Alegna Black

Muchas cosas habían pasado y ella se mantenía en stanby, el negocio marchaba bien pero no se sentía satisfecha con lo que podría llegar ser, os magos y brujas eran demasiado cobardes para probar sus experimentos y se inclinaban mas por lo tradicional, ella no podía culparlos llevaba 10 años pidiendo dulce de leche granizado y chocolate en la misma heladería de siempre, pero esas visitas heladas en su cerebro le dieron la idea de experimentar con ciertos sabores y el libro de pociones que tenia a un lado. Así creando y fracasando llego a lo que ahora tenía, los libros eran un plus más para ella que para los clientes ya que nadie leía mientras tomaba un helado, pero ella si se enriquecía en la lectura que ahí había. Suspiro sonoramente mientras veía a dos niños jugar en la parte trasera en los pequeños móviles voladores que instalo hacia apenas dos días y por suerte había colocado mullidas colchonetas abajo ya que la más pequeña se habría partido la cabeza de no ser así. ¿Los padres? Dos brujas de su edad estaban cotilleando sin mirarlos, la peli violeta entorno sus ojos, pero se quedo callada, ella misma tenía una madre ausente y eso la había fortalecido, o eso creía ella.

@@Gabriel W Diggory El mago en verdad era atractivo, pero Alegna lo menos que quería era tener encuentros furtivos, o de cualquier otra índole, en el mismo lugar que vivía. Ella misma se definía asexual aunque le gustase coquetear con quien se mostrara un poco interesado en ella, o la confundiera con Rose, pero llegar a un estado mas intimo era un poco más complicado en ella, ya que no sabía cómo comportarse en esas situaciones y aunque era muy buena hablando actuando era pésima. Por eso siempre se refugiaba en sus libros y no tanto en la práctica. Escudriño al chico una vez más viendo el acto sexy de despeinarse los cabellos con una mano y trago en seco, negó con una pequeña sonrisa en la cara ocultándola entre sus dedos y mirando al piso. Eso era lo que ella no podía manejar. -Lo siento fortachón pero ya es tarde, antes de que llegaras estaba descansando, además tienes que cambiarte antes de que apestes a buffet de vampiros. Se acerco unos pasos al chico y viéndolo a los ojos paso una mano por el cuello para remarcar la camisa sucia que él tenía. Sonrió al ver que su mano no temblaba como pensó. -No es un gran enigma, parte de mi familia es vampiresca, por eso me pareció raro ver a un donante suelto en el callejón, pensar, pues que tienen una dieta muy rara y asquerosa, sin querer probé un poco de ellas de una tía y de verdad es espeluznante. Bueno si quieres azúcar, el 10 A será mi apartamento, descansa Camino los pasos para salir del departamento antes de que su rostro mostrase el sonrojo incipiente que ya le nacía del cuello y que su anterior jefe siempre le remarcaba, por verse “adorable” cosa que ella no creía o más bien esperaba nunca aparentar ese estado de vulnerabilidad ​ ​--Además debo ir a abrir mi local, si quieres pasas, más limpio, y te invito un trago ​off rol ​perdón la demora en serio se me recontra paso, gracias por el rol, cuando quieras etiquétame y tendremos una guerra de tragos

Un elfo y el presente, no era gran comitiva, y al animalejo ni se contaba, sonrió al pensar en Tadeus y su fantástico sándwich de roast beef. ¿Su abuela se lo regalaría de cumpleaños? Obligándose a salir de sus pensamientos prestó atención a los que Diggory decia -Si no suelo tomar nada que no sea de lo mejor- guiño un ojo al ver el desconcierto y el rápido entendimiento del joven - pero aun así sigues siendo vampiro no? Mientras tomaban ambos un trago de sus respectivas botellas, McKinnon entro con paso raudo depositando una carta del lado de la mesa que Alegna ocupaba, sin despegar los ojos de su invitado. El mensaje era claro "te observo", luego sin mediar palabra se marcho del lugar aunque la Black podía sentir sus ojos en la sala, como si hubiese lanzado un encantamiento de presencia permanente, la peli violeta rasgo el papel instando al muchacho a seguir hablando, mientras leía las palabras de una de sus socias. -Disculpa pero te han ganado de mano ser mi vecino- señalo la carta - pero el séptimo impar esta a tu disposición para quedarte ahí cuando gustes, la puerta se abrirá solo con tu magia y el ingreso de cualquier invitado solo debes de hablar con nuestro amable portero para que no lo acribille a hechizos - sonrió ante la imagen de alguien siendo lanzado a desmaius del lugar -Si hubieses dicho sándwich ya mismo estaríamos en mi piso -una pequeña carcajada retumbo en el ambiente- pero vamos grandote te muestro el lugar. Se paro llevando consigo la botella terminada, depositándola en un cubo de basura y abriendo una segunda en el camino. -McKinnon te presento al señor Diggory desde ya se Hospedara en el 7 B, se amable - lo regaño como se regaña a un cachorro inquieto YA en el ascensor pulso el botón para llegar al séptimo piso. -Bien Diggory este es tu piso y este tu apartamento, pon tu varita en la puerta y ya esta, tienes toda la intimidad que quieras. Puedes expandirlo tanto como desees SE apoyo en el marco para observar al joven un poco más. @@Gabriel W Diggory

@@Gabriel W Diggory Alegna no era tonta, ese chico tenia sed, haber nacido de una cupasangre y tener a una tía favorita que tendencias homicidas le hacia sentir el peligro en el aire, pero sabia que el joven había comido hace poco, su camisa era testigo de ello. Sonrio ante el escrutiño que el rubio le daba, no era la primera vez que alguien se lo hacia, y cuando estaba con su gemela era peor ya que su forma de vestir no era parecida, mientras ella queria ocultarse en ropa su hermana, Rose, dejaba más piel que ropa a la vista. -Estamos en problemas grandote - sonrio ante el silbido del muchacho- amistoso nos es una palabra que me defina. Con destreza agarro su varita y en dos movimientos ya estaba vestida con su atuendo favorito, unos jean azules, remera blanca, chaqueta de piel de dragon negra y unas zapatillas blancas, ese atuendo hacia que su abuela quisiera morirse, claro si pudiese. Señalo al interior del edificio invitando al rubio entrar, McKinnon fruncio su ceño y ella le sonrio de manera tranquilizadora, era posible que el ex auror ya haya pensado en 10 formas de inmovilizarlo, y eso era lo minimo que ella creyo. -Por esta noche charlemos en el salon, despues si decides quedarte podremos pedirnos tazas de azucar. El salon se ilumino ante la presencia de las personas y una mesa con dos sillas salieron disparadas para colocarse a su dispocision. La Black conjuro unas cervezas de su apartamento y se sento al frente del mago. -Bien señor?-- ella espero al chico- bien Diggory soy Alegna Black una de las propietarias, junto con mi madre y una amiga. El edificio aun no esta ocupado asi que puedes elegir el que más de convenga -tomo un sorbo directamente del pico y deseo tener un aperitivo para acompañar- los departamentos pares son de una habitacion mientras que los impares constan de dos Siempre tan tosca cariño la melodiosa voz de Rose le resono en la cabeza recriminandola aun sin estar presente. Extrañaba a su hermana. -Perdon la formalidad no soy de interactuar mucho. A ver Gabriel ¿Qué me dices de ti? A parte de lo evidente- señalo con la boltella la sangre de su camisa.

ID: 120250 Nick: con link a la ficha http://www.harrylatino.org/topic/108448-ficha-de-alegna-black/ Link a la Bóveda Trastero: (en caso de poseerla)http://www.harrylatino.org/topic/111623-boveda-trastero-de-alegna-black/ Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento:http://www.harrylatino.org/topic/108453-boveda-de-alegna-black/ Link a Tópic de la clase o a la prueba: Nivel Mágico:7 Fecha: 2020-11-26 Nombre del producto: Libro de la sangre Consumible o Libro de Hechizo: libro de hechizos Nivel (del libro):7 Precio:7000 G Nombre del producto: Consumible o Libro de Hechizo: Nivel (del libro): Precio: Precio total: 7000 G

@@Gabriel W Diggory El suave tintineo en algun lugar remoto la desperto, posiblemente el ascensor ya que no estaba acostumbrada a tanto silencio en la tranquilidad de ese hogar, despues de vivir rodeada de lujos en una mansion enorme con personas yendo y viniendo como si ningun encantamiento anti aparicion existiera, sonrio al pensar en ese ajetreo que ya no sentia y el poder caminar des nuda a buscar un aperitivo a la cocina si quisiera y no se encontraria con nadie. Podria vestir lo que se le plazca sin que su hermana le reprochara lo poco femenina que se veia y lo poco que mostraba sus dotes al mundo. Un golpeteo en la puerta la saco de sus pensamientos. Curiosa se levanto solo colocando una capa sobre sus hombros. -McKinnon – saludo la mujer de cabello violeta al anciano ex auror -Señorita Black, un hombre esta en la entrada ¿quiere que lo saque? La chica sonrio ante lo dicho y ese era uno de los más acerrimos temores que tuvo al contratarlo, que expantara a los propietarios. Nego con la cabeza y salio del apartamento tan pobremente vestido como ella. El ascensor freno en la planta baja y ambos magos saliero de el, él anciano se ubico en su puesto y Alegna sabia que tenia su diestra agarrando su varita, ¿Cómo lo sabia? Llevana tiempo estudiando el comportamiento de las personas. Abrio la puerta de vidrio para encontrarse con un joven mago, ladeo la cabeza dejando caer su cabello ocultando su parte derecha del rostro y algo de sus orbes verdes. -Buenas noches. Como el edificio esta vacio y yo estoy sola ¿vienes a visitarme, a alquilar un departamento o a dormir en la entrada? McKinnon no es agradable con los vagabundos Sonrio presuntuosa mientras erguia su metro y medio u cruzaba sus brazos en su pecho, sintiendo como su varita le picaba las costillas, penso que esta se reia del intento de chiste de su propietaria.

El edificio vertical se levantaba en lo mas recóndito del callejón diagon, en la entrada, revestida de ladrillo visto, se refleja el gran numero 763, al lado de la puerta de vidrio, que solo se habría con la varita del propietario, había una plaqueta de acero inoxidable con botones de cada piso, separados en A y B. El edificio contaba de 10 pisos y 20 apartamentos, un ascensor y escaleras de caracol para los que deseaban hacer un poco de ejercicio. Al entrar te encontrabas con el escritorio del guardia de seguridad, un viejo auror retirado con complejos de jubilación, que se tomaba su trabajo muy en serio, apellidado McKinnon, de cabello rubio cenizo entrecano, ojos café con grandes ojeras, mandíbula cuadrada y la nariz torcida, a pesar de los años se podría adivinar que fue un mago atractivo en su época. Los apartamentos eran simples los pisos impares tenían dos habitaciones, baño, sala- comedor, cocina y una terracita que daba al bullicio del diagon. Los pisos pares tenían las mismas comodidades que los impares pero constaban de una sola habitación. Pero al poder los inquilinos usar su magia en cada uno de ellos, podían adecuarlos a su manera, por lo que podías encontrar grandes dúplex de diseñador, como una simple casita de verano para descansar. La planta baja tenia una chimenea de uso comunitario, ya que los apartamentos no contaban con ella y un salón para reuniones, tanto de consorcio como personales, solo si pedían permiso para apartarlo y que no se juntaran dos fiestas o reuniones al mismo tiempo. La sala tenia mesas y sillas desplegables, una pequeña cocina y baño. Los que la utilizaran se comprometían a dejarla en optimas condiciones antes de retirarse. Planta baja Chimenea: de mármol negro contantemente prendida, cada inquilino debe traer sus polvos flu. Salón multiuso: espacioso, totalmente blanco, con mesas y sillas desplegables, cocina (sin utensillos) y baño Primer piso: departamento 1A departamento 1B Segundo piso: departamento 2A departamento 2B Tercer piso: Departamento 3A departamento 3B Cuarto piso: Departamento 4A departamento 4B Quinto piso: departamento 5A departamento 5B Sexto piso: departamento 6A departamento 6B Séptimo piso: departamento 7A departamento 7B: Gabriel W Diggory Octavo piso: departamento 8A departamento 8B Noveno piso: departamento 9A departamento 9B Decimo piso: departamento 10A Alegna Black departamento 10B Terraza Alegna se encontraba a las afueras de ese edificio que en tiempos de antaño había querido hacer, sus ojos contenían la emoción de al fin, verlo hecho realidad, con dedos temblorosos acerco la varita a la puerta de entrada, viendo con satisfacción que esta se abría a su imple roce reconociendo así, que ella era digna de entrar. El afán de crear ese espacio para brujas y magos que quisieran un refugio, un descanso de su familia o bien no tuviese una, se había completado, esperaba ansiosa la llegada de los primeros hechiceros, necesitaba redactar un anuncio para El Profeta entonces de a poco los apartamentos se llenaran de vida, ruido y personas. Camino tocando con sus yemas las barandas, la chimenea y con un pequeño movimiento encendió el fuego, no pudiendo recordar si había realizado la autorización pertinente, pues esta estaría bloqueada para quien no fuese expreso invitado de alguno de los vecinos que allí estarían. Suspiro marchando hasta la sala que haría también de salón de fiestas como de reuniones. Noto que todo se encontraba tal cual recordaba de la ultima vez que dio su vista. McKinnon, el auror retirado, ocuparía el departamento de servicio en planta baja, ya que el hombre no tenia familia con la cual vivir ya que sus hijos estaban casados y era viudo. Así que la seguridad del edificio estaba contada. Ella misma se quedaría en ese mismo lugar pero optando por el decimo piso, así no tendría que escuchar tanto el ir y venir de los habitantes del lugar. Llego hasta el ascensor y pulso el botón metálico que indicaba su piso. El traqueteo del primer uso se sintió como un tirón de estómago, provocando que la peli violeta, acostumbrada a los del Ministerio ni se inmutara. El tintineó antes de que las puertas se abrieran le erizo la piel y salió encontrándose en un pasillo pintado de bordo demasiado Gryffindor pensó moviendo la varita perezosamente para cambiar el color a un azul pálido bastante confortable a la vista, una sonrisa se dibujo en su rostro y siguió su trayecto hacia el lugar que al fin podría llamar hogar. El apartamento del decimo piso A constaba de una sola habitación, un baño, cocina y sala-comedor. No tenia objetos, ni muebles, nada que se dijera que allí viviera alguien, pero el solo hecho de saberlo suyo le indicaba que toda la neutralidad del lugar era lo mas reconfortante que había sentido. Sonrió ampliamente, una sonrisa que en ningún lugar se animaría a explayar, grito eufórica para seguir con una carcajada de los más alegre mientras veía por la ventana el ajetreo de Diagon.

La Black se aparecio arreglada al ministerio ademas de bien alimentada y bañada, nadie podria adivinar que tan solo unas horas atrás estaba más sucia que el peor elfo domestico liberado. Los pasillos del ministerio estaban caoticos, por lo que la chica a base de empujones y una que otra zancadilla logro aserse paso hasta los asensores, al llegar al noveno piso descendio llegando a su escritorio donde el papeleo se desbordaba. Coloco la mayoria en una silla y empezo a separar lo urgente de lo importante, aal cabo de unas horas descanso vuendo con regocijo que su pila ya disminuyo bastante y que las lechuzas dejaron de llegar. Crujio su espalda y su cuello mientras observaba el techo. Deseo poder hacer más que solo quedarae allí en su trabajo. Decidida salió hacia el atrio del lugar, compro una colación en la cafeteria, tomandola tan despacio como le fuese posible, escuchando sin que nadie notase, ella creia que era mejor no preguntarle a nadie ya que, de por si odiaba entablar alguna conversacion. Un grupo de magos enfundados en elegantes túnicas capto su atención, la conversación se daba de lo más sigilosa y eso, la puso en alerta. Posiblemente allí estuviese su respuesta. Después de lo que fueron horas para ella la ubicación de la nueva ministra le fue dada, o más bien escuchada por lo que la peli violeta salio para tratar de aparecerse. AL llegar al lugar, sintio esa magia particular que la acunaba de pequeña, o su madre estaba alli, o el cochero había sido su niñera, sacudio la cabeza para despejar ideas idi***s y se paro lo mejor posible, dado que en cuanto bajara, si en verdad era ella, la podria ver. Las palabras de la asiatica la enmudecieron, aunque su cuerpo respondio antes que su cabeza inclinandose en una reverencia que hacia mucho tiempo no practicaba, las ropas que su madre llevaba le decian claramente que ese lugar era de puro formalismo. -Madre- respondio la Black alzando la vista hacia la mujer no hemos estado en sintonia respondio con una sonrisa burlesca -Perdi tiempo en una malograda pocion y eh perdido parte de las noticias ¿Serias tan amable de ponerme al tanto? Digamos los ultimos tres meses Sonrio esperando ver el efecto de sus palabras, pero su madre estaba acostumbrasa a sus desapariciones o la Black estaba confiada en que nadie la extrañaba. @@Ashura Lestrange

ID:120250 Nick http://www.harrylatino.org/topic/108448-ficha-de-alegna-black/ Link a la Bóveda Trastero: http://www.harrylatino.org/topic/111623-boveda-trastero-de-alegna-black/ Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: http://www.harrylatino.org/topic/108453-boveda-de-alegna-black/ Link al Premio obtenido (en caso de gala/concurso): --- Fecha: 2020-09-18 Objeto: Moto voladora Puntos: 80 Precio: 4000 G Objeto: Capa de Invisibilidad Puntos: 160 Precio: 8000 G Total de puntos: 240 Total de Galeones: 12000 G

¿Qué pasaría si te induces el coma por una poción mal preparada y encima sin decirle a nadie? Pues lo que Alegna esta pasando en estos instantes, la cabaña se encontraba sucia y por el olor que despedía se podía adivinar que estuvo en ese cuartucho semanas, con un audible quejido se despego del piso, y reviso sus notas, la respuesta estaría allí, invocando un Tempus sin varita se dio cuenta que llevaba unos meses significativos. Pero estaba segura que nadie notaria su ausencia, dado que era propensa a ellos y digamos, que su familia estaba acostumbrada, que mejor que una simple mortal desaparezca cuando ellos era “eternos” Organizo sus notas y vio el correo apilado en la ventana, junto a la suciedad de las lechuzas, en sus manos, tenia cicatrices ya sanadas de picotazos, “al menos ellas me extrañan” pensó desanimada, con un floreo de la varita arreglo lo mejor posible sus vestimentas y el olor que despedía, pero necesitaba hacer una parada urgente en la mansión para limpiarse apropiadamente y cambiarse sus ropajes. Al llegar a la mansión, ni se detuvo a ver si algún familiar estaba, paso directo a su habitación donde el baño la esperaba, al sacarse las ropas descubrió su evidente desnutrición y volvió a maldecir ya que era común que su cuerpo haya pasado de su corpulencia inicial al flacucho que tenia al estar dormida durante tanto tiempo. Ya cambiada y con ropa que tuvo que achicar, a lo muggle, ya que no se le daba los hechizos del hogar. -Tadeus- y se horrorizo al sentir su voz rasposa, el elfo se apareció con un sándwich de roas beef y una cerveza - me traes el periódico La chica se bajo la cerveza de un solo trago y el sándwich en dos bocados, el hambre ahora era mas irascible, dado que estaba en casa con productos a su disposición, a los segundos el viejo elfo apareció con el periódico y mas comida que la peli violeta le agradeció con un asentimiento de cabeza, le costaba ser amable con esas criaturas pero ese elfo la consentía mucho. “NUEVA MINISTRA DE MAGIA…..” Escupió lo que tenia y empezó a reírse, si cada vez que ella desaparecía cambiaba el ministro le convenía no alejarse mas, siguió leyendo para asegurarse de ver quien era y no equivocarse como la ultima vez que casi mata al anterior ministro. Termino saciada y se cambio quedando con sus habituales prendas, la falta de vestidos le decia que su hermana no se había inmiscuido en su ropero. -Bueno si hay nueva jefa abra que ver en que soy buena- dijo en un murmullo, desapareciendo para volver al mundo mágico.

ID: 120250 Nick: http://www.harrylatino.org/topic/108448-ficha-de-alegna-black/ Link a la Bóveda Trastero: http://www.harrylatino.org/topic/111623-boveda-trastero-de-alegna-black/ Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: http://www.harrylatino.org/topic/108453-boveda-de-alegna-black/ Link al premio obtenido (en caso de gala/concurso):--- Fecha: 2020-09-18 Poción: Elixir de la vida Puntos: 160 Precio: 9500 G Poción: Zumo de Mandrágoras Puntos: 160 Precio: 8000 G Total de puntos: 320 Precio total: 17500 G

Como el joven no le contesto Alegna le dijo donde se encontraría, y camino de nuevo hasta la sala de la muggle que había ayudado para ver si estaba todo bien, lo sentía una responsabilidad, entro sigilosamente pero la chica se dio vuelta para verla. Le sonrió al reconocerla y giro su cuerpo para enfrentarla. -El medico vino, dijo que estoy sanando bastante bien- le comento Lin -ah el medimago, si claro, eso es ¿bueno?- la verdad no sabia que era en realidad -Si me dijo que podía irme en un para de días y que muchas personas hacen vida normal a pesar de los síntomas, y que me van a dar las ¿pociones? Me las enviarían a mi casa, eso me mantendrá… normal La mujer bajo la vista, pues Alegna sabia que nunca más seria una mujer normal, por mucho que se esforzara, ella había vivido entre vampiros y a ninguno lo veía mal, pero sabia que todos estaban solteros, ninguno quería una pareja a pesar de tener la eternidad para elegir, bueno la Black tampoco pensaba en una pareja, para estorbar su vida ya tena a su hermana. -Oye tranquila, lo que tenga que pasar pasara, no le des más vueltas al asunto porque terminaras agarrando un dolor de cabeza, la verdad ahora estoy algo preocupada por las personas que están aquí. La mujer la miro con sus ojos llenos de preocupación, “genial Alegna tendrías que trabajar en asistencia al suicida” pensó la bruja ya que su tacto no era el mejor. Camino la distancia que las separaba y puso una mano torpe sobre el hombro de la mujer. -Alegna, ¿esto que me paso, esta ocurriendo en todos lados? -Si, no se porque, ni cual es el motivo, pero si esta cazando no creo que les interesen presas tan fáciles como las hay aquí, aunque si lo que quieren es agrandar la manada…. Dejo la idea en el aire pues se le había ocurrido que exactamente eso estaba ocurriendo, aunque ¿par que querrían muggles en un manda? Quizás solo interrumpió la cena de ese licántropo. -Algo pasa afuera- dijo de pronto la muggle/licántropo poniéndose pálida -Yo no escucho nada Lin -Créeme, hay gritos y pasos apresurados- la chica estaba alerta y parecía que movía sus orejas agudizando su oído, decidida a seguir lo que la mujer decia y no su escepticismo salió cautelosa, diciéndole que cerrara la puerta con seguro Bajo dos pisos y ahí sintió el tumulto de gente que corría y un inconfundible gruñido que le puso los vellos de punta, tomo su varita dirigiéndose con mayor cuidado al epicentro del alboroto, un lobo adulto, bastante grande, color canela gruñía a las personas que lo enfrentaban, estaba calculando como seguir hacia las habitaciones pues se notaba que no había entrado de casualidad y no se sentía acorralado ya que la salida estaba a su espalda pero sus ojos estaba clavados en las puertas vaivén que daban a las escaleras. Alegna rodeo la multitud y trato de dirigirse hacia las espaldas de la criatura, mientras iba pensando en algo que la ayudara a tranquilizar a la bestia, ya que no tenia intensiones de matarla, que culpa tenia de seguir la maldición cada luna llena, culpa tenia de no haber bebido la maldita poción antes. En cuanto se encontró detrás del animal, este volteo a verla, los hechizos y maldiciones le pegaban pero a él no le hacían ni cosquillas. Cuando su ojos quedaron fijos en los de Alegna, esta recordó un libro de la tienda de su madre, uno d un mago que aborrecía a estos seres y daba muchos motivos para no dejarlos vivir, Emeret Picardy, odiaba a estas criaturas, pero lo que le llamo la atención a la bruja fue todos los tips que daba someterlos. La bruja sonrió de lado, viendo en esos ojos humanos la confusión del animal, ¿Qué clase de lunática estaba al frente de él? Con un floreo que solo recordaba vagamente, lumos lunae salió de sus labios le lanzo un hechizo al animal un haz de luz de luna, que todos los licántropos temen, con ojos satisfactorios vio a la bestia encogerse de miedo, aprovechando el estado del animal, volvió a blandir su varita y a conjurar un Incarcerous atando al licántropo en el hocico, patas delanteras como traseras, dejándolo como novillo en concurso de ruedo de Texas, EEUU. -¿Cómo lo hizo?- consulto uno de seguridad de San mungo -Leyendo- respondió la peli violeta- Ahora hay que ponerlo donde no pueda salir y esperar a que la noche pase y ver quien es este mago o bruja. Como si el mismo ministro hubiese hablado todos se pusieron en marcha para rodear al animal y trasladarlo a una cámara mortuoria que contaban bastante lejos de los pacientes. En esos momentos de calma, la bruja dejo que la adrenalina abandonara su cuerpo y este colapsara en el suelo.

Alegna ya en su puesto alisto una vuela pluma vieja que tenia su abuela en su mansión y ella, en un descaro de vagancia, la tomo prestada, obviamente esperaba devolvérsela antes de que Mia se percatar, una de las pocas cosas que a la Black tenia pánico era a su abuela enojada. Una mujer que esta agradecía haber heredado sus orbes como su temple en momentos caóticos y que su mente necesitaba estar mas tranquila para pensar en su actuar antes de estar cegando una vida, o la suya propia. Vio como la chica, empezaba a emanar luz aunque era algo tenues, Alegna sabia , por propia experiencia, que se podía intensificar hasta poder reemplazar a un faro en la costa. Pero lo que la buja no puedo prever era del grito de la mujer ante este espectáculo que brindaba, exagerada fue el pensamiento de la peli violeta verla revolcarse por el piso, sonrió maliciosamente termino de dictarle algo a la pluma y salió con su varita en riste para auxiliarla. -CALMA, NO TE RETUERZAS MERDA- grito la mujer con voz un tanto más tosca de lo que pretendía, con un movimiento, apago la luz lanzando un silencioso Finite, y le dirigió una sonrisa tranquilizadora. Una de las habilidades de la bruja era simular algunas de sus reacciones, esta vez se mostro preocupada, y empática ante los inconvenientes que le produjo a la chica, la tomo del brazo ayudándola a pararse para que se viese ya apagada. -Tu cuerpo esta bien al igual que tu ropa, tranquila, efecto secundario, debe ser tu grupo de sangre o tu raza- se encogió de hombros- toma un helado de mandarina eso anulara los efectos del otro helado, y no tendrás que esperar las tres horas que deberías, aunque debo decirte que ahora estas más bonita La verdad la bruja se veía exultante, después de apagarse su cabello había quedado moldeado de forma que ni la misma Afrodita lo mejoraría, su rostro tenia una tonalidad uniforme y no se veía ni una sola imperfección, su piel, aunque Alegna no la toco antes, se notaba suave y tersa. La sentó en una silla cercana y espero hasta que la mujer se calmara sin soltar su mano. Su piel ya había dejado de brillar, por lo que el calor, que la joven interpreto como fuego, estaba disminuyendo. Si hubiese sido el primer caso que la Black tenia. En su primer ensayo Alegna se había quedado sin cabello, y en el segundo su elfo Tadeus la tuvo que recoger en un frasco ya que se había literalmente vuelto liquido. Pero todos dejaban de actuar a las tres horas exactas. Era una suerte que después de eso encontrara la forma de contrarrestar los efectos mezclándolos con otros sabores. -En serio, estas más linda, espero que te sientas mejor- le dijo a la chica aunque su varita seguía teniéndola lista por las dudas tuviese que defenderse.

Antes de que la Black se distanciara más de las mesas, el suave sonido de la voz de la bruja la detuvo, con una sonrisa se dio vuelta para tomar la nueva orden que ambos le manifestaban, la sonrisa dibujada en el rostro e la peli violeta podía alumbrar una noche sin luna, la mayoría que no la conocía, pensaría que era una bruja feliz y que disfrutaba de sus quehaceres diarios, pero los que si la conocían podían adivinar que las razones de la chica no eran de todo inocentes. Asintió, tomo la bandeja del aire y se dirigió al mostrador, tomando lo que necesitaba para preparar la orden, tomo un cucurucho grande y puso una generosa porción de Melón, tomo un frasquito de las estanterías inferiores y baño el helado con ella, volvió a repetir la acción anterior pero colocando kiwi y sacando una cajita de chispas, ya terminados los pedidos volvió a tomar su varita y levito todo hasta la mesa de los jóvenes. -Chicos sus pedidos, par la señorita, para el señor- Después de dejar la orden, dejo más servilletas y se marcho casi corriendo para observarlos y tomar disimuladas notas respecto a sus inventos, si todo salía como con los sujetos experimentales anteriores, ambos reaccionarían bien a los helados, pero sino, tendría que aplicarles un obliviate, sacudió la cabeza antes de seguir divagando en posibles vías de escape.

Cuando la Black abrió sus labios para decirle al hombre lo que ella les recomendaría, la mujeres que traía hablaron casi al mismo tiempo, cosa que le pareció gracioso, una sonrisa ladina apareció en las comisuras de su boca pero logro disimularlo poniendo el dorso de su mano, el hombre le dijo que preferían pasar a conocer el lugar, y ella con un ademan de mano les dio un clase de permiso aunque no hacia falta el lugar era publico, pero Alegna pensó que era lo mas apropiado. Sentados estaban los tres intercambiando palabras y unas cuantas risas, la Black en cambio volvió a meter su cuchara en el frio estante para sacar un poco mas de helado. No era buena idea tener una heladería con lo glotona que era ese lugar seria su perdición, suspiro al terminar y volver a meterla. Vio entrar a una joven que se dirigió a las mesas, era bueno que el lugar tuviese un poco de movimiento no se sentía capaz de atender a varios al mismo tiempo. “Capaz que espera a alguien” pensó la peli violeta y como si su pensamiento se materializara un joven entro pero no se dirigió a la chica sino a los libros. La mujer sonrió al verlo examinar los volúmenes bastante interesado, para luego hablar con la joven anterior, casi se carcajeo al pensar que tenia razón, bostezo estirado sus manos por encima de su cabeza, les dio la espalda a sus clientes y preparo unos café de bienvenida, tomo 5 tazas de porcelana blanca y vertió el contenido en ellas, bastantes calientes, luego tomo unos vasitos y lleno de jugo y otro de agua gasificada, coloco todo en una bandeja y con un movimiento de varita la hizo levitar a su lado. Agradecía que la magia no fuera igual de torpe que el que la proyectaba, porque Alegna estaba segura que si así fuera, su clientela hubiese quedado bañada de café y jugo en el trayecto, sonrió a los tres que estaban sentados más cerca diciéndoles que era un regalo de la casa, y los dejo con su conversación acercándose a la parejita, carraspeo para llamar su atención. -Perdón, un regalo de la casa que lo disfruten- les dejo la bebida en frente de ellos y dejándolos solos como en un comienzo para dirigirse de nuevo a su puesto. @justo@justo@Dead By Sunrise@@Luna21