Jump to content

Alexander Fox

Magos
  • Mensajes

    424
  • Ingresó

  • Última visita

  • Días ganados

    4

Alexander Fox ganó por última vez el día 14 Noviembre 2019

¡Alexander Fox tenía el contenido más querido!

Ficha de Personaje

  • Nivel Mágico
    4
  • Rango Social
    Unicornios de Plata
  • Rango en el Bando
    Sin rango por inactividad
  • Galeones
    29548
  • Ficha de Personaje
  • Bóveda
  • Bóveda Trastero
  • Bando
    Marca Tenebrosa
  • Familia
    Lockhart
  • Trabajo
    0
  • Escalafón laboral
    Sin información
  • Raza
    Vampiro
  • Graduación
    Graduado
  • Puntos de Poder en Objetos
    100
  • Puntos de Fabricación
    0
  • Rango de Objetos
    10 a 200
  • Rango de Criaturas
    Sin información
  • Conocimientos
    Artes Oscuras
    Pociones
    Estudios Muggles
  • Medallas
    14000

Profile Information

  • Casa de Hogwarts
    Hufflepuff
  • Género
    Male

Visitantes recientes al perfil

9.722 visitas al perfil

Logros de Alexander Fox

Newbie

Newbie (1/17)

720

Reputación

  1. Alexander deseaba seguir usando a Sean como conejillos de indias, estaba interesado en el efecto de la diversidad de objeto que estaban alrededor de ellos, y más el que tenía ahora sujetado, pero sorpresivamente su compañero parecía completamente negado a seguirle el juego, porque empujó el artilugio obligando al pelirrojo a tomarlo, no quería imaginar a la señorita Tauro si por estar jugando rompían algo, además… seguramente le tocaría pagarlo a él. Sintió como una magia lo rodeaba y a los segundos pudo apreciar como su mano que estaba sujetado el reloj se había vuelto más pequeña y no tenía las marcas que se caracterizaba, observó a su compañero para ver que ahora tenía que alzar la cabeza para mirar su rostro… ¿Sean era mucho más alto que él ahora? Tocó su rostro curiosamente para sentir como sus rasgos se habían suavizado. Era claro, un niño… había regresado a ser un niño, se sintió incomodo si no mal recordaba su cabello estaría más corto, y no tendría ninguna cicatriz que había conseguido con los años, además que todo él resultaría más pequeño. -Ah… creo que esto se nos salió de control, ¿Cómo quitar estos efectos? – murmuró cuando comprendió lo que había pasado, estaba claro que el reloj lo había rejuvenecido, pero podía sentir que solo en apariencia, todavía sentía los dolores de los años que llevaba encima – ¡Ah! Señorita Tauro – exclamó escuchar su voz, para intentar esconderse detrás de Sean, algo poco práctico, debido a la transparencia de su amigo. - jajaja… bueno solo un poco – mencionó con su característica sonrisa traviesa, al ver a la dama recordó que ellos debían estar en una búsqueda, no intentando probar cada cosa que había en el lugar – ahmm… ¿nos ayudaría? – preguntó intentando ignorar que todo en parte era culpa de él. @ @@Tauro M.
  2. Alexander se sintió aliviado cuando la dama aceptó su egoísta petición, para él hubiera sido comprensible si rechazaba su solicitud, después de todo estaba invadiendo, aunque fuera por corto tiempo, su espacio de trabajo, su comodidad, así que al ver que era tratado con tal amabilidad se sintió complacido y feliz, por lo cual sonrió con suavidad mientras decidía seguirle emocionado de poder ver como una gran maga hacía su trabajo. La increíble cantidad de instrumentos para varitas le impresionó, todo resultaba ser muy artesanal y con gran dedicación, observó muy curioso cuando decidía colocar sus manos detrás de su espalda, para prevenir tomar algo que no debería, se conocía demasiado bien para saber que si se permitía el libre albedrío podía hacer un caos en poco tiempo. - ¿los duendes? – preguntó asombrado, aquello no lo esperó, consideraba que cada artilugio era hecho por artesanos magos y no por criaturas, aunque quien más para tener paciencia que un duende - Realmente no tenía idea, que interesante – agregó feliz de haber conseguido conocimiento nuevo. -Oh… de acuerdo, con su permiso – acotó mientras se permitía sentar en el mueble que ella señala, siendo respetuoso y esperando no estropear nada – Di Médici… no, aceptaré gustoso, un buen vino jamás debe ser negado y más si es dado por una bella dama – agregó con una sonrisa traviesa, conocía poco a la matriarca de aquella familia, pero había llegado a sus oídos que tenía una buena cosecha en vino. -Ya que debemos esperar… Cuénteme un poco de su trabajo ¿recibe muchos estudiantes nuevos? – preguntó curioso, deseando conocer un poco más a la joven y dado que estaban en su espacio de trabajo consideraba que podría comenzar por allí – o solo salva a personas desastrosas como yo – agregó como una pequeña broma. @ Off: me disculpo mucho, que falta de respeto la mía el no a verle respondido antes.
  3. Alexander era un hombre lo suficientemente curioso como para ser un peligro en esa tienda tan llena de artilugios desconocidos, cualquier cosa que le generara tanta curiosidad que la tomaría para revisarla, realmente la señorita Tauro no debería dejarlo solo y menos con Sean quien no podría controlarlo, pero comprendía que la llegada de Jeremy y de Sherlock, la había alejado y ahora iban a sufrir una consecuencia por la actitud del pelirrojo. -Jajajajaja ¡Increíble! – exclamó al ver a Sean casi desaparecer, no le había importado el regaño, es más su sonrisa se volvió más traviesa al verlo tan enojado - ¿Cómo funcionará esto? – preguntó e intentó tocar el artilugio, pero tuvo dudas, no quería volverse un fantasma como él, eso podría ser un problemas, así que decidió solo admirarlo curiosamente. - Mm… ¿te quedaras así para siempre? – Mencionó e intentó tocarle el brazo, pero a diferencia de lo que pensó no lo atravesó, su presencia y aspecto eran los de un fantasma pero lo físico permanecía allí, eso quería decir que no estaba convertido por completo – ou… hubiera sido genial si atravesaras cosas – la decepción se escuchó en su voz, y perdió el interés, dándole la espalda e ignorando cualquier cosa que pudiera decirle. -Probemos con otras cosas – y como niño comenzó a buscar otro objeto para ponerlo en manos de su compañero, perdiendo el hilo de buscar la profecía y fue cuando se encontró con un extraño reloj que se dio cuenta, había una magia muy extraña… - ¿quieres probar? – parecía tener una magia diferente, no era viaje en el tiempo afortunadamente, pero si aquel artefacto pudo cambiar la apariencia de Sean, este podría hacerlo también. @ @@Tauro M.
  4. - Muy gracioso compañero, yo tendría que confesar algo muy similar – se burló de la respuesta de Sean, el recordar como había sido todo ese caos le daba cierta inquietud, no estaría feliz con la idea de equivocarse y que alguien fuera a por la cabeza de todos, suspiró pesadamente, debían considerar confesar algo por lo que sintieran verdadera culpa o buscar algo que los ayudara. -No se… realmente es complicado, confesar algo sin una gota de ron es imposible – bromeó Alexander, él no tenía arrepentimientos, o no superficiales y buscar en profundidad era tocar temas que en particular no le gustaría, así que volvió a recordar en su mente la otra profecía, y el pensar que viajaría en el tiempo le provocaba dolor de cabeza, la última vez había provocado ciertos problemas, que había tenido la necesidad de pedir ayuda al ministerio. No era fácil de elegir el camino a tomar. - Juntos, ¿Por qué no? Así si tengo una oportunidad como la de Halloween podré aprovecharla – sonrió divertido, era una broma, pero tendrían que descubrir que objeto los podría les ayudaría en esa ocasión, sus ojos dorados se comenzaron a mover de un lugar a otro, revisando alguna estantería y fue cuando consideró que quizás las dos profecías estaban enlazadas, viajar en el tiempo podría mostrar algún momento donde ellos sintieron algo similar al arrepentimiento o la culpa y aquello le pareció incómodo. No le gustaría ver a su yo del pasado. -Hey Sean, abre la mano rápido – fue entonces cuando el pelirrojo tomó uno de los artilugios que le trasmitió más energía mágica, y se lo colocó a Sean en la palma, sin previo aviso ni explicaciones, esperando que no fuera nada de otro mundo, pero la magia que irradiaba le hizo sentir una extraña sensación que prefirió utilizar a su compañero para descubrir que era. @
  5. -Buenas madre – sonrió suavemente, mientras se encontraba a la espera de su invitada había hallado la mirada azulada de su madre, la saludó con cariño e intentó preguntarle referente a su evento navideño de galletas el cual comenzó a entender cuando se percató de que clases de ingredientes se encontraban en la mesa, pero la dama le gano cuando comenzó a presentarlo, se sintió como un niño pequeño algo avergonzado – a casi todos los conozco madre – le informó con tranquilidad. – Bueno… A @Sherlock Holmes y a la bella señorita @ los conozco un placer volverlos a ver, realmente parece que estamos persiguiéndonos mutuamente – aportó con diversión para ver a la dama que no conocía – Señorita Nicole no le he conocido aun, así que, un placer joven dama, soy Alexander Fox Lockhart – se presentó con una sonrisa para hacerle una corta reverencia educada, la verdad es que pocas veces se presentaba dando su nombre completo. @@Nicole Evans Crowley -Hacer galletas es sencillo, no se preocupen, seguramente les quedaran deliciosas, aunque este evento es para que todos se diviertan, solo importa eso – aportó con tranquilidad el pelirrojo a los presentes. En particular él no era un amante de los dulces, pero las reinas de su familia si lo eran, y claro sus hermanos, fue por lo cual dedicó parte de su tiempo en aumentar sus habilidades en repostería, aunque su mayor fuerte era hacer pasteles, pero disfrutaba crear tartas o galletas. El paquete que llegó llamó su atención cuando fue abierto, se alegró que fuera bonito y negó con la cabeza, ya que él no había comprado ese regalo, pero duró muy poco, no esperó que se rompiera, ¿el ave lo había golpeado cuando viajó? No preguntó mucho más cuando su atención se giró a la llegada de su pequeño hermano. Una sonrisa se creó por completo en él, Eirian estaba con esa energía que tanto lo caracterizaba, su hermano era la luz de la familia, o por lo menos para el pelirrojo era de esa forma, sentía que brillaba con cada sonrisa que daba y hacía muy feliz a su madre, esperaba poder ser un buen hermano mayor para él, aunque llegados a ese punto, todavía no sabía cómo. - ¡Oh! Él va a ser un juez muy severo… - mencionó haciendo una expresión “aterrada” solo para reír divertido y fue cuando una presencia apareció de pronto por el columpio. -Sagitas ha llegado – sonrió divertido, la dama, siempre tenía una gran cantidad de energía al llegar a cualquier sitio – Madre, ¿te parece si cuido a Eirian? Así puedes saludar a todos – le pidió para que pudiera atenderlos, ella necesitaba ese tiempo entre amistades y él todavía debía esperar a su invitada, además era un buen momento entre hermanos, hasta podrían jugar con los duendes que habían llegado en la bola de cristal o eso consideró, pero al girarse estos ya no estaban. @
  6. Se sorprendió de los negocios que se llevaría a cabo su madre con Sherlock, no tuvo ningún problema en acompañarla, es más, no deseaba dejarla por ningún motivo sola por esas navidades, aunque él siempre fuera un despiste para esas fechas, tendría que esforzarse por dejarse llevar por el espíritu navideño, así podría darle una buena navidad a su madre y que pudiera ser un poco más feliz, deseaba que mostrara su brillante sonrisa. Cuando iban a llegar al salón, su mente lo alertó, por instinto Alexander cubrió a su madre y sacó su varita directo hacia donde su sangre le grito que había peligro, haciendo que los objetos flotaran o por lo menos una parte, porque otra fue dejada caer a su alrededor, suspiró aliviado al ver que no era nada peligroso, en cambio solo se trataban de hermosos adornos navideños, quizás su viaje todavía lo había dejado paranoico, aquello lo avergonzó, pero intentó dejarlo pasar. - Madre disculpa ¿no te lastime? – preguntó preocupado considerando que la hubiera sujetado muy fuerte, y fue cuando vio a la querida elfa de la matriarca – pequeña Heyda ¿estás bien?, me hubieras llamado si había algo que no pudieras hacer, estas navidades seré tu sirviente, me subiré por ti al techo a poner luces – bromeó con una sonrisa divertida para intentar colocar todo en un orden, para llevarlo y fue cuando la presencia de Sherlock se hizo presente ante ellos, algo que no fue una sorpresa para Alexander, pero si para el contrario. - Ciertamente, aunque sería demasiado difícil no encontrarnos aquí, en el hogar de un Lockhart, y más si visitas a mi madre – declaró con una sonrisa afilada, la mirada y el ambiente que Sherlock le había lanzado, no le gusto y por mucho que podría considerarlo su hermano, si no tenía cuidado y creaba tensión en su hogar o a su madre el pelirrojo no sería agradable, pero no necesitó decir nada porque repentinamente todo el aire cambió. – ¿Eh? – preguntó confundido, parecía que él había estado ayudando a adornar el salón – Quizás debamos traer el te y los bocadillos para acá, así se podrá disfrutar mientras terminamos de adornar – le dio su opinión a su madre para caminar hacia el salón donde poco los colores lo estaban llenando, le era agradable y a la vez recuerdos de su primera navidad con su familia le trajeron a la mente y no pudo evitar sonreír gentilmente. -Matriarca, gran Heyda, ustedes mandan, ¿Qué se necesita para seguir? – preguntó con diversión, él no era bueno ordenando, ni combinando, ya todos debían saberlo, así que decidió esperar instrucciones. @ @
  7. Buen día *sonrie* Subtitulo deseado: - Caballero Pelirrojo - Premio obtenido: Individual, Ranking y juegos de Spam
  8. Las fechas navideñas nunca habían sido lo suyo, pero desde que había llegado a su familia adoptiva los Lockhart había intentado cambiar eso, y como muestra ese año decidió llenarse del espíritu y aventurarse en alguna actividad de la época. Para comenzar decidió participar en el evento que haría su madre en su local, no estaba claro lo que era, pero lo había escuchado por parte de algunos elfos, que parecían ayudarla a organizar todo en Cacao café, así que decidió darle una traviesa sorpresa apareciendo por allá, aunque no lo haría solo, necesitaba una compañera para ello, y no dudó en elegir a la persona. -An, envía esta carta, por favor – su pequeña lechuza blanca afirmó con la cabeza para tomar el pergamino que estaba amarrado con una llamativa cuerda roja, y tomar vuelo directo a cumplir la solicitud de su dueño. En particular tenía tiempo que no veía a la hermosa señorita Sol posiblemente desde la festividad de Halloween, por lo cual se decidió a enviarle a ella la corta invitación, Alexander realmente esperaba que no tuviera ningún problema en acompañarle en su aventura navideña. Cuando estuvo todo listo, tomó su gabardina marrón para salir, no había mucho que ver en el espejo y que pudiera solucionar, su descontrolada cabellera larga que combinaba con su forma de vestir sencilla, una camisa, unos jeans y zapatos deportivos eran parte de él, no sabía que haría si le volvía a tocar un evento formal. Se lo tomó con calma para llegar a Cacao café, cuando estuvo arriba buscó con la mirada a su madre, para descubrir que era todo lo que harían y miestras esperaba a su invitada. @@Sol Lestrange Black
  9. Sonrió suavemente al considerar que casi todos los presentes estaban de casualidad, pero no le incomodaba en lo absoluto, hasta podría disfrutarlo. Tomó asiento para escuchar las palabras de la joven Tauro, rio débilmente, pensando que desde que se habían conocido parecía encontrarse en todos lados, quizás se debiera a que tenían gustos similares. -Sí, es sorprendente las casualidades, o quizás realmente estábamos persiguiéndonos entre nosotros – respondió divertido para girarse a ver a la hermosa dama de cabellos violetas – Señorita Ariane, por supuesto que es mi salvadora, su labor me salvo de un buen problema – agregó con una suave sonrisa, decidió pedirle un vaso de ron, necesitaba un poco de ese delicioso sabor para seguir la noche. -Tuve una pequeña disputa en un bar, y en medio de la situación mi varita fue rota – comenzó a contar recordando esa corriente de estrés que sintió cuando se encontró en esa situación – pensé que ese sería el final de mi arma mágica, pero los conocimiento de la dama hicieron que mi varita volviera a su estado original y hasta la siento mucho mejor – aplaudió con ligereza, mientras sonreía con mucha dulzura. - ¿ y ustedes como se conocieron? – preguntó curioso a las damas, y hasta al propio Sean, ¿acaso todo había sido pura casualidad? @ @ @
  10. -Tendré una buena noche – respondió cuando terminó de leer la carta que tenía en sus manos, no esperaba una repentina invitación esa noche, tenía mucho tiempo que no regresaba a ese sitio por lo cual se sorprendió cuando leyó ese nombre. Sabía que era un local muy intenso, había música, baile, buen licor y un ambiente que resultaba ser diferente al que acostumbraba, pero… no le incomodaba, en cambio podía disfrutar y divertirse como pocas veces hacía. Alexander estaba mucho más encantado al saber que podía conseguirse nuevamente con la señorita Tauro y más en un lugar donde pudieran desenvolverse más naturalmente, en la gala habían pasado un buen momento, fue divertido y diferente, así que esperaba algo similar, y con un buen vaso de ron en otra mano, haría su noche perfecta, así que hizo aparición por los callejones en Ottery y fue rápidamente hasta su destino. En Dumbledore's Night la música ya estaba sonando, el pelirrojo se adentró buscando a su compañera y viendo todo a su alrededor, le gustaba… quizás no fuera un sitio donde pudiera refugiarse, pero servía para pasar un buen rato. Fue entonces cuando al ir a la parte del bar se encontró a esa encantadora dama de cabellera celeste, acompañada de una pareja que destacaba bastante, pero que en un principio solo logró reconocer a uno de ellos. -Es allí, donde te equivocas… - respondió al escuchar las palabras de Sean – Una hermosa dama, siempre tendrá un caballero de aventura – agregó con una sonrisa traviesa – Buenas noches a todos, hermosa señorita Tauro, siempre es un placer verle, gracias por su invitación – saludó con una sonrisa educada, y fue entonces cuando se fijó en quien era la compañera de Sean. -Que placer ver a mi salvadora, señorita Ariane, espero este pasando una agradable noche – soltó con naturalidad, no había esperado conseguirse a la joven dama que le había ayudado en días pasados, pero le hacía feliz verle allí – Sean me alegro que sigas vivo – agregó con una sonrisa divertida, no iba a molestarse por nada esa noche, estaba tranquilo y muy relajado para ello, solo necesitó pedir su bebida de ron para continuar. @ @ @
  11. ¿Galeones? No… En una apuesta eso no llegaba a emocionar, ya que, no provocaba el debido temor ni la adrenalina o por lo menos no para Alexander, el dinero va y viene, eso lo sabía, tenía años para saber que una simple moneda no podía durar para siempre y que había multitud de forma para conseguirlo, pero… las experiencias, las situaciones, el control, apostar eso si podía provocar cierta incomodidad, peligro. -No te preocupes, tu bolsillo está a salvo…– sonrió divertido al ver un objeto un poco extraño y tocarlo con curiosidad, pero dejándolo en el lugar cuando completó su idea – el que gane esta busqueda, podrá hacer una solicitud al perdedor, y este deberá aceptarla sin quejas – agregó con ligereza, para ver a la señorita Tauro con una sonrisa, el ver la curiosidad de la dama le hacía divertirse. -La señorita Tauro ayudará a elegir la solicitud – consideró para que de una forma tanto él como Alexader tuviera cierto control en cuanto al castigo del perdedor, porque de lo contrario ya se lo imaginaba obligando a Sean a ir al edificio más alto de la comunidad para lanzarlo sin paracaídas, aunque quizás solo lo pensaba por lo que había pasado en la tienda de bromas, aun no se le había olvidado aquel recuerdo, necesitaría tiempo para olvidarlo. Fue entonces cuando decidió seguir caminando para escuchar la opinión de Sean, quizás el quería otro tipo de apuesta, Alexander no le preocupaba eso, estaba interesado en descubrir los objetos que esa tienda les colocaba frente a sus ojos dorados, que lo llenaban de curiosidad y de deseos de moverlos. Fue entonces cuando descubrieron las profecías, que preocuparon en cierta forma al pelirrojo, parecía que esa aventura podría tornarse oscura si no tenían cuidado, ¿Qué deberían hacer? Debían ser algo precavido no fueran a tener a un ser maligno detrás de ellos persiguiéndolos para cumplir con el castigo por equivocarse en la comprensión. -Una confesión con un objeto clave… y un viaje en el tiempo con consecuencias desastrosas – sintió que resumió esas palabras vagamente, para pensar, que tendrían que hacer primero, ¿dividirse? ¿apoyarse? quizás necesitaban una buena botella para aclarar las ideas. -Sean confiesa tus pecados – bromeó divertido.
  12. La mirada de Alexander fue de completo asombro, a esa altura ni él mismo recordaba de lo que estaba hecha su varita, un punto vergonzoso ya que era su compañera, debería saber todo de ella, pero no recordaba en que momento de su vida eso le pareció indiferente, debía confesar que ser vampiro traía mala mañas, como el comenzar a dejar de darle importancia a las cosas maravillosas de la vida, aunque él siempre estaba aventurarse en explorar lo desconocido para asombrarse cada día. - Que genial… - murmuró al escucharla mientras observaba como hacía su trabajo, le era curioso el cómo revisaba y podía analizar al detalle sobre la varita, él no llegaba a comprenderlo, por lo cual se le hacía más interesante, el mundo mágico siempre tenía demasiada información y la vida seguía evolucionando y creando más cosas nuevas, por lo cual jamás se le haría aburrido aventurarse en lo desconocido. -¿¡En serio!? – preguntó bastante impresionado, reaccionando mucho más explosivo de lo que era habitual en el por lo que se apenó un poco, pero el alivio que sintió fue muy grande, no deseaba separarse aun de su objeto mágico, todavía quedaba muchas aventuras que vivir a su lado, aunque sonara extraño que se apegara a algo material, pero había sido el primer objeto al cual había tenido la capacidad de poder llamar como suyo – disculpe… es que me hace feliz, muchas gracias – respondió con una encantadora sonrisa, sentía que había tenido demasiada suerte, algo que realmente no era habitual. -Ahmm… ¿podría ver como lo hace? Prometo no molestar – pidió como si se tratara de un niño, pero la curiosidad lo tenía al borde y más ahora que no tenía la ansiedad por saber si su varita se salvaría – Me encantaría ver cómo trabaja, nunca me había interesado el trabajo de las armas mágicas, pero ya que tengo la oportunidad… - agregó intentando convencer a la dama, esperaba poder hacerlo, aunque sabía que no era algo que un cliente debería pedir, en especial porque estaría invadiendo su espacio de trabajo. @
  13. Un deja-vu fue lo que le trajo la idea de la señorita Tauro, le gustó y estaba muy animado a participar, y al parecer tanto Sean como Sherlock parecían desear comenzar de inmediato, él por su parte rezo internamente para que nada extraño pasase y es que si algo lo había llegado a meter en problema era la curiosidad por objetos raros, y en ese lugar todo dentro de él se activaba, sus propios ojos dorados no paraban de ver entre los estantes deseando agarrar y revisar algunas cosas. -No debe preocuparse por las palabras de su socio y me será placer anotarme en su idea señorita Tauro, suena emocionante y divertida – afirmó con una suave sonrisa – pero… si ocurre algo extraño le aseguro que será culpa del querido Sean, no mia... seré inocente – afirmó para escuchar sus advertencias y la explicación de los espíritus y la profecía, considerando que ellos no habían tenido demasiada suerte con ellos. -Comencemos entonces… - comentó para ver la gran cantidad de estantes, realmente no parecía a ver entrado al mismo lugar, pensó que sería más pequeño, pero tenía sentido por la cantidad de artilugios – oye… Sean ¿te apetece una apuesta? – preguntó llamando su atención, motivando todavía más todo lo que estaba ocurriendo, disfrutaría la animosa actividad que su hermosa amiga les estaba creando en ese momento, y a su vez se aventuraría a molestar a su compañero. Sin esperar su respuesta comenzó a ojear entre diferentes objetos, esperando encontrar la profecía, se preguntaba si estaría junto a los talismanes, quizás en su búsqueda se conseguiría algo para la fortuna, o para alejar a los malos espíritus como… bueno eso sería imposible. @ @
  14. Una sonrisa un poco seca pasó por su rostro cuando Sherlock mencionó lo que había sucedido con padre, Alexander todavía tenía muchos arrepentimiento, nunca había logrado tener la gran conexión que hubiera querido con él, y además cuando ocurrió no logró estar al lado de su madre, había sido un momento tan duro y fuerte, pero en ese momento se había encontrado en su viaje sin la oportunidad de apoyar a su familia. -¿Eh? – Preguntó al repentina separación del hombre – Hermano ¿de qué hablas? ¿Cómo vas hacer una molestia o un mal tercio? Teníamos demasiado tiempo sin vernos, no puedes abandonarme ahora – confesó con una sonrisa sincera, sintiéndose algo tímido cuando lo había llamado hermano, realmente para Alexander era todavía complicado relacionarse con su familia. Su posición fue apoyada por la señorita, que comenzó a darles una guía a ambos, una sonrisa tranquila se dibujó en su rostro, escuchaba con plena atención, interesado en lo que decía, a ver como se quitaba esa capa de mala suerte que siempre parecía tener, quizás una piedra podría ayudarle, y al ver que se ofrecía como consejera estuvo bastante a gusto, su curiosidad iba hacia todos lados, tenía años que no se interesaba en un tema, pero repentinamente sintió una presencia que lo confundió. “Es imposible…” pensó mientras ignoraba sus intentos y cuando fue momento de hacer una pregunta lo intentó, pero la voz de un hombre le irrumpió se giró para verle, no esperaba ver de pronto a Sean allí, y no sabía si estar feliz o… Triste. -¿Ataúd muerto? ¿Así se llama tu perfume? – Sonrió con tranquilidad mientras correspondía a la broma - no me diste la oportunidad de extrañarte Sean, no imaginé verte aquí, pero un gusto ver que sigues vivo – agregó con naturalidad, realmente no sabía cómo sentirse con ese encuentro, se conocían desde hacía poco, pero ya habían sufrido lo suficiente juntos y la gran parte de la culpa la tenía el humano. Un grito llamó la atención de los presentes, le observó confundido, se sorprendió de la forma en que decía aquello, y observó con curiosidad a la dama, para saber quién era, pero estaba seguro que sería algún socio, la gran mayoría de los negocios en el callejón tenían uno o dos dueños, además realmente su mente parecía gritar que de algo conocía al hombre. -No es forma de hablarle así a una dama – atinó a regañar tranquilamente – además, irrumpir así en una guía hará que pierda clientes, joven... Ya veo quien lleva esta tienda a flote – agregó con una sonrisa divertida mientras obervaba divertido a la señorita Tauro. @ @ @ @
  15. - Digamos que todavía debemos descubrir sorpresas de cada uno – comentó divertido, él debía ser sincero, desde que llegó al mundo mágico, no permitió que las personas se acercaran demasiado a él, y desgraciadamente su familia entró en eso, pero esperaba que poco a poco fuera cambiando ello – Haré el te que gustes, y cuando quieras - agregó mostrando una sonrisa divertida, le gustaba complacer a las damas y más a su madre. - Estaría encantado de ayudarte en Magic Tea, Si claro… colas, de quejas madre, te aseguro que no sería popular y menos con las damas – negó con una pequeña sonrisa, su madre y su hermana siempre le había gustado bromar con él, nunca le había parecido que llamara la atención de las damas, solo tenía suerte de conseguir buenas amistades – Es más sospecho que dañaría el negocio del te – se ríe divertido para acabarse la rebanada de pan. Finalmente tomó un sorbo de su té, la acidez inundaba sus papilas gustativas, le gustaba ese sabor, y más cuando era tan fresco. Tomó otra rebanada y a ese si le agregó mantequilla estaba disfrutando de la combinación de sabores, del ambiente tan cómodo con su madre, y de la sensación de paz que ahora sentía en su interior. -Ellos son muy buenos Elfos, siempre te han cuidado y eso lo aprecio mucho – mencionó con suavidad – Aunque están algo locos – se rio divertido, había visto sus luchas por el poder, aunque había presentido que no se trataba solo de ello, pero en ese momento apareció Jobs como dando veracidad a sus palabras, lo que ocasionó que e riera un poco más. - Jobs, ¿Qué pasó? – preguntó curioso y fue cuando se le avisó de un visitante aquello llamó la atención - ¿Quién quiere molestar mi tiempo con mi madre? – preguntó haciendo un puchero, pero era una broma sencillamente, cuando escuchó el nombre de la persona sonrió con suavidad. -Madre, parece ser que las visitas comenzaran antes de navidad ¿vamos? – preguntó curioso para levantarse, iba a saludar y a ofrecer un poco de té, esperando no incomodar y que pudieran extender el ambiente al visitante. @

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.