Atraco en los puertos de Londres

[Idylla Macnair T.]

OFICINA DEL MINISTRO MUGGLE

(Poción multijugos: Alisson Turner, asistente del ministro)

 

 

 

Llevábamos tiempo preparandolo todo, desde el lugar, los permisos el tiempo e inclusive la gente que necesitarian para llevarlo a cabo. Todo iba viento en popa y lo único que faltaba era poder asegurarse de que el barco con el cargamento estuviera confirmado para el día de mañana.

 

Hoy se reunían la nueva ministra de magia con el actual ministro muggles, para resolver un par de asuntos sobre la caída del secreto mágico y algunos atracos que ya se llevaban a cabo desde hacia un par de semanas. Nadie encontró rastro sobre los ladrones, parecía que todas las cerraduras estaban intactas y lo más sospechoso es que desaparecían una gran parte de los trabajadores y personas que están a bordo. Por lo que el ministro había solicitado la ayuda de las personas que parecían ser parte de cada una de las incógnitas que pasaban por arte de magia.

 

Alisson, necesito que revises si la ministra @@Sagitas Potter Blue ya llegó para nuestra cita comentó el ministro dirigiéndose a ella, tomó un par de segundos darse cuenta que le hablaba. Hacia sólo unos quince minutos que había tomado la posesión de la identidad de la chica y por suerte recordó como se llamaba. Necesitaba estar en esa reunión para poder saber la magnitud de lo que Zoella y ella habían causado entre los muggles y la comunidad mágica.

 

Si claro señor, enseguida vuelvo

 

 

 

 

MUELLES DE LONDRES

(Pablo Stevens)

 

Caminaba nervioso de un lado al otro, su jefa no aparecía por ninguna parte hace días, por lo que ahora seguían las órdenes de otra bruja. Su nombre no había sido mencionado ni una sola vez, pero se hacía llamar "turquesa" el chico pensaba, que se debía al color de su cabello, pero nadie lo había mencionado aún.

 

John, necesito que revises si llamo la jefa con las especificaciones para el trabajo de mañana

 

No jefe, sólo dijo que tenía una reunión urgente y ella se comunicaria

 

Perfecto, entonces tendremos que esperar a que llegue y Repasemos el plan

 

¿Tenemos gente en el mercado, vendiendo la mercancía que recogimos en el atraco pasado?

 

Si, ya sólo quedan Muggles dentro de la subasta

 

Si, son los más difíciles de vender. Los magos de alta alcurnia ahora es más difícil verlos comprar gente para que les sirva comentó el joven, mientras sacaba un cigarrillo de su pantalón y lo prendia con el encendedor. Poniéndoselo en la boca le dio una larga calada, trabquilizandose de inmediato.

 

@@Ada Camille Dumbledore

@.

@@Lady Luxure Grindelwald

@@Zoella Triviani

@@Danny Lestrange

@@Anthony Ryvak Dracony

@

@@Joa Macnair Crowley

[Ada Camille Dumbledore]

Paris, Ministerio de Magia francés, oficina de la Ministra

 

Estaba frente al lavamanos refrescando mi rostro, las nauseas aun no me abandonaban y en ocasiones me sentía débil después de haber sido victima de una atentado en mi propia casa, alguien que había amenazado el Ministerio Francés antes de mi mandato y por su puesto asesinado a mi antecesor, esta vez había atentado contra mi. la botella de Whisky envenenado había llegado hasta mi Chateau como regalo y en una noche había probado el trago que me había causado gran malestar, había tenido suerte de estar acompañada por mi novio, quien con un bezoar había salvado mi vida, pero la vida del bebé en mi vientre se había perdido a causa de la debilidad de mi cuerpo. La noticia había hecho que de muchas formas me alejara de la vida publica de Francia porque mi corazón estaba triste por eso.

 

Esa noche debía encargarme de algo que mi amada madre @@Zoella Triviani me había encargado por lo que debía ir al puerto sola, sin que nadie mas que mi hermana @@Lady Luxure Grindelwald lo supiera, pues eran negocio turbios de los que nadie debía enterarse. Mire mi rostro mas pálido de lo habitual en el espejo y lo seque con una toalla suave, salí del baño privado de mi oficina y tome mi capa negra que me cubriría de pies a cabeza lo que llevaba una sweater de cuello alto de lana negra y un pantalón de cuero negro, el cabello rubio suelto.

Tome mi varita y el traslador que me habían dado para llegar con prontitud a Londres.

 

Londres, Puerto

 

 

El viaje en traslador era bastante tranquilo llegue cerca a donde la embarcación de contrabando debería atracar para su traslado a tierra y la posterior venta y distribución a exclusivos magos del Mundo mágico, camine con calma usando la capucha de la capa y me acerque a los hombres contratados para recibir aquello.

 

- Caballeros buenas noches, ¿ Esta todo listo para el recibimiento?

 

Salude apática y alejándome del molesto olor a cigarro.

 

@

@Shelle Dumbledore B.L.
@Danny Lestrange
@Anthony Ryvak Dracony
@Aaron Black Lestrange
@Joa Macnair Crowley

 

[Idylla Macnair T.]

PUERTO LONDRES

(Pablo Stevens)

 

Seguían esperando el cargamento que llegaba en unas cuantas horas más, y se ponía inquietante nervioso. No era la primera vez que hacia ese tipo de trabajo, pero ese día se sentía algo inusual, como si cualquier cosa estuviera a punto de saltar encima de el y sin embargo todo se veía muy tranquilo.

 

Debía dejar de ser paranoico, volteó un momento a mirar sus botas algo viejas y con bastante uso, su vestimenta era nada fuera de lo común unos jeans deslavados y una camisa azul cielo que había visto mejores días. Tenían que verse lo bastante normal para que nadie sospechara de sus planes. Pablo eraro un tipo alto, con un físico no espectacular, más bien era robusto y con una barba de candado en la cara, con bigote a juego. Así mismo los hombres que estaban con el no eran nada especiales, todos llevaban más o menos la misma vestimenta y eran de la misma complexión que Pablo, claro que había uno que otro gordo y flaco por ahí.

 

Se estaba terminando el cigarro cuando alguien con capucha puesta llegó hasta donde se encontraba, levantó la vista de sus botas y miro lo que parecía ser una figura de mujer.

 

—Si, debe llegar el cargamento en unas cuantas horas— comentó el apagando el cigarrillo y tirandolo en dirección al océano —¿Disculpe pero usted es? No se me notificó que alguien más estaría con nosotros recibiendo la mercancía— fruncido un poco el celo y la miro con más detenimiento.

 

 

 

OFICINA DEL MINISTRO MUGGLE, LONDRES

(Poción multijugos: Alisson Turner)

 

Caminaba fuera del despacho del ministro intentando averiguar porque la ministra de magia a un no se había presentado para la reunión. Si bien no era tarde, hacia sólo un par de minutos que pasaban de la hora acordada, la chica se llevó las uñas mal pintadas a la boca. Dándole un poco de realismo a su personaje, después de seguirla un par de semanas y mirar sus costumbres se dio cuenta que el morderse las uñas era algo común en ella y no quería que sospecharan de una infiltración.

 

La chica en cuestión era de cabellera rubia y ojos azules muy bonitos, su cabello llegaba hasta los hombros y su piel era blanca, demostrando que raramente salía a tomar el sol. Si vestimenta era empresarial, con un sacó y falda a juego de color gris aburrido y su camisa blanca, en verdad era alguien que nadie miraría dos veces al pasar. Así se sentía de aburrida, todo lo contrario a ella, que le gustaba destacarse lo más que podía de la gente que le rodeaba.

 

Abrió la puerta de la oficina y metió un poco la cabeza —Aún no a llegado la ministra @@Sagitas Potter Blue a la reunión, ¿aviso a alguno de su Comité para preguntar por la demora?— preguntó la chica con una sonrisa tímida.

 

—No, Alisson. Esperemos a que llegue, no sabemos cómo puede reaccionar esa gente a que la presionemos— y siguió firmando una pila de papeles que estaba frente a el —avisame cuando ya esté aqui—

 

—Si señor— y cerró la puerta dirigiéndose al escritorio que estaba fuera de la oficina. Sin duda esperando la reunión, "Con lo que me encanta esperar" pensó para si misma y suspiro.

 

@@Ada Camille Dumbledore

@@Joa Macnair Crowley

@@Danny Lestrange

@.

@@Anthony Rubalcaba Dracony

[Thoth]

El Senecal de Caronte se encontraba sn su embarcación, esas ventajas de ser parte de su clan, allí navegaba como todo un marinero, vistiendo con atuendo azulados con blanco, cuya capucha le cubre el rostro, las mangas eran anchas, y algunos adornos de la misma era dorados, los cuales le dejaba ver sus claras intenciones de saquear, robar y hacer todo de mercadeo ilegal. Este al ser diplomático poseía ciertos permisos de privilegios, por lo que esa blanca embarcación, con el logo de su escudo familiar en la proa, la bandera de Egipto ondeando al lado de la de su Clan, y la Unión de Países Africanos era algo agradable a la vista.

 

Este se encontraba viajando durante días desde África hasta el puerto de Londres, los días y noches la pasaba en compañía de algunos hombres, este no iba a perder el gusto que traía los mares, además que ninguno de ellos era parte de su tripulación, por lo que al final de sus aventuras los volvía esclavos y así los vendía al mejor postor. Sin enbargo, esa ala de su barco era oculta, y reservada para su diversión personal, pues tenía mas de un medio para lograr sus objetivos.

 

Y llegando a su destino, los tripulantes y sirvientes de ese despido mago le alerta, con el llamado de en clave de "tierra de la perdición a la vista, resguarden a los hombres." Un claro indicio que todos deben ocultar la mercancía que no debía ser revisada por las autoridades del puerto.

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

No es que estuviese comodo ahi con el gelido aire casi de invierno golpeandome el rostro, pero es que la posicion era estrategica, tenia una genial imagen de todo lo que sucedia en el puerto y eso valia oro. Noticias me habian llegado, de ciertos movimientos a los que no habia prestado atencion. Era de esperarse, a rio revuelto ganancia de pescadores rezaba el dicho. Asi que uno enfocado en la politica y ya tenia colegas que dado el desgobierno aun reinante hacian de las suyas. Pero como la cabra siempre tira para el monte a uno siempre le picaba curiosidad. Maximo cuando conocia a casi todos los del ramo.

 

-Veremos quien aparecera...100 galeones a que no me llevare una sorpresa.

 

Mi voz se hizo oir para despues sonreir. Estaba solo, en un lugar acondicionado magicamente para que no saliera un sonido y no fuera visible por fuera. Era raro hacer una apuesta conmigo mismo, pero lo bueno es que no iba a perder dinero en eso. Mire por un momento y despues me movi a la mesa, comenzando a trazar un croquis con todo lo que veia referido a los movimientos. Sonrei, al parecer mi parte voyeur estaba mas que satisfecha.

[Thoth]

El Corsario salió de su camarote, allí sus marineros hombres sin nada de moral, ladrones, magos tenebrosos, y sobre todo calañas de alcantarillado que vendrían a su propia familia por algo dd fortuna, eran esos quien le acompañaba. Estos se acoplan a los fines del egipcio, y alli, su embarcación pronto comienza a llegar al puerto. El mago oscuro observa con su telescopio, y la brisa le golpeaba el cuerpo.

 

-Ratas miserables, comiencen a preparar todo. El tiempo de luzbel en llegar a tierra ha llegado, es hora de divertirnos, y gozar de la vida.

 

Éste barco era conocido por ser contrabandista, pero poseía el resguardo diplomático del embajador dd Egipto, siendo así un barco de paz y ayuda humanitaria desde el U. P. A no obstante, este navegante lo usaba para todos menos para ello, y así llegando a ese sitio, el ancla comienza a ser lanzado en el agua y las cuerdas ser amarradas en esas estacas de madera. Y un leve puente se comienza a crear, desde en el cual sus hombres comienzan a bajar con varias cajas, este simplemente se queda atrás, donde observaba todo lo que ocurría.

[David Augustus Lestrange]

Departamento de Transportes Mágicos, Ministerio de Magia

Se encontraba en su despacho. El café que estaba tomando se encontraba oculto tras una montaña de papeles. Tenía trabajo acumulado, trabajo urgente que no podía dejar para más tarde. El Departamento no estaba en su mejor momento, hacían falta empleados para poder seguir asegurando que los magos y brujas del todo país disfrutasen de los medios de transporte necesarios para poder ir a los lugares deseados. La aparición era lo más sencillo y rápido, pero no todo el mundo quería o podía hacerlo.

 

Le gustaba su trabajo, amaba su empleo. De no hacerlo, seguramente hubiese dimitido el primer día que vio todas las cosas de las que tenía que encargase. Hoy no era ningún examen de aparición, no tenía que comprobar ninguna escoba para asegurarse de que todo iba bien. Su misión para aquel día y lo que más prisa le corría era autorizar unos trasladores que llevarían desde el puerto hasta el Callejón Diagon. Imaginó que serían productos para vender, ¿qué otra cosa podría ser?

 

Miró el reloj que llevaba en su muñeca derecha. No tenía mucho tiempo para hacerlo.

 

Las prisas no eran buenas acompañantes. Le hubiese encantado quedarse en su despacho para seguir con los asuntos que tenía pendientes, pero eso era lo más urgente y no le quedaba más remedio que ir hasta el puerto para asegurarse de que los magos y brujas que habían querido esos trasladores tenían la forma correcta para desplazarse. Si ellos necesitaban un traslador, su deber era dárselo.

 

Puerto de Londres

Y así fue cómo se apareció a unos cuantos metros del puerto, en una calle poco transitada. Con un par de papeles en la mano, un maletín y su varita guardada en uno de sus bolsillos recorrió la distancia que le quedaba hasta el puerto a pie. No era mucho. Le gustaba el olor a mar, le gustaban los barcos y ahora que se estaba acercando a su destino no veía con tan malos ojos haber salido de su despacho. Llevaba consigo, además, un periódico viejo y roto que funcionaría como traslador. A lo lejos se veían algunos barcos acercándose al puerto, alguno de esos tendría que ser el que llegaría con cosas para el Callejón.

 

El único problema era no saber quiénes serían los magos que necesitaron de sus servicios. Esperaba dar con ellos antes de que fuese demasiado tarde. Estaría atento a cualquier persona que anduviese por allí, con sus cinco sentidos preparados para escuchar cualquier clase de comentario que le diese alguna pista...

[Thoth]

-Al parecer ha llegado una nueva embarcación- comentaba una bruja otra, mientra que esta se encontraba caminando por el muelle, quizá cercano alguien dentro del Ministerio de Magia ( @ ). - Y si al parecer traen unas mercancías al último grito de la moda, además son más baratas que las que encuentra en el Concilio de Mercaderes. Y podes comprar todo lo que quieras y no estar llenando planillas incendiarias. -

 

Estas se reían y miran a todos lados, esperando que nadie le escuche, no obstante el Corsario y dueño de esa tripulación se encontraba más preocupado por el comercio ilegal que llevaba, que si contrabando de trata de banca, droga y todo esos productos ilegales que muchos pagarían hasta su vida tenerlo, así como ediciones de loa libros de los Uzza que esa mísera institución se negaba a vender, por postores podrían adquirirle.

 

Al menos, eso era lo que la mente del codicioso mago oscuro era lo que pasaba, igual muchos de sus hombres eran marionetas y era muy probable que este lo fuera, ya que había comenzando a jugar un extraño buego, pero en la cual solo el destino pudiera descubrir la verdad.

[Ada Camille Dumbledore]

La noche era ventosa, lo que hizo que mi cabello rubio se moviera un poco agitado, pero el barco ya se acercaba. Uno de los hombres estaba hay y al darse cuenta de mi presencia me pregunto la razon(@) le sonreí de manera torcida levantando la mano es manera de saludo.

 

-Soy el contacto para confirmar que la mercancía llegue bien y segura a donde debe ir a tierra

 

Solte con voz firme y mirándolo de manera despectiva, odiaba que dejaran las cosas a cargo de personas que no tenían clase y menos educación. Oí entonces unas voces no lejos, me acerqué un poco más de donde venía la voz, vi entonces algo que estaba totalmente fuera del lugar: mi hermano @ hablando con uno de los hombres de mi padre adoptivo @. La piel cobriza y la corpulencia del egipcio se veían a simple vista. Fue entonces cuando vi el peligro: mi hermano era miembro del Ministerio de magía Inglés en el departamento de transportes, si los egipcios lo sabían estaba muerto. Los egipcios eran radicales y no se iban andando con juegos... lo matarían sin pensar. Despacio me acerqué a donde estaban, tenía que pensar en algo rápido, mi varita ya reposaba en mi mano izquierda bajo la capa.

 

-Cariño estas aquí!

 

Eleve la voz justo para qué ambos se centraran en mí, fui directo hacia David y tomando su rostro con mi mano diestra y bese suavemente sus labios quedando en ellos poco más de lo necesario y esperando no me rechazara o estaríamos en lios. Al terminar lo mire a los ojos esperando me siguiera el juego y de paso que el rubor de mis mejillas no fuera evidente.

 

-el barco que trae el regalo de mi familia esta en ese lugar, seguro te dije mal el lugar

 

Enlace mis dedos con los suyos en un intentó de sacarlo de allí y ojalá no me rechazará, aunque por su cara de sorpresa no lo creía, sino fuera por el miedo a que nos mataran allí mismo me hubiera echado a reír. Lo guié suavemente alejándolo del corpulento egipcio.

 

-Que tenga buena noche buen señor

 

Nos alejamos de a poco caminando de la mano, era una actuación que espero hubiera sido perfecta o corríamos peligro, aunque aún tenía un As bajo la manga: el ser hija adoptiva del Luxure, pero solo lo revelaría si era absolutamente necesario.

Editado 20 de Noviembre del 2020 por Ada Camille Dumbledore

[Thoth]

Uriel Luxure

 

El Corsario se encontraba aún en la embarcación, y siendo el barco con las banderas de Egipto y U. P. A poco le valía la autoridad local, era por ellos que sus hombres eran arrogantes, y tomaban todo lo que deseaban, y ya que nadie le podía impedir hacerlo, incluso si ellos soñaron en hacerlo. Éste en seco camina, siendo alguien con aires de superioridad, y fijando su mirada en el horizonte. No obstante, sólo se limitó a estar en su mismo barco.

 

-Capitán, ya todo está abajo. Solo falta el cargamento especial.

 

Asqueroso y repugnante tripulante que le había dicho, tenía todos los dientes podridos, amarillentos y partidos, una mirada esquiva, y una cicatriz en el rostro. Y dando vuelta, sale de ese lugar, dejando al capitán solo en el barco. Este sacando su Kansho de la funda, y levantando la misma. Hace que las velas se recojan, las puertas se cierren, y todo, esto porque un fragmento de su alarma se encontraba en el barco, pero esa ilusión era genial para sus hombres. Y guardando la misma, caminata hasta su camarote, este jamás pisaba puerto desconocido, y siempre sus hombres eran custodios de ver que ningún intruso entrará.