•Juan Valdez Café ®• (MM B: 100831)

[Darla G Dumbledore]

La rubia tomó de un trago la bebida que tenía frente a ella y se puso de pie, el silencio del lugar la empezaba a entumecer.

 

—Bueno señoritas, creo que es hora que empiece mi función de cazafantasmas —bromeó, en referencia a una película que su sobrina muggle la había obligado a ir a ver —con tu permiso Tauro, iré a revisar esa bodega que has mencionado —comentó tras hacer una reverencia a las dos damas caminó hacia lo que parecía ser el ingreso a las dependencias.

 

Mientras pedía permiso a los empleados, que la miraban con expresión extraña y dirigían su vista hacia la dueña del lugar, para recibir su asentimiento, había aparecido en su diestra su varita. Con su mano libre aflojó el cierre de su chaqueta y comenzó a descender los escalones hacia la bodega. Recuerdos de la bodega de otro local vinieron a su mente mientras descendías los escalones, pensando en qué habría sido de la vida, o la muerte, de cierto fantasma bastante molesto, amigo de la Potter Black.

 

A medida que descendía la música del primer nivel se iba apagando pero el aroma a café se iba acentuando. Se detuvo de pronto, en su mano el anillo detector de enemigos vibraba muy levemente, era casi imperceptible, pero podía sentir las suaves ondas que éste desprendía sobre su dedo.

 

Levantó la varita, no necesitaba invocar un lumus para ver, los ojos de la vampira observaban todo a su alrededor, podía sentir lo que había inquietado al anillo y probablemente mal influído sobre los clientes de la dueña del local. Era más que una mala vibra, era como un recuerdo, un escudo, algo que detenía con fuerzas oscuras y contagiaba la tristeza, no con la fuerza de un dementor pero sí era seguro que provocaba las pesadillas de los magos como si de un káidan se tratara. De hecho, el resplandor verdoso, se le parecía, en parte, éste era casi como si estuviera dentro de un cofre, cerrado, filtrándose entre las rendijas, no brillante y peligroso como el que había conocido alguna vez.

 

—Specialis Revelio —era básico, era efectivo y era la base para aplicar otros hechizos cuando… —¡por las barbas de Merlín! —se agachó y rodó por el piso, evitando que un halo translúcido chocara su cuerpo, fue casi como si una serpiente hubiera surgido de repente desde las sombras, desde la boca de una calavera. Kim supo de inmediato qué era aquello, quizás no fueran los libros los que estaban enfermando a la gente, o tal vez los libros tuvieran el mismo origen que lo que defendía aquel lugar. Tenía que averiguarlo, pero no creía que fuera nada bueno.

[Tauro M.]

Marion Smith

 

No sabía si existía un límite en cuanto al sonrojo, pero estaba segura de que lo había alcanzado. La joven que tenía frente a mí no dejaba de darme cumplidos y la verdad es que no sabía cómo responder a ellos. Tuve un impulso de tomarla de las manos y eso fue exactamente lo que hice, agradeciendo que pensara tan bien de mí cuando apenas teníamos escasamente una hora de conocernos. Ella era una chica muy guapa, pero además era una persona muy agradable.

 

-- Yo también estoy encantada de haberte conocido --le dije con sinceridad --Y algún día espero que hagas un retrato de mí. ¡Pagaré! ¡Lo prometo! --me apresuré a decir.

 

-- Estudio a los muggles --le respondí, aunque procuré acercarme más a ella pues sabía que no muchos magos y brujas gustaban de ellos --Bueno, estudio con ellos, quiero decir. Tienen los mejores chefs del mundo y mi idea es aprender todo lo que pueda de ellos y replicarlo con la magia, de allí que también haga un poco de cocina experimental --Me sentía tan cómoda hablando con ella que no quería que ese día llegara a su fin.

 

-- Prometo que cuando abra mi propio restaurante te invitaré a comer. ¿Aceptas?

 

 

La búsqueda de los objetos malditos.

Kimberly habló del uso de runas antiguas como método de rastreo y la idea no me pareció mala, sino todo lo contrario. La magia siempre dejaba un rastro que dependiendo del tipo podía ser muy obvia su marca y si no, había que emplear una magia aun más poderosa para que esta se revelara. Me agradaba que una persona como ella estuviera ahí, ya que se notaba que sabía lo que estaba haciendo o al menos demostraba lo que se esperaba de ella.

Sonreí al adivinar lo que estuvo a punto de decir, pero vi que se cohibió al ver a Sagitas allí, si tan solo supiera... No, no podía morder esos pequeños anzuelos que aunque no fueran a propósito me hacían querer volver a mis viejas costumbres que solo practicaba cuando estaba sola. Después de que la rubia terminara de hablar tuve mucho cuidado de elegir mis siguientes palabras.

-- Toda magia merece ser explorada ya que es útil en diferentes situaciones. El uso que le des es otra cosa, pero sigue siendo magia. Vamos a intentar lo de las runas, no son mi fuerte pero algo de conocimiento tengo al respecto. ¿Necesitas algo de mi parte para empezar?

 

Kimberly no tardó en ponerse manos a la obra y yo la seguí de cerca curiosa por saber lo que haría a continuación, aunque en algún momento tomé un camino diferente para inspeccionar algo que había llamado mi atención. Llegué justo a tiempo para verla rodar por el piso y la ayudé a ponerse en pie.

 

-- ¿Estás bien? ¿Qué ha sido eso? --me apresuré a preguntar.

 

@@Darla Potter Black @Tamarindo

[Tamarindo]

--Caray, eso es estupendoso!

 

Grité de la emoción al saber que estudiaba cocina o chef o resposteria o lo que sea de cocina (todo me encanta, yo era una excelente repostera amateur, pero no se lo decía a nadie porque entonces todos queria probar de mis cositas... prefiero que Harapos, el elfo de sugus me haga las galletas y no tener que hacerlas yo jaja) con los muggles, porque ellso son los que mejor saben cocinar de este mundo. Los magos son muy vagos y usan magia, pero los muggles hacen todo a mano y usan a veces maquinas para agilizar el proceso... (si es que estoy puesta y todo jaja)

 

Vi que se puso roja cuando grité y me acerqué a ella, agarrada de las manos como dos colegialas, y le dije mas bajito, porque vi que le molestaba a lo mejor que hablara tan efusiva.

 

--Es estupendo que estudies chef con los muggles, son los mejores en es, no usan magia y saben hacer todo mejor que nosotros. Yo soy repostera amateur y tambien cocino sin usar magia. es como mas se disfruta de la cocina. Me alegro mucho que tu no cojas atajos con ese estudio +.+

 

Con la mano que me quedaba libre, afortunadamente la derecha, corté un trozo de tarta y me lo comi, estaba tan bueno que podría llorar de la emoción de lo bien que sabe... seguro que me lo nota en la cara a cada bocado que doy, que está deliciosa.

 

--Y si me invitas a comer a tu restaurante, da por echo que el cuadro que haga de ti será una invitación tambien. Trato?

 

@@Tauro M.

[Ela Karoline]

 

El café era una de las adicciones a las que Ela Karoline prestaba especial atención sobre todo por las mañanas y cuando su nivel de energía bajaba o el estrés y la ansiedad se manifestaban, era la forma en que todo mejoraba, si, si. con una taza o un vaso del aromático producto en cualquiera de sus prestaciones, caliente o frío, negro o con crema, leche, especias o helado, lo importante era el café, ese bálsamo que le devolvía el equilibrio a su cuerpo y a su día.

 

Para ello hoy había escogido un lugar muy tranquilo y bonito, Juan Valdez, café colombiano, que se vanagloriaba de los granos selectos y del cultivo con respeto en el mundo, según lo que le habían recomendado, bueno, hoy lo disfrutaría en el propio Callejón Diagón en el país inglés.

 

--¡Genial!-- exclamó cuando entro en los jardines, las plantas de café, allí mismo, al aire libre perfumaban ofreciendo un preámbulo al disfrute de la bebida, un oasis que permitía la vista de los transeúntes de forma relajada, así se sintió cuando ocupó una de las mesitas.

 

--Un tinto, por favor-- pidió al tiempo que se quitaba los guantes de ambas manos y los colocaba en su regazo esperando que su pedido llegará.

Editado 19 de Junio del 2020 por Ela Karoline