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Derek Jackman

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Acerca de Derek Jackman

  • Cumpleaños 24/12/1998

Ficha de Personaje

  • Nivel Mágico
    0
  • Rango Social
    Unicornios de Bronce
  • Galeones
    10600
  • Ficha de Personaje
  • Bóveda
  • Bóveda Trastero
  • Bando
    Neutral
  • Familia
    Black Lestrange
  • Raza
    Vampiro
  • Graduación
    Graduado
  • Puntos de Poder en Objetos
    20
  • Puntos de Fabricación
    0
  • Rango de Objetos
    10 a 200
  • Medallas
    2000

Profile Information

  • Casa de Hogwarts
    Slytherin
  • Género
    Male
  • Location
    México

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Reputación

  1. El tono desafiante del joven mujer hizo que la sangre de Vlad hirviera, la arrogancia de los humanos era lo que más le molestaba, algo que no toleraba, su sed de sangre aumento y el general quería matar a la mujer en ese mismo instante, su boca salivo al imaginar el ferroso sabor de la sangre ¿Ácido o dulce? La curiosidad por saber cuál sería su sabor lo consumía, el vampiro se acercó lentamente a la rubia, cada paso hacía retumbar la tierra, la sombras del lugar consumieron su cuerpo y su rostro, el rojo carmín de sus ojos iluminaron como linternas, fijas sobre su objetivo, el lobo estaba dispuesto y listo para soltar la primera mordida. Lentamente, con cada paso el vampiro se acercaba amenazante a la mujer de rubios cabello, con la cabeza levantada y la boca abierta mostraba sus filosos colmillos, era como ver a la misma muerte a los ojos, la ausencia de sonidos en el ambiente anunciaba el inminente ataque, cuando estuvo a escasos centímetros de la mujer pronunció inexpresivo. —Los valientes como tú siempre son los que mueren primero… ¿Dulce o ácida? Muero por saber. Una intensa neblina cubrió a los presentes, la visión de la mujer se debió haber reducido a tal punto de no ver más allá de la extensión de su brazo. Vlad desapareció de la vista de Mia, atacar primero era lo que más le gustaba, atrapar a su presa y no darle tregua en ningún momento, destrozarla de principio a fin, ese era su manera de lidiar, pero por alguna extraña razón su sentido le decía que esta vez fuera más precavido, no entendía porque, ¿Acaso esa indefensa mujer representaba una gran amenaza para él? Se negaba a creer que una simple y vulgar humana pudiera tener esa clase de poder sobre su abismal presencia. Así que inicio el acecho, su mirada siempre fija en su presa, rodeándola, midiéndola, infundiéndole terror, su derecha se posó en su hombro, un ligero siseo animal surgió a la espalda de la mujer, su agarre se tensó y forcejeo para dar una certera mordida en la yugular, estaba seguro de que la mujer no tendría la fuerza suficiente para liberarse de ese poderoso agarre. Sus dientes solo mordieron el aire. —Eres la primera que se escapa de mí —con curiosidad por saber cómo lo había hecho Vlad busca entre la niebla a su víctima El alto vampiro recorrió la niebla, buscando, era extraño que no pudiera sentir su presidencia, él conocía ese lugar, cada centímetro estaba grabado en su memoria, y sentía una desesperación extraña al no sentir o encontrar a la impertinente rubia, en su pecho la ira se acumulaba y la tensión en su cuerpo se incrementó, listo para salir a la batalla. Con golpes demoledores destrozaba los cráneos de sus siervos que los rodeaban, sangre salpicaba al general manchando su rostro, su respiración agitada y con una mirada llena de locura pintaba de rojo las paredes y el suelo. Vlad no podía disipar la niebla con tanta facilidad, pero hacía lo que podía al masacrar a sus seguidores, los lamentos y el sonido de los huesos quebrándose llenaron la noche, quería infundir terror a la corderito que se escapó de los colmillos del lobo. Desesperado y después de destruir a su sirvientes, la mayoría de la niebla ya se había disipado, la sangrienta escena se alzó ante sus rojizos ojos, los ríos de sangre se formaron, todo su cuerpo estaba cubierto en rojo, las gotas de sangre tiñeron su armadura y su cabellera, gruesas gotas escurrían por el rostro del príncipe. Inhalo y exhalo con profundidad, si quería encontrar a la mujer debía calmarse, el pelinegro se irguió y trató de hacer que aquella intrusa se mostrará frente a él . —Me intriga saber cómo le hiciste para intimidar a mis sirvientes, no cualquiera le hace frente a un ghoul —su actitud parecía ser la de alguien más. —No sé qué, o quién eres, pero mi curiosidad me dice que vales más con vida —con una voz profunda dirigía la palabra a la nada. —Sígueme, quiero mostrarte algo Sin esperar a la rubia o sin siquiera importarle se dirigió hacia su castillo, el camino fue silencioso, Vlad no sabía si la mujer lo seguía o no, pero cuando llegó a su castillo cruzó el salón principal y se dirigió a la torre más alta de aquella magnífica construcción. Las farolas de aceite alumbraban pobremente el lugar, los pasos resonaban con eco sobre las piedras gris oscuro del castillo, la decoración lujosa al estilo medieval hacía sombras irreales con formas terroríficas, aquellas luces bailaban sobre los muebles de madera y las antiguas armaduras brillaban estoicas como antiguos guardias. La sensación de soledad se podía sentir, los pasillos se sentían fríos, sin la calidez humana, incluso en algunas áreas de los corredores se podía ver una fina capa de polvo, en otros lugares las telarañas eran el adorno principal. Tal vez esa era la primera vez que tenía visitas desde que cometió la masacre en la guerra de Valaquia y Turquía. Aquel ser, que al parecer no se preocupaba de ser atacado por la espalda, si es que la rubia lo había seguido, mantenía a raya sus deseos de sangre, pues a cada paso que daba sentía como su sed lo orillaba a atacar por sorpresa, pero con fuerza de voluntad pudo traer a la corderito a la cueva del lobo, tenía la ventaja del local y podría atacar sin piedad ahora que se encontraban en la morada del despiadado bebe sangre. —Este es mi hogar desde que tengo memoria, si tuviera un lugar al que llamar hogar este se acercaría bastante —el pelinegro explicó con un poco de nostalgia. Jugar con su comida, algo que no acostumbraba, ¿Por qué lo haría? Tal vez porque encontraba la actitud de la mujer como un desafío personal para él, ¿Qué es lo que quería hacer con ella? En esos momentos ni él mismo lo sabía, era una total extraña en su hogar, en su fortaleza, dejando ese extraño olor que provenía de su sangre. Ese olor era inusual, su sangre era totalmente diferente a la de los del pueblo, no sabía lo que era, pero el solo hecho de descubrir su sabor lo hacía salivar, poco a poco perdía el control, pero se lograba controlar hablando de él, su voz se notaba algo quebrada y con incomodidad, su voz casi forzada se dirigía a la nada, confiando de que aquella extraña mujer lo escuchara. —Un hogar sin familia, eso es lo que es este castillo, solo me tengo a mi, aquellos que consideraba como familia ahora están muertos —la voz, aunque con toques de incomodidad no se podía encontrar en ella tristeza alguna. —Ellos me dejaron a mi suerte, sufrí y juré vengarme de ellos, el pecado que cometí nunca será perdonado, pero no me arrepiento, si pudiera volver atrás estoy seguro de que lo volvería a hacer. En cuanto llegaron a la torre, la luna marcaba la media noche, aquella luz de luna llena iluminaba con más intensidad que las farolas de aceite, aquellos rayos blancuzcos se filtraban por las ventanas de la torre, las escaleras eran fáciles de ver y de sortear. La sangre que cubría el cuerpo del vampiro ya no estaba era como si esta hubiese sido absorbida por la piel del pelinegro y sin decir nada recorrió las escaleras en silencio, cuando llegó al parte más alta de la torre abrió la puerta de la habitación, en ella se revelaba un cuarto vacío a excepción de un objeto cubierto por una manta, el polvo de la habitación se podía ver más que en todo el castillo. Vlad se adentró en el cuarto, sus pisadas se marcaban en el polvo del piso y la corriente de aire levantaba una nube que tardó en disiparse. La luz de la luna entraba sin dificultad, no había necesidad de tener farolas ahí, en cuanto el pelinegro llegó al centro de la habitación quitó la manta rápidamente, una intensa nube de polvo llenó el cuarto, era fácilmente visible con la luz. —Esto es una prueba de que, a pesar de ser un ser de la oscuridad y un monstruo despiadado, una vez fui humano Aquel artefacto era un cofre lleno de joyería, crucifijos, collares, brazaletes, anillos, piedras preciosas y un sinfín de artículos de plata y oro puro. Todos pertenecientes a sus familiares, algunos en perfecto estado, otros aun con las manchas de sangre de aquel fatídico día, era un eterno recordatorio que demostraba su verdadero ser, su alma negra era lo que representaba tanto brillo. La oscuridad de su corazón era representada por el brillo del oro y plata que alguna vez portó su madre y su padre. —Tal vez quieras dejar algo en ese triste cofre, nunca dejarás este castillo, al menos no con vida @
  2. Derek se extrañó al ver las reacciones de los demás comensales y de los trabajadores, no entendía bien porqué, pero sin darle más importancia acompañó a la mujer de cabello esmeralda a la zona VIP, el lugar de por sí ya es bastante elegante, pero la zona que se eligió era aún más elegante y refinada con una decoración exquisita y lujosa, algo oscura para tener una apropiada intimidad que roza los límites de la vulgaridad, la sonrisa del alto pelinegro se asoma presumiendo descaradamente sus colmillos. La mesa, la compañía, el ambiente, todo ere perfecto, sus traviesos ojos recorrieron lo que dejaba ver la tela y el abanico de plumas negro y disfrutando de su bella acompañante ordena un vino caro, la ojiazul pidió una bebida sin alcohol, algo raro a juzgar por la situación en la que se encontraba la pareja. —Nunca he tenido problema para relacionarme con las mujeres hermosas —soltó sin vergüenza o previo aviso, miró por encima del armazón de los lentes. Sus orbes se clavaron en las pupilas azules, queriendo develar sus pensamientos ante su atrevido comentario, sin embargo, la elegante y pudiente mujer no se inmuto, sin pensarlo una pequeña risita se escapó por entre los dientes del vampiro, cruzó las piernas y dejo una de sus manos sobre la mesa, al mismo tiempo que su otra era usada como apoyo para su rostro que se inclinaba para hacer un poco más íntima la charla. Con su voz profunda y algo seductora, quería tentar a la peliverde a entrar en su juego. —Seré un libro abierto para ti, solo tienes que saberme leer, no pienso dejarlo tan fácil. Pero por ahora te podía decir algo de mi pasado Derek respiro profundo, con delicadeza se quitó las gafas de sol, y dejó libre su negra cabellera, sus largos mechones cayeron libres sobre sus hombros, se irguió sobre su asiento, su rostro libre de accesorios se oscureció, tal vez esta era la primera vez que aquella linda peliverde lo veo sin su característica sonrisa, pero quién podía culparlo pues cada vez que Derek recordaba sus antiguos nombres, una tremenda tormenta de sentimientos lo asaltaba, a pesar de los años nunca sabía cómo tratar con ellos. —Valaquia, lo que ahora es conocido como Rumanía, esa es mi tierra natal, sin embargo, ellos no me consideran compatriota, y no los culpo, lo que les hice nunca será perdonado… La mirada del pelinegro no se apartaba de esos ojos azules como dos lagos calmados, en cada palabra se podía sentir la tristeza, la melancolía y cientos de sentimientos más, Derek no sabía cómo tratar con esos sentimientos, pero cada vez que hablaba de ello su dolor en vez de disminuir se hacía más grande, era el castigo adecuado para los crímenes tan crueles que cometió. El vampiro saciaría la curiosidad de su compañera, tal vez no era la mejor estrategia, pero era la única que se le ocurría en esos momentos, contar algo sobre él, lo primero que se le ocurrió fue decirle algo sobre su pasado. Hace quinientos años su pecado lo marcó de por vida, castigándolo a vagar por toda la eternidad, su persona sería siempre un símbolo de maldad y crueldad. ¿Debería revelar esa información, así sin más? ¿Cómo reaccionaría aquella mujer a semejantes atrocidades que había hecho? ¿Aun estaría interesado en él? ¿Se asustaría y lo dejaría ahí mismo? —Toda mi familia, todos mis amigos, todos mis amigos, todos aquellos que yo consideraba como los míos me dieron la espalda, mis ideales infundieron terror a mis amigos y a mis enemigos Derek tenía la voz tan seria que el mismo se había dado cuenta de ello, tal vez estos no eran los mejores temas para hablar en una primera cita, pero la vida de aquel vampiro estaba llena de momentos trágicos y dramáticos, la felicidad para él era como una piedra preciosa, difícil de encontrar, cara e inasequible y que a veces era sobrevalorada, la oscuridad era lo único que conocía. La mujer ojiazul, misteriosa en todo momento lo veía y escuchaba sus palabras con atención, Derek no sabía si era porque aún estaba interesada en él o porque estaba pensando en cómo salir de ahí con vida, el pelinegro al no saber leer esos ojos tan calmados ante sus oscuras palabras, la miró e hizo una gesto con su mano dominante, su dedo índice le indico que bajara su abanico. El vampiro no quería continuar, no sin ver ese blanco rostro tan lindo como el de una muñeca de porcelana, inocente por fuera, ocultando, seduciendo. —Quiero ver tu rostro, eres hermosa, no tienes por qué ocultarlo Su semblante se relajó, su diestra se acercó lento al abanico, con su índice destapó esos hermosos ojos azules, aprovechó ese pequeño momento para sentir, aunque sea por unos escasos instantes, la aperlada piel de la peliverde; con delicadeza posó su el dorso de su mano sobre su mejilla, el primer contacto que aquel misterioso vampiro tenía con su compañera de clase, el pelinegro pudo sentir una pequeña descarga eléctrica al momento en que sus pieles se tocaron. Sus rojizos ojos se centraron en los de su contraria, su diestra se separó casi sin ganas de hacerlo, con una voz calmada le dirigió la palabra. —No me dejes hablando solo querida, cuéntame algo sobre ti o de tu familia —con su diestra tomó la copa de vino que el elfo había traído y con calma tomó un largo trago de ese alcohol fuerte y dulce. —Yo ya hablé un poco de mi y de mi oscuro pasado, es algo oscuro y está lleno de sangre, pero supongo que ya estarás acostumbrada a manejar con ello –con una pequeña pausa, Derek solo sonrió y mostró sus afilados colmillos al mismo tiempo que se acomodó en la silla. —Sé que tu historia debe ser bastante interesante, una aspirante a la marca debe ser interesante —dejo la copa a la mitad. El vino era una de sus bebidas predilectas, su parecido en color a la sangre le gustaba, le recordaba de cierta manera a sus épocas como mortal. El vampiro dejó salir un suspiro, quería saber más de la mujer, la intrigaba, le interesaba y quería saber si ella era también una vampiresa al igual que su abuela o tal vez era algo más, sea lo que sea, el vampiro quería saber, saciar su sed de curiosidad y sentirse satisfecho por, aunque sea por unos instantes. @@Agatha Andrómeda Abbott
  3. Después de los exámenes T.I.M.O. el vampiro de ojos rojos fue invitado a tomar unas cuantas copas en un bar, al principio estaba incrédulo, no tenía idea de que decir así que solo aceptó sin pensar. Cuando tuvo tiempo pensó en su presentación, primero pensó en presentarse con algo más formal o acorde a la situación, tal vez una americana negra acompañada con una camisa de botones del mismo color, o a lo mejor con su típico conjunto de rojos y negros. El reloj le decía que tenía poco tiempo para decidirse, la hora acordada estaba cada vez más cerca, y mientras pensaba que elegir por su mente paso una idea, era la primera vez que salía con alguien para algo como eso, habían pasado años, incluso décadas desde la última vez que lo hizo, y por alguna razón en su mente resonaban las palabras que diría en el bar, el pelinegro no podía creer que tan solo el pensar en la situación le pusiera un poco nervioso. Negó con la cabeza y de último momento decidió ir vestido con su conjunto rojo y negro, lo clásico nunca pasa de moda y nunca falla. —No puede ser, pero de lo que imagino. —dijo mientras encaminaba sus pasos a el callejón Mientras buscaba el bar que le indicaron Derek observaba a las personas del lugar, la mayoría jóvenes que disfrutaban de eso, su juventud, la alegría de tener a alguien con quien compartir un agradable momento, su semblante se oscureció y sintió esa punzada de envidia llenar su pecho, sabía que para él ya no habría algo como eso, el regocijo de sentirse afortunado de vivir, así que para pensar en algo más apresuró el paso, no quería dejar esperando tanto tiempo a la peliverde. El sonido de sus botas sobre el adoquín, su figura sobresaliendo con la luz de las farolas y su pelo suelto bailando con la ligera brisa. Poco a poco se acercaba al local, sus ojos notaron que en la entrada la mujer que lo había invitado ya lo estaba esperando, una sonrisa apareció en su rostro, era casi involuntario. Decidido acortó distancia y se presentó. —¿Cuánto tiempo llevas esperando? Hace frío, si quieres enfermar hay maneras más rápidas para ello. —ofreció una sonrisa al mismo tiempo que levantaba la mano en saludo Justo después de ese poco amistoso saludo, el pelinegro miró el atuendo de la ojiazul, fácilmente podría ganar un premio de belleza, el conjunto hacía resaltar todo de ella, además de que tenía el balance perfecto entre sensualidad y elegancia, una combinación muy magnética y atractiva. Con una ligera sonrisa Derek dejó ver sus colmillos, como si hubiese visto a una futura víctima comenzó a acercarse, dejando escasos centímetros entre ambos y sin previo aviso levantó el codo como un caballero, un fugaz brillo carmín de sus pupilas apareció en cuanto la mujer aceptó el gesto. Una música de ambiente amenizaba el lugar, las charlas y sonidos de cristal inundaban el salón, Derek camino junto a la mujer directo a la recepción para tener una mesa y conversar a gusto, aunque siendo sinceros a él se le da más el sarcasmo y el ponerle difícil la situación a sus acompañantes. La noche iniciaba y los nervios de aquel antiguo ser estaban empezando a aparecer, él estaba más acostumbrado a las peleas y combates con seres sobrenaturales, eso sí que lo entendía bien, las citas como esa eran terreno inexplorado para el hombre. Sin embargo, él nunca dijo no a una batalla y esa no sería la primera vez, respiro profundo y se dejó llevar por la situación, con una sonrisa lobuna y ojos despreocupados abrió la velada. @@Agatha Andrómeda Abbott
  4. Lágrimas de dolor e impotencia llenaban los ojos de Derek quien no sabía qué hacer ante aquel repentino cambio de apariencia en los ojos y en la cabellera la rubia. Los gritos de dolor llenaron el despacho, el pelinegro se enfrenta por primera vez al demonio que posee a su querida hermana. El vampiro se paralizo, no por el miedo, sino más bien de tristeza y melancolía, su expresión se tornó en una clara mueca de desesperanza al ver a su vieja amiga de esa manera, era como verse en un espejo muy retorcido, que mostraba la verdadera alma de su ser, el reflejo de un demonio sobre otro. — Déjala en paz, ¡AHORA!... — Exigía el vampiro sin éxito alguno. Aunque físicamente Mia se viera casi igual su voz y su personalidad eran distintas, ahora estaba poseída y todo era culpa de Derek por reaccionar tan violentamente en el reencuentro. Con una mirada que apuntaba al suelo, mantenía su postura tensa, con la mandíbula y los puños apretados, no quería creer lo que le decía aquella entidad, cerro los ojos con fuerza y negó con la cabeza, sabía que Mia era curiosa y rebelde y que eso siempre le causaba problemas, pero él se negaba a aceptar la realidad. Tal vez ella cambio después de dejar el castillo, aun después de años seguía aprendiendo de ellos como si fuera la primera vez que ve a un humano en su vida. — Era no haría algo así… Deja de mentir demonio… ­— El cuerpo de Derek tiembla y se eriza ante la presencia demoníaca. Con atención escucha la historia en palabras de la entidad, la respiración del pelinegro comienza a agitarse, debía hacer algo para traer de vuelta a la Mia que conoce y ama, sin embargo, sus habilidades mágicas aun no eran lo suficientemente poderosas para hacerle frente en un duelo directo, rápidamente pensaba y descartaba hechizos que aprendió en forma teórica y que podría intentar, pero no encontraba uno lo suficientemente útil. En un momento repentino la palabra Legeremens le vino a la mente, una opción perfecta para combatir y evitar daño físico, pero aquel pelinegro aún no estaba listo para usar el encantamiento. Su única esperanza recaía en sus habilidades como vampiro, de inmediato trato de concentrarse, respiro lo más profundo que pudo y despejo su mente. — Te equivocas… Tu nunca serás mi hermana y nunca podrás ser como mi querida Mia…— Su voz era relajada, controlada a diferencia de como inicio el pleito ahora estaba tratando de pensar claramente. — A Mia ya la he aceptado desde el primer día que estuvo en mi castillo… Mi problema es contigo… — Soltó viendo como los ojos verdes y la tonalidad del pelo regresaban. Derek aprovecho la cercanía que tenía con la bruja para tomarla por sorpresa. El pelinegro sabía que cualquier herida causada la resentiría directamente el cuerpo de Mia, por lo que trato de evitar el mayor daño posible cuando puso su diestra sobre el cuello de la bruja. Si bien no tenía idea de los poderes de los que era poseedor, el vampiro se arriesgó sin importarle su propia integridad al lanzarse de esa manera. Utilizando su peso y el factor sorpresa, tumba a la rubia en el suelo, justo después Derek empieza a liberar su poder innato, sus ojos comienzan a brillar y no despega la mirada de los orbes de su contraria. Respirando con tranquilidad y dejando salir una pesada exhalación, con voz baja pronuncia la liberación total. — El Ave de Hermes es mi nombre, como mis alas para domesticarme… — Utiliza la misma mano para inmovilizar el rostro. En cuanto termino de decir su conjuro, una extraña oscuridad consume la habitación, la temperatura desciende drásticamente, pareciera que lo único que existe son esos dos la única luz que hay proviene de los ojos escarlata de Derek, tenía que liberarse de las más de tres millones de almas que guardaba en su interior para tan solo tratar de conectarse con el corazón de Mia, es una jugada arriesgada que puede ser fatal para ambos, sin embargo, aquel hombre estaba dispuesto a enfrentarse una vez más a la muerte con tal de traer de vuelta a su hermana. Con los dedos índice y medio de su izquierda toca el pecho de su contraria tenía que formar un vínculo entre sus corazones con su mente como puente. El plan era simple, Derek recordaría el pasado, cuando vivía con Mia en Valaquia para ser precisos, y hacer un reflejo de su mente y alma en las del demonio y así intentar confundirlo o aturdirlo, dando un chance a Mia de retomar el control de su cuerpo. La jugada era peligrosa, si Derek perdía la concentración , aunque sea un microsegundo el demonio podría entrar dentro de él y hacerse con su cuerpo y destruirlo desde dentro al tener su alma, mete y corazón expuestos. — Recuerda querida… — El vampiro inicia la arriesgada maniobra Flashback Principado de Valaquia, hace más de cuatrocientos años… El vampiro, con una mirada seria y llena de odio por la humanidad se encontraba sentado en el toro central de su castillo, planeando, maquinando su siguiente golpe para aterrorizar a los habitantes del siguiente poblado de Europa oriental. Su propia gente, los turcos y varios más ya conocían el nombre de Vlad Tepes, un verdadero monstruo que disfrutaba de la guerra, el sufrimiento y sobre todo de la sangre de sus víctimas, sin embargo, su ira y odio no habían disminuido ni un poco, aun quería castigar a todos, disfrutaba de su propia locura y no pensaba detenerla hasta que la última alma del planeta fuera una mera y vil desgracia. Como ser de oscuridad y sobrenatural, rechazaba la calidez del sol y lo que significaba, en si eso era ser un monstruo. Y después de haber quitado miles de vidas había superado la barrera de su propia naturaleza, ya no tenia la necesidad de esconderse bajo el cobijo de la noche, ahora podría caminar entre los humanos y no ser reconocido, algo que le sería útil en el futuro. Pero ahora estaba sediento, continuaría pensando después de saciar su sed, por lo que dejo el castillo en busca de un par de victimas de las cuales alimentarse. El ocaso era adornado con los gritos y los ríos de sangre, un pequeño pueblo cercano tenia a las personas necesarias para satisfacerse por al menos un tiempo. Su rostro manchado con la sangre de las mujeres, niños, y hombres estaba fruncido con ira, y su mirada de odio no lograba apagarse aun después de masacrar a un pueblo entero. Ninguna alma se salvó, el silencio de la noche fue interrumpida por los quejidos de los cuerpos que se levantaban sin alma, los sirvientes de un vampiro, vasallos que solo sirven como carnada o para hacer las tareas más simples. — Aun tengo sed… El pueblo mas cercano esta algo alejado de aquí tal vez si mando a algunos vasa… — El grito de una mujer lo interrumpe y con su mirada se transforma, estaba seguro de que había matado a todos los de la zona Curioso por ver quien era aquella persona que había burlado su presencia, se dirigió con una pequeña sonrisa al punto de origen, entre el intenso olor a sangre no podía identificar a la persona, tal vez era una niña que no estaba presente al momento del ataque, sin importar quien fuese, de algo estaba seguro, se alimentaria de esa persona al igual que lo había echo con todo el pueblo. Un rugido bestial surgió de su garganta cuando faltaban metros para su encuentro su capa y su larga cabellera se agitaban con el viento, lo primero que vio fue a un puñado de sus sirvientes amontonados, una luz extraña salía de en medio de la multitud, el vampiro no tenia idea de lo que se trataba o el porque de esas luces. El pelinegro se abrió paso dando golpes y arrancando miembros a diestra y siniestra al mismo tiempo que las cenizas de sus vasallos volaban con sus ataques. Ahí fue la primera vez que vio esos ojos verdes, la piel tersa y blanca, una dorada cabellera larga y el rostro jovial y casi igual a la Mia del presente. Derek estaba intrigado por la mujer, en ella podía ver el miedo que la situación de originaba, pero también valentía y determinación, no sabia como una simple mujer se había defendido de sus sirvientes con tan solo sus manos. Con un gesto de su brazo calmo a la multitud que clamaba por la sangre de la rubia. Sus primeras palabras hacia Mia dejaron en claro el tipo de persona que era en esa época. — Una linda corderita logro escapar del lobo… Pronto estarás con los tuyos… Solo tienes dejarme morderte… —
  5. Todo el bosque se enteró de la llegada del burlón vampiro, las entradas con estilo eran lo suyo, pero en esta ocasión haría una pequeña excepción, sabía que esta era la mejor manera de presentarse para el reencuentro. Si bien el pelinegro tenía que ocultar su identidad en la escuela mágica en esa casona era libre de ser él, poco a poco dejó de verse como un adolescente de dieciséis años, el tiempo pasaba rápido por su cuerpo, creció en estatura, sus facciones envejecieron unos veinticinco años y su característico vello facial salió a relucir, justo antes de ver de nuevo a Mia, el vampiro tenía su apariencia de hace cuatrocientos años. En cuanto la vio su sonrisa se esfumó y sus gritos se apagaron, con una simple mirada sabía lo que estaba pasando, ella era un ser de oscuridad que se había entregado a algo que la retenía en este plano, no sabía que era y no quería saberlo en ese instante pues su amada hermanita se había transformado en algo… Como él. No quería aceptarlo, la furia, tristeza, melancolía, un torbellino de emociones paso por el en ese instante, no sabía que decir en ese momento. Lo supo desde que la elfina le entregó la carta, lo sabía en el fondo pero tenía la esperanza de que no fuera verdad, sabía que ella era igual a él. Con una voz entrecortada por el sentimiento de volverla a ver mezclado con el de la ira trato de responder a las palabras de la que alguna vez fue humana. — Me conoces bien Mia… — Trato de ser más expresivo pero en su voz se notaba lo apagado que lo dejó el enterarse de la situación de Mia. Su mirada baja, los músculos rígidos y sus labios algo fruncidos, no estaba feliz, era obvio, pero trato de disimular pues cuatrocientos años sin verse era demasiado y no quería iniciar algo de lo que se arrepentiría. Una vez el vampiro se encontraba en el pasillo principal le dio la espalda a su hermana para escuchar con impotencia sus palabras llenas de alegría, cada letra era una daga en el corazón de Derek, no sabía cómo manejar algo como eso, pero trato de enfrentarlo. El pelinegro giro para hacer lucir su larga cabellera negra y su capa de general así como su armadura medieval de acero por capas, imitando a las de los antiguos samuráis. — ¿Demonio? Escuche bien Mia… ¿Ahora eres un demonio?… La última vez que nos vimos eras una niña indefensa que vivía en mi castillo de Valaquia… — El tono de furia y sarcasmo salto por un par de segundos de la voz del pelinegro. Nunca había deseado llevar sus gafas más que ahora para ocultar su mirada, estaba furioso, triste o más bien no sabía lo que sentía en ese momento, era como tener una espada clavada en el estómago. Sin embargo, debía controlarse, tenía que hacerlo, así que siguió la conversación, se quedó en silencio por unos segundos en los que hablo la rubia. El beso en su mejilla lo calmó un poco, su furia desapareció por instantes, era como encontrarse en medio de un prado de flores, ella siempre lograba ese efecto en él, respiró lo más profundo que pudo y contestó con una sonrisa burlona en el rostro. — El vino es lo único que tomó a parte de la sangre, así que una botella o dos estaría bien… — Pedía al aire sabiendo que la elfina haría cumplir sus deseos en cuestión de segundos. Al mismo tiempo, Derek admiraba la decoración del lugar y de los cuartos, en especial el del despachó, era lo único que tenía para distraerse y evitar pensar en las terribles palabras que le habían dicho. — No le hice nada a la pobre… Solo digamos que me tomó por sorpresa en medio de una de mis escapadas y reaccione de mala forma y la asusté un poco… — En cuanto terminó el vampiro tomó asiento libremente y cruzó las piernas, ya no aguantaba más esa terrible sensación así que con tristeza sentenció. En ese momento Derek era como un volcán apunto de hacer erupción, ya no podía ocultarlo más, quería una explicación, sus ojos querían romper en llanto, y sus cuerpo estaba a totalmente tenso, su mirada se clavo en los orbes de color verde, antes de hablar relajo los hombros y el rostro, con voz tranquila y serena hablo, como si fuese la calma antes de la tormenta. — Eras más hermosa cuando te conocí. Ni siquiera se me cruzó por la mente que usarías la magia para esto…— Señaló despectivamente todo el cuerpo de la rubia. — Creí que tú no tomarás el mismo camino que yo, hermana… Pensé que estabas muerta… — Una lágrima recorrió el rostro de Derek y se perdió en su barba. En cuanto el vino llegó, tomó la copa y la empino de golpe, justo después de terminarla la arrojó contra la pared, los cristales volaron y se esparcieron por todo el cuarto. La mirada de Derek se había clavado en los ojos de su hermana, esperaba una respuesta, quería saber cómo fue que la mujer que conoció y amó se había convertido en eso, un demonio, una criatura de oscuridad que al igual que el rechazo su humanidad, un acto tan terrible y abominable que no se lo deseaba ni a su peor enemigo y ahora estaba sentado frente a una de las personas que más ha amado transformado en algo como él. — ¡¡CONTESTA!!... ¡¿Qué fue lo que te pasó?!... — La irá que se estaba formando dentro de Derek rebasó sus límites. Al enfrentar a la bruja Derek se levantó de su lugar con brusquedad y azotó las manos en el escritorio del despacho. — ¿Recuerdas cuando estábamos en el castillo?... Regresé a Londres para volver a sentir que tenía una familia… — Lágrima tras lágrima salían de los ojos que intimidaron a ejércitos completos, sin embargo, estos no dejaban de mirar el rostro de la bruja. @Alessia BL Crowley
  6. Era una cálida noche de luna llena, los seres sobre naturales y mágicos estaban sueltos a las afueras de Hogwarts. Derek era uno de ellos, se había escapado del castillo para poder saciar un poco su sed, no fue difícil salir pues la seguridad de la escuela nunca fue envidiable, con unos cuantos pasos fuera de las habitaciones ya había traspasado los cercos de seguridad. Estando afuera se dirigió a las profundidades del Bosque Prohibido en busca del unicornio que vio en su primera clase, lo quería para probar su sangre, había escuchado y leído que era una sangre excepcionalmente rara. — Donde se habrá metido ese lindo unicornio… — Una macabra sonrisa se dibujaba en su rostro. Sus sentidos y todo su ser estaban en alerta, quería esa sangre a como dé lugar y en su mente la cacería ya había iniciado. Con pasos tranquilos se dirigió al ultimo lugar donde lo vio y trato de seguir el rastro, las pisadas en el suelo, las ramas rotas, los indicios eran pocos, pero estaban ahí y los siguió durante un par de horas. Sin éxito y dándole poca importancia al resultado, el pelinegro decide que es hora de volver a Hogwarts. Un escalofrío recorre su espina, su piel se eriza, su vista se vuelve algo borrosa y un temblor afecta sus extremidades, era una sensación abrumadora que no sentía desde hace siglos, miro directo a la luna que brilla con intensidad buscando una razón para que él se sintiera de esa manera. De la nada algo sobresalto sus sentidos ¿Lo habrían descubierto? Recordando su época durante la guerra en Europa reacciono violentamente, dio la media vuelta con rapidez y dando un salto hacia el frente para esquivar un posible ataque y acortar las distancias empuño su varita lista para abatir a quien se atrevió a interrumpir su caza, su mano izquierda tomo el cuello del elfo domestico que había aparecido detrás de él. — ¡¿Quién eres?! ¡¿Qué haces aquí?! ¡Contesta!... — Amenazaba al mismo tiempo que tenía aprisionado el cuello contra el suelo y tenía la punta de la varita en la frente de la criatura. — Soy Clariss… la… la elfa de... de Mia Black Le… Les… — Pronunciaba con voz cortada aquella criatura al mismo tiempo que entregaba el pergamino. — ¿Mia Black Lestrange?... — Completó con una cara algo extrañada. Soltando a la elfa y enfundando la varita el pelinegro lee el recado, Derek sonríe de nueva cuenta, una espesa neblina aparece en el lugar donde se encontraban, la tranquilidad de la noche es rota por una risa, la risa del vampiro se deja escuchar por todos lados, lobos y demás criaturas lo acompañan en su dicha con rugidos y aullidos, pues los hermanos se reunirán de nueva cuenta después de seis largos siglos. Al terminar no puede evitar pasar su lengua por los labios y soltar un pequeño jadeo animal. — Vamos Clariss que la noche aun es joven y mi hermana espera mi regreso… — Extendió la mano mirando a la elfa con su característica sonrisa lobuna. En cuanto esté la tomo la magia actúa y los aparece en el frente de una mansión rodeada de bosque de álamos, las rejas negras ya la fachada de ladrillos quedaban muy bien con el ambiente. La mansión tenía un estilo único y hermoso, era claro que aquella bruja vivía ahí, dejando atrás a la sumisa criatura el vampiro de ojos rojos se dirige a la puerta, y haciendo gala de sus finos modales atraviesa la puerta de la casona azotándola para dejar en claro que ya había llegado. Ya no era necesario ocultar su identidad así que en medio del escándalo que hacia su persona y sus poderes vampíricos de la transformación gritaba el nombre de su querida hermana de oscuridad. — ¡Miaaaaa! ¡Sal de tu escondite!... ¡Vlad Tepes te ha visitado!... ¡Aparécete querida! No muerdo…— @
  7. Hola! Soy to de nuevo. Ya se que me acaban de aprobar mi ficha pero me gustaría que añadieran los siguientes datos a mi ficha si no es mucha molestia Familia 1: Black Lestrange Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda N° 78175 Familia Black Lestrange Muchisimas gracias de antemano por la ayuda y por aprobare la ficha que tengan lindo día. .
  8. Buenos días, tardes, noches Familia Black Lestrange, les dejo aquí la solicitud para ser parte de la familia mas reconocida de mortífagos que hay, lamento no tener la ficha aun aprobado pero ya esta en tramite para que la aprueben a igual que la bóveda de Gringotts, pero les hago un resumen rapidito de la historia de mi personaje. Es un vampiro que vivió en el siglo XV y aterrorizo a toda Europa del este, lo derrotaron los humanos mas especificamente Abraham Van Helsing y fue usado como un arma para la eliminación de seres no muertos por años bajo la organización Hellsing, después ataco Varsovia en la segunda guerra mundial y finalmente después de el regreso de los alemanes y defender Londres del ataque de Milenium decidió explorar el mundo por su cuenta y termino aquí en Hogwarts Nombre del personaje: Derek Jackman Link a la ficha de personaje: - (Aun en tramite qwq) Link a la boveda de Gringotts: - (Aun en tramite) Elfos registrados: - Posible padre/madre: Nadie Nombre real: -- Fecha de cumpleaños: 24/12 ????. ????? ???????
  9. 1.- Link al tópico de su ficha de personaje: Derek Jackman 2.- Link de las bóvedas de negocios que posea el usuario: -- 3.- Link del tópico de registro de sus familias: Familia N° 1: Black Lestrange Familia N° 2: -- 4.- Link a las bóvedas de sus familias: Bóveda Familia N° 1: Bóveda N° 78175 Familia Black Lestrange Bóveda Familia N° 2: -- Información del Banco Mágico de Gringotts Sólo Miembros del Equipo pueden editar.- Saldo en Bóveda previo a la Migración 2021: 10600 G
  10. Buenas ya envié de nueva cuenta la ficha de mi personaje para aprobación, espero que esta vez cumpla con los requisitos Sin mas que decir, gracias y lindo día, tarde, noche...
  11. Datos Personales: Nombre del Personaje: Derek Jakcman Sexo: Masculino Edad: Tengo la apariencia de un hombre de cuarenta y cinco años, sin embargo, nací en el noviembre de 1431, a la actualidad tengo 589 años Estado Civil: Soltero Nacionalidad: Actualmente tengo Residencia en Landres, pero mi tierra natal es El Antiguo Principado de Valaquia, actualmente el sur de Rumania Familia(s): * Familia 1 : Black Lestrange * Familia 2 Padre(s) Sanguíneo: Padre: Vlad II Dracul (**) Madre: Cneajna de Moldavia (**) Padre(s) Adoptivos: - - Trabajo: - Poderes Mágicos: Puntos de poder en objetos y pociones: 20 Hechizos adicionales: - Puntos de poder en criaturas: - Criaturas controlables en asaltos y duelos: - Habilidades Mágicas: * Habilidad 1 * Habilidad 2 * Habilidad 3 Conocimientos Especiales: * Conocimiento 1 * Conocimiento 2 * Conocimiento 3 Medallas: T.I.M.O. (Tìtulo Indispensable de Magia Ordinaria) 2000 puntos. Total de Puntos: 2.000 Perfil del Personaje: Raza: Vampiro. Aspecto Físico: Tengo el aspecto de un hombre de treinta y cinco años, tengo una estatura de un metro con noventa y cinco, mi complexión es delgada, pero con masa muscular suficiente, mi rostro tiene facciones algo finas, pero son las clásicas de un perfil europeo. Mi pelo es de color negro intenso, es bastante largo incluso llega a cubrir parte de mi rostro si no tengo puesto mi sombrero, en mi pasado como humano mis ojos eran originalmente azules, pero se volvieron rojos cunado acepte la oscuridad en mi corazón transformándome en el monstruo de hoy. Dependiendo de la situación en la que me encuentre me muestro con bello facial o sin él, pero normalmente siempre tengo limpio el rostro. Me agrada vestirme con un estilo victoriano, una camisa de botones blanca, un chaleco de seda negra, botas de montar y una bellísima corbata de moño de seda roja, todo cubierto por una gabardina roja. Mi sombrero es un fedora rojo con una visera amplia además me gusta ocultar la mirada con un par de gafas de sol de marco circular delgado de cristales naranjas. Sin embargo, también llego a usar otras vestimentas. Cualidades Psicológicas: Se puede decir que desde que poseo la vida eterna me he vuelto muy denigrante con los demás, me burlo cada que puedo con una sonrisa ladina y perversa, a veces hiero a las personas con mi sarcasmo y solo gozo al verlos desplomarse. Me gusta jugar con las personas y mentiría si dijera que no disfruto de ver las caras de horror de mis víctimas cunado se dan cuenta que la ventaja que tenían solo era una cruel trampa, darles una falsa sensación de victoria para después abrumándolos completamente y robarles toda esperanza; se puede decir que me gusta jugar con la comida pues para mí la gran mayoría de mis enemigos no son más que unos viles insectos. Sin embargo, es solo un reflejo de mi tristeza, arrepentimiento y celos de los únicos seres que llego a respetar, los humanos comunes y corrientes pues ellos están bendecidos con el don de la muerte, mientras que yo soy incapaz de morir, condenado a vagar por siempre huyendo de la muerte visualizando mi miedo y mis decisiones que me llevaron a convertirme en un terrible monstruo. Historia: Nací en noviembre de 1431 en Valaquia como Vlad III Draculea, hijo de Vlad II Dracul. Más tarde llegue a ser conocido como Vlad Tepes (Vlad, el Empalador), y como Kazikli Bey (el Príncipe Empalador) por los turcos. Mi infancia fue traumática puesto que mi país pasaba por problemas bélicos con el imperio Otomano, yo fui capturado por el enemigo cuando solo tenía doce años, fue ahí cuando un gobernante de alto rango abuso de mí de varias maneras, en cuanto fui liberado jure vengarme de la manera más cruel y sanguinaria posible. Durante mi adultez reiné de forma intermitente como el príncipe de Valaquia así que puse en marcha una guerra total contra los turcos, que devastó a ambos lados. Con el tiempo mis tropas fueron derrotadas, mi pueblo fue asesinado muchos de ellos con mis propias manos, y mi tierra natal fue incendiada. Por mis crímenes iba a ser ejecutado en 1476, a la edad de 45 años, pero antes de ser decapitado bebí de la sangre del campo de batalla lo que me convirtió en un verdadero vampiro, acepte así los poderes de las tinieblas. Cuatro siglos después de acabar con la vida de los turcos y extender la oscuridad por toda la Europa del este en 1893, Abraham Van Helsing, Holmwood Arthur, Quincey Morris y Jack Seward fueron capaces de acorralarme, matar a todos mis siervos y darme “muerte” apuñalando mi corazón, sin embargo, no me destruyeron y me perdonaron convirtiéndome así en un siervo de Abraham y sus descendientes, al servicio de cada generación sucesiva de la organización Hellsing Estuve activo en esa organización bajo las órdenes de Abraham por años, mi trabajo más recordado fue durante la Segunda Guerra Mundial, en 1944. Me enviaron a Varsovia, Polonia, para detener el programa alemán de producción de vampiros y así dar fin a la guerra que devasto Europa. Sin embargo, mis métodos despiadados fueron considerados como excesivamente peligrosos por lo que, en 1969, fui encarcelado en un calabozo en la mansión Hellsing, solo para despertar y resucitar en 1989 por la sangre de mi antigua ama Integra. Actuando como un agente pacificador y silenciador de amenazas sobrenaturales, me encontré con la mujer policía Seras Victoria, la cual desafortunada o afortunadamente quedo bajo el fuego de mi pistola; para evitar que ella muriera la convertí en vampiro y en mi discípula, llegamos a compartir batallas en las que el enemigo sentía la victoria. Después de derrotar a las fuerzas remanentes de los nazis conocidos como MILENIUM mi ama me dejo en libertad, pues decía que una fuerza de la naturaleza no se puede contener o evitar, así que vagando por el mundo me encontré con esta peculiar academia y mundo mágico, estoy dispuesto a aprender lo mas que pueda para incrementar mi propio poder y ahuyentar a mis demonios. Pertenencias: Objeto Mágico Legendario: - Objetos Mágicos: Clasificación A: Clasificación AA: Varita mágica. Clasificación AAA: Clasificación AAAA: Clasificación AAAAA: Pociones Mágicas: Clasificación A: Clasificación AA: Clasificación AAA: Clasificación AAAA: Clasificación AAAAA: Criaturas Mágicas: Clasificación X: Clasificación XX: Clasificación XXX: Clasificación XXXX: Clasificación XXXXX: Criaturas en la Reserva: Libros de Hechizos: Libro: Poderes de Criaturas: Tipo de Poder: Consumibles en Batallas: Nombre: Elfos: - - Licencias, Tasas y Registros: Licencia de Aparición: - Licencia de Vuelo de Escoba: - Personajes Secundarios: * Personaje 1 * Personaje 2 * Personaje 3 * Personaje 4 * Personaje 5 Otros Datos: Otros datos: -Botellas de sangre de virgen 20 -Objetos de plata sagrada macedónica Crucifijo Rosario Estaca Cruz de collar -Mi varita, de caoba y núcleo de Pelo de cola de unicornio Cronología de cargos: - Premios y reconocimientos: - Links de Interés Referentes al Personaje: Link al Perfil de Comprador MM: -- Link a Bóveda Personal: Bóveda nº 114507 Link a Bóveda Trastero: Bóveda nº XXXXX Link a Bóveda de Negocio: Bóveda nº XXXXX Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda N° 78175 Familia Black Lestrange Link a Bóveda Familiar 2: Bóveda Familia XXXXXXXX.
  12. Buenos días, tardes, noches. Soy muy nuevo en el foro pero he explorado el foro y ya estoy mas relacionado con el, bueno aviso que e posteado mi ficha de personaje y quiero avisarles a los encargados para que esta sea revisada y me avisen si necesito cambiar algo. Por ahora es todo gracias UwU
  13. Hola soy nuevo, quisiera aplicar al pack de bienvenida Nick: Derek Jackman Id:121780 Criatura que deseas: Baby Hipogrifo 2 Conocimientos que deseas: Artes Oscuras y Encantamientos Gracias de antemano por su atención
  14. Quisiera inscribirme en el curso. Voy iniciado en el foro y creo que este sera mi primer paso en el lugar. Cita
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