☀ ｡.:* Castillo Lestrange *.:｡☀ (MM B: 97133)

[Sol Lestrange Black]

La idea de pasar un tiempo en familia tras el adorable recibimiento de mi princesa me hizo feliz, la sola presencia de ella, Poly y el pequeño Urian me levantaban el animo a mas no poder.

 

Sonreí a mi hija antes de besar su frente y dirigirme a abrazar a Poly y su pequeño angelito que me devolvió el gesto acariciando mi mejilla con su pequeña mano llenándome de ternura. Sus ojos eran tan hermosos como solo una criatura inocente podía tenerlos.

 

- Me encanta la idea muero de hambre...- admití- Aunque en eso de enseñarle los secretos familiares, me parece que deberíamos dejarlo para cuando sea mayor de edad- solté una suave risa, recordando las mil y una barbaridades que habíamos pasado en aquellas paredes, que para nuestra buena fortuna poca gente conocía.- Tal vez algunos detalles para un horario familiar si podríamos mostrarle.- continué alzándome de hombros, intercambiando una mirada cómplice con el par de jóvenes brujas.

Editado 9 de Enero del 2018 por Sol Lestrange Black R

[Samy Lestrange]

 

 

 

─ Ahora, cariño, tú te quedas ahí sentadito y me dejas trabajar ─ los susurros de la bruja, que no eran tales, parecieron hacer poca mella en el bebé, que la miraba sin comprender y seguía cada uno de sus pasos como una sombra.

 

Suspirando teatralmente, Samantha se acercó a una de las cajas y sacó algunas hojas y un par de crayolas, dejándolas frente a Urian y mostrándole cómo rayar el papel con ellas.

 

─ ¿Qué tal si tú le haces una tarjeta de felicidades a la abuela Sol, mientras acabo de decorar? Seguro lo amará.

 

Contenta de haber encontrado algo con lo que entretener a su pequeño ayudante prófugo, volvió su atención al contenido de las cajas y siguió sacando y desparramando todo su contenido por el lugar. Los globos iban inflándose a medida que trabajaba y los amarró al techo, a la chimenea, a las escaleras y a los muebles, y soltó los demás para que fueran libres por la casa. Las serpentinas verdes y plateadas hacían juego con los globos y colgaban también por doquier, llenando el castillo de color.

 

─ Casi acabamos aquí, Urian. ¿No quieres un...? ─ La pelirroja se interrumpió a mitad de frase con un globo verde brillante en la mano, al ver las hojas abandonadas donde las había dejado y a ningún bebé cerca de ellas.

 

Su rostro se volvió pálido de repente al pensar en lo que le haría su prima si descubría que había perdido a su preciado primogénito... Oh, Merlín, ¡sería una loca muerta! Empujando y pateando globos frenéticamente, buscó por todos los sitios donde se le ocurrió que podría esconderse un pequeño escapista. ¡Sabía que debería haberlo amarrado!

 

─ ¿Urian? Bebé... ¿dónde estás? Ven con la tía Sam...

 

Estaba a punto de ponerse a llamar a gritos a Haydie cuando escuchó una risa seguida de un hipo infantil. Siguió empujando globos hasta dar con el niño, que garabateaba sobre la pared con las crayolas que le había dado, sin inmutarse por su pequeño ataque de pánico.

 

─ Mmm... no estoy segura de que la abuela vaya a amar eso... Pero si pregunta, fue idea de mamá, ¿vale? A propósito, ¿dónde estará? Debería estar aquí para evitar que tú te pierdas, o que yo te pierda... No importa. ¿Qué tal si vamos a despertar a la cumpleañera? Ya es hora.

 

Cogiendo al bebé en brazos antes de que volviera a perderse, la bruja fue en busca de Haydie, la elfina favorita de su madre, para asegurarse de que el desayuno de cumpleaños estuviera preparado y listo para servir. Hoy tenía que ser un día muy especial.

[Sol Lestrange Black]

Aquel lugar era hermoso, una preciosa cabaña perdida en la montaña, una radiante vista se dibujaba en aquel enorme ventanal al fondo de la acogedora habitación. Un cielo azul casi perfecto, apenas decorado con unas dispersas nubes de apariencia de algodón. Una enorme extensión de colores verdes que se perdían al pie de una grandiosa montaña cubierta de una blanca nieve.

 

Sonreí disfrutando de aquello, la tranquilidad era absoluta, no había nada mas en mi mente que aquella vista y sus colores. Avance despacio hacia el ventanal, de pronto no era mas un ventanal, era una puerta corrediza.

 

Mi vestuario era ligero, incluso no llevaba zapatos, por lo que mis pequeños pies rozaron la suave y húmeda grama, suspire, y el dulce aroma de las flores que me rodeaban entraron de golpe en mis sentidos. Avance despacio y una suave briza hizo volar mis cabellos, igualmente mi vaporosa y ligera falda.

 

Me sentía cómoda y feliz, el ambiente era perfecto, algo dentro de mi parecía saber lo que estaba por venir. Unos fuertes brazos me rodearon por la cintura haciéndome girar, apenas reaccione antes que aquellos dulces labios se posaran en los míos de manera apasionada y por demás familiar. Rodeé su cuello con mis brazos y me puse de puntillas para mayor comodidad. Sus manos subían y bajan por la extensión de mi espalda, haciendo que aquel beso subiera de intensidad como el fuego en una hoguera.

 

Aquel momento era tan íntimo, tan mágico, su olor y su sabor eran tan familiares, no sentía miedo, ni desasosiego, mi corazón saltaba de alegría por todo aquello que sentía, no pensaba, todo era sentir…

 

Nos apartamos lentamente, apenas unos centímetros, sonreía, amaba aquella sonrisa, sus ojos, su cabello alborotado cayendo sobre sus ojos de cielo. – Que bueno que viniste a verme…- dije en un susurro, volvió a sonreír y beso mi frente una costumbre muy suya, uno de los gestos de ternura que me derretían por completo.

 

- Yo también te extraño, aunque no siempre lo parezca…- murmuro sin dejar de mirarme a los ojos.- Por eso siempre vuelvo a ti...

 

- Me haces falta…- le reproche con melancolía.

 

- Shhh no perdamos el tiempo en reclamos…- respondió colocando un dedo sobre mis labios, el cual bese inmediatamente.

 

- Quédate conmigo…- insistí, recostándome en su pecho, me estrecho con fuerza antes de responder.

 

- Ojalá pudiera…pero siempre estoy contigo Sol, mi Sol...tu eres mi luz...

 

- No quiero estar sin ti...-admití, mientras el sonido rítmico de su corazón me tranquilizaba.

 

- Nunca estas sin mi, voy contigo a todos lados, aunque no siempre me veas...me puedes sentir...- con una mano me estrechaba y con la otra acariciaba mis cabellos.

 

......

Editado 20 de Julio del 2018 por Sol Lestrange Black R

[Mefistofeles Evil]

 

 

La noche se encontraba despejada en Ottery, el viento golpeaba las hojas de los arboles arrancándoles gemidos lastimeros a manera de silbidos con los cuales se rompía el silencio de la noche. Un manto negriazul sin luna salpicado con destellos de diamante cubría todo el lugar, Ay! querida noche, la tranquilidad de la que por muchos años gozaste, la paz y armonía de la que por casi un lustro disfrutaste estaba a punto de terminar.

El viento cesó, un silencio casi sepulcral inundó los alrededores del Castillo Lestrange, como si de pronto la misma obscuridad a más de color absorbía el sonido. Las sombras proyectadas por los arboles del jardín de forma misterios empezaron a juntarse, dejando su plano aspecto y empezando a tomar cuerpo y volumen, emergiendo una figura aparentemente humana de cabello tan obscuro que hacia palidecer la misma noche, ropas de igual tonalidad, rostro blanco como el marfil, ojos aun cerrados los cuales al abrirse relucieron un esmeralda que años antes fuero tan temidos como la luz de la maldición asesina. Si!!! Había vuelto.

El aire tan conocido, llenó mis pulmones en una inhalación que parecía querer dejar en vacío el lugar, mis ojos inspeccionaron el jardín, la entrada al castillo, cada una de las plantas me traían tantos recuerdos, de los buenos y de los malos, pero recuerdos al fin. Me sentía como en casa.

Sabía que no iba a ser bienvenido, mis partidas nunca fueron en los mejores términos y cada vez que regresaba era solo para complicar más las cosas, pero que podía hacer, era mi naturaleza, de la cual no podía escapar, de la que nunca quise escapar.

Caminé hacia la puerta de entrada pero me detuve de inmediato, a pesar de mi arrogancia jamás debería perder mi estilo, me encantaba estar en lugares a pesar de no ser llamado pero esta vez, un falso sentido de decencia hizo que esperara. Seguramente ella ya habrá sentido mi presencia asi que era solo cuestión de aguardar. Me acerque a un manzano y arranqué uno de sus frutos rojos y lo observé detenidamente. Mi rostro dibujó una risa burlona y procedí a dar una mordida a la manzana, esta estaba dulce como y jugosa, nunca fueron de mi agrado, pero esta no estaba mal. Arrimé mi espalda mientras lo que quedaba del fruto lo dejé caer al suelo, no quedaba nada mas que esperar.

-Que arda Troya-

[Sol Lestrange Black]

El verano estaba llegando a su fin, las noches comenzaban a ser bastante mas frescas, la puerta de mi balcón estaba abierta , mientras yo sentada frente a ella, leía una novela muggle, jamás había podido quitarme aquella costumbre. Deje un segundo mi lectura para dar un sorbo a mi te, ya no estaba tan caliente como debería, por lo que fruncí un poco la nariz y volví a dejarla sobre el plato.

 

De la nada una ráfaga de viento entro de golpe por la puerta, haciéndome estremecer, la temperatura había bajado bruscamente o solo era el efecto de aquella brisa, que había aparecido sin previo aviso.

 

Me puse de pie y caminé hasta el armario por un suéter, elegí uno color beige, de cuello de tortuga, me lo puse y me mire en el espejo, colocando mis cabellos en su estado original. El viento seguía soplando con un silente silbido, para después quedarse en completo silencio.

 

Camine aun con los pies descalzos hacia la terraza, llena de curiosidad, tenía una sensación extraña, algo en el ambiente no me gustaba nada, como si el silencio en vez de ser ligero de pronto se hubiese vuelto pesado. Me tome del barandal, y grande fue mi sorpresa, tuve que parpadear un par de veces antes de terminar de reconocer aquella figura que estaba de pie en la escalinada.

 

-¿Qué demonios?- dije mas alto de lo que hubiera deseado, no podía creer lo que veía, definitivamente aquello era lo menos que esperaba después de tantos años de paz.- ¿Se puede saber que haces en mi casa? – grite desde el balcón, no tenia ni la menor intención de que ese hombre pusiera un solo pie dentro de mi Castillo.

Editado 12 de Septiembre del 2018 por Sol Lestrange Black R

[Mefistofeles Evil]

Sabía que mi presencia en aquella casa no iba ser tomada de buena manera y la dueña de casa al solo verme me lo hizo saber, no había cambiado en nada, estaba tal cual la ultima vez, incluso hasta el "excelente" humor con el que era recibido. aunque su tono de voz no me agradó, me encontraba en desventaja, jugaba en terreno visitante.

 

No pude evitar sonreír al verla, una vida habíamos pasado juntos, buenos y malos ratos; verdades, mentiras y engaños; juegos, embrollos y trampas; todos los pecados capitales devorados en uno solo de nuestros encuentros, todos los dones experimentados en nuestros buenos momentos, todos ellos historia; sabía que no habría marcha atrás sobre muchas de las decisiones tomadas y de las acciones realizadas, es más, no sabía que me había llevado esta ocasión al castillo.

 

-Buenas noches- le dije con tono pausado haciendo notar la ausencia total de cultura al recibir a una visita..-Creo que tus padres te enseñaron a saludar y te recuerdo que alguna vez a este lugar lo llamé hogar-

 

No me moví ni un centímetro de donde me encontraba, temía de pronto ser impactado por alguna maldición y la ropa que llevaba era mi favorita y hubiera lamentado mucho que por un paso en falso se malograra por el ímpetu de mi iracunda anfitriona.

 

-La verdad es que el día de hoy amanecí nostálgico y me dije: "Vamos a visitar a Sol", tu sabes lo impredecible que soy y pues...-alargue la "ese" a manera de un siseo...-aquí me ves, viniéndote a ver, cuéntame: ¿Cómo estas?-

[Sol Lestrange Black]

Abrí los ojos sorprendida por su desfachatez, después de años y la mala manera en que lo nuestro había terminado no pretendería que corriera a sus brazos cual película antigua. Resople ante su comentario de la educación, definitivamente él no era un dechado de buenas maneras y modales.

-Buenas noches- dije de manera poco convincente - Vaya el señor Evil ha hecho el honor de visitarme, que afortunada ¿Se supone que deba agradecértelo?- seguí en el mismo tono de molestia e incomodidad- Estaba muy bien hasta que te vi parado en mi jardín, y por favor no me vengas con nostalgias, sabes perfecto que no comparto ese sentimiento.- Me recargue en el barandal no dispuesta a ceder ni un centímetro de distancia.

 

Me miro con aquellos ojos llenos de intensidad, respire profundamente tratando de alejar los malos pensamientos de mi cabeza, demonios en que estaba pensando cuando se le ocurrió regalarme una visita.

 

-Dime de una buena vez que es lo que quieres y así no nos hacemos mas larga esta tortura…- apremié- Porque eso de que tenías ganas de verme no te lo cree nadie Mefistófeles.- Resople negando con un dedo en alto, mientras me mordía los labios.- No pretenderás hacerme bajar a darte la “bienvenida” ¿verdad?

[Mefistofeles Evil]

Definitivamente estaba molesta, de su boca salía rabia, con muchos destellos de odio y resentimiento, no esperaba menos tampoco, mas bien la situación se encontraba en un estado ideal ya que no habían volado objetos atacandome, ni luces de colores chisporroteando de su varita tratando de hacerme daño, hasta el momento y apesar de las exaltaciones la marea estaba en calma.

 

-¿De dónde sacas que yo estoy aca por algún motivo en particular?- le dije fingiendo de mala manera ofendido mientras llevaba mi mano al pecho...-pensaba que me conocías querida Sol, pero veo que no, a mi no me mueve situaciones o circunstancias banales como a cualquier ser humano, creo que en tantos años que compartimos no llegaste a conocer mi verdadera naturaleza y creíste que actuaba como cualquier mortal, mis formas de actuar, de sentir, de actuar son algo mas complejas...-

 

En ningún momento aparte mis ojos de los suyos, el contacto visual para mi es importante, siempre dije que los ojos son el espejo del alma y por lo pronto a pesar de la cantidad de sentimientos negativos que de la bruja brotaban, adorables por cierto, ninguno de ellos era aún peligroso para mi, pero debía ser cuidadoso con mis palabras.

 

Puse una rodilla en el suelo y con aire teatral le dije:

 

- De ti Julieta quiero escuchar "¡Amado Mio!", una nueva vida en la que dejaré de ser Romeo...- sonreí aunque jugando un poco con mi suerte...- Vamos querida, me siento como en Romeo y Julieta, la escena del balcón, baja, invítame ese delicioso brandy que solías tener y conversemos como la gente fina y civilizada que somos, de verdad solo quiero eso, hablar...-creo que esa ultima frase fue de las pocas que en verdad me nacieron y sonaron sinceras...-Por favor, a menos que me quieras matar lentamente con dolor de cuello...-

[Sol Lestrange Black]

Lo escuche tranquilamente, definitivamente no dejaba de sorprenderme, a pesar de los años y todo aquel tiempo seguia teniendo aquella chispa divertida que siempre me habia impedido empezar a lanzar crucios cuando mi paciencia tocaba limites. Me lo pense unos segundos, la idea de dejarlo entrar no acababa de convencerme.

 

-¿No te parece que esto es lo mas "romantico" que nos ha pasado en años? Eres un bobo...- dije intentando contener la risa que me habia provocado su magnifica actuación. - Fijate Romeo que no me desagrada la idea de matarte lenta y dolorosamente...- Admití en el mismo tono divertido bajando un poco la guardia.- Tal vez te conceda un poco de mi brandi, pero espero que te comportes...Ahora bajo....-Frunci el ceño y chasquee los dedos desapareciendo de la habitación para reaparecer a su lado.

 

Lo observe un segundo antes de volver a hablar, definitivamente su condicion le daba el lujo de mantenerse fresco y jovial como siempre, era algo que definitivamente envidiaria. Me sonrió con aquel caracteristico descaro, mientras yo alzaba la ceja, aun dudando de las razones de su presencia.

 

-Pues no se que decirte, sabes que no suelo decir cosas que no siento, asi que no esperes un " Que alegria volver a verte" .- Admiti sonriendo de medio lado- Y no quiero que entres a mi casa, asi que mejor vamos al jardin trasero, ahi podremos conversar y tomar algo, sin contratiempos...- indique dandole el paso para que ambos rodearamos el castillo y llegar al area de la alberca y la terraza exterior.- Adelante por favor...

Editado 13 de Septiembre del 2018 por Sol Lestrange Black R

[Mefistofeles Evil]

Algo en mi sabía que iba a derrumbar aquella tensa hostilidad inicial, la conocía demasiado, lástima que ella no llegó a hacerlo totalmente conmigo, tuvimos que aprender a la mala que existen ciertas cosas para las cuales no estoy hecho, la empatía con la gente que me rodeaba la utilizaba siempre a mi conveniencia, e hice sufrir con ello a muchas personas que en verdad llegaron a querer a alguien como yo, por muy difícil que parezca, claro llegar a quererme después de haberme conocido era lo complicado, al principio era inevitable que me adoren.

Lo primero que detecté cuando se apareció a mi lado era su perfume, ninguno de marca en particular, era la esencia que desprendía de su ser, casi la había olvidado, por la que muchas veces desvié mis propósitos, algo que me obligó por poco tiempo a dejar y negar el ser que soy, por poco tiempo. Despejé mi mente de ideas y de recuerdos y empezamos a caminar. Le iba ofrecer mi brazo para el paseo, pero no quería apresurar las cosas, después de todo seguramente necesitaría ese brazo, para qué arriesgarlo.

-Sé que no te alegra, pero a pesar de todo tampoco te desagrada...-le sonreí y miré al piso...-mira, no fue difícil hacerte bajar...-

Definitivamente tentaba a mi suerte, pero en verdad, el hecho que ella haya bajado hizo que el cincuenta por ciento de mi integridad física este a salvo, a pesar de que sus manos pueden hacerte tocar el cielo o el infierno, tambien son capaces de enviarte a ellos, en mi caso, regresarme. No es que fuese más fuerte, esto no era de poder, creo que en el fondo existía un sentimiento de deuda, de arrepentimiento, muy raros en mí, bueno, nulos en mí.

-Te soy sincero Sol, no vengo por nada en particular, simplemente quería charlar con una vieja amiga, que me ponga a día en todo porque mi estadía en la comunidad mágica va a ser prolongada...-