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Infiltración en Genetics Corporation, Ltd.


Valky
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Genetics Corporation, Ltd.

Varios meses atrás.

Cuando su elfina desapareció se sintió extrañamente sola, las alarmas continuaban sonando y afuera, en el pasillo, se escuchaba a gente corriendo de un lado a otro, era cuestión de tiempo para que dieran con ella. Estar en un lugar tan pequeño disminuía aún más las posibilidades de escapar de ese lugar. Pero, ¿de verdad tenía la oportunidad de salir de ahí? sí, pero a un costo muy elevado, repasó en su memoria lo que había visto, ese piso estaba repleto de personas inocentes, bebés, niños y jóvenes que eran usados como si fueran ratones de laboratorio. Usar hechizos para salir de ahí era arriesgarse a causar un verdadero desastre, uno en el que muchos perderían la vida.

 

 

—Maldición… — dijo apoyándose en el lavamanos, bajo la cabeza mientras pensaba que hacer, finalmente sonrió. En otros tiempos ella no hubiera dudado ni por un segundo en hacer lo necesario para salir ilesa de esa situación y ahora, estaba ahí, pensando en el bienestar de personas que ni siquiera conocía.

Al poco tiempo el ruido del pasillo cesó, ella levantó la mirada hacia el espejo y con la varita en mano, aunque no pensaba usarla, finalmente salió. Aún conservaba la apariencia de Peter, sin embargó las miradas de los guardias que se habían quedado custodiando y revisando el lugar, se posaron en ella.

—Objetivo localizado…— escuchó decir a uno de los guardias —Entendido, captúrenlo, de ser posible con vida— la voz del interlocutor era el de una mujer. —Ya escucharon. —Dijo el hombre a cargo mientras empezaba a acercarse, cauteloso, esperando a que fuera ella quien les diera el motivo para atacar.

Retrocedió unos cuantos pasos, hacia uno de los ventanales y tal como lo imaginó, los “pacientes” aun estaban en sus camas, no los habían puesto a buen recaudo. Observó el rostro de la niña y sin poder evitarlo a su mente llegó la imagen de Naunet, su nieta. Dejó caer la varita y al hacerlo un dardo impactó en su brazo, empezó a sentirse aturdida casi de inmediato, sentía que su cuerpo le pesaba el doble y que sus movimientos eran lentos como los de una tortuga, mientras caía en un estado de inconciencia volvió a ser ella misma.

—La tenemos, no ha puesto resistencia. Es una cambia formas— Informó por el radio — Entendido, preparen todo para el traslado. La ubicación ha sido comprometida.

 


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Lugar seguro de la Orden del Fénix - El Refugio.

Ese día no podía ser peor o al menos esa era la impresión que tenía. Las misivas seguían llegando al igual que los patronus, cada una con noticias horribles, ataques, muertes, personas desaparecidas, un panorama sin duda desalentador. Ahora lo que tenían que hacer era dividirse para poder enfocarse en varios frentes y ayudar en donde hiciera falta. Aunque claro luego de recibir el mensaje de Valkyria, la preocupación aumento considerablemente y es que no solo les había dado información preocupante acerca de experimentos en magos y brujas jóvenes, sino también la certeza de que la habían capturado.

Uno a uno los miembros del bando que estaban en ese momento en el refugio fueron abandonado el lugar, teniendo ya un plan a seguir, pronto se quedó únicamente con Cirinde, la elfina de Valkyria, en la pequeña pero acogedora sala de estar de la cabaña. Tenía una extraña sensación en el pecho, como un mal presentimiento, pero que prefirió atribuirlo a todo el caos que el mundo mágico estaba soportando. Las horas fueron pasando y el aviso de Goderic, finalmente llegó. Todo estaba listo para que pudieran ir en busca de la Karkarov o al menos eso pensaban…

Editado por Roxanne W.

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Su vestimenta no parecía muy adecuada para el inmenso sol que se mantenía firme y sin ánimos aparente de verse menguado. A pesar de la falta de costumbre, Goderic se adaptó rápidamente al traje negro que cargaba, la camisa perfectamente planchada con su cuello aún rígido y sus zapatos perfectamente lustrados. Al principio, pensó que odiaría aquel disfraz pero, en realidad, le terminó gustando. Se acomodó la corbata negra frente al espejo y desapareció rumbo al punto de reunión.

Habían pasado meses desde la desaparición de Valkyria y todavía podía recordar aquel día. Cómo, a pesar de su rapidez para actuar, habían llegado tarde al lugar donde la elfina había indicado. La frustración que sintieron por una misión fallida seguía siendo una piedra que pesaba cada día más sobre sus espaldas. Sin duda resultaría difícil rescatarla en el momento ¿meses después? Ni siquiera sabían si seguiría con vida o a qué clase de atrocidades había tenido que soportar.

Respira hondo. Sabía, y sus compañeros también, que probablemente ésta sería la única oportunidad para el rescate sino asustarían a la serpiente y terminaría escondiéndose más profundo, levantando murallas de defensas e imposibles de rastrear. Goderic, al igual que sus compañeros, habían puesto todo de sí, utilizando cada pequeña conexión, cada mínima partícula de inteligencia para encontrar la posible ubicación de la bruja. Cada uno seguía ocupado con sus labores respectivas ya que eran tiempos complejos, pero siempre haciendo lo posible para escuchar un rumor o cualquier cosa que pudiera ser de utilidad. Hasta que descubrieron algo.

Su personalidad se había moldeado por su trabajo en el SMS, por lo que no sentía gran nerviosismo por la misión de rescate. No obstante, sabía el peso de la misión. Un paso en falso y sería complicado volver a ver a Valkyria con vida. Claro, seguía repitiendo en su mente que su objetivo seguía viva, resistiendo, esperando por ser rescatada. Respira profundo, recordando cada pieza de información recabada las cuales esperaba, les sirviera durante el rescate.

El trato con Frank seguía en pie, de hecho había cooperado mejor de lo que esperaba. Por supuesto, la Orden del Fénix les había asegurado la protección de su familia que, entre tanto muggle subversivo y magos supremacistas, no era una misión sencilla. Infiltrarse en la organización dependería, en parte, de él por lo que no le sorprende verlo allí con un traje igual de limpio y adecuado que él pero más relajado. El grupo actuaría como secretarias y guardaespaldas de Frank mientras él, sería el inversionista que esperaba ver las instalaciones e investigaciones para seguir aumentando los fondos o retirarlos. Lo mejor era infiltrarse delante de sus propias narices.

«Espero que no sea demasiado tarde» pensó mientras esperaba al resto de sus compañeros.

Goderic había utilizado el último tiempo para aprender más de las costumbres y habilidades muggle como, por ejemplo, manejar por lo que además de guardaespaldas actuaría como su chofer de un elegante y llamativo automóvil. Frank no emitió sonido alguno durante la espera, cosa que agradeció, había algo en él que le molestaba. Solo esperaba que fuera de real ayuda y no les traicionara.

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Procuró vestirse bonito para la ocasión –– al menos, esa era la única instrucción que su compañero le había dado además del lugar de rendez-vous.

 

Caminaba a paso rápido, tan rápido como si la vida de una compañera dependiese de ello. Y de hecho, lo hacía. Finalmente habían localizado a Valkyria y a pesar de no entender cómo, donde y cuando o no haber estado en la misión que llevó finalmente a su captura, Nathan se apuntó a rescatarla sin dudar un segundo. Sólo esperaba, mientras trataba de acallar la voz que buscaba sugerirle lo peor, que su compañera estuviera viva para cuando ellos llegasen. Desconocía los detalles de la misión, y sin embargo Nathan se apareció en las inmediaciones del punto de encuentro luciendo verdaderamente su mejor atuendo.

 

Su cabello estaba, por primera vez, peinado a merced de una densa capa de gel. Se había colocado sus lentes de contacto por lo que sus ojos brillaban azules, un azul que hacía juego con la camisa de su traje gris oscuro que llevaba ajustado al cuerpo. Se veía empresarial, y estaba seguro de que pasaría desapercibido si decidía colarse en una de las oficinas administrativas en frente de las cuales se reunió con sus compañeros de bando. Pero no estaba allí para jugar a los disfraces. No estaba allí para vivir de muggle por un día. Tenía cosas más importantes para hacer.

 

–– Goderic. –– soltó, casi en un susurro, extendiendo la mano a su compañero a quien no veía hace años. –– Kaori. –– agregó, asintiendo en dirección a su compañera –– ¿Cuándo dejaremos de encontrarnos para hacer travesuras, eh? –– bromeó, intentando aligerar el ambiente. No tenía por qué ser un funeral.

 

No aún. >> le dijo su voz Oscura, dentro suyo. Su álter pesimista, representante de todo lo malo. Cállate. >> le replicó la otra parte de sí, completamente antagonista.

 

Aún tenía que aprender a balancearlas.

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—Ugh, no seas asqueroso, Weasley.

 

Su aspecto puede pasar como una desconocida, pero por su forma de hablar e incluso su forma de andar es fácil reconocer a Madeleine. Atraviesa el estacionamiento a grandes zancadas hacia el pequeño grupo, congregado desde hace breves momentos alrededor de un automóvil negro con cristales ahumados. Ella no es una amante de la transfiguración, pero por su experiencia como Auror es consciente de que en aquel tipo de infiltraciones, donde se esconden a simple vista, da resultados tener una apariencia más agradable. Ella no sólo es conocida públicamente por ser miembro de la Orden del Fénix, información que ahora los muggles fácilmente podrían manejar, sino que su cara, por el hecho de estar cubierta de cicatrices de batalla, no inspira confianza. Puede ocultar las cicatrices de su cuerpo con ropas muy cubiertas, pero esconder su cara dañada por la magia oscura es más difícil sin hacer uso de aquel tipo de trucos.

 

Madeleine se aseguró de robarle la identidad a alguien con una altura y contextura similar, pues no tenía tiempo para acostumbrarse a un nuevo cuerpo. Tras añadir un cabello a la dosis de poción multijugos proporcionada por Ellie, pudo transfigurarse en una mujer joven de baja estatura, no muy delgada pero tampoco con sobrepeso, de tez morena y el cabello azabache rizado y largo hasta los hombros —aunque para la ocasión, Ellie se lo recogió en un moño a la nuca—. Al igual que sus compañeros, está vestida muy elegante, con un traje gris oscuro de tres piezas y unos botines negros muy bien lustrados.

 

Se detiene al estar lo suficientemente cerca de los demás, con una postura no muy correcta y las manos en los bolsillos. Su varita está escondida en el cinto de su pantalón, inerte hasta que la despierte mediante el pársel.

 

—Es nuestra única oportunidad —dice por lo bajo—. No podemos arruinarlo, o...

 

Pero el rugir del motor del automóvil interrumpe sus palabras. Una vez dentro del silencioso y lujoso auto, no se siente lo suficientemente valiente como para terminar aquella frase. En verdad, prácticamente no hay tiempo de decir nada, pues el auto se dirige muy rápidamente a su destino. No pueden permitirse llegar ni un segundo tarde a la reunión.

 

@ @@Goderic Slithering @

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sins don't end with tears, you have to carry the pain forever

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~Algunos meses atrás

Hobb y Kaori se encuentran sentado uno frente al otro. Se ven pero no dicen ni una palabra. Kao tiene la mirada perdida en su dolor, lleva horas sentada y la única señal de vida que emite es su débil respiración. Pero aquella no es la primera noche que se ven en la misma circunstancia. Ha pasado más de una semana desde que se enteraron de la muerte de Aries. Todos los días han sido iguales: Se encuentran, Kaori ayuda a menguar un poco el dolor y se sientan mirándose a la cara por largas horas.

 

Y él, conociendo como conoce ese tipo de dolor, lleva varios días dándole espacio. Pero no es momento de seguir sentados, no es momento de seguir perdiendo la vida por la situación en que se encuentran. Se pone de pie y se acerca a la silla lentamente, está demasiado débil para hacerlo de otra forma. No tiene la varita y su brazo cuelga casi inerte.

 

—Kaori Matsudaira debes ponerte de pie en este momento

 

No es una orden, ni siquiera es un pedido. Dice las palabras con el mismo dolor que ve en los ojos de Kaori. Él mismo siente dolor y culpa por todo lo que ha sucedido. Todas las muertes de los últimos meses son su culpa, todos los guerreros del fénix que han muerto bajo sus ordenes son un peso con el que cargará toda la vida. Y le duele mucho más el dolor de su familia.

 

—No te diré que dejes de sentir dolor. Lo sentirás por mucho tiempo, te dolerá cada día un poco menos. Pero siempre te dolerá. Podrás soportarlo, si. Pero siempre te dolerá.

 

Una mueca de dolor físico inunda su cuerpo cuando intenta mover el brazo malo, su idea es probar un punto. Dicho de otra forma, debe recordarle a Kaori todo lo que se puede perder.

 

—Kaori debes escucharme. Es posible que en unos días mi vida se acabe. Se que sigues buscando una cura incluso con el dolor que cargas. Pero si muero y no están ambas listas para tomar mi lugar perderemos todo lo que hemos logrado. Si muero y estás destruida, o Ellie, la Orden se destruirá junto a ustedes. Si hoy muere deben encargarse de la transición, deben asegurarse de que alguien adecuado esté a cargo.

 

 

~Actualidad

La metamorfomagia le permite realizar su trabajo sin tener que requerir a pociones o hechizos. Otra ventaja de haber trabajado con el presidente del MACUSA durante tanto tiempo también le da acceso a los documentos que, hace unas horas, tenía en sus manos. El FBI, o alguna de las dependencias secretas del magicongreso, han trabajado identidades de nomajs y magos al rededor del mundo durante años.

 

Aparecer en un vehículo en movimiento es algo bastante peligroso, lo sabe. Y sin embargo, luego de visto el reloj, sabe que es la única forma en que llegará a tiempo. Necesita concentración extra para no fundirse con la estructura del vehículo en movimiento. Y desparece para volver a aparece, sentado, junto a un hombre bastante apuesto.

 

—¿Estoy lo suficientemente elegante? Brando Harris, un gusto conocerles.

 

Hobb tiene la apariencia de un hombre blanco, metro ochenta y ojos color verde. Se llama Brandon Harris y al parecer tiene un doctorado en ingeniería genética interesado en el campo de estudio de Genetics Corporation.

Editado por Hobbamock Graves

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Meses atrás

 

 

Cuando finalmente llegaron a las instalaciones del laboratorio en donde Cirinde había visto por última vez a Karkarov, era demasiado tarde. Revisaron el lugar a conciencia, gracias a una orden que un colega de Goderic les consiguió, pero todo parecía normal, no había camas, ni niños siendo usados para experimentos, nada, absolutamente nada. Pese a que habían actuado lo más rápido que les fue posible, quizá fueron demasiado cuidadosos y ahora la oportunidad de rescatar a su compañera se les había escapado de las manos.

 

Al no encontrar lo que buscaban todos permanecieron en silencio, sintiendo el peso de la misión fallida, pero ese silencio solo duro unos minutos, pues tenía mucho por hacer, no se podían dar por vencidos tan fácilmente. Pronto cada uno se puso en marcha, ella intentaría conseguir nuevas pistas del paradero de Valkyria. Apenas había dado un par de pasos cuando frente a ella apareció un elfo doméstico con un bebé dormido envuelto en una manta celeste.

 

—¿Dónde está? —preguntó confundida al ver a Fabiano ahí —¿Qué pasó?... ¡Habla de una buena vez! —apuró al elfo cuyo silencio la estaba poniendo nerviosa.

 

—Algo salió mal, me ordeno venir aquí… lo siento, Fabiano no podía avisarle antes. El…el amo murió—Dijo en un hilo de voz. —Fue a encarar al ministro y …—balbuceaba intentando calmar los temblores en las manos que sujetaban al pequeño bebé que dormía plácidamente, ajeno a todo lo que pasaba a su alrededor.

 

—Pero ¿Qué dices? No es gracioso Fabiano —Tomó a Sammael en sus brazos, solo entonces se percató que también temblaba, la angustia empezaba a apoderarse de ella, se sentía como en una especie de sueño, como si estuviese cayendo en un pozo muy profundo. Conocía bien al elfo y aunque la odiaba, no le mentiría con algo así —¿Dónde está? Llévame con él— le pidió, tocó el hombro del elfo y desapareció.

 

Las semanas siguientes se las había pasado en estado de negación, buscando alguna pista que le dijera que seguía con vida, cuando al fin Hobb consiguió que parara de buscar, que aceptara que él se había marchado, la tristeza se apodero de ella. Sammael conseguía calmar un poco el dolor que sentía, aunque el vacía que había quedado en su vida parecía tan grande que a veces amenazaba con consumirla. Distraerse intentando encontrar la cura para el brazo de Hobb también servía, agradecía su compañía, el agradable silencio que había entre ellos. Pero el tiempo apremiaba, cada día que pasaba las posibilidades de salvarle la vida se hacían más escasas y él lo sabía.

 

—Debes cortarte el brazo… yo… —dijo luego de escuchar las palabras que le dijo —Yo… no puedo ayudarte —Dijo finalmente empezando a llorar. Aquel día fue la única vez que lloró hasta quedarse dormida.

 

Actualidad.

 

—Eso se puede interpretar de muchas formas, Weasley…— Dijo Kaori con una sonrisa en los labios. —Te lo dije… — añadió escuchando lo que decía la bruja y dándole unas palmaditas en el hombro, subió al automóvil.

 

Habían estado esperando que llegara ese día desde hace varias semanas. Por fin tenían una pista viable sobre el paradero de Valkyria y dado que el trato que habían hecho con el adinerado empresario Frank, seguía en pie, lograron maquinar un plan lo suficientemente solido como para que un pequeño grupo se pudiera infiltrar en las instalaciones de los laboratorios.

 

Ahora estaban ahí luciendo todos trajes formales como si fueran un grupo de guardaespaldas y secretarias del poderoso empresario, esa era la razón por la que estaba vestida con vestido que le llegaba a la rodilla en color negro, el escote era cuadrado no muy pronunciado, a juego con unos zapatos de tacón medio. Su apariencia era la de una mujer alta, rubia, de piel blanca, muy común.

 

—Creo que estamos completos ¿No? — preguntó luego de que Hobb se uniera al variado grupo —Solo para tenerlo claro… repacemos una vez más el plan. Gode…— Dijo cediéndole la palabra al mago. El tiempo que tenían dentro era limitado y había la posibilidad de que las cosas se pusieran feas en un abrir y cerrar de ojos, así que todos tenían que tener claro lo que harían.

 

@ @@Ellie Moody @ @@Goderic Slithering

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¿De verdad me vienes a decir a mí? – inquiere Nathan, anonadado con el descaro de su compañera pero reaccionando a él con una sonrisa en su rostro. – Con la de obscenidades que han salido de tu boca.

 

Su comentario se pierde rápidamente entre los del resto, y en cuestión de segundos ya es hora de partir. Los cuatro se introducen en el enorme auto, y en el momento en que éste cobra vida también lo hacen los sentidos del Weasley: sus sentidos agudizándose y su energía interna revolcándose ante la perspectiva de una misión, de rescatar a Valkyria. Siente el peso de su varita en el bolsillo interno de su chaqueta, y no ve la hora de llegar, de tener una misión como en los viejos tiempos en lo que les importaba era sólo traer a uno de sus compañeros a casa o llevar mortífagos a la justicia. Hoy en día las cosas son distintas, tienen otro peso, y Nathan se v a dormir cada noche agradeciendo que aún no ha sido encontrado, y que el Inquisidor parece desconocer o no importarle (cualquiera de las dos le viene bien) su existencia.

 

¡AAAARGH! ¡Demonios, Hobb! – exclama asustado, en cuanto éste se aparece a su lado en el carro en movimiento. Disgregado entre la sorpresa por su aparición no anunciada y el asombro por la habilidad de aparecerse en un carro en movimiento, reacciona instintivamente y lo golpea en el hombro.

 

El carro gira a la izquierda en la próxima esquina, y con ello quedan a apenas unas cuadras de su destino final. Es hora de hacer el repaso final del plan, y casi como si le han leído la mente Kaori llama al silencio dentro del vehículo y propone organizar, por última vez, los detalles. Goderic tendrá la palabra primero. Nathan conoce el plan a la perfección: lo repasó una y otra vez en su cabeza la noche anterior cuando no podía pegar un ojo de la desesperación. Solo restaba esperar, que al menos aquel día, la suerte estuviese de su lado.

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Ya había pasado tiempo y de mis colaboradores nada..salvo ese hermoso encuentro con @@Ada Camille Dumbledore. Ahí se había ultimado los detalles y contaría con ella para lo que me proponía. También había chequeado el accionar de muggle que había contratado. Claro nada que decirle que era mago...periferia que actuara a conciencia y no bajo un Imperius. Ya que si las cosas se tornaban chungas el era el único que podría sacarnos del atolladero. Claro eso no importaba..ahora tenia que enfocarme en recibir a Laura. Así que heme ahí sonriente..esperando a la bella chica..heredera de millones, científica y lo mejor hija del Presidente de Genetics Coorpotation y encargada del proyecto del antigen.

 

Me sentía ridículo con el cartel en mi mano con el nombre de la chica....que ya me había avisado de su llegada, pero al verla bajar respondiéndome ya el malestar paso...y desapareció por completo cuando me beso colgándose de mi cuello y abrazándome fuerte. No es que hubiese pasado mucho tiempo desde esa noche en Hawaii, pero sin duda la tenia muy reciente en la memoria. Como ya era casi noche...pues comimos en el hotel donde se hospedaría mediante servicio a la habitación....porque se paso a la fase sin ropa bien rápido. Mas bien parecia que yo era el aperitivo de una noche suculenta..y así fue.

 

Por suerte la noche me permitió reunir la información que me faltaba y algunos elementos básicos para mi plan. De hecho me divertí porque las técnicas muggles para hacer algún que otro trabajo ilegal molaban un montón...y el desarrollo mejoraba aun mas las herramientas. En fin..me recosté y cerré las ojos. Si todo iba bien mañana seria el día. Ya había hecho mi trabajo de técnico (incluso con aprovacion del ayuntamiento)...guiado por mi muggle contratado...y tenia control a ciertas locaciones...ya adentro tendría el puzzle completo. Sonreí. Indudablemente seria muy entretenido el día siguiente.

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Pues el plan es sencillo. Frank nos ha logrado meter como parte de su staff a una “visita guiada”. Simplemente entraremos y nuestro guía nos mostrará algunos de sus resultados, ensayos y experimentos... incluyendo algunos «sujetos de prueba» Esperamos que Valkyria fuese uno de estos.

» Sé que no están conforme con lo que sigue pero es lo mejor que podemos hacer dado que carecemos de una logística adecuada como también de información que podría ser clave... así que apenas veamos a Valkyria nos vamos. No podremos rescatar a nadie más. Sin embargo, tratemos de obtener la mayor cantidad de información posible, si podemos encontrar muestras sería todavía mejor.


Tomó un pequeño respiro para continuar. No le hacía sentir del todo cómodo que abandonaran a posibles víctimas en aquellas instalaciones pero no tenían información suficiente para tomar acciones a tontas y a locas. Ya conocían a los redentis ¿qué pasaba si habían colocado falsas víctimas como señuelos? Conocían de la literatura muggle que incluso podrían implantar rastreadores bajo la piel, si aquellas víctimas poseían tecnología rastreadora estarían colocando en riesgo a muchos. Con su conocimiento actual, lo más lógico era actuar objetivamente.

Manejar y conversar al mismo tiempo no era un pasatiempo que Goderic disfrutara, sobretodo porque no había pasado mucho tiempo desde que aprendiera a manejar un vehículo muggle, lo suyo eran las escobas. Sin embargo, aprovechó un semáforo en rojo para reorganizar sus ideas y seguir con la explicación del plan.

Ellie nos hizo a cada uno unos trasladores— continuó mientras le pasaba a cada miembro un prendedor sencillo.— Los llamo trasladores pero son uno de sus objetos mejoras.... son más seguros y nos ¿garantiza? poder salir de ahí cuando obtengamos nuestro objetivo, incluso existiendo hechizos anti desaparición.

» De todas formas... recuerden que la prioridad es su propia vida y el rescate de Valkyria. No se pongan en peligro innecesariamente. No duden que cada movimiento será vigilado por alguna cámara de vigilancia, tampoco subestimen a los muggles que seguramente tendrán más de algún mecanismo de defensa.


No lo señaló pero Goderic tenía ciertas dudas, sobre el funcionamiento de la magia dentro de las instalaciones. Para nadie era un secreto que la magia interfiere con la tecnología, la pregunta era ¿los muggles habían sido capaces de invertir la situación? Había leído algo sobre ondas electromagnéticas pero nada que comprendiera del todo. Esta duda surgió luego que Frank le informara que no le obligarían a tomar la droga antimagia al grupo de visitante.

El auto se estacionó dentro de las instalaciones. El guardia les había solicitado sus identificaciones (falsas que fueron conseguidas por Frank) y luego de confirmar los datos y la cita, les dejó avanzar dentro de las instalaciones de Genetics. Una mujer alta acompañada por dos varones los estaba esperando para el tour.

¿Señor Frank? Mi nombre es Rachel, si tiene alguna duda durante la visita no dude en hacerla. Lamento la incomodidad pero mis hombres deberán revisarlos, no queremos que nuestros secretos caigan en malas manos ¿no?

Goderic suspiró internamente, menos mal estaban preparados para ello con bolsillos de espacio expandible pero con fondo falso. Por más que tocaron no encontraron nada fuera de lo normal, solo un par de celulares que habían agregado para no parecer muy sospechosos.
Editado por Goderic Slithering

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El golpe de Nathan no le molesta, al contrario, le agrada. Pero no dice nada. Es un golpe suave e incluso amable. Si no fuera porque en ese momento la metamorfomagia controla hasta la última célula de su cuerpo seguramente se habría hasta sonrojado. No es el momento para hacerlo ni demostrar nada. Primero debe averiguar, posterior a la misión, que es lo que le gusta a Nathan. No puede explorar un camino si es que sabe que no tiene un final.

 

Hobb suele confiar en las personas, no en las situaciones. Y la calma con la que transcurre el viaje le preocupa. Se siente como la calma antes de una tormenta. ¿Saldrá todo bien? ¿Serán capaces de escapar con Valkyria sin que hayan bajas para la Orden del Fénix? Aparta de la cabeza el pesimismo porque eso tampoco servirá de nada.

 

La primer alerta sucede cuando Rachel y el resto del equipo de seguridad hacen que cada uno pase por lo que reconoce como una máquina que detecta metales. Sabe lo que pasará cuando él cruce por esa máquina. Es posible que dispare las alertas y todo el plan se venga abajo. Por eso, antes de que suceda, interviene. Se saca el guante negro de la mano izquierda para mostrar que debajo hay solo metal.

 

—Llevo una prótesis, aún no logro controlarla totalmente.

 

Antes de pasar hace algo que le molesta y sabe que será doloroso. En primer lugar mueve los dedos con torpeza, como si apenas estuviera aprendiendo a usarlos. Posteriormente se extrae el brazo, la desconexión le duele pues la magia lo conecta directamente con los nervios de su cuerpo.

 

Pero en fin. Gracias a eso todos pasan sin problema. Es cuando nuevamente Hobb ancla la prótesis al cuerpo. Otra descarga de dolor que logra controlar. Luego de algunos minutos Rachel los lleva a la zona en dónde están los experimentos. No espera ninguna señal en cuanto logra ver a quien buscan. Ahí está Valkyria con la apariencia de un despojo humano. Eso le molesta. Ver a la madre de su novio en esa situación le hace actuar.

 

En un segundo su brazo no es un brazo. El acero sagrado se toma la forma de una hoja que descansa en un segundo en el cuello de Rachel. Señala la cápsula en dónde Valkyria está contenida.

 

—Abre la celda que la contiene y ni se te ocurra hacer algo est****o o morirás antes de que alguna señal de alarma sea siquiera escuchada.

 

En cuanto usa la palma de su mano para desbloquear la celda convierte nuevamente su prótesis en mano y la toma del cuello hasta dejarla inconsciente. Antes de que el contador de apertura llegue a cero Rachel deja de ser un problema.

 

La mirada de Valkyria está llena de ira y de dolor por lo que cuando se ve libre se lanza a atacarlos. El bloquea un golpe usando el brazo como un escudo. La empuja intentando no dañarla. Ella es diferente a los otros experimentos, todavía parece tener humanidad.

 

A la mier** el sigilo.

 

Es la primera vez desde que tiene el brazo que Hobb se convierte en animago. Espera que todo salga bien, debería salir bien. Cuando el acero sagrado está unido a su cuerpo es una parte más de él. Y funciona, se convierte en tigre. Pero ahora, en lugar de verse como un tigre normal, parte de la pata delantera del tigre es de acero sagrado.

 

Salta y se coloca delante de Valkyria, ruge para llamar su atención. La ira parece apagarse, el dolor parece menguar. Valkyria incluso llega a sonreír.

 

—Bastian...

 

Y entonces pierde el conocimiento.

 

 

 

 

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