(¯\_¤~-Dumbledore's Night-~¤_/¯) (MM B: 100837)

[Paú Gryffindor]

La noche había caído sobre Londres, estrellada y con un viento fresco que marcaba probabilidades de lluvia en las próximas horas. Ella, mirando hacia la calle desde el marco de su ventana, disfrutaba de toda la música que las hojas de los árboles hacían debido a las ráfagas de aire que las despeinaban, así también como los canticos de diversas avecillas de la noche y algunos insectos que se dedicaban a chirriar por la noche.

 

Hacía mucho tiempo que no salía a disfrutar de la noche y ese día había quedado con alguien para ir a bailar un poco en uno de los negocios de su madre. Había pasado tanto tiempo perdida entre sus problemas internos, que había descuidado bastante su vida social durante los últimos meses. Se había convertido en lo opuesto a lo que era anteriormente y esperaba que el reencuentro con uno de sus más antiguos amigos le pudiese traer de vuelta al menos un poco de su esencia.

 

—Madeleine, cubre el turno en el hospital esta noche. No me importa si tienes cosas que hacer, te lo estoy ordenando— le gritó a su hermana desde su habitación. No había nadie en casa, así que no le llamarían la atención por el trato hacia ella.

 

Se bajó del marco y caminó hasta su closet en busca de algún atuendo acorde a la salida de esa noche. Buscó entre los vestidos que tenía, uno que no resultara lo suficientemente formal, pero tampoco que luciera algo aburrido y serio. Finalmente, después de haber buscado el outfit perfecto, lo vistió —un vestido negro, con escote en V por la espalda—, acompañado de unas zapatillas de tacón del mismo color.

 

Antes de salir, se colocó una collar de fénix de plata que su padre le regaló cuando ingresó al bando y moldeó su cabello ligeramente con unos artefactos muggles que consiguió en su último viaje a Suiza. Maquilló ligeramente sus mejillas, sus pestañas; se pintó los labios de un tono carmesí y finalmente se roció con su peculiar aroma a fresas que siempre usaba. Estaba lista para marcharse y con ayuda del elfo de su padre, fue directamente hasta el Dumbledore's Night.

 

—Buenas noches— murmuró al ingresar, sin sonreír.

 

La música había empezado a sonar y ella buscó un sillón de dos plazas que estuviese un tanto alejado de la pista, para que el sonido no les aturdiera mucho. Encontró el lugar perfecto en una esquina y se sentó, cruzando la pierna y dejando caer su cabello ondulado por delante de sus hombros.

[Fokker]

Fokker Cygnus

 

Sonrio cuando escucho sus palabras. —dudo que alguien mas nos moleste esta noche. Y si alguien se atreviera loa avadeare— dijo con la mayor seguridad posible y dandole un beso.

 

—Que te parece si buscamos una mesa?— pregunto, al momento que buscaba una con la vista. Por suerte el local no estaba tan copado. Asi que fue facil dar con una mesa. Las luces estromboticas del lugar, estaban perfectas. Pero era la primera vez que iba a un lugar con pista de baile y todo. Pero tenia alguna idea de lo que iba a hacer.

 

La invito a tomara asiento, y pidio que le trajeran las bebidas.

 

—Bien como has estado?, se que te fuiste a Perú, pero porque no me dijiste nada— En realidad no le preocupaba eso de sobremanera. Ella lo habia acostumbrado adesaparecer asi. Pero de todas maneras estaba preocupado por ella. La miro a los ojos y espero su respuesta.

 

Sorbio de su bebida, y la musica sonaba interesante. Y ya que estaban ahi para divertirse, se paro y la invito a bailar. Le extendio la mano con una reverencia casi teatral y le dijo

 

—Vamos a mover un poco el cuerpo—

 

Esperando que la respuesta sea afirmativa.

off rol:

no se me ocurre ninguna cancion para el baile, si puedes escogerlo seria genial *-*.

[Helen Evans]

Reí ante su amenaza, él no se atrevería a avadear a nadie... ¿O si? , igualmente eso no era algo que quería descubrir o discutir en este momento, así que lo acompañé a buscar la mesa, una vez instalados me preguntó sobre mi desaparición, no pude evitar sonreír; no era la primera vez que lo hacía, pero me daba cuenta que era la primera vez que podíamos conversar sobre ello.

 

- ¿Cuándo? ¿Luego de Hogwarts? ¿Ahora? o, ¿a cual de todas mis desapariciones te refieres? - terminé riendo.

De pronto se escuchó una muy buena canción que invadía el lugar, Fokker también lo escuchó y se paró para invitarme a bailar, hizo una reverencia en extremo exagerada, reí y me paré de mi asiento adelantándome hacía la pista de baile.

 

- ¿No vienes? - pregunté riendo

[Derek Lúcien]

¿Qué le había pasado esos últimos días? Había estado tan concentrado en culminar con la investigación que llevaba a cabo en el departamento de misterios que apenas había tenido contacto con alguien que no fuera inefable, sin contar claro al extraño hombre que habían capturado como conejillo de indias para probar todos los antídotos que los miembros de la oficina creadora de hechizos y pociones habían fabricado especialmente para él.

 

Ahora que tenía unos días libres, había planeado salir con gente que no miraba hacía varios meses, y como si estuviera conectado con la Gryffindor, había recibido una tarjeta invitándolo para que se reúnan de nuevo como en los viejos tiempos, a conversar y divertirse un rato —ya que el lugar que la muchacha había nombrado era un club nocturno—. El demonio, sin pensarlo dos veces, había aceptado la invitación para poder reencontrarse; quería saber por boca de la propia mujer varias cosas que habían llegado a sus oídos.

 

Levantó la vista y observó a través de su ventana a la oscura noche. No sabía muy bien que debía de colocarse para aquella reunión, ya que usualmente quedaban para tomar un café o simplemente charlar; pero ahora debía de ir con la idea de que bailaría con Paú y no sería la música que usualmente colocaban en las reuniones de la alta clase. Se probó varias prendas, cambiando de opinión al momento de colocárselas.

 

Finalmente se había decidido por un par de jeans oscuros pitillos, unas botas negras y una camisa a cuadros rojo y azul, con unas delgadas lineas blancas. No había cerrado los primeros botones, dejando que parte su pecho y su cuello queden bastante visibles, y por ende el tatuaje colorido que tenía. Pasó su mano por su cabello castaño haciéndolo hacia un lado y apretó los labios; ya estaba listo para aquella noche, y desapareció en el instante para ir directo al Dumbledore's Night.

 

La musica aún no estaba ensordecedora, pero en unos minutos le subirían al volumen y el ambiente empezaría a subir su temperatura. Avanzó por entre las personas, mientras que las luces de diferentes colores golpeaban su rostro cegándolo momentáneamente para luego continuar con su camino; hasta que observó la delgada figura de la Gryffindor, sentada en un sillón.

 

Tomó dos copas con un líquido verdoso de la fuente de uno de los mozos, y avanzó en dirección a la muchacha. Algo en su rostro había cambiado, los labios tenían una forma más peculiar y su rostro ya no era tan redondeado como antes, tenía un aire diferente, pero sabía que era ella. Le tendió una de las copas a la mujer cuando estuvo delante de ella y le sonrió, para luego sentarse junto a ella y cruzar la pierna de modo varonil (?)

 

—Me gusta el lugar que haz elegido, pero espero que no nos interrumpan como usualmente lo hacen —acto seguido le dio un cálido beso en la mejilla y tomó un trago del líquido, el cual era algo amargo, pero dejaba un extraño y agradable sabor en la boca—. Te veo diferente. Dame la tarjeta del cirujano, que yo también quiero un cambio —sonrió y observó el ambiente que tenía el local.

[Fokker]

Fokker Cygnus

 

Ella como siempre divertida en sus respuestas. Algo que los hacia parecer tanto, era que ambos se tomaban las cosas muy a la ligera. Tal vez él lo hacia con mas libertad y ella lo hacia en el momento adecuado. Pero en esencia eran muy parecidos. Sonrió con su respuesta.

 

—Pues te pediría una explicación por todas, pero creo que tendríamos una buena conversación nocturna. Preferiría solo saber de la ultima—

 

Obviamente ambos chicos rieron al unisono. Todo estaba saliendo bien y eso era lo que el necesitaba ahora. La canción comenzó a sonar, y ella se le adelanto a sus pensamientos, como siempre adivino sus pensamientos. El la miró y se acerco vencido de nuevo por ella, pero dispuesto a disfrutar aquella canción.

 

http://www.youtube.com/watch?v=ejZWoEaj2J0

 

Las notas, el ritmo, el momento era perfecto. la tomo de las manos, y se ubicaron en el medio de la pista de baile.

 

—Sabes, no soy bueno para esto— dijo. tratando de llevar el paso. Pero ella lo ayudo, como siempre lo hizo desde sus épocas de amigos. tratando de que no se perdiera. Fokker la tomo por la cintura, moviéndose al ritmo de ella. Era la primera vez que ambos bailaban juntos, nunca lo habían hecho como pareja hasta ahora, nunca lo habían hecho ni cuando se graduaron en el colegio. Y fue tan genial, era el mejor momento de su vida hasta ahora.

 

La música siguió su flujo relajante y el momento fue suficiente para relajar al chico. Lo hacia con naturalidad, girando alrededor de la pista de baile con ella. Claro que ella lo hacia mejor. Y no quería que terminara la melodía, quería seguir allí por siempre. Mirándola a los ojos, teniéndola solo para él, y ella lo mismo con él. Al fin termino la canción y ambos se quedaron así, juntos un momento. Fokker busco sus labios, y le dio un beso apasionado, lleno de amor, como aquel que se dieron en el campamento mágico, cuando ambos declararon abiertamente lo que sentían.

 

—Te amo— le dijo y la siguió besando en el centro de aquella pista de baile.

Editado 29 de Julio del 2013 por Fokker

[Paú Gryffindor]

No había pasado mucho tiempo desde que ingresó al lugar. Ansiosa miró a su alrededor, intentando reconocer a alguno de los presentes; pero no encontró a nadie que le resultara del todo conocido. Las luces neón de diversos colores se encendieron y comenzaron a bailar al son de la música que empezaba a tomar un ambiente calmado. Nunca había visitado ese negocio de su madre, pero por el simple hecho de conocer cómo le gustaban las cosas a ella, sabía que la música tranquila no tardaría mucho en desaparecer.

 

Se mordió los labios y miró el reloj. No era tarde, —pues ella había llegado con antipación, ya que últimamente no disfrutaba el estar en casa— pero esperaba que su acompañante en aquella velada fuese puntual, como siempre lo había sido cuando se reunían. Ambos se habían distanciado tanto los últimos meses, que no le sorprendería si Derek no la reconociera en aquel lugar. A decir verdad, la última vez que se habían visto había sido en la gala de... navidad quizá. No lo recordaba con exactitud.

 

Pero pronto todo ese nerviosismo desapareció, cuando se dio cuenta de que su amigo había dado sin ningún problema con ella. Derek seguía igual, con el mismo atractivo que solía llamar la atención de Gryffindor desde los tiempos de la Academia, y no precisamente por el físico. Aunque tampoco iba a negar que éste no había cambiado desde la última vez que se vieron, ni tampoco que no había mejorado notablemente. Lucía más relajado y esperaba que no solo fuera una máscara.

 

—Tranquilo, cariño. Creo que esta vez tengo todo bajo control— aseguró, fijando sus orbes esmeraldas en los ojos del hombre. Recibió la copa y la sostuvo sobre su mano derecha. Se inclinó ligeramente para recibir su cálido beso en la mejilla—. Así que no te librarás de mí tan fácilmente. Y gracias por ésto.— Elevó la bebida y condujo el contorno de la copa hasta sus labios. Dio un sorbo ligero, que saboreó desde el momento en que el licor ingresó a su boca.

 

Dejó la copa sobre la pequeña mesa que tenían por delante y no pudo evitar reír ante su último comentario del cirujano.

 

—Siempre tan es.túpido, Derek. Eso no cambia en tí— pronunció, dándole suavemente en el hombro con su codo—. Claro, los cambios han sido muchos en estos últimos meses. Pero créeme, todos son naturales, no como los tuyos tan drásticos, que claramente no los hace un solo cirujano, sino con los médicos de un hospital entero.

 

No pudo evitar sonreír. Por alguna razón, las cosas se le olvidaban cuando estaba en compañía de sus amigos, pero con él todo era diferente. No solo se le olvidaban, sino que sentía que ya no estaban más.

 

—Creo que eso de que te alejes de mí es algo que me viene bién en ocasiones, ¿no crees?— preguntó, desviando la mirada hacia un punto fijo cerca de la barra—. Aunque... Por favor no lo vuelvas a hacer o tendré que secuestrarte, burro.

Editado 29 de Julio del 2013 por Paú Gryffindor

[Derek Lúcien]

—No tienes porqué agradecer —respondió mientras acercaba su copa para hacerla tintinear con la de la matriarca. Se sentía mucho más cómodo en aquel lugar, que en los cafés que usualmente visitaba, en donde todos hablaban en un tono bajo y pausado, para que los demás no escuchen la conversación que estaban teniendo. Pero en esta ocasión el tono de voz de ambos estaba un poco más elevado de lo normal, para poder hacerse oír con el bullicio que los rodeaba.

 

Las personas que los rodeaban no les prestaban la mínima atención, salvo para dar un vistazo a ambos y en algunas ocasiones tener el atrevimiento de guiñarle el ojo a alguno. Pero no les interesaba lo que pudieran estar conversando; ya que la mayoría de jóvenes llegaban a ese lugar sólo para tratar de conseguir una pareja y pasar la noche acompañado, cosa que el demonio no rechazaría si se le presentaba la ocasión. Pero acababa de llegar, y prefería relajarse un rato con la persona que tenía a su lado y seguir molestándola si encontraba la ocasión de hacerlo.

 

En ese momento observó a través de las luces de colores que empezaban a invadir lentamente el lugar, a una pareja que llegaba e iba directo a la barra en la cual una mesera con una blusa con un gran escote les sonrió y los atendió. Se le hizo familiar el rostro del hombre, pero no podía recordar dónde lo había visto, por lo que desvió la mirada y tomó otro sorbo mientras regresaba sus azulados ojos a los de la muchacha que tenía junto a él.

 

—Mentira. La pubertad hizo maravillas en mí, pero cuando te conocí tu ya la habías pasado, así que no vengas a decir que tus cambios son naturales —negó levemente con la cabeza y sonrió bastante divertido. Quería escuchar de boca de la Gryffindor que había pasado por una sala de cirugías, y no se detendría hasta que lo haga—. Pero de todas maneras, me parece que sigues siendo muy simpática.

 

Posó su mano sobre la pierna de la muchacha y la golpeó cariñosamente dos veces. En ese momento una mujer se sentó en el sillón anexo al cual estaban la pareja; tenía el rostro muy colorido, y se notaba que sobre él había varias capas de maquillaje que la hacían parecer mayor. Al verla, el demonio frunció el ceño.

 

—Siempre es bueno darse un respiro, ¿no? —agitó la mano de modo que el licor de su copa creó un diminuto remolino—. Pero si al final siempre terminas secuestrándome. Creo que me pondré seguridad para evitar que me acoses cuando de ten tus ataques de locura.

[Paú Gryffindor]

Dicho y hecho, la música que en un principio había sido únicamente para ambientar la situación en espera a que la disco se llenara, había desaparecido abriendo paso a otra mucho más escandalosa. Ahora, en lugar de hablar con el timbre de voz bajo, tenía que gritar para hacer que su acompañante escuchara sus palabras. No le molestaba en lo absoluto, simplemente que era algo nuevo en las salidas que tenían juntos, ya que acostumbraban a ir a lugares mucho más... cálidos y tranquilos.

 

—Bueno, basta "gracioso"— murmuró riendo, haciendo énfasis en la última palabra—. Dejar de comer, matarse por el bando, ya sabes... En realidad mi cambio es producto de que no tengo tiempo de escaparme como lo he hecho esta noche— aseguró y dio un sorbo a su extraña bebida—. De igual manera, no puedes negar que sigo bonita— rió encogiéndose de hombros.

 

Con disimulo sacó un hielo de su bebida y se acercó para besar la mejilla de Derek.

 

—¡Qué mentiroso eres! ¡Nunca termino secuestrándote!— murmuró alzando la voz, curvando sus labios en una sonrisa pronunciada. Sin más, dejó caer el hielo por el interior de la camisa de Derek, en su espalda—. Eso te pasa por hablador. Y cálmate, mi amor, que darías lo que fuera porque yo te acosara o te hiciera... cosas.— No pudo evitar reír—. Es más, seguramente si te enteraras de que voy a secuestrarte, hasta tu mismo te entregabas.

 

Miró a su alrededor y dejó de cruzar la pierna; se sentó al borde del sillón, con la mirada fija en la barra de la disco. Un hombre había ingresado minutos antes y se sentó justo en uno de los bancos, dejando su chaqueta en el asiento lateral. Al parecer el hombre estaba completamente destrozado, pues parecía desganado y bebía todo lo que el barman le servía sin revisar antes lo que le entregaban. El hombre volteó a verla y ella desvió la mirada para evitar hacer contacto con sus ojos.

 

—Y bién, ¿cuánto me has extrañado?— preguntó, mientras se enderezaba—. Quiero decir, ¿cómo has estado?

 

Le sacó la lengua y volvió a mirar hasta la barra, pero esta vez para buscar a algún mesero que se encargara de atenderlos. No quería seguir bebiendo cosas extrañas que Derek le diera, pues se arriesgaba a que Atkins la echara polvos en sus copas con la intención de llevarla a algún lado(?). Uno de ellos se percató de que necesitaban algo y no tardó en emprender caminata hacia ellos. Aún estaba en duda de lo que pediría para seguir disfrutando de la noche que les aguardaba.

[Derek Lúcien]

—Pero si ahora eres una mujer muy ocupada —mencionó el castaño, luego de escuchar todo lo que la mujer hacía normalmente. No sabía si había sido intencional, pero la mujer había indicado que era una miembro activa en el bando al que pertenecía, y eso era por donde se mirara una declaración de que la Gryffindor apoyaba a la Orden del Fénix.

 

Se quedó en silencio un rato, ya que siempre había sospechado que la castaña pertenecía a tal bando, pero nunca se lo había dicho tan abiertamente como hasta ahora; pero sabía que era mejor evitar aquel tema ya que la mujer siempre había tratado de sonsacarle al demonio que pertenecía a la Marca Tenebrosa, pero nunca lo haría y menos en aquellas circunstancias. Ni el local, ni la hora, ni las personas que las rodeaban le inspiraban mucha confianza.

 

En ese momento un frío líquido bajó por su espalda, humedeciendo y erizando la piel que tocaba a su paso, lo que hizo que el hombre se incorpore ágilmente del asiento. El pedazo de hielo salió despedido por el abrupto movimiento y terminó en el suelo, haciéndose añicos en el acto y humedeciendo el suelo a su alrededor. El hombre que se había sentado junto a ellos le dio una mirada inquisitiva al demonio, a la cual este respondió con desagrado.

 

—Bueno, vamos a bailar —tomó la mano de la muchacha y la incorporó para llevarla a la pista de baile. Avanzó entre la gente sosteniendo la mano de la mujer, mientras con el otro brazo daba ligeros codazos para separar a la gente y hacer un espacio por el cual los jóvenes pasaran. Las luces de colores golpeaban el rostro de ambos, mientras que el humo de cigarro se hacía más espeso a la altura del rostro; todo el ambiente empezó a ser más denso no sólo debido a ello, sino también a la multitud de gente.

 

Cuando encontró un pequeño espacio para poder bailar cómodamente, se giró y sin soltar a la muchacha la hizo girar sobre su propio eje para luego empezar a moverse al son de la música. Era una canción bastante movida, pero las destrezas del castaño para bailar no estaban muy desarrolladas por lo que se limitó a mover los pies al ritmo, tratando de no desentonar con la gente que lo rodeaba.

 

—¿Cuánto te extrañé? —gritó junto a su oído para que lo escuchara, para luego dar un bufido—. Si supieras que no tuve contacto con la gente casi un mes completo. El trabajo me está exprimiendo toda la juventud —bromeó, alzando un brazo y colocándolo sobre su cabeza, dejando reposar la mano—. Y tú, ¿cómo has estado todo este tiempo sin mi?

[Annick McKinnon]

Lorraine Miller

Empleada

 

La morena ingresó al local caminando con tal soltura que daba la impresión de que estaba baastante familiarizada con el lugar. Sonreía de manera pronunciada, como si fuera la chica más feliz de la tierra. Y de hecho lo era. Recientemente había terminado el colegio, no con las mejores notas, pero a pesar de eso había logrado encontrar su primera oportunidad laboral en Dumbledore's Night.

 

Llevaba un vestido azul entallado y con lentejuelas que desprendían destellos con las luces del local. Tenía cabello lacio y negro como la oscuridad, cortado de manera tan irregular que le ayudaba a completar su look desenfadado. Su maquillaje tenía la intención de aparentar más edad; sus ojos resaltaban con sombras de colores eléctricos, e incluso sus pestañas tenían una máscara en color azul. Así era Lorraine. No sólo le gustaba llamar la atención por su jovialidad sino también por su atuendo y su maquillaje.

 

Pasó a la parte de atrás de la barra, saludó al barman como si lo conociera de toda la vida, guardó su bolso en un lugar seguro y se puso un pequeño delantal que indicaba su condición de mesera. Metió su varita en él y sonrió aún más al estar lista para comenzar a trabajar.

 

De inmediato se encaminó hacia la zona donde había mesas y sillones ocupados por algunas personas. En le camino observó que varias parejas estaban bailando, pero le pareció que era muy poca gente en la pista de baile. Quizá después, si el ambiente no mejoraba, ella se atrevería a ponerle algo de acción. Mientras ideaba un plan se acercó a una pareja (Paú Gryffindor y Derek Lúcien).

 

―Hola guapos, ¿se les ofrece algo? –preguntó con desparpajo. Era tan despreocupada que ni siquiera se había detenido a pensar que quizá estaba interrumpiendo una charla romántica; pero sí se dio cuenta de que había llegado justo en el momento en que los jóvenes se ponían de pie para ir a bailar.

 

Luego de que la pareja se alejaran hacia la pista, Lorraine se acercó a un chico que tenía un semblante desanimado, o quizás aburrido, y bebía solitariamente.

 

―Hey amigo, ¿intentando ahogar las penas el alcohol?, ¡cuidado, porque flotan! –dijo guiñando un ojo de manera pícara.

Editado 2 de Agosto del 2013 por Annick Poulain