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Bon Kure

Magos
  • Mensajes

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Acerca de Bon Kure

  • Cumpleaños 7 Febrero

Ficha de Personaje

  • Nivel Mágico
    2
  • Rango Social
    Unicornios de Bronce
  • Galeones
    1100
  • Ficha de Personaje
  • Bóveda
  • Bóveda Trastero
  • Bando
    Neutral
  • Familia
    Malfoy
  • Trabajo
    0
  • Raza
    Humano
  • Graduación
    Graduado
  • Puntos de Poder en Objetos
    20
  • Puntos de Fabricación
    0
  • Rango de Objetos
    10 a 200
  • Conocimientos
    Artes Oscuras
    Conocimiento de Maldiciones
  • Medallas
    10000

Profile Information

  • Casa de Hogwarts
    Gryffindor
  • Género
    Male

Contact Methods

  • Skype
    oscar850

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Reputación

  1. Tenía todavía en sus manos el pergamino que había dejado la lechuza en su ventana. En la última hora había leído aquella carta a través de los cristales de sus gafas una y otra vez, esperando encontrar algo distinto en cada ocasión. Ya estaba vestido, preparado por segunda vez para asistir a su clase de pociones. Era la segunda vez que se apuntaba a esa clase y la segunda vez que sus pies no se despegaban del suelo y sus manos del pergamino para aparecerse en el lugar donde se desarrollaría el curso; sabía que tenía un problema de ansiedad que lo paralizaba en su habitación cada vez que tenía que hacer algo que involucrara relacionarse con otro ser humano, pero debía superarlo de alguna manera si quería avanzar en el mundo mágico. «Esto es absurdo» -pensó, mientras se percataba de que había empapado el pergamino con su sudor. ¿Cuánto tiempo llevaba en aquella posición? Dejó el pergamino sobre su escritorio y se secó las manos con el pantalón. Tenía que sacar fuerzas de donde fuera si quería lograr el cometido por el cual se había inscrito en esa clase. Volvió a mirar de reojo el libro de Elaboración de Pociones Avanzadas que se encontraba abierto en una página con la foto de un frasco con un líquido dorado en su interior, y lo cerró de golpe como para consolidar la idea alocada que se le había ocurrido. Aprovechó ese pequeño asalto de valentía que lo invadió para tomar su varita y desaparecer, dejando atrás sus pensamientos. Al abrir la puerta del salón se encontró con tres personas, una de ellas, al parecer, una estudiante. Tuvo que esforzarse un poco para dar su primer paso y entrar a la habitación; una mujer de cabellos celestes y de aspecto casi tierno hablaba e invitaba a los presentes a darse a conocer, mientras él caminaba en busca de un asiento. Se percató muy tarde de que no había donde sentarse, lo que lo incomodaba un poco ya que significaba que tendría que fingir estar relajado mucho más tiempo de lo planeado. -Mi nombre es Bon, y yo... -Dos grandes estantes pegados a una pared, y en los que no había reparado al entrar, fueron los responsables de su mutismo. Intentó rápidamente de hacer un inventario mental de lo que había en ellos, hasta que se encontró con la mirada severa del otro mago con marcas en su rostro- yo... Yo no sé nada sobre pociones -mintió cuando al fin pudo recuperar su voz. «¿En qué me he metido?».
  2. Hola, hola. Estoy volviendo al foro y la última vez que me inscribí por acá no terminé mi clase de conocimiento xD. No sé si haya algún problema con eso, igual dejo mi ficha: Nick: Bon Kure ID: 119695 Conocimiento: pociones Nivel de Magia: 2 Link a la Bóveda: http://www.harrylatino.org/topic/107041-boveda-de-bon-kure/ Link a la Ficha: http://www.harrylatino.org/topic/107034-ficha-de-bon-kure/
  3. Sí, precisamente eso era lo que te pedía, lo de quitar los destellos (?) xD. No obstante, ahora no sé cuál me gusta más xDDDD. ¿Puedo agarrar las dos? En algún momento tendré que decidirme cuál modelo es el que quiero usar (?). Muchísimas gracias por todo! Siento que volveré para pedirte otra cosa, pero será luego, ya que no quisiera agobiarte y que me odies (?) xD *Le da un caramelo* xD.
  4. Sí, claro que me gusta! Está genial. Sin embargo hay un pequeñísimo detalle... La mascara que tiene el chico no se aprecia demasiado bien y no sé si quedaría bien que se apreciara un poco más. No sé si me explico xD, es que esto de los términos de diseño no son lo mío xDDD, pero básicamente lo que pido es que se vea mejor la máscara xDDD Demasiada redundancia ;O; Pero si no puedes o algo, no importa xD, esa igual me gustó demasiado *O*
  5. Pues paso porque vi los diseños y debo decir que son increíbles *O*, y siento que debo aprovechar antes de que todo el mundo venga y llene esto de pedidos ;O;. Diseño: firma Render o Imagen: http://i.imgur.com/ybySNnR.jpg Tamaño: el que quede mejor xD Texto: "Bon Kure" y "Young Wolf". Otras especificaciones: el diseño de la firma número 1 me dejó sin aliento ;O;, pero claro, todo lo dejo al criterio de la diseñadora (?) xD. Por favor y gracias xD
  6. Pues si no me equivoco, creo que ya puedo adquirir mi primer conocimiento *O*, así que dejo esto por acá. Nick: Bon Kure ID: 119695 Conocimiento: Pociones Nivel de Magia: 1 Link a la Bóveda: http://www.harrylatino.org/topic/107041-boveda-de-bon-kure/ Link a la Ficha: http://www.harrylatino.org/topic/107034-ficha-de-bon-kure/
  7. Paso a solicitar que se me agregue "Conocimiento de Maldiciones" como conocimiento adquirido *O*
  8. @ gracias por responder! xD Pues de verdad todo me quedó muy claro, y la realidad es que me gustaría decir un montón de cosas más, pero no es el punto xD. Sin embargo, no puede evitar notar... Lo de las clases de rol y perfil, ¿son solo para las personas que pertenezcan a alguno de los bandos? ¿Qué pasa con la gente que ha decidido permanecer en un punto medio? Personalmente eso no me resulta un problema ya que yo sí quiero pertenecer a un bando, pero la gente que decide no hacerlo ¿no tiene la oportunidad de entrar a una de esas clases y tener un perfil de personaje a la altura de un fenixiano o mortio? Y me gustaría que tomaras esto como lo que es: una simple duda xD. Siento que debo aclarar eso ya que me he dado cuenta que la gente por acá se sensibiliza un poco cuando se tocan los temas de los bandos xD, y solo busco satisfacer mi curiosidad ;O; *Vuelve a huir*.
  9. Pues me paso por acá porque hay algo que me ha estado rondando la cabeza desde que empecé la Universidad (que ahora es Hogwarts xD). En realidad es una duda, pero se puede tomar también como sugerencia (?). Navegando por el foro me encontré con esto: Pues bien, ahora que ya casi termino mis clases y me gradúo de Hogwarts puedo decir que, según lo que vi, sí se ha cumplido el cometido de que aprendamos a llevar la trama de un rol junto con nuestros compañeros y los profesores. Puedo decir que he aprendido a llevar una trama de manera fluida, incluyendo y aprovechando al máximo los elementos y herramientas que los profesores nos facilitan, y tomando en cuenta a los personajes de las otras personas que participan en el rol; no obstante, siento como si faltara algo. Entiendo perfectamente el porqué de no enfocarse tanto en "el nivel rolístico en cuanto a calidad", pero opino (y es solo eso, una opinión xD) que tampoco debería abandonarse por completo esa manera de evaluar. Una de las cosas que me gustaría lograr en este foro es ser un buen rolero, pero para conseguir eso debo practicar muy seguido y mejorar las cosas que tenga que mejorar; eso me resultaría mucho más sencillo si en las clases de rol se me mencionara, aunque fuera algo mínimo, algo sobre mi "calidad" rolística... Y creo que muchos compañeros opinarían lo mismo (?). Ahora, la duda xD: por lo que leo en lo que cité más arriba (y por lo que me han contado xD), antes se tomaba un poco más en cuenta lo que acabo de mencionar, entonces ¿por qué se decidió de dejarlo un poco "de lado"? ¿Es posible que se vuelva a integrar ese método de evaluación de alguna manera al nuevo modelo educativo? xD Si no, pues por lo menos ya lo pregunté, y mi yo obsesivo-compulsivo necesitaba aclarar esa cuestión (?) xD. *Huye*.
  10. Se encontraba caminando por una especie de corredor oscuro. La atmósfera que se respiraba en el lugar era increíblemente pesada y le resultaba muy difícil mantener un paso constante sin tener que detenerse cada cierto tiempo para recobrar el aliento. ¿Qué rayos hacía allí? Ni él mismo lo sabía; lo único de lo que estaba seguro era de haber divisado a lo lejos una figura que se adentraba en aquella lúgubre mina abandonada, por lo que decidió ir e investigar de quién se trataba. Al pasar por debajo de la luz frágil de una antorcha, se permitió mirarse lo que llevaba puesto aquel día; una cómoda franela de algodón de color blanco -que probablemente se mancharía con los restos de carbón de la mina-, unos jeans azules y calzado deportivo era lo que usaba habitualmente, y aquella no era la excepción. Cuando ya hubo perdido la cuenta de las antorchas bajo las que pasaba, una amplia sala en cuyas paredes de piedra había otro centenar de estas, se extendió delante de él. Con la luz que proporcionaban las llamas esperó poder ver por fin de quién se trataba la figura que había visto antes de entrar, pero para su decepción, allí no se encontraba nadie más que él. Sacó su varita de madera oscura del bolsillo de su pantalón, alarmado. Alguien lo había guiado hasta aquel lugar polvoriento para luego desaparecer... Algo parecía no encajar del todo bien. -¡Protego! -Exclamó al escuchar a sus espaldas una voz que retumbó por todo el lugar. El rayo originado de la varita del otro mago fue absorbido en su totalidad por el escudo traslúcido que invocó con ayuda de la suya -. ¿Quién eres? -Inquirió. ¿Sería él la figura misteriosa que lo había llevado hasta ese sitio? No lo creía. En su rostro se lograba ver la misma expresión de sorpresa que se había dibujado en el suyo momentos atrás. -¡Sectusempra! -Un rayo de color verde salió disparado hacia su oponente con la intención de causarle graves heridas por todo su cuerpo. Si el chico se había atrevido a atacarlo, él debía responder como era de esperarse: iniciando un duelo de magos. Off: Solo paso a informar que me retiro del duelo @@Anastacius Wright perdón xD
  11. Cuando el rayo de color verdoso impactó el escudo translúcido de su rival, soltó un imperceptible sus piro de alivio. Si iba a usar esa clase de hechizos, significaba que no tenía intenciones de causarles daños severos. Sin embargo, esa sensación de tranquilidad se esfumó tan pronto como había llegado cuando la energía del lugar se tornó en exceso pesada y oscura, casi como si algún ente invisible succionara los rayos de luz que se filtraban por las ventanas del largo pasillo. «Solo son las nubes tapando el sol», se dijo a sí mismo. No podía darse el lujo de sentir miedo en un momento como ese, donde su vida podría estar en juego de un momento a otro con un ser tan impredecible como su superior; estas ideas lo obligaron a sacudir un poco la cabeza y así lograr enfocar toda su atención en Spectum. Veía en su vacío ojo blanquecino la intención de hacer daño lo más rápido que le fuera posible, por lo que tenía que actuar de inmediato si quería tener una oportunidad -¡Sectusempra! -Gritó, un segundo antes de que su oponente abriera la boca para pronunciar su segundo hechizo, el cual, sin esperarlo, impactó de inmediato en su cuerpo causándole un efecto desconocido. Se tanteó el pecho con ambas manos para asegurarse de que todo estuviera en orden, y al no ver rastros de sangre o algún corte en su sencilla camisa manga larga de color azul o en su pantalón de color negro, se dispuso a aprovechar la ventaja que le habían otorgado las múltiples heridas sangrantes de su rival. Tragó grueso para deshacerse de la sequedad que sentía en la garganta, y observó con atención el lugar por unos segundos. Pegado a una pared, se encontraba un escritorio de aproximadamente 90x90 cm de madera de caoba tallada. «Perfecto.» -Morphos -dijo rápidamente mientras apuntaba su varita de madera oscura hacia el escritorio, el que tomó la forma de una feroz pantera de color negro de casi las mismas medidas que el mismo, aunque más pequeña de lo que le habría gustado. Se sorprendió del hecho de que le había supuesto un gran esfuerzo pronunciar aquel hechizo de manera clara sin tener que carraspear sonoramente, pero decidió ignorarlo. Estuvo a punto de darle la orden a su animal para que atacase sin piedad las heridas del hombre de cabellos liláceos y que terminara con este juego de una buena vez, pero lo único que salió de su boca fue el sonido de las palabras inarticuladas. «¿Qué me ha hecho?» Pensó. Un repentino temor se apoderó de su cuerpo, e hizo que la sala semioscura se viera más tenebrosa de lo que debía; sus manos se llenaron del típico sudor que segregaban cuando se encontraba nervioso y sus rodillas comenzaron a temblar levemente ante la vista del mago, como si lo viera de verdad por vez primera. «Me quiere matar», decidió. Pero su pantera, sin necesidad de haber recibido una orden en concreto, se disponía a atacar y probar un poco de la sangre que brotaba a borbotones de las heridas causadas por el rayo verdoso, lo que le dio un poco de tranquilidad al muchacho. Esperaba que el efecto deshidratante pasara antes de lanzar su próximo ataque, pero el extraño escozor que sentía en su garganta le indicaba que duraría más tiempo del deseado. No quería morir, no allí.
  12. Aquel día se había dispuesto a llegar al Ministerio de Magia como todos los días del mes que estaba a punto de terminar; ya se le había vuelto costumbre utilizar la red flu para aparecerse en medio de un pasillo lleno de magos que caminaban apresuradamente en todas direcciones, sin un rumbo en concreto. Él ya había sacado su varita de madera oscura mientras se dirigía decidido al ascensor que lo llevaría hasta el departamento de seguridad, donde trabajaba como aprendiz; entraría al cuartel de inquisidores y pasaría desapercibido entre sus compañeros y superiores, como lo venía haciendo cada día desde que aprobaron su postulación. No le quedaba ninguna duda de que su osadía algún día le acarrearía más problemas de los que era capaz de enfrentar, pero sabía muy bien también que ese día no era hoy. Ese día su imprudencia estaría bien vista por aquel mago de cabello lila y hasta la etiquetaría como "intrepidez" o "valentía", lo que lo absolvería por completo de toda culpa por haber iniciado un duelo en un lugar tan público. -Departamento de seguridad mágica, cuartel de inquisidores -se encontraba anunciando la voz femenina en el ascensor, pero el joven mago ya había salido del mismo para dirigirse casi a zancadas a su lugar de trabajo. Se quedó inmóvil bajo el umbral de la entrada las oficinas del cuartel, buscando con avidez con la mirada algún destello morado que le indicara que su próximo oponente se encontraba presente. Estaba claro que no sorprendería a alguien como aquel mago de aura tenebrosa; era como si la energía casi oscura que emanaba de este, le soplara al oído la dirección de donde provenía la amenaza -Sectusempra -espetó, así sin más, luego de localizar a su objetivo. Había elegido ese lugar en particular con la intención de que su rival se sintiera intimidado por lo público que sería su duelo, a ninguno de los presentes, incluyéndolo, le convenía que un inquisidor fuera visto usando magia indebida. Sin embargo, conociéndolo, no se encontraba tan seguro de que su plan tuviera demasiado éxito. Solo quedaba esperar su reacción.
  13. Bon Kure

    En el castillo..

    Bon, 1er año Incidente en la sala común de Gryffindor Miraba inexpresivo las horrorosas cortinas en distintos tonos de rojo que adornaban el dormitorio. Desvió su vista hacia la ventana tratando de ignorar los nervios que se le acumulaban en el estómago y se retorcían como lombrices. Los rayos de sol iluminaban toda la extensión del campo que se lograba ver desde la Torre de Gryffindor, deteniéndose bruscamente en el lindero del Bosque que se les estaba Prohibido a todos los estudiantes, como si un extraño velo de penumbra lo cubriera para negarle la entrada a miradas curiosas como la suya. Tenía miedo. No era el primer día de clases ni mucho menos, pero siempre que despertaba para vestirse esperaba silenciosamente a que todos sus compañeros se retirasen del dormitorio con rumbo a sus clases matutinas. Aquello se había vuelto ya casi una rutina, un ritual; era su primer año en Hogwarts y no conocía a nadie, y el esfuerzo sobrehumano que le suponía caminar por los pasillos repletos de personas que lo miraban divertido por ser uno de los nuevos, hacía que las tripas se le revolvieran cada mañana sin falta. Tomó los lentes y la varita de la mesita de noche hecha de caoba y dando una profunda inhalación apretó el libro que llevaba en la mano para salir hacia la sala común. Sabía que era tarde, por lo que apenas se hubo puesto las gafas sobre las orejas, se apuró en bajar las escaleras y en cruzar la sala como una flecha con la intención de salir de ahí lo más rápido posible. Justo cuando ponía una mano sobre el cuadro de la Dama Gorda para que este se abriera ante la presión de la misma, dos personas salieron de repente por el agujero del retrato y tropezaron súbitamente con el joven mago. Se aferró fuertemente a su libro cuando vio que una tarta caía al piso luego de la sorpresa que se habían llevado los tres. No apartó ni un instante la vista del lugar en el suelo donde se había estrellado la tarta; el relleno adornaba la alfombra escarlata de la sala cual vómito que sería imposible de despegar luego. Sus náuseas recién provocadas no le dieron tiempo de reaccionar ante la mirada desafiante de una de las brujas, la desaliñada, que esperaba a la defensiva por una respuesta del joven. -Pe-perdona -se disculpó al tiempo que se llevaba el dedo índice al entrecejo para acomodar los lentes que se le habían torcido. No pudo evitar observar, una vez logró despegar los ojos del suelo, cómo las facciones de la chica se relajaban para dar paso a un rostro con cierto matiz de ¿vergüenza?- No te preocupes, no le diré a nadie, puedes continuar con lo que hacías. Solo quiero salir de aquí, llego tarde al desayuno. -Como siempre, había hablado más de lo necesario, y al percatarse de esto y de que sus intestinos se volvían un nudo, salió casi corriendo por el agujero que había dejado el retrato de la Dama gorda. «Creo que debo ir al baño.»
  14. Hola! Vengo a solicitar que se hagan los siguientes cambios a mi ficha +.+ *deja leche y galletas*.
  15. @ Contuvo la respiración por un momento, pero logró soltar una exhalación de alivio al ver que se trataba de una persona de carne y hueso y que no pretendía hacerle daño. Sin embargo no pudo evitar percatarse de que la bruja cuyo cabello rojizo adquiría un matiz extraño a la luz de la luna, no dejaba de observarlo. Se llevó instintivamente un dedo hacia las gruesas gafas para disimular su inseguridad; a veces olvidaba por completo que sin ellas no podría siquiera distinguir la palma de su mano, por lo que agradeció sin saber por qué haberlas llevado esa extraña noche. Reprimió el deseo de levantar su varita hacia su cara para poder examinarla él también, sin embargo logró notar que tenía rasgos casi infantiles que contradecían las ligeras arrugas que se le formaban alrededor de los párpados al sonreír. «¿Quién rayos es esta?» Se vio obligado a pensar. No habría podido decir si se trataba de una estudiante o de una profesora, pero lo que más lo preocupaba era la seguridad con la que se refería al tenebroso pozo que tenía al lado. -Perdona, creo que ha sido un error –volvió a llevarse un dedo entre los ojos para acomodarse los lentes -, me encontré con esto en la biblioteca y no pude evitar seguir el camino que señala –al tiempo que hablaba, de su bolsillo sacaba el pergamino arrugado que había llevado consigo. Se lo tendió inseguro para que lo viera –. No conozco tal leyenda, lo siento. La bruja no dejaba de examinarlo con aquella cara de curiosidad que le recordaba a la de una niña. Tuvo que mirar al suelo y buscar algo interesante que observar en la hierba para evitar hacer contacto visual con aquellos ojos que no se despegaban de él. La incomodidad que sentía casi lo había obligado a tornarse una vez más para volver a la seguridad su habitación donde nadie lo miraba, pero algo que dijo la chica captó de inmediato su atención. -¿A-acónito? –No podía ser posible. Era como si la mujer-niña supiera exactamente lo que le interesaba al muchacho y podía ver en su rostro que así era (o eso creía). Sin embargo aquello que proponía la bruja era ilegal o al menos lo era la creación de pociones que necesitaban de aquel ingrediente tan raro. «¿Lo sabrá?» dudó, «Sí, lo sabe, pero no le importa»- ¿Estás segura? –fue lo único que logró articular. Sin responder a sus interrogantes, la mujer-niña se volvió para subirse al enorme borde pedregoso del pozo. En el interior del chico se debatían sensaciones combinadas: sentía un miedo que le provocaba escalofríos por todo el cuerpo al considerar siquiera adentrarse en aquel agujero negro, aunque su ambición casi obsesiva por las pociones lograba por momentos interponerse a su temor y lo obligaba a dar un paso en dirección al pozo. «Esto es una locura», no paraba de repetirse, «una total y rotunda locura». Antes de poder arrepentirse, ya estaba tomando la mano que la chica le había ofrecido y se disponía a lanzarse a la oscuridad con vida propia que se extendía bajo sus pies. -Mi nombre es Bon –fue lo último que logró decir.

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