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Adry Weasley

Magos
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  • Ingresó

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Acerca de Adry Weasley

  • Cumpleaños 6 Diciembre

Ficha de Personaje

  • Nivel Mágico
    1
  • Rango Social
    Unicornios de Bronce
  • Galeones
    2026
  • Ficha de Personaje
  • Bóveda
  • Bóveda Trastero
  • Bando
    Neutral
  • Familia
    Gaunt
  • Trabajo
    0
  • Raza
    Licántropo
  • Graduación
    Graduado
  • Puntos de Poder en Objetos
    20
  • Puntos de Poder en Criaturas
    10
  • Puntos de Fabricación
    0
  • Rango de Objetos
    10 a 200
  • Rango de Criaturas
    10 a 200
  • Conocimientos
    Aritmancia
  • Medallas
    6000

Profile Information

  • Casa de Hogwarts
    Ravenclaw
  • Género
    Male
  • Location
    España

Logros de Adry Weasley

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118

Reputación

  1. Buenas tardes. Me pasaba simplemente para decir que el conocimiento que escojo tras aprobar el TIMO será la aritmancia. Muchas gracias y disculpen por la demora.
  2. La noche iba viento en popa y los magos cada vez parecían estar más y más pegados, y eso que se habían conocido en cuestión de horas en una taberna. Ebrio no era la palabra perfecta para describir en ese preciso instante al Gaunt, sino más bien contento, por lo que era plenamente consciente de sus actos en todo momento. Aunque tal vez no negaría en culpar al alcohol por sus depravados actos. Pero lo primero, era lo primero, y debía desinfectarse esa herida lo antes posible. Arqueó una ceja al escuchar el comentario de la ojiverde. Tal vez Adry abusara de sus elfos domésticos en exceso, pero… ¿para que estaban si no? Él solía estar más ocupado de otros asuntos que de limpiar o hacer cualquier otra cosa que le quitase tiempo. –A lo mejor no sé ponerme el pantalón solo, pero quitármelo sí que sé.- Soltó chistoso el licántropo con una sonrisilla en sus labios. Acto seguido Alegna se acercó hacia la herida del muchacho, y en el momento en el que levantó la toalla el castaño tragó saliva y sin saber por qué comenzó a ponerse nervioso. –Sí, sí. Está bien.- Dijo con un tono de voz acelerado. Finalmente la chica parecía haber optado por utilizar la manera más rápida y fácil para curar el corte que tenía Adry en su pierna. –Gracias.- Agradecía el joven mago observando como su acompañante se servía grácil una nueva copa. El italiano todavía tenía su vaso de bourbon medio lleno, por lo que no necesitaba rellenarse su bebida, no obstante le dio un gran trago que con escasa diferencia terminaría con ella. No entendía porque estaba nervioso, pues no era la primera vez que trataba con chicas de tal calaña, pero una cosa era segura y es que con aquella copa pasaría a estar delirante. El corazón del Gaunt comenzó a latir a mil por hora, no sabía si lo que estaba haciendo estaba bien, o mejor dicho, lo que estaba a punto de hacer. Agarró su vaso y le dio el último trago, el trago que le hizo armarse de coraje, cambiar las luces y ambientar la situación. –La noche no ha terminado.- Apuntó el chico entre susurros y acercándose lentamente hacia la boca de la ojiverde para culminarlo en un beso. –De hecho, la noche está a punto de empezar.- Continuó dejando escapar una sonrisa ladina. El deseo que sentía era evidente, y el castaño no se cortaría en mostrar sus pasiones más recónditas. Sabía de sobra que desde el primer momento que la vio comenzó a sentir aquella atracción que se le hacía tan difícil ocultar por cada segundo que transcurría. Ese momento ya se había vuelto completamente intenso. –No te voy a obligar a hacer nada que no quieras.- Musitó Adry, mientras iba besando el cuello de la ojiverde tenazmente. Llegado a ese punto, la inquietud se había disuelto por completo entre la pasión de cada beso y nada más que disfrutar de aquel momento le haría perder la cabeza. No sabía que pasaría a la mañana siguiente, pero una cosa tenía clara, como los antiguos decían: Carpe Díem. Y así lo haría, encerrando el placer en su habitación, juntando sus caderas, juntando la atracción con el calor. @@Alegna Black
  3. Como buen mandado que era, Gother se dispuso a preparar la bebida a la acompañante de su Amo. Él nunca solía entrometerse en los planes de Adry y mucho menos en su vida privada, pues sabía por experiencia propia que no acabaría bien parado. –Esta chica tiene algo que no me gusta…- Susurraba Lanna a su compañero sin apartar la mirada de Alegna. –Aquí tiene señorita.- Dijo el elfo entregando la bebida indicada y volviendo hacia el armario de los licores para servir un bourbon al licántropo. -Señorita. Una pregunta ¿Usted de qué familia viene? Pregunto, porque hay muchas interesadas en formar parte de esta familia.- Continuaba insistiendo la elfina con su típico tono de voz chillón y un tanto desagradable. Por suerte para Lanna, era la mimada de Adry no trataría nunca de herirla. A los cinco minutos, el italiano salió del cuarto de baño con su cabello un tanto humedecido aunque peinado y con una toalla blanca atada a su cintura. –Ya estoy.- Dijo el Gaunt cerrando la puerta del daño, ya que desprendía mucho bochorno. -¿Te están causando algún tipo de problema?- Preguntó Adry agarrando su vaso, sin ni siquiera mirar a los ojos a Gother que se lo servía. Dio un gran trago de su licor y acto seguido se sentó en su gran cama apoyándose en el respaldo. La herida no parecía estar demasiado mal, aunque siempre es recomendable desinfectarlas para prevenir infecciones. -¿Estás cómoda? Cualquier cosa que necesites puedes pedírsela.- Apuntó el joven mago señalando con la mirada a sus elfos. -Traed el botiquín.- Ordenó Adry, y rápidamente Gother apareció con lo mandado. -¿No querrá usted curar a mi Señor, no?- Preguntó la elfina retando a la ojiverde, con una sonrisa maliciosa. El licántropo sentía como si su elfina creara un mal ambiente en aquella habitación y desde luego él no quería causar esa impresión a Alegna. –Os voy a pedir que abandonéis la habitación. Si requerimos de vuestros servicios ya os llamaremos. Ahora marchaos.- Ordenó el Gaunt con un tono serio y seco e intentando no perder las formas frente a su invitada. ¿Ahora quién curaría a Adry? Él no tenía mucha idea de qué hacer con todos aquellos botes, vendas y tiritas que se encontraban en el botiquín, pero sino quedaba otra se curaría con magia, pero siendo esta la última de sus opciones. @@Alegna Black
  4. Caminaba por las calles de Ottery junto a la ojiverde con quien había estado visitando previamente el Caldero Envenado y tomando unas copas. No se podía calificar la velada mantenida en dicho lugar pues habían acaecido hechos imposibles de creer, como dirigirse hacia el cuarto de baño y acabar empapado de vino en la bodega. El italiano no gesticuló palabra alguna durante el trayecto hacia su hogar, el Castillo Gaunt, pues era entonces cuando aquel corte en su pierna comenzaba a doler realmente, pero como el hombre que era no dejó escapar ni siquiera un gemido de dolor. Tras unos minutos caminando arribaron a su destino y encontrándose frente a las verjas que los separaban del vasto jardín con el que contaba la familia Gaunt. No eran unas horas muy prudentes para llegar a su casa y mucho menos con las pintas que llevaba, aunque por suerte su camisa blanca era cubierta por su negra túnica, pero su pantalón roto, ensangrentado y con una gran mancha de vino no pasaba por alto ¿Cómo esquivar a su familia? Pues parecía que la Planta Baja del castillo había alguien vagando y no quería arriesgarse… -Entraremos por la parte de atrás del jardín.- Comentó el castaño empuñando su varita, con la que hizo un juego de manos y mágicamente la verja se abrió dándoles paso al interior del castillo. Como buen caballero que era, dejó paso primordialmente a su acompañante y acto seguido fue él quien se adentró a los terrenos de su familia. -¿Bonito verdad?- Soltó el joven mago admirando la belleza del paisaje que ofrecía el jardín aquella noche. En la parte trasera se encontraba una piscina, pero en ese preciso instante no dispondrían de ella. Aunque allí se encontraba una puerta en la que poder acceder al interior de su hogar. –Vale ya estamos llegando. Mi habitación está en la cuarta planta.- Decía el licántropo un tanto sofocado, pues subir las escaleras con la pierna herida era un trabajo duro… Una vez allí, el Gaunt caminaba paulatinamente intentando hacer el menor ruido posible. Aunque justo antes de llegar a su dormitorio la puerta se abrió. –Muy buenas noches señor.- Saludó su elfo movimiento sus manos como si tramara algún plan diabólico, pero nada de eso. -¿¡Por las barbas de Merlín, Señor!? ¿Qué le ha sucedido?- Exclamó una elfina que aparecía tras este otro. –¡No hagas ruido!- Ordenó el castaño irritado, ya que no quería alertar de su presencia. Tomó de la mano a Alegna y rápidamente entraron a la habitación y cerró con cuidado de no dar un portazo. -¿Quién es está chica?- Preguntaba resentida la elfina Lanna, poniendo malacara a la ojiverde. –No es de tu incumbencia. Servidle lo que guste.- Mandó a sus elfos. –Voy a tomarme una ducha antes de nada.- Anunció Adry a la chica y extendiendo su mano ofreciéndole asiento a su acompañante en un gran sofá que se encontraba a un extremo de la habitación. -¿Qué desea señorita?- Inquirió Gother con una voz temblorosa por su avanzada edad. -¿Qué quieres de mi Señor?- Preguntó soezmente la elfina, quien recibió un codazo por parte de su compañero. –Siempre igual de molesta…- Susurraba Gother negando con la cabeza. @@Alegna Black
  5. El rostro de Alexis no mostraba ningún tipo de júbilo al encontrarse con su familia, de hecho todo lo contrario, era un tanto espeluznante vez los ojos de la chica tan bella tan oscuros como el tizón ¿Habría problemas entre su familia y ella? Ahora él italiano se percataba del pequeño detalle de que su familia trataba de meterse con ella para hacerla rabiar. –Yo también me alegro de verte. Nox.- Contestó al chico con el que compartía clase en Hogwarts. –¿Tener cuidado?- Rió el Gaunt. –Una aventura no es divertida sino huele a peligro.- Concluyó con una sonrisa perversa. Las siguientes palabras de la Black Lestrange asombraron al italiano, haciéndole pensar si de verdad ella quería continuar disfrutando de la noche en su compañía. –Wow, tal vez sea cierto que eres peligrosa.- Comentó el castaño tras las palabras que le dedicó la chica a su propio hermano, aunque verdaderamente causaron gracia al licántropo y así lo expresó con una carcajada. Adry observaba como su acompañante tomaba una botella ¿Tal vez debería ofrecer su ayuda y ser caballeroso? Pero parecía que esta no necesitaba su ayuda para nada. –Busco una cosa, sí. Busco pasar un rato agradable y ¿por qué no decirlo? Conocerte.- Decía el Gaunt con los ojos clavados en los de Alexis y un tono de voz atrayente. Arrebató con delicadeza la botella de entre las manos de la chica y ejerciendo fuerza, consiguió descorchar la botella. –Podríamos ir a algun otro lugar más… No sé… Sublime, para disfrfutar de este vino ¿No crees?- Opinaba el licántropo tornando su mirada en los jardines de la Mansión. Tenía entendido que el hogar de Alexis contaba con un hermoso lago y no había nada mejor que admirar el hermoso reflejo de la luz de la luna. A lo mejor, por el hecho de ser mitad lobo Adry disfrutaba estando en contacto con la naturaleza. @@Alexis Miller @
  6. Si Alexis le ofrecía bebida no iba a rechazarla, de hecho no rechazaría ningún plan que le ofreciese, pues realmente disfrutaba con tan solo su presencia. De un momento a otro comenzaron a aparecer familiares de la joven y para el licántropo fue una situación un tanto confusa, ya que no conocía a nadie allí. La chica de la bata hizo un comentario que embrolló al italiano ¿Cómo que su cena? ¿Acaso Alexis iba a matarlo y comérselo o estaría pensando en otras cosas? De igual modo, él era un licántropo por lo que sabía defenderse por sí solo. Dicen que las presentaciones pues depende de estas en cómo se desarrollará la relación. –Encantado, Adry Gaunt.- Dijo, tomando la mano de Alegna y besándola. Adry recorrió con la mirada de arriba abajo a la chica que vestía simplemente con una bata oscura y acto seguido le dedicó una sonrisa mostrando sus blancos dientes. Se adentró un paso a los jardines de la mansión y se tomó una fresca cerveza, aunque Alegna no tardó mucho tiempo en alejarse de los jóvenes. Pero en el momento que se disponía a alejarse, aquella bata se abrió mostrando las prendas que vestía. Una sonrisa por parte del castaño dejaba ver como su mente maquinea. Pero antes de irse la chica ofreció alojamiento junto a su dormitorio, parecía bastante tentador pero su noche con Alexis parecía prometer por lo que se abstuvo a dar respuesta alguna y tan solo dedicó una sonrisa un tanto forzada a la joven. Dio el último trago a su cerveza y volteó su mirada para clavar sus ojos en los de Alexis. –Qué familia tan peculiar.- Comentó con una risotada. @@Alegna Black @@Alexis Miller
  7. Parecía que después de todo, la noche no iba tan mal como Adry se esperaba. Cierto es que nunca sabes que te depara el futuro, o en este caso quien, aun así el Gaunt no esperaba conocer a alguien que superara sus altas expectativas. Tal vez fuera la excepción que rompe la regla o tal vez el efecto del alcohol, en esa chica había algo… algo que atrapaba al licántropo en su juego, al que ya había entrado. Pese a su perseverancia por conocer el nombre de la joven, todas sus preguntas fueron en vano ¿Por qué tanto misterio? Dicen que lo bueno se hace esperar y que la espera merecerá la pena, por lo que no cesarían sus intentos. Sus padres siempre le dijeron que no hablara con desconocidos, claro que nunca dijeron nada de entrar en sus casas. –Me parece estupendo.- aceptó el italiano dibujando una sonrisa ladina en sus labios. Adry no podía permitirse el lujo de que lo vieran con aquellas pintas por las calles, por lo que antes de abandonar el local, se ajustó y abrochó su blanca camisa y acto seguido y con mucha maña se colocó la corbata alrededor de su cuello. Una vez listo, miró a los hermosos ojos de la chica y ambos pusieron rumbo a las abrumadoras calles de Ottery. Durante el trayecto hacia el hogar de su acompañante, fue inevitable mirar de vez en cuando de reojo a la chica analizando todos y cada uno de sus elegantes movimientos. Apenas demoraron en llegar a la Mansión Black Lestrange y así el Gaunt cayó en la cuenta del origen de la chica. –Me gusta el riesgo.- Respondió el licántropo guiñándole un ojo. En un abrir y cerrar de ojos, un elfo apareció frente a ellos y finalmente revelando la identidad de la bruja. –Alexis…- Dejó escapar Adry en un susurro, sonaba realmente bien su nombre dicho por él. –Bonito nombre, Alexis.- Dijo con un tono deleitable. El Gaunt hizo caso omiso a aquel elfo, pues él era un tipo que despreciaba a dichas criaturas, incluso a los de su posesión, aunque con su elfina parece congeniar mejor. -Si tienes mejores planes…- Dejó en el aire el italiano apoyado en la reja, sin poder apartar la mirada de los ojos azules de Alexis ni quitar de su rostro esa sonrisa tonta. @@Alexis Miller
  8. Pasando su mano por su sudorosa frente para secarse, se apoyó sobre una baranda de madera cercana a la mesa de billar donde se debatían en duelo los dos magos. El Gaunt asintió con la cabeza al escuchar las palabras de la chica, quien dejaba embelesado al castaño con su fastuosa sonrisa. La sonrisa de cada persona hablaban mucho de cada uno y en ella, el licántropo pudo ver los secretos que parecía esconder la chica de nombre desconocido. Las siguientes palabras de la chica hicieron mella al italiano, parecía que sabía cómo atraer al juego al mago, como el amo y su sumisa. Fue inevitable dejar escapar una leve carcajada, no de burla, sino por los dobles sentidos que tiene las palabras. Una cosa estaba clara, por haber conocido a esa chica ya había valido la pena haber salido. Quería su compañía, la noche recién acaba de dar su comienzo y tenía las expectativas bastantes altas. Cierto era que Adry no se había presentado aún, se había dejado llevar por el juego que ofrecía la chica. –Disculpa.- Avanzó con un paso firme y decelerando hasta ubicarse junto a su oponente. –Adry Gaunt, un placer.- Se presentó besando la mano de esta suavemente y clavando su mirada en sus ojos hechiceros. Por todos es sabido que el italiano es una de las lenguas más bellas existentes, y al ser la lengua natal del Gaunt, en dicho idioma fue su presentación. Tras el fatídico turno de la chica parecía que la partida no iba a ser muy prospera, tal vez otras cosas saldrían mejor aquella noche. –Tal vez no es nuestro destino seguir juagando a este juego.- Comentó con un guiño de ojo y una sonrisa pícara, acto seguido dio un buen trago a su vaso.
  9. Un nuevo juego estaba dando comienzo, no solo en la mesa de billar, sino también entre los dos jóvenes. Hacía tiempo que el italiano no había tratado con dama de tal calaña, aunque no por ello había perdido sus tácticas y sus buenas maneras de embaucarlas. Sin conseguir apartar su mirada, observó como la chica de nombre desconocido se aproximaba hacia él. El castaño quedó embelesado con la belleza de esta, Adry quedó sin aliento alguno con su llegada, como si le estuvieran oprimiendo. Con una gran bocanada de aire consiguió salir de esa especie de trance que lo tenía embaucado, y con una sonrisa ladina guiñó un ojo a la chica. –Juego.- Contestó con un tono de voz seductor y grabe, sin perder la sonrisa de su rostro. Sabía que una vez que entrara al juego, sería muy difícil salir de él, aunque ciertamente le encantaban, y más si era el vencedor. Como gran caballero que era dejó iniciar la partida a la chica, quien inclinada en la mesa golpeaba la bola para romper el triángulo formado por las quince bolas. Instintivamente, el Gaunt que se encontraba tras la joven, la recorrió con su mirada de pies a cabeza y un calor comenzó a emerger de su interior. Con su mente en todas partes menos en la mesa de billar, se armó con el valor suficiente para preguntar por su identidad. – ¿Con quién tengo el gusto de jugar?- Curioseó con el mismo tono de voz, mientras daba tiza a su palo de billar. Era un juego que no disfrutaba con tanta frecuencia como lo hacía con el futbol, que a pesar de ser un deporte muggle era su favorito. Aun así tenía las expectativas altas de ganar la partida, aunque esa idea se le vino abajo cuando llegó su turno y golpeó la bola. << ¡Ni una sola bola! Serás inútil…>> Se laceraba a sí mismo. Tal vez por vergüenza no miró a su contrincante, aunque con una copa o dos más esa vergüenza se disiparía rápidamente. –Voy a por unas copas.- Anunció con una voz seca y acto seguido puso rumbo a la barra. Las aburridas palabras del castaño habían pasmado incluso a él, no solía ser así de est****o ¿Qué le estaba sucediendo? Tal vez, el hecho de estar acostumbrado a creerse el mejor influía bastante en su comportamiento usual. Debía cambiar esa actitud necia inmediatamente, por lo que una bebida bien cargada sería la idónea. Un vaso de storh, una de las bebidas más alcohólicas que nunca antes había probado. Nuevamente volvió a la mesa de billar junto a su rival, pero no sin antes dar un buen trago a su copa. Su garganta ardió lo más grande y con un carraspeo, retornó al juego. –Aquí tienes.- Dijo colocando el vaso en la mesa de billar. –Si te parece demasiado, puedo ayudarte.- Cada vez se iba aproximando más y más a la boca de esta, aunque por el momento evitó una situación precipitada. El alcohol y sus deseos hicieron que el chico comenzara a sentirse acalorado y las primeras gotas de su sudor aparecían en su frente, quitándose la corbata y desabrochando los dos primeros botones de su camisa, se arreglaría fácilmente.
  10. La noche no había estado mal, de hecho bastante bien, habían pasado varios meses desde que el castaño no pisaba una fiesta y tal vez sería esa la razón por lo que la cogió con tantas ganas. Toda la noche bailando traería consecuencias, unas grandes ojeras que no pasaban por desapercibidas y un gran dolor de pies que parecía como si anduviera sobre agujas. En definitiva, necesitaba un descanso bien merecido. Apenas podía mantenerse erguido, aparte del dolor de pies, el alcohol había hecho bien su trabajo y ahora se encontraba ebrio, aunque no suficiente como para ir llamando la atención por las calles de Ottery, aun así una gran macha roja de vino en su camisa blanca daba el cante. Cuando por fin llegó al Castillo Gaunt, se dio cuenta de que estaba verdaderamente alejado del resto de las residencias familiares. De igual modo no dejaría de querer visitar su hogar todas las veces que hicieran falta, aunque en ese estado el licántropo no lo admitiría. Empuñando su varita y haciendo un juego de manos, un tanto tembloroso, las puertas de su morada le abrieron paso. Eran unas horas muy poco prudentes, por lo que la mayoría de sus familiares se encontrarían durmiendo, como debía ser. Por lo que cauto y sigiloso, subió las escaleras paulatinamente. A pesar de poner todo su empeño en no hacer ruido, el joven Gaunt se tropezó con uno de los escalones haciéndolo caer estrepitosamente. –Genial…- Soltó en ese preciso instante y pasando su mano por su cabeza recién golpeada. Parecía que no había despertado a nadie, pues aparentemente él no vio a ninguno de sus familiares. Una vez en su habitación, cerró sin dar portazo y se lanzó a su cama para descansar de una vez por todas. Pasaron varias horas hasta que Adry despertó de sus placidos sueños y la embriaguez parecía haber amainado durante la mañana, aunque el dolor de cabeza persistía aún. Su ropa desprendía un terrible hedor a sudor y alcohol, por lo que con cara de repugnancia arrojó la ropa lo más alejado posible y se tomó una ducha para refrescarse. Sus elfos mientras tanto, recogieron la habitación como buenos siervos. Así pues, cuando salió de la ducha no tuvo que dedicarse a ordenar su cuarto, sino a elegir una ropa adecuada para vestir por el Castillo.
  11. Había sido una tarde demasiado vigorosa aunque solitaria para el italiano, no tener nada que hacer era realmente irritante ya que con o sin ganas terminaría por tonificar su cuerpo. Le gustaba estar haciendo cosas, en movimiento y no tirado en la cama mirando a las musarañas y desperdiciando su valioso tiempo. Por lo que decidió que ya era hora de salir a tomar un poco el aire y recuperar toda la energía con unas copas. Para cambiar un poco, ese día se cambió su tupe. En vez de peinarlo para la derecha, como solía hacer, lo peinó en sentido contrario. Eso sí, sin perder ese toque de hombría tan característico en él. Incluso se decidió vestir ropa muggle y dejar en la percha aquella túnica negra tan poco atractiva. Una camisa blanca ajustada a su cuerpo para marcar bien su silueta y un pantalón entubado negro que combinaba a la perfección con la corbata que rodeaba su cuello. Una vez listo, agarró su varita y unos cuantos galeones y se dispuso a salir del castillo Gaunt, pero no sin antes mirarse al espejo para verificar que estaba prefecto para abandonar el lugar. Con las manos guardas en los bolsillos, un paso firme y sugestivo avanzaba por las calles del callejón Diagón en busca de un local para pasar un rato agradable. Cuando pasó cerca del Eliviris parecía que había buen ambiente, por lo que sin pensárselo dos veces se abrió paso hasta su interior. Había buena música, alcohol y nada menos que una mesa de billar ¿Qué más podría pedir? Era el lugar idóneo para pasar el rato. Antes de nada, se acercó a la barra para pedir un vaso de bourbon, el cual no tardaría nada tomarse pues era una de sus bebidas preferidas. Después se acercó hacia la mesa de billar para jugar un rato, hasta que la primera copa se le acabó. Por lo que aun sobrio, alzó su cabeza y fue inevitable fijar su atención en una chica bastante atractiva aunque desconocida que se encontraba entre la multitud. No podía evitar apartar su mirada de los ojos azules de aquella joven, a quien deseaba cada vez más y más conocer.
  12. @ Muchas gracias Anne, me da mucha alegría que vuelvas a ser mi mamá Recién acabo de poner las nuevas modificaciones en mi ficha para con la bóveda y para indicar que eres mi madre. Me pasaré por el castillo lo antes que pueda para rolear y me pondré al día con Hogwarts, esta vez es la definitiva, seguro. Y nuevamente gracias por ofrecerme vuestra ayuda, muchos bessos!
  13. Holaa! Vengo a dejar unos cambios por aquí, muchas gracias por adelantado! Adry Gaunt Karkarov http://www.starmedia.com/imagenes/2014/09/cuentas-instagram-moda-masculina-destacado.jpg Nombre del personaje: Adry Gaunt Karkarov Sexo: Masculino Edad: 19 años, aunque aparenta 23 Nacionalidad: Italiano Familia(s): Familia Sanguínea: Gaunt Familia Sanguínea: Karkarov Padre(s) Sanguíneo: Anne Gaunt Padre(s) Adoptivo: -- Trabajo: -- Poderes Mágicos: -- Rango Social: Aprendiz Bando: Neutral Rango dentro del Bando: -- Nivel de Poder Mágico: -- Puntos de Poder en objetos: 20 Hechizos adicionales: -- Puntos de poder en criaturas: 30 Criaturas controlables en asaltos y duelo: -- Habilidades mágicas: -- Conocimientos especiales: -- Medallas: -- Perfil de Personaje Raza: Licántropo. Aspecto Físico: Adry es un chico de cabello castaño con algunos reflejos más claros que otros, suele cambiar su peinado de vez en cuando para no parecer muy repetitivo. Sus ojos son una mezcla de color marrón con chispas verdes. Es un varón de complexión muy fibrosa, pues le encanta hacer deporte, suele dejarse barba vez en cuando y mide 1,84 de alto. Tiene los dientes muy bien alineados y blancos, siendo en él uno de sus puntos más atractivos. Su tez es bronceada, su mandíbula está bien marcada, en su brazo se puede distinguir un mordisco de lobo, del cual recibió la licantropía. En la parte trasera de su cuello se puede apreciar un tatuaje con letras chinas. Cuando se transforma en lobo, su pelaje en pardo con algunas partes grisáceas, sus ojos son de color más oscuros que la sangre y suelen brillar les en la oscuridad. Cualidades Psicológicas: El castaño es afable con la mayoría de la personas de su círculo, aunque con los desconocidos tiende a ser distante hasta que se gana su confianza. Es un chico vanidoso y su imagen es una de las cosas más importantes, pero a pesar de ello es perspicaz y sabe resolver los problemas con su maña. Le gusta vivir aventuras haciendo de su vida una gran historia, no le gusta que le corrijan sus errores aun sabiendo que no lleva la razón. Respecto algunos temas, es bastante indeciso, y hasta que obtiene una solución satisfactoria no deja de dar vueltas a su cabeza. Le gusta salir solo o acompañado, no soporta estar encerrado en cuatro paredes por mucho tiempo. Respecto al amor es bastante selectivo y con su labia suele conquistar a las chicas, por la norma primero se fija en su físico, aunque eso es solo una envoltura, lo más importante es el interior de una persona. Historia: Adry nació en Roma, desde pequeño no supo nada de su familia mágica, pues se crió en el seno de una familia muggle. Era un niño muy aventurero y vivaz, le gustaba correr por el campo hasta que un día jugando se topó con una gran lobo de ojos rojos que le dio un mordisco y así es el porqué de su licantropía. En su adolescencia descubrió sus dotes mágicas y se dedicó a ellas en lugar de sus estudios. Su familia lo repudió al enterarse de su origen, y este curioso, decidió ir en busca de su familia biológica. Viajó hasta Inglaterra en su busca, y en dicho trayecto adquirió los rasgos de suspicacia ante lo desconocido. Además de mayor autocontrol en sus ataques de ira, y más experto en el amor, pues dejó a una chica que marcó un antes y un después en su vida. Cuando concluyó su aventura a lo largo de Europa, conoció a toda su familia y comenzó a estrechar sus lazos con estos. Tiempo después, comenzó sus clases en Hogwarts dispuesto a convertirse en un mago de provecho. Pertenencias Objeto mágico legendario: -- Objetos mágicos: Objeto: Varita Clasificación: AA Puntos de poder: 20 puntos. Pociones mágicas: -- Criaturas mágicas: Criatura: Pantera Negra Clasificación: X Puntos de poder: 10 Criaturas en la reserva: -- Libros de hechizos: -- Poderes de criaturas: -- Tipo de Poder: -- Elfos: Gother y Lanna Licencias, Tasas y Registros Licencia de Aparición: -- Licencia de Vuelo en Escoba: Aprobada Registro de XXX: -- Pasaporte: -- Personajes Secundarios: -- Otros Datos - Le gusta mucho el deporte, una de sus actividades favoritas es jugar al fútbol y nadar en el mar y en la piscina, aunque juega a todo lo que se le ponga por delante. - Es un fanático del orden y la limpieza. - Le gusta vestir a la moda siempre y oler siempre a perfume de hombre. Una de sus manías es crujirse el cuello y los dedos. - Habla con bastante fluidez el italiano y el inglés. - Gother: Es un pequeño elfo con grande orejas, narigudo, muy mala dentadura, ojos negros, viste un trapo amarillento sucio, en lo que en un principio fue blanco. Es serio, distante, aunque todo lo ordenado lo realiza a la perfección y siempre discute con Adry. - Lanna: Es una elfina de piel blanca, ojos verdosos y siempre deja sueltos sus cortos y castaños pelos, viste un trozo de tela cada vez de una forma distinta que suele ser de color grisáceo o morado oscuro. Es muy torpe, creída y la favorita de Adry. - Bagheera (Pantera Negra): Es un animal muy dócil y fiel a su dueño. No ataca a los desconocidos ni se muestra agresivos ante ellos, a no ser de que alguien trate de herir a Adry. Es macho y sus ojos sonde un azul muy puro. Cronología de cargos: -- Premios y Reconocimientos: -- Links de Interés Referentes al Personaje Link al Perfil de Comprador MM: 220 Link a Bóveda Personal: Bóveda nº 101623 Link a Bóveda Trastera: Bóveda nº XXXXX Link a Bóveda de Negocio: Bóveda nº XXXXX Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda nº102403 Link a Bóveda Familiar 2: Bóveda nº107662
  14. Holaa! me paso a dejar mis datos y espero estar pronto roleando en el castillo con esta gran familia, muchos abrazos! Nombre: Adry Weasley Ficha de personaje: 101598 Bóveda personal: 101623 ¿Qué parentesco quieres tener y con quién? (en caso de existir preferencias): Hijo de Anne Gaunt, siempre y cuando ella quiera. Y hermanito mimado de Mery Bando de preferencia: La Marca Tenebrosa Link a una imagen de tu habitación para el castillo: Así ¿Dónde estará tu habitación? (Hay siete plantas, sótano-subsuelo y tres torres: sur, oeste y este): Cuarta planta. Mascotas y/o elfos (si se tienen. Por favor, detallar para poder poner en lista): Pantera negra, Bagheera Elfo, Gother Elfina, Lanna Cumpleaños: 6 de Diciembre. Contacto (skype, facebook, yahoo...)*: Skype -> Adri Ghdz Espero que esté todo correcto, en caso contrario me pasaré lo antes posible para solucionarlo. Saludoos!!
  15. Holaa, aquí dejo mi inscripción para el quinto año.
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