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Farkas

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Farkas ganó por última vez el día 10 Octubre 2011

¡Farkas tenía el contenido más querido!

Acerca de Farkas

  • Cumpleaños 02/11/1986

Ficha de Personaje

  • Nivel Mágico
    1
  • Rango Social
    Unicornios de Bronce
  • Galeones
    13481
  • Ficha de Personaje
  • Bóveda
  • Bóveda Trastero
  • Bando
    Neutral
  • Familia
    Rambaldi
  • Trabajo
    0
  • Raza
    Demonio
  • Graduación
    Graduado
  • Puntos de Poder en Objetos
    20
  • Puntos de Poder en Criaturas
    0
  • Puntos de Fabricación
    0
  • Rango de Objetos
    10 a 200
  • Conocimientos
    Artes Oscuras
    Leyes Mágicas
  • Medallas
    0

Profile Information

  • Casa de Hogwarts
    Slytherin
  • Género
    Male

Contact Methods

  • Website URL
    http://

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Reputación

  1. Hola

    1. Mostrar comentarios anteriores  2 más
    2. Maida Black Yaxley

      Maida Black Yaxley

      OMG, de las personas que no pensé que volverían algún día. 

    3. Maida Black Yaxley
    4. Martin N Roses

      Martin N Roses

      Hola, Farkas. Eres bienvenido al club de Quidditch. <3

  2. Nada es lo que parece. Nap szerelem🐺

  3. Farkas beso la frente de Sol solo ella lograba que su lado humano saliera a flote, tenían aquel lazo irrompible intacto, lejos habían quedado las culpas, de sus sentimientos, ya nada mas importaba, podía sentir que ella sentía lo mismo y después de todo lo vivido aquello era lo único que podía ser importante. Había extrañado aquel dulce sonido de su vos. Hasta ese momento el demonio se percato de que no estaban solos, Samy estaba sentada en la mesa de la cocina, intentando pasar desapercibida, un gesto muy gentil de su parte, tomando en cuenta la situación, le sonrió recordando tantos momentos vividos justo en aquella misma cocina, y en tantas oportunidades. -¿Y tu bruja mala no piensas abrazar a tu tío?- El demonio sonrió, aquella joven bruja era justo otra de sus personas favoritas - Hola Samy… tiempo sin verte… como estas?... también te extrañe… - dijo frunciendo un poco el ceño- Acaso estoy pintado? Y desde cuando tengo que pagar por un abrazo tuyo? He perdido mi toque... Sol se aparto apenas un poco para dejar espacio a Sam, Farkas sintió una extraña sensación de perdida, pero intento respirar profundamente y concentrarse en su sobrina siempre se había llevado bien con Samy, debía recuperar cada uno de aquellos lazos familiares.
  4. El sol brillaba regalando su tibieza, aunque todo en Ottery parecía aun dormir. Un mago alto se acercaba a la entrada principal, el pasto crujía bajo sus zapatos que eran del mismo color que los pantalones y el pulóver que vestía, negros, sus movimientos eran elegantes. Al llegar frente a la entrada principal sus ojos se iluminaron en su rostro en el cual permanecía una media sonrisa. -Es bueno volver a casa- su vos era ronca y pausada, no había terminado de pronunciar la frase cuando un ligero crack se escucho junto a el, miro de reojo a la derecha en donde se encontraba su acompañante, un joven elfo domestico, cuya apariencia intrigaría a todo el que lo viera, sus ojos eran blancos, su nariz no era puntiaguda, y sus orejas puntiagudas solo sobresalían un poco de su cabellera negra, su vestimenta no era para nada harapienta más bien vestía una especia de armadura antigua y su físico lo hacia ver fuerte.- Erő, pense que no vendrias- pronuncio Farkas como un saludo de bienvenida. - Erő vive para servirle amo y ahora que ha vuelto Erő , no se apartara- dijo realizando una reverencia el mago lo miro complasido, la puerta se abrió de manera autiomatica como si aun lo reconociera, el mago sonrió y decidio entrar lo mas silenciosamente posible. Ambos caminaron hasta la sala que se encontraba en una toltal silencio, Farkas camino hasta quedar parado frente al ventanal que daba con el jardin delantero. -El amo no se siente bien?- pregunto el elfo analizandole. -Tu amo solo esta preocupado Erő, han pasado años...y regresar como si nada no es presisamente lo correcto- dijo sin despegar la vista de su reflejo. El elfo lo miro pero no supo que responder, esta vez se habia quedado sin palabras. Poco duro aquel silencio, cuando una nueva presencia apareció, uno de los elfos del castillo de inmediato se quedo paralizado viendo a Farkas, que le pidió que guardara silencio con un dedo sobre sus labios. -Hola Amin…- dijo en un susurro, haciendo que el pequeño ser diera un salto, seguramente había pensado que era solo un fantasma. -Amo Farkas…- dijo con la vos temblando, notablemente asustado. -No soy un fantasma, he vuelto…- Farkas no pensaba darle muchas explicaciones- Esta Sol?- pregunto sin mas rodeos. -El ama y la niña Sam están en la cocina…- asintió de forma rápida para dar media vuelta y correr en esa dirección, el demonio intercambio una mirada con Erő y lo siguió antes de que arruinara la sorpresa. Se detuvo unos pasos antes de entrar, el elfo ya estaba con Sol pudo escuchar su vos y fue como si algo cálido lo recorriera de pies a cabeza, no espero mas y entro en la cocina ante la mirada asombrada de la bruja. - ¿Así me recibes Hurrikán?- dijo Farkas con fingido reproche, mientras el par de brujas lo miraban con los ojos muy abiertos y en silencio-¿Después de todos estos años no vas a darme un abrazo? – pregunto, pero mas que una pregunta era una petición, Sol parecio reaccionar entonce, se levanto y se lanzo a los brazos del demonio que no pudo mas que estrecharla con fuerza, después de tantos años, ella era la razón de su regreso como tantas otras veces. – Te extrañé…-murmuro en su oido con toda la sinceridad que le cabia en el pecho.
  5. La mitad del cuerpo de Farkas estaba fuera, había logrado deshacerse del agarre de aquellas almas perdidas, aunque sentía aun una enorme pesades, un pequeño caos se había formado en torno a aquel lugar, pudo distinguir arboles y una fría brisa que removia sus cabellos dorados. Pero entre todo aquel caos lo único que distinguia era su voz, aquello era lo único que me mantenía firme en la idea de salir y llegar a su lado. En medio del caos y la oscuridad, ella parecía irradiar con luz propia, siempre había tenido ese don, ese don que el demonio amaba y siempre lo hacia volver, asi estuviera en el mismo infierno. Las manos de Sol se estiraron hacia él, llenándole de una extraña pero reconfortante sensación, era como si de pronto todo volviera a su cabeza, una sensación conocida, aquel calor que solo ella podía despedir, el brillo de sus ojos con aquellos destellos dorados, eran la mejor guía en el camino oscuro. -Mi Sol…mi Hurrikán…- murmuro Farkas respondiendo su llamado.
  6. El demonio no entendía que pasaba, tampoco tenía claro como había llegado ahí, pero desde ese momento no había habido ningún contacto con nada ni nadie, era solo un lugar vacio, de vez en cuando algunas voces lejanas a las que no lograba entender. Esta vez era diferente, su voz lo llamaba con desespero. Algo en su interior le decía que no debia escuchar, que aquel era su lugar, pero ella siempre había sido su debilidad, la luz en su inmensa oscuridad, jamas había podido negarle nada. Voces y lamentos comenzaron a escucharse también, remolinos de oscuridad lo envolvían todo, mientras luchaba por llegar hasta aquel sitio desde el cual emergia su voz, la vos de Sol. Farkas sintió que el cuerpo le pesaba, era una sensación sumamente extraña, entre mas se acercaba a la salida, mas trabajo le costaba. Estiró la mano asta casi tocar aquella superficie, y entre llamas purpura cuerpos comenzaron a surgir, su instinto gritaba que no eran de fiar por lo que intento alejarse lo más posible. No era tarea fácil aquellas manos comenzaron a tirar del cuerpo de Farkas haciéndose cada vez mas corpóreas, mientras el luchaba con todas sus fuerzas por safarse. Tuvo que usar todas sus fuerzas para alcanzar la superficie, era liquida y fría, su cabeza surgio, hasta sus hombros, pero las manos volvieron a tirar intentando ir con el al exterior, entre aquel caos, distinguio un rostro, aquellos ojos, los ojos de su Sol. Sus ojos se volvieron purpura y una descarga broto de su cuerpo haciendo que aquellos fantasmas lo soltaran. -Sol, mi Sol…
  7. Farkas Lestrange Aquel era su mundo, no lo disfrutaba, pero tampoco lo sufría, había pasado ya en el tiempo, aunque no sabía exactamente cuánto, todo ahí era diferente, no se percibía dolor o tristeza, alegrías o glorias, todo era simple. En medio de aquella “nada” no había motivos para inquietarse, aunque aquel día las cosas cambiarían sin que el mismo lo supiera. Farkas escucho aquella voz, la reconocería entre millones de ellas, la había escuchado ya en otras ocasiones, pero esta vez era fuerte y clara, llamándolo. El demonio intento acallarla pero mientras más lo intentaba la voz retumbaba más fuerte dentro de su cabeza. -¿Qué demonios pasa?- se preguntó a si mismo. -Tengo que amarte amor, tengo que amarte, aunque está herida duela como dos, aunque te busque y no te encuentre y aunque la noche pase y yo te tenga y no…Fark ven, puedes hacerlo mi amor, yo te necesito, por favor, vuelve... -Sol…- murmuro inquieto. La tierra temblo bajo sus pies. La cúpula sobre su cabeza comenzó a lanzar chispas para después abrirse de golpe, a su alrededor comenzaron a surgir figuras fantasmales intentando alcanzar aquella nueva salida. -Sol no…- Repitió preocupado, deseaba volver a verla desde luego, pero aquello e ra muy arriesgado. Algo mas fuerte que la propia razón lo atraía, sabía que esa magia solo podía porvenir de ella, su voz era hipnótica llamándole, necesitaba ir, necesitaba volver.
  8. Estaba de nuevo ahí en aquel castillo, pero esta vez era diferente, su mirada violácea fija en aquella puerta, que era lo único que le separaba de ella. Suspiro imaginándole. Su imagen lo lleno de una energía que parecía proceder solo de ella. Farkas había pasado gran parte de la noche despierto intentando encontrar la mejor manera de volver a aparecer en la vida de Sol. Aquella “relación” distaba mucho de ser normal. Pero aun así era de las pocas cosas que lo hacían sentirse un poco humano. Dibujo una sonrisa en sus labios recordando el sabor de los labios de aquella bruja. Una chillona voz lo abstrajo de sus pensamientos haciéndolo perder la concentración. - El ama Sol estará feliz de verle.- Siempre le había parecido que la elfa de Sol era extraña, lo miraba de una manera que parecía ver más allá de su propio cuerpo. - Eso espero …- susurro frotándose las manos con nerviosismo. Era tan extraño, aquella bruja lo hacía sentirse como un adolescente preocupado por el miedo a su rechazo. - Adelante ¿Que espera? - la elfa señalo el balcón que daba a la habitación de su ama, Farkas sonrió agradecido, gesto que apenas duro un segundo. Cerro los ojos y apareció en aquella terraza, definitivamente era la de la habitación de Sol, flores de mil colores se esparcían pese al invierno. El aroma de su perfume parecía estar impregnado incluso en las mismas flores. Se tomó su tiempo antes de tomar el valor para acercarse y abrir la puerta, quizás de forma más brusca de lo que habría deseado. La puerta se abrió de par en par mientras en el interior una silueta femenina totalmente familiar se mostraba ante el, aunque como era de esperarse la mujer parecía confundida y dispuesta atacar. - Me pareció mucho más lindo darte una sorpresa- expreso sin acercarse demasiado, conociendo el temperamento de aquella mujer primero debía cerciorarse de que lo reconociera.– Y mira como me recibes…- camino con paso decidido con las manos en alto en señal de paz, mientras el rostro de la bruja cambiaba del recelo a una flamante sonrisa. - Eres un tonto…- balbuceo antes de correr a sus brazos. El demonio la atrapo guardando apenas el equilibrio, agradeciendo el entusiasmo de aquel recibimiento, con Sol jamás podía adivinarse su reacción. Sus delgados brazos enrollados en el cuello de Farkas y sus piernas alrededor de su cintura. El estrecho contra su pecho sintiendo su calor, su perfume. La tomo de los hombros y la separo para poder mirarla más detenidamente. Beso su frente con un dejo de ternura que extrañamente conservaba a pesar de todo, era extraño sentir esa especia de tibieza en su interior cuando estaba con ella, era como un suspiro del pasado, algo extrañamente agradable.
  9. -Si tienes razón hay muchas cosas que no se de vos- hablo sin voltear a mirarla - pero ten en cuanta que nunca las sabre si no me las dices- giro sobre sus talones para poder verla de frente, ella corrió las cortinas dejando que la luz inundara la habitación y el demonio entrecerró los ojos por un momento para poder acostumbrarse. Sonrió de lado ella no dejaba de desafiarlo jamas -si veo que estas muy bien- dijo mientras recorría el cuerpo de la bruja con una mirada lasciva, camino hasta pararse frente a ella -para ser sincero bruja- estiro la mano y sostuvo la mandíbula de la bruja con firmeza pero sin lastimarla obligandola a mirarlo -hay mas de una cosas con la que podrías ayudarme- le guiño el ojo. Por la ventana aun se podía ver como el tiempo solo empeoraba la nieve no había dejado de caer en toda la mañana, los elfos trabajaban de forma constante tratando de mantener los jardines limpios pero esta vez la naturaleza les estaba jugando una mala pasada, el roble que se observaba desde la recamara de Sol parecía estar hecho depuro hilo y el columpio que colgaba de una de sus ramas se agitaba con fuerza gracias al viento.
  10. - También estoy contento de verte, y saber que estas bien- mustio enarcando una ceja y eso era todo lo que tenia que decir para que empezara una guerra entre ambos, lo sabia pero simplemente no podía evitarlo ella terminaba provocanldoo hasta el punto de hacerlo enojar lo suficiente como para quitarlo de sus casillas,pero Farkas no era un santo el disfrutaba ponerla nerviosa verla fruncir el ceño era sin duda una de sus actividades favoritas. -Mis explicaciones?- pregunto mientras daba un paso hacia ella - en verdad quieres escuchar por que desaparezco?-sus ojos brillaron con aquel característico purpura pero solo por un par de segundos -ambos sabemos que en realidad no deseas escuchar explicaciones de sobre que estuve haciendo tanto tiempo lejos ni deseas saber si volveré a marcharme- -Por que estas en esta casa? tenia entendido que no te gustaba recordar- miro a su alrededor inspeccionando el lugar, era una habitación elegante pero había algo en ella que no encajaba, tal vez se trataba de la dama de ojos tristes que fingía enojo desde su posición frete al tocador. El demonio hablaba mientras avanzaba hacia la bruja, y cuando la tuvo frente a frente inteno tocarle el rostro pero tan Lestrange como siempre ella le volteo la cara y se escabullo alejándose de el, no se la iba a poner fácil pero aFarkas eso era lo que mas le justaba .
  11. El demonio permaneció en la sala hasta que la elfa volvió a aparecer ante el, volvió a mirarlo como si estuviera analizándolo o como si deseara regañarle y eso empezó a molestarlo, enarco una ceja mientras se paraba erguido si aquella criatura se atrevía a decir cualquier cosa que a el le parecía inapropiada tendría un motivo mas por el cual disculparse con la bruja. -Señor ... tenga la gentileza de seguirme ... lo están esperando- Farkas no tuvo mas que seguir a la elfa, la cual camino escaleras arriba sin decir palabra alguna cosa que el demonio agradecía mentalmente, de tanto en tanto la criatura giraba a mirarlo para estar segura de que el aun la seguía. La elfa se debuto frente a una de las habitaciones del ultimo piso, golpeo la puerta con su pequeña mano y desde el interior se escucho una voz femenina que parecía algo malhumorada por ser molestada, la elfa abrió la puerta y se hizo a un lado para que el demonio entrara, Farkas la observo por un minuto y luego entro y allí estaba la bruja a quien buscaba, con el pelo suelto un poco alborotado, dándole la espalda. dio un paso hacia ella y el sonido de la puerta cerrándose hizo que la bruja girara y lo mirara y el demonio simplemente permaneció quieto esperando que ella reaccionara.
  12. - A pasado tanto tiempo- fue lo que cruzo por su mente cuando sus pasos se detuvieron justo frente a la entrada de aquel imponente castillo, suspiro y luego llamo a la puerta seguro de que seria recibido por algún elfo que luego de hacerle un escaneo completo con la mirada lo dejaría pasar y sabia a la perfección que allí empresaria lo difícil. -como rayos voy a decirle que una vez mas yo simplemente desaparecí? - se pregunto a si mismo mientras desprendía el cierre de su campera de cuero marrón oscura que llevaba puesta dejando ver el pullover gris que llevaba debajo y un poco de la remera negra de magas cortas que usaba, giro un poco y miro hacia el jardín y vio como lo que antes era una tenue llovizna ahora tomaba mas fuerza, sus botas estaban un poco salpicadas por el agua que se había acumulado en el pasto y sus jeans habían corrido la misma suerte. La puerta de abrió y frente a el una elfa de la cual no recordaba el nombre pero que siempre que el preguntaba por su ama ella fruncía el ceño como si quisiera regañarle. -Se encuentra.... -Pase por favor .. iré a buscarla.... La elfa ni siquiera dejo que terminara la frase ella simplemente sabia que el iba a ofreser la ya acostumbrada disculpa así que se resigno a seguirla hasta la sala, donde permaneció de pie mientras esperaba ver a la bruja. volvió a suspirar como si eso lo ayudara calmar un poco el ambiente que ya se sentía tenso
  13. -Todo lo contrario te vez muy bonita- No puedo reprimir una sonrisa al escucharla preocupada por como se veía en ese momento,callo mientras ella soltaba palabras tratando de explicar lo que ocurría y la sonrisa de Farkas se volvió amarga y de pronto un ola de recuerdos invadió su cabeza, su cuerpo se tenso un poco -Aun que no lo creas te entiendo todos tenemos a alguien a quien deseamos volver a ver- Sujeto el mentón de la bruja y lo elevo un poco para poder mirarla con detalle y mientras el se disponía a memorizar sus facciones delicadas y femeninas, Sol le hacia una petición que no esperaba. Enarco una ceja y se inclino sobre ella depositando un beso en su frente -Tranquila- le susurro con los labios aun pegados a su frente. -No tengo intenciones de soltarte, de hecho.... -hizo una pausa en la cual se alejo para volver a mirarla a los ojos y con una sonrisa lasciva siguió hablando - se siente muy bien tenerla tan cerca Sol Lestrange - estaba casi seguro que ese comentario iniciaría una posible discusión pero prefería escucharla gritar que llorar.
  14. Cuando la sintió pegada a su pecho no pudo reaccionar en un primer momento, sus brazos simplemente cayeron a los costados de su cuerpo, como único movimiento tubo el mover la mano para guardar su varita. La respiración de Sol estaba un poco agitada y ella lo abrazaba con tanto fuerza, que aunque no fuera un gesto natural en el su cuerpo reacciono por sí solo, sus brazos rodearon el frágil cuerpo femenino que se aferraba a él como un náufrago a una tabla. Cuando ella levanto la vista y por fin se atrevió a mirarlo, los ojos le brillaban por culpa de las lágrimas que lo habían humedecido al extremo, su mejillas se teñían de rosa con mayor intensidad a medida que los segundos pasaban y sus labios… el demonio detuvo su mirada en ellos, estaban un poco hinchados, el color carmesí los hacia resaltar, lucían terriblemente suaves y tentadores. Ella balbuceaba frases incompletas, mientras intentaba sutilmente liberarse del amarre que el demonio había formado alrededor de su cuerpo. El demonio mantuvo a Sol pegada a su cuerpo apoyando toda su mano en su cintura ejerciendo un poco de presión para que no pudiera alejarse, mientras su otra mano se elevó hasta el rostro de la bruja, acariciando su mejilla con la yema de sus dedos secando la última lagrima que resbalada por su mejilla, para luego posar su dedo índice sobre los labios de la bruja callándola. -Paso a paso- susurro- Llegue hoy, no me preguntes como llegue hasta aquí creo que fue instinto o algo así- decía mientras sus dedos recorrían lentos los labios de la bruja para luego acariciar despacio el contorno de su mandíbula. -Que fue lo que paso? Que te hicieron para que lloraras de esta manera?- pregunto con un poco de furia en la vos, si bien él había peleado un millar de veces con ella, Sol jamás se había mostrado débil y si bien él había hecho llorar a mucha mucha gente, por alguna razón las lágrimas de aquella mujer le sabían amargas.
  15. Habían pasado meses desde la última vez que estuvo por Ottery, como siempre se había marchado dejando muchos, demasiados asuntos pendientes, pero como evitarlo cuando su presencia era requerida en aquel lugar el solo podía acudir al llamado sin oponer resistencia ese fue el trato. Un bufido escapo de sus labios mientras sus pies lo guiaban a un lugar del cual solo había escuchado hablar y en donde esperaba encontrar a cierta persona a la que deseaba ver a pesar de saber de ante mano que verla era sinónimo de una discusión absurda y por lo general ambos terminarían enojados y frustrados, pero eso también era algo que no podía evitar… buscarla. Y allí estaba el demonio con apariencia de hombre erguido desplegando toda su altura, con el cabello rubio algo alborotado que le daba un aire más jovial a su sobria vestimenta que contaba de un traje gris oscuro, camisa blanca, una corbata que combinaba con el traje, zapatos oscuros y elegantes. Caminaba con completa soltura surcando el gran jardín principal del imponente y llamativo castillo un poco parecido al lugar donde creció pensó mientras se acercaba a la puerta pero este pareceia ser mucho menos lúgubre, sonrió de lado mientras se proponía a llamar a la puerta, pero esta se abrió incluso antes que sus nudillos las tocaran. Entrar a una casa sin ser anunciado podría ser considerado una ofensa o tal vez un ataque, pero imprudente como solía ser entro, el lugar parecía desierto, el recibidor, la sala en completo silencio. Subió lentamente las escaleras, y mientras lo hacia una duda surgió en su cabeza, ¿Dónde estaban todos? Eran de público conocimiento los continuos ataques entre bandos en esta ciudad y la crueldad con la que cada pelea de poder se llevaba a cabo. Mientras seguía merodeando como si esa fuera su casa y sin toparse siquiera con un sucio elfo escucho algo parecido a un sollozo, sus músculos se tensaron y en el bolsillo de su saco busco su varita, camino lento acercándose a la habitación de la cual provenían los lamentos que parecían ser sofocados. Un millar de imágenes cruzaron por su mente, ninguna de ellas era agradable y por alguna extraña razón sintió miedo que algo le estuviera pasando a ella. A aquella molesta mujer con la que siempre peleaba pero a la que siempre iba a buscar ni bien llegaba a Ottery. No lo medito e irrumpió de golpe en la habitación, empuñando la varita, con cada musculo de su cuerpo listo para reaccionar a lo que fuera que encontrara dentro, bueno a casi lo que fuera porque lo que encontró lo dejo descolocado, esperaba encontrar…. Cualquier cosa menos a aquella mujer tendida en la cama abrasada a una almohada llorando completamente indefensa y él se sentía completamente inútil, tanto que apenas y articulo su nombre –Sol???- mientras bajaba impotente la varita.

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