.: Castillo Triviani :. (MM B: 78361)

[Matthew Black Triviani]

Patricia Triviani - Asistente Legal.

¿Ya comenzamos? pregunto Patricia.

 

Se movía como loca de un lugar a otro, no sabia lo que estaba sucediendo y Matthew parecía mantener la calma, con los ojos cerrados estaba sentado como si todo a su alrededor estuviera en absoluto silencio. ¡Maldita sea! gritaba por dentro.

 

Espera un segundo niño bonito, esto aun no comienza. le grito a Jeremy y clavo su mirada en él.

 

Se cruzo de brazos y miro enojada a la juez, que hablaba con una muchacha que no conocía, pero a ella le parecía peligrosa. Ya era el colmo, que primero le hablara con autoridad y después con tono de amenaza. ¿Se van a matar o qué? comento moviendo la cabeza de un lado al otro y luego haciendo un gesto extraño con su boca.

 

Ya le estaba dando hambre y los elfos que estaban como jurados parecían ser un rico bocadillo de medio día. ¡HORA DEL ALMUERZO! grito, esperando que nadie supiera que era ella. (?) tomo un lápiz que estaba sobre el escritorio y lo movía entre sus dedos, estaba nerviosa, hambrienta y tenia ganas de incitar el caos... Miro nuevamente al muchacho rubio y le lanzo el lápiz por la cabeza, cuando se percato que fue ella, le saco la lengua y el dedo del medio de su delicada y pálida mano.

 

¿Que me ves? ¿Quieres problemas? ¿eh eh eh? se golpeaba los pechos, ¡ESTABA LOCA!

 

 

 

 

@ @@Candela Triviani @ @@Dennis Delacour @@Alondra L. Santoro @Matthew Triviani (?)

[Dennis Delacour]

La rubia esperaba por respuestas a la pregunta que había formulado a los presentes mientras mantenía la mirada sobre la Triviani, su aspecto le estrujaba el corazón ya que se veía demasiado vulnerable y se notaba que había pasado malos días, algo que la llenaba de preocupación y rabia al imaginar quién estaba detrás de esa situación y más porque nunca había tenido que ver a la bruja en esas condiciones. Si bien era cierto que tenían muchas cosas pendientes, lo que sentía por la ojigris no permitía que la trataran de esa manera, antes de que pudiera abrir su boca para decir algo más hizo presencia en el lugar la matriarca y también directora de la Universidad.

 

La verdad en el ateneo casi no había cruzado palabra alguna con Candela ah no ser sobre asuntos de sus clases, de resto no sabía mayor cosa de la bruja a la que en ese momento la adornaba una vestimenta que dejaba mucho que desear para alguien de su cargo pero quién era ella para juzgar el concepto de estilo de la madre de su novia, aunque por lo que le había dicho Zoe la última vez que hablaron el hecho de que la hubiera abandonado no dejaba mucho afecto por parte de la rubia a la bruja frente a ella.

 

La siguiente propuesta que le hizo la tomó por sorpresa, pudo decirle lo que pensaba sobre la locura que parecía mandar en el castillo y largarse de allí para luego mandar empleados ministeriales a detener a todos, pero no podía dejar a Zoella a su suerte así que por ahora jugaria su juego, ya vería más adelante cuando tuviera claro lo que ocurría como procedería.

 

Invoco su propia daga del sacrificio y haciendo un corte en la mano izquierda de donde brotó una ligera cantidad de sangre se dirigió a la bruja — No tengo miedo y no pienso marcharme, donde quieres que deje caer mi sangre, la verdad no me gusta mezclar la que llevo dentro con la de otras personas, gracias — dijo con una sonrisa pero un ligero tono sarcástico, podía hacer el juramento pero solo con la que caía, en su mente recordaba todo lo que Zoe le había dicho días atrás así que sabía que estaba en medio del peligro así que era mejor no excederse. — Y entonces? — dijo esperando las respuestas.

 

Mientras esperaba veía como Matthew se comportaba algo raro como si llevara una lucha interna, y el rubio hablaba sobre falta de pruebas en contra de la ojigris, que locura pasaba en ese lugar no sabía pero era agradable ver la molestia en el rostro del Askar. Y si definitivamente Matthew parecía estar poseído o algo por el estilo, bueno al parecer la ojiazul no sería lo único extraño que viera ese día, aunque la otra joven en la sala también mostraba su rostro lleno de confusión. Donde rayos se había metido, si Zoe no valoraba que estuviera en medio de aquella locura por ella la verdad ya no sabría ni que pensar, porque todo al fin y al cabo siempre lo haría por ella, pensaba mientras volvía la mirada a la Triviani.

 

@ @@Candela Triviani @ (o Patricia ya ni se XD) @ @@Alondra L. Santoro

[Jeremy Triviani]

-La Jueza dirá cuando podemos comenzar -Dijo Jeremy esquivando el lápiz que lanzaba la loca de Patricia. Le gustaba su espíritu desalmado. Más cuando movió sus pechos hacia él. No podía negar que tenía las proporciones justas para enloquecer a más de un hombre. Le sonrió en respuesta a la invitación muda.

 

Parecía que Dennis tenía problemas con la Matriarca Triviani. El rubio se puso de pie para estar preparado a intervenir si la cosa se iba de las manos. Todos los presentes en la sala, callarían ante la comunidad mágica por el trágica desaparición de Dennis. Cosa muy probable que ocurriría si seguía intentando desafiar a Candela delante de todos sus hijos. No por nada era la que llevaba la batuta de la familia.

 

-Dennis… Haz el juramento, así podemos empezar el juicio y terminar con esto -Dijo en voz alta en su papel de abogado defensor comprometido con la causa.

 

Jeremy había visto muchas películas muggles como para saber cómo actuar frente al jurado de Chuck. Las pruebas contra Zoella no eran muy convincentes, pero sí lo eran las torturas que sufrirían los elfos si llegaban a declararla culpable. Bueno… de todas maneras la recibirían cualquiera sea el veredicto que dijeran. A favor o en contra.

 

El rubio mientras se resolvía lo de la rebelde directora del SAW, se acercó a su sobrina, pasando por al lado de la calva, pero sin detenerse para ver si estaba bien. Estaba apurado. No tenían aún mucha relación con la niña, pero a Jeremy le caía bien. Le recordaba sus comienzos en el mundo mágico, cuando creía que todos eran buenos y comían perdices. En voz baja se inclinó para hablar con la castaña.

-¿Te sientes capaz de declarar a favor de Zoella? ¿Puedo ponerte en la lista de testigos? -Le preguntó mirando a su vez a Matthew que parecía estar concentrado para empezar con los cargos. Que serían muchos. Eso era algo seguro. El gitano no era de hacer las cosas a medias tintas. Si las empezaba, las terminaba como fuera.

 

 

@@Candela Triviani @ @ @La Patri Triviani @@Alondra L. Santoro @ @@Dante De Angelis @@Dennis Delacour

[Zoella Triviani]

Una figura femenina apareció frente a mi campo de visión, se acercó a mi y sostuvo mi brazo intentando ayudarme. Con su varita conjuró en vano a mi pierna para así curarla. Yo, sin saber que más hacer sólo pude hacer el intento de morder su brazo, sólo con mis dientes de la manera más fuerte posible. Sin éxito alguno gracias a que se alejó a tiempo, para mi desgracia, bufé algo bastante molesta. Tenía hambre, y su nivea carne llamaba lo suficiente mi atención como para usarla de alimento.

 

Idea que se esfumó al sentir su aroma, Dennis Delacour. La bruja cruzaba la puerta de entrada a la habitación y yo me mantuve atónita ¿Que hacía ella aquí? Cada movimiento de sus manos fue visto ante mis ojos en cámara lenta, y cuando me di cuenta de todo ya mi pierna estaba como antes y me encontraba de pie con su ayuda. Sus ojos se mantenían fijos en los míos mientras hablaba, pero no logré escuchar su voz, esa voz que tanto adoraba escuchar. Los demás quizás contestaron, no sé, sentía mi cuerpo desconectado de mi mente, y mis ojos sólo podían seguir su pequeña figura hasta Candela, mi madre. Veía su larga y rubia cabellera caer por su espalda, y quería abrazarla, besarla, tenía días sin verla y no sabia como reaccionar, que hacer o que decir.

 

Las lagrimas picaron en mis ojos, mis ganas repentinas de llorar aparecieron. Me sentía ahogada, presa, ¿será esto un sueño? Dicen que el dolor te hace saber si lo es o no, con duda me acerqué a Alondra, mi sobrina luego de que Jeremy se alejara, tomé su brazo mordiéndola, sólo con mis dientes. Sabría que si ella sentía dolor no era ningún sueño, y esto era la más dura y cruel realidad.

 

Para suerte de la niña, sólo mis dientes habían sido encajados en su piel, causando un pequeño corte con un incisivo, sin colmillos, sin veneno, para mi desgracia sólo pequeñas gotas de sangre logré a probar para medio recomponerme de los largos días sin alimentarme.

 

- Ante todo, soy inocente - Solté, pasando mi mano sucia por mi rostro inmundo - Dennis, por favor, haz el juramento - Pedí, con voz suave, casi a nada de desparramarme y llorar como una pequeña niña sin su juguete - No atrasemos más esto, necesito salir de aquí pronto - Finalicé para ir, y sentarme en la silla desocupada de donde estaba antes mi rubio hermano.

 

@@Candela Triviani @ @LasChichisDePatricia@Alondra L. Santoro @ @@Dante De Angelis @@Dennis Delacour @ @PeppaLaPuercaPig(?)

[Dennis Delacour]

 

Estaba a la espera de lo que dijera Candela pero la matriarca Triviani parecía estar meditando su respuesta ante lo cual no sabía si preocuparse o alegrarse pensando en que se arrepentiría, pero por lo que había escuchado antes de la bruja no era una opción, normalmente no era de las que se echaba para atrás en sus decisiones y eso lo había visto muchas veces en la universidad así que no imaginaba porque iba a ser diferente en su hogar.

 

Escuchó al Askar y sentía su molestia aumentar, era mejor que no le buscara su lado malo porque lo podía tener y bien grande si seguía haciéndola enfadar, pero todo su enojo cambiaba cuando veía a Zoe con esa expresión ida que tenía, no le hablaba ni decía nada y eso solo le rompía el corazón, ella no quería verla sufrir.

 

Cuando al fin reaccionó y encontró algo de fuerza al parecer para hablar dijo que era inocente, su tono de voz le estrujó el alma entera ante su vulnerabilidad, la Delacour sintió como los ojos se le inundaban de lágrimas y tuvo que liberar un suspiro de frustración para controlar que salieran sin freno. Ante las palabras de la ojigris solo pudo asentir con un movimiento de cabeza. Siguió su frágil cuerpo cuando fue a tomar asiento para luego girarse a Candela — Que quieres que jure? dilo de una vez y acabemos con esto — dijo en un tono mezcla de rabia y desespero por ver a Zoella en ese estado. Más le valía a todos en esa sala no causarle daño a la persona que amaba o realmente las cosas no iban a terminar bien.

 

Sabía que ellas tenían muchas cosas en el aire por atender pero eso no significaba que no la amara y que hiciera lo necesario por protegerla de quien quisiera dañarla sin importar quien fuera. Quedo a la espera de las palabras de la matriarca mientras cada tanto le dedicaba miradas a su novia.

 

Ella había llegado a ese sitio en condición de Directora del Saw para observar la realización de un juicio pero de ser necesario podía dejar de lado su cargo e ir más allá si la situación se complicaba.

 

@ @ @@Candela Triviani @ @@Alondra L. Santoro

[Alondra L. Santoro]

Aquello le recordó a Alondra una de esas películas muggles que su madre adoraba, donde un enorme jurado se mantenía a la expectativa de los resultados para aquel acusado y donde el juez y los abogados debatían entre la culpabilidad e inocencia del implicado.

 

Pero ese no era un juicio normal, definitivamente en aquel lugar nada parecía ser normal, se alejó un poco cuando vio llegar a la madre de Matthew, que parecía molesta con la presencia de la mujer de cabellos rubios, estaba completamente confundida cuando Jeremy se acercó a ella preguntándole si estaba dispuesta a declarar en favor de Zoe. A decir verdad, ella no sabía absolutamente nada ¿Qué podía decir a favor o en contra? Pero no se sintió segura para negarse a la petición de su ahora tío, era mejor así o al menos eso creyó de momento. Asintió suavemente en señal de respuesta.

 

Distraída en sus pensamientos no se dio cuenta de que Zoella había llegado a su lado, y había tomado su brazo, fue hasta que sintió su mordida que reacciono, dando un grito, al sentir como los dientes de la bruja traspasaban su piel. Retiró el brazo bruscamente ¿Qué demonios le pasaba?

 

--Auch…¿Qué te sucede?- reclamó casi a gritos, mientras revisaba su brazo herido, las marcas de los dientes de la mujer estaban resaltadas en pequeñas heridas que emanaban un poco de sangre, punzando en su brazo. La mujer la ignoró y comenzó a hablar de su inocencia, y pedir a la rubia que aun seguía discutiendo con Candela que hiciera lo que le pedía.

 

Alondra aprovechó para alejarse lo más posible, era lo único que le faltaba para querer estar lo más lejos posible del lugar, ser agredida físicamente.

 

@ @ @@Candela Triviani @ @Alondra L. Santoro @Dennis Delacour

[Jeremy Triviani]

-Tranquila Rubita que tú no das órdenes aquí -Dijo el vampiro mirando con el entrecejo fruncido a la Delacour. ¿Quién se creía que era aquella mujer?

 

El asentimiento de Alondra a su pedido, lo dejó más contento. Era una lástima que no pudiera utilizar el imperio para controlar a la niña. De seguro con eso podría llevarla al extremo y sacar alguna ventaja en el juicio. Pero con Candela de Jueza no había ninguna cosa segura. La mujer era una caja de sorpresas y cualquier cosa le valía para cometer un homicidio. Más si la víctima compartía su sangre.

 

-No es hora de cenar, compórtate -Dijo el vampiro agarrando a Zoella del brazo y quitándola de la hija de Maty, a quien había dañado.

 

Jeremy al ver la mordida, sintió las ganas de comer que siempre sentía al ver sangre. Pero se controló arrastrando a Zoella de forma brusca hacia la mesa que debían de utilizar para la defensa. La empujo arriba de la silla para que cayera sentada y se sentó a su lado con rostro serio.

 

-Ya estamos listo para empezar nosotros -Dijo paseando su mirada desde Patricia hasta Matthew. No debía olvidar que la mujer estaba loca y de que el gitano era peligrosamente inteligente.

 

 

@@Candela Triviani @@Alondra L. Santoro @@Dennis Delacour @ @ @La Patri Triviani

[Matthew Black Triviani]

Los rayos de sol se esparcían con su inmortal esplendor por las paredes del Castillo, en aquel día tan apacible, o al menos eso parecía ser. Todo estaba sumido en la mas profunda tranquilidad, y se respiraba paz en cada rincón de los jardines que rodeaban la maravillosa creación arquitectónica de la Amá. Era una jornada perfecta para disfrutar de unas horas al aire libre, respirar el aire puro y limpio.

 

Sin embargo, ya nada era como antes y era algo que se podía apreciar en cada esquina del hogar de los Triviani. Algo había cambiado, y lo que antes era un castillo repleto de vida ahora a veces se sentía tan solo como si fuera un lugar más, cada vez más muerto, pero que a la vez seguía infundiendo el mismo respeto que antaño había hecho de aquella familia una de las más poderosas e influyentes de todo Ottery. Ningún Triviani dejaría que todo aquello cayese en el olvido.

 

Pero ahora aquello no importaba. Hacia mucho que no visitaba el castillo, y algo en él lo había conducido hasta allí en aquel día. Esperaba encontrarse con alguien dentro, por lo menos esperaba que estuviera vivo. No esperaba un recibimiento, más que un zapato volando por sobre su cabeza o los chucks corriendo como si no hubiera un mañana... Malditos elfos, ¡no sirven para nada!

 

Matthew camino hacia la puerta, por las escaleras y entre su bolsillo saco una gran llave de hierro antigua, con la que logro abrir la puerta. El rechinar de la misma al empujarse era indicio de que el castillo estaba abandonado hace mucho tiempo; las telaraña por sobre los candelabros y una gruesa capa de polvo sobre los muebles y trebejos. Arrugo su nariz de inmediato a los pocos pasos que dio para ingresar, mientras la puerta se cerraba de golpe como una fiel película de terror.

 

¡Que olor a podrido! expreso su descontento No me extrañaría que se haya pedorreado alguna de ustedes. grito, tapando su nariz con un pañuelo.

 

Pero no, no era causa de que Candela o alguien se hubiera tirado gases luego de los huevos revueltos, era que había un Chuck en descomposición cerca de la cocina...

 

Ahhhhhhhh, que liiiindooooo!! grito Patricia ¡ME LO VOY A QUEDAR! corrió hasta él y lo tomo de las patas.

[Jeremy Triviani]

Jeremy decidió que era hora de salir del laboratorio. Llevaba mucho tiempo ahí encerrado dándole a los experimentos entre plantas. Al principio eran solo unas combinaciones sencillas sin mucho misterio, pero luego de descubrir lo que unas pequeñas gotas de liquido corporal femenino (de Zoella) muto de una planta normal, a una que daba hongos alucinógenos, pues no volvió a ser el mismo. Llevaba comercializando aquellos productos en el Zarathustra, y ademas había creado muchísimos mas. Todo eso le había llevado tanto tiempo, que hacia rato no veía a su familia. Una nota sobre una cena URGENTE, mandada por su madre, desde algún lugar del mundo, lo hizo salir de su encierro. Se baño y vistió para la ocasión con un traje de color negro. Todo negro. Siempre llevaba la esperanza que fueran noticias como "Tus hermanos son adoptados, eres heredero único" pero no estaba teniendo suerte con aquello. Solo le quedaba deshacerse de ellos uno por uno.

Al salir de su habitación noto que la casa estaba lejos de parecer un hogar. Habia polvo por todos lados, telarañas en los cuadros y olor a descomposición de seres, antes vivos. Los Chuck parecía haber acatado la orden de vigilar a Zoella en la torre. No habian hecho otra cosa mas que eso. Por lo que se veia. La Italiana llevaba también mucho tiempo encerrada luego del juicio y de haber quedado culpable en la sentencia. ¿Habia sido así realmente? Ya no recordaba. Tampoco es que quisiera recordar mucho. Dennis era el limite y ella se había presentado ahí a desafiar todo lo conocido. Estaba viva de milagro. ¡Como si Zoella necesitara una defensora! Jamas.

Al bajar se encontró a los Triviani reunidos en el salon de ingreso. El olor a muerto era mas intenso ahí. Su instinto de vampiro le hacia doler la garganta con hambre... pero logro controlarlo, pensando en que todos los presentes no llevaban ropa. Si llegaba a comerse a su familia, seguro moriría de indigestión. Eran muy tóxicos. Eso les sentaba muy bien a la vista, pero no a quien los masticara. Camino hasta quedar cerca de ellos antes de hablar.

-¡Deja de tocar! -Le grito a Patricia - ¿No vez que es la cena? Amà quiere agasajarnos.

@ @ @@Candela Triviani @La Patri @CandelitaComingSoon

[Zoella Triviani]

Ploc, ploc, ploc, ploc, ploc....

 

 

Ruidos de goteos era todo lo que mis oídos alcanzaban a escuchar, goteo proveniente de quien sabe donde. Lamentablemente, mi madre había ordenado encerrarme en la torre aledaña al castillo, y mantenerme vigilada por los inservibles Chucks, de vez en cuando aparecía Malario, a burlarse de mi deplorable estado y a traerme informes de lo que afuera pasaba. Yo, por mi parte, mientras el hablaba me quedaba en la misma posición de siempre, acostada viendo hacia la pared, cuestionándome la vida que parecía comenzaría a vivir encerrada en este lugar.

 

- ¡Cabeza de huevo! - saludó el elfo bajo mi tutela, pateandome la escapula pidiendo atención. Resoplé y me incorporé, levantándome del suelo para quedar frente a sus ojos - ¿Que quieres? - mi voz había sonado rasposa y bastante grave, causándole un respingo al pequeño cuerpo frente a mi - Su... su ma..maadre le dejó esta carta - arrebaté el pequeño pergamino que sostenía entre sus manos, leyendo la urgencia de Candela por reunirnos - ¿Y a mi qué? ella decidió encerrarme contra mi voluntad - espeté, dándole la espalda para empezar a acostarme en el piso nuevamente - Me dijo que la dejaría salir, oye cabeza de huevo, ya hoy sales - gritó el pequeño elfo, con alegría en su voz.

 

Me quedé estática y me giré nuevamente, para ver que efectivamente los demás elfos ya no estaban en la puerta y que esta se encontraba abierta. Con algo de letargo, comencé a caminar a la salida, siendo perseguida por el elfo quien no paraba de hablar sobre sus días sin mi presencia y de las travesuras que había realizado en mi ausencia.

 

Bajando por el castillo, me encontré con mi reflejo en una de las ventanas, lo que mis ojos observaban era un largo saco de huesos andantes, un rostro más pálido y una figura caquéctica. Me detuve un rato a ver mi reflejo, observando el leve tono violeta bajo mis cuencas oculares, y lo agrietado de mis labios que se encontraban casi del mismo tono de mi piel. La ropa, por otro lado, colgaba de mis huesos, y me sentí horrorizada de mi apariencia. ¿Cuanto tiempo me habían mantenido encerrada? Terminé de bajar para adentrarme al castillo y darme un baño, necesitaba irme a cazar.

 

Crucé la cocina, abrí la nevera y nada, no había nada, furiosa caminé hasta la sala y cerca de la entrada de la cocina se encontraba Matthew, o Patricia, la verdad era que no lograba identificar quien de los dos estaba a la luz en este momento, y al levantar mis ojos lo ví, Jeremy estaba parado a unos pasos, observando con esa expresión juguetona al cuerpo inerte del elfo. Me quedé callada y no supe que hacer, tenía tanto tiempo sin ver a ninguno de los dos.

 

@ @ @@Candela Triviani @LaPuercaPatri(?)