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Prueba del Libro del Druida Octubre 2020


Badru
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Del otro lado del portal, el bosque se alzaba imponente. No se alcanzaba a distinguir el suelo por la tupida vegetación, y los múltiples sonidos de todas partes daban cuenta de la variedad de criaturas que pululaban alrededor.

 

Black había mostrado hasta ese momento, cualidades excepcionales. Badru era capaz de reconocer que el mago había cumplido ampliamente con sus expectativas, pero restaba la prueba final y definitiva, en que no solo debía mostrar el uso de los hechizos, sino su capacidad de idear una estrategia que le permitiese derrotar a su oponente. Y aunque estaba seguro que el mago estaba más que deseoso de medir sus poderes con él, no era política del uzza enfrentarse directamente a sus alumnos, sino que prefería jugar un poco con sus mentes al momento del reto.

 

- ¡Mire, allí está su oponente!- indicó a Aaron, mientras su largo dedo índice señalaba en línea recta una figura que estaba parcialmente cubierta por un árbol- no hay un límite de tiempo para su lucha, pero ya se imagina que cuanto más tiempo pase aquí, más peligros afrontará. Recuerde que estamos en dominios de los nundus.

 

Bajo la sombra de los enormes árboles de frondoso follaje, eran escasos los rayos de luz que se filtraban. El espacio que tenían para moverse era también bastante limitado, y casi cercaba el improvisado "escenario" para la batalla, por lo que no podría haber entre Aaron y su rival más de cinco metros de distancia, sin importar a donde se moviese. Entre las ramas de los árboles podía verse gigantescas telarañas, y por los troncos gruesos iban y venían sin detenerse cientos de hormigas.

 

- ¡Que inicie el duelo!- clamó Badru- La gloria quedará con el vencedor.

 

Entonces lo vio, como la figura avanzaba más allá del árbol y empezaba a transmutar su apariencia hasta convertirse en una mujer que el uzza desconocía pero que sin duda, debía significar mucho para Black, pues era función del sortilegio mostrarle la imagen de alguien a quien temía. Una sonrisa siniestra se dibujó en el semblante de la bruja en el momento que alzó su varita y atacó directamente con unas flechas de fuego al mago, generando una serie de filamentos de fuego que salieron disparados unos tras otro hacia Aaron, con el fin de incendiar su piel y provocarle severas heridas.

 

Figura de sombra:

PV 100

PP 7-1 = 6

 

 

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Reglas
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100 PV

6 PP

 

El silencio reinó por un par de segundos, cuestión que quizás era provocada por el trance de cruzar desde un lugar a otro, sin embargo, lo único que oí al llegar fueron los revoloteos de unas aves cuando el portal se cerró tras mi espalda. Observé al guerrero y asentí ante sus palabras, dando un par de pasos mientras desnudaba mi torso de aquella larga túnica. Quedé en bombachas, enseñando a plena vista la cicatriz en mi cuello.

 

-Muy bien, mientras no se me cruce un nundu, nada malo le pasará...- bromeé con una sonrisa bufada, centrando la vista en lo único que tenía en mente. Mi oponente.

 

La estancia era parcialmente limpia, aunque a mi juicio, si fuese magizoologo, creería que el lugar era un punto de encuentro para las batallas por el territorio o las hembras de las bestias mágicas, que había nombrado el guerrero. De hecho, habían algunos huesos regados por el lugar, con mitades de cráneos de otros animales y también de los mismos nundu.

 

Empuñando la varita, la aferré con más fuerza y tensé el antebrazo en cuanto noté que la figura comenzaba a tomar las facciones de mi madre, Mahía Black. Solo volteé una vez hacia Badru, cruzando el arma mágica sobre mi rostro para confeccionar la máscara mortífaga que me caracterizaba bajo el seudónimo de Caelum- como de costumbre, un nombre estelar entre los Black; la constelación del cincel por haber esculpido a la sociedad mágica-. ¿Qué podría decirme el Uzza?, si bien no había un voto de silencio, su contrato no le daba libertad para opinar sobre las disputas que ocurrían en la sociedad mágica. De hecho, muchos de ellos y ellas, lo encontraban algo burdo, no obstante, para mí era ¡una guerra crucial!.. y quién sabe, quizás cuando el guerrero terminara su contrato, podría buscarme para apoyar mis políticas o enfrentarse a ellas.

 

Salvaguarda Mágica, pensé tras cerrar la gris y gélida mirada bajo la máscara. Al instante me volví intangible, justo y al mismo tiempo que los filamentos de las flechas de fuego comenzaban a provenir de mi rival; fue así que simplemente traspasaron mi cuerpo sin hacerme daño alguno. Acto seguido, estiré la palma de mi mano a la altura de mis labios, soplando tras las rendijas unas "arenas del hechicero" - mero teatro- para expandir un polvillo mágico que cegaría al rival que Badru había puesto para mí.

 

@Badru

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La mirada atenta de Badru seguía de cerca el desarrollo del duelo, sin pronunciar palabra. Le gustaba que Aaron estuviese empleando magia uzza para defenderse y atacar, pero esperaba todavía mucho más de él. El duelo no había hecho más que iniciar, así que todavía quedaba un largo camino para definir a un ganador, y especialmente, que Black demostrase lo aprendido del Libro del Druida.

 

La figura de sombra por supuesto, no había permanecido inactiva tras su primer ataque. Inmediatamente después de que vio como Aaron se aplicaba el salvaguarda, defendiéndose así de sus flechas de fuego, y antes que el mago pudiese hacer su siguiente hechizo, hábilmente pensó en una maldición, conjuro a través del cual dejaría sin efecto cualquier hechizo de Aaron, generando solo una versión ridícula del mismo.

 

Instantes después, satisfecha, la sombra sonrío pues la arena de hechicero no le había provocado ningún daño. Y aunque no podía ver en la mente de su oponente, estaba seguro que debía estar desconcertado y tenía que aprovechar ese momento, así que volvió a pensar en otro hechizo, esta vez un Babosas, que en cuanto impactara en el joven, le provocaría serios problemas intestinales, e incapacidad de usar hechizos verbales, pues tendría la boca demasiado ocupada vomitando babosas.

 

A lo lejos, un potente rugido anunciaba que el nundu podía estar más cerca de lo que imaginaban.

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100PV - 30PV + 30PV = 100PV

6PP - 1 PP= 5PP

 

Desconcertado, por no ver a mi supuesta madre siquiera llevarse las manos a la cara o parpadear desesperadamente por la pérdida de vista tras el hechizo de arenas mágicas, entrecerré la gélida y gris mirada tras la máscara al notar como un punto de luz comenzaba a concentrarse en el arma mágica de la sombra que Badru me había puesto como rival; fue en ese momento que extendí ambas manos, una con varita y la otra a palma abierta, concentrándome en un...

 

Obsistens

 

...De tal manera que un cerco de luminosidad ultravioleta se constituyó frente a mí, rodeándome, para que el rayo convocado por la sombra se absorbiera a merced de la barrera mágica que había logrado constituir tras los conocimientos del Druida, en cuanto cruzase el trayecto; un rugido se oyó en el silencio de segundo que utilicé para observar mis manos y a mi rival en un intervalo fugaz. Reí y elevé la varita en dirección a mi oponente, invocando la daga del sacrificio en la otra mano para apuñalarme el muslo ipso facto, no sin antes recitar el rezo...

 

-...Immolo oppugnare...- el eco fue furtivo, perdiéndose entre los rugidos de una bestia que parecía acercarse más y más. El daño provocado por la daga sería igual para ambos, por lo que pensé en un curación, propio de los conocimientos obtenidos gracias al libro de la fortaleza, para sanarme de inmediato.

 

@Badru

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Hasta ese momento, la figura de sombra no había pronunciado palabra, pues de haberlo hecho, su voz, cavernosa y ronca, habría arruinado por completo el efecto que se esforzaba por proyectar de asemejarse lo más posible a la madre de Aaron Black. Pero el duelo se tornaba más serio, y difícil, por lo que necesitaba esforzarse un poco más, especialmente porque Aaron había conseguido bloquear su ataque anterior con un obsistens. No estaba dispuesta a hacer la más mínima concesión al mago, así que en cuanto aquel cerco luminoso desapareció, sus labios se abrieron por vez primera para pronunciar, cinaede, agitando apenas su varita, de forma que el efecto dañara a su oponente. En las manos de Black, la daga del sacrificio relucía, y ella supo lo que se venía, por lo que solo contuvo un grito, cuando su muslo, por causa del ataque provocado con la daga, comenzó a sangrar profusamente, debilitándola.

 

Pese al dolor, podía contemplar ya problemas en el sistema respiratorio de Aaron, debido al misterioso gas invisible, venenoso y letal, que aquel hechizo generaba, y eso la hizo sonreir. No dudaba que en cuanto llegase a su sangre, arruinaría al mago por completo.

 

La herida en su muslo le molestaba, además de ser un lastre físico que no pensaba cargar por el resto del duelo. Así que pensó rápido en una curación, un hechizo cuya ventaja de no consumir acción le resultaba doblemente conveniente en esa instancia. Aliviada, notó como el dolor remitía y la herida cerraba del todo en su muslo hasta finalmente desaparecer. Sin lugar a dudas, Black había sido arriesgado con esa jugada, pero ¿estaría listo para su contraataque? Sin un corazón, ni sentimientos que aflorasen y le generaran dudas morales de ningún tipo, la figura de sombra intuía que solo necesitaba un impulso más para liquidar a su oponente, ya en problemas por causa del cinaede.

 

Así que, concentrada en eso, apuntando al mago con su varita, lanzó un Conjuntivitis, que en cuanto le impactase le afectaría la vista. Envenenado y casi ciego ¿sería que podría remontar esa situación?

 

Badru a la distancia, se preguntaba de qué manera Aaron pondría las cosas a su favor. Era el momento decisivo en el duelo para demostrar de qué estaba hecho.

 

PV : 100- 30+30 = 100
PP: 6 - 1 = 5
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100PV-30PV (pues me dijo que eran efectos de un cineade sobre lvl 25 sin especificar si era sobre 30 también)= 70PV

5PP

 

Sinceramente no me había percatado si mi supuesta madre había gritado o murmurado hechizo alguno, pero sí conocía muy bien los efectos que estaba viviendo en ese momento; la falta de aire, logrando que respirase cortito y rapidito, sin obviar un dolor particular en el pecho me hicieron resolver en un cineade más poderoso del que yo podía conjurar. Sin embargo, no le di mayor importancia en ese momento, realizando luego una floritura varita en mano, mientras el gris de mis ojos bajo la máscara mortífaga reflejaba la curvilínea figura de una Mahía que conocía, no era ella.

 

-...cantar de eleboro...- murmuré. Oyendo una frecuencia melódica y aguda, apenas audible, que dilató mis pupilas y dio apertura a los demás sentidos. ¿Porqué lo hacía?, ¡desesperación ante el veneno que parecía actuar cada vez más rápido!. Me sentía en un trance chamánico de tal manera que ¡hasta intuía los pasos de las posibles criaturas que rondaran el lugar!.

 

Fue justo después de ello que, un rayo del cuál tampoco tuve cuidado me dio de lleno en el pecho, logrando que sintiese un pequeño aventón en la boca del estómago. Casi eléctrico pero no dañino. Observé el punto de impacto, paseando rápidamente la mirada por parte de mi tronco y antebrazos, hasta finalmente soltar una carcajada. No tenía idea del porqué, pero de seguro el ataque de la sombra de Badru debió haber sido algo que intentase afectar mis sentidos. ¡Parecía un loco drogado con quizás qué clase de pociones!...

 

Tal vez debió ser la excitación ante la expansión de los sentidos o el mismo delirio del veneno, pero hasta ese momento no recordé el haber sido afectado por un cineade, no al menos hasta toser gotas de sangre por la rendija de mi platinada identidad.

 

-De...de...demonios...- jadeé, intentando inspirar profundamente hasta idear un anapneo en mi cabeza, cuestión por lo cuál sentí el oxígeno en mis pulmones, sin haber dado pie de soltar mi arma mágica en ningún momento.

 

@Badru

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