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Ollivander's (MM B: 94928)


Ada Camille Dumbledore
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Carpe: Mi propia varita está hecha de carpe, y es con toda mi modestia que confieso que el carpe selecciona como compañero para el resto de su vida a un mago o una bruja con talento y poseedores de una pasión pura, que algunos pueden llamar obsesión, aunque yo prefiero el término «visión», que casi siempre se hará realidad. Las varitas de carpe se adaptan más rápidamente que casi cualquier otra al estilo personal de magia de su dueño, y se personalizarán tan rápido, que será extremadamente difícil usarlas para otras personas incluso para los hechizos más sencillos. Las varitas de carpe absorben el código de honor de su dueño, cualquiera que sea, y se negarán a realizar actos, tanto buenos como malos, que no respondan a los principios de su dueño. Es una varita equilibrada y perceptiva.

 

Son palabras de Garrick Ollivander, otro usuario famoso es Viktor Krump.

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Estába bastante cansada, el tener días de emotividad fuerte me hacían sensible al cansancio eso y el ser medio mortal po supuesto, las personas no conocían toda la verdad sobre mi. Con una sacerdotisa había hecho un ritual que había dejado que no fuera en totalidad una vampiro, bueno de hecho había salido mal, porque aún era mitad vampiro y no me convertía de todo en uno a causa de una poción que tomaba a diario, una receta experimental que mi segundo esposo había inventado para mi, lo cual era un total secreto o las autoridades podrían acusamos de cosas que no se debían, todo debía ser informado y eso jamás se había hecho.

 

Mi falda colo negro de corte recto y entubado no me dejaba subir la escaleras cómodamente, así que debía hacerlo despacio para no tropezar, eso podría arruinar mi blusa blanca impoluta. Todo el callejón se veía bulloso aunque hacía muhho frío, llegué a mi oficina y me quedé en aquella ventana, ese parecía ser mi lugar en el mundo: ver la vida de todos detrás de aquella ventana. Mis hijos ya tenían su vida propia y yo no tenía ninguna clase de influencia en ellos, ya eran capaces de hacer eso solos. La única que estaba aún bajo mi cuidado era mi pequeña Helena y estaba de vacaciones con su padre y su hermano adoptivo.

 

Acaricie la ventana, había llegado prácticamente sola a este mundo, mi madre había muerto al nacer y luego mi padre se fue a aventurar y jamás regresó.

 

Era mi destino y debía aceptarlo, era momento, estaría sola siempre. Mire al horizonte y Suspiré con resignación.

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Ministre de la Magie Français // 🌙 dulce asesina by Mael

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Castaño: Esta madera es muy curiosa y con muchas facetas, también varía mucho en su carácter dependiendo de su centro y también toma mucho de la personalidad del que la posee. A la varita de castaño le atraen las brujas y los magos con habilidades especiales para domesticar bestias mágicas, los que poseen grandes dones en herbología y los voladores naturales. Sin embargo, cuando se le pone un centro de fibra de corazón de dragón, puede que el mejor dueño para esta varita sea alguien al que le gusta mucho el lujo y las posesiones materiales, y que no sea muy escrupuloso acerca de los medios para obtenerlas. En cambio, tres directores sucesivos del Wizengamot han poseído varitas de castaño y unicornio, ya que esta combinación siente predilección por aquellos a los que les preocupa la justicia.

 

Silvanus Kettleburn, antecesor de Hagrid en el puesto de profesor de Cuidado de Criaturas Magicas es poseedor de una de estas varitas.

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El joven Eobard al parecer sabía mucho acerca de las varitas, por ello la rubia no dudó en preguntarle: -¿A usted nunca le llamo la atención el arte de la creación de varitas señor Eobard?- no quería ser inoportuna con aquella pregunta -Lo digo por que pareciera que usted sabe lo suficiente de maderas y núcleos...

 

Esperaba no haber incomodado al muchacho con aquél comentario, aunque no lo parecía, así que la rubia se dedicó a responder a la pregunta que él le había hecho respecto a su varita - Sí, le hace falta un poco de mantenimiento, la madera ha dejado de ser brillosa, tiene ocho años que la compré, pero con tantas cosas que hemos pasado, será mejor que le den un vistazo

 

El joven tenía algo que atraía a la rubia para querer conocerlo más, pero era, más bien, por el hambre de conocimiento que tenía Hannity y el amplio conocimiento que tenía el joven acerca de las varitas (y suponía que de muchos otros temas mágicos), había muchas otras de las ramas de la magia que ella, al haber crecido con muggles, no conocía y probablemente él si.

 

-¿Y a qué se dedica señor Eobard?

Sí, está vez había sido más que indiscreta con su pregunta, pero en esta ocasión su curiosidad era más fuerte que la educación y los modales que alguna vez le había enseñado Marella.

 

 

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Cedro: Citamos de nuevo la opinion de Ollivander. Siempre que conozco a alguien que lleva una varita de cedro, encuentro un carácter fuerte y una lealtad inusual. Mi padre, Gervaise Ollivander, solía decir siempre, «nunca engañarás al portador de cedro». Yo estoy de acuerdo, la varita de cedro encuentra su hogar perfecto ahí donde hay perspicacia y percepción. Yo iría aún más lejos, y diría que aún no me he encontrado con un portador de una varita de cedro al que desearía enfadar, especialmente si se daña a sus seres queridos. El mago o la bruja para el que se ha seleccionado bien una varita de cedro tiene el potencial de convertirse en un adversario terrible, lo que a veces sorprende a los que les han retado sin pensárselo bien.

 

Ningun poseedor conocido.

Editado por justo

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Más bien, diría que me la pasaba leyendo mucho acerca de varitas en la biblioteca de Ilvermorny. rió por lo bajo, recordando su época como ávido estudiante en Norteamérica. Porque, bueno, prácticamente cualquier material, mientras sea mágico, sirve como núcleo... Y como fanático de las pociones, me gusta catalogar materiales.

 

Notó que se había ido un poco por las ramas con el tema de la elaboración de pociones, pero no podía evitarlo; cada que hablaba de sus gustos e intereses, inevitablemente llegaba a esa parte. Si bien, nunca se dedicó formalmente a ello, siempre le había llamado la atención, incluso como un pasatiempo. Si alguien usara Legilimancia en él, probablemente encontrarían una imagen suya removiendo ingredientes en un caldero de cobre.

 

Pero, sí, siempre me interesó. El problema, fue que me decidí por profesiones más ¿agitadas? Por así decirlo.

 

Asintió al escuchar la razón por la que Hannity había llevado su varita al local. Podía entenderlo; después de tantos años, uno se acostumbraba a su uso, y de ello derivaba la preocupación de mantener el objeto mágico más vital de los seres mágicos, en óptimas condiciones. ¿La habrá comprado aquí, en Ollivander's?, se preguntó el Black Lestrange, pensando en la nación de procedencia de su interlocutora.

 

Me dedicaba a un poco de esto, y un poco de aquello. dejó escapar un ligero bufido, otro recordatorio del pasado. Estuve en el Ministerio un par de años, en Regulación de Criaturas Mágicas, incluso trabajé para Gringotts. Ahora, soy algo así como un agente libre con cierta tendencia a la elaboración de cartografía mágica.

 

De la bolsa de la camisa, extrajo una pequeña moneda con una "M" grabada en relieves oscuros, como si hubiera sido fundida al metal. La había empleado durante sus últimos meses como visitante ocasional del ministerio de Magia inglés, pero con todo el tema de la guerra y el ataque al Atrio, frecuentaba aún menos el lugar.

 

¿Qué hay de usted, señorita Hannity? Si no es mucha indiscreción, claro.

 

 

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Cerezo: Esta rara madera para varitas produce una varita de extraños poderes, que es muy apreciada por los estudiantes de magia de la escuela de Japón en Mahoutokoro, donde aquellos que poseen varitas de cerezo disfrutan de cierto prestigio. El comprador de varitas occidental debería quitarse de la cabeza cualquier idea de que las flores rosas del árbol viviente podrían usarse para una varita frívola o meramente ornamental. La madera del cerezo produce a menudo varitas que poseen un poder realmente letal, independientemente del centro que lleven. Sin embargo, si esta varita lleva un centro de fibra de corazón de dragón, la varita nunca debería serle adjudicada a un mago sin un autocontrol excepcional y una gran fuerza de voluntad.

 

¿Recordais a la desdichada Mary Cattermole? Es una poseedora de una varita de cerezo. Pero hay un poseedor mas famoso, nada menos que Neville Longbottom. Es la suya, no la de su padre.

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Era la segunda ocasión que en su camino se cruzaba alguien que era amante de las pociones (además de sus padres), ella no creía tener esa habilidad para crearlas, por más lectura que tuviera, sonrió al escucharlo, tenía razón, el joven Eobard sabía de muchas cosas relacionadas con la magia, además de que venía de, probablemente, una educación mágica distinta a la suya al haber estudiado en otro colegio de magia.

 

Escucho atenta lo que él decía acerca de sus profesiones y no pudo evitar sonreír, puesto que ella también había pasado por prefesiones agitadas... Y así, ahora era el joven quien le preguntaba por lo que hacía ella, había pasado por solo dos prefesiones desde que había dejado el colegio, así que probablemente no tenía mucho que contar, aunque accedió con gusto.

 

- Cuando salí de Hogwarts empecé a trabajar para el ministerio de magia en el departamento de misterios, pasé muy buenos tiempos en el departamento, o eso es lo que creo- sonrió tímidamente, puesto que al dejar de trabajar allí les borraban la memoria para que no revelarán los secretos que se guardaban en aquél departamento - Posteriormente me dedique a trabajar en el hospital San Mungo como sanadora y actualmente es lo que hago, con todos los estragos que la guerra ha dejado, hay bastante trabajo

 

Y era verdad, ahora trabajaban más y en un caso en donde la gente desaparecía por alguna extraña circunstancia, para que después, ellos los encontraran muertos de una manera sospechosa.

 

- Me ha dicho usted que estudió en Ilvermorny- se aventuró a preguntar -¿Qué fue lo que lo trajo hasta Inglaterra, señor Eobard?

 

 

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Ciprés: Las varitas de ciprés están asociadas a la nobleza. El gran fabricante de varitas, Geraint Ollivander, escribió que siempre se sentía honrado de poder adjudicarle a alguien una varita de ciprés, ya que sabía que había conocido a un mago o bruja que tendría una muerte heroica. Afortunadamente, en estos tiempos que corren, menos belicosos, los poseedores de varitas de ciprés raramente deben exponer sus vidas, aunque sin duda lo harían si se lo pidieran. Las varitas de ciprés encuentran a sus almas gemelas entre los bravos, los osados y los que se sacrifican por los demás: los que no le tienen miedo a enfrentarse a las sombras oscuras de su naturaleza y de la de los demás.

 

Remus Lupin, poseedor de una de estas varitas, tuvo una muerte heroica.

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Sonrió al escuchar que la joven había trabajado en el Departamento de Misterios. En todo su paso por la organización gubernamental, siempre se había preguntado qué había detrás de todas esas curiosas puertas de dicha dependencia. Sabía que operaban, en cierto modo, distinto de los otros departamentos, pero aquello no hacía más que alimentar su curiosidad de conocer las labores de los inefables.

 

¿De verdad? Imagino que era emocionante. Siempre quise trabajar en Misterios. repuso el Black Lestrange, recordando su primer entrevista de trabajo en el Ministerio . Pero no tenían cupo, así que me fui a Criaturas. Colaboré de cerca con algunos en ciertos casos, pero eran muy reservados, y los vi aún menos cuando pedí mi transferencia a Cooperación Mágica Internacional.

 

Rió de sí mismo, recordando esa breve etapa en la que decidió inmiscuirse en la política internacional. Definitivamente, no había sido su fuerte, y seguía sin serlo, pero se defendía un poco con los idiomas. Hannity le habló su actual profesión, en San Mungo, lugar que el castaño conocía sólo por menciones; generalmente, sus lesiones se las había tratado su familia, en casa, siendo un imán para todo tipo de accidentes.

 

La guerra no cambia nunca, me temo.... ¿Qué tal es San Mungo? Entiendo que hay distintas plantas, según la afección del paciente, ¿se especializa en alguna?

 

En efecto, hasta un expedicionario como él, en constante movimiento, podía sentir las consecuencias del conflicto con los búlgaros, aliados de los británicos en tiempos más pacíficos. En cuanto la conversación llegó al tema de su estadía en el país, el metamorfomago se sintió de pronto sumido en su propio pensadero, visitando memorias de un pasado que había dejado atrás hacía muchos años.

 

Familia. respondió sin escrúpulos con una suave cabezada, pues era a la fecha su justificación para permanecer ahí . Viajé varios años por Europa, buscando a mi verdadera familia. La encontré aquí, y bueno, decidí quedarme. Con la situación de la guerra, volví a Estados Unidos explicó, pues se había mantenido fuera del vida pública los últimos meses . Pero volví por la misma razón. Y por el empleo, claro.

 

Ladeó la cabeza en ambas direcciones, como aligerando la cuestión laboral. Y es que en Hogwarts, la segunda parte del trimestre aún no comenzaba, por lo que sus servicios académicos no serían requeridos todavía. Más aún, con el factor bélico que afectaba a todo el Reino Unido. Cayó en cuenta que llevaban ya un rato ahí de pie, evadiendo el frío.

 

Me parece que tendremos que hacer autoservicio. bromeó el Black Lestrange, dirigiendo su mirada a la escalinata, de donde no parecía surgir algún empleado. La puerta está entreabierta, así que quizá podríamos pasar e intentar darle mantenimiento a las varitas. No creo que pase de dejarlas rechinando de limpio.

 

De cómo había intuido que esa habitación daba al área de confección de varitas, se debía a que alcanzaban a visualizarse un par de mesitas de madera, sobre las cuales colgaban algunos materiales que el castaño reconoció como núcleos; si no se equivocaba, era un espacio apto para poder darle tratamiento a sus objetos mágicos.

 

 

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