-Como mande, jefa- Respondió con una sonrisa a la mujer que lo acompañaba, mientras ella invocaba un fuego maldito, del cual salió una impresionante ave de rapiña, la cual terminó calcinando la puerta del castillo.
-Quiero divertirme un poco a solas- Dijo el castaño a su acompañante, a la vez que, sin esperar respuesta suya, corría usando su velocidad de vampiro para correr por distintos lugares del castillo. -Es una lastima que no tenga más rango en el bando para esto. Pero bueno... ¿Qué diversión había si usas hechizos que te simplifican todo?- Se dijo a sí mismo, mientras apuntaba a una de las ventanas con su varita. -¡Confringo!- Exclamó emocionado mientras sus ojos tomaban un color ambarino,y veían cómo explotaba una ventana. Sonrió al ver los cristales volando en todas direcciones. -¡Esto... es... genial!- Exclamó, mientras repetía el procedo una y otra vez, en una ventana diferente, y desde puntos diferentes. Aquél alboroto le encantaba, le hacía sentir otra vez como si estuviera en Japón, en las épocas en las que su existencia se basaba en el asesinato de distintos seres.
-Me encanta esta remodelación- Dijo, mirando los efectos de los hechizos de sus compañeros. Si había algún inocente atrapado dentro del lugar, no le importaba. Era cosa del destino decidir si vivían o morían.