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La Orden de la Hydra


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Primer Ministra de Nueva Zelanda



Las palabras de agradecimiento por parte del Canciller Alemán, le recordaron vagamente sus años dentro de la milicia. Conocer toda clase de soldados y estrategas en el ámbito de la guerra, potenció sin duda alguna sus habilidades como asesina despiadada. El nombre de la organización el calzaba de lo mejor, ya que ella portaba el tatuaje de dicho animal en su espalda y dentro de su escuadrón se le conocía como “ Hidra la fuerza destructiva más poderosa”.


Ladeando la cabeza, volvía a centrarse en lo que se trataba dentro de la reunión—Toda alianza es benéfica, porque hasta las que son solo por interés suelen dar beneficios incalculables. Pero, debemos andar con pies de plomo—trayendo a su mente el nexo especial que tenía con Australia. Oceanía comenzaba a cobrar notoriedad dentro del gremio político y económico. Además de tener a su disposición un grupo de sicarios que harían lo que se les pidiera sin solicitar demasiadas explicaciones acerca de su misión.


— Como lo dije antes, cuento con varias personas en diversos sectores en el mundo muggle y este. Cuentan con entrenamiento de todo tipo, no diré que son indetectables, pero si certeros—dejando ese punto en claro procedió a saludar a los recién llegados—Un placer, creo que no nos conocíamos—se anticipó sintiendo cierta familiaridad con Lady y Ada. De algún lado les conocía sin duda, pero al estar lejos de Londres demasiado tiempo, no se daba la oportunidad de convivir más estrechamente con la familia de su pareja.


—Somos pocos a mi parecer, pero entre menos seamos mejor—le gustaban los grupos reducidos. Así la información no podía filtrarse tan fácilmente y que sus enemigos echarán por tierra sus planes. Siempre encontraba el modo de ir unos pasos adelante, posiblemente porque tenia muchos ojos cuidado sus espaldas y las de sus aliados. El enviar una misiva a sus fuerzas armadas, no sería el primer paso sino colarse en la columna vertebral de los que buscaban que los magos y los muggles entrarán en una batalla.


Para ella matarlos sería un deleite, pero necesitaba algo más que el impulso de ver la sangre de estos correr por el suelo ensuciando las suelas de sus zapatos. ¿Qué era lo que buscaba verdaderamente ese Edicto lanzado por la primer ministra de Londres?, agitar más el avispero o solo romper relaciones con los que durante años humillaron y sometieron en cierto modo a los magos. No se trataba de una batalla entre bandos, sino que el objetivo de todo aquello buscaba calar más profundo.

Cuando eres tan grandiosa como yo, es difícil ser humilde

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Básicamente ya eres la mitad de una maldición

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Darla y Kimberly en House of Books, Londres

Preparando su viaje a Alemania

 

—¿En serio quieres arriesgarte a esto? —Kimberly le preguntaba desde el sofá en donde se había parapetado con sus piernas cruzadas cual buda pensante, era increíble la flexibilidad de esos pantalones de fino cuero, pensaba la Potter Black mientras la miraba.

 

—Sabes que no, pero si los rumores son ciertos, algo se está gestando en ese lugar y no puedo enviar a nadie más, hace meses que hemos perdido contacto con Tessa, podría estar muerta en esa explosión en Estados Unidos.

 

Kimberly puso los ojos en blanco al oír las palabras de la vampiresa y negó contundentemente.

 

—Tessa será una de las más jóvenes pero es muy lista y hábil, lo que le haya ocurrido no ha de ser nada malo, solo que no debe considerar seguro contactarnos en este momento —intentaba tranquilizarla, aunque en el fondo sabía que la Brower se hubiera contactado luego de destruír el lugar seguro que tenían allá.

 

—Podría ir yo —agregó la rubia —con el puesto que tienes ahora quizás no deberías arriesgarte.

 

—No es justo, no puedo pedirles que arriesguen más ustedes, tú tienes familia y…

 

—Precisamente Darla, la familia descendiente de mi hermana, rama muggle, donde luego de años aparece una bruja y tiene hermanos y padres muggles ¿crees que no quiero ayudarles a estar bien?

 

Darla la observó, el argumento de Kim era demasiado lógico, su puesto en la Seguridad del Ministerio de Londres, su deseo de vigilar a Sagitas y cuidar a Luna y viceversa. Todo lo que había ocurrido en los últimos cuatro meses. Su vida era un pequeño caos. Sin duda Kimberly veía todo con mayor frialdad y objetividad, aún a pesar de su familia, que tenía entendido había enviado de regreso a Salem, para mantenerles a salvo.

 

—Está bien —apenas susurró Darla desde su escritorio en House of Books y Kimberly dio un salto poniéndose de pie.

 

—Perfecto, iré a Alemania y tú te ocuparás de vigilar todo acá, mantendremos el contacto como siempre y si es necesario Dana o Eirka me ayudarán, pero no creo que haga falta.

 

Las dos brujas terminaron de acordar los detalles del viaje de la Black pero sin poder evitar que los nervios carcomieran a Darla, a pesar de los intentos de calmar a su amiga, atribuyendo todo a lo vivido en los últimos meses por la pelirroja.

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Berlín, Alemania. Edificio del Reichstag Mágico

 

El tiempo de espera fuera de la oficina del Canciller fue breve, salió de ella acompañado de la Primer Ministra Neozelandeza @@Juv Macnair Hasani a la que salude con una sonrisa. @@Kraven Von Alexandros cómo siempre tan galante había besado mi mano, sin dejar de verlo a los ojos observe como sus labios tocaban la piel de mi mano, una sonrisa torcida afloró en mis labios mientras alargó el instante.

 

-Como siempre un placer verlo señor Canciller, déjeme felicitarlo el Edificio de gobierno tiene una estructura arquitectonia exquisita.

 

Por un instante mire sus ojos avellana,luego mirada siguió el camino por el que nos guiaba y le seguí sin prisa, Anne Marié camino junto con Sasha y se quedaron a las afueras del salón en el que se llevaría a cabo la reunión.

 

Tome asiento dispuesta a escuchar, no solía sacar conclusiones a priori, solía poner todas las cartas sobre la mesa y mirar la situación de manera global. Un espejo comunicador, he de decir que de gran tamaño frente a nosotros y tras de él @@Sean -Ojo Loco- Linmer, mi primo estaba justo recién nombrado secretario da la primer ministra Británica. Sonreí al verlo tan jovial como siempre, sonreí amable al verlo y después de eso me centre mi vista en el Alemán, mas la sorpresiva llegada de una dama me sobrecogio: la Ministra de Magia Búlgara @ había entrado magistralmente a hacer acto de presencia en la reunión. Salude con cortesía en su dirección al verla tomar asiento.

 

La siguiente en aparecer fue mi querida dama de los Edelweiß @@Lady Luxure Grindelwald, sabia que ambas estábamos citadas por lo que le guiñe un ojos cómplice, más al verla representar a Suiza también.

 

Con calma sopese la situación, en cuanto a la aniquilación del Inquisidor mi posición era clara, pero debía estar segura de la protección de mi gente si era necesario una confrontación bélica en nuestro territorio.

 

-Estoy de acuerdo con el representante Británico, seguro que todos aquí queremos acabar con la inminente amenaza que el el inquisidor muggle para nosotros. Pero mi preocupación son los medios y sobretodo el lugar en donde se llevará a cabo. Lo que menos queremos es tener bajas en nuestras filas, no dejar a los civiles a nuestro cargo en riesgo. Así que debemos elegir el lugar de nuestro conflicto.

 

Íntervine para despejar esa incógnita pues mi pueblo había sufrido ya y no quería más sufrimiento para ellos. Fije entonces la mirada en el canciller, esperando su respuesta.

 

@@Syrius McGonagall

@@Darla Potter Black

@@David James Dumbledore

@@Sagitas Potter Blue

Editado por Ada Camille Dumbledore

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Ministre de la Magie Français // 🌙 dulce asesina by Mael

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La Orden de la Hydra, una orden con un poder incomparable, no era como la orden de Merlin plagada de magos de gran renombre, no para nada, era aún más. Compuesta de solo líderes de naciones o representantes con sus gobiernos mágicos, la orden de la Hydra tenía un solo objetivo, dominar a los muggles y a todo aquel que se interpusiera en su camino. Sumarían a todos sus efectivos para enfrentar una guerra muggle - mágica, pero secretamente dominando a todos los muggles y sobre todo a los infieles sangre sucia. Con todo su poder y su elementos harían todo lo posible para ello. Kraven ambicionaba más allá de solo detener al Inquisidor, el mundo estaba al alcance de sus manos. Ahora con el apoyo de diversas naciones los muggles estaban a los pies de Hydra, listos para someterse y obedecerlos pero en la mente del castaño habia un gran obstáculo, el gobierno Mágico denominado MACUSA, en pocas palabras Los Estados Unidos de Norteamérica.

 

Aún no era tiempo de precipitarse en decirles su plan, su ambición y su anhelo ya que aún estaba comenzando la Orden a formarse,, por ello esperaría un poco más de tiempo en revelar su deseo y compartirlo con ell@s, los próximos líderes del mundo. Si bien la alianza se había formado, Nueva Zelanda, Inglaterra, Francia, Austria en unión a Suiza habían aceptado, solo quedaba que algunas naciones se declinaran por un lado y Búlgaria en ese lugar. Pero como siempre era de esperarse su hermana parecía querer contradecirle en todo, llevarle siempre la contraria apesar de poseer las mismas ambiciones.

 

Alexia le odiaba, eso lo sabía muy bien Kraven, pero él solo lo sentía como una niña berrinchuda a la cual siempre debía calmar, al contrario de Elric su hermano, que siempre trataba de vencerla en todo lo que fuera. No tenía ganas de discutir con ella, no era el lugar ni el momento para hacerlo, llevarse a una discusión que tenían a lo largo del tiempo y más porque la Von Alexandros había sido vencida, vencida por su amada Alessandra. Le miró con enojo, ella posicionada como Ministra de Búlgaria tenía ese Ace bajo su manga, le necesitaba o más bien al Ministerio de Búlgaria, en cuanto a ella solo le miraba como una competidora al poder, como si tomara el liderato de Hydra en sus manos para ella sola. --No señorita Ministra deberá decidir en este momento, está con nosotros o en nuestra contra... -- Dijo Kraven mirándola con furia, se sentó en su lugar con vista a todos los demás mandatarios. ¿Sería una forma de retarlos diciendo eso a su hermana? Sabía que la pelinegra no se quedaría callada. Escuchó la voz y las palabras de los demás presentes. Lady como Canciller de Austria y Suiza preguntaba si alguien más se sumaria a la Orden. Kraven consideraba que de momento serían los principales.

 

-- Señorita Canciller Lady, de momento solo estaremos nosotros en un futuro, créame, habrá más naciones interesadas en nuestra alianza.-- Dijo Kraven escuchando las palabras de Juv, que era casi los ideales gemelos con el Von Alexandros. Le encantaba la idea de que Nueva Zelanda ya estuviera con un pie adelante de ellos, con esos espías que decía la Ministra Neozelandesa, ocuparían cualquier información que fuera sobre sus potenciales enemigos.

 

Enseguida la puerta de la conferencia se abrió para dar paso a su asistente Hilda. La pelirroja le entregó un pergamino plateado, con un gran texto escrito en tinta negra.

 

--Este es el tratado de la Hydra, cuyo poder fue maldecido por cientos de magos en la pasado... Al terminar de leerlo cada uno deberán firmarlo de una manera especial, con su sangre. -- Dijo el castaño sacando una daga de entre las cosas traídas por Hilda. Una Daga larga y afilada, de color negra.

 

El pergamino contiene magia poderosa que al firmarlo sellará un destino tan similar como un juramento inquebrantable, en pocas palabras, sellará el destino de su nación ante la Orden de la Hydra, estamos todos juntos en esto y moriremos todos juntos...-

 

Con la Daga negra y afilada Kraven se cortó la palma de la mano y dejó caer unas gotas de sangre en el pergamino, con una pluma negra tocó la sangre como si de tinta fuera y con ella estampó su firma en el tratado, enseguida tornandose su firma de un color rojo carmesí, limpiándose mágicamente él resto. Mirando a la Ministras Ada y Juv, a la Canciller Lady, a su hermana Alexia y al caballero Sean. Quién por su distancia le harían llegar por magia el tratado ya firmado por todos y que él como representante firmaría junto con la Ministra inglesa Sagitas. Coloco el pergamino en el centro de la mesa para mirar a todos los presentes, desafiandoles a ver quién se atrevería a firmarlo. Sin decirles aún las consecuencias de faltar a su palabra.

 

-- Solo queda decir un par de palabras para conmemorar esto... ¡¡¡Hail Hydra!!!--

 

 

 

 

 

 

@@Juv Macnair Hasani

@@Sean -Ojo Loco- Linmer

@@Ada Camille Dumbledore

@@Sagitas Potter Blue

@@Darla Potter Black

@

@@Goderic Slithering

@@David James Dumbledore

@@Syrius McGonagall

@@Lady Luxure Grindelwald

Editado por Kraven Von Alexandros

 

 

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Al parecer en esta conversacion el unico respaldo a mi preocupacion venia de la mano de Francia. Desde la comodidad de estar al otro lado de un espejo sopese cada palabra de las dichas en el recinto. Sin duda el hambre de poder en esa mesa se podia saborear en el aire...con un fino aroma a "te clavo el puñal por la espalda cuando no me seas necesario".....Me encogi de hombros y pase de todo, esperando ya las palabras finales. Y como buen anfitrion y siendo grandielocuente como el solo @@Kraven Von Alexandros se adentro ya en la firma. No era partidario de las prisas en las formas de algo tan importante y que involucraba a millones de personas ya sean muggles o magicas.

 

-Hail Hidra!!! Exclame desde mi lugar- pero yo no firmo....no aun. -sonrei. -Aunque el tiempo apremia, considero que el estimado Kraven debe ser mas explicito a la hora de vender el producto....digo la organizacion -ya me salia lo del traficante- o sea...estampar una firma..con sangre..y todo ese asunto...de..moriremos todos juntos...pues no me llama la atencion. Ademas....y es la pregunta aqui que supongo que nadie quiere hacer. Quien picara el bacalao. O sea...quien sera el/ la lider???.....Que tan subordinadas estaran las naciones a lo que se "decida" aqui???

 

Y heme aqui echando sangre en el tanque de tiburones. Ahora si tomaria mis palomitas y mi Hidromiel y como buen espectador dejaria a los demas cabezas de la Hidra desarrollarse en sus meritos. Sin dudas y mas cuando se hablaba y se decidia sobre EL PODER, pues puede que hasta la sangre llegase al rio. Una buena decision lo del espejo...sin duda alguna.

 

 

@@Ada Camille Dumbledore @@Juv Macnair Hasani @@Sagitas Potter Blue @ @@David James Dumbledore @@Lady Luxure Grindelwald @@Syrius McGonagall @@Goderic Slithering

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Las dudas empezaron a socavar en mis pensamientos, la idea principal de la orden me parecia fabulosa, pero habían detalles... Siempre detalles. La presencia del Canciller aleman era imponente y entendía la razón de su entusiasmo pero mi deber era otro y no podía dejar pasar el incidente, pues todo debía estar planeado de antemano. El proceder ansioso de @@Kraven Von Alexandros era de esperarse, todos queríamos detener al inquisidor.

 

Escuche con calma al secretario Británico @@Sean -Ojo Loco- Linmer cuando se oponía para firmar sin garantías.

 

-Señor Canciller, con todo respeto creo que aún le falta deliberación a este documento. Primero hemos de definir muchas cosas.

 

La voz firme sólo transmitía mi interés por definir lo que todos queríamos saber.

 

- ¿Qué clase de procedimientoa bélicos realizaremos? , ¿Que estrategia nos asegurará que los del MACUSA lleguen a Europa y usen, por ejemplo, suelo francés y ataque así a Inglaterra?. A0demás que no nos ataquen en nuestro propio suelo. El inquisidor fue tan cruel de atacar un colegio mágico pero nosotros queremos acabar con el, no con el resto de la población de magos que residan en tierra americana.

 

Tomé aire mirando al canciller a los ojos, estaba seguro que se enojaria, pero esto no era de tomarse a la ligera. Mire de nuevo a los demás asistentes de la reunión.

 

- Sugiero una operación encubierta que de con el paradero y eliminación del muggle al que denominan el inquisidor y a su grupo de miserables que nos han vuelto su blanco.

 

Coloque la mano sobre el escritorio un poco exaltada, debíamos definir nuestros objetivos y debía quedar escrito en aquel pergamino.

 

 

@@Juv Macnair Hasani

@@Sagitas Potter Blue

@@Darla Potter Black

@

@@David James Dumbledore

@@Syrius McGonagall

@@Lady Luxure Grindelwald

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Ministre de la Magie Français // 🌙 dulce asesina by Mael

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Primer Ministra de Nueva Zelanda

 

La sangre que le corría por las venas, jamás se había desperdiciado en vano. Tenía una alianza con Alemania y eso no se podía poner en duda, pero firmar con sangre eran palabras mayores. Nueva Zelanda iba a su ritmo controlando parte de Oceanía, sino fuera por su alianza con Australia, no tendría con quien compartir todas las riquezas que poseía dentro y fuera de su territorio.
— Lo siento, pero eso no será posible. La alianza es de palabra, le ofrezco a mis fuerzas armadas—sentenció endureciendo su mirada— A mis espías, si lo desea. Pero mi sangre, no se la ofrendo a nadie que no sea yo misma—la Nigromante era sincera. Enfrentarse los enemigos de su causa, si era importante para ella. Contaba con el apoyo del Parlamento de su país, sujetos que eran capaces de cortarse la cabeza con tal de no perder a una aliada tan poderosa. La primer ministra era una fuerza destructiva incontenible, capaz de arrasar con todo lo que se le cruzará en el camino.
— Los planes pintan de lo mejor, pero...—cavilaba con calma todas las posibilidades de ganar o perder. Ella jamás perdía esa palabra, no se encontraba dentro de su diccionario y tampoco incrustada dentro de su ADN. Desde siempre obtuvo lo que deseaba, no importaba el tiempo que le tomará hacerse con ello. Control, poder, riquezas, cualquier cosa llegaba a ella a manos llenas. Pero en la guerra era otro cantar, viéndose orillada a masacrar a todo aquel que osará plantarse frente a ella. No solía matarlos por placer, sino por cumplir una orden.
Ordenes era lo que más detestó dentro de sus años en la milicia, acatar todo lo que le dijeran sin poder cuestionar nada. Hasta que pudo ascender hasta el rango de capitán general, aquello si que dejo a más de uno con la mandíbula dislocada por la sorpresa. Una mujer como ella dando ordenes a pesar de haber abandonando su destacamento, avanzando a pasos agigantados dentro del bando que le legarán sus padres. Poco o nada recordaba de ellos y lo consideraba mejor.
— Alianza sin sangre de por medio o no hay alianza posible—objetaba sin perder de vista los gestos del Canciller. Sabía como imponerse de un modo diplomático, aunque eso jamás le terminaba de calzar del todo— Es mejor que se manejen las cosas como todos lo deseamos, no nos viene bien tener fracturas dentro de este grupo o ¿si?—se acomodaba en su asiento. La frialdad que brotaba de sus ojos era capaz de congelar el mismo infierno, si lo deseaba. Apareciendo una copa en su mano bebía con parsimonia el bourbon, esperando una respuesta a su demanda.
Intentando no dejarse arrastrar por los recuerdos que cada tanto solían proyectarse en su memoria. Aquella unión entre las dos criaturas que llevaba tatuadas en alguna parte de su cuerpo, plus que potenciaba cuando lo consideraba pertinente. Sus ojos se cerraron por un breve instante, intentando apaciguar al par de fieras sedientas de lamentos y dolor, porque no mataría a un solo muggle, no claro que no.
Porque antes los sometería a las peores torturas que hubieran experimentado en sueños, clavando su afilada daga en la medula de sus huesos. Aquella arma que le acompañará en sus andanzas por el mundo, porque la del sacrificio la mantenía reservada para ocasiones especiales.
Se admiraba así misma viéndose como una enemiga sumamente peligrosa, para el bien común era viable tenerla como aliada y frente de guerra que seria imposible de destruir con el primer golpe lanzado sobre su anatomía. La sangre que le deambulaba por las venas era fría como una noche de invierno, pero si se lo proponía podría elevarla hasta quemar la piel de aquel que osará tocarla.
Todo eso lo aprendió en sus años dentro de Escocia, no le alcanzaría la eternidad para agradecerle todo lo obsequiado a esos seres que luchaban sin perder el objetivo.

Cuando eres tan grandiosa como yo, es difícil ser humilde

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Cerró un puño de frustración al escuchar las palabras de la mayoría de ellos. Los había presionado, de eso estaba conciente. El haber firmado con sangre no era para verse como algo tétrico ni diabólico, si no como un acto de veracidad en cuestión a unirse a la orden y que cayera en una simple o npromesa de palabra. Al pasar nos segundos se relajó y les entregó a casa uno de los mandatarios una sonrisa fingida. Estaba molesto por dentro pero por fuera denotaria el castaño la más sincera tranquilidad. Con un movimiento de su varita hizo desaparecer el tratado, con otro la sangre que no era mucha desapareció y se curó como si nada. Físicamente para cualquier mago era el tener una herida tan pequeña no era problema alguno, si no para lo que sería usada, en eso radicaba el problema.

 

--Muy bien damas y caballero, no se obligará a firmar a nadie, pero se espera que lo hagan tarde o temprano, Hydra tendra que consagrarse si o si. -- Escuchó con atención cada una de las palabras de todos ellos y asintió más para si mismo que para los demás.

 

--No secretario, no habrá líderes en la organización, todos votaremos y todos decidiremos que camino seguir -- Comentó Kraven irritado por el tono de voz del mago, pues habia dado al clavo con un punto grave, los lideres. Hubiera deseado una postura más radical, si tan sólo Sagitas hubiera deseado acudir y no mandar representantes, pero si confiaba la ministra en él por alguna razon debía serlo. Se giró para mirar a la francesa cuando le hablaba de su preocupación por el pueblo francés sea mágico o muggle.

 

--Entiendo su preocupación señorita Ministra Dumbledore, pero en las guerras siempre, siempre, hay daños a civiles eso es inminente, entiendo que Francia haya sufrido atentados pero en todo el mundo lo ha habido. En Turquía un grupo de magos más bien familias tuvieron que huir tras recibir tiros de armas muggles, no podemos excusarnos en que a nuestros pueblos les pasará daños, porque así lo sera, si quieren que eso no suceda sólo está en detener al inquisidor . -- -- Dijo Kraven recordando lo sucedido en la embajada de Alemania magica-muggle en Rusia tras sufrir ataques de radicales muggles.

 

--Usaremos estrategias de infiltración, mandar ejércitos a gran escala sería terrible si sufrimos una derrota. Debemos centrarnos en el MACUSA, creemos firmemente que cooperan con el inquisidor y sus terroristas por alguna razon.

 

 

--Entiendo que dudan sobre el tratado al usar su "preciada" sangre, por ello te agradezco tu apoyo Ministra Juv, así que usaremos a tus espías, a mi equipo élite de infiltración así como espero nos ayuden Inglaterra y Francia... -- Entonces en el calor de la conversación se olvidó que Bulgaria, Austria, aún no habían dicho nada como analizando la información para usarla de alguna manera.

 

-- De momento sera todo en esta sesión de Hydra, señor secretario agradezco su asistencia y por favor notifique a la ministra Sagitas, deseo hablar con ella urgentemente, Señoritas si desean pueden hospedarse en la ciudad, tendrán toda la seguridad disponible para su estancia por favor insisto. -- Se levantó el castaño observando a las mujeres mientras Hydra había nacido de a poco.

 

 

 

@@Juv Macnair Hasani

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Editado por Kraven Von Alexandros

 

 

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Ministerio de Magia Ingles.

 

El dia despues de la reunion con Kraven y los demas de la Hidra me encontraba frente a mi tablero de ajedres en el cual solo quedaba un movimiento obvio, asi que movi y jaque mate. Sonrei y me rasque la cabeza. Era bueno despejar la mente en un juego tan perfecto como este, que requeria de mi demasiada concentracion y asi, dejar a un lado todo este entramado de lineas invisibles que unidas de algun modo solo llevaban a un mismo fin. Me encogi los hombros y me fui hacia mi mesa. Sentarme en la silla de secretario era a cada instante una carga pesada que llevar, pero supongo que era asi con aquellos que jugaban el juego del poder.

 

Por un momento pense que me venceria el impulso a sentarme en la silla, pero no. Me levante y ergi y caminando a un lado descorri la cortina tras el cual se encontraba un espejo de cuerpo completo. Me aclare la garganta...y tocando el cristal con la varita deje oir mi voz..

 

-Canciller aleman??? -pregunte algo dubitativo- me asigna algo de su valioso tiempo???

 

Espere su respuesta, a fin de cuentas no se podia negar que el ideal era bueno, solo faltaban limar algunas asperezas y claro, lanzar el proyecto. Conversando en un entorno privado con Sagitas esta parecia estar de acuerdo con mi persepcion del asunto...y aunque me hubiese gustado tener la colaboracion de nuestro encargado de exteriores @@Niko Uzumaki por su experiencia, ese no era motivo para deternernos en nimiedades. Pues mucho habria de tratarse.

 

 

@@Kraven Von Alexandros

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La situación había sido bastante arrolladora, el pacto de la orden debía ser firmando con sangre? No me agradaba en lo más mínimo por que ello era un compromiso de vida con la situación, yo no podía regalar mi vida así como así en un tema político, si bien estaba de acuerdo con lo que sea que este en contra de los malditos muggles, tenía un lado que también estaba a favor del inquisidor...que lado era el correcto? No sé puede estar del lado de Dios y del Diablo...había prestado muy poca atención a todo pues la política siempre me aburría demasiado y tendía a dispersarme con facilidad, hace un rato había llegado y ya me quería ir, no era por los presentes si no por mi misma, hacia un tiempo no me sentía bien y tampoco había parado desde la toma de Austria.

 

-Le corregiré algo señor canciller de Alemania...-Le miré fijamente a los ojos.-Yo no soy canciller soy emperatriz...pero no importa en sí...lo que vale es que gobierno ambos países verdad? .- Le sonreí levemente.

 

Caminé hacia la ministra francesa y la tomé delicadamente del brazo, la idea era irnos de ahí rápidamente y luego exponer nuestro pensamiento sobre todo este asunto, era claro que tendríamos que tener cuidado pues el Macusa no era un tema de tomar a la ligera realmente, a mi parecer aún éramos pocos y necesitábamos más apoyo de otros países con el mismo ideal.

 

-Mi bella salgamos de aquí no me siento bien.- Le pedí suavemente esperando que ella capte la indirecta.

 

Espere por mí hermana, era necesario reagruparnos y ver como reacciona el mundo a la nueva orden y a los apoyos que nos encontrábamos dentro de ella, sería una bomba que les explotaría en la cara y la promesa de una nueva batalla en esto que no parece acabar si no más bien esta empezando.

 

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