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El poder mediato


Thoth
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La oficina principal de la cadena de radio Wizarding Wireless Network (W.W.N) que inicio en gran Bretaña expandió su alcance mediático con el apoyo Inquisidor, conquistado los recursos más atrayente para la comunidad mágica y muggle, este proyecto iniciado por Demian Luxure fue continuado por sucesor y primo Uriel. Sin embargo, todo se encontraba entre sombras, el manejo del arte de Titiritero era sigiloso, tramado y conspirando. Ésta guerra era una gran ventaja para los planes que tenía trazado con su aliado, pero para cautivar a muchos, Uriel lanzó un comunicado

 

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CASTING ACTORAL RADIAL Y

LIVE DE PERSONAJES GHIBlI

Se le comunica a todos los interesados en participar en el casting y poder honrar homenaje al trabajo realizado por el Estudio Ghibli que desde 1986 hasta la fecha ha traído extraordinarias películas, por eso en alianza con ellos, se piensa realizar programas radiales , LIVE, para poder representar cada una de ellas, o realizar un trabajo mixto y algo novedoso. Y quienes deseen participar, deberán ir a la sede radial en su país.

 

Atentamente, Uriel Luxure

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Luego de semanas de octubre de haberse realizado el casting, se comenzaban a preparar los detalles de producción para poder presentar esta singular pieza radial o live. Algo, que solo sus organizadores y actores sabrán, el mundo se encontraba esperando ese estreno, mientras que el resto se encontraba ante el inicio de una guerra, estrategia de distracción fue ideado por el egipcio, pero aún se desconocen sus planes.

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Extiende la magia de Ghibli

 

Un casting ¡Dios los castigaría por andar en escenarios tan frívolos en momentos como esos! Rory ni siquiera era capaz de ver a Lëna a los ojos, y enfurruñado, volvía a su libro sobre los milagros de San Francisco de Asís. Aun así, la insistencia de la joven fue tal, que finalmente tuvo que apreciarla.

 

- Estás irreconocible- admitió con sinceridad, mientras ella pegaba brinquitos de felicidad.

 

Rory sabía perfectamente cuanto anhelaba ella una vida como actriz. En esos tiempos...que ya ninguno traía a colación por la paz, ella había brillado en más de un cabaret en espectáculos un tanto dudosos de reputación. Pero estar sobre un escenario era lo suyo, y en más de una reunión, le había admitido cuanto extrañaba esa parte de sí misma en su nueva vida.

 

Entonces, el anuncio de ese casting la había animado por completo. Rory de mala gana, había aceptado proyectar unas cuantas de las películas de aquel estudio Ghibli en la casa de socorro popular, solo porque ella le había asegurado que su contenido era apto para todos los publicos. Y en cierta forma había tenido razón, pero en otra no tanto. Lo que era indudable es que las funciones habían sido un éxito y nuevos visionados se habían programado para todo el mes de Diciembre.

 

- Lo que no entiendo Lëna, es por qué tu obsesión con encarnar a esta mujer- tuvo que revisar la libreta donde ella había anotado pormenorizadamente todos los datos concernientes a ella- ajá, si, Taeko. No puede ser más diferente a cómo tú eres.

 

Lëna le arrancó la libreta de las manos, y se sentó en la banqueta un momento. Había adoptado la expresión de cuando sentía tonto explicar algo que a ella le resultaba tan claro, pero al menos parecía dispuesta a sacarlo de sus dudas.

 

- Lo sepa o no señor Despard, la mayoría de protagonistas de Ghibli son chiquillas, adolescentes, y yo ya no lo soy. Pero hay algo en Taeko ¿sabe? Que hizo que pensara en mí misma, y es que nadie puede escapar de la nostalgia, especialmente en los momentos donde debes tomar decisiones cruciales para tu vida. Y esa película, Recuerdos del Ayer, va de eso, de una mujer simple de ciudad que sin darse cuenta, va encontrando pistas en su pasado, de lo que ansía ser en el futuro.

 

No era habitual ver esa faceta en Lëna, tan reflexiva y tan correcta, que le costaba a Rory juntarla a los habituales recuerdos de ella siendo escandalosa en fiestas, regateando hasta lo inadmisible a los vendedores cualquier chuchería, o llamándole solo para contarle el último accesorio sofisticado que había podido conseguir. Pero no era postureo, él era capaz de ver lo genuina que era ella transmitiendo esas sensaciones que la película, y de repente, acompañarla en el casting ya no resultaba tan descabellado.

 

- Veamos pues que irá a suceder, voy a encomendarte al señor para que vayas con su favor a esa obra- le respondió sonriente, mientras Lëna se echaba a reír, y luego, como arrepintiéndose le revoleaba el rojizo cabello- ¿demorará mucho ese casting?

 

La verdad era que tampoco ella sabía cuanto iba demorar todo eso, pero esperaban que en breve, por los enormes altoparlantes instalados en la sala, anunciarían el asunto.

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Alvin Hours, intérprete

Extendiendo la Magia de Ghibli (I)

 

 

Cuando Alvin se colocó junto a la puerta de la sala de espera de los candidatos, carpeta en mano, todavía no entendía por qué Alfred le había enviado como cazatalentos a aquel casting. ¿Por qué no había ido él mismo, o había enviado a Silke? ¿No era ella quien se encargaba de esos asuntos en la compañía del alemán? ¿Por qué enviar a uno de sus actores novatos?

 

Señor Hours, puede pasar a la sala —le informó la mujer que se estaba encargando de la coordinación.

 

El muchacho asintió, palpándose las orejas con la mano, como solía hacer cada vez que las notaba calientes y las sabía rojas por el cambio de temperatura. Echó una ojeada a todos los que se hallaban allí sentados y esperaban impacientes alguna otra noticia de la mujer que calmase su ansia por comenzar con el casting. La mayoría habían decidido caracterizarse lo más cercanamente posible al personaje que iban a interpretar. Alvin detuvo momentáneamente su mirada en un joven cuyo rostro poseía tan finas líneas y su constitución tal delgada y ataviada con un vestido amarillo precedido por un delantal blanco verdaderamente confundían todo atisbo de género. Había decidido, además, diseñar su peinado en una media melena azulada y complementarlo con un sombrero de paja redondo con una cinta carmesí. Podría asimilarse como un personaje de belleza femenina, pero aquel muchacho lograba elevar la apariencia del mismo a otro nivel, con aquella mirada en la que parecía permanecer para no abandonar la construcción que había hecho de este, una mirada llena de complaciencia, alegría y amor.

 

Alvin, tras recibir una sonrisa por parte del candidato, giró sobre sus talones sin gesticular nada y se adentró en la sala acondicionada para las pruebas. Guiado por la coordinadora, se sentó apoyado en la pared del fondo, a un lado de la mesa de los miembros que conformaban el jurado del casting. Abrió sobre sus piernas la carpeta que llevaba y saludó de vuelta a algunos de aquellos magos y brujas del mundo del espectáculo sentados por delante de él que se habían girado para comprobar si se encontraba cómodo.

 

«¿Estudios Ghibli? Espero que alguno de vosotros conozca tal nombre», aquello era lo que había dicho Alfred Müller delante de toda la compañía cuando recibió la notificación de la posibilidad de encontrar nuevos rostros para el futuro espectáculo de la compañía en aquel casting, semanas antes de toparse tras varios meses sin saber de él con el señor Golliver y su nuevo asociado, Adrian Wild. «Hours, usted es el más joven, ¿conoce algo de esos estudios... japoneses?», le había interpelado directamente pillándole desprevenido en medio de un comentario a una de sus compañeras. «Algo he escuchado, señor, pero nunca he...». No pudo terminar su frase. El director alemán ya había dictaminado sentencia antes de que pudiera hacerlo: «Irás tú. Por supuesto, espero que te informes bien antes de ir».

 

Alvin miró su reloj de pulsera. Faltaban cinco minutos para que el primer candidato o candidata entrase por la puerta. Todavía pensaba de qué película podía ser el personaje en el que había reparado antes de entrar. Desde luego, no era ninguno de las dos únicas películas que le había dado tiempo a ver el día anterior. Rebuscó entre sus fichas, que comezó a extender por su piernas, las cuales terminó entrecruzando en el asiento para tener más espacio donde apoyar los documentos.

 

Oh, esta es... —murmuró—. Naoko, de "El viento se levanta".

 

¿Preparados? —preguntó la coordinadora de pie frente a la puerta que daba a la sala de espera en nuestra dirección—. Traigo ya a la primera candidata. Se llama Lëna, tiene una separata de Taeko, de la película "Recuerdos del ayer".

 

Y dicho aquello, abrió la puerta en busca de la anunciada. No, no sería aquel muchacho.

 

 

@@Rory Despard (y Azrael)

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✤ Viajero de la noche ✤

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Extiende la magia de Ghibli


Cuanto más gente iba llegando ocupando lo restante de la banca donde se encontraban, y luego otra media docena más, y el bullicio crecía con los varios actores y actrices haciendo prácticas de último momento, Rory comprendió que había sido descuidado en creer que Lëna se estaba tomando muy en serio ese asunto. Los cuchicheos sobre cómo los seleccionados se presentarían en los mejores escenarios de Europa e incluso otros continentes, disparaban las esperanzas y los sueños de todos los presentes.


La propia Lëna empezaba a sentirse nerviosa, y palideció cuando desde el pasillo, anunciaron su nombre. Por fin era su turno.


El que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna— alcanzó a decirle a la joven como una manera muy suya de confortarla.


Ella sonrió antes de desaparecer tras aquella puerta. ¿Qué debía hacer él ahora? Por un momento pensó en salir de allí, pues lo mareaban todos esos trajes, vestuarios, y las voces, pero cuando estuvo a punto de hacerlo, de repente alguien preguntó si podía tomar el asiento que había quedado libre a su lado.


— Sí, por supuesto señorit...


El vestido y las facciones tan serenas y finas lo habían confundido, pero ¡se trataba de un chico! ¿es que acaso era permitido tambíén eso? ¿Interpretar a un personaje del sexo opuesto?. Ciertamente, había varios allí disfrazados con trajes de peluche para audicionar como Totoro, pero, por alguna razón sentía esto totalmente distinto. Lo peor, sin duda, es que se había quedado viéndole más tiempo de la cuenta y ya era imposible entonces no saludar.


Irse ya ni siquiera era una posibilidad porque de seguro ese actor se lo tomaría como una ofensa segura.


— Muy admirable eh, se ve todo tan real, quiero decir, auténtico, ni siquiera noté que...


Enmudeció de repente, y aunque no tuviera un espejo al frente, estaba seguro que sus orejas estarían tan rojas como su cabello. No importaba que llevara meses en Ottery ya, simplemente, todavía llegaba a situaciones como esas que lo sobrepasaban.



****En el casting****


Tenía que quitarse los nervios de encima, pero era muy tarde ya para ir por un cigarrillo. Así que se limitó a respirar hondo, y caminó hasta el centro donde bajo la luz de los reflectores tendría que hacer su prueba. La mujer que le había llamado, le explicó rápidamente que primero debía contestar algunas preguntas del jurado orientadas a indagar sobre sus motivaciones y después realizaría la interpretación.


Lëna no estaba segura si ellos decidirían que interpretase algún diálogo en específico de la película, o si dejarían a libre elección suya eso. Anhelaba con todo el corazón que fuera lo segundo. De cualquier forma, ya no había marcha atrás.


Mi nombre es Lëna Evans, y vengo a audicionar con el personaje de Taeko de la película "Recuerdos del Ayer"— con una sonrisa, Lëna adoptó la expresión de Taeko en el poster principal, sonriendo enormemente de tal forma que sus ojos prácticamente se perdían en su rostro— Muchas gracias a todos por esta oportunidad.


Jugueteando con su falsa trenza de cabello oscuro, la muchacha observó al jurado, reconociendo en él a varias figuras conocidas del medio, aunque terminó por llamarle la atención uno que era sin duda, el más joven entre todos, y que no conocía ¿sería el de la compañía productora?


@@Adrian Wild , Don Licaon c:

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Alvin Hours, intérprete

Extendiendo la Magia de Ghibli (II)

 

 

La vio entrar a la sala y bajó de nuevo la mirada para dedicarle unos segundos más a los papeles que tenía extendidos sobre sus piernas cruzadas. Alvin buscó la imagen de la mujer con las características que la chica había tratado de imitar. Tras ubicarse y ante las primeras palabras de la joven, que no parecía alejarse mucho de su propia edad, volvió a centrar su mirada en ella, en el preciso momento en el que mostraba la misma amplia sonrisa que Taeko en la portada de la película que tenía al frente de los documentos. Aquello le hizo esbozar una ligera sonrisa que tuvo que disimular y reprimir de inmediato para no causar ningún tipo de impresión en la muchacha, quien posiblemente desconocía que con aquel inocente gesto acababa de comenzar su prueba, pues algunos de los miembros del jurado ya anotaron algo en sus libretos.

 

Alvin observó cómo ella jugueteaba con la trenza que le caía sobre un hombro y, por unos segundos, sus miradas se cruzaron. El joven entonces dudó. Quizá Lëna era más que consicente de que había comenzado su prueba, de que ella había decidido cuándo la comenzaba y que haber enseñado tan explícitamente aquel gesto característico del anime japonés había sido su manifiesto del dominio de la situación. Todavía en mitad de la mirada que intercambiaron, Alvin decidió bajar la suya para escribir su primera anotación al lado de la ficha de aquella candidata, consciente de que ella lo vería. Él también conocía bien cómo hacerse con la situación, pudiendo enviar toda clase de mensajes en sus gestos. Y aquel decía: "Me he dado cuenta. Enhorabuena".

 

El resto de la prueba fue como las otras diez que vieron antes de hacer un descanso... Demasiado esquemática para su gusto, aunque en alguna el jurado parecía inspirarse y pedir algo más. Sin embargo, Alvin sabía que no le correspondía decidir nada sobre aquel casting; él estaba allí buscando nuevos talentos para la compañía de Alfred Müller, sobre lo que buscaba aquel jurado para el proyecto de la Wizarding Wireless Network sobre aquellos personajes no le concernía en nada.

 

Llegó el descanso y dejó el montón de papeles algo desordenados sobre su asiento para salir escopetado de la sala a por un café. Por suerte no era un café de máquinas muggles y a dos puertas de la de la sala de espera había una pequeña cafetería donde podría pedir un capuccino recién hecho. Al salir ni se fijó en los candidatos restantes, pero al volver ya con su humeante vaso entre las manos y el pañuelo que rodeaba su cuello volcado de un lado hacia su codo derecho volvió a mirar al muchacho que haría la prueba para Naoko. Otro chico, también joven, estaba sentado a su lado y cerca se encontraba la chica que había hecho al prueba de Taeko. Iba a entrar de nuevo en la sala de audiciones, pero se paró en seco y retrocedió, colocándose frente a ellos. Ni siquiera sintió tener el control sobre sus piernas. «Maldita impulsividad», pensó fugazmente al verse sin palabras cara a cara con los tres. Tosió. Al menos así el silencio inicial quedaría justificado.

 

Estupenda caracterización —dijo en dirección al "chico Naoko", perdiéndose momentáneamente en esa mirada sostenida.

 

El muchacho sonrió y asintió en forma de agradecimiento, en personaje. Se lo estaba tomando muy en serio. Demasiado quizá. Pero surtía efecto. Miró al otro chico, completamente pelirrojo. «¿Serán pareja?», pensó e inmediatamente contuvo su pensamiento y retuvo su lengua para que no se transformara en una pregunta seguramente incómoda. A veces le costaba filtrar. Entonces reparó de nuevo en la chica, y le pareció que estaba con ellos.

 

¿Es usted representante? —le preguntó directo al pelirrojo tras aquella asociación tan gratuita que había hecho en su cabeza— Alvin Hours, intérprete de la compañía alemana del maestro Alfred Müller —añadió antes de cualquier respuesta, presentándose con la mano extendida.

 

 

@@Rory Despard

Editado por Adrian Wild

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✤ Viajero de la noche ✤

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Extendiendo la Magia de Ghibli

Tomó un palo de madera de aproximadamente dos metros de largo y lo depositó sobre el suelo, junto con un nabo, un traje negro decorado con un moño azul y un sombrero con una franja roja, luego de verificar que cada uno de los detalles estuvieran incorporados, dio un paso hacía atrás sin dejar de mirarlo atentamente. Jamás en su vida había creado un espantapájaros ni tampoco había visto uno tan característico como ese; sin embargo, había puesto todo lo que estaba en sus manos para crearlo de la mejor manera posible y estaba segura de que así lo sería.

— Muy bien.

Sus palabras fueron claras y reflejaban la confianza que pretendía tener a pesar de que en el fondo existían miles de dudas. Negó con la cabeza creyendo que de alguna manera lograría borrar esos pensamientos y tomó su varita con firmeza para luego agitarla en el aire en dirección al suelo. De un momento a otro lo que parecían ser simples objetos en el suelo, pasó a ser un espantapájaros, alto y con una similitud impresionante al de la película "El increíble castillo vagabundo". Al verlo en el suelo se le ocurrió que de alguna manera podía hacer que se pusiera de pie y no dudó en intentarlo.

No podía dejar de observar asombrada la figura que estaba delante de ella y no precisamente por la efectividad del encantamiento sino porque podía apreciar mejor a lo que en ese momento comenzaría a llamarse "Cabeza de Nabo". Se quedó allí parada, mirándolo, sin dejar de destacar la similitud con el personaje. De alguna manera le hacía sentir como si estuviera dentro de la película, quizás como Sophie o Howl. Sonrió ampliamente mostrando sus dientes blancos y luego soltó una leve risa al pensar que su obra de arte también llevaba una sonrisa similar.

— ¿Vamos?

Preguntó sabiendo con certeza que el espantapájaros no le respondería a menos que ella realizara otro encantamiento en él. Lo pensó durante unos minutos para luego darse cuenta que no lo haría. En primer lugar porque no conocía un hechizo que permitiera darle vida, pero si podía hacer que saltara y se moviera hacía donde ella le indicaba. Dudó sintiendo la mirada fija del espantapájaros en ella y al agitar la varita logró el resultado que esperaba. Ahora Cabeza de Nabo saltaba sobre su palo de madera de manera incesante esperando sus indicaciones.

— Eso no estaba bien, debería quedarse quieto.

Miró el reloj de pared y supo que debía apresurarse si quería llegar a tiempo para las audiciones, así que tomó al espantapájaros para luego aparecer fuera de Wizarding Wireless Network . Verificó que él estuviera intacto y lo dejó en el suelo, deseando que el efecto no se desvaneciera, y simplemente entró. No hacía falta ver la hora para saber que había llegado tarde, el hecho de que nadie más estuviera esperando en ese lugar lo daba a entender.

Tras ubicarse con el resto de los candidatos se dio cuenta que llegó a tiempo para escuchar la interpretación del personaje de Taeko, quien lo había hecho de maravilla. Sabía que el espantapájaros no hablaba, sin embargo, en la película tenía un corazón tan puro y noble que suponía que los pensamientos que pudiera tener serían enriquecedores. Y Sherlyn esperaba que la propuesta fuera bienvenida por parte del jurado.

Sin embargo, Cabeza de Nabo no dejaba dar brincos y eso le preocupaba.

 

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Uriel Luxure | Oficina Principal de su compañía

 

-Bien, al parecer la aceptación del publico fue un completo éxito.- Hace pausa el egipcio. -Solo resta iniciar con las producciones y terminar de establecer los acuerdos con los estudios. Y así, hacer que los demás concentre su atención en algo más que en la guerra.- Baja la mirada. -Por ahora necesito que el equipo de Marketing haga la publicidad necesaria.

 

El mago observo a ese hombre del continente asiático que se encontraba reunido, su enlace con aquel país.

 

-Bien Señor Luxure. Por lo visto nuestros intereses coinciden, los estudios tiene siempre un gran potencial. Además, solo resta hacer los últimos detalles de las producciones ¿acaso piensa que será radio, teatro, cine o televisión?- Indaga su socio.

 

-Lo que el publico desee.- Afirma el mago egipcio. -por otro lado, aquí tiene los honorarios acordado.-

 

****

 

Ser sin rostro con @@Adrian Wild y otros

 

Este ser siguió Alvin Hours ese joven capto su atención y le observo a la distancia, en cuanto pensaba que lo observa se desvanecía y aparecía a voluntad. Ademas, que un momento de su apariciones solo se observo su careta en el suelo, la cual se movía, en el suelo, siguiendo el rastro de ese joven.

 

Ese ser era un espíritu que no podía hablar, a no ser que devore alguien que es capaz, sin embargo podía aprender a gran velocidad con solo ver, pero si comía más de un ser, este tenía la capacidad de hacer que más de una voz pudiera ser pronunciada al mismo tiempo, y si comía demasiado su cuerpo crecía de una forma descomunal.

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