Agnes Lynn

Nombre: Gaius Vlahos Edad: 39 años Nacionalidad o procedencia: Griega Raza: Humana Personaje principal al que está asociado: Agnes Katherine Lynn Relación con personaje principal: Amigo Aspecto Físico: 195 cms de altura. Tez oliva, cabello negro, corto y ondulado, nariz aguileña. Complexión muscular, pero delgada. Una cicatriz prominente cruza el lado izquierdo de su cara, desde la sien hasta la esquina de la boca, atravesando su ojo izquierdo que parece ser completamente no funcional, una esfera de color blanco opaco. Su ojo derecho es verde. Cualidades Psicológicas: Terco, dedicado, propenso a las obsesiones espontáneas y con un código moral muy flexible. Aunque prefiere estar sólo o en compañía de sus amigos más cercanos, puede relacionarse con desconocidos y lo hace siempre que le ayude a cumplir sus metas, que usualmente incluyen el descubrir secretos detrás de maldiciones o hechizos que nadie más que él tiene la curiosidad de desentrañar. Acostumbrado a negociar con personas difíciles, su primera arma para conseguir lo que quiere siempre es la diplomacia, y muy rara vez se ve forzado a usar la fuerza bruta (usualmente a mano de Eleni Volkova). Historia: Los Vlahos son una familia vieja en Grecia, aunque no famosa o particularmente rica. Descendientes de una casta muy baja desde tiempos ancestrales, han sobrevivido más por su habilidad de relacionarse con otras familias que otra cosa. Como tal, el clan está en decadencia, y salvo Gaius y un par de personas más, no quedan más descendientes. Esto no quiere decir que Gaius esté interesado en su sangre familiar o incluso en fama o dinero. Hijo único de padres que fallecieron cuando él era aún joven, sabe mejor que muchos que las obsesiones con riquezas o legados son ineficientes en su felicidad y prefiere enfocarse en cosas practicas. Cuando Gaius era un adolescente fue atacado por un hombre lobo que casi lo mata, y si no fuera por la intervención de los Volkova -que lograron detener la maldición antes de que sentara presencia en su cuerpo, Gaius hubiera terminado convirtiéndose en uno. Desde ese entonces ha dedicado su vida a tratar de encontrar una cura o una solución para la maldición de licantropía. No está más cerca de acerlo ahora que cuando era joven, pero el impulso persiste constantemente en su vida. Fue en uno de sus viajes por Europa -investigando más acerca de los orígines de la licantropía- que conoció a Agnes Lynn y a Scavenger Weatherwax. Desde entonces, y debido a la afinidad que el grupo tiene por el conocimiento, se ha mantenido en contacto y las considera familia. Otros datos: - Casado con Eleni Volkova - Su patronus es un lobo gris - Varita de madera de cedro con núcleo de corazón de dragón, 12 pulgadas (30.5 cms) Condiciones de utlización: Para propósitos de rol, sólo se puede usar por Agnes Katherine Lynn

Nombre: Eleni Volkova Edad: 35 años Nacionalidad o procedencia: Rusa Raza: Hombre lobo Personaje principal al que está asociado: Agnes Katherine Lynn Relación con personaje principal: Amiga Aspecto Físico: 163 cms, piel blanca y pálida. Cabello negro, lacio y largo. Ojos oscuros, casi negros. Siempre vestida con mangas largas y abrigos que cubren la mayor parte de su cuerpo, en gran parte para esconder las multiples cicatrices que ha ido adquiriendo desde pequeña. Líneas de expresión marcan su cara cada vez que frunce el ceño, que es muy seguido; o cada vez que sonríe, que no pasa a menudo. Cualidades Psicológicas: Brusca, con poca paciencia y un temperamento que ya desde antes de que la licantropía entrara en su sangre se mostraba como fuerte y reactivo. Eleni es directa y no huye de las confrontaciones. Contrario a lo que parezca, no tiende a iniciar peleas, pero sí a terminarlas. Historia: Cuando Eleni era tenía 9 años, su familia completa fue atacada por un grupo de Hombre Lobos mientras acampaban en Khuzhir, Rusia. Desde entonces, su madre y ella fueron infectadas con la maldición de la licantropía. Siendo los Volkova una familia mágica, saben acerca de la maldición y el qué hacer para controlarla. No les fue fácil, pero aprendieron a vivir con ella. Contrario a sus padres, Eleni nunca estuvo interesada en el conocimiento o la teoría, sino en la aventura y la exploración. Pasa la mayor parte de su tiempo viajando con su esposo Gaius. Fue en uno de esos viajes donde conocieron a Agnes Lynn y a Scavenger Weatherwax, con quienes entablaron una gran amistad que continúa a través de los años. Otros datos: - Casada con Gaius Vlahos - Su patronus es una golondrina - Varita de roble inglés con núcleo de pelo de unicornio, 8 pulgadas (20 cms) Condiciones de utlización: Para propósitos de rol, sólo se puede usar por Agnes Katherine Lynn

Nombre: Gaius Vlahos Edad: 39 años Nacionalidad o procedencia: Griega Raza: Humana Personaje principal al que está asociado: Agnes Katherine Lynn Relación con personaje principal: Amigo Aspecto Físico: 195 cms de altura. Tez oliva, cabello negro, corto y ondulado, nariz aguileña. Complexión muscular, pero delgada. Una cicatriz prominente cruza el lado izquierdo de su cara, desde la sien hasta la esquina de la boca, atravesando su ojo izquierdo que parece ser completamente no funcional, una esfera de color blanco opaco. Su ojo derecho es verde. Cualidades Psicológicas: Terco, dedicado, propenso a las obsesiones espontáneas y con un código moral muy flexible. Aunque prefiere estar sólo o en compañía de sus amigos más cercanos, puede relacionarse con desconocidos y lo hace siempre que le ayude a cumplir sus metas, que usualmente incluyen el descubrir secretos detrás de maldiciones o hechizos que nadie más que él tiene la curiosidad de desentrañar. Acostumbrado a negociar con personas difíciles, su primera arma para conseguir lo que quiere siempre es la diplomacia, y muy rara vez se ve forzado a usar la fuerza bruta (usualmente a mano de Eleni Volkova). Historia: Los Vlahos son una familia vieja en Grecia, aunque no famosa o particularmente rica. Descendientes de una casta muy baja desde tiempos ancestrales, han sobrevivido más por su habilidad de relacionarse con otras familias que otra cosa. Como tal, el clan está en decadencia, y salvo Gaius y un par de personas más, no quedan más descendientes. Esto no quiere decir que Gaius esté interesado en su sangre familiar o incluso en fama o dinero. Hijo único de padres que fallecieron cuando él era aún joven, sabe mejor que muchos que las obsesiones con riquezas o legados son ineficientes en su felicidad y prefiere enfocarse en cosas practicas. Cuando Gaius era un adolescente fue atacado por un hombre lobo que casi lo mata, y si no fuera por la intervención de los Volkova -que lograron detener la maldición antes de que sentara presencia en su cuerpo, Gaius hubiera terminado convirtiéndose en uno. Desde ese entonces ha dedicado su vida a tratar de encontrar una cura o una solución para la maldición de licantropía. No está más cerca de acerlo ahora que cuando era joven, pero el impulso persiste constantemente en su vida. Fue en uno de sus viajes por Europa -investigando más acerca de los orígines de la licantropía- que conoció a Agnes Lynn y a Scavenger Weatherwax. Desde entonces, y debido a la afinidad que el grupo tiene por el conocimiento, se ha mantenido en contacto y las considera familia. Otros datos: - Casado con Eleni Volkova - Su patronus es un lobo gris - Varita de madera de cedro con núcleo de corazón de dragón, 12 pulgadas (30.5 cms) Condiciones de utlización: Para propósitos de rol, sólo se puede usar por Agnes Katherine Lynn

¡Hola! ID: 121148 Habilidad: Metamorfomagia Nº de conocimientos que se poseen: 10 Link a la Bóveda: B 110428 Link a la Ficha: Ficha 110417

Durante su breve estancia en el castillo de los Evans ha aprendido dos cosas: son una familia grande, en nombre, poder y dramatismo. Tan pronto puede ser convocada a un desayuno sorpresa, como a una fiesta clandestina; también son amables, y aunque pueden ser reservados, las puertas del castillo se mantienen abiertas siempre para quien las necesita. Es por esto que no le sorprende la noticia de que hay un recién llegado en el castillo, o que P-Ko, quien anda por ahí recitando el hecho a quién escuche (cuadros, estatuas y personas por igual), la inste a ir a presentarse. Han sido solitarios, estos últimos días. Ha pasado la mayor parte del tiempo perdida en la biblioteca leyendo acerca de la historia familiar y escribiéndole cartas a su padre. La elfina tiene razón, le haría bien el socializar un poco. Deja el libro sobre su cama y se encamina hacia el comedor. En teoría sabe que los miembros de la familia -y de todo Ottery, se imagina- vienen de trasfondos distintos, pero si los fragmentos de la conversación que se escuchan del pasillo son ciertos, estos son tan diversos como increíbles. — ¿Duplantier? — pregunta después de que Hannity termina su introducción. — No recuerdo haber leído ese apellido en la genealogía familiar, pero si recuerdas el nombre de tu bisabuelo estoy segura de que podremos rastrearlo. Acercándose a la mesa, toma un bocadillo y una copa. — Mi nombre es Agnes Lynn. No tengo una relación de sangre con la familia, pero conozco a alguien que sí, los Evans han sido tan amables para recibirme. — Aquí hace una pausa para lanzarle una sonrisa a Bel y a Melrose. — Como tú, también soy nueva en Ottery, mis padres también son muggles, aunque yo vengo de un pueblito no muy lejos de aquí. Por lo que ha escuchado, Scott sabe cómo defenderse, así que no ofrece ninguna advertencia. Extiende la mano para presentarse propiamente. — No sé si es así en América, pero la magia de este castillo es impresionante. Como dice Bel, automáticamente se crean retratos de todos los miembros familiares. Si eres parte de la familia, te protege, a su manera. — en voz baja, añade: — mantente alejado de la torre, cosas muy extrañas pasan ahí.

Agnes Lynn En algún lugar de Rusia, Scavenger está a la mitad de un ataque de risa y no tiene idea de por qué. » Con un demonio. « Maldice en voz baja después de la segunda vez que tropieza con algo que espera sea una roca. El mensaje de Rory fue claro: esta es una misión de rescate donde la rapidez y discreción son vitales. Lamentablemente para Agnes, en esos momentos está fallando en las dos cosas. El patronus del Despard la encontró despierta, aunque a punto de irse a la cama. La urgencia en la voz del pelirrojo fue suficiente para disparar en ella la adrenalina necesaria para salir corriendo, botas en mano, abrigo medio puesto y el morral en el que carga todas sus cosas colgando de un hombro. No fue hasta que apareció en las coordenadas indicadas -tan cegada por el instinto que ni siquiera se dignó a mirar un mapa- que se dio cuenta de que había olvidado algo vital. Entrecerrando los ojos, le parece distinguir las siluetas de un grupo de tres personas al norte de donde se encuentra, aunque el ruido de las olas rompiendo contra las rocas de la isla no le permiten escuchar demasiado para obtener más información. Con cuidado, da un par de pasos hasta que se encuentra con una roca lo suficientemente grande como para cubrirla. Sin sus lentes no puede saber si las tres figuras son enemigos, pero en el mensaje Rory indicó que la isla está protegida por mucha gente, así que más le vale actuar con cuidado. Es suerte que llegue a la roca cuando lo hace, porque un segundo después una luz estalla detrás de ella. No puede distinguir la forma que tiene, pero el pálido color plateado que inunda el cielo le es lo suficientemente familiar como para saber qué significa. Espera todavía un par de segundos hasta que el patronus se aleja y la oscuridad vuelve a cubrirla, aprovechando las sombras, se concentra e invoca un par de criaturas de las sombras. — No dejen que nadie se acerque, — indica, señalando el lugar del origen del patronus. Confía en que si hay algún miembro de la orden presente, sabrán cómo deshacerse de sus criaturas. Una vez que las criaturas se han alejado de ella, empieza su andar hacia la fuente de la luz lo más rápido que puede -que no es mucho, entre su visión borrosa y la oscuridad que la rodea. Tropieza dos veces más antes de que sus oídos capten dos voces. Una está llena de preocupación y urgencia; la otra, aunque cansada, transmite un aire de calma que destruye un poco la tensión del ambiente. Agnes relaja los hombros un poco. Sabe que hay que rescatar a un miembro de la orden y a otra persona. Pero no tiene más detalles de la misión. Como siempre, le gustaría entender qué está pasando en la isla, pero está consciente de que no pueden hacer nada hasta que tanto Candiotti como su cargo estén a salvo. Las voces se vuelven más y más cercanas hasta que Agnes no tiene de otra más que mirar al cielo, justo a tiempo para ver lo que parece ser una moto voladora cayendo justo en su dirección. Su suerte, en serio. Sin pensarlo se tira hacia un lado, las rocas le raspan las manos y rodillas pero son preferibles a ser aplastada por una moto que ni siquiera es de ella. Cuenta hasta tres y justo cuando la moto está a punto de hacer impacto contra la roca, suelta, — Mobilicorpus. — No es la manera más eficiente de detener una caída, pero a estas alturas tomará lo que tenga disponible. El impacto es fuerte, aunque no mortal. Rocas y polvo se levantan a su alrededor, señalando su ubicación a todos los presentes. Al menos sus criaturas le servirán de protección. Después de levantarse del piso y sacudirse las rocas y el polvo, se acerca hasta la moto, donde dos personas están bajando con dificultad. — ¿Candiotti? — pregunta. No conoce al agente, y la explicación de Rory no incluía descripciones físicas, pero sí mencionaba una moto voladora. Y su instinto le dice que las personas frente a ella no son peligrosas. — Mi nombre es Agnes. ¿Pueden caminar? Tenemos que salir de aquí a pie.

Agnes Lynn Desde los túneles, casi parece que camina por un estadio. Nunca ha estado en alguno, pero cuando era una niña solía sentarse a ver los juegos con su padre cada domingo. Si cierra los ojos, puede imaginar los gritos de la gente en las gradas, preparándose para el espectáculo. El área donde los gladiadores entrenan no hace mucho por terminar con las similitudes, y por un par de segundos se pierde en el ruido de toda la gente. Regresa a sí misma cuando escucha el nombre de Scavenger salir de los labios de su acompañante. No sabe a qué libro se refiera Rory, pero puede imaginarlos a los dos discutiendo acerca de filosofía y teología por horas, está a punto de decírselo al pelirrojo, pero el hombre continúa hablando. La reacción de Rory cuando termina de hablar le indica que el mago no planeaba decirle todo lo que le ha dicho, como si al igual que ella tuviera algo más en la cabeza, algo que los distrae de su conversación actual. — Puede que sea el ministro, Rory, pero es sólo un mago… — comienza a decir, al tiempo que se gira para encararlo, pero sus palabras son interrumpidas por el alboroto en el cuarto. Algunos gladiadores saltan de inmediato a la acción, mientras que otros dan la vuelta y empiezan a correr hacia el túnel por donde ellos llegaron. Agnes quiere investigar qué sucede, y se alegra al ver que Rory también siente la misma curiosidad, juzgando por el modo en que la guía contra la gente. El tumulto continúa hasta lo que parece ser la entrada al campo del coliseo, y antes de que se de cuenta se encuentra de pie en el terreno arenoso de batalla. — ¿Qué demonios…? — empieza a decir, pero se congela en cuanto puede procesar la imagen que tiene frente a ella. Hay un par de gladiadores presentes cargando diferentes tipos de armas. No les prestan atención porque están demasiado ocupados peleando contra una criatura. Entre las armas y los cuerpos de los gladiadores no puede verlo bien. — ¿Eso.. es eso un grifo? — pregunta después de un par de segundos. — ¿Qué está sucediendo, Rory? Está demasiado confundida como para reaccionar, aunque por lo que puede ver los pobres gladiadores cada vez se ven más rebasados por el animal. @ Rory Despard

ID: 121148 Nick: Scavenger Weatherwax Link a la Bóveda Trastero: B 111085 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: B 110428 Link al Premio obtenido (en caso de gala/concurso): --- Fecha: 2022-01-31 Poción: Poción de Matalobos Puntos: 40 Precio: 2000 Poción: Pocion Agudizadora de Ingenio Puntos: 40 Precio: 2000 Total de puntos: 80 Total de Galeones: 4000

Agnes Lynn El momento de relajación llega a su fin cuando escucha unas pisadas acercárseles. Mirando hacia donde proviene el sonido puede ver a Rory, su cara llena de preocupación. Instintivamente aprieta la varita en su mano derecha. Está a punto de preguntar qué sucede cuando el Despard empieza a hablar. — ¿Una tumba vacía? — Eso explicaría por qué Seere no ha encontrado nada en el terreno cercano al árbol, también la reacción de Ludwig. Con lo cansada que está, decide romper la conexión con Seere, mandando al demonio de regreso a su plano de sombras y enfocar su atención en el rubio. Si lo que Rory dice es cierto -y no tiene razón para dudar de la palabra del ministro- el Malfoy está en un verdadero peligro. Si enfoca su atención en el mago puede sentir la energía oscura que circula a su alrededor. No sólo rodeándolo, sino mezclada también con su energía propia. Si tan sólo pudieran separarla de Ludwig, entonces podrían destruirla sin lastimarlo. Una de las invocaciones que estudió antes de la misión era específica para espíritus malignos y almas en pena. No sabe cuál es el pasado de Ludwig, pero puede apostar que lo que lo afecta en estos momentos pertenece a alguna de esas dos categorías. Centrándose en la energía que puede percibir a su alrededor, comienza su convocatoria de espíritus, aunque esta vez sólo se enfoca en uno. Es lento, más de lo que le gustaría admitir, pero poco a poco la magia oscura que tiene en frente va tomando forma, primero como una bola de humo bastante grande, y después de un par de segundos le parece que puede distinguir un brazo, un torso. No tarda mucho hasta que una replica exacta del Malfoy se ha formado frente a ella. Al igual que sus criaturas de sombra, es de un color oscuro opaco, como si fuera un reflejo del mago formado de sombras. — Es él, — exclama. — Ahora sí puede ser destruido. Alguien más tendrá que hacerlo, ya que ella está usando su energía para mantener la energía concentrada en el lugar. Lanzando una mirada a sus compañeros, espera que alguien reaccione.

Agnes Lynn El Uzza se sacude el cinaede fácilmente, sin mostrar algún temor o incomodidad. No le sorprende, sabe que los guerreros Uzza son increíblemente poderosos y deben estar acostumbrados a lidiar con estudiantes día tras día. Es más el tono de decepción que acompaña las palabras subsecuentes del mago lo que la incomoda. Es cierto que esta clase le ha resultado más confusa que las anteriores, ya sea por los tiempos o la cantidad de materiales que vienen con el libro, es como si no pudiera enfocarse del todo. Esto no quiere decir que no va a intentarlo, ha llegado muy lejos como para rendirse ahora. Su profesor le pide que piense, así que eso hace. Al final decide devolverle al Uzza el ataque que él había hecho contra ella. — Arena del hechicero — extendiendo el brazo lo más lejos posible, suelta el fino polvo de los huesos cristalizados al aire. El efecto es inmediato, dejándolos a ambos en igualdad de condiciones, sin poder ubicar bien al otro y con sólo efectos e invocaciones a su favor. En su mano izquierda, la que no sostiene la varita, visualiza su daga del sacrificio. — Immolo oppugnare — enuncia antes de hacer un corte profundo en su muslo, mismo que se podrá ver en su profesor inmediatamente. Siente el ardor familiar en la pierna, y el flujo de la sangre corriendo por su piel, para detenerlos piensa en una curación mientras espera la reacción del Uzza.

Agnes Lynn Su forcejeo con Ludwig es interrumpido por una onda de energía que la desbalancea un poco. Aferrándose al Malfoy para no caer, mira hacia el árbol y puede ver a Cillian bajando una lanza con la punta plateada, al parecer el paladín pudo destruirlo sin distracciones ni titubeos. Inmediatamente quita las manos de Ludwig, dando un paso hacia atrás también para no atosigarlo ahora que parece que los efectos del árbol han desaparecido, dándole un momento de privacidad mientras él y su prometido hablan. — ¿Eso es todo? — pregunta en voz alta, más para sí misma que para sus compañeros. Toda la misión ha sentido que algo no encaja, un recordatorio de que no tiene todas las piezas necesarias para entender qué es lo que está pasando en el pueblo. La vacuna, Aldrich, horrocruxes, ¿qué tiene que ver uno con lo otro? Está exhausta, puede ver la misma incertidumbre en la cara de sus compañeros, el mismo cansancio. Se da un momento para respirar profundamente e intenta hacer que sus manos dejen de temblar antes de acercarse al árbol, o más bien dicho, al montón de astillas y madera que queda de él. Examina un trozo, moviéndolo con su varita. — Luna podría examinar esto mejor, pero ya no siento ninguna energía negativa. Sé que los árboles suelen absorber la energía de la zona en donde están plantados, así que los restos del mago que buscamos deben de estar aquí. — Se detiene por un momento. — Creo que el destruir el árbol ha cortado la influencia de los restos sobre la tierra, sobre el pueblo. Destruir los restos no debería ser complicado. Apuntando la varita hacia el suelo, lanza un defodio para empezar a cavar en la tierra. No quiere gastar más energía de la necesaria, así que conjura a Seere, a quien no había dejado ir desde su conjuro inicial para ayudarle. Mientras el demonio busca entre las ruinas del árbol y el hoyo en el piso, se recarga en un árbol cercano. No puede estar segura, pero le parece que al fin pueden volver a relajarse.

Agnes Lynn Observando a Ludwig, no es difícil entender cómo es que el pueblo entero ha sido afectado. Ellos llevan ahí apenas un par de horas y el mago parece haber sido afectado ya por la magia oscura que permea el lugar. Sabe que por definición los miembros de la orden oscura son más susceptibles a ciertos tipos de magia, porque no pueden pasar tanto tiempo rodeándose de magia oscura sin volverse un poco afines a ella. Si enfoca su atención hacia donde el Malfoy está caminando, puede sentir una fuerte concentración de energía y un vacío en su estómago, indicando que magia oscura. — Es el árbol, — explica en voz alta al tiempo que se mueve a intentar detener a Ludwig. Interponiendo su cuerpo entre el Malfoy y el árbol al que se acerca cada vez más. — Hay que destruir el árbol. ¿Será posible que los restos del mago oscuro estén bajo el árbol? Con la energía que emana del mismo, prefiere no acercarse más, quién sabe si puede afectarla a ella como lo hace con su compañero. Con mucho esfuerzo, el Malfoy es físicamente más fuerte que ella, lo empuja hacia atrás, lejos del tronco. — Está lleno de energía oscura, — continúa explicando entre su esfuerzo de contener a Lud sin lastimarlo, mientras los demás miembros de la orden saltan a la acción. — Creo que por eso no podemos atacarlo nosotros. Recuerda las palabras de Rory, acerca de cómo sólo los paladines pueden destruir objetos sin contaminarse ellos mismos, espera que Cillian pueda hacer algo para destruir el árbol, o incluso Luna, que puede purificar el área y eliminar por completo la energía oscura que está emanando del lugar. — Noe, ayúdame, — exclama cuando ve que Ludwig no parece calmarse, con la mano extendida continúa queriendo acercarse a la fuente de su llamado. Sabe que la chica también es parte de la orden y probablemente también sería afectada por el árbol si se acerca demasiado a él, pero al menos puede ayudarle en esto. Con Ludwig todavía peleando por acercase al árbol, está a merced de alguno de los miembros de los otros clanes para poder destruirlo. @ noe_snape @ Ludwig Malfoy Haughton @ Cillian Haughton @ Luna Gryffindor Delacour @ Rory Despard

Agnes Lynn Entre más escucha a sus compañeros hablar, más se le hiela la sangre. El que Aldrich esté muerto, el horrocrux que controla a los habitantes del pueblo y la sugerencia misma de Cillian de separar a los niños y dejar a los adultos de Dalkey a morir a su suerte la han dejado confundida y atónita. ¿En qué momento habían llegado a esto? Dalkey era una misión simple, una interrogación acerca de la cura, pero ahora todo esta de cabeza. Es Rory, como se le ha hecho costumbre últimamente, quien la saca de su estupor. Y bajo sus órdenes es que desaparece a sus criaturas de sombra y lanza un umbra. Entre los árboles, no es nada difícil para su sombra el moverse hasta llegar a los habitantes del pueblo. Observa hasta que estos se han quedado dormidos, y espera sólo un par de segundos para indicarle al Despard que ya puede dejar de usar su magia. Le alegra el ver que su alivio al encontrarse con sacerdotes en la misión no fue equivocado. — Creo que tienes razón, — añade en voz baja, una vez que Rory las ha dejado de nuevo. Se lo dice a la bruja que tiene a su lado, la recién llegada. — En lo de la sangre. Fue la vacuna la que causó este desastre, porque contaminó la sangre de los habitantes. Sintiendo la conexión entre ella y su sombra debilitarse, la llama de vuelta con un suspiro, no sin antes usarla para ubicar a sus demás compañeros. — Con las personas inconscientes, creo que podemos unirnos a la destrucción del horrocrux, ¿no lo crees? — le pregunta a su compañera. — Mi nombre es Agnes, por cierto. Se fueron por acá. A paso rápido emprende el camino detrás del grupo, y no tarda mucho en encontrarlos. Escucha a Luna cuando señala unas luces no muy lejos de ellos, y por primera vez entiende la opinión del paladín, ¿en realidad es todo tan sencillo? Desde que han puesto un pie en ese pueblo, nada ha sido lo que parece, ¿por qué habría de empezar ahora? — Todos los habitantes están dormidos, no nos molestarán ahora. — Explica. Señalando con la varita hacia donde Luna los ha llamado, continúa. — Eso parece más una trampa que otra cosa, ¿pero qué otra opción tenemos? — a menos qué… — Daimōn — Esta vez conjura a Seere, el único demonio a su alcance que no está interesado en hacer el mal. La naturaleza de este príncipe del infierno es indiferente, pero su naturaleza no admite mentiras y es un experto descubriendo engaños. — ¿Es eso real? — pregunta señalando hacia las luces que brillan cerca de ellos. La risa que Seere suelta le causa escalofríos. A pesar de no tener una naturaleza dañina, continúa siendo un demonio, y lo demuestra en su andar. En un parpadeo desaparece de su vista, y si no fuera por la risa continua del demonio que aún resuena en sus oídos creería que los ha abandonado. No toma más de un par de segundos para que la risa del demonio se torne más aguda, más como un chillido. Y en un instante, las luces desaparecen, dejando a su paso un claro en el bosque. Seere parece satisfecho, al menos, aunque no ofrece explicaciones antes de dar la vuelta y empezar a destruir un árbol cercano. — Parece que sí era un engaño, pero no creo que estemos muy lejos del cuerpo del mago, o si no no estarían intentando distraernos. Seere se adentra más al bosque, y con un grito llama su atención, como si esperar que lo siguieran. Agnes recuerda que a parte de descubrir engaños, el demonio también es perfecto encontrando tesoros. Mirando a sus compañeros, empieza a seguirlo hacia el claro. @ noe_snape @ Luna Gryffindor Delacour @ Ludwig Malfoy Haughton @ Cillian Haughton @ Rory Despard

Agnes Lynn De algún modo, es como si estuviera despegada del tiempo. En un momento su profesor le explicaba a detalle el correcto funcionamiento de los elementos del libro del Equilibrio y en un parpadeo, la batalla ha empezado. Asegura el libro y los frascos de ingredientes en el bolso que cuelga de su cadera, dejando las manos libres para iniciar el duelo. Los árboles que adornaban el paisaje antes ahora no se ven por ningún lado, y lo vacío del área sólo sirve para recordarle la urgencia del asunto. Frente a ella, tan impasible como el desierto que los rodea, se encuentra su profesor. La mirada intensa, pero sin reflejar una simple emoción. Ni siquiera sus palabras, que dichas por cualquier otra persona bien podrían ser una amenaza suenan como una, sino como un consejo: debe recordar las cosas que puede usar a su favor y lidiar con las que estén a su contra. Esto se hace evidente cuando su maestro lanza el primer hechizo, y en un instante Agnes encuentra su visión comprometida. La arena del hechicero ha hecho su trabajo correctamente, no puede ver nada. Instintivamente siente el miedo empezar a reunirse en su estómago, pero recordando las palabras dichas al inicio del duelo, respira profundo y se obliga a sí misma a mantenerse calmada. Trayendo la imagen de su profesor a la mente, piensa en una maldición, para que el siguiente hechizo del mago se vea afectado, se convierta en una versión ridícula que no pueda dañarla a ella o darle una ventaja a su oponente. En voz alta, y con la imagen seria del mago aún en la cabeza, entona — Cinaede. No puede verlo, gracias a la arena que le cubre los ojos, pero si todo sale bien el gas venenoso del hechizo empezaría a rodearlo, haciéndole imposible el respirar a menos que despeje sus vías respiratorias. @ Badru