Botica Macnair (MM B: 97349)

[Artemis Macnair Malfoy]

-Esperaba que no, hubiera sido una pérdida de tiempo vivir tantos siglos para nada –contestó con tota la sinceridad.

 

Hizo un gesto de que no se preocupase. Si estuviese mal, aún seguiría sentada. No era tan bestia en ese sentido como Artemis. Sus ojos captaron la etiqueta del frasco, pero no pudo leerla por la distancia. Sin embargo, era lo suficiente curiosa como para preguntar.

 

-¿Qué contiene ese frasco? –se interesó, antes de bajar de la escalera-. Ah, no, volarlo en pedazos sería un daño colateral –respondió jocosa-. Oh, genial, así que tengo licencia para explotarlo –dijo divertida cuando la vampiresa le explicó que por ser Macnair podía pasar dentro del laboratorio-. ¿Tienes algún lugar donde pueda ir a cambiarme? Prefiero ponerme ropa adecuada para los experimentos -confió-. Y no, Pik, no estás invitado a mirar -agregó con toda la maldad por lo pervertido que era el demonio.

[Cissy Macnair]

Miré a mi prima y luego volví la vista al frasco una vez más.

 

-Es agua del río Estigia- respondí, observando el viejo contenedor.

 

A la vista parecía normal, pero tenía enormes propiedades mágicas.

 

-Mi madre lo tenía guardado. Se decía que mi bisabuelo había nadado por el río hasta el Inframundo para poder salvar a mi bisabuela de una muerte que no merecía, pues no era su tiempo. Mi bisabuela era curandera, como mi abuela y como mi madre. Así pues, Hades decretó que si mi bisabuelo quería que su mujer subiera, él debería quedarse y servirle. Dicen que se quedó y que mi bisabuela recogió agua del río Estigia para rememorar el hecho heróico de su esposo- relaté la historia de manera tranquila y luego volví en sí, regresando mi vista nuevamente a mi prima-. Pero es sólo una historia. Nunca lo he abierto, en realidad y creo que mi madre tampoco lo hizo. Se supone que sus propiedades mágicas son mayores a cualquiera conocidas hasta el momento...

 

Me encogí de hombros y le di la espalda por un momento hasta que ella terminó de acomodar todas las cajas entonces le señalé la escalera que iba al laboratorio.

 

-Allí arriba hay un tocador y equipos de laboratorio completos. Ponte los guantes, no sea cosa que te quedes sin una mano- le guiñé un ojo y luego prorrumpí en carcajadas por lo de Pik-. Eso, primo, dale intimidad...

[Pik Macnair]

El castaño se rió al escuchar a Artemis hablar, ambos tenían puesta la mirada en Sybilla la cual estaba boquiabierta tras escuchar las barbaridades que soltaban sus primas. Se volteo para dirigir su mirada a su prima la cual acaba de dejar en una silla.

 

- ¿Satisfacerme en el sentido de comer? eso es con ropa - aclaro del demonio - pero si se trata de otro tipo, prefiero estar con una buena compañía - comentó alzando una ceja mirando a su prima - aquella tanga rosa se estrenara en una ocasione especial - soltó jocoso.

 

Miro a Sybilla con una fina sonrisa en rostro, aguanto la risa tras sus palabras.

 

- Oh, Cissy, vamos, se un poco mas creativa - soltó con una risa algo sádica - ¿No es mejor que me encuentre a Ariadna y Veerie juntas? fuera mas... entretenido - dijo mientras gruñía y le mostró los dientes a su prima y le guiñaba un ojo - pero seguramente la experta en eso eres tu - comento riendo mirando a Artemis - yo quiero clases particulares - luego, el demonio soltó una carcajada tras escuchar sus próximas palabras - espero que un día sea Cissy transformada y me sorprenda... al menos que Sybilla confiese de vez por todas todo la locura que siente por mi.

 

Escuchó las palabras de Artemis cuando dijo que necesitaba cambiarse, alzo una ceja y la miro con total curiosidad

 

- No miraré, pero si necesitas ayuda solo pega un grito que iré a tu rescate - concluyo el Macnair mirando a las dos juntas - Cissy, tendrás valor para dejar a Artemis tocar el laboratorio.

[Artemis Macnair Malfoy]

-No me refería a comer –acotó la hechicera al ver que el demonio se hacía el inocente-. ¿Vas a estrenarla con Ariadna, con Veerie o con Sybilla? –preguntó con maldad sobre el tanga rosa-. Oh, la fantasía de estar con un par de gemelas –dijo divertida-. ¿Experta en qué? –inquirió con carita de inocencia impagable. Luego levantó la mano-. Yo, yo, yo quiero también clases particulares. Sybilla, ¿vas a ser nuestra profesora? –preguntó a la vampiresa, alzando y bajando las cejas-. Mejor por un puesto a la entrada de la Macnair con un cartel de neón que ponga “Club de locas por Pik: apuntarse aquí” –bromeó a su primo.

 

Ladeó la cabeza con seriedad y curiosidad, escuchando la historia que la griega relataba. Al final, separó los labios para hablar.

 

-Concede al menos el don de la invulnerabilidad –comentó, viéndose que Joanna había sido una mujer culta hacía siglos-. En él también se bañan los condenados por la ira, por eso se llama el rio del odio. Hablan de que tiene propiedades milagrosas, probablemente con una sola gota baste. Tu bisabuelo debió de quedarse en los Elíseos –agregó, como si conociese cómo eran las cosas en el Inframundo. Pero después de todo, Hades era su tío bisabuelo si atendía a la historia familiar que circulaba sobre la reina irlandesa Môr-. Ya, ya, confiesa que te mueres de ganas de mirar –dijo a Pik, agitando la mano antes de ir a las escaleras.

 

Apoyó la mano en la banda roja como había dicho Cissy. Inmediatamente la dejó pasar. Subió las escaleras y fue directa al tocador. Se cambió la ropa por un traje completo de laboratorio, incluida una bata blanca. Se recogió el cabello en una cola de caballo que se cubrió con una capucha que estaba confeccionada con un material especial por si había un accidente. Se puso los guantes, botas especiales y gafas de laboratorio antes de entrar en la enorme sala para experimentar.

[Cissy Macnair]

Rodé los ojos cuando Pik volvió a abrir su bocaza.

 

-¿De verdad no tienes nada mejor que eso?- sonreí, divertida y luego me giré hacia mi prima-. No, definitivamente no seré profesora de nadie. Ya antes me habían pedido que lo fuera y también me he negado. Tampoco que haya tenido tantos amantes en mis dos mil quinientos años...

 

Volví a colocar la botellita en su sitio luego de la explicación de Joanna sobre el Estigia y no fingí mirarla sorprendida, sabía que ella tenía conocimiento de eso y más, pues por algo los De Clare eran los ancestros de los Macnair. Le hice una seña para que se fuera, como cuando uno le hace "shu" a una mosca con la mano.

 

-No destroces nada- le grité, mientras esperaba a que terminara de cambiarse-. ¿Vienes?- pregunté a Pik.

 

Subí al laboratorio momentos después, llevando conmigo algunos frasquitos que había juntado y con los que se podría experimentar una poción para recuperar la memoria.

 

-Ten cuidado cuando metas los ingredientes, no sé si no explotará algo en cuanto comencemos a hacer las mezclas- avisé a mi prima.

[Artemis Macnair Malfoy]

-No se trata de la cantidad, sino de la calidad. Estoy segura de que tienes suficiente experiencia como para haber pulido tus técnicas –apuntó la humana al escucharla-. No puedo prometer no hacerlo –contestó antes de irse, con aire divertido, sobre no destrozar.

 

Cuando Cissy subió al laboratorio con los frascos, ya había comenzado a experimentar. Tenía varios ratones blancos, de cola larga y desnuda, correteando en jaulas individuales. Uno por uno los hacía memorizar el camino correcto por un laberinto, actividad en la que eran buenos aquellos roedores. Después les hacía olvidarlo. Tenía un tarro lleno de plumas azules y moteadas, de un pequeño pájaro que la comunidad mágica llamaba jobberknoll. Otro frasco contenía agua de río y en un tercero había agua de mar.

 

-Probablemente haya una explosión, sí –dijo alegremente. En sus últimos años de vida, hacía siglos, había sido instruida en hacer pociones. Pero investigar siempre tenía sus riesgos-. Oh, gracias. Esos frascos los necesito. Flores de nenúfar y ocho ninfas de una efímera. Creo que la combinación con el agua conseguirá un efecto inmediato… o al menos eso espero –comentó antes de agarrar lo que necesitaba.

 

Se había puesto guantes de dragón. Cortó los estambres de las flores primero y los echó en el agua del caldero hasta el límite del líquido. Luego comenzó a remover en sentido de las agujas del reloj, con fuerza, en cuanto se tiñó de un color anaranjado. Por cada vuelta echaba una ninfa. Al final agregó las plumas y esperó a que la poción adquiriese un tono verdoso pero transparente. En otro caldero hizo lo mismo pero añadiendo al final los dos tipos de agua, escuchándose un sonido como de explosión y saliendo una voluta de humo en el segundo recipiente.

[Cissy Macnair]

Observé a Joanna colocar los ingredientes en el caldero y revolverlos y me alejé un poco cuando la voluta de humo salió del segundo caldero.

 

-¿Piensas que con algo de eso podrás recuperar la memoria?- pregunté en un susurro, mientras me acercaba de nuevo para observar.

 

En seguida noté que no tenía las protecciones correctas, así que tomé una bata y gafas, pues los guantes los tenía puestos desde que había estado tocando el acónito y por poco le agarró un ataque a Joanna.

 

-Ahora sí- murmuré, acercándome de nuevo-. ¿Has probado con agua salada y dulce juntas? Yo hubiera mezclado las plumas con agua del Río Lethe, pero... es tu poción, has como desees- me encogí de hombros y esperé-. Prueba en una de las ratas... Quiero ver qué sucede.

[Pik Macnair]

- Con Sybilla si se puede ¿Que clase de preguntas con esas? - le soltó a su prima junto a un bufido, luego observo a la vampiresa - Sybilla, anda, se nuestra maestra - dijo con un tono de voz un poco chillón llegando al punto de ser malcriado - ese cartel me gusta, quizás luego podamos poner unas flechas de neón que marquen el camino hacia mi cuarto - le puntualizo a Artemis mientras la mirada con una sonrisa, aquella idea le gustaba.

 

Asintió ante la pregunta Cissy y siguió a las Macnairs a la parte superior de la boticaria en la cual se encontraba el laboratorio. Desde aquel punto observo a Artemis experimentados con los distintos ingredientes que poseía para mezclar, tomo cierta distancia entre el caldero y él, si ocurría una explosión no quería verse involucrado.

 

- ¿En que trabajas? - le pregunto a la humana curioso dando unos pasos para poder observar la poción a una distancia prudente, aquella chica hacia las cosas con un propósito. Agradecía haber estudiado pociones anteriormente, aquello tenia una pinta extraña.

[Cissy Macnair]

Pik nos siguió finalmente y yo, que me había colocado a distancia prudente del caldero con el que trabajaba Joanna, lo acompañé mientras observábamos los experimentos que hacía.

 

-Creo que en una poción para la memoria- respondí-. Aunque todo es meramente experimental. Aún no tenemos la receta correcta de la poción, estamos probando con algunos ingredientes conocidos...- le expliqué.

 

Me alejé unos pasos de Pik y me acerqué a una estantería pintada de blanco que conteía varios tomos grandes y pesados y otros pequeños y coloridos sobre pociones. Muchos tenían ingredientes detallados, sobre sus propiedades y usos, otros poseían diferentes recetas para pociones en varios idiomas, incluídos el duendigonza (aunque no se sabía por qué) y pársel, algo realmente extraño. Tomé uno con encuadernación de cuero marrón y lo acerqué a mi prima.

 

http://images.wikia.com/es.harrypotter/images/f/fb/400px-Advanced_Potion-Making_pages.png

 

-Mira, aquí hay una explicación sobre cómo utilizar los ingredientes para hacer una poción del olvido... quizá podríamos trucarlo para conseguir una poción de recuperación de memoria- el señalé.

[Sagitas E. Potter Blue]

Examen Práctico de Estudios Muggles (Academia)

 

Dentro del pensamiento de Sagitas, en la Academia de Magia y Hechicería:

 

¿Qué tal le iría a mi alumna? Estaba algo preocupada, la parte teórica había ido muy bien y Xell me había demostrado su valía. La manera de conseguir el dinero en Las Ramblas había sido excepcional y ni yo misma hubiera encontrado una forma tan fácil y sencilla para ello.

 

Aún así, Xell era mi sobrina, y además de la preocupación por ser mi alumna, se unía la preocupación por ser familia. Y porque Reena me mataba como le pasara algo a su niñita, y eso era algo aún peor.

 

Por ello decidí ponerle un guardaespaldas. Sería alguien del negocio de mi amiga Cissy, que se movería cerca de ella sin que ella lo supiera, para comprobar que no le pasara nada, y para usar la magia a su lado si era necesario. Por ser un examen de Estudios Muggles, si ella usaba la varita, estaría suspendida. Y no es que no confiara en ella, por supuesto que no.

 

Era que a veces es necesario un hado madrino que te proteja sin que te des cuenta…

 

--

Espero que seas capaz de superar este examen…

-- le dije desde la distancia de mi clase en la Academia.

 

 

OFF.-

 

Gracias, Cissy, por ayudar a Xell en este tema.