- ¡Ignea! - Mencionó Undefined después de que el guerrero terminará sus instrucciones. Una lluvia de polen de lirios de fuego rociándolo y entregándole inmunidad ante cualquier tipo de fuego, no sintió ninguna sensación extra después de realizado el encantamiento, pero confiaba en que fue bien realizado. No tenía mucho tiempo, debía concentrarse en abrir un portal donde nunca antes estuvo, una volcán con lirios de fuego y buscar el más grande entre ellos. Era peligroso, los volcanes eran egoísta respecto aquellas flores y no dejaban a nadie escapar de su interior. Se concentró en realizar el portal tratando de pensar mucho en un volcán con lirios de fuego en su interior para o estaría perdido, después de unos segundos, con una floritura de su varita el portal apareció frente a él aguardando a ser cruzado. La inmunidad al fuego era todo lo que necesitaba y ya tenía, pero el miedo infundado por sus voces era lo único que lo hacía dudar, la muerte podía alcanzarlo en el volcán. Tomó seis segundos para pensar, para llenarse de valor y para darse cuenta de que en realidad no tenía nada que perder. Dando varios pasos llegó. Caía a enorme velocidad en picado hacía el interior del volcán. Había creado el portal de forma paralela a la zona de erupción o punta del mismo, el hechizo anterior podía darle inmunidad sobre el fuego, pero no habría manera de que lo salvara de una caída. Con el grito de sus voces escandalizadas por lo que estaba pasando, invocó con un movimiento de su arma mágica el amuleto volador apareciendo en su siniestra, invocándolo casi al instante para planear el viento provocado por la caída, ahora tenía más control sobre como estaba cayendo, ralentizándose y tratando de buscar un lugar seguro para aterrizar. Lo hizo en una roca creada por la misma naturaleza cerca de la pared, pudo respirar y observar donde se encontraban la flor que estaba buscando, estaban cerca de la lava, alimentándose del calor intenso que le hacía a Undefined desprender una gota de sudor por el borde de su mejilla hasta caer al suelo. El tiempo para el ignea y el sol se ocultara se estaba acabando, era un juego contrarreloj, el calor empezaba a desesperarlo más que sus voces internas que trataban convencerlo para arrojarse al fondo del volcán y dejarse consumir. Saltó, con el amuleto volador activado, haciendo lenta su caída. No para dejarse consumir por el fuego, si no para recoger la planta más grande que había visualizado desde su posición anterior, planeando ligeramente pudo sostenerse en una pequeña piedra cerca de la pared. El volcán estaba empezando a molestarse y agitar sus aguas haciendo que una gota de lava cayese en su brazo izquierdo. Sin embargo, gracias al ignea no le causó ningún tipo de daño salvo asustarlo, estiro sus brazos mientras se agachaba e inclinaba hacía su izquierda esforzándose lo más que pudo para arrancar el lirio de fuego de su raíz. Cuatro paredes mágicas transparentes aparecieron a su alrededor, aprisionándolo, capturándolo, llevándolo al centro del volcán donde la caída lo llevaría al mar de lava a varios metros debajo de él. El volcán o una magia protectora lo estaba castigando por arrancar sus preciosas flores. Seguía teniendo su varita mágica y sentía todavía la magia fluyendo por su cuerpo, por lo que tuvo la oportunidad invocar un portal justo debajo de él, tenía la confianza de invocarlo ahora sin mucha concentración necesaria. Además de eso invocó el amuleto mencionado por el guerrero en un inicio: amuleto contra defensas carcelarias. Fue rápido, pero primero sucedió el efecto del último amuleto invocado haciendo que traspasara la prisión como si no existiese y cruzara el portal inmediatamente después cayendo en el suelo de la Plaza de Fuego donde se encontraba al inició, pero estaba sostenía en su mano izquierda un gran lirio de fuego. Undefined estaba completamente bañado en sudor por la alta temperatura del volcán. El ignea no parecía evitar eso. - Acá esta - El sol estaba a escasos minutos de ocultarse.