Douce Tentation & Straripante Passione (MM B: 90090)

[Kahlan Blackthorn]

Aiiden Aiel Malfoy Haughton

 

Había pasado la mayor parte del tiempo sumida en sus pensamientos, tratando de entender en que instante, perdió el hilo de su vida. Respirado con profundidad, alargo la mano para tomar la copa de vino que reposaba sobre su escritorio de caoba.

 

-Aiiden, lamentó la interrupción…-hizo una ligera pausa, tras tocar la puerta de la oficina privada de la Haughton-Pero, tienes visitas- agregó lacónicamente.

 

-¿Visitas?- espetó dubitativa, negando con la cabeza tal afirmación-¿Quién podrían visitarme, Stefan?-dejo escapar otra interrogante de sus labios. Desde hacia mucho tiempo, decidió asilarse de las personas que quería, para poder acomodar tanto sus pensamientos y sentimientos. No deseaba herirlos, debido a las decisiones abruptas que desde hace tiempo comenzó a tomar con respecto a su vida.

 

-Es verdad, Katara, tu hija Aleera y hasta el hermano del amor de tu vida están aquí- argumentó tras adentrarse en la amplia habitación.

 

-¿Mikael?-cerro sus ojos, tras recordar la ultima charla que sostuvo con el Haughton-Esta bien, iré a recibirlas. Por favor, prepara las mejores habitaciones, presiento que se quedarán una larga temporada en este lugar- esbozó una media sonrisa en sus labios. Levantándose con elegancia de la cómoda silla de piel, desarrugando su capa de viaje, enfiló sus pasos hacia la estancia principal del lujoso Hotel.

 

Tomando un profundo respiro, trato de controlar la emoción que comenzaba a embargarla. Hacia largo tiempo que no cruzaba palabra con esas tres personas que consideraba, sumamente especiales en su vida.

 

-Buenas Noches- saludó con una reverencia a los presentes-Sean bienvenid@s a este que es su hotel- agregó con soltura en la voz. Mirando fijamente a los tres, tras sonreír ampliamente se acercó a ellos y les obsequio un abrazo.

[Gomita Haughton Westrong]

MIKAEL HAUGHTON M. WESTRONG

 

Me había distraído un poco para observar tras el mostrador, con la intención de ver si encontraba algún elfo escondido por ahí, pero desafortunadamente no encontré uno solo. Todavía no me acababa de dar la vuelta cuando había sentido una presencia muy familiar acercarse, era una sensación muy extraña pero sabía que bastante conocida también, sonreí al aspirar el olor del perfume de la chica y me giré.

 

- Buenas noches Aiiden - vi cómo se acercaba.

 

Así que era verdad, ella era la dueña de este impresionante lugar al que por extrañas sensaciones había terminado por llegar. Realmente era muy extraña la forma en la cual cada eslabón de la cadena comenzaba a unirse teniendo mucho más sentido que antes, sin embargo todo esto incrementaba mis dudas a causa de la emoción de querer tener todos los cabos unidos de una vez por todas.

 

- Gracias por la bienvenida - le dije y miré cómo se acercaba.

 

Me abrazó y quedé helado. No podía reaccionar ante aquello. Esa sensación la había experimentado antes lo podía apostar, pero no podía saber de dónde, cuándo, de quién ni como. Así como Evander mi hermano quien no toleraba el acercamiento de nadie, yo tampoco era capaz de comprender las sensaciones tan extrañas que me invadían cuando recibía un abrazo. Fue entonces que recordé algo.

 

-Alguna vez comprenderé por qué un abrazo me hiere más que una cuchillada - repetí la frase en voz baja, aquella que había leído de una escritora muggle, E. P. Melodia si no estaba equivocado.

 

Una demostración de afecto, un abrazo era sencillamente eso... al igual que una palabra bonita, una palabra de aliento. Sin embargo no podía saber por qué me era tan difícil aceptarlos, no podía mantener la tranquilidad luego de esto. Me separé temblando, siendo la misma persona que era Gomita sentía lo mismo, recibir una demostración así precisamente cuando lo necesitaba provocó que aunque no lo demostrara me dieran ganas de llorar.

 

OFF:

 

T__T

[Kahlan Blackthorn]

La Haughton se separó de Mikael, mirando con atención sus ojos. Luego de un momento, pudo comprender el efecto que su muestra de afecto, provoco en él.

 

-Lamento si mi comportamiento, ha causado algún malestar en tu persona-se excusó ante el ojiverde. No deseaba hacerlo pasar un mal rato, dado que comprendía si se había sentido invadido ante el accionar de la demonio-No tienes nada que agradecer, siempre serás bienvenido en este lugar-esbozo una amplia sonrisa en sus labios. Comprendiendo en su totalidad que su muestra de afecto, estaba por arrancarle algunas lagrimas de los ojos a Mikael.

 

Recordando que la motivo a abrir ese lugar, deseaba compartirlo con el amor de su vida Evander.

 

-Bueno, espero no haberlos hecho esperar demasiado…-respiro profundo, para continuar hablando- Lamento, no haberme presentando antes. Pero es que no he tenido el mejor ánimo estos días- explicó con soltura la ojiazul oscuro- Aunque, no saben el gusto que me da tenerlos a los tres en este lugar, presiento que podemos pasarla de lo mejor. Les comentó que las mejores habitaciones, están preparadas para ustedes- agregó lacónicamente.

 

Realmente, necesitaba sentir a la gente que amaba cerca de ella. Amaba su soledad, sin embargo un poco de compañía no le venia del todo mal de vez en cuando.

 

-Pasen y pónganse cómodos, ¿Desean algo de tomar o comer?-les ofreció en el acto la Haughton. Invitándolos a pasar a la sala de descanso, esta estaba equipada con lo ultimo en masajes y terapias relajantes.

[Aleera Lux Evanik Malfoy]

-Encantada Señor Mikael -La Malfoy extendió una mano de cortesía, sin sacar su mirada esmeralda de encima del sujeto, para las presentaciones- Soy Aleera Evanik Malfoy, hija de Juve.

 

la voz de la Mago Oscuro sonaba vacía de expresión, dura y algo fría. No era así, sino que por el contrario su cubierta en la sociedad era la de una joven encantadora, de buena familia, con un trabajo de alto contenido social y servicial. Ese hombre, el modo como no lograba sacar su mirada sobre ella la ponía nerviosa.

 

Antes que la situación se le vaya de las manos unos pasos anunciaron la llegada de la dueña. Juve lucía radiante como de costumbre, su imagen era la de toda una dama de alta alcurnia y a la hora de dirigirse a los presentes lo hizo de modo extremadamente educado.

 

Poco mas pudo saber de la identidad de Mikael con las pocas palabras que cruzaron, parecía que conocía a su madre, que había algunas personas que los vinculaban a ambos. Aleera se moría de ganas por separar a su madre de aquel mago y consultarle, saciar sus dudad y saber si era mejor andar con la varita en mano.

 

-¡Perfecto! Unos días de descanso no vienen nada mal. Con la abuela estuvimos trabajando mucho en un negocio nuevo y creo que ambas podemos disfrutar de una tranquila estancia en familia.

 

Por un instante, su voz sonó nuevamente como la de su coartada. Parecía una joven tranquila, dulce, con un adorable tono musical y cálido de voz, casi angelical. Tomó la mano de la Ryddleturn y de Aiden y sonrió a ambas de un modo que parecía iluminar su rostro.

 

Luego, soltó ambas manos y su porte regresó a la defensiva ante el mago allí presente ¿Quién era? ¿Por qué no lograba actuar con normalidad frente a él? ¿Qué secreto oscuro escondía el sujeto para que ella, una experta en caretas y engaños, se sienta casi amenazada?

 

 

 

OFF:

Perdón Gomita, no quiero sonar dura pero es bueno que pongamos algo de drama, amo el drama si molesto me dicen y regreso a la boba Alee de siempre

[Gomita Haughton Westrong]

MIKAEL HAUGHTON M. WESTRONG

 

Aleera se había presentado como la hija de Juve y esto me sorprendió un poco, era curioso cómo de repente comenzaban a salir familiares y realmente me alegraba interiormente por ello, aunque obviamente no lo demostrara, como acostumbraba a ser la mayor parte de las ocasiones. Mientras la escuchaba, la miraba tranquilamente tratando de no seguir invadiendo su tranquilidad, lo cual ere obvio que estaba sucediendo tomando en cuenta la actitud de la chica. Afortunadamente el saludo de Juve me hizo reaccionar y distraerme un poco de lo que estaba pasando.

 

- No te preocupes, tu abrazo no me molestó – le dije mientras me quedaba pensando.

 

Bonita estampa había dado comportándome de esa forma, ahora ella creería que me había desagradado cuando en realidad no era así. Realmente sucedía al contrario, ya que infinidad de ocasiones habría podido necesitar de cualquier tipo de afecto pero éste nunca llegaba, por lo que terminaba recibiendo llamadas de atención y regaños, lo cual eran un poco peor que pasar totalmente desapercibido. Todavía me sorprendía que en esta ocasión no hubiera sido así, si éstas acciones habían hecho cambiar un poco a mi hermano no me cabía la menor duda de lo afortunado que era. Cuando reaccioné nuevamente de mis pensamientos escuché a la chica rubia.

 

- Bueno, me da gusto que te comiences a sentir mejor, igual en lo que pueda ayudarte puedes contar conmigo – continué.

 

Mientras escuchaba que nos invitaba a pasar un tiempo de hospedaje con ella, sonreí para mis adentros mirando mi mochila, la cual se encontraba prácticamente vacía; no había planeado una estancia demasiado larga dentro del lugar, sino que había pasado por simple curiosidad al haber salido al callejón en busca de un empleo. Aún así, después de pensarlo un momento me decidí a responder.

 

- Pasar un tiempo en este lugar me parece perfecto - mencioné.

 

Me había quedado pensando en lo que Juve había mencionado, acerca de su necesidad de tiempo a solas y no se lo recriminaba sino al contrario, ya que en ocasiones se tiene el deseo de escapar de todo y de todos y, una vez que se organizan las ideas y los sentimientos, volver a salir para enfrentar al mundo junto con sus complicaciones. Fue en ese momento que escuché hablar a Aleera, quien había aceptado con mucho gusto la invitación y la miré.

 

Algo había en ella que me provocaba cierta inquietud y al parecer la sensación era recíproca. El problema era saber el por qué.

 

 

 

OFF:

 

Hola a todos jiji, este rol es un poco extraño, nunca había platicado como chico con tantas personas pero es divertido jijiji, Aleera no te preocupes ^^ el drama también me parece muy divertido y me gusta cómo lo comenzaste XD así que te seguiré la corriente +.+

[Lyra Katara Selwyn]

Le di un abrazo a Juve, mientras escuchaba sus comentarios. No me gustaba nada que no estuviera bien, pero esperaba que la visita que le haciamos los tres, reunidos por una extraña casualidad, le ayudará a mejorar su ánimo.

 

- Juve, me duele oirte decir eso. Epero que tengamos tiempo de hablar las dos más tardes, apra que me pongas al corriente.-Le dije a la demonio.

 

Senti la mano de Aleera y sonrei, aunque después note algo raro en la actitud de Aleera. Siempre era amable con todos, sin embargo, parecía actuar de modo extraño con el agradable sujeto que nos acompañaba, como si estuviera...

- No puede ser.- Pensé, mirando divertida la escena. En ese momento actuaba como una hija celosa de su madre, que no quería que un desconocido le robará su atención.- Juve, a mi si me gustaría tomar un refresco, por favor. O una de esas bebidas que preparas tan rico, mejor sorprendeme por favor. Ya quiero ver las habitaciones, mi elfo traerá mi maleta en cuanto me sea asignada.

Una malevola idea me cruzo la mente en ese momento.

 

- De hecho, ¿podrían enseñarnos mi habitación, por favor? No se si Aleera quiera ver la suya, pero creo que no se negará a acompañarme a la mia, ¿verdad? - Pregunté.- Tal vez uno de los elfos pueda llevarnos y en seguida regresamos a tomar la bebida. Además empieza a darme hambre.

 

Solte la mano de mi nieta. Si eso funcionaba, Juve podría quedarse unos instantes con Mikael.

Editado 18 de Enero del 2012 por Milady de Winter

[Aleera Lux Evanik Malfoy]

Seguía desconfiada. La mente de los demonios funcionaba de un modo distinto a la de los hummanos, podían tener mas de un tren de pensamientos a la vez, sin contar la velocidad con la que estos se desarrollaban. La Evanik se mantuvo a la defensiva y finalmente cruzó los brazos delante suyo mientras Lyra se expresaba.

-Por mi está perfecto -dijo mirando a su abuela, era lo que necesitaba, si algo molestaba a la Evanik estaba segura que no era nada humano y, quién mejor que la demonio matter para saciar esas dudas- La abuela y yo vamos primero a su habitación, luego podemos reunirnos nuevamente.

Se separó un poco de su madre para arrimarse mas al de la matriarca Ryddleturn. Esperaba que uno de los elfos del hotel les enseñara el camino y, allí lejos de Maikael expresar todo este problema con su abuela. Esperaba ansiosa que ella tenga una solución.

-¿Cuál le has asignado, má? -consultó mas tranquila mientras corría un mechón de cabello de su rostro.

Editado 28 de Diciembre del 2021 por Sagitas

[Kahlan Blackthorn]

Aiiden Aiel Malfoy Haughton

 

Por un breve instante la demonio, parecía haberse ido a otro lugar…

 

Dejando que su mente y su corazón, pudieran transportarse a miles de kilómetros de donde estaba en ese momento. Sin pensarlo siquiera, sintió como una enorme sonrisa se apoderaba de sus labios, ladeando su cabeza con suavidad, consiguió regresar al sitio, donde le esperaban sus visitas.

 

-Lamento, mi pequeño letargo metal- se disculpó ante los presentes, obsequiándoles una delicada reverencia. Abrazando con suavidad a su hija, dejo escapar algunas lagrimas de sus ojos, casi de forma imperceptible. No le agradaba abandonar a sus seres queridos y mucho menos a esas tres personas que para ella, resultaban de suma importancia en su vida.

 

-Minina, créeme tendremos mucho tiempo para ponernos al dia- espetó serenamente. Tenia tantas cosas que compartir con los tres que no sabia, ni siquiera por donde empezar. -Podemos pasar a la sala de masajes, la misma queda de camino a sus habitaciones-explicó con soltura en la voz.

 

La demonio tenia varias sorpresas preparadas, para sus inquilinos. Comenzaría por obsequiarles un relajante masaje, acompañado por una música suave y comida ligera. Esto para despertar su interés, por la majestuosa cena que los esperaba, dentro de la sala principal.

 

-Mikael, gracias por la visita. No sabes lo agradable que es tener al hermano del amor de mi vida, en compañía de mi pequeña Alee y la minina-le agradeció nuevamente, recordando que ambos tenían una charla pendiente.

 

-Les pido que me sigan, dado que todo esta listo y esperando, para recibirlos como se merecen-le hizo una seña, para que la siguieran. No deseba dejarlos, parados en la puerta principal del lujoso hotel, dado que se moría de ganas que lo conocieran de pe a pa.

 

Nuevamente en sus labios se curvo una amplia sonrisa, presentía que una buena noticia estaba por llegar a sus manos…

[Gomita Haughton Westrong]

MIKAEL HAUGHTON M. WESTRONG

 

Me había quedado mirando con atención a Aleera, que no había reparado en la mirada atenta que Milady mostraba a la actitud de ambos y no pude evitar sonreír. Juve nos miraba sin prestar mucha atención a nuestra actitud, al tiempo que Milady sugería que se le mostraran las habitaciones en las que se quedarían hospedadas. Pronto Aleera también reaccionó y escuché las palabras de Juve.

 

- No te preocupes Aiiden - respondí a la chica rubia.

 

Ahora se preguntaban el lugar en el que se habrían de quedar, lo cual me provocó un poco de turbación ya que realmente yo no estaba preparado para quedarme mucho tiempo. Mi curiosidad era la que me había llevado hasta aquél lugar y no llevaba otra cosa de equipaje más de lo que cargaba en una pequeña mochila y el atuendo que estaba vistiendo ese día. Sin embargo callé al escuchar a Juve de nuevo.

 

- Es un placer haberte encontrado - la miré - sin proponerlo - susurré esperando que no me escuchara.

 

En ese momento las chicas estaban dispuestas a seguirla por lo que yo me dispuse a hacer lo mismo en silencio. Ya arreglaría lo de mi equipaje y demás en otro momento. Seguía teniendo cierta curiosidad por esa chica que se mostrara fría conmigo y sabía que tal sensación no era nada más porque sí. De repente me vino una imagen que me hizo detenerme y cerrar los ojos durante algunos segundos.

 

~ * ~

 

Una habitación, cuatro paredes blancas, una cómoda cama de sábanas pálidas al igual que todo lo demás. Una voz tranquilizándome mientras me decía que todo estaba bien. Al abrir los ojos pude divisar el rostro de esa joven que me mantuviera bajo su cuidado y entrecerré los ojos.

 

- Estás en el hospital - creí haberla escuchado mencionar, luego mencionó que necesitaba el nombre de algún familiar para llenar algunos documentos.

 

En esa ocasión intenté levantarme sin éxito, me sentía tan débil que a pesar de que yo no acostumbraba ser muy obediente ante las situaciones que no comprendía, me quedé acostado en la cama. Todo me daba vueltas y de pronto la joven me había hecho beber algo extraño que no sabía nada bien.

 

~ * ~

 

Abrí los ojos y me los froté. Me encontraba ante Milady, Aleera y Juve dentro del lujoso hotel de nuevo, aquella visión me había hecho perder la noción del tiempo un poco pero pude tranqulizarme y miré a Aleera con más curiosidad todavía y sin más se me escaparon algunas palabras.

 

- A ti te conozco.

 

 

OFF:

 

Está bueno el drama? ^^ Puedo seguir? jijiji

[Lyra Katara Selwyn]

Juve nos invito a seguirla, para que nos diera una habitación, lo cual me alegraba. Una vez que la tuviera podría llamar a Brianiac para que me trajera mis cosas, no me gustaba estar cargandolas inútilmente.

 

Por alguna razón, notaba que algo extraño pasaba entre Aleera y Mikael, sobre todo después de las últimas palabras de este "a ti te conozco". Mire a mi nieta, esperando su reacción, normalemnte era tranquila, pero no quería imaginar como se podría poner si de su familia se trataba.

 

Para mi, no eran mas que unos celos de hija que no quería compartir el cariño de su madre con nadie mas, pero era algo que solamente podía decir.

 

Suspire, mientras seguia a Juve, admirando le local, aunque sin quitarle la vista de encima a Aleera y a Mikael. Lo único que sabía por las palabras de Juve, es que era su cuñado.