Un grito desolador.

[Mael Blackfyre]

Mi respiración se vio totalmente afectada y parecía que nunca llegaba a juntar todo el aire qué necesitaba, aun dando algunas bocanadas de oxígeno. Mi mano libre estaba apoyada sobre mi pecho adolorido y mis zancadas eran apresuradas y largas. Corría por aquella calle oscura en el medio de la noche que parecía que nunca iba a acabar. Las estrellas se habían ido como asustadas de lo que había ocurrido. O por lo menos aquellas alas negras nos habían alertado de eso. No tenía a nadie más conmigo así que tenía que ir a ver qué demonios sucedía.

 

¿Tenía miedo? No, había pasado miles de veces por ello, era todo un profesional y hasta podía admitir que sabía cómo iba a seguir de ahora en adelante. Pero la cuestión se trataba sobre que no era el mismo mago de antes y ante cualquier fallo podía significar una derrota para lo sucedido. Con el paso apresurado, o lo más que podía, doblé en la esquina. Las edificaciones no me habían permitido ver lo que estaba ocurriendo.

 

Un grito desolador se escuchó en medio de la noche. Los perros alrededor aullaron. Y mucho más cuando una luz verde esmeralda iluminó el cielo. Había llegado tarde.

 

Avancé por aquella área despejada, alrededor de cuatro manzanas sin edificios. Era una plaza pública con montones de árboles y arbustos muy lindos. El suelo estaba conformado por piedras lisas grises empapadas de agua que aún había quedado tras una tormenta pasajera. Aún asi se podía admirar que los caminos para los transeúntes dibujaban una enorme X que cruzaba toda la plaza y en medio, había una fuente (apagada) con dos pequeñas estatuas de colibrís abordando una flor.

 

Pero aquel sitio hubiera sido muy lindo de visitar en plena primavera, una soleada tarde. Sin embargo, bajo la luz de la Marca Tenebrosa que había aparecido por encima de la catedral que estaba en el otro extremo, todo era más peligroso y tenebroso. Crucé la plaza casi sin respiración y miré, atento a cada centímetro. Los perros aún ladraban pero sabía que no podían estar muy lejos. Las puertas del sitio religioso estaban destrozadas pero nadie salía. Meterme allí sería entrar a mi propia tumba.

 

Pero una sombra pasó por detrás a unos ocho metros de mi, cerca de la fuente en el medio de la plaza. Levanté mi varita sin dudarlo.

 

— ¡Desmaius!

 

El rayo brilló intensamente cuando salió despedido de la punta de mi varita hacia aquella figura encapuchada. Me bajé mi capucha y acomodé mi túnica negra lisa, que ante aquella situación, sería ideal para luchar. Me paré firmemente en el suelo y estaba atento para ver si el rayo le daba en el pecho y lo desmayaba. Tenía que ver quieran era y qué hacia allí. Y ver si había sido cómplice de aquella marca en el cielo. Tenía que apresurarme porque la autoridad mágica llegaría. Y los muggles de alguna manera se acercarían.

 

@

[Thoth]

Kansho se encontraba en mano opuesta donde sostenía la varita Luxure, este adsorve el rayo en su contra, pero debió admitir que ese haz de luz lo ilumina, pero no le impacta dejando ver su demacrado cuerpo y su máscara de bando en su rostro. Este actuó de inmediato y regresó el desmaius contra @ en caso de impacarle le desmayaria. Por otro lado, el objeto mágico del mago egipcio comenzó a cambiar.

 

-Vara de Cristal.

 

Y adquirió su forma distintiva, esas tres serpientes en su punta, los símbolos egipcios, su núcleo de sangre y su distinguida coloración, aquel era un digno objeto Tenebroso. Este transfirió su siguiente encantamiento en efecto.

 

-Sectusempra.-

 

Las vestimentas del pecho del mago se desgarro con filosas cortadas, su cuerpo recibió un daño considerable, allí se encontraba el mago, disfrutando de cada gota de sangre, ver ese espectáculo le daba gracia, en cuanto al ambiente le agrado, no quiso apartar su mirada de su objetivo.

 

A pesar, que no conoció con seguridad si el ex auror se defendería de su ataque o lo dejaría impactar, todo era impredecible, ya que algo, estaba seguro y era que sería difícil predecir el enfrentamiento, incluso si cabía la posibilidad de que se produzca un intercambio de daños, o si lo regresará o lo silenciara, tantos posibles eventos, y al simple error todo cambiaría el futuro del encuentro.

 

Y más, que estaba ese asqueroso momento en que por un momento, se lamento de ir a esa encuentro, pero ya antes había asesinado, ya su ropa se encontraba bañada de sangre inocente, el brillo de una mirada se había opacado, el cadáver a la lejanía impregna poco a poco el lugar donde se encuentran, pues sus hechizos aceleraba ese acto de putrefacción en ese cuerpo.

 

Aunque,la distancia y la poca iluminación dejaba verle aún como una sombra, donde los haz de luz le daban ciertos momentos de verle, aunque, ahora al salir rayo que tenía la intención desmayar a su rival, reflejo el brillo del metal, incluso pudiera este cegar a su oponente, aunque sería difícil predecir su trayecto, pues era difuso al estar a unos catorce metros de distancia.

[Mael Blackfyre]

El rayo iluminó brevemente el recorrido que hizo hasta llegar al mortífago. Claramente había estado presente dentro de aquella catedral y necesitaba, por cualquiera de los medios que tenía en mis manos, podes vencerlo para tomarlo de rehén y sacarle la información necesaria. Tenía que admitir que desde antes del Inquisidor, aquel bando había estado silencioso. Los ataques a los sitios mágicos, parecía haber alterado su panal.

— oh, maldito... —murmuré maldiciendo, al ver que el joven se había defendido, si, pero con la daga que también poseía. Eso significaba que de alguna manera, me estaba enfrentando a un mortífago con un poco de poder. Me acomodé sobre mi mismo, porque tenía varias opciones y todas pasaban delante de mis ojos. Levanté mi varita y me apresuré en pensar en un Confundus antes que éste hiciera algo más. Me arriesgaba ante su defensa-ofensa, pero evitaba que me hiciera más daño.

La mente del mortífago (Demian) cayó en el mar profundo de su mente, mientras el desmaius que me había regresado, me dio en el pecho y caí desmayado al suelo. Eso me quitaba tiempo de poder hacer algo, pero había prevenido seguramente de algún daño mayor. La mente de Demian Luxure lo obligaría a pensar que me estaba atacando, o lo que era mejor, que ni siquiera se encontraba en aquel lugar. Eso me alcanzaría a recuperarme. Mi cuerpo empezaba a despertar nuevamente. Pero mientras empezaba a moverme, la cabeza de mi rival también. El Confundus había empezado a disiparse.

 

 

@

[Thoth]

Y con la mirada bajo maldijo la estrategia de su oponente, sin embargo, vio con agrado la oportunidad se había creado, mientras que Gryffindor se recuperaba de ese efectado de ser desmayado. Este conjuro de forma verbal.

 

-Floreus-

 

Y esto en aparecía no modificó nada el enfrentamiento, no obstante las apariencias engañan, pues algo le estaba sucediendo en la varita de Elvis, pues creía en su próximo hechizo salir unos claveles marchitos.

 

-Sectusempra.-

 

Volvio a pronunciar, este adquirio los efectos latente de su Vara de Cristal, y fue así como se creó heridas críticas en su rival, en esta oportunidad se produjo en sus piernas, la sangre de ese sangre sucia comenzaba a gotear lentamente por sus muslos, esa visión fue grato para el mago oscuro, quien al darse cuenta de ello se relamio los labios, y dejó sus pensamientos a la imaginación. Y aún, así no terminaba de tomarse el enfrentamiento seriamente ¿Acaso ese orden del Fénix lo hacía? Esto fue que en el interior se cuestionaba el egipcio.

[Mael Blackfyre]

Sonreí de costado aunque el mortífago no llegara a verla. Había sido un golpe de suerte y de tiempo el inhabilitarle aquel ataque que estaba seguro que hubiera sido casi mortal. Respiré profundo. La marca tenebrosa que estaba por encima de la catedral le daba un toque más tétrico a todo. Me llamaba la atención que ningún muggle se acercara a ella ¿O nos estaban observando desde la lejanía? No estaba seguro qué haría en su lugar.

Mi varita vibró. Ya sabía qué estaba ocurriendo. Pero gracias a los extranjeros Uzza, tenía una salida. Mi mente era como un cuarto donde dependiendo las opciones que tenía, tomaba la puerta que podía. Deslicé mis dedos de mi mano libre y entre ellos apareció aquella daga plateada, la Daga del Sacrificio. Él quería que no use mi varita. Me obligaba. ¿Quizás tenía miedo?

— Immolo Oppugnare

Mientras susurraba aquellas palabras, podía sentir una extraña energía. Aquel libro era realmente tenebroso. La magia de sangre era maldita desde cualquier ángulo que uno lo observe. Pero tenía que poner en mente que se trataba de un mortífago y que mi objetivo era debilitarlo para poder capturarlo. Y lo lograría. Deslicé la daga por el largo de mi brazo, hincando la punta filosa en mi muñeca unos centímetros dentro de mi piel hasta casi en el pliegue del codo. La sangre empezó a chorrear y también lo haría en su brazo.

— Oye ¿estás seguro que no quieres rendirte? Te espera una linda celda en azkaban, claro, sin antes sobrevivir a mi interrogatorio —le dije con una sonrisa aún más grande. Quería sacarlo de su concentración, y eso funcionó, porque ahora me lanzaba otro rayo directamente contra mi. El efecto del floreus aún se mantenía activo, asi que tenía que evitarlo una vez más. La daga del sacrificio se escondió entre mis ropas para dar lugar a otra, Kansho, que apareció tras una estela de humo negruzco. La impuse como un escudo, tan solo su poder emitió un brillo intenso tras recibir el impacto del Sectusempra. El rayo fue absorbido como un agujero negro.

Claramente que enarbolé la daga como la varita, haciendo que el Sectusempra regresara por donde había venido, especialmente para que impactara en Demian Luxure para provocar heridas sangrantes en su pecho. Cuando eso pasó, miré mi brazo ensangrentado, recordando que tenía que curarme. No era mortal pero lo hacía principalmente porque luego podría empeorar por otros daños. Me encargué de curarme con las artes Uzza nuevamente, con Curación, cerrando la herida de la daga y cortando la hemorragia.

[Thoth]

Luxure no previo la habilidad de @ , así que usando la curación se sana de las heridas causada por la Daga de Sangre. Y en cuanto al rayo que se le había regresado, el mago oscuro optó también jugar ese juego. Y aplicando el kansho le regreso nuevamente el sectusempra, y en caso de impacarle le causa heridas criptas al mismo. Y bajando la mirada, noto su error.

 

-Vara de Cristal - hace leve pausa. -Sectusempra-

 

Siseo como serpiente y nuevas heridas se crearon en su rival, en esta oportunidad en su espalda. Este se cuestionó sobre la estrategia que aplicaría el mismo, por suerte contó con la denfesa de su daga. En ello el brillo de de su arma se comenzó a perder, indicando que se volvía un poco inútil.

 

En verdad fue una desgracia que contaba con la igualdad de fuerza, pero con el pasar de tiempo, pronto podría invocar las manos fantasmales, así como ese poder capaz de pudrir la carne, este supuso que sería cuestión de tiempo, y con ese anhelo le agrado la idea de enfrentar a tan hábil adversario.

 

Off

 

Edito con permiso del rival.

Editado 12 de Octubre del 2020 por Demian Luxure

[Mael Blackfyre]

Una vez más, el mortífago que tenía enfrente me rebotaba el hechizo. ¿Acaso tenía miedo? ¿No tenía más trucos debajo de la manga? No estaba seguro la clase de rival que era y hasta podía ser una simple estrategia, pero estaba seguro que no iba a ganar aquel combate así. Si utilizaba mi daga una vez más, podíamos tardar años en llegar donde quería. Aferré mi varita al guardar mi daga, en aquel instante no la usaría. Apunté a un costado donde borbotaba la fuente.

— Vitae —murmuré al ver las dos figuras de piedra de colibrí enroscándose en una flor. Era una fuente hermosa pero la necesitaba. Si quería hacer algo, tenía que cambiar mis movimientos y eso estaba haciendo. La estatua de colibrí levitó tan solo unos milímetros, convirtiéndose en una figura realmente tenebrosa. De la estatua le habían salido unas patas de piedra y dos alas en cada una de las caras de los colibrís. La flor que servía de fuente de comida, ahora era invadido por unos cuantos años que miraban atentamente al rival—. ¡Ataque!

En el momento que la criatura se colocó justo delante, ésta fue impactada por el Sectusempra doblemente rebotado. El hechizo verdoso impactó de lleno y lo retraso tan solo unos segundos. De ser de carne y hueso habría caído mortalmente al suelo. Pero la figura no tenía sangre y su cuerpo era de piedra. Sus dos alas cayeron al suelo y se resquebrajó un poco. Pero seguía en pie. Con la misma orden salió corriendo contra Demien para enfrentarlo y poder atacarlo. Sus patas filosas servirían para cortar parte de sus muslos.

Pero aquello no todo era color de rosas y ahora si efectuaba correctamente su hechizo deseado. Y pude sentir que tenía mojado por detrás. Mi espalda era la que había recibido el primer golpe. Levanté mi varita como si se tratara de un gesto automático y pensé en un Episkey, para que al menos las heridas que acababan de abrirse, se cerraran con una leve capa de piel, la cual detendría la hemorragia. Miré a Demien. También estaba en problemas.

[Thoth]

“Obsistens”

Fue lo que pensó el mago y creo un cerco luminoso negro con dorado a su alrededor. Y al momento que llego la criatura tenebrosa fue adsorbida por el mismo. Y de esa forma, se encontraba a salvo, noto como su oponente se curó. Sin embargo, bajo los efectos de su Vara de Cristal, su varita vibra en otra onda, convirtiendo sus encantamientos más efectivos.

-Bien, al parecer debo admitir que tienes habildiad.-

Haciendo una leve pausa, viendo como no existía más estatua a su alrededor, a pesar que por extraña razón, este había logrado que la estatua que se encontraba cercana de este pudiera moverse tan rápido para que le protegiera, aunque, para su impresión, este hecho no fue tan violento, por que no estaba del todo seguro que el rayo fuera detenido, pero eso era algo que no le interesaba o preocupaba, igual era la vida de su rival.

-Petrificus totales-

Menciono con malicio, creando un maleficio que actuó de inmediato, esto era porque se encontraba bajo los efectos de su objeto mágico, petrificando por completo a su rival. Este no se movería, y estaría a la disposición del mago. Creando una sonrisa en su rostro, ya que el maleficio que desangraba, tenía ciertas limitaciones, por lo que en cierta manera se encontraba con pocos recursos, al menos por ahora.