Botica Macnair (MM B: 97349)

[Leslie Ashryver PB]

Alessandra río ante la visión de sus padrinos bromeando, se les veía tan monos que rio por lo bajo solo para no interrumpir y que siguieran ya que Kamra parecía demasiado ocupada pensando en quien sabe que, no quería que sus pensamientos girarán en sus oscuros secretos por lo que sacudio su cabeza para prestar atención a lo que estaba pasando en ese momento. Había ido para distraerse, quería dejar de lado por unos segundos sus problemas, estar tranquila y reir por bromas.

 

-No creo que sea solo la comida sino el chocolate- siguió la Delacour con risas.

 

Observó la reacción de su madrina al abrir su obsequio, parecía asombrada y encantada lo cual la relajo, le preocupaba que no fuera de su gusto pero al ver como observaba al talismán se relajo, asintió con la cabeza ante la invitación para acercarse a las mesas y comer, la verdad es que se moría de hambre, el embarazo la hacía comer mucho y más aún lo dulce, con solo pensar en chocolate o maní se le había babas en la boca, se preguntó si había algo como eso se encargaría de conseguirlo enseguida, sin duda ella sola se encargará de vaciar la mesa dulce. Acercándose a la mesa tomó unos sandwiches de jamón y queso y le dio a su esposa el otro para que también comiera.

 

-Esto esta delicioso- le dijo saboreando el sandwich.

 

Alessandra se mordió el labio, no quería mirar a su esposa porque se daría cuenta o alguno de sus padrinos, suspiro y solo se dedico a comer un par de sandwiches mas antes de responder ya que su vientre se agitaba muy nerviosa.

 

-Igual todo bien y los niños se quedaron con sus padrinos- le dijo recordando que los elfos salieron corriendo cuando le pidieron cuidar a los niños, le sorprendió saber que sabía de los niños más el nombre de su hijo favorito -Phillip, Mikhail, Luve y Aelin, ellos son los demás aparte de Rowan - le comento.

 

-Y su bebé? como esta? han ido a revisiones médicas no?-

 

 

 

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@@Hades Ragnarok

[Hades Ragnarok]

El hijo de la noche sonrió ante la reacción de su ahijada. Escucho lo que esta le decía y le guiño un ojo. Observo a Kamra con atención quien parecía perdida en su mundo o en algún otro lugar, como si su mente no estuviera allí. Observo nuevamente a Alessandra y luego <a la chica preguntándose si ese par tenían problemas o algo. Aunque su ahijada se veía un poco diferente no dijo nada, en algún momento tendrían que hablar, pero aquella velada, aquella re inauguración no era el lugar.

 

-Sabes que detesto a los gatos, yo soy más de los caninos, esos realmente si me agradan, aunque quizás deba regalarle 5 cascabeles a los quintillizos, me imagino sus cartas de asco cuando se los lleve y tu intentes colocárselos –rio el cainita ante la idea de que los chicos usaran algo así, suponiendo claro estaba que antes se dejaran atrapar para clocárselos.

 

El hijo de la noche sonrió ante el comentario de su ahijada mientras observaba como la Macnair llegaba hasta donde estaban ellos dejando a la otra Macnair con Aidan. Observo el regalo y sonrió satisfecho ante él. Aquello, seguro le daría muy buena suerte al negocio y sobre todo a la ex vampiresa. Se acerco a su oído para susurrarle algo.

 

-Sabes perfectamente que la única comida lo suficientemente irresistible y que me interesa eres tu macnair –dijo muy bajito para luego besar su cuello y seguir con aquella velada de inauguración.

 

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[Leslie Ashryver PB]

Alessandra río ante las palabras de su padrino, dudaba que sus hijos pusieran cara de asco al ver los cascabeles, Dios, eran igual a ella de raros y seguramente se los podrían encantados solo para molestar. Puso los ojos en blanco al imaginarlos corriendo por toda la casa mientras tintineaban como una mascota, hasta con solo hacer aquello la cabeza comenzó a dolerle.

 

-Dudo que les desagrade- le respondió a su padrino sacudiendo la cabeza.

 

Llevaba gastando muchos galeones con las criaturas, no iba a andar comprando más por el momento solo por los quintillizos, ya de por si Richard con el Escarbato era una locura, aquel bicho se escapaba siempre y cuando aparecia estaba lleno de cosas de valor, aun recordaba cuando entro al cuarto de Luca y Mei y se llevó varias cosas de valor que hicieron que Lisa pegara el grito en el cielo. Alessandra se sonrojo al ver como su padrino se acercaba a la Macnair para susurrarle algo al oído, la rubia arrugó la nariz y desvió la mirada.

 

-Hagan esas cosas en su cuarto- gimió arrugando la nariz .

 

@@Hades Ragnarok

[Idylla Macnair T.]

Después de pensárselo muy bien se decidió a cumplir con el favor que le había encargado su madre y ahí estaba llegando al callejón para abrir la vieja botica, sin duda era uno de los negocios de la familia y por los que su madre hacía algo de dinero. No se trataba que la cuenta fuera exactamente la botica, debía de haber algo más que escondía detrás de esa fachada. Quizá por ahí se encontraba la entrada para el mercado negro, el cual se rumoraba que estaba por debajo del callejón.

 

La bruja lo conocía bien, siendo traficante era fácil vender cosas en aquel sitio o encontrar algunas otras para sus clientes, pero si una de las entradas estaba precisamente en el negocio de su familia, su trabajo se estaba volviendo cada vez más fácil.

 

Así que entro en el negocio con la llave que le había dado Cissy y se admiró por lo bonito que estaba decorado, nunca había pisado aquel lugar, pero sin duda podía ver el trabajo y empeño que su madre puso en el. Ahora solo tenía que esperar a los clientes y explorar un poco el lugar, mientras estaba vacío.

 

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[Franck Lovegood R.]

Aquella mañana de sábado el sol se había dignado a aparecer luego de una larga semana de mal clima con lluvias y tormentas eléctricas. El callejón Diagón comenzaba a poblarse poco a poco de gente, los negocios abrían sus puertas listos para una extensa jornada de trabajo. El Lovegood se encontraba por esos lares cumpliendo con un mandado de su hermana, estaba en la busqueda de varios ingredientes para pociones que a ella le hacían falta. Mientras recorría las calles observando las vidrieras tomaba nota mental de las tiendas que visitaría más tarde.

 

Siguiendo las indicaciones que le había brindado su gemela, el mayor de los Ravenclaw dio con el lugar correcto. En una de las esquinas se alzaba un edificio de dos pisos de altura, cuyo revestimiento de un mármol color azabache destacaba por entre los demás negocios de cercanía. Detrás de las puertas de vidrio un sinfín de frascos repletos de líquidos de todos colores y espesuras posibles. De espaldas al mostrador una mujer de una bella cabellera azulada se encontraba acomodando unos libros. El rubio, o mejor dicho castaño porque de rubio tenía apenas un par de mechones al frente, luego que la poción para volverlo platinado natural fracasara, se acercó hasta la caja.

 

-Buenos días, ¿Qué tal?- saludó captando la atención de la joven bruja que se volteó al instante -, estoy buscando algunos ingredientes ¿Por casualidad tiene sangre de salamandra? También me hacen falta bayas de muérdago, un par de bazos de murciélago y...- el Ravenclaw cerró sus ojos en un intento por recordar que más era lo que debía de comprar -, maldición Isabella me va a matar cuando vuelva, si tan solo Danny no le hubiera estropeado aquella poción- no pudo evitar esbozar una sonrisa avergonzado en cuanto se percató que estaba hablando consigo mismo frente a la muchacha que le estaba atendiendo -, lo siento a veces me cuelgo... como decía estoy necesitando algo más pero no logro recordar que- comentó soltando una pequeña risa ante su acto fallido.

 

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[Idylla Macnair T.]

La Macnair hacia rato que había encontrado una de las puertas que la llevaba a un sótano, pero por más que uso encantamientos para abrirla fue en vano y solo malgasto aquel tiempo que le quedaba, medio resignada a preguntarle a Cissy como llegaba a aquel mercado negro subio otra vez al área de la tienda y quito los cerrojos para por fin poner en funcionamiento el establecimiento.

 

Empezaba a acomodar unos cuantos libros de pociones en los estantes cuando la puerta de entrada se abrió mostrando a un chico de cabellos castaños y con mechones platinados. La Triviani sonrio en bienvenida —Buenos días, ¿Que puedo ofrecerte?—

 

-Si claro, tenemos varias cosas...- comenzó a decir pero el chico se paró intentando recordar el último ingrediente, ella era mala para las pociones por lo que no sabía como ayudar en su memoria, lo único que haría sería preguntarle la pocion que quería hacer, pero cuando menciono a Isabella y a Danny sonrio.

 

-¿Tu conoces a Isabella y a Danny?- pregunto con entusiasmo mientras se ponía a la tarea de buscar los ingredientes que le había pedido.

 

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[Anthony R. Dracony M.]

El carruaje oscuro transita lentamente por la calle, al frente un hombre con la capucha sobre la cabeza y la inclinación de esta, hace imposible ver con claridad el rostro del cochero, quien parece que carga sobre sus hombros una pesada lá+pida de piedra por aquella inusual curvatura de sus homoplatos y espina dorsal, su encorvada espalda contrasta con la estilizada carroza que solo sus ruedas parecen muy desgastadas y apunto de partirse en varios fragmentos. En el interior viaja cómodamente un mago, a alquilado el carruaje y se asoma discretamente por la ventanilla derecha, a lo lejos visualiza el local que desea estudiar: "Botica Macnair".

 

Su vos calmada nombra a aquel elfo que está a sus órdenes-- Cristoff-- El elfo aparece frente a su señor, se esfuerza por mantener el equilibrio a pesar del vaivén de la carroza en movimiento, hace la obligada reverencia antes de hablar--Si señor, a sus órdenes--El mago apenas si voltea a verlo, solo está interesado en echar una mirada al local...--Hazlo ahora, que parezca un desafortunado accidente.-- Menciona el mago que le mira severamente, no quiere que halla sospecha, ya antes explico al elfo lo que tenía en mente. EL elfo agacha la cabeza, su anterior amo acompañaba cada orden con un golpe sobre el elfo y este aún actúa bajo el trauma del maltrato...truena sus dedos y el eje de una de las ruedas se rompe haciendo que el cochero sujete con fuerza las riendas para controlar a los asustados corceles...el mago se sostiene del marco de la ventanilla, unos minutos y escucha al cochero avisarle que tendrá que cambiar la rueda...--Si, si, anda, hazlo ya--Responde y mientras el cochero efectúa el cambio a su modo, el mago mira discretamente el local.

[Franck Lovegood R.]

El ingrediente faltante continuaba sin aparecer en su memoria, su vida dependía de recordar aquello, al fin y al cabo si regresaba al castillo sin el listado completo quien sabe de lo que sería capaz de hacerle la Banshee. Una grata sorpresa se llevó el Lovegood al ver como la joven bruja, que amablemente le estaba atendiendo y preparando su pedido, reaccionó ante los nombres de los Ravenclaw.

 

-Si, somos familia- comenzó a decir el Myrddin -, con Isy somos hermanos... va, hermanastros por parte de nuestro padre en realidad, aunque nos suelen ver como si fuéramos gemelos, no solo por el parecido sino también por la estrecha relación que llevamos... desde niños que andábamos siempre juntos los dos- comentó bajando levemente la mirada mientras una pequeña sonrisa se le dibujaba en el rostro, añorando aquellos momentos.

 

-Y con Danny también, somos primos o algo así, hace nada que llegó al castillo en realidad así que poco a poco nos vamos conociendo... pero es una gran persona ese muchacho, se nota a simple vista... A todo esto ¿Tú los conoces también?- consultó curioso por saber. La amena charla entre ambos dos continuó, el pedido ya casi estaba preparado. Sin embargo un sonido proveniente de fuera captó su atención, lo que parecía ser el relincho de varios caballos se oyó desde las calles del callejón. El ojiazul ante aquel suceso miró a la muchacha preguntándose si había escuchado lo mismo que él.

 

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@@Anthony Ryvak Dracony

[Leslie Ashryver PB]

<<-mi****, mi****->> se quejo.

 

La habían atacado antes de poder llegar a Sagitas, la habían envenenado y cortado el cuello, aunque le habían curado del veneno pero la herida del cuello seguía desangrándose, tendida en el suelo iba a morir sin poder traer al mundo a sus hijos, las lágrimas caían de sus ojos con ese pensamiento sombrío. Ya no le importaba Sagitas, ni los ataques que se estaban llevando en la mansión, solo le importaba las criaturas que llevaba dentro suyo.

 

Trato de decir algo a su abuela, aunque se molestara con ella por capturarla al menos esperaba que salvará a sus nietos, pero apenas salían gemidos, no sentía su varita por lo que con sus manos comenzó a tantear a su alrededor.

 

<<-Ca.rajo->> pensó al sentir como sus dedos chocaban con ella pero esta salió rodando a otro lado.

 

Bajo la mascara miro a Sagitas, ¿sabría que se estaba muriendo? ¿la salvaría? aun moviendo su mano derecha logró tomar la mano de la ministra y apretarla con afecto, sonrió, a fin de cuenta eran familia y aquel lazo, por mas odio que le tuviera, siempre estaria ahi.

 

Esperaba que alguien le ayudara sino solo le quedaba morirse en plena botica, seguramente los elfos o empleados de Cissy se molestarian de tener que limpiar su sangre del suelo, pensó con diversión.

Editado 1 de Octubre del 2020 por Alessa Ashryver Delacour

[Idylla Macnair T.]

Estaba escuchando atentamente al chico parado frente a mi —Si cconozco a los dos, Danny es mi amigo e Isabella estuvo conmigo en algunas clases— recordó las heridas que se habían causado mutuamente y sonrió con un poco de dolor.

 

Le estaba entregando las cosas que iba pidiendo, cuando escucho los caballos afuera y en aquel momento entro una chica embarazada con alguien encapuchado.

 

—Hola no se encuentra mi madre ahora, pero pasa— comentó la peliazul, mirando directamente a quien traía tapada. Tenía que enviar un mensaje a su madre enseguida, sacó su varita —Expecto Patronum— un colibrí pequeño salio por su varita y se perdió entre la calle.

 

Salió de detrás del mostrador —¿Estas herida?— preguntó algo preocupada. Ya comenzaba a ubicarla de la mansión Riddle y la presentación del nuevo líder.

 

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