(¯\_¤~-Dumbledore's Night-~¤_/¯) (MM B: 100837)

[Sally Sigel]

Ya estaba a punto de dormirse. Hacia rato que Percy dormía placidamente en su camita y ella había terminado con sus pendientes más importantes cuando llegó aquel patronus tan familiar. Al parecer los mortífagos se habían atrevido a hacerse presentes en su local, le sorprendió a la vez que se sintió indignada, por supuesto no se negaría a ir allí a defender su propiedad.

 

Se espantó el sueño lo más que pudo y tomando su varita de caoba salió de su habitación y se apareció directamente en la parte de atrás de su local, allá donde hacia poco había tenido una cita con Kris Gryffindor, uno de los salones privados. Allí no había nadie, así que aprovecharía para tomar por sorpresa a los mortífagos que se encontraban en el salón principal del local y donde al parecer ya habían empezado a hacer algunos destrozos.

 

Algunos de sus empleados habían corrido hacia allí, para ocultarse en los camerinos. Les pidió calma antes de tomar uno de los trajes del vestidor. Se fue por el pasillo oculto a los clientes y salió hacia uno de los escenarios en los que bailaban los streapers. Vestía con un conjunto de dos piezas bastante seductor de encaje color rojo, así como el antifaz que cubría su rostro con plumas altas, allí esperó a que los demás miembros de la Orden hicieran aparición, mientras tanto estaba realizando el papel de una bailarina exotica bastante ajena a la situación.

[Jessie Black Lestrange]

El momento había llegado, poco a poco veía como aquellos seres que se hacían llamar de luz iban llegando poco a poco al lugar que ellos habían asaltado. Asintiendo en dirección de Tau, Jessie agradeció en silencio el pequeño momento de alivio que la líder mortifaga le proporcionara con el detritus. Sabía que solo era una protección temporal, pero ya había aprendido nuevos trucos y esta noche los pondría en practica.

 

-Que mal gusto tienen, chicos- murmuro riendo por lo bajo mandando a su vitae directo a uno de ellos, Ley, dándole un gran golpe en el abdomen sacandole el aíre de sus pulmones de forma momentánea, dándole una pequeña ventaja que no desaprovecho.

 

-Episkey- penso Jessie al sentir el efecto de Janck caer sobre ella-Episkey- volvio a pensar la chica de cabellos rojizos un poco cabreada por lo que acaba de ocurrir en cuestion de segundos.

 

Sonriendo satisfecha de su trabajo, Jessie no bajo la varita ni un segundo mientras mandaba a su serpiente coralillo a morder la pierna de Ley inyectando su mortal veneno que incapacitaría al chico de sus funciones principales cerebrales.

[Zack Ivashkov]

La congregación de magos tenebrosos alcanzó un volumen superior a otras ocasiones, lo cual reflejaba muy bien las altas horas de disposición, tendrían que realizar sus asaltos a media noche de ahora en adelante, aunque eso los dejara tumbados al amanecer, muy literal en ocasiones. Zack saludó a todos sus colegas asintiendo con su cabeza, era más que nada una costumbre de respeto.

Dado que al ser varios podrían dominar todo el bar, comenzó a sentirse la tensión en el ambiente, de las personas apresuradas por abandonar la edificación procurando no salir heridas en el intento. Las defensas de todos alertaron a los clientes, o los corrieron mejor dicho. De todas formas no es que fuera muy normal ver un colacuerno húngaro en medio de un negocio.

—Tardan un poco más y comenzaré a preferir la comodidad de mi cama — Manifestó apoyándose sobre la enorme pata de su esfinge, sí, lo superaba en tamaño, de hecho no alcanzaba a completarla con su estatura. Era una lástima no poder usarla de caballo, aunque sería épico atacar a todos desde una altura exagerada, pero a la vez un poco cobarde. De momento decidió quedarse en el suelo, aunque sí resguardado por la bestia, no se apartaría de él.

Finalmente, después de varios y largos minutos a la espera, decidieron aparecer. Zack podía percibir la presencia fenixiana bastante cerca de ellos, ese olor acre inundó sus fosas nasales resumiendo sus desprecio por el mismo en un gesto de desagrado no visible gracias a la máscara plateada. Si ya estaban ahí se pondría manos a la obra. En cuanto los vio entrar, marcó una distancia de diez metros entre él y cualquier objeto o persona presente, la mantendría en todo momento.

—¡Celerus Fuego Maldito Mortis! —Tres águilas de fuego azul surgieron de un costado del vampiro en cuanto concretó la pronunciación de los hechizos. Los sellos de fuego se apagaron en los cuerpos de Ley, Jank y Romina, dejándolos con graves quemaduras que requerirían curación de emergencia. El calor abrazador que deberían estar experimentando sus cuerpos se sentiría como el infierno, haciéndolos preferir morir que quedarse a recibir otro ataque similar.

—Séneca — bastó murmurar el hechizo para que sus efectos hicieran mella en Ley, quien quedaría muda a causa de una deshidratación. De lejos podría verse su piel adherida a los huesos, debilitando su figura, esas eran las consecuencias visibles de sus daños.

Complementar sus movimientos con un sutil corte proyectado siempre agregaba ese toque especial, por lo que decidió invocar su Katana en la zurda moviéndola con agilidad, abriendo así una herida en el pecho de Ley. Ya realizaba el ataque como el hechizo más simple de cualquier neutral.

[Arya Macnair]

—Ardius Corpus Patronus

 

Corría a toda velocidad por haber aparecido media cuadra antes por detrás de la manzana. ¿desde cuándo se había vuelto un completo desastre a la hora de usar magia?. El corazón le dolía al igual que todo el cuerpo pero se decía que debía soportar por ellos y por quienes la aguardaban en casa. Al tiempo que acortaba la distancia con su grupo de compañeros cientos de hilos plateados fueron brotando del extremo opuesto de sombra hasta formar delante de sus ojos un perfecto fénix adulto; la criatura batió sus alas con elegancia y se mantuvo a medio metro por sobre la cabeza de su creadora más sabía que ésta tenía planes en un futuro cercano para él.

 

Pateó la puerta del local que ya de por sí estaba medio abierta pues los Mortífagos se habían colado prácticamente sin permiso y agudizando los sentidos ligeramente mareada por la adrenalina que corría en su torrente sanguíneo buscó un objetivo donde canalizar pronto todo su cauda de magia o explotaría. ¡Eureka! pensó al ver a Zack y rápidamente agregó a su meditación un perfecto —Confundus— que volcaría la mente del mago y la transportaría a escenarios inventados, felices pero irreales y le quitarían foco de la batalla obsequiándole segundos valiosos a la bruja.

 

—Levicorpus

 

Lo siguiente fue un simple fastidio más no cambió de dirección al pensar en aquel hechizo y mirar con ojos risueños a Zack quién pendería de sus tobillos a dos metros del suelo, con semejante porte sería como carnada para las mujeres solteras que frecuentaban aquel antro. Su fénix recibió una orden de último minuto con un simple cruce de miradas, al tener la cualidad de ofuscarse y aparecer donde tuviera la regalada gana realizó acto semejante y apareció a medio centímetro de fuego negro que Hades acababa de invocar colisionando con éste para que dejase de existir.

[Sally Sigel]

Al parecer aún los mortífagos no notaban su presencia y una vez que los miembros de la Orden del Fénix empezaron a entrar ella apareció aquella luz mágica en su rostro y se quitó el antifaz, con la varita firmemente sujeta y soltandose del tubo en el que estubo interpretando solo un papel bajó del escenario con un salto agil y decidió atacar.

 

- Ardius... - susurró mientras la gente había empezado a correr hacia las salidas de emergencia que oportunamente los empleados habían activado ante el peligro. Aprovechando la confusión del momento dirigió un confundus hacia Tauro que caería presa de la confusión aún más profunda.

 

- Strellatus! - exclamó y la luz cegadora del hechizo fue dirigida hacia Tauro, Leah, Hades y Jessie, dejandolos temporalmente sin visión, aunque claramente esperaba que el efecto durase por más tiempo. Se movió un poco más por el lugar que conocía tan perfectamente y esperó antes de realizar otro movimiento más.

 

 

[Arya Macnair]

—Aqueora

 

Agitó una vez más su varita antes de que alguien decidiese atacarla por la espalda o creyese ser lo suficientemente valiente como para dar la cara al momento de enarbolar su arma y rápidamente una burbuja translúcida que no le dificultaba el accionar la cubrió completamente por todos los flancos posibles. De manera indistinta también le proporcionaría una curación de emergencia siendo ésta necesario, sino simplemente sería un escudo puro como su alma, transparente como el agua calma de un lago a media tarde, impenetrable como el mismo diamante, o como su mente a la hora de intentar sonsacar sus secretos más profundos. Cuando se lo proponía era toda una poeta, ¿o había algo que le generaba melancolía en el ambiente?, quizás la añoranza de tiempos que jamás volverían, aun podía oír su risa, su dulce risa.

 

—Morphos

 

Pronto una mesa acabó por transformarse en una pequeña pero venenosa araña de rincón, negra y asquerosa. Ésta fue a parar a un sitio seguro donde nadie pudiera pisarla pasando claramente desapercibida por su tamaño hasta que Arya le indicase qué hacer.

 

—Morphos

 

Por segunda vez utilizó el mismo hechizo, había algo en ella que no terminaba de cerrar. Un enorme mueble que portaba bebidas se transformó con toda su masa en un lobo albino adulto de unos 90 kilogramos, filosos dientes, amenazante mirada, el hielo volvía a calar hasta lo más profundo de su alma y lo preocupante es que estaba a gusto siendo el iceberg que era, solo en casa podía quitarse la máscara, solo con su hija, solo con Nathan podía ser la niña indefensa que aun era. El animal acabó a unos cuatro metros lejos de la bruja, por precaución.

[Ernest Dumbledore Prior]

El mago vio que los fenix entraban a montones, este ya habia pensado que estos no iban a aparecer pues habian tardado bastante tiempo en llegar al local, o peor penso que seria igual que en la Mansion Macnair que estos se sentarian a platicar con el enemigo puesto que eran casi la misma alimaña que los aurores.

 

-Vaya, que sorpresa que vinieron, - dijo el Macnair para si mismo, mientras preparaba alguna estrategia rapidamente, sin embargo antes de que el lo pudiera prevenir un Strellatus provenido de una fenix, lo habia dejado ciego y aturdido momentaneamente

 

-Maldita sea- dijo intentando recobrarse del ataque que habia recibido, era bastante desagradable la sensacion de quedarse momentaneamente ciego, levanto su varita y se apunto a si mismo- Episkey- dijo y la vista iba regresando pero aun estaba borrosa, volvio a apuntarse con la varita- Episkey- con eso la vista ya se habia recobrado....- Perfecto, quieren jugar rudo, entonces jugare rudo- dijo el Macnair, sonriendo esperando algun nuevo ataque de algun fenixiano y poniendose en guardia...

[Aaron Black Yaxley]

Aaron Augustine Black Ryddleturn.

 

¡Silencius!- sentencié a viva voz; justo al momento de sentir un picor en los ojos; con una rasgadura al frente y en diagonal, mientras sostenía fielmente a mi varita en dirección a la fenixiana (Ley), de tal manera que cualquier palabra que se dispusiera a hablar el emplumado no saldría completamente, impidiendo que sus hechizos surtieran algún tipo de efecto- Decías?, cariño....- pregunté a la odefa en un sarcasmo innato.

Episkey; pensé rápidamente a son de que me curase de aquél estallido de luz que por poco me dejaba ciego, pues había comenzado a ver borroso y me estaba complicando la existencia no poder mirar a quién tenía en frente. Poco a poco comencé a sentir el alivio y una dócil sonrisa se dibujó en mi semblante atrapado en aquella máscara de calavera. Mis pies bien firmes al piso sentenciaron mi posición de combate.

[Liam Black]

Demonios. Pensó.

 

No era bueno distraerse en medio de una batalla. Se tomó muy a pecho el silencio por parte del bando contrario que creyó que no iban a llegar, pero en un abrir y cerrar de ojos ya tenía varios ataques encima y una molesta luz cegándole el rostro. Debía hacerse cargo de eso, así que apuntando a sus ojos que no veían nada por el momento, pensó en un Episkey que empezó a esclarecerle un poco la visión y se llevó consigo el efecto del Floreus que quedó nulo. Luego pensó otro Episkey y en aquel momento su varita vibró de una forma que no acostumbraba a vibrar. Malditos hechizos de luz.

 

Al menos no tenía nada grave encima y todavía estaba protegido, o eso creía él. Con una vista amplia del lugar, se posicionó a siete metros de cualquier oponente y aguardó, aún con vida. No le ganarían esta vez. Quizá si lo hubiesen más desprotegido, pero ahora estaba con Zack y se sentía más conjunto que nunca. No le iban a hacer pasar una mala.

[Hades Ragnarok]

El cainita observo como el escuadrón de bienvenida comenzaba a aparecer en aquel lugar, al parecer habían llegado con ganas de morir. El Ragnarok rio divertido mientras observaba como su fuego negro seguía haciéndose más grande y poderoso. El Graphorn esperaba las ordenes del vampiro y las necrohands seguían delante de el por lo que estaba cubierto, aunque jamás se podía saber o podía confiarse, por las malas había aprendido aquel detalle.

 

-¡Silencius! –dijo apuntando a sally antes de que hiciera su strellatus provocando asi que solo aquello quedara en Str… asi que eol cainita habioa evitado que saliera su encantameinto

 

El cainita no espero mas enviando aquella bola de fuego negro que haba conjurado hacia Arya para provocarle serios daños y obligarle a curarse. Rio divertido sintiendo su propia ponzoña pasar por la garganta. Respiro el vital gas para los humanos y algunas criaturas y paso la lengua pro los filosos colmillos.

 

-hay olor a Muerte –susurro- -¡Absorvere!- dijo claramente las manos donde Arya y Sally tenían sostenidas las varitas, se romperían y no podría agarrarlas más.

 

-¡Séneca!- dijo. Ahora Sally sentiría deshidratación en su garganta, por lo que no podría atacar hechizos verbales por un buen tiempo.