Stormride Ghost Ship (MM B: 102158)

[Maida Black Yaxley]

Se sobresaltó y se encogió como un gato al que le cae agua en cuánto oyó el exabrupto de Cillian, ella sin duda no estaba acostumbrada a ser tan, suelta de lengua, por decirlo de alguna manera, sus mejillas volvieron a ruborizarse e internamente agradeció cuando se separó de él. Mejor dicho, cuando él se alejó de ella. ¿Pensaba seguir siendo la ermitaña que Agares había formado? La verdad, era que ya no sabía nada. Incluso comenzaba a plantearse la posibilidad de tomar la poción de olvido que seguramente su madre podría preparar para ella.

 

Si tan sólo tuviera el valor.

 

— No pienso decir nada de tus consejos —comentó con una risa contenida—, eso sí, si incluye chicos desnudos, no creo que los tome muy en cuenta.

 

Ella advertía, podía dejarle fantasear todo lo que quisiera con convertirla en una bruja un tanto más...liberal, pero de ahí a hacerle caso y comenzar a forjar una lista de chicos, había un mundo de diferencia. Ni siquiera toleraba darles la mano, a ver cuando nos imaginábamos un beso. De momento el enfoque romántico de Maida Ivashkov seguía estancado en un puente de Venecia, muchos meses atrás ya.

 

Siguiendo sus pasos alocados, se adentró en la cubierta del barco, supuso que al lado de él nada malo o nada que pudiese comprometer su integridad podía pasarle.

 

— Muéstrame —dijo con una voz cantarina y cómplice—, pero, por favor, sin decirme el número exacto de tus conquistas o terminaré imaginando que cada hombre con el que hablo...ha visitado tu alcoba.

 

@Cillian

[Cillian Haughton]

— ¿Mi alcoba? Venga, Maida... ¿De qué extraño mundo vienes?

 

La verdad era que ninguno de los chicos con los que el Ryddleturn había estado ni siquiera habían conocido el castillo de su familia; lo más lejos que alguien había logrado llegar en ese ámbito era el pasar un par de noches en la isla privada de la familia y eso sólo porque podría decirse que lo consideraba algo así como el amor de su vida.

 

— Bueno, no importa en realidad —continuó hablando mientras descendía por la extraña escalera—. Si no quieres que nuestra amistad involucre chicos de por medio, intentaré alejarlos de ti lo más que pueda. Es una promesa... —Sus palabras se perdieron en medio de la frase, había llegado al lugar que quería.

 

El vestido seguía ahí por suerte, ¿sería que Axel lo guardaba por un recuerdo en especial o simplemente estaba ahí porque nadie se paraba nunca en aquel barco a comprar más nada? Bueno, no era el momento de preguntarse aquellas cosas y tampoco era momento de contarle a Maida cuál era la historia exacta sobre aquel impresionante vestido rojo.

 

— ¡Debes usarlo! —Más que una petición, era una orden. Estaba completamente seguro de que aquel vestido le vendría perfecto a la chica.

[Maida Black Yaxley]

Su nuevo amigo la jaló hacia la parte interna de la abandonada embarcación y aunque ella apreció lo que sus ojos veían, casi vuelve a salir corriendo cuando escuchó la propuesta del joven, ¿Qué se pusiera el vestido rojo? Si, claro, y sólo por combinar, su rostro ya estaba de ese color.

 

— ¿Estás loco? Yo no tengo los galeones para e...

 

Pero vio su rostro. Claro, nadie había dicho nada de comprar nada, él simplemente quería verla con eso, ni siquiera tenía claro el porqué, pero supuso que para alguien con una personalidad tan burbujeante como la de Cillian, pues, eso era cosa normal. Resopló, casi resignada y se dispuso a cambiarse detrás de un biombo. Poco importaba los gustos del joven, ella no estaba por desvestirse delante de él.

 

Poco a poco su cuerpo dejó la túnica turquesa en el suelo y se fue enfundando en aquella tela roja que se ceñía a su cuerpo de maneras que normalmente ella no permitía. Y es que la verdad, no se sentía muy cómoda exponiéndose así, el vestido era hermoso, ciertamente, en eso, el joven no había mentido. No lograba terminar de cerrarlo, por lo que salió de detrás del biombo sujetandolo un poco.

 

— Vas a tener que ayudarme con esto —dijo mirándolo aún con cierto rubor en sus mejillas—, ciertamente no entiendo porqué te hago caso, pero te juro por los huesos de Morgana que si me meto en líos por esto, te voy a perseguir por todo Ottery.

 

@Cillian

[Cillian Haughton]

— ¿Y de qué sirve la vida si no es para meterse en líos? —Le cuestionó mientras le ayudaba a cerrar el vestido.

 

Cuando terminó, le dio una palmada en el hombro para que se diera vuelta. Aquel vestido le quedaba más que perfecto, parecía que había sido confeccionado especialmente para ella... Y pensar que estuvo a punto de formar parte de su guardarropa. Admiró a la chica por un par de segundos y le era casi imposible borrar la mueca de asombro que se había dibujado en su rostro.

 

— No me importa que digas que no, pero ese vestido es tuyo —sentenció—. Y bueno, ahora es el turno de buscar algo para mí. No podemos ir por ahí desentonando de esta manera, necesito algo más acorde a tu nuevo vestido.

 

Un minuto después ya había recorrido todo el espacio con la mirada y nada parecía ser lo bastante adecuado. Suspiró, tenía una tarea difícil y seguro que tendría que rebuscar entre el contenido del centenar de baúles que los rodeaban. Devolvió su atención a Maida y con un ligero movimiento de cabeza la invitó a que le ayudara en su búsqueda.

 

— Es hora de encontrar el traje perfecto —chasqueó un par de dedos y se desplazó hasta uno de los baúles más cercanos.

[justo]

Habia visto muchas cosas curiosas en el Callejon Diagon, pero eso...nada menos que un bergantin. ¡Ahi es nada! es que ni en el mas loco de mis sueños me lo podia imaginar.

 

Bueno, pues ya que estamos aqui tendre que subir al barco. No se me habia ocurrido venir por aqui si no tuviera que entregar el Augurey que llevo en esta jaula, la verdad es que me da no se que devolverlo, ya se que no es mio pero es que es un animalito tan cariñoso...

 

La cubierta parece desierta, pero alli hay una puerta que debe conducir al interior ¿habra alguien?

 

Me acerque a la puerta y con mano firme llame con los nudillos, cuestion de esperar.

Editado 7 de Enero del 2020 por justo

[Anthony R. Dracony M.]

El halcón peregrino planeaba aprovechando las corrientes de aire, ese día no tenía entregas ni ninguna cosa que hacer de encargos o búsquedas. Pero había pasado tanto tiempo marchando a Francia, que le apetecio pasar por el callejón Diagon.

La altura a la que se encontraba, era la conveniente, muy alta para no ser percibido de primera intención, a no ser que estuviese por ahí algún ornitologo . Altura suficiente para poder ir viendo sin ningún problema el andar de la vida con su prodigiosa vista.

El día era magnífico, sin nubes en el firmamento y un sol que iluminaba y proporciona un calor agradable. Con elegancia mueve sus alas y descubre que todo invita a disfrutar de la tarde.

Da una vuelta y pasa muchos metros arriba de aquel mastil en el que ondea una curiosa bandera...

@@Axel Rexdemort

[justo]

LLame durante mas de un minuto pero no contestaba nadie. Lo mismo habia salido y por eso no estaba disponible, llame un poquito mas y al no haber respuesta me decidi y entre.

 

- ¿Hola ? ¿Hay alguien?

 

El silencio me respondio. La puerta daba a un pasillo largo quizas no me estaban escuchando, cogi la jaula del augurey que piaba desconsolado y cruce el pasillo hacia la siguiente puerta. LLame de nuevo. Esta vez estaba dispuesto a esperar con paciencia.

[Anthony R. Dracony M.]

Kautet "Halcón Peregrino"

 

El color...la forma...el símbolo en la bandera...todo eso llamo la atención del ave, que dio una gran vuelta en u para retornar cerca de la bandera, sus patas aprestaron sus garras, afiladas y fuertes, que sin ningún esfuerzo, desgarraron la tela haciendola jirones y entonces satisfecho, volo con idea de encontrar alguna presa...

Rodeo la embarcación y su asombrosa vista descubrieron una presa que le pareció apetecible...un ave algo delgaducha. Se comenzo a acercar, un mago la llevaba en una jaula y entraba al interior de aquella construcción.

El halcón se acerco amenazadoramente, pero apareció otro mago en la cubierta (@@Axel Rexdemort) quién llamo por su nombre al ave, pues tenía tiempo que había ido a entregar una misiva a aquel mago con interesantes tatuajes en la piel. El halcón reconoció al mago y remonto el vuelo para alejarse y marcharse a otro sitio a probar suerte cazando.

@justo

[justo]

Da la sensacion de que no hay nadie, si de mi dependiera dejaba aqui al augurey y me iba. Da la sensacion de que al dueño no le importa mucho el animal, aunque quizas yo este equivocado. Pero es lo que se da a entender, porque si yo fuera el estaria pendiente de recibirlo.

 

No se que hacer, por un lado me iria pero el augurey me mira con esos ojazos...y es un animalito tan tierno... no se, no me gustaria dejarlo solo, a saber que le pasaria si asi fuera.

 

Esperare un poco mas, tengamos paciencia.

[Axel Rexdemort]

El golpe fue sordo, Axel tenía el piso de madera justo debajo de la espalda. Se levantó algo adolorido, abriendo los ojos lentamente, el golpe de repente lo había despertado, cuanto tiempo llevaba dormido. Miro a la izquierda intentando ignorar el dolor mientras el hombre se levantaba confundido y miraba con la rabadilla del ojo la botella de licor y las extrañas pociones. - ¿Qué demonios paso? – Se dijo a si mismo poniéndose de pie, para ver la finta que se cargaba.

 

Un par de golpeteos venían de arriba. El tatuado tenía un dolor de cabeza enorme, en la espalda y no entendía nada de lo que pasaba. Maldijo en danés, mientras salía tambaleándose de su pequeño cuarto, caminando descalzo sobre la madera húmeda, siguiendo el sonido del exterior.

 

Tomo una manta para cubrirse el torso desnudo y subió las escaleras a paso veloz, alguien estaba tocando.

 

Forcejeo un par de segundos con la puerta de madera en la oscuridad, cuando por fin la aldaba cedió y Axel abrió la puerta, mirando a un hombre con ojos verdes enfrente de él.

 

-Hej.- Dijo confundido Axel, girando un poco la cabeza y levantando un poco la ceja derecha. Cuando un sonido llamo la atención, y detrás pudo ver una jaula. – ¿Colby? – Preguntó para si mismo, cuando las neuronas conectaron, aquel hombre venía a traer a su augurey.

 

-Ohh… Lo siento, lo siento.- Bajo un poco la cabeza en señal de disculpa. – Una disculpa, tenía... problemas técnicos. – Irguiéndose nuevamente. –Vienes a dejar a Colby, ¿verdad? –

 

Mirando con curiosidad. Hace apenas unos minutos antes se había caído de la cama, y no había despertado completamente.