Jump to content

(¯\_¤~-Dumbledore's Night-~¤_/¯) (MM B: 100837)


Sally Sigel
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Conocía la canción que estaba sonando en esos momentos, no pudo resistirse a la tentación de tararear mientras uno de sus pies se movía. Se había sentado en un confortable taburete y observaba la cantidad de bebidas que había, pensando que seguramente se decantaría por lo más exótico posible. Tal vez algo con sabor a naranja pudiera ser una gran elección. Mientras pensaba sintió como una mano rozaba su hombro, por un momento pensó que era fruto de su imaginación pero una voz femenina le hizo confirmar que no, que tenía compañía. Dedicó una mirada a la recién llegada, mirando de arriba a abajo su look. Esbozando una leve sonrisa amable. 

Su corazón había comenzado a palpitar con más intensidad, no podía negar que se había llevado un pequeño susto. No la había oído acercarse a pesar de que la música no sonaba con demasiada fuerza, se podía mantener una conversación perfectamente sin necesidad de levantar la voz. Asintió ante su pregunta: era David. No esperaba encontrarse a nadie allí, no consideraba ser una persona con muchas amistades fiesteras, pero era una inmensa alegría.  Así se aseguraba tener alguien con quien hablar, algo que superaba con creces las pobres expectativas que tenía para esa noche.

¡Claro que me acuerdo! ¡Eres Maida Yaxley! —exclamó con una sonrisa, repitiendo como un loro el nombre que ella había dicho para presentarse. —Sí... ¿cómo te voy a olvidar? La época de estudiante fue la mejor de mi vida, nunca me olvidaría de una compañera. —comentó con seguridad. Tanta que, si alguien les hubiera oído, no dudaría de que efectivamente se conocían de algún tiempo pasado en el que compartían clase. Lo dijo tan confiado de que era así que no sería extraño si hubiera hecho dudar a la misma mujer. Pero no, evidentemente que no se conocían de eso. ¡Nada que ver!

La recordaba. Sabía perfectamente de qué la conocía, pero quería jugar un rato. Si no aprovechase cualquier mínima oportunidad para molestar un rato a alguien, no sería él. Sería divertido ver la reacción de la mujer. No podía negar que estaba tan contento de verla feliz que una pequeña parte de su corazón le haría sentirse mal si entristecía a la Yaxley, pero prometía que esa 'tortura' solamente duraría un pequeño rato. Realmente se alegraba de verla y tenía curiosidad por saber qué había sido de su vida, quería saber qué tal le iba todo.

No veas lo bien que me viene tu llegada. —dijo feliz moviendo su mano para ofrecerle asiento a su lado. Su otra mano sirvió para llamar a uno de los encargados de servir la bebida. —¡Por favor! ¿Nos podría poner la bebida más cara? Hoy es un día para celebrar, ¿a qué sí? —miró a su acompañante. Le quedaba bien el vestuario que había elegido. Quizá ir descalza no fuese lo más elegante posible, pero oye, que seguro había un montón de personas encantadas por ver los pies descalzos a una mujer. Ahora que se acercaba el calor igual era hasta refrescante.

Había quedado en el aire el motivo por el cuál le venía tan bien su llegada. Y ahora se enteraría...

¿Te puedes creer que mientras caminaba hasta la barra metí la mano en el bolsillo y me di cuenta de que no había traído dinero? Te toca invitar. —comentó con tranquilidad esperando su reacción.  —Iba a darme la vuelta e irme a por mi monedero antes de pedir, pero luego me acordé de que siempre tengo mucha suerte y que pasaría algo que me permitiría pagarlo todo y... ¡aquí estás! Soy un hombre afortunado. —esbozó una sonrisa y suspiró relajado, con aires de soñador, pensando en que efectivamente era alguien con mucha fortuna.  —¿Tienes hambre? ¿Quieres que preguntemos si también tienen para cenar? Me apetecería algo raro, algo único. —claro, como no pagaría con su dinero era más fácil darse algún que otro capricho. 

 

Harry-and-Ginny-harry-james-potter-96641

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Con un "sí, la recuerdo", le bastaba a Maida, tanta efusividad para saludarla le hizo plantearse dos posturas, la primera y más importante, no confiarse. Giró para ambos lados el cuello, tratando de ver si David se andaba escondiendo de alguien, o si alguien lo andaba vigilando y la estaba colocando de señuelo. ¿Por qué pensar tan mal? Obviamente porque ellos no se conocían de épocas de estudios, ninguno de sus compañeros residían cerca de Londres. Además estaba el hecho de que uno de los pocos momentos que habían compartido, ella casi se muere del susto con las ocurrencias de lanzarse de un precipio y esas cosas. La otra postura era contener la risa, porque también le parecía muy hilarante la excesiva efusividad, a lo mejor ya estaba bajo los efectos de hidromiel o agua alegre. 

Tomó asiento al lado y se cruzó de brazos, no iba a desmantelarle la treta, pero al menos con la mirada se lo iba a reprochar.

— Ya decía yo que tanta emoción no se la había ocasionado ni a mi ex novio cuando le dejé en libertad de buscar nuevos amoríos —dijo con cierto sarcasmo—, pero está bien, digamos que celebramos el hecho de estar vivos luego de nuestro penúltimo encuentro. Yo invito las bebidas, pero como estoy a dieta estricta, no asumo la cena.

Desenredo los brazos y esperó con paciencia que una botella de colores vibrantes se posara en la barra frente a ellos. Dos copas aparecieron y la bruja chasqueó la lengua en clara señal de decepción.

Tenía la esperanza de obtener una sombrillita en la copa, al menos —esbozó con tono triste girando el contenido de la copa un poco, no estaba clara en qué bebida era—. Pero bueno, atendiendo al problema de la cena, deberías tener al menos un espejo comunicador con tu elfo, así te envía la billetera en casos de emergencia como estos. Aunque podríamos solucionarlo, no sé que tan equipada este la cocina de mi casa, pero alguna pasta sencilla a lo mejor podría hacer.

O pedírsela al elfo, pero en la casa Yaxley estaba tan acostumbrada al modo muggle que les había inculcado el tío Orión, que preparar una cena o el desayuno tampoco era cosa tan de otro mundo, cuando se sentía particularmente flojita, se iba al Castillo Black, por supuesto. Aclaró la garganta, dándose cuenta que quizá estaba muy silenciosa y alzó su copa para brindar hacia el joven mago.

¿Por qué brindamos? 

T7GHFlv.gifUseiaum.gif

c2ixJhD.jpg

oPH1dye.gif- kBtusEd.gif-

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 2 semanas más tarde...

¿Tú ex novio era un elfo doméstico? —preguntó con una sonrisa mientras miraba a la mujer. Aquello de 'dejar en libertad' sonaba muy divertido. En ese momento se le pasó por la cabeza cuestionarse si habría casos de magos y brujas con parejas elfos. Podría sonar descabellado, pero si había personas que estaban con vampiros y licántropos, ¿por qué no? Durante unos segundos se quedó embobado planteándose esa posibilidad mientras pensaba si a lo largo de su vida había llegado a visualizar una elfina atractiva. Sí, era un poco superficial. 

¿En serio estaba a dieta? Arqueó una ceja mientras la miraba y le dio un golpecito en el hombro con una sonrisa y una cara de: No me creo que estés a dieta, estás genial.

No me parece buena excusa. Quiero decir... a mi no me importa si tú cenas conmigo o no, solamente quiero que pagues. —dijo encogiéndose de hombros, cruzando sus brazos y girándose levemente en la banqueta para quedar más de espaldas a ella, haciéndose el ofendido. Giraba de forma sutil su cuello y la miraba de reojo para ver cómo reaccionaba, pero no aguantó mucho así. Pronto volvió a ponerse de cara a la Yaxley.

Se rascó un momento la cabeza, ¿ahora era ella la que le estaba tratando de tomar el pelo? No estaba seguro.

Pero... ¿tú sabes que si digo su nombre aparece, verdad? —cuestionó. Aún sin saber si lo del espejo comunicador era una broma o estaba ante una mujer tan pobre que no podía permitirse tener un elfo doméstico y que por lo tanto no sabía muy bien cómo funcionaba el tener una de esas criaturas. 

Centró sus ojos en la botella que les habían servido. No tenía ni la menor idea de qué era, así que esperaría pacientemente a que la mujer agarrase la copa y le diese un trago antes de atreverse a probarlo. No tendría ningún problema en ser el primero, no tenía miedo ni nada parecido, pero ya saben lo que dicen: las damas primero.

No estoy muy seguro de querer aceptar la invitación a cenar de una persona que no sabe cómo de equipada está la cocina de su casa, pero si me ofreces algo mejor que pasta me lo puedo pensar. —hizo una breve pausa. —¿Tienes un hipogrifo? ¿Qué criaturas posees? 

Agarró finalmente su copa. La mujer estaba callada. ¿Era que no le gustaba hablar? ¿Era que estaba molesta por haber fingido que no la recordaba? ¿Era debido a que le gustaba tanto la voz del Lestrange que no quería interrumpirlo? Muchas opciones.

Podemos celebrar y brindar porque estás viva, me han contado que alguna vez saltaste de un alcantilado...

Harry-and-Ginny-harry-james-potter-96641

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

No había entendido lo del elfo doméstico hasta que revivió sus propias palabras en la mente, ¿comparar a un Malfoy con un elfo? Si, eso si que daba risa. Pero decidió no dedicarle mucho más tiempo a nadie y retomar la conversación, David siempre le había parecido un chico bastante entretenido para conversar, siempre con la palabra justa en el tono exacto en el que parecía querer tomarle el pelo siempre. ¿Sería así con todos o era que Maida tenía cara de ser el punto de entretenimiento de un bromista de aula? Se vio interrumpida por la imperiosa necesidad de brindar con...¿agua alegre? 

— Sé que algunos lugares les ponen hechizos anti apariciones incluso a las criaturas, así que no sé que sucedería si llamas a alguno de tus elfos —murmuró girando un poco el contenido de la copa—, y no es que no sepa que tiene la cocina de mi casa es que realmente no voy por esos lares hace más de un mes, quizá un poco más.

Alzó la copa y brindó antes de responderle que claramente recordaba lo del acantilado, una razón más que válida, en realidad para salir huyendo de ahí y no quedarse a conversar u ofrecer una bebida al mago. La mitad del contenido se escabulló por la garganta y la Yaxley recordó porque normalmente no bebía, las burbujitas parecían esquivarse todo el proceso y la emborrachaban en seguida. Sacudió la cabeza y dejó la copa en la barra.

— Intenta llamar a tu elfo y creo que podríamos al menos cenar filete o algo similar, ¿eres carnívoro? —preguntó entonces, no vaya a resultar insultándolo por si era vegano o vegetariano, en estos tiempos una ya no sabía como enfrentar las nuevas situaciones— A lo mejor la experiencia con el acantilidado terminó de darme ánimos para iniciar mi carrera en el quidditch, ahora que lo pienso un poco.

Volvió a tomar la copa, dándose cuenta que había hablado demasiado en un espacio corto de tiempo, pero esa era otra habilidad de David, hacerla sentir cómoda, lo suficiente como para haberse lanzado por un acantilado. 

¿Otra copa? —preguntó entonces mirando al cantinero y luego al mago— ¿Cuántas copas vamos a beber? 

@ David Augustus Lestrange

T7GHFlv.gifUseiaum.gif

c2ixJhD.jpg

oPH1dye.gif- kBtusEd.gif-

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 1 mes más tarde...

No supo bien qué había pasado con aquel caballero, con el cual se había encontrado en dos eventos bastante seguidos antes de que tomase cierta distancia. En el recuerdo de la castaña, las cosas habían marchado bien entre ambos, habiendo disfrutado el uno del otro y logrando divertirse ambos en el proceso. ¿O no era así? Tal vez su percepción fallaba, y por eso no había tenido más noticias de él.

Había dudado bastante antes de escribirle, a fin de cuentas, él no le debía ninguna explicación al respecto. Solo habían sido dos extraños con la fortuna de encontrarse y dejándose llevar por lo que en cada momento habían necesitado. El alcohol había sido cómplice no solo de charlas entre ambos, sino también de momentos en que cualquier palabra estaba de más y eran sus cuerpos los que se expresaban, buscando en el otro aquello que les faltaba.

Finalmente decidió escribirle, simples líneas que lo convocaban, si estaba dispuesto, a compartir otro buen rato juntos. “Dumbledore’s Night, 00 hs. Te espero. Mica.”

Al momento de enviar la nota, apenas faltaba una hora para la cita que pedía. Se apresuró a buscar entre sus prendas hasta escoger una falda corta de gasa color crema, hecha por muchos gajos que se superponían entre sí, dándole vuelo; junto con un corsé del mismo tono, ajustado a modo de marcar su cintura y resaltar sus curvas. Sandalias completaron el atuendo, justo a tiempo de salir rumbo al lugar de encuentro.

Una vez en la discoteca, se dirigió a la barra, pidiendo un gin-tonic antes de dirigirse a una mesa vacía, a la espera de que su invitación fuese aceptada.

@ Datura

oKhf7Mf.png

4dV4RuU.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 1 mes más tarde...

Salió por la puerta de visitas del Ministerio de Magia con el semblante sombrío, habían pasado aproximadamente dos meses desde que había regresado del extranjero y las cosas estaban demasiado cambiadas, uno de sus hermanos por ejemplo… era el mismo Ministro de Magia. Nada nuevo, la familia Malfoy siempre había tenido una profunda influencia en la sociedad mágica y se aprovechaba de sus recursos tanto sociales como económicos para reforzar su posición desde tiempos inmemoriales, su mismo padre Crazy Malfoy era conocido por haber sido uno de los Ministros de Magia más longevos.

 

Pero para el ojiverde las cosas no iban tan bien, siempre había sido un poco diferente al resto de la familia, no en cuanto al desparpajo y la arrogancia que los caracterizaba, pero, si en no dar todo por sentado y usar el apellido para abrirse paso, no le gustaba ganarse las cosas por influencia, sin embargo, parecía que era la única manera de ser alguien en esos tiempos.

 

Suspiró mientras caminaba distraído repasando para sus adentros la entrevista de trabajo que acababa de terminar y negó con la cabeza, había sido un completo desastre, estaba casi seguro que no le enviarían una lechuza invitándolo a trabajar en ese departamento, los ojos de su entrevistador se lo habían advertido desde el primer momento. Era una pena, el jamás había dispuesto del oro de la familia y el propio no es que fuera muy abundante, quizás tendría que hacer alguna especialidad o arriesgarse e invertir en un negocio.

 

Llegó pronto al pequeño hostal donde se hospedaba mientras el sol comenzaba a ocultarse en el horizonte y las luces londinenses comenzaban a iluminar las calles de la gran ciudad. Tomó una ducha rápida y se puso unos pantalones caqui con una camisa verde claro combinando con sus ojos, de zapatos eligió unos cafés de piel de dragón. Miró su aspecto un minuto en el espejo, se acomodó un poco el cabello con la mano derecha y se marchó.

 

Había estado en ese local un par de veces en el pasado, no era su favorito… pero las bebidas no estaban tan mal, entró en el Dumbledore’s Night sonriendo socarronamente al leer el nombre en la entrada. Ya dentro se dirigió a la barra más cercana, el lugar no estaba muy concurrido, pero era entendible ya que era temprano.

 

Whiskey de fuego – Dijo en voz alta dirigiéndose al barista, justo cuando el mismo le entregaba un gin-tonic a una chica que se marchó a una mesa cercana. El ojiverde la siguió discretamente con la mirada mientras se sentaba en uno de los altos bancos junto a la barra… la chica tomó asiento en una mesa vacía.

 

@ Mica Gryffindor

 

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La copa se acabó muchos antes que la respuesta a su invitación. No tardó en ir  buscar otro del cuál bebió un sorbo pequeño, y luego otro, intentando que la bebida perdure en su recipiente cuánto fuese posible. Los minutos transcurrieron hasta que solo hielo quedó contenido entre el cristal. Hizo seña para que la renueven, empezando a resignar que su cita nunca llegaría.

Suspiró, comprendiendo en ese momento y sus sospechas habían sido acertadas, la cosas con aquel caballero no habían acabado bien. De seguro era el fin de una historia pero ¿Qué más hacer? Tampoco habían asumido compromiso alguno entre ellos.

Las dos copas en su haber empezaban a hacerse sentir. Sonrío ¿Qué más daba? Tras aquel tercer gin-tonic se marcaría, sin compañía era más fácil estar segura de no cometer ninguna locura.

Tomó la copa con la mano izquierda, al tiempo que se recargaba más cómodamente en el asiento. Paseó sus verdes ojos, para contemplar alrededor, por fortuna había poca gente en el bar, lo que reducía el número de quienes habían contemplado su patética espera. Llamó su atención un caballero que se hallaba en la barra, con el cual cruzó mirada por un segundo ¿La estaría observando?

Apartó la mirada rápidamente, pensando por un segundo qué hacer. Apoyó la copa en la mesa y volvió a mirar al joven, apartando la silla a su lado, en clara invitación.

@ Carlomagno Malfoy

 

oKhf7Mf.png

4dV4RuU.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

El joven tomaba de su whiskey con parsimonia mientras observaba el comportamiento de aquella joven que parecía tener demasiada prisa en acabarse todo el licor del lugar pues vaciaba copa tras copa con suma facilidad. En cierto momento la chica levantó la vista y captó la mirada del Malfoy, pero la apartó de inmediato al sentirse observada, aunque un instante después lo miró de nuevo y movió la silla a su lado.

 

El joven le hizo una seña al barista y le pidió el resto de la botella que estaba tomando y se levantó con desgarbo del banco para dirigirse hacia el asiento que le ofrecían. Antes de sentarse y sin dejar de observarla posicionó la silla hacia ella y posó la botella y su vaso en la mesa.

 

¿Mal día o mala noche? – Preguntó el joven mientras se sentaba y miraba con curiosidad el atuendo de la joven, sin duda alguna tenía una gran figura. Fue una mirada rápida pero lo suficientemente indiscreta por lo que se vio obligado a mirarla a los ojos, verdes como los suyos mismos. Tomó un sorbo mientras esperaba la respuesta de la joven.

 

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Lo observó, curiosa de cuál sería su respuesta ante su improvisada invitación. ¿Qué la había hecho tomar aquella decisión? Tal vez el líquido valor que las copas le habían proporcionado, o la frustración de aquella invitación no correspondida. No lograba estar segura, pero sí de que el impulso se había vuelto acción, y ahora él se movía hacia su mesa, tras solicitar la botella de aquella bebida que había comenzado en la barra.

Sus verdes ojos no dejaron de llamarle la atención apenas él estuvo un poco más cerca y logró contemplarlos, tampoco él dejaba de observarla, así que no se sintió indiscreta.

La pregunta que rompió el hielo entre ambos no le sorprendió en absoluto. Era obvio que con quien fuera que hablase, al menos con quienes la habían visto aguardando sola en esa mesa la llegada de nadie, al menos indagaría sobre su forma de beber y mostrarse. Se mordió unos segundos el labio inferior antes de responder, era algo que hacía con frecuencia de modo inconsciente.

-Mal momento, podría decirse… ¿incómodo? Tal vez lo defina más bien de ese modo. Pero, sin dudas, no va a condicionar mi noche por completo -sonrió besando nuevamente su copa, bebiendo un poco más de aquella bebida, como si con ello esperara no perder el valor inicial. -¿Qué me cuentas de tu noche? ¿Dónde está tu cita? -agregó, dando por sentado que no creía que estuviese allí solo.

@ Carlomagno Malfoy

oKhf7Mf.png

4dV4RuU.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La escuchó con atención sin dejar de mirarla y sonrió ante sendas preguntas de la joven, se quedó en silencio un momento recordando el día que había tenido y que irremediablemente lo llevó a aquel lugar, a aquella situación.

 

Pues mi noche parece que puede ser mejor que mi día – sentenció como siempre esbozando aquella enigmática sonrisa, se había propuesto no pensar más en sus problemas, al menos por una noche.

 

Si tú no tienes un inconveniente con ello, eres mi cita – dijo el ojiverde con seguridad mientras tomaba una servilleta y dirigía su mano hacia la comisura de los labios de la chica que no se percató que tenía una gota a punto de resbalar de su gin-tonic. La limpió con tranquilidad y añadió – Mi nombre es Carlomagno, me puedes llamar Carlo

 

Había omitido nuevamente dar su apellido por algún motivo que hasta el mismo desconocía y sintió como una gélida sombra se posaba sobre sus ojos al pensar en ellos. No tenía idea de como reaccionarían ante su regreso. Notó la mirada de la joven y se despabiló rápidamente buscando refugio en el liquido ambarino que quedaba en su vaso.

@ Mica Gryffindor

 

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

Cargando...
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.