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Khufu

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  • Guerrero Uzza del Libro de los Ancestros

Ficha de Personaje

  • Nivel Mágico
    80
  • Rango Social
    Orden de Merlín
  • Galeones
    0
  • Ficha de Personaje
  • Bóveda
  • Bóveda Trastero
  • Bando
    Neutral
  • Libros de Hechizos
    Libro de Merlín (N.40)
  • Trabajo
    0
  • Raza
    Humano
  • Graduación
    Graduado
  • Poderes de Criaturas
    2 Poderes de Criaturas
  • Puntos de Poder en Objetos
    3000
  • Puntos de Poder en Criaturas
    3000
  • Puntos de Fabricación
    0
  • Rango de Objetos
    Más de 3000
  • Rango de Criaturas
    Más de 3000
  • Guerreros Uzza
    Guerrero Uzza de los Ancestros
  • Conocimientos
    Transformaciones
    Metereología
    Encantamientos
    Pociones
    Conocimiento de Maldiciones
    Artes Oscuras
    Defensa contra las Artes Oscuras
    Estudios Muggles
    Leyes Mágicas
    Idiomas
    Maestría con Escobas
    Adivinación
    Aritmancia
    Astronomía
    Cuidado de criaturas mágicas
    Herbología
    Historia de la Magia
    Runas Antiguas
    Primeros Auxilios
  • Habilidades Mágicas
    Videncia
    Animagia
    Legilimancia
    Metamorfomagia
    Nigromancia
    Hablante de Parsel
    Oclumancia
  • Medallas
    200000

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    Árbol de Fuego

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  1. Khufu

    Tablón de Calificaciones

    Libro de la Fortaleza - Octubre 2022 Aprobados Mefistófeles Evil Perfil | Ficha Reprobados ---
  2. El Humano de Larga Vida esbozó un atisbo de sonrisa al ver que su alumno se había defendido de su rayo utilizando los poderes del Libro de la Fortaleza. No había mucho de dónde escoger, era cierto, pero la Salvaguarda Mágica sería su aliada de aquí en adelante, pudiéndolo sacar de aprietos en los que un Protego no siempre era la mejor opción para defenderse. No quedaba más que decir, salvo apelar a su excelente elección de hechizo. Y es que, aún dentro de su naturaleza guerrera, Khufu no deseaba matarlo. Aún no, eso lo estaría reservando para cuando Mefistófeles acudiera ante él para enseñarle el Libro de los Ancestros. ⎯⎯Una estrategia sumamente inteligente, debo decir. El hechizo que acabas de utilizar también puede ayudar a escapar de una prisión, claro, cuando esta no tenga otras contramedidas mágicas que impidan el escape. Aquel intercambio de palabras servía para romper el hielo, de forma figurada, ya que una caída a la gélida agua bajo sus pies significaría la muerte por hipotermia. Era usual que los primerizos en los duelos se sintieran ansiosos o desconfiados de sus acciones, al no estar curtidos en batalla, por lo que también era su deber como mentor el hacerles saber sus errores y aciertos. «Obsistens», pensó, mientras el cerco de materia luminosa se formaba frente a él, lo suficientemente alto y amplio para cubrir a su persona. La tonalidad iba de un naranja de atardecer a un amarillo similar al oro puro, como si se tratara del ocaso y el alba. Las doce medias lunas que su alumno le había lanzado se incrustaron en su escudo físico, evitando que el Uzza sufriera considerables daños. ⎯⎯En futuros duelos te enfrentarás a más que ataques físicos, por lo que deberás jugar bien tus cartas. También implica un razonable aumento del arsenal a tu disposición, así que no dudo que harás lo correcto ⎯ sentenció, rememorando a sus antiguos estudiantes y lo mucho que habían progresado algunos de ellos. Llegaba el momento de añadir un pequeño reto a su demostración de poder, por lo que pensó en el hechizo Confundus, que era a su vez de tipo efecto. Mefistófeles se sentiría confuso, así como experimentaría una especie de desorientación temporal, forzándolo a gastar una acción en recuperarse de dicha mala pasada.
  3. Khufu escuchó pasos que se acercaban con tanta insistencia, que invocó otro Fulgura Nox bajo sus pies y los de su estudiante, Mefistófeles. Fueron forzados a abandonar la fortaleza a la que habían acudido a averiguar quién tenía el ídolo de la Cabeza del Demonio, una investigación que de momento tendrían que dejar de lado. Los recibió la gruesa capa de hielo de un pequeño cuerpo de agua congelado, del otro lado de los Himalayas, lejos de la aldea, de sus habitantes, y prácticamente, de cualquier forma de vida. El Uzza cayó con gracia, depositando el puño derecho sobre la superficie de hielo, mientras adoptaba una postura como si se arrodillara. Al menos, hasta que su alumno se levantó. ⎯⎯Temo que tendremos que posponer nuestra travesía por un momento, para atender una causa mayor ⎯ indicó, señalando el entorno que les rodeaba. Un paraje gélido a donde quiera que miraran ⎯. Es tradición que estudiante y maestro se enfrasquen en una batalla para poner a prueba sus conocimientos. Sé que no me decepcionarás. Aunque se trataba del primero de los Libros de Hechizos que él cursaría de ahí en adelante, Khufu creía que era ideal enfrentarlo a un combate en el que sacara todo su potencial, además de creatividad. Eran pocos los hechizos del Libro de la Fortaleza, pero seguro encontraría la forma de sorprender al Uzza en lo que sería la última de la clase. Enarboló su varita mágica, dirigiéndola hacia el joven. ⎯⎯¡Sectusempra! Un rayo salió de la punta de la varita de Khufu, dirigiéndose hacia Mefistófeles, su objetivo. De impactarle le produciría una serie de cortes y heridas sangrantes en su cuerpo, pudiendo provocar un desmayo. Tendría que usar una valiosa acción para curarse, pues lo pondría a las puertas de la muerte, y una segunda aplicación para restituir su fortaleza física en su totalidad. C O N D I C I O N E S Duración de la Prueba: del 25 al 31 de Octubre. No existen los límites de tiempo entre respuesta y respuesta. Por tanto, la regla de hechizos impactados desaparece. Nos guiaremos por las nuevas reglas de duelos existentes. Lista de Hechizos (con especial énfasis en el Libro de la Fortaleza) Están prohibidos los Off y las ediciones. Consultas, dudas o sugerencias, al topic de Consultas Libro de la Fortaleza. @ Mefistófeles Evil.
  4. ⎯⎯La primera vez siempre suele traer un par de jaquecas, por la cantidad de conversaciones alrededor de uno, pero eventualmente tu oído se acostumbra ⎯ respondió el Uzza, complacido por el buen manejo que Mefistófeles había demostrado ⎯. Puedo decir que es uno de los poderes más útiles en general de todos los libros de hechizo, aprovéchalo bien. Asintiendo ante el resumen brindado por su alumno al respecto de la situación, lo invitó a que continuaran caminando, esta vez de regreso por dónde habían venido, para no levantar sospechas. Los detractores del Uzza, y de los extranjeros en general, seguro estarían observando, y se verían distraídos ante la aparente retirada de Khufu. Una estrategia un tanto predecible, pero aún efectiva. ⎯⎯Hablar con el sospechoso es justo lo que haremos, pero el recinto de las montañas en el que se encuentra está fuertemente protegido, por lo que tendremos que colarnos a dónde lo mantienen captivo. Después de ti, mi joven aprendiz. ¡Fulgura Nox! Su Vara de Cristal se iluminó brevemente al conjurar un hechizo del Libro de los Druidas, aquel que resquebrajaba la continuidad espacio-temporal, representada por un portal de suficiente tamaño para que ambos cruzaran. Del otro lado, contrario al entorno en el que se hayan, podía percibirse una aplastante penumbra, sólo compensada por un par de velas venidas a menos que iluminaban lo que parecía ser una figura encadenada a un muro de madera. Una vez que ambos pasaron el portal, éste se cerró sin realizar ruido alguno. ⎯⎯Ahora nos toca evitar que se den cuenta que estamos aquí, pero hablar por lo bajo no basta ⎯ susurró Khufu a su alumno, extrayendo el segundo artilugio que le daría a conocer ⎯. Pasemos ahora con el anillo salvaguarda contra oídos indiscretos, el cual se encarga de bloquear el sonido en un área de hasta cincuenta metros cuadrados, lo cual nos permitirá hablar con normalidad. En esencia funciona sin muchas pegas, salvo que tú decides, mentalmente, quienes quieren que escuches lo que dices, y a diferencia de los encantamientos como Muffliato, los demás no escucharán un zumbido, simplemente no percibirán sonido. Era un círculo de bronce con motivos de oro en el borde, bastante más ostentoso que el anillo de escucha, que superficialmente no tenía mucho chiste. Aguardó a que Mefistófeles se lo pusiera, para continuar con lo que los había traído a aquel sitio que, irónicamente, emitía una sensación de humedad, a pesar de que fuera de los muros los vientos gélidos acabaran con todo lo desprotegido. El sepulcral silencio fue interrumpido por la figura, quien dejó ir una serie de gruñidos, posiblemente confundiendo a sus visitantes con los captores. ⎯⎯Parece que lo han torturado, otra razón más para que no hable, sobre todo si existe alguien más detrás de esto. Cuéntame, ¿tienes experiencia curando heridas o algo por el estilo? El hechizo Episkey es lo más común, pero no es el único que existe. Tomó una de las velas para iluminar el cuerpo del cautivo, que al percibir la luz pareció revivir un trauma, pues comenzó a agitarse un poco más. Khufu se compadeció, pues ni su pueblo había caído tan bajo como para aprobar la tortura innecesaria. Era oriundo del poblado a las faldas de la montaña, pues se notaban sus facciones orientales y una piel cetrina que seguro había soportado varias heladas en desahucio. La cara estaba cubierta por una barba de un par de días, de las que resbalaban finos hilos de sangre que provenían de su nariz y boca. Posiblemente, le habían propinado una tunda para que soltara la sopa. ⎯⎯Antes de interrogarlo, debemos curarlo ⎯ puntualizó, echando un vistazo a las dos puñaladas que tenía en las costillas, y por cuyo orificio aún brotaba la sangre ⎯. Te ayudaré con eso, pero antes te contaré de dos alternativas para curar. La primera de ellas, es el hechizo Curación, es de tipo Efecto, y es no verbal, por lo que no necesitas pronunciarlo en voz alta. Es lo equivalente a un Episkey, por lo que puede servirte para curar tus heridas o las de alguien más. Dentro del contexto de los duelos, permite que te cures sin tener que consumir una acción, pero sólo lo podrás usar una vez. En cuanto concluyó de explicar el hechizo, lo conjuró de forma no verbal, ocasionando que las heridas de nariz y boca fueran menguando. Entonces invocó otra de las baratijas del libro, un amuleto de topacio amarillo. Aquel sortilegio no siempre lo utilizaba, pues su uso requería de poseer cierto conocimiento, pero valía la pena que Mefistófeles lo conociera. ⎯⎯El amuleto de la curación. Debes rodear tu cuello con este si deseas curar a alguien a través de una simple imposición de manos, pero sólo tendrá efecto si cuentas con el conocimiento de Primeros Auxilios. Permitió que su aprendiz procesara todo lo que le había compartido, y no podía juzgarlo si comenzaban a surgir dudas, ya que había puesto sobre la mesa el primer hechizo de dos que analizarían en la clase. Antes de continuar con la búsqueda del ídolo perdido, su alumno debía poner a prueba los poderes del Libro de la Fortaleza para curarlo, y que este tuviera, valga la redundancia, una fortaleza para poder responder al interrogatorio que le plantearían ambos. ~ @ Mefistófeles Evil.
  5. En todos sus años de enseñanza, habían sido pocos los estudiantes que llegaban en blanco respecto a los contenidos de los libros, incluso en clases más avanzadas como la del Libro de los Ancestros, que era el que le correspondía a Khufu por defecto. Las palabras de Mefistófeles eran honestas, cuando menos, y hacía énfasis en un punto que muchas veces se perdía de vista: Conocer algo de antemano podría crear un prejuicio, sellando de cierta forma el futuro de la clase. Por fortuna, eso no sería el caso para aquella lección que tenía preparada para su pupilo. ⎯⎯Una jugada arriesgada, pero correcta. En ocasiones, las interpretaciones personales respecto a algunos poderes no son acertadas, sin embargo ⎯ hizo una pausa para poder invocar el primer objeto que le explicaría a su estudiante, un anodino anillo hecho de alguna aleación de baja pureza ⎯. La perspectiva de cada uno no debe dejarse de lado, y nos ayuda a enriquecer la clase misma. Así, pues, comencemos con este pequeñito, el anillo de escucha. Lo sostuvo a una altura para que Mefistófeles pudiera identificarlo mejor, confiando en que pronto lo invocaría para darle el respectivo uso. Giró ligeramente la cabeza por encima de su hombro, para saludar a la figura que aguardaba a sus instrucciones, antes de continuar con su explicación. ⎯⎯Como su nombre lo sugiere, nos permitirá prestar oído a conversaciones que no están a nuestro alcance. Esto, claro, cuando no se han impuesto barreras como encantamientos, o alguno de los participantes está usando su contraparte, el Anillo de salvaguarda contra oídos indiscretos, que veremos más adelante. El modesto acceso se abrió para Khufu, del cual emanaba una densa niebla, como si se tratara de un baño turco edificado de forma improvisada. Dentro no cabrían más de cuatro personas, por lo que los habitantes de ese sitio estarían algo más apretujados que de costumbre en cuanto el Uzza se adentrara. ⎯⎯Desconfían de muchos extranjeros, como nosotros, pero te puedo asegurar que tienen sus razones. Entraré para averiguar qué sucede, y me gustaría que en este lapso utilices el poder del anillo de escucha, sobre todo para estar al tanto de lo que sucede sin que debas ingresar ahí, ¿te parece? Nos reencontraremos en un par de minutos. Se retiró dedicándole una venia a su estudiante, y confiando en que no tendría problema en deslizar el anillo hacia uno de sus dedos y escuchar la plática que mantendría con las personas dentro de la vivienda. ⎯⎯Llega tarde, guerrero Khufu. Comenzábamos a creer que no vendría, y por poco tomamos el asunto en nuestras manos ⎯ lo saludaba uno de los presentes. ⎯⎯Mis disculpas, jefe Tananabok, pero también debo dictar clases en Uagadou. El día de hoy, he venido con alumno que considero puede aportar mucho a resolver a este caso, así que, ¿por qué no me da los pormenores del problema? ⎯⎯Un caso particular de robo, guerrero Uzza. En una de las viviendas del primer nivel, se han hecho con el ídolo de la Cabeza del Demonio; un ícono de nuestro pueblo, pues conforma la identidad de esta aldea. Parece que han atrapado al presunto culpable, pero se ha negado a hablar, por lo que tememos no encontrar pronto el escondrijo dónde colocó la reliquia. ⎯⎯Parece que tenemos un ratón al que el gato le comió la lengua ⎯ repuso Khufu, negando con la cabeza. La premisa de la problemática que le habían dado le resultaba suficiente para continuar la investigación, y sin duda haría participé a su alumno en aquella búsqueda ⎯. ¿En dónde lo tienen? ⎯⎯Está detenido en el mausoleo de las montañas, más allá de este sitio. Es un viaje peligroso, pero entiendo que ustedes los Uzza tienen sus métodos para evadir ese tipo de situaciones, ¿no es así? Lo que siguió de la conversación, fueron una serie de asuntos triviales relacionados con los buenos recuerdos que tenían los pobladores de la ayuda que Khufu les había ofrecido en el pasado. Muchos, si no es que todos, eran descendientes lejanos de aquellos a quienes había ayudado, pues el Humano de Larga Vida había conocido ese lugar cuando apenas eran una o dos tiendas de acampar, en tiempos del feudalismo. Retornó con Mefistófeles, pocos minutos después de haberlo dejado para que probara el anillo. ⎯⎯¿Y bien, tuviste algún problema para poder escuchar? Creo que ya estarás consciente de que debemos movernos pronto, comenzará a hacer algo de frío allá arriba. ~ @ Mefistófeles Evil.
  6. Asintió al escuchar que su estudiante tenía toda la disposición para aprender; en todas las generaciones siempre existían quienes llegan encarando a su pueblo, exigiendo el conocimiento, pero no era el caso de Mefistófeles, quien se mostraba abierto a las enseñanzas que él le pudiera legar. Y resultaba que eso era el verdadero punto de las clases de hechizos; más que aprender un par de trucos, el conocimiento y experiencia lo era todo. ⎯⎯Es cierto que hay guerras que incluso se han iniciado por algo que hoy día subestimaríamos tanto como lo es el amor ⎯ respondió, recordando las disputas más primitivas, que de vez en cuando se reflejaban en los conflictos actuales ⎯. A veces, como bien dices, toca mancharse las manos y entrar en batalla. Mi pueblo tiene algo de experiencia en esa arena, así que nuestro propósito aquí es prepararte para esa eventualidad. Por obra de su longevidad y del clima mismo, no pudo evitar que su cuerpo se estremeciera cual insecto. Rozando con delicadeza el tatuaje en su brazo, invocó de ésta la Vara de Cristal, cuya tonalidad se confundía a ratos con la formación sólida a las faldas de las montañas. Invitó a su pupilo a que le siguiera, apoyándose él sobre su instrumento mágico como si fuese un cayado. ⎯⎯Concluiríamos entonces, que la guerra tiene ciertas implicaciones positivas y negativas, desde cierto punto de vista, ¿no es así? Yo la llamaría un lenguaje universal, que ha renovado el espíritu de supervivencia, pero como todo, ha tenido sus implicaciones. Muchas veces se habla de lo que se gana, pero muy pocas veces de lo que se pierde, como este lugar. Mientras se iban adentrando en la aldea, el bullicio característico de cualquier poblado pequeño fue alcanzándoles. Las viviendas estaban organizadas por niveles, dependiendo de la jerarquía de la que disponían sus pobladores, siendo los más cercanos a la montaña los que tenían influencia en las decisiones (reflejado en los acabados de madera y piel más refinados), mientras que los del tercer nivel, los cimientos, eran los menos afortunados, pues incluso sus casas se limitaban a un par de estructuras venidas a menos y poca protección contra el frío. ⎯⎯Este pequeño pueblo sufrió los estragos de la guerra hace algún tiempo. Sus mejores soldados salieron a pelear a un conflicto que no les correspondía, muchos de ellos, personas viles y deshonestas. Muy pocos regresaron, permitiendo esto que el pueblo bueno tuviera mayoría ⎯ explicaba a Mefistófeles mientras bajaban por el sendero principal. Algunos habitantes los veían con asombro; otros, les dedicaban sendas reverencias, pues conocían al Uzza ⎯. Pero con el tiempo, se volvieron corruptos, peor que sus predecesores. Y eso repercute sobre todo con los que menos tienen, forzándolos a robar o cometer otro tipo de fechorías. Lo cual es la razón que nos trae aquí. Detuvo su andar casi de golpe, al pie de una de los cimientos, cuya vivienda de tercer nivel parecía estar mejor protegida del frío invernal. Una figura envuelta en pieles de caribú se podía observar de entre uno de los agujeros que hacían de ventana, pero aguardaba la señal de Khufu para permitirles el acceso. ⎯⎯No pretendo que reestructuremos el sistema, porque eso tomaría eones, con el riesgo de que se corrompa nuevamente. Así que, antes de continuar, me gustaría saber si ya ha tenido oportunidad de revisar los poderes del Libro de la Fortaleza. Particularmente, empezaremos con las baratijas, que son cuatro: el amuleto de curación, el anillo detector de enemigos, el anillo de escucha y el anillo de salvaguarda contra oídos indiscretos. ~ @ Mefistófeles Evil.
  7. Con el último trimestre de ese año, también llegaba una nueva generación de aspirantes a iniciarse en el dominio de los Libros de Hechizo, una aportación de su pueblo a la comunidad mágica que, aunque a un alto costo, traía uno que otro beneficio a quienes eran suficientemente taimados para sobrevivir a las pruebas. Khufu aguardaba, solemne, a la llegada de su único estudiante. A espaldas del Uzza, se encontraba una pequeña aldea que se había asentado a las faldas de la capa de hielo, que por el descuido de la humanidad ante el cambio climático, había cedido suficiente terreno. Los Himalayas ya no eran lo que solían ser, pero seguían siendo un lugar idóneo para entrenar a futuros guerreros en el arte de la magia. Un gorrión violeta, singular y bonachón, llevaría a Mefistófeles la misiva anunciando el inicio de su clase, así como el punto de reunión. Khufu confiaba en que sabría encontrar el camino, pues quienes llegaban ante él solían ser estudiantes con amplios conocimientos. ⎯⎯Sea bienvenido, joven Mefistófeles. Mi nombre es Khufu, y le estaré guiando en su travesía para conocer y dominar el Libro de la Fortaleza. Hizo una pequeña pausa para recuperar su movilidad, que lo había hecho parecer una estatua que recibía a los visitantes de la aldea. Comenzó dando una vuelta en torno a su alumno, no como la serpiente que acecha a la presa, sino como el lobo que visualiza a lo lejos, planeando una estrategia. ⎯⎯Antes de comenzar tan cruenta travesía, me gustaría que me respondiera un par de cuestionamientos ⎯ dijo al final, volviendo a plantarse frente a su alumno mientras pasaba sus dedos por la férrea cadena que rodeaba su cuello ⎯ ¿Que es la guerra para usted? Y más importante aún, ¿la considera una herramienta que ha permitido el progreso de la civilización? Eran preguntas para conocer no sólo la postura de su pupilo para las batallas; de igual manera lo estaba probando para saber si estaría dispuesto a realizar el máximo sacrificio para lograr vincularse con los poderes del libro. @ Mefistófeles Evil.
  8. Khufu

    Tablón de Calificaciones

    Libro de la Sangre - Agosto 2022 Aprobados Veronica Prince Rambaldi Perfil | Ficha Reprobados ---
  9. Duda. Tiene el deseo de saber cuál es el rostro de Khufu en aquellos momentos. Quería saber su actitud ante aquella vista dónde ambos estaban perdiendo sangre sin parar. ¿Cuál era el límite que se había puesto el Uzza? ¿Interferiría si su alumna o él estaban en peligro de muerte? Tenía dudas y eran por esas dudas, que no se atrevía a mirar al guerrero siquiera de reojo. No le importa sentir su cuerpo nuevamente ser cortado. El sentimiento del corte le hacía sentirse brevemente libre de aquel pensamiento cruel, solitario y persistente que le provocaba la presencia de Khufu. Sabe que si la bruja se había autolesionado era solo con un propósito: enlazarlo con un juramento. Sin embargo, él tenía los mismos planes así que ¿para qué detenerla? Solo esperaba que su juramento fuera en la misma línea que él tenía planeado. — Sectusempra — repite. Esta vez, su hechizo no sale deformado ya que la maldición ya se había deshecho. Sabe que, de impactar, el escenario se volvería mucho más sangriento que en la actualidad. Esperaba que el Uzza hubiera traído una poción reabastecedora de sangre para su pupila. Una sonrisa florece en su rostro al oír el juramento de su rival ¿nada de efectos? ¡Perfecto!. Menos estrategia y más brutalidad. Podía ser un sabio, pero, frente a la alumna de Khufu, solo quería destrucción y sangre. Embrujo Punzante piensa mientras apunta a la bruja. Su objetivo era sencillamente desconfigurar su rostro, el daño sería menor pero sin poder usar efectos y sin poder ver, estaría en un grave problema. Quería saber cómo reaccionaría la mujer, aunque en el fondo esperaba que cavara su propia tumba solo para ver el rostro de Khufu ¿sería dolor? ¿indiferencia? ¿frustración?. @ Veronica Prince Rambaldi
  10. El Sabio Hombre Polilla Le daba gracia escuchar la respuesta de la muchacha ¿cómo podía estar tan segura de sus palabras? ¿acaso había experimentado su vida como para poder hacer la comparación? No sabía nada de él, quizás solo lo que Khufu le había relatado pero, en definitiva, era sólo la superficie y un relato que podía haberse alejado bastante de la realidad. No había nada peor que ser juzgado a base de rumores o entendimientos superficiales. Lo cierto es que la relación con su maestro era bastante extraña, a pesar de todo todavía había respeto por el Uzza. Sin pensarlo demasiado, y como si fuera algo que realizaba a diario, invoca su Daga del Sacrificio. Una daga tan bella como peligrosa. Su sola presencia dictaminaba la unión de dos almas y, en particular ahora, para terminar compartiendo un destino en común: el mismo dolor. Espera que la bruja vuelva a ser tangible antes de invocar el enlace que busca. — Immolo oppugnare Pronuncia con una voz dominante y algo gutural. Había una cierta satisfacción en sacrificar su propia sangre con tal de causar un daño a otro. Su brazo derecho sangraba sin parar, pero no le importaba realmente, ya que el olor a sangre despertaba algo en él... un sentimiento ominoso que era difícil de controlar. Lame su herida y piensa en una Curación, para restaurar su brazo a su óptima condición. Su varita descansaba en aquel brazo, por lo que no era conveniente dejar su herida abierta. — Sektmbrespra Conjura, aunque debido al trastabilleo de su encantamiento sabe que no tendrá efecto alguno. Por supuesto, sabe también que su impasse había sido provocado por la maldición invocada por su rival. No le importaba realmente. @ Veronica Prince Rambaldi
  11. El momento que Khufu esperaba por fin había llegado. Terminando la escalinata de piedra por la que habían descendido al ingresar al Museo del Hombre Polilla, se encontraron con una habitación abovedada, con la misma sensación de humedad que en la superficie, pero acentuada por la existencia de filtraciones de agua que seguro venían del sistema de tuberías de Point Pleasant. Nada más llegar al espacio, eran recibidos por una gran lámpara de araña que pendía del techo, y se balanceaba cada tanto por las vibraciones. Más allá de las escaleras, se erigía un altar hecho con distintos huesos, animales y humanos, que tenía por propósito representar al Sabio Hombre Polilla en su forma bestial, que era más bien redondeada y con dos pares de alas que cortaban el aire para intimidar a sus enemigos. Una serie de piras rituales adornaban la efigie, hechas del mismo material, y con la sangre borboteando en contenedores rectangulares a los pies de estas. Parecía, acertadamente, el lugar de adoración de una secta. Pero no estaban solos. La figura que se sentaba en el Trono bajo el altar, se levantó en cuanto detectó su presencia. Llevaba una máscara con diseño hexagonal, como si se tratara de un panal de abejas, con una textura y color que se asemejaba al musgo que crecía en los árboles en épocas de lluvia. Sus ojos estaban cubiertos por dos googles de la misma tonalidad que el moho que ya habían visto crecer en todo el edificio, relucientes en la oscuridad que reinaba entre él y sus visitantes. Las ropas eran más bien una túnica venida a menos, cuyos jirones caoba dejaban ver que era un maestre que aún en la opulencia, prefería la sencillez de su ropaje para recibir a sus siguientes víctimas. ⎯⎯El Hombre Polilla nos recibe, por lo que veo. Pero no siempre se trató del Sabio, como ahora lo conocen. Antes era un Uzza, como yo y otros que han enseñado en Uagadou, pero que se desvió del Camino. Aunque me gustaría enfrentarme a usted en batalla, señorita Prince, creo que lo más ideal es que usted dé fin a esta secta de una vez por todas, y demuestre su sabiduría en los conocimientos del Libro de la Sangre. Hizo una pausa para avanzar hacia el centro de lo que consideraba el campo de la batalla que estaba por venir. Observaría los movimientos de los que fueren sus estudiantes, para determinar que Veronica tenía lo necesario para vincularse correctamente con el Libro de la Sangre. ⎯⎯No olvide lo que ha aprendido aquí, y siempre esté dispuesta a derramar sangre por un propósito más allá del bien y del mal, y en contra del más despiadado enemigo que no dudará en pagar sangre para ganarle esta jugada. El Sabio Hombre Polilla El Sabio levantó la varita, al fin, como si hubiera esperado que Khufu terminara su letanía. Lo recordaba, aún después de todos estos años, por lo que no le hacía gracia que estuviera ahí, ni que trajera a otra estudiante consigo. Sin embargo, lidiaría con su antiguo mentor después de acabar con la mujer que le acompañaba, pues la presencia de ambos no sólo amenazaba su propia existencia, sino sus operaciones en Estados Unidos, donde ya era una deidad venerada por una manga de incrédulos que estaban dispuestos a esparcir el caos a dondequiera que fuera. ⎯⎯¡Ojalá que Khufu haya sido un mejor maestro de lo que fue conmigo! Sectusempra. Al pronunciar aquellas palabras, un rayo emanó de su varita mágica, saliendo despedido hacia Veronica. En caso de que impactara, le produciría a esta una serie de cortes mortales en todo su cuerpo, es decir, un daño crítico, el cual debería curar con urgencia o de lo contrario le causaría la muerte. Claro, si iba a batirse en duelo con alguien que no fuera parte de su Pueblo, haría que cada gota de sangre derramada fuera de utilidad. C O N D I C I O N E S Duración de la Prueba: del 19 al 29 de Agosto. No existen los límites de tiempo entre respuesta y respuesta. Por tanto, la regla de hechizos impactados desaparece. Nos guiaremos por las nuevas reglas de duelos existentes. Lista de Hechizos (con especial énfasis en el Libro de la Sangre) Están prohibidos los Off y las ediciones. Consultas, dudas o sugerencias, al topic de Consultas Libro de la Sangre @ Veronica Prince Rambaldi
  12. Khufu no se inmutó ante las acciones de su alumna, quien había tenido éxito con su primer acercamiento con la Daga del Sacrificio. Veía la sangre emanar no sólo de Verónica, sino del vigilante que había seleccionado para practicar los ataques con tan sangriento objeto. Al detectar la esencia férrea, su sentido del olfato se agudizó, cual depredador, como el tiburón hambriento que detecta que su presa se desangra a varios metros de distancia. Pero, a diferencia de los sectarios que estaba empeñado a destruir junto con su aprendiz, no mataría sólo por el placer de hacerlo. ⎯⎯Cada que usa la Daga para Dañar, recibirá un daño grave, por lo que sí, le aconsejaría curarse. Ya sea con el encantamiento Episkey como ha realizado, o bien, con Curación, que es de los poderes del Libro de la Fortaleza. En caso de usarla para proteger, dependiendo del ataque del que proteja y el daño recibido, usted decidirá si se cura inmediatamente o no. Aprovechando la confusión que resultaba la aparición de la sangre en uno de los vigilantes, el Guerrero Uzza aprovechó para explicar más de los poderes que conformaban la clase que estaba impartiendo, pues la Daga del Sacrificio no lo era todo. El otro centinela, que se podía considerar el opuesto del bonachón, más bien menudito y con ojos respingones, sacaba su varita y la apuntaba hacia sus atacantes, a quienes había descubierto más por suerte que por estar realmente atento a sus alrededores. Khufu, que era un duelista que gustaba de tener la ventaja sobre sus oponentes, no titubeó en lanzar el primer hechizo. «¡Maldición!», pensó, ocasionando que en lugar de que el vigilante les lanzara un encantamiento de desarme, de su varita saliera un ramo de geranios. Consternado por aquel fallo de su magia, comenzó a sacudirla en un afán de deshacer el hechizo, cosa que Badru aprovechó para desplazarse con una velocidad inhumana hacia donde estaba, para ponerse a un costado suyo. Lo tomó del cuello, donde la ropa no protegería su valiosa piel, y le impregnó una marca sanguinolenta, a la par que pronunciaba el encantamiento Obedire. ⎯⎯Nos dejarás pasar con el Sabio, y no informarás a nadie de lo que ha ocurrido aquí. ¿Está claro? Por fin dio un largo respiro, como si volviera en sí. Consciente de que Verónica tal vez se habría sorprendido por la brutalidad de sus movimientos, le invitó a que se acercara; no había peligro inmediato, pues el otro vigía se había desmayado de la conmoción por sangrar de manera inexplicable y luego observar a su compañero ser atacado de la nada por una figura misteriosa. ⎯⎯Espero perdone mi agresividad, señorita Prince, pero no podemos permitirnos ser dóciles con estos farsantes. Seguro vio que el vigilante intentó atacarnos con su varita, ¿cierto? Pues no ha resultado, gracias al hechizo Maldición, que forma parte de los poderes del Libro de la Sangre. Es un efecto, que ocasiona que el encantamiento del rival, lo haya pronunciado o no, no funcione adecuadamente, por lo que será una versión graciosa del original sin mucha trascendencia. Y es no verbal, por lo que es útil si la han silenciado con magia. Con un toque de su Vara de Cristal, la entrada se salió de los goznes, dejando entrever una estancia que parecía más bien el enraizado de un árbol ancestral, con distintas ramificaciones que salían de las paredes, y una sensación de humedad que le conferían un aspecto tétrico al recinto, además de una serie de antorchas colocadas cada ciertos pasos, y una especie de crecimiento mohoso de tonalidad rojiza. Sin duda, el Museo del Hombre Polilla se había convertido en una pesadilla de Halloween. ⎯⎯Avancemos, estoy casi seguro de que encontraremos al Sabio aquí ⎯ añadió mientras señalaba una escalinata de piedra, recubierta de ese material rojizo, que parecía dar al sótano del museo. Tenía fe en que su alumna le seguiría el paso sin problema, pues si ya lo había visto atacar de forma tan primitiva, y no había salido huyendo, era casi seguro que lo acompañara hasta el final de la travesía. Utilizando su varita como un faro en la oscuridad, continuó con la cátedra para la que lo habían hecho aparecer en Virginia Occidental en primer lugar. ⎯⎯¡Cierto! Casi lo olvido. La Marca de Sangre, que es lo que empleé contra el otro vigilante, permite controlar a la persona durante una acción, a través de un hechizo verbal llamado Obedire, y que puede extenderse a criaturas u objetos que éste haya convocado. Claro está, que no es muy práctico en duelos, pues la distancia entre oponentes volvería casi imposible el tocar a la otra persona, que es el requisito principal para que la Marca funcione. Aún quedaba un último poder por explicar, y sintiendo la presencia del Sabio tan cerca, Khufu no dejaría pasar la oportunidad de completar el entrenamiento de la joven. ⎯⎯Hay un último poder que le enseñaré, y es el Juramento de Sangre. Para que funcione, ya deberá haber cortado a alguien con la Daga del Sacrificio, ya fuere para proteger o dañar ⎯ explicó, invocando la suya en la mano libre, más por costumbre que por requerirla más adelante ⎯Esto ligará a ambas personas a que cumplan un juramento, y en caso de que alguno de los dos lo incumpla, se le ocasionará un corte de daño grave, por lo requerirá un Episkey. Usted podrá utilizarlo simplemente diciendo las palabras «Yo juro» seguidas de la prohibición. Estas prohibiciones pueden ser atacar, defenderse, usar hechizos verbales, no verbales, efectos, rayos, invocaciones, etcétera. @ Veronica Prince Rambaldi
  13. ⎯⎯Creo que en la comunidad mágica nos caracterizamos por llegar, no tarde ni temprano, sino a la hora precisa. Pero en el caso de la guerra, quién llega tarde está destinado a perder. Dedicó una venia a modo de saludo para su única estudiante. Al ser una clase prácticamente personalizada, ella tenía esa flexibilidad de tiempo de la que otros no habrían gozado. Y se justificaba aún más, tomando en cuenta el entendimiento del concepto de la sangre y cómo brindaba poder al Libro que pretendía impartirle. ⎯⎯Me agrada su concepto, porque me indica que está dispuesta a pagar el precio de la sangre por aquellos que le importan. Bastante se derrama ya en los conflictos de este mundo ⎯ invocó su Vara de Cristal, para usarla como un cayado, mientras invitaba a su estudiante a que la siguiera hacia su próximo destino ⎯⎯ Si cuenta con su copia física del libro, siéntase libre de sacarla. No necesitará tomar notas, al menos no de manera física, pues conforme vamos explicando, aparecerán anotaciones en su ejemplar. Por el momento, nos dirigimos al Museo del Hombre Polilla. Recordaba algunos de sus pupilos que habían optado por hacer levitar el libro a un lado suyo, para no perderse ningún detalle. En el caso de la Sangre, eran pocos los hechizos que contenía, pues casi todo se centraba en cierta arma. Una vez que doblaron por una de las estrechas callejuelas que daban al recinto del que hablaba, se giró hacia su estudiante. ⎯⎯El Sabio es precisamente este Hombre Polilla del que he contado, y suelen utilizar distintas dagas de sacrificio para venerarlo. Lo que es preocupante no es la sangre derrama, pues el universo siempre exige un tributo, pero cuando se derrama de forma tan… innecesaria, se debe tomar acción. Y justo es lo que haremos, a través del uso del Libro. Con el pensamiento, invocó la Daga del Sacrificio sin mover los labios, apareciendo esta en su mano libre. Era similar a la que se utilizaban en las culturas precolombinas para sacrificios, o también como las que se emplearon para marcar a los descendientes de muggles durante la Segunda Guerra Mágica. ⎯⎯Esta es la Daga del Sacrificio. Puede invocarla de forma no verbal, y no le consumirá acción en caso de estar en un duelo. Sin embargo, para utilizarla, sí que debe emplear el habla. Señaló a uno de los mayordomos apostados a la entrada del museo, un sujeto bonachón y con bigote de morsa, que comenzaba a balancearse debido a que pasaba por un lapso de somnolencia. Aún los vigías eran sectarios del Hombre Polilla, como el resto de los que se encontrarían dentro del edificio, por lo que no tenía mucho caso ser cautos con estos. ⎯⎯La daga la utilizará principalmente para dos cosas, Dañar y Proteger. Pero no necesitará de estar cerca de la persona para eso, pues será usted quien se haga el corte. Para Dañar, deberá pronunciar «Immolo Oppugnare», y efectuar el corte en dondequiera que desee, lo cual ocasionará que el mismo corte aparezca en su víctima. Por otro lado, si pronuncia «Immolo ad protegendum», que servirá para proteger a otro de cualquier daño, recibiéndolo usted en su lugar. Hizo una pausa para que su aprendiz pudiese procesar el funcionamiento de la Daga. Era, en esencia, bastante sencillo, pero el Uzza le permitía que expresara sus dudas al respecto. ⎯⎯Si tiene alguna pregunta respecto a esta daga, siéntase libre de hacerla. Si no, me gustaría que la empleara para cortar a uno de los dos guardias ahí parados. Es fundamental hacer esto, pues nos ayudará a ingresar al museo y, posteriormente, purgar de este mundo a esos farsantes.
  14. En su larga vida, Khufu a menudo había tenido que enseñar los poderes de su pueblo a un sinnúmero de estudiantes; para él, el conocimiento era un preciado tesoro, y por lo tanto no debía compartirse con cualquiera, pero el Segundo Contrato los obligaba a dictar cátedra. Algo así como un intercambio eterno. ⎯⎯¿Terminará lo que empezó? ⎯ se preguntaba a sí mismo el octogenario, mientras arrastraba los pies por el fresco concreto de Riverfront Park ⎯⎯. No la culparíamos si no se presenta, muchos no toleran tanta sangre. Recargó su cuerpo contra el barandal que separaba el pequeño recinto del cuerpo de agua frente a sus ojos, que a su vez servía de frontera natural entre los estados de Virginia Occidental y Ohio. Había enviado un mensaje a la única alumna de la clase a través de un gorrión, su fiel mensajero que le llevaría la ubicación en la que se desarrollaría el encuentro inicial. El guerrero del Libro de los Ancestros aguardó pacientemente por la llegada de su pupila, y en cuanto está dio señales de presencia, por fin dio la espalda al agua. ⎯⎯La sangre, un elemento que antaño confería notoriedad, e incluso se le relacionaba con un derecho a gobernar por encima de otros que podrían haber sido mejores regentes. Así, crudo y simple, comenzaba su cátedra del Libro de la Sangre. Si bien solía ser más temperamental con lo que a la enseñanza de los Libros de Hechizos se refería, estaba consciente de que enseñaba un poder casi tan peculiar como el que habitualmente impartía. Y más aún, uno que exigía un alto precio a cambio de brindar al invocador su ayuda. ⎯⎯¿Qué me podría decir de la sangre? ⎯ preguntó al final, prestando oídos atentos a la opinión de la Prince ⎯⎯¿La considera valiosa, o no le importaría derramar un poco, por un bien mayor? Aquel punto de partida le serviría para conocer la postura de su alumna, no sólo respecto a la importancia histórica de ese espeso fluido escarlata, sino también conocer si estaba dispuesta a pagar el más alto precio. Haciendo memoria, seguro hubo alguno de sus estudiantes que le temía tanto a la sangre, que se había negado. ⎯⎯Aquí, en Point Pleasant hay rumores de la aparición del Hombre Polilla, una criatura extravagante. No obstante, no nos atañe tanto dicha leyenda, sino su grupo de fanáticos, quienes de hecho, tienen una opinión muy particular de la sangre y un gusto adquirido por purificar a los que no comulguen con el Sabio. @ Veronica Prince Rambaldi
  15. Khufu

    Tablón de Calificaciones

    Libro de la Sangre -Mayo 2022- Aprobados: Malum Luxure No aprobados: Ada Camille Dumbledore noe_snape
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