

Apure mis pasos hacia ella con la intención de subir luego, aunque no era una persona que se consideraba atlética, quizá usar una escoba no sería más cómodo? Aún que quizá menos entretenido...mi perfecta manicura estaba deseando no tener que hacer esfuerzos. Pero bueno esto era adrenalina de la más pura, hacia tiempo no me sentía así, me sentía muy motivada con la varita en el bolsillo derecho de la capa lista para ser usada en el momento que sea necesario..."Angis" casi parecía latir podía sentirla por la conexión que ambas teníamos.

 

-Iremos asaltando piso porpor piso? O iremos directamente a la oficina del ministro y allí pondremos la barricada de resistencia?.- Pregunte curiosa ya que si no tendríamos que improvisar.

 

Tome la soga y la mantuve firme mientras las otras subían, les cubriría las espaldas todo lo posible, si continuabamos así sin levantar sospechas o hacer ruidos llamativos esto saldría perfecto...lo lamentaba por la ministra @@Sagitas Potter Blue pero nosotras no dejaríamos que se sienta cómoda en el puesto, estábamos aquí para apoyar a @ y eso es justamente lo que haríamos sin durar con diversión de por medio eso estaba más que claro.

 

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  • 3 semanas más tarde...

En el despacho de Sagitas

 

Estaba apoyado contra la pared, mirando a mi madre con la cabeza ladeada. Si Perenela había accedido a ir a casa era porque yo había llegado e insistido hasta que se había marchado a casa. SJ también tenía que ver a su madre de vez en cuando, y yo podía cuidar de Sagitas hasta que decidiera salir de la oficina...

 

Porque demonios, nos burlábamos de ella, era cierto...le poníamos apodos y le hablábamos como si de la reina de Inglaterra se tratase, pero todos la apoyábamos y estábamos ocn ella, sabiendo qeu sería una magnífica (y alocada) primera ministra.

 

- Vamos, es hora de irnos... @@Xell Vladimir Potter Black está acabando el último informe...os invito a cenar a las dos, venga, vamos, anda.... - pedí, intentando convencerla.

 

La rubita había hecho casi lo mismo conmigo unas horas atrás, había insistido en que me fuera a casa, por una vez, antes de que el ministerio estuviera totalmente vacío. Pero sabía lo que era trabajar hasta tan tarde, asi que había regresado para recogerlas y hacer algo qeu no fuese trabajar.

 

Hablando de la rubia...

- Puede usted pasar, lady Vladimir - dije, abriendo la puerta con una risita. - Intento convencer a la todopoderosa ministra para que nos acompañe para cenar antes de ir acasa. Ayudadme a hacerla entrar en razón - contesté, mientras la dejaba pasar y cerraba tras sus pasos.

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  • 4 semanas más tarde...

Fortaleza Oscura - El Puerto

 

El Senecal de Caronte fue convocado por un mortífago desconocido, quien no se le había identificado para una reunión especial, este supuso que se trataba de su líder (@ ) o pudiera ser su amigo de escolaridad (@@Albus Severus Black ), pero aún así allí se encontraba esperando en medio de la oscuridad lo que pudiera pasar, además era posible que se tratase de su sobrino (@@Danny Lestrange ), al cual vio en la ceremonia de iniciación usando una de sus marionetas.

 

Aunque, para ese momento el egipcio se encontraba en su forma animal, aquella aparecía albina de su agrado, este era un jaguar, en donde su espalda sutilmente se veía su marca de nacimiento, la mirada del mismo se perdía en el horizonte, en la cual detallaba el impacto de las olas contra las rocas, la llegada de algunos barcos, y en ocasiones la luz del faro.

 

Y en el firmamento volaban algunas aves, cuyo canto era agradable, estaba también los pelícanos buscando alguna presa, verles caer en picada era interesante, sin embargo, los gritos de los marineros sólo opacan en leves momentos su entorno, los corsarios de los mares caminaban por ese sitio, todo se encontraba ajetreado como un noche en ese lugar, pero el mago oscuro estaba en la punta del muelle, donde la soledad era notoria, pues sus marionetas se encontraban cortando el paso a muchos, este deseaba algo de privacidad.

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