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racks1804

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racks1804 ganó por última vez el día 17 Junio 2018

¡racks1804 tenía el contenido más querido!

Ficha de Personaje

  • Nivel Mágico
    2
  • Rango Social
    Unicornios de Bronce
  • Galeones
    2850
  • Ficha de Personaje
  • Bóveda
  • Bóveda Trastero
  • Bando
    Neutral
  • Familia
    Rambaldi
  • Trabajo
    0
  • Raza
    Demonio
  • Graduación
    Graduado
  • Puntos de Poder en Objetos
    20
  • Puntos de Poder en Criaturas
    0
  • Puntos de Fabricación
    0
  • Rango de Objetos
    10 a 200
  • Conocimientos
    Transformaciones
    Idiomas
  • Medallas
    6000

Profile Information

  • Casa de Hogwarts
    Gryffindor
  • Género
    Male

Contact Methods

  • Skype
    racks1804

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Reputación

  1. Te dejo amor Tenebroso. ♥ 

  2. Y allí se encontraba de nuevo, frente a las puertas del Castillo Rambaldi, tenía tiempo sin estar por esos lares, mucho tiempo de hecho, el peliblanco estaba vestido con un suéter blanco con rayas horizontales negras y una bufanda. Una linda luna llena que iluminaba esa noche oscura frente al castillo. Procedió a abrir la puerta, las luces estaban encendidas, pero no se veía ni un alma, literalmente, ni los fantasmas del castillo andaban por allí. Empezó a caminar lentamente observando todo su interior, no había cambiado mucho desde la última vez que estuvo en ese lugar. Al ritmo en el que andaba y se distraía viendo los alrededores, tardó cinco minutos en llegar a la cocina. Había una cafetera, sólo faltaba el café en polvo instantáneo, azúcar y agua. Empezó su búsqueda de el café y azúcar, en la primera encimera que revisó estaban platos perfectamente acomodados, ordenados de tamaño y color, allí no se encontraba ninguna de las cosas que buscaba. Fue lo mismo con otras dos encimeras. Abrió la cuarta encimera, había vasos de metal, un caos comparado con las otras encimeras, a la derecha estaba un envase con café instantáneo y al lado, el azúcar.- (Bingo)- Susurró el peliblanco extendiendo el brazo para agarrar dicho envase y con el otro brazo, agarrar el azúcar. Al momento de sacar el brazo, tropezó con uno de los vasos, haciendo que cayera al piso haciendo un alboroto. Recogió el vaso y se dirigió a preparar un poco de café. Llenó la cafetera con tres tazas de agua y seis tazas de café ¿estará fuerte? lo descubriría después de que termine de estar. Buscó una taza que había visto anteriormente en una de las encimeras y se sirvió un poco del café ya hecho y se fue a sentar en una de las sillas que estaban en la cocina. Unos minutos después apareció alguien frente a él, era Paula. Tomó un sorbo y le dijo:-¿Quieres?- tomó otro sorbo- Allá hay más hecho, recuerdar echarle azúcar, no tiene-. @
  3. - Veo que no han perdido el tiempo desde que me fui- toma un sorbo del té que había pedido, una buena elección, sin lugar a dudas.- Me temo que no, o, si es el caso, no lo recuerdo- tomó otro sorbo del té, en este caso, desviando la mirada de la peliblanca hacia el piso. A lo mejor era mala idea acabarse el té antes que el ramen, se podía enfriar más de la cuenta, y la idea de comerse una sopa fría de cereales fermentados con fideos pasados de cocción no sería de las mejores. Racks dejó la taza de té a un lado. Justo antes de que el peliblanco tomase los palillos para probar los fideos, Kamra le dirigió unas palabras, se veía un poco que intentaba comprimir alguna emoción, pero... ¿Cuál?. La maga extendió su brazo, con una carta en su mano, dudando, Racks hizo lo mismo para tomarla, dudaba en si abrirla o no. La curiosidad mató al gato, pero, lastimosamente para él, era un humano con dos almas en su cuerpo, la suya, y la de un demonio, muy fácil no iba a dejar el plano existencial en el que se encontraba, así que abrió la carta. Efectivamente como decía Kamra, es su madre - Entonces... ¿te tengo que llamar "mamá"?- lo asimiló rápido, ya que era algo que llevaba pensando durante mucho tiempo. Puede que sea el caso- dijo cabizbajo- tiene tiempo sin atormentarme y ni acto de presencia ha hecho, y eso es algo que nunca pasa-. Dirigió su mirada de nuevo al ramen, su estómago rugió, era obvio que su cuerpo deseaba hacerse uno con ese ramen que tenía buena pinta y un gran olor, así que rápidamente agarró los palillos y los dirigió hacia el plato, seguidamente de agarrar fideos, los llevó a su boca.- Aaaah~ tenía tanto tiempo sin comer...- su expresión cambió muy fuerte de felicidad a preocupación. No había comido en todo ese tiempo, ¿Cómo sobrevivió? ¿Eso no era humanamente imposible? @
  4. Hello~ tiempo sin estar por aquí(?) llegó el ex-sobrino favorito de Paula(?) No? Muy arrogante? Oh :c perdón. Bueno, una persona anónima me animó a volver a la familia, espero remediar lo que hice en el pasado en esta bonita familia u.u Nombre: Racks (en seco, no tengo familias actualmente) Ficha de personaje: Aquí Bóveda personal: Aquí ¿Qué parentesco quieres tener? ¿Con quien?: Hijo de Kamra ¿Quieres que la Rambaldi sea tu familia sanguínea o adoptiva?: Sanguínea Bando (Fenixiano, mortífago o neutral). neutral Skype (*):-- Edad: 18 uwu País: Venezuela
  5. Al terminar de subir, Racks se sentó al frente de Kamra y mientras no se dirigían las palabras, se dedicaba a observar cómo estaba decorado el local, ciertamente tenía un buen toque asiático. El mago sentía felicidad al ver tan buena decoración, admiraba los cuadros de árboles de sakura rosados en cada pétalo y con ramas tan bien pintados, le ayudó a relajarse un poco. ¡¿Tengo cuántos qué?!- Su admiración se vio colapsada con las palabras que salieron de la peliblanca.- ¡¿En qué momento pasó?- Exclamó el peliblanco.- Un momento... ¿Eso quiere decir que realmente sí somos familia? ¿Desde cuándo lo sabes?- un duende se acercó e inmediatamente Kamra le hizo un pedido.- Para mi una sopa de miso y un té negro, por favor- dijo mientras le hacían una pregunta un tanto vergonzosa para él.- Pues... ¿No lo recuerdo? ¿Fui por cigarrillos a la tienda?- Dijo mientras jugaba con uno de sus mechones de cabello dándole vueltas rizándolo. ¡Sorpesa! Ninguna de las anteriores...- Haciendo una expresión de negación con su dedo moviéndolo de lado a lado.- La verdadera razón hasta yo mismo lo desconozco... Fue como un abrir y cerrar de ojos y ya había pasado todo este tiempo...- dijo con un tono un tanto bajo, y, tal vez, un poco deprimente. Tras unos minutos llegaron los pedidos.- ¿Estás segura que no quieres un poco? Estás en un local asiático, no estarás en uno de estos todos los días- le señaló con los palillos chinos que ya había agarrado. @
  6. El joven peliblanco caminaba hacia su destino, en el cual se vería con cierta persona la cual tenía un buen tiempo sin tener contacto. Era de noche y hacía frío en el Callejón Diagón. Con suerte el mago cubría su cuerpo con camiseta, jeans, chaqueta, y por último, una bufanda de color rojo con franjas negras. Las calles estaban vacías, a excepción de unos que otros magos que se encontraban a punto de tener un coma etílico. Typhoon, su demonio, no había hecho acto de presencia hasta los momentos, ¿Los seres que se alojan en el cuerpo de otras personas necesitan descansar? Tal vez, y él no sería quien lo averiguase. Después de un tiempo de caminata, dio con el sitio en el cual se reuniría con esa persona especial para él, aunque no se lo haya admitido todavía. Para su sorpresa, ella también estaba llegando. Se trataba de Kamra, lucía tan bien como siempre.-¡Kam…!- Pausó un momento y aclaró su garganta conteniendo su emoción al verla –Kamra… Veo que ya estás aquí- Le abre la puerta en señal de respeto -¿Pasamos?- Flexiona un poco sus piernas mientras una la pone detrás de la otra, como un mayordomo. Seguía sintiendo ese lazo materno con ella que no lograba explicar, ¿tal vez por eso se comportaba así con ella? Tal vez esté alimentando el ego de la maga, pero ya no había vuelta atrás. Una vez dentro, se acercó al mostrador, donde le indicaron que podían comer en el segundo piso. Seguidamente le indicó a Kamra que tenían que subir al segundo piso. Le esperó en la escalera y empezó a subir la escalera cuando se encontraba posicionado a su izquierda, él era zurdo, así que no se le dificultaba usar el pasamanos de la escalera que se encontraba de su lado. Volteó a verla y le dijo -¿Qué tal ha estado todo mientras me desaparecí?- Sin darse cuenta, empezó a detallar la cara de la maga, era sorprendente para él, tenían rasgos faciales parecidos, pero a la vez eran tan diferentes, ¿de verdad podrían ser familiares?. @ Ashiver R. Delacour
  7. Racks estaba parado en medio de la nada, no importa hacia qué dirección volteara, lo único que lograba ver era oscuridad. Primero empezó a dar una paso tras otro, en un intento de encontrar algo, fuese lo que fuese. Tras no mucho de haber caminado vio a la distancia una cabellera rubia que reconocía bien, era Alessandra, tenía un aspecto muy feliz, materno, tal como lo recordaba. Feliz de verla, unas cuantas lágrimas brotaron de sus ojos y aceleró el paso, intentando alcanzarla. Justo antes de que la lograra abrazar, se desvaneció, apareciendo más lejos, esta vez con una mirada de odio, y dándole la espalda. Tras ella, aparecieron personas que lograba reconocer, misteriosamente, a todas las reconocía. Entre ellas, estaban Kamra, sus tías, antiguas compañeras de clase, ex compañeros de bando. Todos con la misma expresión que la rubia. Empezaron a escucharse susurros que cada vez se sonaba más fuerte, hasta el punto de aturdir. Vete. Te odio. No sirves. Desaparece- Eran las palabras que lograba escuchar entre la multitud. El peliblanco empezó a caminar lentamente hacia donde estaban todos, y cada vez que se acercaba a ellos, estos aparecían cada vez más lejos, hasta que no pudo seguir caminando y cayó al piso arrodillado mientras les gritaba -¡No! ¡No se vayan! No me dejen solo... No quiero estar nuevamente solo... ¡No quiero quedarme solo nunca más!-. Tras esto, el Askar se levanta rápidamente de la cama jadeando y sudado, con suerte fue una pesadilla. El sol que entraba por la ventana de su habitación daba directamente hacia sus ojos haciendo que este entendiera que ya estaba finalmente de regreso a la vida, pero ¿Cómo llegó a su habitación en la Askar?. Se levantó de la cama y se dirigió hacia el baño para darse una ducha a intentar relajarse. Después de un largo tiempo, salió y se vistió con un jean negro, un suéter blanco con líneas horizontales de color negro, y unos converse. Salió de su habitación y bajó hacia la cocina. Los pasillos estaban solos, nunca se había fijado en lo grande que era ese lugar y lo poco habitado que estaba, aún así seguía siendo un lugar confortable para él. Llegado a la cocina, revisó el refrigerador, misteriosamente había comida, y en buen estado, agarró una bebida achocolatada y un pedazo de pan. La verdad no tenía ganas de comer mucho, y menos querer cocinar algo. Terminado de ingerir el último trago de chocolate y la última migaja de pan, se dirigió hacia las puertas del refugio. Si nadie estaba por allí ¿Cómo era que el jardín estaba completamente verde? ¿Por los elfos de Rachel que cuidaban el refugio? Puede ser eso, a esas cosas es que normalmente se dedicaban los elfos domésticos. Al abrir una de las puertas, se encontró con Zoella del otro lado. ¡Zoe!- Dijo Racks con un tono un poco alto y con una expresión un tanto triste, se acercó hacia ella y la abrazó mientras intentaba esconder su rostro lloroso.- Tú... ¿Me odias?- @
  8. Ignorando un poco lo que le decía Zoe, Racks veía cómo la ardilla jugueteaba por ahí, se divertía, jugaba sanamente, al parecer, los errores pueden ser lo mejor que te puede pasar en la vida. Saliendo una sonrisa de su rostro, saca las piedras de su bolsillo, al igual que con la otra mano, saca su varita -Ya lo verás... Sólo espera un poco- Tras estas palabras, lanza las piedras por el aire, y con la varita apuntando hacia la dirección de las piedras mismas, lanza un hechizo, que las estaba haciendo cambiar de forma mientras un halo de luz las rodeaba, sacó la caja donde tenía sus pequeños regalos, dejando caer dentro de la caja lo que anteriormente eran unos óvalos deformes petrificados. (¡Si~! Por fin me salió bien)- Dijo mentalmente mientras hacía gestos de éxito con el brazo no ocupado, viendo que las piedras habían agarrado una forma de cuerno de unicornio, algunas partes de zafiro, y otras partes de rubí, mientras que la punta estaba hecha de esmeralda (#referencia3eraGenDePokémon) intentaba hacer unos pendientes, pero no sabía de qué manera hacerlo. ¿Me ayudas?- Le dice Racks a Zoe, que por lo visto estaba jugando con la ardilla, mientras le hacía ojos de cachorro. Por cierto... Veo que le agarraste cariño a la ardilla- Palabras dirigidas a la única persona que estaba presente en ese momento, la ardilla parecía que también estaba bastante encariñada con la maga. De la nada, Racks le propone algo, de la cuál no sabía si se arrepentiría -¿Qué te parece... Si...- Sus pausas eran causada por su timidez -La ardilla.. Es nuestra mascota?- Tras estas palabras, sus mejillas empezaron a ruborisarse, con la cabeza agachada mientras jugaba con la ardilla, para intentar alejar la vista de la maga. A la ardilla no se le ocurre mejor acción, que chamuscarle la cara al usuario de su invocación, qué ardilla tan traicionera. @
  9. El peliblanco se sorprendió en lo poco enojada parecía Zoella, su ardilla escupe fuego le había arruinado el vestido que iba a causar y no quería matar a ninguno, ni a él por invocar a la ardilla, ni la ardilla por lo ya antes mencionado -Hecho, ¿De qué color lo quieres? ¿O prefieres que te lleve conmigo a comprarlo?- Volteando a ver que la Triviani se estaba vistiendo -¿Estabas cambiándote cuando llegué?- La ardilla saltó de la cabeza de Racks y empezó a correr alrededor de Zoe, parece ser que a la ardilla le había caído bien la pelinegra, a lo mejor y más que su usuario, la verdad sentía un poco de celos al ver que la ardilla prefería estar más con ella que con él. No, no tengo nada que regalarle... Y es que le agarré cariño- Levantó una mano hacia donde estaba pasando la ardilla, pero siguió ignorándolo y perseguía a Zoella. Cuando la Triviani se estaba vistiendo finalmente la ardilla fue hacia Racks, pero de una manera poco común... Esta ardilla parecía tener más fuerza que las demás, tumbó al peliblanco de un placaje en su pecho, haciéndolo caer en el piso, teniendo que agarrar aire si quería seguir viviendo, intentó hacer el menor ruido posible, parecía funcionar, ya que Zoella no mostraba haberlo notado. Nuevamente se localizaba en el Callejón Diagón, esta vez acompañado de Zoella ella seguía insistiendo en que le regalara la ardilla a Mika -​¡Pero es que mírala~! ¡Es tan tierna~!- Le respondía mientras sostenía la ardilla en su cara. La angustia de no saber qué regalarle hacía resonar la misma frase todo el rato "¿Qué le puedo regalar?", hasta que una genial idea se le vino a la mente, ya no tenían tiempo para seguir caminando entre los locales. ¡Vamos! ¡Ya se me ocurrió algo!- Le dijo a la pelinegra mientras se agachaba a agarrar dos piedras. Zoella le preguntó el por qué estaba agarrando dos piedras, la cuál Racks le responde -La principal regla de la alquimia dice: No puedes sacar algo de la nada, siempre tienes que dar algo a cambio-. Le agarró de la mano y le dice -Ahora vamos, no hay tiempo que perder ¡Hay una fiesta a la que tenemos que acudir!-. @
  10. Racks se encontraba en el jardín del Refugio, regando su Planta Piraña, era un bonito día para estar manos a la siembra, aunque no es que se le diese especialmente bien, pero lo intentaba y se divertía, lo hacía sentir orgulloso el hecho de ver cuánto había crecido su Planta Piraña desde que lo había traído a este lugar, crecía sana y fuerte. Pensando en sus cosas, un recuerdo se le viene a la mente, Rachel y Noah habían mencionado algo sobre que su hija estaba a punto de cumplir años, y que él estaba invitado, o al menos eso suponía. ¿Qué día es hoy?... ¡Rayos! ¡Es hoy el cumpleaños y no le tengo un regalo!- Exclamó Racks mientras salía corriendo hacia el área comercial más cercano. Buscaba y buscaba entre todas las tiendas que veía, pero nada le convencía que le fuera a gustar a Mikaela, la cual no había tenido el placer de conocer, y le tenía que dar una buena primera impresión. Lo único que había comprado hasta el momento era una caja de regalos color rojo con un lazo blanco y unas chocolatinas, pero eso no bastaba, era muy poca cosa, o al menos eso pensaba. Desesperado, sale a buscar ayuda de cualquier persona que le pudiese dar alguna idea de qué le podría gustar, la única persona que se le vino a la mente fue Zoella, pero ¿Donde podría estar?. (Puede que esté en la Mansión de la Triviani, es su familia, no encuentro el por qué no podría estar allí)- Pensó, tomando rumbo hacia su nuevo destino. El viaje con suerte se hizo corto, ya estaba ubicado frente las puertas de la Mansión. Se dirigió a los dormitorios, los que con suerte estaban identificados. Corriendo entre los pasillos de los dormitorios, finalmente encuentra la habitación de Zoella, desesperado empieza a golpear la puerta mientras gritaba el nombre de la dueña, saca su varita y le lanza un hechizo a la puerta, haciendo que quedase abierta, procede a abrirla, se encuentra a Zoella, la cual ni se había parado a detallar si al menos estaba vestida. ¡Zoella! Necesito tu ayuda, la hija de Noah y Rachel está cumpliendo años y no le tengo un regalo- ¿Y si hacía un Morphos para invocar a una criatura y dársela de regalo? Claro, eso podría funcionar, sacó su varita apuntando a un lápiz que Zoella tenía encima de una mesa auxiliar, susurrando Morphos sale el hechizo de la punta de su varita, quería invocar un unicornio, había oído a Rachel y Noah decir que eso le gustaba, pero el resultado fue una ardilla (#VivaShippingRacksxArdilla)... La cual por alguna extraña razón parecía poder escupir fuego, no le salió tan bien que digamos. La ardilla chamuscó un poco la ropa de Zoella, pero no la quema, haciendo que tomara un color grisaseo. ¿P-perdón? Juro que no era la intención de la ardilla hacer eso- Extendió su brazo para que la ardilla se subiera a su cabello.
  11. Buenos días/tardes/noches, espero que estén bien, vengo a pedir si no es mucha la molestia el conocimiento de idiomas. Gracias de antemano
  12. Lo único que pasaba en ese momento por la mente era hacer derramar sangre a cualquier costa, parece ser que despertó su apetito más exigente que nunca. Ya estaba desesperado, necesitaba saborear un poco del néctar color vino tinto, mejor conocido como sangre, volteó a ver sus manos, estaban tensas, y sus uñas, las cuales repentinamente eran puntiagudas, empezaban a ponerse de un color negro, al igual que nuevamente su cabello. Parecía que nuevamente Typhoon se estaba apoderando del joven. Con una mirada que mataría a cualquier persona que sufriera del corazón, "Racks" volteó a ver a Jeremy y le respondió -No sé...- silencio dramático -¿Tú quieres reanudar lo que una vez ya pasó?... Tú, Rachel, y yo, ¿Recuerdas?- Con un tono un poco sádico, haciéndole mofa al rubio. Mientras Zoe y Jeremy estaban hablando, Racks no podía ver el derramamiento de sangre que causaba el pelirrojo que estaba encima del ring. Se quita la ropa como había mencionado la Triviani, podía ser un demonio, pero el lado amable de Racks hacía que le hiciese caso. Al ver que la pelea entre el pelirrojo y el calvo estaba a punto de acabar, el nuevamente pelinegro empezó a abrirse paso entre la gente, escapándose de Zoe y de Jeremy sin que se diesen cuenta, estaban entreteniéndose hablando con una nueva maga que había llegado, Rose por lo que había llegado a oír. Llegando a encima del ring, camina hacia donde estaban los combatientes mientras tenía los ojos cerrados el calvo parecía estar a punto de acertar el golpe que definiría al ganador del combate, Typhoon le agarra la muñeca antes de que lanzara el golpe -Parece que ya tenemos a un ganador...- Dice con una sonrisa maléfica -Lástima que no saldrá con vida de aquí tampoco- Concluye estas palabras dirigiéndole la mirada riéndose un tanto sádico. Levanta su mano izquierda que había quedado libre, y con las uñas le corta la yugular al combatiente calvo, así, arrebatándole la vida. Cayendo al piso el calvo, empezó a desangrarse, el olfato de Typhoon estaba volviéndolo loco, un poco de la sangre le había quedado en la uña, a la cual empieza a degustar. ¡Qué asco!- Exclama el demonio en voz alta -¡Tienes un sabor horripilante!- Concluye dándole una patada, mandándolo contra una pared. ¡Eh, Jeremy! Date prisa, que no tengo toda la eternidad. ¡Ah no espera!... Soy inmortal- Empezó a reír cínicamente, mientras que el color negro de sus uñas empezó a extenderse hasta poco más de las muñecas. @ @ @@Rose Black Lestrange
  13. Racks se encontraba paseando entre las calles del Callejón Diagón, ya no le parecía tan atractivo pasar todo el día y toda la noche encerrado en su cuarto, ya iba a ser cuestión de tiempo para que lo empezaran a confundir con Rapunzel, sólo que hombre, peliblanco y tampoco tan largo, y sin una princesa en su caso. Aunque fuera raro verlo a la luz del día, dentro del callejón no se diferenciaba mucho si era de día o de noche, o al menos por donde estaba, pero no está mal de vez en cuando recibir luz del sol, o eso creía. Mientras caminaba entre los numerosos locales del Callejón, uno le llamó la atención por su estética, piedras en una posición sin patrón alguno, y un cartel con unas letras de un color esmeralda un tanto llamativo que decía "El Sendero". Procedió a dirigirse hacia la puerta, para ver el interior del local. Entró sin hacer mucho ruido, no parecía tener a algún elfo esperando a algún cliente, para él no había mucho problema, una fragancia cautivó su nariz, era un dulce olor del que no sabía de donde se originaba, al no ver que apareciera algún elfo, se dirigió a la parte trasera del negocio, que vio en una leyenda que se encontraba en la entrada. Había una gran cantidad de plantas, de las cuales le llamaba la atención el Muérdago, y el Díctamo. Mirando alrededor intentando encontrar el ejemplar perfecto desde su punto de vista, visualizó a Juliette no muy lejos de donde se encontraba, aunque no haya intercambiado muchas palabras con ella, le caía bien. Estando ya cerca de ella, le dirigió unas palabras -Nunca habría imaginado que a alguien como tú le llamaría la atención un local que empleara la función de un herbario- Lo dijo con un tono lleno de curiosidad e intriga -Cuéntame, ¿Qué haces aquí? ¿Te molestaría si te acompaño?-. @@Juliette Macnair
  14. Mientras firmaba sin pensar bien lo que hacía, Jeremy le pregunta si seguía bien, el cuál Racks responde -Si... estoy bien, no te preocupes- En realidad no, no seguía bien, el duelo psicológico que estaba sufriendo era bastante fuerte, era Typhoon contra él, lo único que tenía que hacer Racks era permanecer sereno y no perder el control, así tarde o temprano Typhoon no volvería a causar tantos problemas. Las palabras de Zoella llaman la atención de Racks -¿N-no es legal?- Respondió el actual semidemonio, algo más con lo que lidiar en un solo día, primero fue una pelea, segundo Typhoon despertó con más fuerza que con la que acostumbraba despertar, ¿Y ahora entrar a un lugar de peleas ilegales? No era su mejor día, eso estaba claro. Mientras caminaban al interior del lugar que la pelinegra nombró como ''El Matadero'', no podía de estar preocupado por lo que podría llegar a pasar, ¿Y si pierde el control? ¿Podrá a llegar a ser él de nuevo? Eran unas de las principales preguntas que él mismo se hacía. Zoella abrió las puertas, de una manera que le recordaba mucho a algunas películas que había visto en sus tiempos libres. Tú... ¿Tú qué vas a hacer?- Le preguntó a Jeremy, al cuál lo veía de otra forma, su carne le parecía apetecible, lo veía como una presa, saboreando sus mismos labios, seguido de una sonrisa un tanto sádica, se dio una bofetada tras pestañear repetidas veces, milagrosamente volviendo a sus pensamientos normales. Si, estoy bien, no pasa nada- Responde nuevamente a la pregunta del rubio. Participaré- Dijo el peliblanco/negro, respondiendo a la pregunta que también le hizo Zoe -Ahora dime... ¿A quién tengo que matar? Digo, derrotar...- Su forma de hablar se estaba volviendo un tanto fría y perversa, lo cual no era normal en él... Curioso cuanto menos cómo iba desarrollándose esta nueva personalidad. @ @
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