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Mica Gryffindor

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Mica Gryffindor ganó por última vez el día 17 Noviembre 2023

¡Mica Gryffindor tenía el contenido más querido!

Acerca de Mica Gryffindor

  • Cumpleaños 05/10/1989

Ficha de Personaje

  • Nivel Mágico
    60
  • Rango Social
    Supremo Consejo de Circe
  • Rango en el Bando
    Ángel Caído
  • Galeones
    1014469
  • Ficha de Personaje
  • Bóveda
  • Bóveda Trastero
  • Bando
    Marca Tenebrosa
  • Libros de Hechizos
    Libro de Merlín (N.40)
  • Familia
    Gryffindor
  • Trabajo
    Secretaria del Ministro de Magia Ingles
  • Escalafón laboral
    T1
  • Raza
    Humana
  • Graduación
    Graduado
  • Puntos de Poder en Objetos
    4550
  • Puntos de Poder en Criaturas
    3640
  • Puntos en Mazmorras
    47
  • Rango de Objetos
    Más de 3000
  • Rango de Criaturas
    Más de 3000
  • Conocimientos
    Conocimiento de Maldiciones
    Historia de la Magia
    Maestría en Escobas
    Estudios Muggles
    Herbología
    Runas Antiguas
    Pociones
    Adivinación
    Cuidado de Criaturas Mágicas
    Astronomía
    Primeros Auxilios
    Cambiaformas
    Artes Oscuras
    Idiomas
    Armadura Animal
    Leyes Mágicas
    Voz del Amo
  • Habilidades Mágicas
    Metamorfomagia
    Animagia (Colibrí)
    Oclumancia
    Videncia
  • Medallas
    138000
  • Tickets
    0

Profile Information

  • Equipo de        Montrose Magpies
    Quidditch
  • Casa de Hogwarts
    Gryffindor
  • Género
    Femenino
  • Location
    Mar del Plata, Argentina

Campos para Gringotts

  • Escalafón último mes cerrado
    T3
  • Posteos acumulados último mes cerrado CMI
    313
  • Posteos último mes cerrado CMI
    0

Contact Methods

  • MSN
    mica_ag@hotmail.com.ar
  • Website URL
    http://

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Logros de Mica Gryffindor

Leyend

Leyend (16/17)

  • Well Followed
  • Amante de San Valentín Raro
  • Máster de Halloween Raro
  • Reacting Well
  • Dedicated

Insignias recientes

3,6k

Reputación

  1. Tina Williams Se había reusado a asistir a las celebraciones, excusándose en un malestar estomacal realmente inexistente. Sabía que muchos de sus amigos allí estarían, a ella no le interesaba. Sabía que todo estaría cargado de discursos políticos que poco le interesaban y un festejo de algo que, realmente, le era totalmente ajeno. Así que se quedó en casa, terminando algunos de sus deberes escolares, disfrutando la tranquilidad y la vista que tenía desde su ventana en el segundo piso de la casa familiar. Desde allí, podría ver los fuegos artificiales, si es que este año había. Una vez finalizadas las tareas, no tenía demasiado, a decir verdad, apagó las luces y se recostó en la cama, con la almohada puesta a los pies, para una mejor vista de lo que sucedía en el exterior. Estaba adormeciéndose, cuando pudo escuchar los primeros ¿gritos? Sí había gritos. ¿Qué pasaba fuera? Corrió a la ventana, asomándose para ver los extraños movimientos en la calle. Se sobresaltó al ver algo que pasaba de techo en techo, parecía venir desde casas vecinas ¿Era un muchacho? -¡Oye tú! ¿Qué demonios haces? -gritó al sujeto, sin pensar, por un momento, en el caos que estaba desatándose más abajo. No se atrevió a hacer mucho más, puesto que no sabía si el griterío tenía que ver con ese sujeto que corría por los tejados o si él realmente estaba intentando captar lo que sucedía desde una mejor perspectiva. ¿Acaso lograría una respuesta desde allí?
  2. FICHA DE PERSONAJE NOMBRE: Tina Williams EDAD: 16 años OCUPACIÓN: Estudiante HISTORIA BREVE: Es una estudiante un tanto revoltosa pero no de aquellas que se meten en grandes problemas. No está entre los populares de la escuela, solo se mete en sus asuntos y no busca enfrentarse a nadie, solo sobrevivir, como toda adolescente. En ratos libres practica Taekwondo, disciplina en que destaca desde pequeña, teniendo ya cinturón negro. No es algo que cuente a sus amistades. MENTALIDAD: Valiente
  3. Te quiero, Mica ♥ lastima que no se haya podido terminar todo lo que queríamos hacer

    1. Mica Gryffindor

      Mica Gryffindor

      Podríamos, para darle un final a nuestros personajes.

  4. La falta de certeza respecto a la seguridad del sitio le resultó frustrante, sin embargo ¿qué más podía hacer? Confiaba en la magia impuesta por su bando, confiaba en los muchos líderes que habían puesto sus mejores protecciones en el lugar, en los mejores magos de todas las familias mágicas… confianza… confianza que se transformó en comodidad al caer en brazos de aquel hombre que deseaba cumplir en ella sus deseos más mundanos. La Gryffindor, simplemente, se entregó a esas manos que la tomaban por la cintura y al eterno beso que se apoderó de sus labios. Pronto, la ropa estuvo de más, y ambos amantes supieron hallar el ritmo para deshacerse prenda por prenda, perdidos por la ansiedad que entorpecía sus manos por momentos. Los besos y caricias fueron, entonces, el único abrigo, en un ida y vuelta del que ambos se hicieron protagonistas. Sus cuerpos se fusionaron en el placer más intenso, vulnerables a cada mínimo movimiento que el otro intentaba. Finalmente, se acurrucó en sus brazos, aún temblando por los vestigios de infinito placer que la invadía. El fuego ardía en la chimenea, así como ellos habían ardido en cada recoveco de la recámara. -Te haría mío sin descanso… - susurró acercando sus labios al oído del caballero, mordiendo con suavidad el lóbulo de su oreja, al tiempo que sus manos se aventuraban en nuevas caricias -¿Puedo secuestrarte en este cuarto? ¿Puedo ser yo quien te esclavice? -sus traviesas manos no podían detenerse, al tiempo que buscaba la mirada de su rehén, antes de capturar sus labios en un pasional beso. Sin esperar respuesta, volvió a montarse sobre él, dispuesta a juguetear un poco con el roce de sus cuerpos, provocarlo... @ Lord Pilu Black
  5. La belleza de aquella fémina era ciertamente hipnótica, tan poco habitual y deslumbrante que la Gryffindor perdía la concentración. Solo la ira que le despertaba en simultáneo la hacía recuperar la cordura, la mantenía en su postura y la obligaba a repudiarla. El tono de la reina vampírica era de una superioridad que le resultaba hasta obscena, le generaba ganas de golpearla, dañarla… pero bien sabía que sería tan solo un movimiento inútil que podría perjudicar al hombre que se mantenía en el suelo. Decidió no responder a sus provocaciones. Era evidente que los celos estaban conduciendo a la poderosa dama por caminos poco certeros. ¿Por qué pretendería ser elegida antes que ella? ¿Por qué indagaba como si se tratase de una competencia entre ambas? Claro que no pretendía nada de eso, ni ser mirada del mismo modo ni ser elegida por encima de ella. “Al menos a mí vino por su propia voluntad” pensó, pero escogió no ponerlo en palabras. Su atención fue, entonces, hacia el aleteo de los murciélagos que empezaron a revolotear descontrolados, como si la voz de la mujer los alentara a hacerlo. Fue entonces cuando Kaiser habló, por primera vez tras la agresión recibida. La dama pareció enfurecerse, acercándose a ambos más aún. Pudo percibir el rojo en sus ojos, aquello solo indicaba peligro, era una señal de alerta. La voz se volvía amenazante, tras la forma maníaca de intentar recordarle a él que le pertenecía. Como sea, tenía que sacarlo de allí en ese momento. Solo se le ocurrió un sitio ¿funcionaría? Tal vez no, pero debían ganar tiempo hasta saber cómo vencerla. Se arrojó sobre Kaiser, concentrada en desaparecer, con rumbo a la mansión Riddle. Confiaba que, al estar protegida mediante Fidelius, le sería invisible si nadie le revelaba la ubicación. Siendo Lugarteniente, la Gryffindor podía aparecer directamente dentro de la mansión, escogiendo la habitación en que a veces se resguardaba ella misma, para evitar dar mayores explicaciones. Creyó que podía funcionar, al verse tan solo los dos dentro del recinto. Tendió su mano a Kaiser, invitándolo a ponerse en pie. -¿Ella no cuenta con esta ubicación, verdad?- quiso saber, temiendo la respuesta. Su corazón latía con tanta prisa que temía que se escapara de su pecho. La mezcla de sensaciones era realmente indescriptible ¿miedo? ¿ansiedad? ¿excitación? ¿ira? Una mezcla de todo eso y más recorría cada célula de su cuerpo, se apoderaba de sus pensamientos. -¡Tanto embrollo por intentar acostarme con un desconocido! -se quejó, frustrada. Se había metido en todo aquel lío solo por ello, por intentar estar con ese sujeto que la intrigaba y atraía ¿valía la pena? ¿valdría la pena? En fin, quería ayudarlo, quería librarlo de esa mujer... ya le daba igual si cumplía su objetivo inicial o no ¿verdad? @ Kaiser Lord Pilu
  6. Sintió lentamente el agarre en su rostro soltarse hasta liberar sus labios, mas prefirió continuar en silencio, escuchando el parloteo de aquel ser despreciable que no dejaba de hablar con desprecio de su comunidad y de los muggles. ¿Acaso servía de algo ponerse en plan desafiante y llevarle la contraria con sus dichos? Claro que no y, a fin de cuentas, eran meras palabras que poca importancia tenían si no llegaban a la acción. Su preocupación en ese momento estaba en otra parte. Se dejó dirigir hacia la entrada del desconocido callejón, un poco preocupada pues no sabía si allí habría más seres como el que la sujetaba, o si simplemente se trataba de un escondite momentáneo. De los verdes ojos de la castaña escapó la secuencia siguiente. Pudo apenas percibir que su captor la soltaba de repente y algo caía en el suelo a su lado. Se alejó unos pasos antes de atreverse a voltear, justo al instante que aquel miembro cercenado se convertía en simples cenizas que se esparcían por la oscura noche. La mirada de la Gryffindor no buscó entonces a su secuestrador, sino al caballero que estaba hablando en ese momento. Una muy leve sonrisa se dibujó en sus labios al hallar allí a Kaiser, sus palabras le transmitían seguridad pese a la situación, apagando los alaridos del otro individuo, volviendo nulo su significado para la muchacha que solo veía al caballero acercarse con una paz poco creíble en ese momento. La calidez de aquella capa que la cubrió entonces la hizo volver un poco a la realidad. -Soy experta en adaptarme… -susurró con calma, dejándose guiar por las manos del Black y correspondiendo al suave beso. -Lamento mi atuendo, acudí con prisa y suponiendo que no tendríamos visitas…- agregó en tono coqueto. Estuvo unos segundos perdida en aquellos ojos que le daban la bienvenida, los suficientes como para no captar la neblina que se apoderaba del lugar, para no darse cuenta de ningún cambio hasta que el hedor llegó a sus fosas nasales, obligándola a apartarse y cubrirse el rostro. Entonces llegó aquella voz que brotaba de todas partes y a la vez de ningún sitio, o eso pareció a la muchacha que no encontró su origen de inmediato. La aparición de la extraña fémina puso claridad tan solo en quién era artífice de todo aquello, sin embargo, no pudo suponer de qué se trataba, no al menos hasta ver a su compañero retorcerse de dolor frente a ella ante aquella simple y mal intencionada palabra. No pudo evitar caer de rodillas a si lado, tomando sus brazos como intentando encontrar alguna solución a lo que pasaba. -¡Basta! ¡Déjalo! -exclamó con desesperación hacia aquella impiadosa aparición. -¿Qué quieres? @ Kaiser Lord Pilu
  7. Esperando respuesta, abrazó su propio cuerpo, el frío nocturno empezaba a apoderarse de su cuerpo. Había sido una mala idea ser tan impulsiva como para salir de su hogar sin tomarse el tiempo de cambiar su atuendo. Los segundos parecieron prolongarse, la quietud a su alrededor daba la impresión de un tiempo totalmente detenido, o al menos así parecía al estar su atención por completa puesta en aquella pueta que no se abría. Fue así que aquellos brazos que la rodearon repentinamente, tomándola totalmente por sorpresa, imposibilitando cualquier reacción posible. La frialdad de aquellos dedos cubriendo su boca y su cuello la alertaron respecto al desconocido origen del ser que la sujetaba. Las palabras que resonaron cerca de su oído fueron frías y poco empáticas, como si se tratase de alguien con todo resuelto en su haber. Por la cabeza de la Gryffindor pasaron varias alternativas, incluso sabía que tenía el poder de escapar rápidamente de aquel inapropiado agarre, pero sabía que huyendo sin más poco podría ayudar al joven que realmente buscaba molestar aquel individuo. Sin poner resistencia alguna, como abandonándose al accionar del desconocido, decidió darse chance de jugar a ser una presa fácil, negando tranquilamente con la cabeza ante su última amenaza. Tal vez así tendría chance de saber más sobre lo que amenazaba a Kaiser, tal vez así encontraría una manera de ayudarlo… mientras tanto, solo llevó sus manos con suavidad a las de su captor, recorriendo con suavidad los fríos dedos, invitándolo a soltarla, intentando mostrarse en paz. Dudaba que funcionara, pero sabía que nada perdía con intentarlo. @ Kaiser Lord Pilu
  8. Aquellas palabras habían tenido en el Malfoy el efecto deseado. Mica sintió cómo en un arrebato la cargaba entre besos, trasladándose hacia un ala deshabitada del lugar. Los besos no dejaron de estar presentes, sus labios parecían ser atraídos por un potente imán una y otra vez. Pero no eran solo sus bocas las que se atraían entre sí. Ella sentía como todo su cuerpo reclamaba al de su amante, el deseo se volvía casi insoportable, toda su piel disfrutaba hasta del más mínimo roce que él pudiese regalarle. Lo observó mientras desabrochaba torpemente su camisa, antes de bajar su vestido para dejarla por completo expuesta a sus hermosos ojos, pero éstos no la miraban, pues él ya se estaba entreteniendo con la piel de su cuello. La Gryffindor simplemente cerró los ojos, permitiéndose aquellos instantes el disfrutar las caricias que se abrían paso por su piel con dulzura pero, al mismo tiempo, ansiedad y deseo. Las últimas prendas que los separaban fueron removidas del hermoso cuerpo del Ministro, dejando al descubierto el deseo y la necesidad que él tenía en ese instante. -Un momento- Mirándolo a los ojos con profundidad, ella decidió tomar las riendas, en vistas de lo que estaba por suceder. Quiso darle más, dejándose caer suavemente de rodillas y besando lo que él tenía para ofrecerle, jugando y estimulándolo para generarle un goce cada vez más intenso. El hechizo que los hermanaba estaba volviéndola loca, dándole por momentos oleadas de las sensaciones que él experimentaba, mezclándolas con las propias y volviendo el encuentro aún más apasionado. No supo cuánto tiempo estuvo en aquella labor, esperaba que el suficiente para que el muchacho nunca la olvidase. Lentamente, volvió a incorporarse, agitada y con mucho más por reclamar de él. @ Ludwig Malfoy
  9. Muy muy muy feliz cumpleaños querida Noe. Espero que tengas un excelente día, lleno de sorpresas y momentos bonitos. Que sea un año memorable. Un abrazo enorme!!! Creo que Ada nos deformó la página con tamaño cartel y los renglones se volvieron eternos xDD
  10. Nick: Mica Gryffindor Alias de Guerrero: Némesis Conocimiento Preferido: Cuidado de Criaturas Mágicas PUNTOS DEL USUARIO: Iniciales: 25 ptos.
  11. Al otro lado de la puerta, Noeline dio el visto bueno a su entrada, asegurando que no estaba interrumpiendo. La muchacha hizo sitio en el sofá, gesto que no dejaría pasar. Se acercó primero a Ludwig, quien parecía estar dormitando, para darle un cálido beso en la frente antes de susurrarle un "te amo" apenas perceptible. Se dirigió entonces al sofá y se dejó caer en él, la noticia de que su amigo estaba mejor le hizo bajar la guardia. No pudo evitar esconder el rostro entre las manos, ya no conteniendo el llanto que llevaba más tiempo del que podía contabilizar, aguantando. -Lo siento, lo siento... es que temí tanto perderlo... -intentó excusarse. -El dolor, fue tan intenso... tan real -supuso que estaría confundiendo a la muchacha con tal comentario, pero ella misma estaba algo confundida con todo. Ella no había hablado a nadie respecto al vínculo realizado con su amante y dudaba que él lo hubiese revelado a alguien. El cansancio empezó a pasar factura, pero no estaba dispuesta a marcharse. Secó como pudo sus lágrimas y se obligó a recuperar la entereza. -He enviado lechuzas al Ministerio, para asegurarme de que nadie moleste... @ Noeline Malfoy McFarlan @ Ludwig Malfoy
  12. Sintió el cambio en sus propios latidos cuando lo vio sonreír. Llevaba tiempo sin sentirse de ese modo, con mariposas en el estómago y el leve nerviosismo típicos. Un nuevo beso pareció querer confirmar sus palabras, dándole una tranquilidad hermosa y obligándola a sonreír en sus labios. -También yo estoy muy feliz, más que en mucho tiempo -susurró acariciándole la mejilla con delicadeza. Sin decir nada, sintió la mano del Malfoy tomando la suya y se dejó guiar por aquel recinto tan majestuoso. Avanzaron lentamente, como buscando escapar del gentío. La música se oía más tenue conforme se alejaban de la pista. No necesitó preguntar, confiaba en el hombre que la guiaba y no necesitaba explicaciones. Alcanzaron un pasillo desierto de espectadores, solo entonces el Ministro retiró su antifaz y la Gryffindor lo imitó justo a tiempo para recibir un nuevo beso de su amante, esta vez uno mucho más apasionado. Ella no dudó en corresponderle, pegándose a ese cuerpo que parecía atraerla como imán todo el tiempo. Dio vía libre a su lengua para empezar el jugueteo con la de él, mientras sus manos le recorrían la espalda por encima de las prendas que parecían sobrar en aquel momento. -Me vuelves loca -susurró riendo, dando pequeños pasos hacia atrás hasta que su espalda chocó con una de aquellas grandes columnas -olvida la gente, imagina que solo existimos nosotros, quiero cumplir todos tus deseos... @ Ludwig Malfoy
  13. Asintió ante las palabras del Malfoy, aunque no pudo quitarse de la mente la intensa preocupación que la embargaba. La verborragia de Luna llenó el silencio que se hubiese impuesto en la escena de no estar ella allí. Por una vez, la voz de la muchacha se volvió un sonido grato, bueno como lo supo ser tiempo atrás, cuando aún eran familia. Noeline regresó, advirtiendo que ya había dado aviso a San Mungo y, como la muchacha indicó, pronto los sanadores estuvieron allí, listos para el traslado. No estaba dispuesta a irse hasta ver a su amigo de pie, saliendo de allí con rumbo a su hogar. Así que se instaló en los pasillos, esperando el momento adecuado para ingresar a visitarlo. Comprendía que el sitio a su lado le correspondía a su hija en primera instancia, sabía que ella lo cuidaría más que bien, pero aún así no podía alejarse. Se dedicó a preparar varias notas en que avisaba a diferentes funcionarios que tenían reuniones pautadas aquella semana que el Ministro las reprogramaría, disculpándose por la abrupta decisión. No lograba mencionar el estado de salud del joven como motivo, no le parecía pertinente. -¿Con permiso? -murmuró ingresando a la habitación del Malfoy una vez los sanadores permitieron su ingreso. Noeline se veía exhausta, pero era evidente que el rubio estaba mucho mejor de salud. -¿Molesto? @ Ludwig Malfoy @ Noeline Malfoy McFarlan @ Luna Gryffindor Delacour
  14. La mansión estaba más silenciosa que lo que recordaba. El frío reinaba, pese a que la temperatura externa indicaba algo muy diferente. ¿Dónde estaría Mael? Nada sabía de él desde hacía algún tiempo. ¿Estaba preocupada? Claro que lo estaba, pero confiaba en que el muchacho sabía defenderse bien. No la necesitaba, ella lo necesitaba a él. Así era como funcionaba su vida, en general. No sería el primero ni el último en dejarla atrás sin recaudo ¿qué esperaba? ¿Cómo evitar sentirse tonta si volvía a caer en la misma trampa? Cambiaba el artífice, no el artificio. ¿Nunca se cansaría de confiar? Se dedicó a cerrar una a una las ventanas, las puertas. No quería que nadie la viese llorar, pues estaba llorando. Esperaba que nadie la visitara un día como aquel, quería estar simplemente sola. Una vez todo estuvo cerrado, dio ordenes expresas a los elfos de que no abriesen a nadie y que no la molestaran. Tomó una botella de tequila y se dirigió a su habitación. Llenó la bañera y se dispuso a relajarse en ella, dejando a mano aquel traslúcido líquido, por si necesitaba ayuda para vaciar un poco la mente. No supo cuánto estuvo allí, pero el agua empezaba a enfriarse cuando decidió ponerse de pie nuevamente, un tanto mareada tras al menos media botella consumida. Unos golpecitos en su puerta la alertaban de que algo sucedía. -Ya dije que no me molesten -inquirió, tras tomar la bata y ceñirla a su cuerpo, tambaleándose un poco en su andar. -Ama, creo que de esto sí querrá saber…- la voz de su elfo, al otro lado, sonaba muy preocupada. El pequeño sirviente no aguardó mucho más, entró a la habitación murmurando respecto a un mal que recorría Hogsmeade y de que Hogwarts también, que cómo podía ser posible… Tras varios intentos, preguntas y repreguntas, logró leer entre líneas que una inclemencia climática parecía estar afectando a los magos, brujas y criaturas. No necesitó saber más, corrió a la lechucería y garabateó una nota para el Ministro. “¿Qué sucede? ¿Cómo puedo ayudar?” Pero aquello le sonó tonto, así que regresó a su recámara, decidida a vestirse cuanto antes y ponerse en marcha. Una túnica verde oscuro y sandalias al tono fueron su atuendo elegido. Con el cabello aún empapado y sin mucho más cuidado, corrió rumbo a la chimenea, trasladándose por red flu hasta el Ministerio. Pronto, recorría los pasillos que la separaban de su lugar de trabajo, sin golpear la puerta antes de irrumpir en la oficina de su amigo. -Lo siento yo… simplemente no estaba en condiciones de venir antes… -de pronto no supo cómo había logrado tal lucidez, apenas percibía los restos de alcohol en su sistema.
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