.: Castillo Triviani :. (MM B: 78361)

[Jeremy Triviani]

- Mi pregunta ya no viene al caso - Respondió Jeremy con un encogimiento de hombros, cuando un estallido cerca de su cabeza lo hizo girar a ver que los Chuck estaban mejor preparados para una guerra que ellos. Lanzaban bombas incendiarias caseras. Como si estuvieran hace meses preparando un arsenal personal, mientras los miembros de la familia seguían paveando en la difunta Marca. Una perdida de tiempo que ellos desde luego no desaprovecharon. ¿Realmente había pensado que esas criaturas eran benignas todo el tiempo y que nacían sin maldad? Un grave error.

 

El grito de venganza de Zoella duro muy poco. Los elfos la habían reducido en un segundo. Matthew estaba sin su varita mágica, ya que se la habían quitado por lo que había corrido a la cocina. ¡Elfo con varitas! Parecía ser que llevaban todas las de perder. El rubio se quedo en el suelo escondido. Tomándose su tiempo para ir en ayuda de algún familiar... pero... ¿valía la pena? Si todos morían hasta podría heredar todo el oro Triviani. No le vendría para nada mal. Seria como ganarse la lotería. La codicia que invadía su mente se termino cuando escucho el grito de guerra de su madre.

 

-¿Que les hiciste? ¿Les diste calcetines? -Le grito enojándose de repente cuando detecto el olor a alcohol en el habla de la matriarca - ¿Los liberaste estando borracha?

 

¿Porque le echaba la culpa a ella? Porque era mas fácil que hacerse cargo. Para Jeremy las cosas siempre eran culpa de los demás. Se levanto sin embargo para ayudarla a sacar elfos del medio. Es que las pequeñas bestias esas estaban enfocados en acabar primero con Candela. Tal vez se pensaban que matando al perro se iba a acabar la rabia. Cosa que no era muy cierta, ya que los Trivianis se odiaban entre ellos tanto como se amaban. Tenían una relación muy toxica.

 

-¡Bombarda! -Exclamò haciendo que explotara el sillón en miles de pedazos el sillón que antes le había servido de trinchera. La onda expansiva hizo que todos los que estaban cerca del radio de dos metros cayeran al suelo. Incluido los elfos que estaban atacando a Zoella, dejándola libre de momento.

 

El simio albino termino de zamparse un elfo antes de correr y ponerse frente a la Matriarca para protegerla, tal como se lo ordeno Jeremy mentalmente. No tardaría en convertirse en sillón nuevamente. Pero serviría de momento.

 

-¿Quien esta en la cocina? ¿Que son esos gritos de allí? ¿Ya hicieron la cena? -Preguntò como si nada.

 

@ @@Candela Triviani @ @@Alyssa Black Triviani

[Matthew Black Triviani]

Matthew se retira a dormir la siesta. (??

 

Aun tenia la cicatriz en la muñeca del corte que le genero uno de los elfos para robarle la varita de la mano, hacia unos minutos. Empujo a la criatura de grandes ojos esmeraldas y pateo a uno que otro Chucks más, abriendo paso hacia su izquierda, entrecerró los ojos un momento y logro ver la empuñadura de su varita sobre una repisa, donde generalmente deberían estar las conservas de la cocina. Se mordió el labio, necesitaba buscar la manera de escalar hasta allí arriba y obtenerla, sin que los malditos lograran tirarlo.

Habia enrollado un poco de diario, Matthew pudo observar como uno de los Chucks estaba escondido tras un tambor de madera, el que seguramente almacenaba vino en su interior y dio un salto para asustarlo y darle con el diario por la frente; el elfo levanto ambas manos y se froto la frente mientras el gitano se burlaba de él y lo amenazo para que le alcanzara su varita.

Suspiro y llevo ambas manos a su cintura, movió la cabeza en modo de negación y se subió a la mesada, con medio pie en el aire y apenas la punta de su zapato sobre ella logro tomarla, hasta que su mismo peso hizo que cayera sobre un montón de cajas que contenían grajeas. Una pequeña explosión se escucho del otro lado, el gitano largo una carcajada, con una caja de sombrero. ¡Avis! un millar de aves salieron de su varita con la intención de atacar a los Chucks; mientras el se escabullía por el suelo y lograba escapar hasta las escaleras.

[Oriánthi]

Mi vez primera...

Las horas pasaban, en algún punto de la noche llegaría a su fin... Pero ella conseguiría volver el momento eterno. La luz de las velas encendidas en el suelo al rededor de su cuenco iluminaban con una tenue y débil luz el baño... Su cabeza estaba apoyada en el brazo derecho, por sobre fuera de la bañadera, el cigarrillo estaba a medio consumir, sin siquiera haber dado una segunda pitada... Las cenizas caían al suelo y en su mente sonaban como grandes piedras rebotando; estaba deprimida, por primera vez, tenia miedo... Se sentía sola, desprotegida y sumergida en una soledad que pocos conocerían alguna vez.

- Te di todas mis maneras... De mi todo sabias, de ti tanto aprendí, a quererme... -

Contuvo la respiración unos segundos y se dejo hundir en el agua... Sus blancos cabellos se esparcieron por todo el cuenco, pequeñas burbujas de agua salían de su nariz a la vez que Dánae expulsaba el aire, aquella canción que sonaba de fondo la sometió en una laguna de recuerdos infinitos... Levanto su pecho tomando impulso y salio del agua, sin hacer ningún gesto, solo abrir sus ojos y dejar relucir el verde de sus orbes. Su mirada reflejaba tristeza; aquello podía transformarse en mal humor si no afrontaba de manera rápida lo que sucedía, quizás estaba en un tipo de negación, o aun no aceptaba que aquel hombre que ella conoció, no estuviera.

[Selenne Luxure]

Me encontraba en mi habitación en la Mansión Luxure, donde actualmente resido, fumando un cigarro y bebiendo un vaso de Ron, cuando por mi mente se cruzo ir a visitar al lobo gitano que tengo como progenitor, últimamente he estado oyendo rumores de que su madre es una mujer imponente y peligrosa y que esta desquiciada (?

 

Tome un abrigo y me dispuse a emprender viaje, Londres es majestuoso en invierno, me atrevería a decir que es mi estación favorita del año, me sienta bastante bien. Tras haber utilizado el traslador la mansión, aparecí a las afueras del Castillo Triviani, frente a mi yacía la imponente construcción, me adentre en la misma, admirando la belleza arquitectónica del lugar, mi madre tenia razón en cuanto a la majestuosidad de este castillo.

 

Antes de llamar a la puerta, me freno en seco al oír fuertes ruidos provenientes del otro lado, lo cual genera en mi un debate interno en si hice o no bien en venir en busca de @ debo admitir que los rumores sobre mi familia paterna me aterran un poco.

[Jeremy Triviani]

El Simio que protegía a la matriarca del ataque de los chuck perdió su forma y volvió a ser un simple sillón. De exquisito gusto italiano, eso sí. Pero no servía de nada para ayudar en medio de la guerra. Unas carcajadas se escucharon desde la cocina, como si todo fuera una broma. Pero no lo era. Los chuck estaban armados hasta los dientes. Se sabían todos los escondites del castillo incluso mejor que la mayoría de la familia que habitaba en ella.

 

-¿No tienes ni una idea? -Grito el vampiro a su madre, mientras veía como las cortinas prendían fuego luego de la explosión de un par de bombas molotov caseras. El no poseía grandes conocimientos más que un par de libros y algunos hechizos. Pero dudaba que fuera de gran ayuda contra una horda de seres furiosos dispuestos a matarlos. Su equipo era Zoella en el suelo, Matthew sin varita y su madre borracha. ¡Equipazo!

 

El olor a sangre fresca inundó sus fosas nasales haciendo que cerrara los ojos e inhalara profundo el aire. “Matthew” reconoció enfocando nuevamente la vista a su alrededor. Sus pupilas ya estaban dilatadas de hambre y sus sentidos más agudos. Pasó como una brisa por el lado de Candela, dejándola sin apoyo contra los seres diabólicos.

 

-¿Todavía tienes ganas de bromear? -Le dijo a su hermano pateando en la cara a un elfo, que se desmayó por el impacto, y arrancándole de cuajo la cabeza a otro que estaba cerca. El camino a Matt estaba libre de momento. Lo tenía frente a él arrastrándose como un gusano hasta las escaleras con aire divertido e inocente. Bueno… todo lo inocente que podía ser el gitano algunas veces.

 

Lo agarró de los pelos aplastándolo contra el suelo con su rodilla, para levantarle la cabeza dejando el cuello libre. Su alimento. Se había vuelvo cazador al sentir la sangre del Triviani al caerse al suelo. Lastimándose superficialmente con las cajas. Ahora era su presa.

 

 

@ @ @@Candela Triviani @LosDemasQuienQuiera

[Matthew Black Triviani]

Cuando creía que todo había terminado y al fin podría descansar un poco, a uno de sus hermanos se le daba por jugar a las peleas, justo frente a una escalera... Que tenia que ver la escalera, pues mucho, era donde la ultima vez lo había matado con ayuda de Zoella en la Mansión Riddle. La idea de que lo mordiera era un poco loca, pero a final de cuentas parecía gustarle eso a Matthew, quien sabia que efectos tendría en el Vampiro el beber la sangre de un Licántropo.

 

Matthew se arrastraba cuan gusano por el suelo, cuerpo tierra para no ser visto por nadie, cuando de repente el rubio salto sobre él y aplasto su cara en la mitad de un escalón, con ambas manos hacia arriba dejándolo casi inmóvil y sin más que pensar en algo para sacarlo de encima... O quizás dejarlo. (?)

 

Sus dedos jugueteaban en el cuello del gitano, no estaba acostumbrado a que otras manos que no fueran la de su marido lo tocaran, si quiera en forma de saludo ya que él se limitaba a tener contacto físico con las personas que pocas veces cruzaba. No encontró otra manera, esta situación meritaba que Patricia se hiciera cargo, pero no quería dañar demasiado a su hermano mayor... Definitivamente estaba con sentimientos encontrados, se había dado cuenta que lo quería.

 

Patricia tomando el control sobre el cuerpo de Matthew.

Patricia, Licántropo que vive dentro de él.

Una sonrisa demasiado forzada, rozando la locura se había formado sobre el jovial rostro del joven gitano, al fin, había dejado que yo saliera y tomara el control de la situación, por un momento creí que se había percatado del potencial que podría tener como Mago y como el ser sobrenatural que era, podríamos ser dos en un solo cuerpo, pensaba Patricia, solo necesitaba que se dejara consumir por la oscuridad que habitaba en su corazón y con entrenamiento seria capas de controlar su poder.

 

Gire la cabeza y juguetee con los dedos de su mano, de ellas aparecieron garras afiladas manchadas de sangre añeja, toco el rostro pálido del Triviani y la sonrisa se torno irónica mientras miraba el cuerpo de Bayzard bajo el vampiro.

 

Vaya Vaya... ¿Que tenemos aquí? parlo Patricia.

Parece que tienes hambre, pero has elegido una presa difícil, Jeremy.

 

Sabia su nombre, Matthew muchas veces había hablado sobre él y también sobre alguien llamada Zoella. Si, conocía a su madre, la gitana loca que lo puso en esta condición, gracias a sus invocaciones fallidas he intentos por matar a sus vástagos. Gire sobre el suelo y logre sacarlo de si, para reincorporarme rápido y dar un gruñido mostrando los colmillos afilados.

 

No necesito magia, ni una varita para poder matarte... Tu tampoco, pero no lo haré, solo porque eres especial para tu hermano. comento rodeándolo Claro, eso podría cambiar si tu atacas primero.

 

La puerta había sonado, alguien estaba detrás esperando ser atendido... Vio uno de los Chucks dirigirse hasta ella y abrirla. No tenia tiempo de ver quien se había animado a entrar en territorio hostil, más, en terrenos de los Triviani.

 

 

 

@ @@Selenne Luxure

[Oriánthi]

Tenia la mirada perdida en lo que parecía ser una de las esquinas de su baño privado, no tenia más ganas de recordar todo lo que le estaba causando algún tipo de daño emocional... Se sostuvo con ambas manos por los bordes de la bañadera y se levanto, asi desnuda dejando que el agua escurriera de su perfilado cuerpo y levanto una pierna, luego la otra, para salir de allí y tomar la bata de color gris que adornaba la puerta con un gancho medio caído de costado.

 

Encendió nuevamente un cigarrillo, y observo los otros muchos que nunca había terminado y estaban a medio consumir... Dio un pequeño sorbo a una botella de vodka que había en la repisa con polvo y escucho algunos vidrios romperse; seria casualidad que sus familiares estuvieran debajo causando algún tipo de estrago... Quito su varita del cabello, con la cual tenia recogido y se cambio rápidamente, se dirigió hacia la puerta y giro el picaporte para salir por las mazmorras hasta la escalera.

 

-¿Podrían explicarme, que mier** están haciendo ustedes dos?- grito molesta.

 

Un par de bombardas hicieron explotar partes del marmol que adornaba el castillo y logrando que ambos magos se distanciaran para evitar una pelea. Quien parecía ser Matthew había logrado controlar el poder de su interior, o quizás era de nuevo la maldita perra loca de Patricia. Se llevo la mano a la frente y negó con firmeza.

 

-¿Patricia? ¿Matthew? quien eres, ahora... Ya se que mi hermano tiene problemas de personalidad.- Revoleo los ojos y bajo por la escalera tocando el hombro de Jeremy.

 

Lo miro de los pies hasta su cabeza, con los ojos abiertos y una mueca seria, no despego sus ojos de él hasta que le dio la espalda y se sentó en uno de los sofá de pana de la sala común. El ruido de las cucharas de Candela estaba presente, ¿Que estaba tramando la gitana? se preguntaba por dentro... Ya quería tocar nuevamente sus nalgas.

 

 

@ @@Candela Triviani @ @@Selenne Luxure

[Jeremy Triviani]

Jeremy estaba consumido por el hambre. Las ganas de beber del cuello de su hermano eran muy grandes. Lo tenía en sus manos. Una sola inclinación de su cuerpo satisfacerá aquella tentación. Pero no lo hizo al notar un cambio. Al principio pareció leve, tomando forma despacio hacia otra cosa.

 

“Un lobo” las palabras resonaron en su mente perturbada, antes de ponerse en guardia. Noto los pequeños raspones de las garras del animal, antes de que se girara y lograra escapar del amarre. Estaban frente a frente con ganas de… ¿Matarse? Jeremy quería beber, pero la sangre de lobo no le haría muy bien.

 

-Yo tampoco, niña. No lograras matarme antes de que yo lo haga contigo. Soy inmortal, pero tu no lo eres. ¿Quieres ver quien muerde primero el suelo, perra? -Respondió con violencia.

 

Jeremy quería mucho a Matthew, pero cuando Patricia llegaba a controlarlo, simplemente podía ver que no era él. Aquella mujer no sacaba lo peor del gitano a la superficie. Cuando dio un paso para saltar sobre el lobo, unas explosiones dañaron las paredes formando una hilera de escombros en el medio. No era muy alta, pero bastaba para separarlos… de momento.

 

-¡Aléjate de él! -Le gritó Jeremy a Danae intentando advertirla, cuando sintió su mano al pasar - No está Matt… es Patricia. Ten cuidado. Hay que contenerla hasta que Matthew logre recuperar el control.

 

Pero no se podía tener cuidado con aquella cosa. Patricia había aparecido en el mejor momento. Ahora los Triviani no solo debían lidiar con los Chuck que habían tomado el castillo, sino que también se sumaba la psicopática personalidad de Matthew. ¿Alguna cosa les saldría bien?

 

 

@ @Oriánthi

[Matthew Black Triviani]

Patricia

No quiero cuentos, tengo viviendo más de un milenio entre ustedes... gruño.

 

Tenia en claro que sus palabras podrían ser más que ciertas, por lo que no puedo evitar que en sus labios se formara una media sonrisa que permitió que se ensanchara al escuchar las palabras del mago. Soy inmortal... El rostro pálido de Patricia desapareció después de formular su sorpresa, jamas se había dado cuenta que su forma de actuar era demasiado irascible. No se consideraba un ser malvado, al contrario, solo tenia aficiones por coleccionar cadáveres, de cualquier tipo. Quizás estaba un poco fuera de si, pero a final de cuentas... SI, estaba loca.

Observo los ojos de Jeremy, y se acercaba a paso distraído a donde él estaba parado en aquel momento, la visita de Orianthi a la habitación fue más que una sorpresa, ya tenían muchos años de conocerse, como Patricia, dentro del cuerpo de Matthew. Levanto su mano izquierda y toco una de las heridas de su rostro para bañar su dedo anular con sangre. Antes de devolverle el control de su cuerpo, casi en totalidad a Bayzard, esta tomo del cuello al Triviani y paso el dedo superficialmente sobre los labios del rubio... Quería que perdiera el control, si, pero también que aprendiera a controlar sus impulsos, asi como ella podía y en un futuro quizás el gitano también.

Eres el resultado de un sueño maravilloso. soltó tan serca de su oído, que parecía un susurro.

¿Que intenciones tenían sus palabras? quien sabe, Patricia era asi.

Se aparto de él unos cuantos metros haciendo que las garras que tenia por manos desaparecieran con cada paso y buscara el mini-bar que habían robado, lo sabia por los pensamientos de Matthew, quería degustar algo de alcohol en su sistema antes de desaparecer por un largo tiempo... Y, bueno, ver si la diversión aun continuaba o como reaccionaria el Triviani ante tal osadía. Después de todo, ella no moriría; pero Mattrhew, tal vez.

@ @Oriánthi

[Zoella Triviani]

Escuchaba el murmuro de los elfos, y con ello empezaba a sentir la lucides que hacía mucho no sentía. Intenté mover una mano en vano, sintiendo como ambas estaban atadas a mis muñecas, y me encontraba de rodillas en un suelo algo rugoso. Arrugué el entrecejo y abrí mis ojos poco a poco percatándome de o oscuro del lugar, me concentré algunos minutos mientras mis ojos se adaptaban a la oscuridad y visualicé a los elfos hablando en una esquina, mientras yo me encontraba sin vigilancia alguna. Intenté moverme, para desatar los nudos que estaban algo mal armados pero que sin éxito logré, debido al gran enredo de cuerdas que habían ocasionado esas inservibles criaturas.

 

- ¿La matamos? - Preguntaba un Chuck pequeño, mientras giro a verme tembloroso.

 

- Mejor torturemosla, y luego veremos que hacer - Soltó otro Chuck, uno de los más viejos del castillo - Su madre no notará su ausencia - Admitió, soltando una risa bastante chillona que me hizo un tanto de malestar auditivo.

 

- No, Chuck. ¿Y si logra escapar? - Dijo otro, que empezó a temblar. De mi zapato fui sacando un pequeño pedazo de piedra afilada. En algunas partes de mis prendas acostumbraba a guardar objetos así, intentando salvaguardar mi propia vida. Con el filo ya en mano, comencé a moverlo sobre la cuerda, sintiendo como el otro costado cortaba mis dedos y la sangre comenzaba a escurrir por ellos.

 

- ¿Quieren convertirse en comida para Swooping? - Solté, girando mi rostro a un lado y observar a los elfos. Me los llevaría, me los llevaría a mi guarida dentro del bosque. Lugar donde escondía una gran cantidad de criaturas que vendería en el mercado. Mis dedos picaban, `picaban por tomar las pequeñas cabezas de esos engendros y separarlas de sus cuerpos para usarlos de alimento