The Arabic Place (MM B: 94021)

[Bodrik]

El demonio no terminaba de dar cumplidos a la jovencita. Seguramente buscaba sonrojarla, ella ya lo había descubierto, pero igualmente sus mejillas no tardaban en tomar ese color rojo de la vergüenza. Había descubierto su timidez y le jugaba muchas bromas. Típico de su personalidad autosuficiente.

 

Mientras el demonio miraba su trago evitando ver el rostro de la dueña, esta aprovechaba para observarlo con la curiosidad que le caracterizaba- sería divertido que bailáramos- la pequeña amaba bailar desde que su abuelo le enseño cuando era más pequeña.

 

-Es un buen punto, seguro por eso no tengo amigos – respondió con seriedad- entre el hospital, la academia y su negocio, Bodrik nunca podía salir con algún amigo. Solo veía a Gitax cuando lo encontraba de casualidad.

 

-Necesito unas vacaciones –concluyo.

[Farkas]

-Bailar?, tal vez en otra ocasión- respondió para volver a beber de vaso, en esa ocasión el demonio se encontraba de buen humor pero no el suficiente como para ponerse a dar vueltas por todo el salón, escucho a la bruja volver a hablar y sonrió de lado.

- te preocupa mucho eso de no tener amigos- le dijo clavando su mirada en ella, el tampoco era alguien que viviera rodeado de personas todo el tiempo, Farkas era un hombre que disfrutaba inmensamente de las horas que pasaba en soledad.

 

-no precisamente, solo necesitas dejarte llevar un poco mas- el demonio bebió el último sorbo de su bebida y dejo el vaso vació sobre la barra –después de todo tienes 16 años y no estoy seguro si los tendrás por siempre – la miro con la confusión reflejada en sus ojos – envejecerás algún día?-

[Bodrik]

-Si claro sería divertido- contesto entre risas. En realidad se moría de vergüenza al imaginarse bailando con él.

 

El demonio bebía de su trago con regularidad, mirando de vez en cuando a la muchacha que no lograba acostumbrarse a su modo de actuar, era divertido tener con quien hablar, pero a la vez era un desafío para ella mantener una conversación fuera de lo académico o laboral. Esta nueva amistad se estaba convirtiendo en un reto, un reto que no despreciaría.

 

-He vivido muy bien hasta ahora, pero nunca he podido conservar a ningún amigo- le conto nostálgica pero terminando en una sonrisa- ¿Te gustaría que fuéramos amigos?-le interrogo, tenía miedo de su respuesta debido a la diferencia de edades. Quizá el la viera como una niña, una muy malcriada por cierto.

 

-¿Dejarme llevar?, nadie me ha pedido eso- desde su nacimiento siempre se le pidió control, por ello le resultaba tan extraño lo que le proponía-Tengo 16, pero como si tuviera 5, soy bastante mimada, al menos con mi abuelo y tíos.

 

-No tengo idea del tiempo que permaneceré en esta edad, es posible que para siempre, pues mi crecimiento fue acelerado pero se estanco al llegar a 16.

 

Después de esto la muchacha decidió sentarse junto a él, quería conocerle más- cuéntame sobre ti-decidió no preguntar, era mejor que el mismo le contara.

[Farkas]

El demonio no pudo evitar reír al escuchar la pregunta de la bruja – creo que no me han hecho esa pregunta desde que tengo 10 años- volteo a verla y noto que en realidad estaba rente a una casi niña, ella parecía aun conservar la inocencia de la niñez, inocencia que a el se le había escapado de las manso a muy corta edad –seria un honor se tu amigo- dijo inclinadote un poco hacia la bruja y en un leve susurro, para luego retomar su postura erguida.

 

- yo te lo pido, se que posiblemente tus padres y abuelos te pedirán autocontrol, pero de que sirve la vida sin un poco de descontrol? –sonrió de lado con un toque de malicia, Farkas era un demonio que vivía en un estado de semi-control por llamarlo de alguna manera, hace algún tiempo que estaba calmado pero había ocasiones en las que le resultaba difícil no dejarse llevar por los instintos.

 

-así que eternamente 16- cometo mientras la bruja se sentaba junto a el – no es tan malo. Dijo sin mirarla – hay mujeres que matarían por tener ese privilegio, eternamente jóvenes- volteo a mirar a la bruja que ahora se sentaba a su lado – sobre mi? Pregunta lo que deseas saber, tal vez te responda con la verdad- le guiño el ojo visiblemente divertido.

[Bodrik]

Después de escuchar las palabras del demonio, no pudo evitar sonrojarse. Era evidente que ella se comportaba como una niña y él la veía como tal, quizá como una niña tonta. Bajo la mirada por un momento, pero después la levando sorprendida con el gesto del mismo. Se inclinaba un poco para susurrarle, poniéndola aún más nerviosa.

 

-Yo no sabría comportarme así, claro que quiero jugar y divertirme, pero no sé cómo. Enséñame- le pidió con una sonrisa.

 

- A veces quisiera crecer un poco, soy demasiado niña para cualquiera. Nadie quiere hacer una carrera de escobas o aparecer en un lugar desconocido, con el ánimo de pasar unas buenas vacaciones. Todos están ocupados para eso- extrañamente ella también estaba muy atareada. Pero no dudaría en ausentarse un tiempo.

 

Sin duda el enigmático Farkas debía tener mucho para contar, el problema estaría en conseguir que lo hiciera-Primero que nada, ¿cuál es tu lugar favorito?- preguntó. Quería conocer su interior, aunque no sabía cómo podría.

[Farkas]

-Enseñarte? Yo? – el demonio la miro entre extrañado y sorprendido – me estas pidiendo algo que no se puedo hacer, ese tipo de cosas no se enseñan, solo se viven- miro de reojo a la bruja que parecía un tanto diseccionada con su respuesta –pero , creo que valdría la pena intentarlo-

 

- en eso tienes razón- medito- muchos magos y brujas viven sumergidos en sus trabajos, en sus conflictos… se olvidan de vivir, y cuando se les acaba la vida hacen lo que sea para alargarla un poco mas… y para que si ni siquiera saben como vivirla – el demonio hablaba mientras miraba al frente mientras hablaba, sintió que sus ojos comenzaban a arderle y de forma automática los cerro llevándose la manso derecha al rostro y frotando sus parpados con la yema de sus dedos.

 

Volvió a abrir los ojos cuando el ardor paso- Hungría- respondió casi sin pensarlo, irónicamente Hungría también podría llegar a ser el lugar que mas odiaba, pero se sentía tan arraigado a ese país que no podía sepáralo de sus emociones humanas – para ser mas exacto los bosques que rodena la casa de .. Bueno mi casa- sonrió de lado

[Bodrik]

-Wii, seré una buena alumna –Declaro sonriente, sin poder contener una abrazo.

 

El chico estaba de acurdo en lo complicado que resultaban a veces los adultos, la mayor parte del tiempo viven en sus propios afanes y cuando intentan cambiar, es tarde ya. Aunque lo que paso a continuación desconcertó a la niña, pues el demonio parecía encontrarse en problemas. Frotaba sus ojos como si le fastidiara.

 

-¿Te ocurre algo?- se acerco para ayudarle, casi al mismo tiempo que él hablo de su lugar favorito.- ¿Te gustaría que fuéramos, no algún día?

 

-¿cuál es tu día favorito?

[Farkas]

-Ir allá? Algún día?- giro el rostro para mírala de frente, porque le podía interesar a ella un lugar como aquel, bueno aun que pensándolo bien por que no, depuse de todo ella no tenia idea alguna de cómo era el lugar donde el demonio había crecido –tal vez, en algún futuro- dijo restándole importancia.

 

-En realidad no tengo día favorito, creo que mi estado de ánimo no lo influye precisamente los días de la semana- dijo mientras giraba en la butaca en la cual estaba sentado y apoyaba su espalda en la barra.

[Bodrik]

-El día que quieras, seguro te divertirías de nuevo en aquel lugar- agrego sonriente la muchacha.

 

En algún futuro, conocería Humgria. Le divertía la idea de pasar algunos días en aquel lugar, o quizá unas horas. El demonio a pesar de ser mayor, de seguro sería un buen amigo; uno muy raro, como ya lo había demostrado, pero amigo al fin y al cabo. Un amigo es un amigo, aunque sea Demonio.

 

-¿Tienes un deporte favorito?- se le ocurrió preguntarle. Quería conocer cualquier cosa de él, así podría entenderlo y buscar intereses comunes.

[finn lockhart]

Caminaba por el viejo callejón buscando un lugar en especifico, claramente se trataba de un local pero no cualquiera sino uno en especial. Recientemente me había enterado de su apertura y dado a la ocasión tenía que asistir.

 

Mi atuendo era algo sencillo; una camisa rayada café y un pantalón con algunas cuantas desgastadoras sobre las rodillas hacían sentirme de una forma realmente cómodo aunque no estaba muy seguro si era lo adecuado.

 

Después de un largo rato preguntando a algunos cuantos magos donde posiblemente se encontraba el local, el cual finalmente lo había encontrado. me sorprendí totalmente al ver las instalaciones de aquel moderno lugar además de que me hizo sentir orgulloso de que mi propia hija hubiera logrado todo eso, dado a que ella podía realizar cualquier cosa que quisiera a diferencia de mi, ella si lo finalizaba con éxito.

 

Decidí entrar no antes de ver el letrero que mostraba el nombre del lugar “The Arabic Place”, el cual sonaba demasiado original además de que nunca había visto un local así en el callejón. «Este es otro mundo» pensé al observar detalladamente el interior repleto de mueblas exportados que hacían dar un buen ambiente.

 

Alcance a ver a mi hija platicando con un chico por lo que no quise interrumpir, solo camine hasta un pequeño sofá en el fondo del lugar esperando que alguien pudiera atenderme.