The Arabic Place (MM B: 94021)

[Noah Lockhart]

-jjajaj, claro retemosla- dijo riendo mientras tomaba mas de ese delicioso platillo sin apartarse de su madre pues su compañía y sus dulces palabras mejoraban el sabor de aquel platillo que de por si ya era esplendido, realmente era bueno poder pasar ese tiempo con ella pues con el trabajo que tenia últimamente aunado a un proyecto secreto que tenia llegaban a consumir su tiempo casi por completo, pero esos pequeños momentos que podía pasar con sus seres queridos también se volvían mas especiales y lo llenaban de alegría, miro a su madre con los ojos brillando -mm pues va bien dentro de poco pienso tomar el conocimiento de cuidado de criaturas que me ayudara dentro del trabajo y las magias uzza me llaman mucho la atención pero aun no estoy listo para tomarlas pero estoy trabajando y esforzándome para tomarlas y seguir mejorando cada día- respondió el Lockhart sonriendo emocionado con el tenedor en la mano.

Tomo un poco mas del platillo y lo comió mientras escuchaba las palabras de su madre -wow que genial, aunque creo que yo preferiría no saber lo que viene y dejar que el futuro me sorprenda, pero imagino que debe ser interesante ese conocimiento, yo he pensado tomar aritmancia por que me llaman la atención los números pero primero quiero tomar cuidado de criaturas que es lo que mas me funcionara en el trabajo- comento el joven mientras pensaba en la infinidad de conocimientos que le parecían interesantes y que esperaba poder tomar con el tiempo, nunca había visto ese brillo en la mirada de su madre pero en definitiva se le veía bien pues en muy pocas ocasiones la había llegado a ver así de emocionada, sonrió al escuchar la pregunta de su madre -pues si es un poco exigente y malgeniuda pero se encuentra la manera de no hacerla enojar-Noah comenzó a reír en cuanto termino la frase pues eso era lo mas alejado de la realidad, si era exigente pero siendo la directora no podía ser dulce ademas en comparación con otros directores ella hacia muy bien su trabajo y era comprensible que buscara lo mismo de sus empleados -no la verdad no es malgeniuda ni mucho menos, ella sabe muy bien lo que hace y se esfuerza si es exigente aunque no tanto como otros directores ademas ella también es exigente consigo misma-

-Oh vaya pero si me he olvidado la bebida- pensó mientras miraba la mesa que no tenia ni una taza,no quería interrumpir ese momento tan divertido y especial con su madre pero si ella llegase a querer tomar algo seria un problema no tener que ofrecerle,-oh me he olvidado la bebida, que le gustaría de tomar para acompañar el delicioso platillo bella dama- pregunto el chico sonriendo mientras dejaba el tenedor de lado para moverse rápido e ir por la bebida.

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[Ela Karoline]

La conversación entre @@Noah Lockhart y Cye fluía como el agua del rio, fresca, deliciosa, sin prisas pero sin pausas, sus energías se buscaban, se encontraban y se complementaban, por lo cual ambos se sentían cómodos uno en presencia del otro, eso muy aparte del lazo familiar que los unía, esto era más profundo y mucho más intangible, aunado a ello estaba el hecho del ambiente que ofrecía el The Arabic Place, tranquilo, con ese toque de misticismo propio de la cultura árabe y afines.

 

Ambos rieron ante el hecho de que Bodrik fuera malgeniada, nunca nada más lejos de la realidad y los rubios lo sabían, por eso reían, luego la conversación cambio hacia las aspiraciones y la parte académica del joven mago, algo que a Cye no le gustaba descuidar y procuraba fomentarlo entre sus hijos y familiares ya que consideraba que era parte de la preparación para el mundo en el cual vivían y que giraban en pro de cambios, algunos buenos otros no tanto, pero si se poseía conocimientos, habilidades y el buen juicio para tomar decisiones acertadas entonces podrían defenderse y acoplarse.

 

--¿Porque criaturas? ¿Qué tiene que ver con San Mungo?-- pregunto un poco perdida, hasta que un recuerdo la ilumino, ella misma había sido la encargada del área de Accidentes, primero con relación a los heridos por artefactos mágicos y luego también los heridos por animales y criaturas mágicas, ubicado en el pasillo 3, el mismo que compartían con psiquiatría, aunque esa área estaba del otro lado (ala). Seria mucha coincidencia que ahora Noah ejerciera allí.

 

--¡Sera Posible!-- lo miro con incredulidad y luego con suspicacia. Esperaría que le contestara y de ser cierta su sospecha le preguntaría si no había encontrado algo raro, una especie de libraco mágico que le pertenecía y que había dejado allí. Lo cierto es que dicho compendia, había sido encontrado cuando ella había remodelado el área, pero al abrirlo sucedían cosas muy extrañas y ciertos animales se hacían corpóreos. Quizás debía prevenirlo, porque esos animales pertenecían a épocas especiales de la historia mágica y muggle y traían consigo ciertos microorganismos, virus y epidemias que era potencialmente peligrosas si se les dejaba la puerta abierta.

 

Lo miro con los ojos muy abiertos y expectante y contesto a su pregunta sobre la bebida --Un té helado estaría bien--

[Noah Lockhart]

La conversación iba bien, tanto el como su madre estaban tranquilos hablando con calma como hacia mucho no lo hacían, aunque claro eso no era porque ellos no quisieran sino porque últimamente los dos andaban muy ocupados con el trabajo y las únicas veces en las que podían hablar solían ser con respecto a algo del trabajo por lo cual al chico le hacia feliz poder pasar ese tiempo con su madre pues el estar con ella le hacia sentir una gran tranquilidad, no solo por el lazo que los unía y les permitía sentirse cómodos sino también por el ambiente del lugar que propiciaba ese ambiente tan tranquilo que les permitía ser ellos mismos y dejar que la conversación fluyera sin presiones, ademas del delicioso platillo que ayudaba que mejoraba aun mas el ambiente.

El momento estaba lleno de risas pues el decir que Bodrik tenia mal genio era algo para morir de risa pues eso estaba lejos de la realidad y por mucho, ademas de muchas otras ocurrencias por parte del chico como lo era el menú que le había dicho a su madre que tenia como finalidad alegrarla y así conseguir uno que otro mimo de los cuales ambos disfrutaban, aunque no solo la conversación había sido risas también en ella se tocaban puntos como lo académico pues la rubia sabia muy bien que su hijo pasaba momentos aprendiendo cada vez mas cosas que le pudieran servir en su trabajo o en su día cotidiano, aunque la rubia pareció sorprenderse cuando el chico menciono lo de criaturas contestando así con una pregunta seguro para esclarecer sus dudas.

-Bueno criaturas principalmente por que yo estoy encargado del área de accidentes por objetos mágicos y heridas por criaturas, entonces debo saber un poco mas del tema, ademas que si utilizo ese conocimiento con mis anillos y la magia uzza podre hacer mas eficientemente mi trabajo ademas de que podre tratar con criaturas con un poco mas de control- menciono el ojiazul respondiendo a sus preguntas y explicando así mejor como era su actuar mientras miraba a su madre quien lo miraba con total atención y quizás hasta algo de curiosidad, -bueno entonces ya vuelvo con el té- dijo el chico sonriendo mientras se movía aguilmente hasta la cocina en donde preparo el mismo el te, unos minutos después regreso con los dos vasos de té, -aquí tiene su té bella dama- dijo el joven acercando uno a su madre mientras le sonreía y tomaba nuevamente asiento.

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[Jeremy Triviani]

-¿Puedo pedir un pedacito de Fatay? -Preguntó con su fina voz nasal el elfo a su dueño, mientras estaban por caminando por el Callejón Diagon. Esta vez el elfo llevaba puesto un pequeño smoking para niño color violeta que hacía juego con sus ojos.

 

-No, solo comerás lo que sobre de mi plato, como lo haría un buen elfo- Contestó molesto el mago. Su mente estaba ocupada en su vestimenta, ya que solo se había puesto una camisa blanca y un pantalón de vestir negro con zapatos a juego. La chaqueta abierta le daba aspecto descuidado junto a su peinado tirado para atrás con gel.

 

-¿Si no me gusta comer eso? -pregunto preocupado el elfo. Mientras corría para ponerse al mismo paso que su dueño.

 

-Te gustara, Rambaldo, ya deja de molestarme- lo regaño Jeremy de mal humor - ¿Como quedare ante el mundo mágico si ven que te trato como a mi igual?

 

-¡Ohh! -Exclamó el joven elfo, sin prestar atención a su amo, y deteniéndose en la puerta del negocio. Sus ojos reflejaron el hermoso cartel de la entrada “The Arabic Place” - ¿Podemos vivir acá? -le pregunto con una risita chillona.

 

-¡Claro que no! -contestó exasperado el rubio, mirando para ambos lados a ver si alguien había escuchado las estupideces del elfo- Es un negocio donde la gente vende cosas, no vive aca.

 

Rambaldo prorrumpio en aplausos de alegria cuando ingresaron al lugar. La cultura Árabe estaba presente en todos los detalles del restaurante haciéndolo un lugar único y muy peculiar. Se sentaron frente a frente en una mesa con mantel rojo.

 

-¿Puedo llevarme este sombrerito? -pregunto Rambaldo ni bien se sentó, tomando un salero. -Es muy lindo… ¡oohh! ¡Mira sus puntitos! ¡Sale arenita blanca por aquí! ¡jijiji jaa jiji!

 

La risa chillona del elfo, estaba agotando la poca paciencia del rubio. Lo peor que podría haber echo fue llevarlo a cenar. Maldijo el día que se lo prometió. Ahora debería pasar por la vergüenza que el elfo representaba. Era un elfo doméstico que no sabía servir.

 

-¡Deja eso! ¡Por dios! -le murmuro Jeremy ofendido, quitándole de las manos el salero. - ¡Quédate quieto hasta que alguien nos atienda!

 

El vampiro intentó relajarse mirando a su alrededor. Vio varias mesas ocupadas por magos y brujas. Trato de sonreír pero solo le salió una mueca. Seria una noche larga.

Editado 1 de Diciembre del 2017 por Jeremy Barton

[Rachel Ravenclaw]

Rachel tarareaba para sí misma una leve melodía, se trataba de “A dream is a wish your heart makes”, una canción que cantaba un personaje muggle de fantasía llamada “La Cenicienta”. La bruja a menudo sentía interés por aquella clase de cosas y se le había pegado la melodía en la lengua, debido a que la cantante que habían utilizado tenía un tono muy similar al de la bruja, entre otras cosas. Era una buena compañía a sí misma mientras ordenaba su cuarto y se retocaba frente al tocador, poniéndose dos aretes de perla en las orejas.

 

Había prometido que haría un par de visitas en el Callejón Diagon y se lo merecía luego de un mes arduo de trabajo. Había quedado con Alexander en ir al Cocoa Café, pero también había prometido a sus nuevos amigos visitar el famoso The Arabic Place. Nunca había probado té de aquellos lares, ni comida ni nada en general de la zona, debido a que de donde venía todo aquello estaba algo cuestionado. Aquel día podría sacarse las ganas y con un poco de suerte encontraría alguien con quien hablar.

 

Se mira en el espejo con una sonrisa viendo su reflejo perfectamente arreglado. El cabello prolijo, el vestido azul oscuro que había elegido para variar y una túnica negra por encima. Se coloca el sombrero oscuro de punta en espiral y coge su cartera que ya Babette le había preparado. Esperaba que en su ausencia se mantuviera el orden la y cuando regresara hubiera casa (?) Aunque normalmente dejaba a su elfina vigilando para incidencias, tenía el carácter sofisticado y responsable de su ama.

 

If you keep on believing

The dream that you wish will come true

El callejón diagon se encontraba algo más abarrotado que de costumbre, cosa que la Rambaldi achacó a las compras navideñas. Tan solo faltaban unos pocos días para el 8 de diciembre y más que los regalos, la gente buscaba adornos de navidad, lucecitas y ese tipo de cosas. Los más adelantados ya andaban almacenando los regalos. De hecho, de camino ya puede ver como algunos locales adelantados comenzaban a decorar sus vitrinas o vendiendo productos relacionados.

 

La Delacour se detiene delante del bonito y cuidado local, pero una serie de sentimientos encontrados se produjo dentro de ella haciendo que su sonrisa se borrara levemente. Avanza unos pasos, mas se lleva un buen susto al ver que al girar la cabeza no ve su reflejo en la cristalera sino que ve el reflejo de un hombre con ropajes extraños que copiaba su movimiento como si fuera su verdadero reflejo. Lleva una mano al cristal uniéndola con la del reflejo de la ventana.

 

Jacques entró a aquella mezquita de arcos árabes, mosaicos espectaculares, donde el humo del narguile se disipaba en el ambiente mezclándose con los aromas de las hebras de té y de las mezclas dulces de namura y baklava. Murmullos de conversaciones banales, mezclados con halagos aleatorios que oía de varios hombres intentando parecer auténticos guerreros ante las damas de hiyab que intentaban pasar el rato con tranquilidad.

 

El hombre de turbante mira con cierto desprecio a algunos de ellos para luego tomar una mesa. Tanta batalla le había dejado la garganta seca al paladín, solo deseaba poder beber un buen trago de infusiones de hierba buena y almendras, o quizá engañar a su estómago que chirriaba por la falta de nutrientes adecuados con un poco de miel y azúcar.

 

Rachel parpadea un momento cuando alguien le pide que se aparte para poder pasar. Se disculpa tremendamente avergonzada… ¿Qué había pasado? De repente sentía como si todo aquel lugar le sonara de algo. Pero dispuesta a no querer molestar más entra de una vez. El sitio era muy bonito y le causaba mucha curiosidad. Sonríe con mucha alegría cuando ve personas conocidas como Noah Lockhart. Toma una mesa para esperar mientras a que le atendieran tras saludar a los que conocía con la mano.

 

Su cara se torna a otra de sorpresa cuando descubre que, no eran las únicas personas conocidas que podía apreciar. Una vez más, por arte de la casualidad, Jeremy andaba por allí aunque parecía estar lidiando una discusión en bajo con su elfo doméstico de pintas extrañas así que no se acerca a interrumpir.

[Bodrik]

Había sido una semana bastante pesada para la joven propietaria del negocio Árabe, pero desde el mismo momento de su apertura ella estaba comprometida con la atención y ahora que su socio Gitax se había marchado de Londres toda la responsabilidad recaía sobre ella, no solo para mantener todo en orden, sino también para renovarse y sacar cosas nuevas para que cada vez más personas eligieran entrar en las instalaciones del restaurante y se quedaran como clientes habituales en el bellísimo lugar.

 

Diciembre había comenzado y ella tenía algunas ideas para celebrar la navidad de la forma más divertida posible con platos especiales y postres, aunque no fueran árabes, pero que dieran un toque muy navideño al establecimiento. Así que compro muchos ingredientes especiales para que los elfos del negocio comenzaran a trabajar en ellos, mientras ella cambiaba el letrero de la entrada que ahora será mucho más llamativo y después estaba planeado poner algunas pequeñas decoraciones en diferentes zonas del local.

 

-Herpink estas son algunas de las recetas que deberíamos incluir al menú – dijo entregándole al elfo algunas de las ideas que tenía para el mes. No en vano había elegido aquellos postres, su familia le encantaba todo lo que estuviera relacionado con Chocolate y dulce, pero además los nombres de dichas recetan estaban relacionados con la magia.

 

Se dirigió a poner el nuevo cartel, pero antes de darse cuenta se dirigió hacia una mesa donde Rachel estaba sentada – Hola, como estas- sonrió – estuviste en la Botica hace unos días – le dijo sonriendo – ¿ya te atendieron?- quería saber, pero su mirada se desvió hacia otra mesa y en esa ocasión se quedó paralizada al toparse con los de Jeremy que al parecer estaba gritando de nuevo a su elfo – ¿Qué es lo que te sucede? – dijo haciendo una mueca – esa no es manera de tratar a un elfo domestico- mordió su labio inferir cuando se acercó un poco pues afortunadamente las mesas de Rachel y Jeremy era cercanas. ¿habría venido siguiéndola de nuevo?, de todas formas, poco sabia de ese mago y era mejor no tentar a algunas personas pues nunca se sabe a qué familia pertenezcan y no quería iniciar un enfrentamiento dentro de su negocio.

 

@@Rachel Ravenclaw, @

[Mentita]

― No es manera de tratar a un elfo, ¿según quién? ―su voz sonó indiferente a la charla, aunque le había llamado la atención ese pequeño intercambio de palabras.

 

Nadie la había escuchado llegar, ni siquiera acercarse. Los silenciosos pasos, producto de su falta de calzado, la llevaron a donde se encontraban una mujer de oscuro cabello ondulado, y una cabeza más alta que Candela, y un muchacho que compartía mesa con un elfo.

 

La Triviani se limitó a observar a la criatura con evidente desagrado, era algo anti natural para ella que un mago compartiese mesa con una bestia de esas, pero entendía que cada uno conservaba sus políticas de crianza con sus esclavos. Ah, es que para Candela, los elfos no eran más que eso: Esclavos.

 

― Quería algo para comer. ―pidió luego del, casi, eterno escrutinio a la situación.― Encontré un folleto en la calle y se me antojó comida árabe. Solía ser mi favorita.

 

No se le escapó el detalle de el rostro del chico, con unos ojos tan azules que le parecían demasiado familiares. Mas no emitió palabra, de momento.

 

― ¿Me das una carta? ―gesto impasible, aunque su voz sonaba más fastidiada de lo normal.

[Jeremy Triviani]

Jeremy se sorprendió gratamente en oír a la adolescente (@Bodrik). Hasta casi le sonríe por su inesperada aparición. No esperaba verla allí, y menos que le hablara en ese tono molesto. No tuvo tiempo de contestar, ya que apareció una bruja que creía a ver visto en otro lado. Su porte era muy peculiar y la mirada que dirigió al elfo era reprobatoria.

 

-Yo solo estaba ordenando a mi elfo que se comporte -contestó Jeremy a la adolescente.

 

-Soy Rambaldo Myrddin Trivianiiiii -le chillo el elfo a la bruja ('Candela Triviani) que pedía la carta. Como si fuera lo más normal del mundo se puso de pie y le estiro su mano para estrechársela a forma de saludo.

 

-¡Rambaldo vuelve a tu silla! -se apresuró a intervenir el mago, agarrando a su elfo por el cuello de su chaquetita violeta y empujándolo nuevamente a la silla. -Disculpe a mi elfo, no sabe comportarse en público…¿Porque no me deja invitarla con algo para tomar?

 

Jeremy ya tenía bien claro que su comida sería un desastre. Fue una terrible idea sacar al elfo para mostrarle el mundo mágico. “Nadie lleva a su elfo a comer” pensó con nerviosismo mientras esperaba la respuesta de la bruja.

 

-No esperaba encontrarte por acá -le comento a la adolescente para matar el silencio pesado que se había formado. La situación una vez más lo estaba llevando a donde no esperaba.

 

-¿Ella es la de los chocolates con veneno? -preguntó a los gritos Rambaldo señalando con un dedo sin disimular, a la castaña (@@Rachel Ravenclaw) que estaba sentada en una mesa cercana a ellos. A quien Jeremy había pasado por alto.

 

-¡No! ¡Callate! -le dijo el mago exasperado, mientras horrorizado veía al elfo que se acercaba a la mesa vecina.

 

-Soy Rambaldo Myrddin Triviani…- le dijo a Rachel con una sonrisita chillona - Jeremy se guardó el chocolatito que le diste en clases ¡jijijij jajaja jiji! -se acercó más a bruja para confesarle - Yo me lo comí, pero él no lo sabe.

 

Si el vampiro pudiera haber haber hecho un hueco gigante en la pared y desaparecer de allí, lo habría hecho sin dudarlo. Pero no tenía la licencia de aparición aprobada. Tampoco veía como escapar de esa situación rara. “Estupido elfo” pensó con enojo.

Editado 2 de Diciembre del 2017 por Jeremy Barton

[Rachel Ravenclaw]

No llevaba ni cinco minutos sentada mientras pensaba en la casualidad de ver de nuevo a Jeremy. Intentaba no prestar atención a la situación pero el elfo sobresalía bastante, no hablaba precisamente bajo. En parte la hacía algo de gracia su extraña actitud. Pero una presencia agradable la saca de sus pensamientos poniéndose cerca de la mesa. Al girar la mirada comprueba que tenía delante a la misma mujer pelinegra que había visto en la botica aquella vez y que le provocaba aquella extraña sensación en las venas. Le alegraba ver de nuevo a las caras ya conocidas.

 

Sonríe ampliamente ante su pregunta y entrelaza los dedos de sus manos.

 

—Es un enorme placer volverla a ver. Yo estoy bien, gracias, ¿y usted, señorita?

 

El ruido de fondo era apreciable. Como era natural, ella se percata de Jeremy y su elfo, no solo por la discusión, sino porque además ya habían tenido un mal encuentro anteriormente así que no es como si se fuera a olvidar de su cara sin más… Llevaba mucha razón en sus palabras, al menos Rachel trataba muy bien a Babette, incluso solía merendar con ella sin mayor problema. Era como una igual que la comprendía, incluso, casi mejor que nadie ya que la había acompañado desde la misma Francia en su viaje.

 

Interrumpe una persona que no había visto llegar. Rachel la analiza, no la había visto antes y no parecía especialmente de buen humor. La bruja Delacour no se queda conforme con la actitud de la recién llegada, pero como no le gustaba buscar problemas no dice nada. Coge la carta sabiendo que fuera la Lockhart u otro empleado, alguien le tomaría el pedido. La verdad es que le parecía demasiada comida para ella sola… Pero el menú no parecía dejarle opciones a coger porciones más pequeñas e individuales. “Bueno” –pensó- “Lo que sobre lo llevaré para casa, seguro que los niños se lo comen”.

 

—Aún no me han atendido, pero porque acabo de lle…

 

No pudo terminar de hablar. “¿Ella es la de los chocolates con veneno?” escucha de la voz chillona del elfo. Rachel arquea una ceja y alza la mirada para entonces llevarse un sobresalto. De repente, tenía el elfo en su mesa sin haberlo visto venir, y a un Jeremy asustado metros no muy lejos. Lo que pensaba que era una simple broma más por parte del mago, la hizo parpadear y gesticular de sorpresa. Por un momento se arma un silencio raro, mas al final, la bruja de ojos avellana sonríe levemente apoyando una mano sobre la cabeza del elfo.

 

—¿Y estaba bueno?, ¿verdad que no estaba envenenado?

 

@ @@Bodrik

Editado 4 de Diciembre del 2017 por Rachel Ravenclaw

[Noah Lockhart]

se encontraba con su madre sentado abmirando la sonrisa de madre, siempre le hacia sentir mejor y mas relajado y justo era lo que necesitaba en ese momento pues despues de todo aunque habi ido con la idea de ayudar a su sobrina en el local tambien lo usaria como un momento para descansar y liberar sus pensamientos de algo mas que no fuera el trabajo y todos los casos en donde habia estado, era una suerte que ya casi el tiempo de descanso llegara pues sabia que eso se significaria ademas de muchas galletas una gran celebracion en familia en donde habria muchas actividades divertidas para hacer.

al poco tiempo de permanecer en silencio la campana de la puerta sono dando paso a una chica de esbelta y elegante figura, no pudo ver su rostro muy bien cuando entraba debido a que el reglejo de la luz daba a sus espaldas pero seguro no era alguien con quien se ubiese topado mucho pues no pudo sentir su escencia llegando, se quedo mirandola un tiempo hasta que pudo reconocerla, se trataba de Rachel una chica que hace unos dia habia estado en la botica y la cual le habia caido muy bien pues habia podido pasar un momento agradable con ella y con mika, sonrio al verla pasar hasta una mesa en donde aguardo pasientemente hasta que con la mano le saludo.

el rubio le dedico una sonrisa y respondio el saludo con la mano volteando a ver a su ocupada sobrina que al parecer tal como lo habia pensado estaba muy ocupada y mas con las fiestas que ya se acercaban, miro a su elfo detras de ella pues al parecer estaban pleneando algo nuevo para el local por lo cual el ojiazul decidio no entrometerse en sus asuntos y mejor estar al pendiente de Rachel para atenderle lo mas pronto posible, en cuanto se disponia a levantarse para ir a atenderla el chico miro como la princesita pasaba justo frente a el directo hasta la chica, el joven se quedo mas tranquilo por lo cual solo tomo un sorbo de té cerrando los ojos para disfrutar el aroma de la infusion.

aun con los ojos cerrados sintio una enorme molestia, era como un aura negativa que ahora estaba entrando al local, abrio los ojos mirando como entraba el mismo hombre del otro dia solo que ahora con un elfo -sera que esta siguiendo a Rachel otra vez? penso el Lockhart mirando como al notar el malestar del hombre bo tambien decidio acercarse un poco, la vez pasada habia sido un poco grosero en su forma de acatuar y ya que bo era su princesita decidio levantarse a ver que ocurria despues de todo para eso era su tio y uno de los meseros del local, el joven se disculpo con su madre y se apresuro a ir hasta donde estaba la pelinegra sabiendo que su madre sabria entenderle.

dedico una sutil mirada a Candela para despues ponerse al lado de su corazon, -esta todo en orden ? -pregunto el chico con una sonrisa mirando a todos los presentes con una carta en mano.

 

@Bodrik @ @@Rachel Ravenclaw @ @@Candela Triviani