Jump to content

Prueba Libro de las Auras


Runihura
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Evaluar el uso y destreza de la magia de las Auras no siempre era tarea fácil, sobretodo teniendo en cuenta que el uso de éstas no se limitaba a la mera capacidad de convocarlas, sino también a la estrategia: como todo en la guerra, saber usarlas era un arte. Contrario a lo que su alumno Triviani pudiese pensar, era menester saber cuándo convenía utilizarlas y cuando no, porque era iluso y hasta peligroso pensar que sólo podían traerle beneficios a quien las invocase. Sin embargo, luego de tanto tiempo, la joven Uzza ya estaba acostumbrada al raciocinio limitado de los londinenses quienes más veces que no carecían de la capacidad de ver las cosas anagrámicamente.

 

Para la ocasión, Runihura había optado por recurrir a una de sus viejas estrategias. Matthew y Arya deberían aparecerse al mediodía en el punto más alto del Machu Pichu, allí donde el aire era tan delgado que respirar costaba el doble y el frío era tan intenso que ni el sol era capaz de calentarlos. Las circunstancias climáticas, sin embargo, no eran más que un detalle, dado que el verdadero enemigo aparecería unos cuantos minutos después de que los magos hiciesen presencia.

 

Para entonces, la Uzza ya les habría dado las indicaciones pertinentes y se habría desaparecido para observar el desempeño de ambos magos desde lejos.

 

Buenos días. Espero hayan practicado. Las reglas son sencillas, incluso para ustedes, la idea es practicar la mayor cantidad de Auras posibles pero siempre haciéndolo de manera justificada, que no me interesa ver un espectáculo de luces sino saben cuando utilizarlas y cuando no. – les había dicho.

 

Sin más, se había ido. Poco después aparecerían criaturas de las montañas con habilidades mágicas muy similares a las de un humano; criaturas que tenían la orden de la muchacha de atacar sin piedad y defender sin despilfarro. El balance al final de la batalla determinaría si el Triviani y la Macnair se habían hecho legítimos acreedores de una de las magias más complejas de su pueblo.

 

Off:

  • No existen los límites de tiempo entre respuesta y respuesta. Por tanto, la regla de hechizos impactados desaparece.
  • A los propósitos de este duelo, ambos serán un único equipo vs. las criaturas de las montañas, que actuarán como NPC's manejados por ustedes.
  • A los efectos de este duelo, todas las auras tendrán una duración máxima de 2 turnos para el equipo.
  • Duración del duelo: Del 17 al 25 de Noviembre, inclusive.
  • Nos guiaremos por las reglas de duelos existentes.
  • Hechizos: Neutrales, Graduados, y los Libros de Hechizos hasta Auras (con especial hincapié en este último).
  • Están prohibidos los Off. Consultas, dudas o sugerencias, al topic correspondiente.

 

@@Arya Macnair @

 

nHT2lrv.png
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Con el último bocado de comida, despedí a mi familia y me enfundé en una gruesa capa de viaje. El broche frío que la cernía al cuello tintineó cuando Ámbar me besó y se atrevió a preguntarme como alguien tan grande como yo, su madre, aun debía ir al colegio. Recuerdo haber reído tan fuerte que Aidan desvió la mirada de la edición dominical de El Profeta solo para saber qué me sucedía, no era normal oírme reír en éstos tiempos. Aun me cosquilleaba el estómago mientras descendía de mi escoba en la cima del Machu Pichu. La edad jamás debe ser un impedimento para seguir ampliando tu biblioteca, le dije, dando un suave golpecito en su cabeza.

 

Me cobijé esperando ver a mi compañero pronto, aquel lugar, aunque iluminado por un centelleante sol no dejaba nada por sentado. Incluso la presencia de Runihura, en completo silencio, me perturbaba. Algo en mi interior siempre repetía que cuando más algo el poder más costoso el precio que uno pagaba por obtenerlo, y no me refería ciertamente a galeones u oro, sino más bien a consciencia o incluso a vida misma. Con un silbido la Nimbus 4000 desapareció, conocía el camino a casa tan bien como una lechuza, así que volvería en un santiamén a estar descansando en el jardín de la Mansión Macnair, mientras yo, con el ceño fruncido, aguardaba por Matthew, quien se presentó no mucho después.

 

—Algo me dice que no será lo que esperábamos— Susurré a mi compañero con una media sonrisa, imitando su accionar y sacando la varita.

 

Desde que decidimos apuntarnos juntos a aquella clase de poder, obteniendo el libro de las auras y aprendiendo de él, o tratando de hacerlo al menos, había aguardado con ansias el duelo final, en donde nos enfrentaríamos hasta sacarnos alguna extremidad, porque así éramos, aunque guardábamos respeto por nuestros respectivos cargos, violentos y pasionales a la hora de batallar. Más las palabras que la guerrera nos dedicó dejó en claro que seríamos un equipo contra la adversidad.

 

Una adversidad en forma animal, cliché. Pensé

 

—Aura de poder. Musité

 

No sabía contra qué me enfrentaría pero iba a estar preparada, seguramente Triviani pensaba igual, pero me le adelanté. Rápidamente una fugaz lluvia de estrellas tiñó el cielo de un blanco cegador, como si sobre nuestras cabezas nos hubiesen colocado un domo protector y gracias a la magia que este aura dejó caer sobre mi, ómra vibró en mi diestra indicando que estaba lista para la acción, al igual que el suelo bajo nuestros pies comenzó a temblar, como si se tratase de una estampida. Por el rabillo del ojo pude ver que algo se arrastraba desde el centro de las ruinas, el vello de los brazos se me erizó y ardió mi garganta al conjurar sin separar los labios.

 

Confundus.

 

Sea lo que fuera, víctima de mi ataque, cayó por donde vino. Pero por allí, más y más sombras se alzaban en contra del sol, monstruosas. Miré a Matthew, le enseñé los dientes en una macabra sonrisa y me dispuse a su lado.

nqOolSA.gif

xQB7Qk7_d.webp?maxwidth=640&shape=thumb&

uhmdsoi.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Blandió su varita y con ella creó un remolino que creció a escasos centímetros del suelo. Había conjurado un portal, un espiral violáceo con un centro negro había aparecido de la misma delgada capa de polvo que el suelo del Castillo Black tenia y Matthew atravesó por el. Su cabello se alboroto durante unos segundos al encontrarse en la cima de la montaña de Machu Pichu, su clima era una mezcla entre húmeda y frígida.

 

En aquel momento, sus finos labios carmín se arrugaron, sus ojos se entrecerraron, haciendo que el pequeño tatuaje de navaja que tenia en su cien se arrugase también, el fulgurante Sol sobre ellos no dejaba que la visión de Black se acomodase por completo, sus azabaches se vieron ofuscados durante unos cuantos segundos, hasta que pudo recuperar la vista completamente.

 

Runihura y Macnair estaban ahí, el silencio inundaba por completo aquella ladera, era perturbador. -sonrió-

 

Asintió ante las palabras de la Guerrera Uzza y devolvió su gélida mirada hacia la pelirroja, con curiosos mechones plata. La analizó y luego respondió ante su comentario; Nunca es lo que esperamos, simplemente la vida esta repleta de misterios y de cosas indeseadas, pero, podemos divertirnos de todas formas... Y luego, hacer lo que tenemos pendiente. contestó sin que sus facciones se movieran, su indiferencia lo caracterizaba y no por tener algún tipo de sentimiento encontrado con la bruja pálida, eso cambiaria.

 

El sol se había tapado, como si fuera que alguien hubiera colocado un dedo sobre el y una lluvia de luminosas estrellas cayó sobre el campo, cubriéndolos a él y ella. Black sintió el poder inmediato, haciendo que se sintiera capaz de lograr más cosas de las que era capaz cuando no estaba bajo el poder del aura. Sabia que su compañera no sentiría nada en ese momento, hasta su próximo movimiento.

 

Unas sombras provenían desde el centro, donde probablemente estaría la estatua de Cusco.

 

¡Soldados Incas!

 

Era increíble, y le parecía imposible, que aún estuvieran vivos. Parecía ser que Runihura los había revivido solo para volver a morir, ¿crueldad o diversión? optaba más por lo segundo y como un regalo para los magos oscuros. Una sonrisa cómplice fue dirigida a la pálida de pecas y alzó su varita rápidamente para conjurar Absorvere mientras apuntaba a dos de los soldados que corrían levantando armas hacia ellos, se pudo escuchar el famoso CRACK al romperse violentamente los tobillos de ambos, imposibilitándolos de seguir avanzando, mientras que observó al tercero y parecía confundido, afectado por el ataque de Arya.

 

El suelo vibraba, como si una estampida se acercase hacia ellos, y a lo lejos se pudo vislumbrar la forma de un toro... ¿Acaso era el Toro Encantado de Ayacucho? ¡TAN LEJOS!? respiró y mantuvo la calma.

 

Aura de Confusión

 

Una tenue neblina gris se levantó del mismo vaho del suelo verde, haciendo que aturdiera y confundiera a sus enemigos.

x2YiSbT.png

HdDMuO2.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Una fina neblina se apoderó del campo de batalla. Me pareció, al principio, un encantamiento efectivo para aturdir y confundir a tus oponentes, sobre todo después de haber leído que tras la invocación, el mago o bruja tenían el poder de decidir qué hechizos lanzarían éstos a continuación, de manera contraproducente, como quedar ciegos o mudos, o tragar babosas. Pero en vista de dónde estábamos, temí por un instante caer al vacío o tropezar con alguna imperfección de la falla rompiéndome un hueso. Aguardé paciente a que Matthew le sacase provecho al aura de confusión pero no fui capaz de oír su voz a continuación.

 

Maldije por lo bajo.

 

Aferrada a la varita afiancé los pies en el suelo, necesitaba avispar mis sentidos para encontrarlo en el campo de batalla, no porque no creyese que podía solo, sino porque en terreno desconocido nunca era bueno que el grupo se separase; todos morían en las películas muggle cuando sucedía aquello. Y yo no pensaba morir ni tener que entregar a La Zíngara los restos de su hijo favorito. Fue el mejor, lo sé, pisa sus pasos. Me dije. Le había dado tantas clases que podría confiar en Triviani con los ojos cerrados, y eso haría.

 

Cerré los ojos.

 

Cuando la nube mágica se disipara una de las inmensas rocas que estaban a cuatro metros de mi compañero vibraría hasta mutar en lo que parecía ser un toro. Sus pezuñas de roca rojiza, un par de huecos por ojos y nariz, humo le salía por las fosas. De repente era como si nuestros atacantes tuvieran la capacidad de emplear hechizos sin usar varita, quise advertirle, pero no lo sabía, no tenía idea de que un vitae estala listo para lanzarlo por los aires.

 

Si eso sucedía con él, qué pasaría entonces conmigo. Tosí, de invocar otro aura, truncaría los efectos de Matthew

nqOolSA.gif

xQB7Qk7_d.webp?maxwidth=640&shape=thumb&

uhmdsoi.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Su anillo detector de enemigos nuevamente había picado su dedo, eso quería decir que estaba nuevamente en peligro y por tanto, su compañera también. Parecía ser un juego del gato y el raton, los enemigos podían emplear magia y ser capaces de transformar cosas, ¿Qué tan grande seria el alcance de su poder? mientras se cuestionaba aquello, observó como una de las rocas mas grandes a unos cuatro metros de él, se movió y se transformo en un Toro.

Gracias a los efectos del Aura anterior convocada, el Toro aun parecía estar un poco desorientado y eso le dio una chance al gitano de poder acabar con el de un solo movimiento, movió su varita como si estuviera dando un latigazo al aire y pronunció:

¡Reducto!

Aquel rayo salió de su varita rápidamente e impacto con el objetivo haciendo que la roca de la que se había formado explotase en varios pedazos. Su cabello se alboroto un poco por la explosión, de haber estado mas cerca, seguro aquello le hubiera ocasionado un leve daño.

Tosió un poco de tierra que se había metido a su boca y miro a Macnair, haciendo un esfuerzo grande por no parecer molesto.

Las demás rocas también comenzaron a moverse, poco a poco, cada una de las estatuas también se transformarían e intentarían atacar al par de magos. La nube de su aura estaba comenzando a desaparecer, por lo que no tuvo opción y conjuro una más.

Aura del Escudo Fantasmal

Un sin fin de fantasmas cubrieron el campo de Machu Pichu, puntualmente donde se encontraban los magos, aquellos espectros eran grandes magos y brujas asesinados, pertenecientes a la casta tenebrosa, quienes los protegerían durante dos turnos de cualquier hechizo o invocación que intentase hacerles daño.

x2YiSbT.png

HdDMuO2.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Guest
Esta discusión está cerrada a nuevas respuestas.
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.