Stormride Ghost Ship (MM B: 102158)

[Mey Potter Black]

La capa de viaje cubría su rostro de las miradas curiosas en aquella traquila tarde de octubre. Era de común conocimiento el hecho de que los aurores continuaban buscando a la bruja, aún cuando su trabajo se remitiera a las artes oscuras y esta en ningún momento las hubiera combocado, pero claro, era de común conocimiento el acuerdo oscuro entre dicho departamento y las fuerzas de la Marca Tenebrosa.

Su paso era rápido y lánguido al mismo tiempo. Su ceño continuaba fruncido todo el tiempo, y de vez en cuando intercambiaba alguna que otra palabra con la bruja a su lado, otra compañera Demon Hunter, Mei Black Delacour quien, al igual que ella, no se encontraba muy a gusto allí. Sobre todo porque la Potter Black no resultaba una buena compañía nunca.

-Aquí estamos...

Murmuró al llegar frente al local Stormride Ghost Ship. No necesitaron intercambiar ninguna palabra más, luego de invocar su patronus, un feroz nundu adulto, llamando por refuerzos, sendas brujas ingresaron al local para encontrar allí sin ningún problema a Gyvraine C. Sullivan. La batalla recién comenzaría.

[Mei Black Delacour]

Observó de reojo a Mey. Había alcanzado a detectarlo ella también, la presencia de una mortífaga rondando en el Callejón, en alguno de los locales probablemente. Algo distraída, movió su varita entre sus dedos, jugando con ella, no estaba de humor para ir a cazar, pero era la compañera nocturna de la Potter Black, por lo que le daría una mano.

 

El rostro de la Delacour ya estaba cubierto por la luz, y con su vestimenta de siempre que constaba en unos zapatos a juego con un vestido corto y escotado, tapado levemente por una capa de viaje, sin más, comenzó a caminar por el callejón, dirigiéndose hacia donde la otra Demon Hunter le indicaba. Hasta que llegaron a las afueras del Diagon, se hallaron con un local bastante particular llamado Stormride Ghost Ship, al cual ingresaron y se dirigieron de inmediato hasta donde Gyvraine se hallaba.

 

–Henos aquí – murmuró por lo bajo Mei, tomando a Aukan entre sus dedos y volviendo a jugar con ella de forma distraída.

[Mey Potter Black]

Ubicándose a una distancia prudencial de seis metros de la mortífaga, Mey desenvainó al instante a Nefertiti, su delgada varita de negue africano antes de que la mujer tuviera tiempo de prepararse. Aquella noche la bruja no quería perder tiempo en trivialidades como presentaciones, acusaciones o defensas. La aburrían de sobremanera de una u otra manera.

-Ardius...

Susurró para luego pensar un Confundus dirigido a Gyvraine. La mujer cedió al instante ante el efecto del hechizo, el cual la sumió en una completa enajenación. Confundus, repitió el mismo pensamiento, logrando que Gyvraine volviera a caer bajo el mismo efecto, dándole tiempo a su compañera, Mei, de que hiciera lo suyo.

-Ahora te toca a tí...

Adivirtió sin dejar de apuntar Gyvraine con su arma mágica.

-Incárcerus!

Dijo finalmente invocando tres gruesas cuerdas: la primera fue impactaría de lleno en las muñecas de Gyvraine, atándolas en torno a sus caderas, la segunda haría lo mismo con sus tobillos, impidiéndole caminar (la primera le impediría tomar la varita correctamente) y la tercera se dirigiría a la boca, la cual no la dejaría hablar.

[Mei Black Delacour]

Artículos de piratería, ¿eh? Pensó para sus adentros, observando el lugar que en cierta forma le producía escalofríos, pero al ver que la otra Demon Hunter se preparaba para el ataque, casi de forma distraída tomó firmemente a su varita y se colocó a siete metros de Gyvraine.

 

–Expelliarmus – murmuró, aprovechando el ataque de la Potter Black, haciendo que un rayo fuera de inmediato hasta la mortífaga, impactándole en el pecho y haciendo que su varita saltara por los aires a una distancia de cinco metros de ella, justo a su izquierda – Accio varita – dijo ahora, haciendo que el objeto mágico se moviera hasta llegar a la mano libre de la Delacour, quien atrapó en el aire la varita ya la sujetó con fuerza para evitar que se la arrebataran o algo similar.

 

Volvió a observar el lugar, no le gustaba, tenía algo que le causaba un malestar en toda su espina dorsal. Sacudió enérgicamente la cabeza a la vez que observaba a Mey de reojo.

 

–Hoy no estoy especialmente inspirada en ver siquiera una gota de sangre – comentó como quién no quería la cosa.

[Mey Potter Black]

-Encantador.

Murmuró con falso entusiasmo al tomar un camafeo de pesado oro del montón y sopesarlo en su mano. En el interior descansaba el atractivo rostro de Mistify Malfoy: un artículo robado sin lugar a dudas.

-Vaya, no se salvan sus sus propios Altos mandos -se sonrió volviendo a depositar en su lugar

Aún no llegaban los refuerzos de Gyvraine en el local Stomrmride Ghost Ship, un nombre bastante complicado si le preguntaban a Mey. Pero la bruja tenía la corazonada de que en aquella ocasión sí llegarían a salvarla. Sin prestar atención al impacto de sus propios hechizos (los cuales ya prácticamente tenía asegurados), Mey no perdió el tiempo....

-Corpus Patronus!

Invocó aparatosamente, invocando la presencia de un magnífico ave fénix adulto. El animal se dispuso junto a su ama con la misión de protegerla ante cualquier ataque, y así mismo curarla a ella o a su compañera de ser necesario.

-Morphos!

Dijo a continuación apuntándose a sí misma. Su ajustado vestido de cuero mutó para convertirse así en piel de dragón. Este nuevo vestido repelería la mayoría de los rayos que pudieran dirigirse a ella.

-Piertotum Locomotor!

Dirigó su varita mágica esta vez en dirección en donde se encontraban las estatuas talladas en hueso del demonio Belial. Sendas esculturas se separaron de su lugar, adquiriendo vida propia y se dispusieron junto a Mey, protegiéndola.

-Muy bonitas ¿eh? Podría quedarme a vivir aquí -le sonrió ladinamente a Mei -. Y si sus compañeritos no se dignan a aparecer, al menos procuremos no tratarla mal.

Razonó mientras observaba con detenimiento los filosos cuernos y colmillos de sus estatuas.

[Mei Black Delacour]

Sonrió de forma irónica, vender artículos robados de sus propias camaradas, esa era nueva, debía felicitar al dueño de aquella tienda, era original y bastante vivo. Observó de reojo las defensas que su compañera hacía, aunque al momento de realizar las últimas, casi saltó en el lugar, ¡¿qué rayos eran esas cosas?!

 

–No sabía que te gustaba ese tipo de cosas –comentó en susurros, sin sacar de encima los ojos del demonio que había adquirido vida gracias al piertotum locomotor de Mey –. Corpus Patronus – murmuró bajo, tratando de no distraerse con aquella fea imagen y logrando invocar un ave fénix del tamaño de un cisne adulto que parecía dispuesto a defender a Mei de cualquier ataque con sus garras largas y filosas, y su pico –. Tratarla mal nunca, que yo sepa siempre les perdonamos la vida una y otra vez con tal de ver algún cambio en ellos. La esperanza es lo último que se pierde – agregó, soltando un leve suspiro y jugando nuevamente con su varita mientras acariciaba la cabeza del fénix que se había colocado a su izquierda.

[Mey Potter Black]

-¿Gustarme? -repitió las palabras de Mei -. Me fascinan... Luego de luchar tanto tiempo contra las magia oscura, el sentimiento de atracción es algo inevitable.

Murmuró más para sí misma que para su interlocutora. Aún cuando la eléctrica mirada de la Potter Black se encontrara en las demoníacas estatuas que la custodiaban, su hilo de pensamiento corría por otros rumbos, centrándose en el atractivo perfil de aquel demonio que últimamente la hacía sucumbir en las inquietas aguas de la perdición espiritual.

-Lo importante es saber detenerse a tiempo. La autodeterminación, Delacour -susurró el apellido de la Demon Hunter a su oído, de forma tal que solo esta pudiera oírla -. Supongo que esta vez debo llevármela yo ¿verdad?

A regañadientes se acercó hasta el cuerpo reducido de Gyvraine y la obligó a acompañarla, arrastrándola prácticamente del brazo para que la siguiera a duras penas, con la cuerda en sus tobillos dificultándole el paso. Detrás suyo iba Mei muy campante por haberse ahorrado un viaje a la cárcel fenixiana. Con el latente malhumor surcando nuevamente su semblante, Mey no olvidó invocar un fénix de luz azul de tamaño real en el cielo raso del local mortífago.

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-Tú no te alegres tanto, que vendrás conmigo...

 

Advirtió a Mei, una vez hubieran salido del local, en un lugar en donde ya podían desaparecerse. Antes de que la mujer pudiera hacer o decir algo, Mey la tomó por el brazo también, y junto a Gyvraine, desaparecieron juntas rumbo a Abaddon, donde la mortífaga sería finalmente juzgada.

 

 

OFF

Saldos

Gyvraine C. Sullivan es capturada con vida luego de caer bajo el efecto de sendos confundus, haber sido desarmada y atada, de forma tal que no pudiera defenderse. Aún hacer, y tras haber transcurrido una hora desde el ataque y sin haber recibido respuesta, se da dichos hechizos como impactados.

 

ODF: tanto Mei como Mey salen ilesas del lugar.

 

Saludos, y disculpen las molestias, cosas del deber (?) .-. xD

 

[Axel Rexdemort]

Axel levantó una ceja, dos chicas había llegado y atacado a su única y potencial clienta. Sin embargo sus iluminados rostros brillaban como si se tratasen de focos de 700 watts el joven solo se alejo para observar como atacaban a la mujer.

 

 

 

- Dos contra uno, siempre tan justo. - Exclamó el joven sin mover ni un solo dedo, los asuntos de bandos hacía tiempo que no le importaban, así que prefería no meterse directamente a un conflicto con aquellas hijas de la luz, ya tenia un par de problemas encima, para si algunos aurores (o fenixianos creo) fueran a causarle mas.

 

 

 

- Te iré a visitar. - Susurró en el momento en el que ataban a Gyvraine y levantando la mano para decirle adios, era extraño ver esa escena pero Axel creía que ese era el precio de estar en un bando.

 

- A no eso no. - Gruño el danés al observar que una de las mujeres invocaba un fénix.

 

Un pollo de fuego no, que me quema la mercancía. - Tomando de una esquina una escoba con la cual, hubiese limpiado la proa hacia unos días. - Shu shuuu, largo pajarraco. - Grito el joven moviendo de un lado al otro su arma para intentar alejar a aquel animalejo de sus cosas, Axel tenía que ser exigente con los estandartes de calidad, la mercancía quemada no se podía vender.

[Lyra Katara Selwyn]

Era la primera que iba a ese lugar. Sin duda era un poco extraño ver un bergantín en las afueras del Callejón Diagón, pero sin duda alguna bastante original. Alise mis pantalones de mezclilla, pensando si subir al mismo o no. Después de meditarlo, subi por la escalera de madera que daba acceso a la cubierta, procurando no soltar mi monedero de piel de moke, ni mi varita que siempre me acompañaban, por suerte, iba bastante informal, con tennis y una playera de angas cortas también de mezclilla, todo color negro.

No pude evitar contemplar los tres mástiles, bastante tenebrosos. Seguramente si se hubieran encontrado ese barco en alta mar, uno temblaria de nuevo. Empece a curiosear las cosas que tenían en la cubierta, se podría hacer un buen disfraz con todos esos objetos, aunque las botellas de vino llamaron mi atención.

-¿Hola?- Llame, el barco era bastante grande y de donde estaba no podía ver bien el extremo.

Segui paseando por la cubierta, hasta que llegue a la entrada del cuarto interior. Suponía que no tenía nada de malo entrar a ver, en lo que me recibía el dueño o algún empleado. De inmediato, quede maravillada con todos los objetos que había ahi, acercandome al atuendo de la Banshee de los mares agitados.

-Es precioso.- Dije en voz alta.

Ese cuarto me gustaba cada vez mas con cada paso que daba. Me acerque a un curioso dije que tenía la forma de un dragón bola de cuerno chino con una pequeña R grabada en la cola. Me quede sorprendida, ¿acaso era el dije que habían robado? ¡Si! Estaba segura que solo los miembros de la familia tenían un dije similar.

-Perfecto. ¿De dónde habrán sacado esto?- Mencione en voz alta nuevamente, mientras lo tomaba en mis manos.

No quería sacar conclusiones tan rápidas. Quizás el dueño del negocio no había intervenio en el robo y solo había comprado los objetos. Eso esperaba. Seguí paseando mi mirada en busca de mas objetos de la familia que pudiera reconocer.

[Axel Rexdemort]

Tonto pollo. - Replicó el danés cuando por fin habia dejado el barco, esos conflictos de bandos eran tan molestos y producían tantas perdidas económicas.

 

-Le gusta el dragón, lo encontré en una barata.- Exclamó con su grave voz aún con la escoba en la mano, y con algunas plumas azules sobre su cabello. - Podría venderlas como recuerdos. - Pensó el Rexdemort al limpiarse la cabeza y deja la escoba en una esquina contra la puerta y acercarse a la mujer.

 

- Madrina. - Dijo el joven extrañado y una sonrisa apareció sobre su rostro, mientras sacudía sus pantalones, no quería causar una mala impresión, y más por que hacia tiempo que no la veía, al reconocer a Lyra dentro del negocio, lo que le produjo aquel gesto sobre su cara.

 

- Que alegría que venga al local. - Acercándose para saludarla con un beso en la mejilla. Axel solo sonrió, siempre le parecía tan extraño que ella siendo su madrina se viera incluso más joven que el, lo más probable seria que ella tuviera un pacto con el mismo demonio para lucir tan bien. - Viene a ver las curiosidades que vendo? o no me diga, ¿Anda buscando disfraz para Halloween?. - Bajando un poco la voz. - Escuche que la hija del primer ministro, Mackenzie esta preparando una gala que podría fácilmente gastar toda la fortuna Malfoy. - Sacudiendo nuevamente su negro cabello. - Este año planeo asistir a esa fiesta, quien sabe podría ser divertido. -

 

- Lo que sea que le interese, adelante tómelo. - Alejándose un poco aun con la sonrisa en el rostro, el ver una cara familiar lo alegraba bastante, y con la idea de contratar gente por que se sentía algo solo aun rondaba sobre su cabeza. - Ese dragón es lindo, actualmente tengo una fascinación con las joyas antiguas.-

 

Caminando hacia el mueble donde exponía varios vestidos. - Aquí hay algunas otras como collares o guardapelos. - Los ojos de Axel se iluminaron al ver aquella joyas, su colección no era tan grande pero le gustaba en verdad y se sentía complacido de haber obtenido cada una (robándoselas a su madre Alicia)

 

 

- Ser coleccionista de artefactos así, es mucho mejor que ser granjero.- Riendo un poco, Axel era muy bueno cultivando la tierra y cuidando animales, pero eso no dejaba ganancias.