Roman A. Gaunt

Una fragante y juguetona brisa parecía haber elegido los jardines del restaurante para corretear y agitar la enriquecida vegetación que ofrecía The Ramen Kingdom, y que con ufanía presumía sus primeros brotes de primavera entre las ramas. El ambiente estaba impregnado con el aroma de los cerezos y el resto de la flora oriental, lo cual hacía aquél momento aún mas idóneo para disfrutar del exterior; inclusive ponía de buen humor al rumano hasta para buscar una amena charla con sus compañeros de bando aunque, realmente, no tenía intenciones de ello. ---Siéntete en confianza de venir aquí cuanto quieras, Ashura ---respondió el Gaunt, mostrando una sonrisa a la bruja. Sus rasgos orientales no pasaban desapercibidos para nadie y le extrañaba que Sang no hubiese salido ya a tratar de sonsacar su procedencia y otros muchos detalles de la cultura que tenían en común --- Ambos ---agregó, dirigiéndose también al Hawthorne ---. Aquí siempre se les da atención especial a nuestras amistades. El rumano se pasó una mano por sus dorados cabellos, acomodándoles en su lugar tras que la brisa les agitara un poco. Sus labios, envestidos de una sonrisa satisfecha y orgullosa se disponían a abrirse para despedirse de los dos mortífagos cuando se percató de otras dos figuras que se acercaban mientras un pequeño y peludo amigo se le trepaba hasta el hombro. Pasó sus dedos por sobre los ojos del pequeño y rascó sutilmente en una caricia a tipo de saludo, clavando sus azules orbes en la hermosa rubia. Logró reconocer a la otra mujer aunque, naturalmente, tampoco había mediado palabra con ella: Evarela Black. Aquella no parecía una concurrencia casual y, pronto, el instinto del joven mortífago pareció sensibilizarse. La Lestrange y Liam no tardaron en manifestar su agrado ante la llegada de la bruja Black, y Galery hizo gajes de su hospitalidad de la misma forma que el licántropo apenas hubo llegado a la mesa. El Gaunt recibió a su novia a su lado, rodeando su cintura con su brazo y depositando un beso en la sien de la Grindelwald ---Luces exquisita ---susurró. En instancias mas normales el Gaunt ya habría salido de escena, buscando para sí un ambiente mas privado donde no tuviese la necesidad de hablar con nadie y pudiese sentirse cómodo de ahondar libremente en sus pensamientos, los cuales aún deseaban escapar hacia los planes que tanto ansiaba emprender. Sin embargo, la presencia de tan numeroso grupo de bando, tras la llegada de otra de sus compañeras, Jessie, bañaba sus intenciones de una curiosidad que retenía su huraño y poco conocido carácter. ---Espero no les desagrade a ninguno si les acompañamos un rato ---buscó la mirada de la Grindelwald, haciendo la invitación primero a ella en silencio, no deseando separarse de ella durante toda la tarde. En sus verdes ojos encontró la complicidad que buscaba, y entonces espero la respuesta de los demás, aunque ya se disponía a sentarse en un asiento vacío tomando a la Grindelwald de la mano para que se acomodase sobre sus rodillas. ---Por supuesto, las bebidas... y lo que deseen degustar, corre por mi cuenta. @@Galery Grindelwald Malfoy @ @ @@Ashura Lestrange @@Evarela Black Haughton

Tras la salida de Takeshi de su oficina el rumano quedó pensativo un par de segundos con la mirada fija en la puerta. Había tomado un gran riesgo al confiar al oriental tan significativa encomienda, pero por alguna razón que no llegaba aún a comprender (inclusive después de lo acontecido con su novia), su instinto le profesaba un buen augurio. Por supuesto, se andaría con cuidado, si había algo que Roman no hacía era, en la jerga de Taki-tou, "dar un pie sin huarache". ---¿Desea algo más, jefe? ---el elfo aún no se había retirado, habiéndose encargado de dar los últimos toques a los platillos que le había preparado. El olfato del licántropo enloqueció y volcó toda su atención en la comida, que no tenía ni pizca de ser gastronomía oriental, por supuesto. ---No, puedes retirarte El elfo asintió y desapareció al instante, y dado que el rumano tenía más apetito de lo habitual se dispuso a comer en el acto y como era habitual, no dejó ni un bocado al final. Miró la hora, viendo que aún era temprano para volver a los asuntos del ministerio que tenía para aquélla tarde y deseó dar un pequeño paseo por los vegetativos jardines del restaurant para acelererar su digestión. ---Pero que tenemos aquí... ---murmuró, atisbando no muy lejos de donde paseaba a dos figuras que podía reconocer. No les conocía, pero eran compañeros de bando y no era muy habitual que se pasaran por el lugar. Se fijó que Takeshi les atendía personalmente y aunque eso hablaba de su excelente atención hacia los clientes le preocupó un poco que intentara hacer alguna de sus artimañas, no deseando un numerito en un día tan pacífico como aquél. Se acercó con intenciones de saludar, aunque esto último no era un comportamiento habitual en el Gaunt que cada día socializaba menos con sus compañeros mortífagos. No obtante caminó hasta su mesa, seguro y elegante, curvando sus labios ligeramente en un atisbo de arrogante sonrisa. ---Ashura... Liam... ---saludó, inclinando cortesmente la cabeza hacia ambos y esperando no se sintieran incómodos al saludarles por su nombre a pesar de no haber cruzado palabra alguna con ellos jamás antes; pero él era así. ---, soy Roman Gaunt ---se presentó, no dejando de lado las formalidades, incluso pudo percatarse de que ellos mismos se presentaban justo antes de que él llegase --- que gran placer verles por aqui; no todos los días se tienen visitas tan... interesantes. @@Ashura Lestrange @ @@Galery Grindelwald Malfoy

Hola Gaunts Me alegra ver que algunos ya se han pasado *-* no sé porque cuando el censo se estaba planeando llegué a penser que solo quedaríamos los patriarcas (?) xDD pero es genial verlos llenar sus fichas y traerlas aquí... y bueno, como tambien planeo ser un patriarca más responsable ññ vengo a seguir poniendo el ejemplo.

En mi habitación... Los azules orbes del mago se quedaron fijos en aquélla boluta negra que manchaba el recién restaurado tapiz de la pared. Era lo último que quedaba del siniestro portal que él mismo había creado hacia semanas atrás, causando el desastre que destruyó su habitación completamente frente a los ojos de su madre, su tío y algunos compañeros guardianes de la Marca. Por supuesto, había destruído aquella cosa antes de que agentes ministeriales acudieran a investigar, pero al parecer había quedado algo atrás. Su frente contraída denotaba un evidente conflicto interno. Restaurar la piedra o volver a contruirla habría sido imposible, hasta ahora, habiendo encontrado en la pared una última molécula que ahora venía a probar su voluntad para dejar de lado experimentos que alguna vez llegarían a costarle la vida, pero de tan solo pensar que podría volver a comenzar, y no solo eso, sino ver la posibilidad de triunfar en su propósito el corazón se agitó dentro de su pecho. <<Toc, toc >> Su instinto hizo que buscara algo rápidamente para tapar la evidencia ante el llamado de la puerta usando una silla frente a ella. Sobre la cama sus pequeños dragonzuelos se introdujeron bajo las sábanas y su cachorro huargo asomo las fauces desde la parte inferior de la cama, olisqueando curioso para tratar de averiguar quien llamaba. ---Adelante... Roman supo que se trataba de Chinasky desde que se estaba acercando a la puerta, pero su elfo a veces era tan indiscreto que pudo imaginarse una escena al descubrir que aquélla cosa aún no estaba del todo destruida. Después de todo, había sido él quien había entrado en el portal y el Gaunt no le había podido sacar ni a amenazas lo que había visto allí dentro; el tema simplemente ponia nervioso a Chinasky, pero era cuestión de tiempo para que el soltase algo de información. No obstante, para que eso sucediera, no debería saber lo que había descubierto en su pared. ---Su merienda, señor ---La tomaré abajo, Chinasky --- le ordenó. El elfo puso los ojos como platos. ---¿Abajo? ---Ya me has escuchado. El Gaunt jamás había tomado sus alimentos fuera de su habitación, pero no deseaba quedarse allí mismo en ese instante o se delataría muy pronto.

Roman Allan Gaunt En su oficina, con Takeshi El azúl eléctrico en los ojos del rumano no paraban de escrutar cada una de las reacciónes, palabras y expresiones formuladas por el chino. Aquella poción era muy importante para el rumano y nuevamente puso a prueba su voluntad al ponerla en manos de un hombre a quien pocas ganas le habían faltado hacía poco para quitarle la vida. No obstante, le pareció que Takeshi le era sincero en aquél instante. Roman volvió a recostarse en su silla reclinable, tomando una postura mas relajada y mostrando una sonrisa de satisfacción en el rostro sin dejar de mirar al oriental ---Lo he dicho, y lo reitero, Takeshi, tienes un potencial único... y no se necesita mucho para que alguien gane mi respeto, como tampoco para que lo pierda. Me has aceptado como tu mecenas, y yo no defraudo a nadie. Pero si tu me defraudas... creo que no necesito repetírtelo. La fortuna que esta poción te puede atraer solo es el inicio. Se oyeron tres débiles golpes en la puerta, y la voz de Taki-Tou tras ella pidiendo permiso para pasar con la comida. A una señal del Gaunt, entró en la oficina y colocó la bandeja en el escritorio, teniendo el cuidado de no tocar los pergaminos. ---Eso sería todo, si gustas puedes retirarte ---indicó a Takeshi ---, a menos que tengas algo más que quieras discutir. @@Galery Grindelwald Malfoy

Hola familia!! Veo, veo... que tengo nuevo tío :3 (?) Hahaha Bienvenido a la familia, Hades. Mamá, vengo acá por dos cositas. Primero a avisar que tengo mascotitas, es un lobo huargo llamado Nefilim y un cuervo en modo lechuza llamado blackhole, para que puedan ser agregados al primer post y tomados en cuenta en los roles del castillo. Y segundo, pues mi cambio de nick, ya que aún aparezco como Allen Romain... y tercero, darte un beso -se lo da en la mejilla- Y cuarto.... ah, solo dije dos cosas xDDD Os veo luego.

Roman Allan Gaunt El interior de la oficina estaba impregnado de una fragancia fresca y comfortable, lo cual había alisado mejor sus sentidos mientras, sentado y reclinado en su fabulosa silla de cuero, esperaba a que el oriental acudiera a su llamado. Habían tantas cosas que meditar, que analizar, pero se mostraba sereno y confiado. Sus descubrimientos habían sido tan magnánimos que podría sentir, incluso, que muchos de sus problemas estaban acabados, pero era no era de sabios confiar en ello. La puerta se abrió y por ella accesó Takeshi. Taki-Tou apareció antes de que él comentase algo, dejando frente al rumano una bebida caliente sobre un portavasos en su escritorio. Acto seguido, desapareció. El licántropo clavó la vista en su empleado y, dado su excelente humor, incluso llegó a curvar mínimamente sus labios en cordial saludo; Roman posaba muchas de sus esperanzas en aquél hombre, pero el recuerdo de sus intenciones hacia con la Grindewald aún se hallaban frescos. ---En mucho, Takeshi, pero cierra la puerta, por favor. Toma asiento ---no deseaba sonar tan imperativo, pero era mas una invitación que una orden. Pese a su carácter enérgico y orgullo por ser parte de una familia rumana de cuna noble, el Gaunt le satisfacía más cuando las personas hacían lo que él deseaba por decisión propia. Tenía una peculiar definición del poder. Se aclaró la garganta ---Verás, me satisface en exceso decir que recientemente he descubierto lo que por mucho tiempo he estado buscando... admito que no de la forma que deseaba pero, de igual o mayor importancia. El rubio se inclinó hacia adelante sobre la silla, dirigiendo la mirada hacia los pergaminos extendidos. Su sonrisa se hizo mas amplia. ---¿Cómo ha ido tus intentos de hacer funcionar varitas robadas? ---lanzó la pregunta, nuevamente fijando su profunda mirada azul en el oriental. Dada la expresión del hombre no tuvo que esperar respuestas ---Si, estoy al tanto. Y si te preguntas por que no intervine fue porque no me habrías creído si te hubiera prevenido del fracaso... quería que lo descubrieras por ti mismo. La conexión entre varita y mago, dado que jamás has tenido una, es algo que probablemente jamás llegues a entender... pero hace poco te prometí una oportunidad. Estoy seguro que la recuerdas. Hizo una pausa, dejando que los pensamientos de Takeshi se asentaran. Sus dedos rosaron delicadamente uno de los pergaminos. ---Siempre me he enajenado en ser muy bueno para lo que sea que desee emprender ---su ceño se contrajo ligeramente ---, pero sé reconocer mis límites y a quienes tienen más habilidad que yo. Y debo decir, que para ser un squib, podrías quizá ser mejor que yo en arte de fabricar pociones... y necesito tu cooperación en esta, que es muy especial e importante para mi. Regularmente no pondría esto en manos de nadie, pero da la casualidad de que, si lo logras, no solo te dará reconocimiento internacionalmente... sino que te dará múltiples riquezas, e incluso un lugar en la inmortalidad de la historia. Tomó el pergamino que había estado acariciando y lo giró hacia el oriental, invitándolo a que echara un vistazo. En ella, grabada con tinta especial, mostraba la traducción hecha por él mismo de un viejo papiro escrito en runas antiguas que mostraba a detalle el procedimiento para la fabricación, no solo de una poción, sino de una cura. La inhibición del gen de la licantropía. @@Galery Grindelwald Malfoy Lee Ji Sang Un día ajetreado, sin duda. Los jardines estaban repletos de comensales, así como el restaurant y el bar. Podía notarse que San Valentín estaba cera, pues la tercera planta había sido reservada por múltiples parejas, pero aún podían albergar a mas clientes... a veces Sang creía que el negocio no conocía el limite. Como era de esperarse, los elfos estaban vueltos locos, y debido a ello se encargó él mismo de darle la bienvenida a una pareja de clientes que acababa de llegar, pero justo antes de abrir su grande boca coreana, se percató de que no eran clientes comunes y corrientes, sino de la mismísima Anne Gaunt. Los tres socios en la casa, un día para recordar. ---Buen día ---saludó, haciendo una reverencia ---Que gran gusto verle por aquí, mi señora. Dígame, ¿En que le puede Sang servir? ---se fijó en su acompañante que no era mas que un muchacho, pero reconoció los rasgos familiares. Le saludó de igual forma con una reverencia. @

Roman Gaunt Hacía un día peculiarmente luminoso para un cielo poblado de nubes, como si alguna fuerza del universo predigera un provechoso día a pesar del frío y las amenazas de lluvia. El rumano se dirigía con paso firme y a buen ritmo hacia el restaurante del que era socio, y la expresión de su rostro podía leerse un evidente gesto de esperanza y entusiasmo. No era para menos. Se había pasado los últimos meses en su gran búsqueda, y por fin esta había dado frutos. Si Takeshi lograba crear la poción, y aquéllo resultaba... podía sentir los cuervos en su estómago de los nervios y la emoción de tan solo pensarlo. No podía esperar para decírselo también a ella, aunque tenía cosas mas apremiantes de las cuales hablar con su hermosa Grindelwald; otro asunto que disparaba más aún sus nervios, usualmente de plomo. Se abrió paso por el local, atravesando el recibidor y el pasillo que desembocaba en los jardines. Chinasky lo interceptó en medio camino hacia su oficina privada ---Dile a Takeshi que le estaré esperando en mi oficina ---el elfo se alisó el bigote postizo al hacer una reverencia ---, ah y... traeme de esas "enchuladas". ---Se llaman enchiladas, jefe ---le corrigió, haciendo un mohín con sus enormes ojos. El Gaunt le dirigió una mirada. ---...Pero si le quiere decir enchuladas, enchuladas serán. Y desapareció. El rubio sonrió y continuó su camino. Dentro de su oficina se sacó un grupo de pergaminos enrollados con un elegante atado de plata y los extendió sobre su escritorio; sus azules ojos brillaron al ver lo que la tinta formaba en ellos... @@Galery Grindelwald Malfoy

Los árboles aún estaban repletos de follaje alrededor del castillo. Lucían sus hojas amarillentas y con tonos marrones, llenos de vitalidad y fortaleza; no faltaba mucho para que las primeras nevadas les ataviaran de ese blanco inmaculado y las hiciera caer, de la forma en que el gélido viento aún no había logrado hacerlo. Quizás este era el motivo por el que, iracundo, chiflaba contra el cristal de los grandes ventanales de cada habitación. Roman se hallaba inusualmente quieto, aún sobre la cama, con la mirada fija en el cielo poblado de nubes que alcanza a discernir a través de la ventana en su habitación, escuchando atento lo que el viento pregonaba. Había pasado un mes fuera del castillo, desde aquélla maravillosa noche en que había recibido la carta de Galery y desde la cual no se había separado ni un instante de ella. La luna llena se había interpuesto para que él siguiera allá, con ella, y el sumo de deberes ministeriales y patriarcales se le habían venido encima. Suponía que, nada duraba para siempre, pero se hallaba de extraordinario humor. Se levanto por fin, estirando cada uno de sus músculos ante la fría mañana que le erizaba la piel en su torso desnudo. Se desatendió de los pensamientos que arrastraba desde la noche que había pasado en el bosque, y se metió a la bañera para ducharse y vestirse. Pensaba pasar un rato en el castillo antes de marcharse a trabajar, buscando algo de material bibliográfico minucioso en la biblioteca acerca de ciertas pociones que le interesaban y se preguntaba porqué no había pensado antes consultar allí, aunque probablemente no encontrara nada. Al salir del baño Chinasky ya le tenía el almuerzo en una bandeja de plata: salchichas, huevos, pan tostado y mantequilla, y algunos muffins con arándanos, sus favoritos. El aroma del café le atrajo mucho más, y fue hacia él primero. De pronto se acordó de su madre ¿estaría en el castillo? Últimamente sentía una inexplicable atracción hacia la idea de acercarse a los mellizos, conocerlos, y ¿por que no? Conocer mejor a Anne. Les buscaría después del desayuno, ya que después de todo, tenían cosas que tratar.

Lee Ji Sang El coreano se encontraba absorto, con la vista perdida en el exterior a través de la ventana que daba hacia la callejuela, observando y sin hacerlo a los compradores que entraban y salían de los diferentes comercios que allí estaban enfilados. El restaurante aún no estaba abierto, pero no faltaba mucho para comenzar a dar servicio. Incluso ya podía percibir el aroma de la sopa desde la cocina, llenando con su reconfortante fragancia y llamando a los hambrientos estómagos de quienes se paseaban por enfrente. Sang se regocijaba de ser partícipe de una empresa tan ambiciosa como lo era The Ramen Kingdom, la cual había estado dando buenos frutos desde el día de su inauguración. Habían ganado ya clientes fieles, y buenas críticas, y aunque eso ya se esperaba, al oriental lo que mas le preocupaba el futuro del restaurante. En las últimas semanas, se habían suscitado demasiadas cosas extrañas con los consumales, y se habían propagado ciertos rumores. El mago no queria dar crédito al principio, pero ahora se sentía humillado y traicionado. Todo había estado pasando bajo sus narices y no sabía como abordar el tema con Kenzo, quien cada vez mas se hacía mas ajeno a los asuntos del negocio; interrogar y confrontar a Takeshi, sin tener toda la fuente correcta le parecía incorrecto. Había demasiado de por medio, pero lo mas importante era que no deseaba que algo se interpusiera para que él siguiera haciendo lo que mas amaba en el mundo. El sonido de la puerta le sacó de sus cavilaciones de pronto, y observó rápidamente al primer cliente del día. Le pareció curioso su aspecto oriental, y por sus rasgos no necesitó adivinar de donde provenía y el gusto que le daría a Kenzo darle un recibimiento apropiado (si este se levantara alguna vez de la cama durante el día). Se acercó hacia el ---Annyong ---saludó, en coreano, inclinando respetuosamente la cabeza. Con un chasquido Sang hico que todas las sillas se acomodaran mágicamente en las mesas de forma correcta ---Mi nombre es Sang, ¿en que le puedo servir? @@Katsumoto Kobayashi

Me imaginaba que no volvería tan pronto pero así fue, tenía que tenerla. De forma legal, por primera vez. Y no obstante, podría ser que fuera demasiado tarde para adquirirla pues, ¿cuantos no se amontonarían por ella? Llegué a la primera planta, y rápidamente me dirigí a uno de los empleados del Magic Mall con una requisición en la mano. Me había adelantado a llenar todos los datos para mi pedido. ---Vamos, se que tienen algunas escondidas por alli --- le dije al empleado, pues no quería salir de alli sin mi compra y aquélla moto era lo que unico que deseaba llevarme a casa.

Era el medio día cuando el rumano salió del castillo Gaunt en dirección del Magic Mall. Tras decidir fijar su residencia permanentemente en Inglaterra, llegó a la conclusion (tras considerar pedir a su madre presatada su lechuza para enviar una misiva de distancia larga) de que no era propio de un mago como él, con tantos beneficios, privilegios, poder y posición, seguir de aquélla manera, usando ropa y objetos desechables que daban a entender a cualquiera que no se quedaría mucho tiempo. Las cosas estaban próximas a cambiar para bien, y para mal de aquéllos quienes osaran interponerse. Sin duda aquélla sería la primer compra de una larga lista, pero por el momento solo deseaba hacerse de una sola cosa. Quizás se llevaría algo más, pues la lista de criaturas a la venta era extensa y no podía evitar llevarse alguna a casa. ID: 118989 Nick: Roman A. Gaunt Nivel Mágico: I Link a la Bóveda Trastero: -- Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda 105154 Fecha: 2015-11-17 Nombre del producto: Cuervo Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Criatura Catalogación: X Puntos por unidad: 10 puntos Precio: 500 G Nombre del producto: Lobo Huargo Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Criatura Catalogación: X Puntos por unidad: 10 puntos Precio: 500 G Precio total: 1000 G Total de Puntos: 20 puntos

Hola, Vengo de nuevo con intenciones de actualizar mi ficha, en este caso al nuevo formato. Hice algunos cambios en diseño, foto, nombre, descripción física, historia, cargos y reconocimientos. Espero sean aprobatorios, y si pueden cambiar el título de mi ficha a "Ficha de Roman A. Gaunt" estará genial. Tengo una duda, además, no sé si pueda plantearlo aquí o deba ir a otro lugar y es en cuanto a mi nivel. Tenía entendido que al obtener un tercer conocimiento me subirían a nivel II y me gustaría saber porqué no se ha efectuado dicho cambio; si me pueden comentar qué hizo falta o a donde he de ir para resolver mis dudas, les estaré agradecido. Gracias!!

Por fin voy a tener mi cambio de nick he esperado un año por esto :v haha Y eso es todo... !Saludos!

Roman Gaunt La Grindelwald se había marchado y el rumano no intento detenerla. De alguna u otra forma entendía que necesitaba espacio para despejar su mente y dejar que pasaran los últimos estragos de las pociones que había ingerido todo aquél tiempo; Takeshi había hecho un esfuerzo ridículo y humillante pidiendo el perdón de la rubia, pero esta se había negado a escucharlo más, dejándoles a solas nuevamente. Roman le dirigió una mirada de desprecio al oriental, con ganas aún de matarlo allí mismo. ---Tofu, dirígete al castillo Grindelwald e informa de la situación a Coin; necesito que estén al tanto de todo para que se encarguen del óptimo cuidado de Galery. El elfo desapareció inmediatamente después de asentir y mostrar una reverencia al rumano. Takeshi aún no se recobraba de la pesadumbre que le había causado la reacción de la bruja, pero no dio más síntomas de debilidad ante el Gaunt a pesar de que este podría hacerlo escarmentar una vez más. La húngara le había despedido justo antes de desaparecer, y Roman vio muestras en su rostro de querer irse al no tener nada más que hacer allí, más el rumano tenía otros planes. ---Siéntate Takeshi ---su voz careció de expresión, pero sonó enérgica. Rodeó el escritorio y él mismo tomo asiento en su cómodo sillón reclinable. Cavilaba en todo lo sucedido, y habiendo controlado la furia, se dio el lujo de hacerlo con la cabeza fría. Frente a si mismo veía a un hombre, de familia mágica pero sin una gota de magia en sus venas; no obstante, había llegado lejos sin ella; leyó la duda en su expresión, y antes de que dijese cualquier cosa, sus labios se abrieron de nuevo ---Créeme que nada me gustaría más que hacer que te retuerzas de dolor una vez más, pero reconozco cuando una mujer labra en un hombre el peor de los castigos con tan solo darle una muerte moral ---borró la imagen evocada de su padre en su mente, y continuó tras una pausa ---, de modo que puedo darme cuenta de que nada de lo que yo haga provocará en ti mas dolor, y entonces ¿porque perder el tiempo? Frunció el ceño y miró hacia otro lado de la habitación. Taki-Tou aún se hallaba allí, aguardando, y entonces recordó que el incidente le había negado probar aquéllos platillos que el elfo le había preparado ---Huang, me gustaría de verdad comer algo ---aquéllas palabras fueron suficientes para deshacerse de él un momento, quedando completamente a solas con Takeshi. Volvió su cerúlea mirada nuevamente hacia él. ---Tienes la habilidad ---le concedió tras un momento ---. Muchos tienen el talento, pero jamás demuestran tener una pizca de habilidad para engrandecerlo... pero tú, squib, la tienes. Y resulta que a mi me favorece tu habilidad ---esbozó una sonrisa apenas perceptible ---, y resulta también que yo puedo ofrecerte muchas cosas que ambicionas, porque se qué es lo que motiva a un hombre habilidoso y esa es la ambición; y veo ambición pura reflejada en tus ojos---hizo una pausa sin dejar de mirarle fijamente a los ojos ---. Entonces, que te parece si dejas de lado todas estás... estu.pideces en las que has estado desperdiciando tu tiempo, y prestas oídos a una buena y real oportunidad? @