Habían pasado mucho tiempo hasta que se había dignado a mostrar su rostro en un lugar mágico pero no tenía otra opción, necesitaba hacer esas compras que le quitaban el sueño, luego regresaría al anonimato.
Se apareció en el Callejón Diagón haciendo levantar el polvo por la ráfaga causada cuando tocó el suelo empedrado. Llevaba una túnica de color verde oscuro y una capa negra sobre sus hombros, el rostro descubierto mostraba una juventud inusual, grandes ojos grises miraban a ambos lados de la calle mientras intentaba recordar donde se encontraba el antiguo local.
Caminaba despacio mirando escaparates y vidrios que reflejaban su rostro sin expresión. No reconocía el lugar, muchas cosas habían cambiado desde su alejamiento, negocios nuevos se imponían en ambos lados de la calle...
-Soleil Noir Arte&Café... inauguración- leyó en voz baja deteniéndose delante del edificio - Sol Lestrange y Jocker Black- Recordaba esos nombres, sin embargo se le hacía difícil imaginar que ambos pudieran estar emprendiendo un negocio juntos.
Ingresó a la primera planta fijándose que era una librería sin igual: grandes estantes que contenían una variedad de libros poco creíbles de encontrar en el mundo mágico, libros muggles; macetas con plantas enredaderas que colgaban de los estantes daban un aspecto de bosque tranquilo y apacible.
El lugar era exquisito para pasar la tarde y eso planeaba hacer, esta distracción hizo que se olvidara de lo que la había traído aquí en un primer momento.