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Clinica Santos Mangos (MM B: 87868)


Sagitas E. Potter Blue
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Rubro: Atender a los heridos y enfermos mágicos sin importar su condición, raza, sexo o bando

Propietario del Local: Sagitas Potter Blue (sustituyendo a su anterior dueña, Hayame Vladimir Potter Black)

 

Descripción: Un edificio grande, rectangular; blanco, enorme y huele mucho a antiséptico.Tiene 3 plantas, con dos alas cada una, en total 6 espacios diferenciados según la especialidades. En el ático, una hermosa terraza con barandal rodea las diferentes áreas administrativas, la cafetería, la tienda-floristería y la capilla.

 

Planta baja:

Se accede por una gran puerta de cristal opaco que no deja ver el interior y, sin embargo, al revés se ve perfectamente. Se abre por la mitad cuando detecta que alguien se acerca, cerrándose herméticamente en cuanto ha cruzado el dintel. A lo largo del pasillo hay cuatro chimeneas conectadas a la Red Flu. Al final del hall, la Recepción de color azul donde toman nota de los datos del pacientes. A la derecha, una puerta que lleva a servicios internos (como las salas de descanso del personal de la clínica, las habitaciones para las guardias, la zona de los miembros de seguridad y los archivos), que nunca será traspasada por los pacientes, pues sólo se entra con el pase particular de cada empleado. A la izquierda, los ascensores y los boxes de urgencias.

 

Primera:

Ala derecha: Heridas provocadas por criaturas mágicas

Ala izquierda: Accidentes por varitas mal dirigidas (incluye los ocasionados en reyertas familiares)

 

Segunda:

Ala derecha: Envenenamientos por ingesta o por contacto de productos mágicos.

Ala izquierda: Envenenamientos producidos por uso o abuso de botánica muggle.

 

Tercera:

Ala derecha: pediatría

Ala izquierda: Psiquiatría

 

Sótano:

Morgue y Resurrecciones.

 

 

Personal de servicio:

 

Eledhwen Hufflepuff, Sanadora

Heliké Rambaldi Vladimir, Jefa de enfermeras

Sagitas E. Potter Blue, Directora.

Recepcionista.

 

(Anterior versión del topic de rol)

 

 

Objetos propiedad de la Clínica:


Objeto 1: Poción Desinfladora: Contrarresta hinchazones por heridas leves y golpes; cura cardenales, moretones y pequeños hematomas.
Objeto 2: Poción Desinfladora: Contrarresta hinchazones por heridas leves y golpes; cura cardenales, moretones y pequeños hematomas.
Objeto 3: Poción Reabastecedora de Sangre: Poción que aumenta la cantidad de sangre en el cuerpo.
Objeto 4: Poción Reabastecedora de Sangre: Poción que aumenta la cantidad de sangre en el cuerpo.
Objeto 5: Poción Olvida Amores: Dulces besos, caricias, palabras o momentos que se clavan en nuestro recuerdo... Permítete olvidar el dolor causado. Agrega un par de cabellos de la persona a la que quieres olvidar y todos sus recuerdos desaparecerán para siempre.
Objeto 6: Poción Olvida Amores: Dulces besos, caricias, palabras o momentos que se clavan en nuestro recuerdo... Permítete olvidar el dolor causado. Agrega un par de cabellos de la persona a la que quieres olvidar y todos sus recuerdos desaparecerán para siempre.
Objeto 7: Poción de la Seducción: Si el romance no es lo tuyo, un sorbo de esta poción logrará que tu cita sea exitosa. Acaba con la timidez y le da al individuo el suficiente carisma como para conquistar el corazón de la otra persona. Su efecto permanece hasta dos horas después de haberla bebido.
Objeto 8: Poción de la Seducción: Si el romance no es lo tuyo, un sorbo de esta poción logrará que tu cita sea exitosa. Acaba con la timidez y le da al individuo el suficiente carisma como para conquistar el corazón de la otra persona. Su efecto permanece hasta dos horas después de haberla bebido.

Objeto 9: Poción Crece-Pelo: ¿Tiene la necesidad de un poco más de cabello? Esta es la perfecta solución.

Objeto 10: Pimentónica: Recupera resfriados o gripe. Efectos secundarios: puede generar estornudos.

Objeto 11: Filtro de la Paz: Calma la ansiedad y alivia el nerviosismo.

Objeto 12: Pócima para dormir: Causa un efecto inmediato a aquel que la bebe. No genera pesadillas.

Objeto 13: Esencia de Rue: Remedio para los dolores fuertes.

Objeto 14: Filtro de los Muertos: Si lo que necesitas es simular tu muerte, o dormir profundamente a un profesor, esta poción seguramente te ayudará. Lo sumirá en un profundo sueño durante el cual ni siquiera respirará. ¡Ten cuidado al usarla! No vaya a ser que acabes bajo tres metros de grava y el efecto sea irreversible.

Objeto 15: Poción para olvidar: Hace olvidar cosas. Su uso regular podría generar pérdidas de memoria impredicibles.

Objeto 16: Poción de Matalobos

Objeto 17: Monedero de piel de Moke: Este pequeño monedero ofrece grandes capacidades de almacenaje y sólo su dueño puede sacar objetos de él.

Objeto 18: 2 calderos grandes.

Objeto 19: Balanza: Para medir todo tipo de ingredientes en la elaboración de las mejores pociones.

Objeto 20: Guantes de piel de dragón: Útiles para la elaboración de pociones peligrosas, para el trato de criaturas como los escregutos y para la protección en general. Con estos guantes, podrá tocar lo que quiera.

Objeto 21: Catalejo: super catalejo mágico con 10 lentes de aumento.

Objeto 22: Poción Herbovitalizante: Si has hecho un esfuerzo y te sientes cansado y débil, esta poción te ayudará. Al tomarla, se recupera la resistencia y la fuerza.

 

 

Animales propiedad de la clínica:

2 gusamoco: es un gusano de color marrón que alcanza los 25 cm de largo. Un extremo es igual al otro y ambos producen una mucosidad que a veces se utiliza para espesar pociones. Su alimento preferido es la lechuga.

2 Jobberknoll: es un pájaro menudo de color azul, moteado. Se le conoce por el hecho de que no emite ningún sonido hasta su muerte y, además, porque sus plumas son utilizadas en pociones desmemorizantes y sueros de la verdad.

 

 

Servicios ministeriales contratados:

 

El negocio Clínica Santos Mangos ha contratado, y están activos, los siguientes servicios:

 

1.- Conexión de la red flu: 4200 galeones (300x14)

-El Circ dels Joglars

-Floristería "Las Tres Hermanas

-Agencia de Viajes El Fénix Aventurero

-Mega - Ayudas Sagitas

-Tintorería-Lavandería Sentaku Shinai

-Filos y ruedas

-Bufete de Abogados Vladimir

-La Taberna de la Tía

-Nefertiti Discoteque

-Confesionario de las Lamentaciones

-El Hipogrifo Asustado

-Renacer del Fénix

-Tienda P.B. de Material Escolar

-Librería La Hermana Quisquillosa

 

2.- Hechizo antiaparición activado: 800 galeones.

--Excepto la dueña, todos se aparecerán en la entrada de la clínica, al lado de la puerta de entrada. La dueña podrá aparecerse en cualquier parte del interior según su necesidad.

 

 

Datos de Registro:

Link a tu ficha de personaje: Sagitas Potter Blue
Link a la ficha de tu familia: http://www.harrylati...showtopic=87675
Link a la bóveda de tu negocio: http://www.harrylati...showtopic=87868

Afiliados: (4)

Reena (ficha y bóveda)
Eledhwen (ficha y bóveda
Perenela Arya Grindewald Potter Blue (Ficha y Bóveda)
Heliké Rambaldi Vladimir (ficha y bóveda)

 

 

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La Recepcionista comprobó que las puertas funcionaras debidamente. Se abrían bien, demasiado bien. Aquella puerta debería tener un control para que no se escaparan contínuamente los pacientes, sobre todo los de la familia Vladimir. Ya las tenía caladas. Tanto madre como hija, siempre aparecían, se curaban y huían antes de poder pasarles el historial para que los firmaran. Pero ella era una mujer preparada y ya tenía sus datos grabados, con lo que huirían, sí, pero los cargos se los pasaban igualmente. Ella no era tonta. Tal vez por eso, la Directora la mantenía en su puesto.

 

 

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Jefa de enfermeras, con Xell primera planta...

 

Me había olvidado completamente de Reena, si tuviese un poco de sangre, seguro que me pondría tan roja como se puso Xell en esos momentos cuando terminamos de instalar a nuestra tía y que ahora en los pasillos hablábamos del tema.

 

-Será mejor tenerla contenta, porque no veas la bronca que nos ha echado estando en los boxes –“suspiré” en esos momentos. Me di cuenta que estaba un poco agotada. A pesar de ser una de las enfermas “graves” ahora se estaba recuperando perfectamente, pero podía esperarme cualquier cosa o mejor dicho, cualquier griterío, me extrañaba más aún que no dijera nada al instarla en la habitación.

 

-Ya me dirás qué demonios haces con ella –le dije rechinando los dientes- es mi hermana, ¿¡no te da vergüenza!? –ahora parecía que la que gritaba era yo.

 

-Supe que era ella porque os vi el otro día en el parque y no soy tonta para no atar cabos. Y entonces lo entendí. Nunca pensé que una sacerdotisa de tu calibre estuviese con una –no quería decir el nombre y mucho menos por si alguien estaba cerca y podía meterla en problemas.

 

-¿No puedes pensar que pueden matarla? –Otra vez preguntas- O matarte a ti si descubren vuestra conexión. vamos, vamos a la zona de la cafetería y ya verás más tarde a nuestra tía, cómo me oíste necesita descansar, luego bajas a verla –tenía mala cara, eso seguro y cómo no me controlase podía liarla más aún, pero tenía que mostrar profesionalidad o seguramente Eledhwen me echaría un buen grito por perturbar a los demás pacientes.

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Me sonaba raro hablar de Lisa con mi prima. Por ello, intenté pensar en todo lo que había dicho Heliké sobre la tía Sagis. Se ve que ya había perdido los estribos en el box. Estaba segura que iba a gritar de un momento a otro. Por ello, pensaba que era un buen momento para irse a casa. Ya la había visto y ya sabía que estaba bien, ¿para qué quedarme más tiempo?

 

Entonces, sentí la argumentación más rara que nunca había oído y que nunca creí que oiría de los labios de Heliké.

 

- ¿Qué? ¿Cómo? ¿Vergüenza?

 

Es cierto que me ruboricé, pero no era de vergüenza. Fue porque no me gustó que me riñera en los pasillos, al alcance de todos los oídos que estaban cerca.

 

- ¿Por qué he de sentir vergüenza? - mi voz salió flojita, sin fuerza, no entendía la rabia que parecía sentir. - ¿No puedo estar con ella porque es tu hermana?

 

No entendía lo que sucedía. Era horrible. Ahora decía que yo como sacerdotisa no podía estar con una ... ¿Iba a insultarla?

 

- ¿Matarla? - aquí me desarmó. - ¿Por qué matarla? ¿Quién querría matarla por salir conmigo? ¿O a mí? ¿A quién le importaría si yo... con ella... conmigo...? ¡Oh!

 

Puse las dos manos en la cabeza e intenté frenar un ataque de pánico. Aquella conversación me estaba sacando las lágrimas. ¿Por qué querrían matarnos?

 

- Estás exagerando, prima. No... No entiendo porqué me quieres tan mal. Yo sólo quiero... Yo quiero estar con ella.

 

Ella me mandó ir a la cafetería pero era incapaz de moverme. Tenía miedo de lo que podía decirme. Intenté hacerme la fuerte.

 

- Entiendo que... la tía necesita descanso. Yo... No voy a dejarla porque me metas miedo, Heliké.

 

Pero di un paso atrás cuando ella me miró. Parecía odiarme.

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Iba con los ojos cerrados mientras me trasladaban a la habitación. Al menos sabía que no era grave, pues estaba siendo llevada a planta. Abandonar los boxes me causó cierto relax, aunque también podía ser que esas dos me hubieran inyectado algo para apaciguarme. Sí, me refería a Eledhwen y a Heliké, las dos que parecían mosquitas muertas y me estaban dejando para el arrastres.

 

Vale, sí, lo reconocía, era muy mala paciente.

 

-- Jack, ¿estás?

 

Mi marido no me contestaba. Eso me puso nerviosa. Me incorporé un poco en la cama, con el aparatito que elevaba la cama de forma mágica. Acomodé mi almohada y sacudí el dedo que me pinzaba aquel objeto. Una máquina hacia un ruidito que me ponía nerviosa.

 

-- ¿Jack?

 

Hasta la habitación llegaban las voces de Heliké y de Xell, apagada por la puerta cerrada, pero aún así entendía que estaban enfadadas. Apreté el botoncito de lllamar a las enfermeras. Una de ellas apareció al instante, como si estuviera allá pegada.

 

-- Diles a mis sobrinas que entren. Por favor.

 

Enfaticé el "por favor" con una sonrisa, que mantendría hasta que entraran en mi habitación y cerraran la puerta.

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Jefa de Enfermeras, con Xell

 

Debería de controlarme o seguramente recibiría una buena queja por parte de los enfermos que estaban ingresados en esa planta. Mi prima parecía al punto del llanto, pero no podía reprochárselo, si alguien me atacaba de la misma forma en que lo estaba haciendo yo quizá actuaría así, o peor, saltándome el mal genio y sacando la varita. Pero ella no, lancé un suspiro…

 

Formulaba muchas cuestiones que en mi cabeza intentaba ordenar para contestarle tranquilamente, o lo más que podía ya que parecía que el genio fluía con altibajos y debería de serenarme primero…

 

Otro suspiro…

 

Con voz muy baja casi en un susurro pero para que ella me entendiese le respondí:

 

-No es la primera vez que está acusada de pertenecer a la Marca, ingresó varias veces en la torre blanca en el tiempo que estuvimos ahí. Si eso no te dice nada –contesté flojo- me refería a eso, a la Orden –éstas últimas palabras las moví con los labios y haciendo que de esa manera ella pudiese entenderme sin hacer ningún sonido – por supuesto ella no sabía que entonces trabajaba para ellos, pero tú empezaste a tener la conexión ahí. Si piensas que no me doy cuenta de las cosas estás equivocada –parecía que decía palabras inconexas, pero la rabia que sentía hacía que borbotase las palabras atropelladamente y muchas de ellas, intentando no gritar…

 

Sus últimas palabras me chocaron un poco ¿quererla mal? Ahí me dejó muda, pero con una sonrisa sincera me acerqué a ella y le di un abrazo:

 

-No quiero que te suceda nada malo –hacía mucho tiempo, meses que no daba esas muestras de afecto, pero sabía que cuando se daban a cuenta gotas, después era mejor.

 

-Simplemente no puedo aprobar algo que no entiendo –no quería ponerla peor pero tenía que ser sincera.

 

-Nuestra tía intentó explicármelo, pero sólo espero que no suceda nada grave para que yo entre en razón y apruebe vuestra relación, sólo te digo que os estaré vigilando –y le hice un guiño con el ojo. En ese momento una joven enfermera salió de no sé dónde.

 

-Em disculpe –hice girar mis ojos y me solté del abrazo que le estaba dando a mi prima, pero intentando mantener la calma le contesté:

 

-¿Ocurre algo? –pregunté. La chica asintió con la cabeza – la directora las quiere ver a ambas – respondió mirando hacia Xell y se alejó lo más rápidamente posible.

 

-Mis disculpas Xell por mi culpa recibirás la bronca de Sagitas –con la cabeza le indiqué que me acompañara hasta la habitación, si tenía algo que decirme no iba a dejar que me afectase, cerré la puerta y comprobé que mi prima estuviera ahí:

 

-¿Querías algo tía? –pregunté educadamente.

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Sagitas estaba enfadada, muy enfadada. Les dijo que se marchasen, que solamente se quedase Jack, el único que la quería, según ella. La Hufflepuff puso los ojos en blanco, guardándose una sonrisa. Aunque esa sonrisa que no había llegado a mostrar, se borró al escuchar a su prima pedir un informe por triplicado de lo que había sucedido. Eledhwen murmuró algo, y asintió.

 

Heliké se encargó del traslado de Sagitas con uno de los celadores de la Clínica. La Rambaldi le dijo a la pelivioleta que se esperase a los informes, que era mejor que los dejase para cuando estuviese recuperada...

 

- Sí, sí, mejor...

 

Eledhwen se alejó hacia una mesa, y dejó las últimas órdenes para el tratamiento de Sagitas. Dudó si pautar una Poción para Olvidar, más que nada el tema de los informes, pero su conciencia comenzó a rechistar, y olvidó esa idea.

 

Xell apareció por allí, y junto a Heliké y Jack, se marcharon junto a Sagitas y el celador, rumbo a una habitación privada. Eledhwen sabía que con Heliké la directora de Accidentes estaría bien atendida, así que decidió ir a su casa, a descansar un poco.

 

Al salir por recepción, se paró un momento. La recepcionista la miró con el ceño fruncido. Eled ignoró por completo aquel gesto, y la dijo:

 

- Avisadme si sucede cualquier cosa.

 

La chica asintió, y Eledhwen entendió que no obtendría una respuesta más extensa. Después, salió de la Clínica.

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Heliké hablaba de Lisa, intentando convencerme que debía dejar aquella relación. ¿Qué pertenecía a la Marca...? ¿Y qué? ¿Es que sólo yo podía ver su lado espiritual? Sí, era oscura, lo sabía, no era burda pensando que entró en Abaddon por error, excusa que muchos mortífagos usaban, pero poco creíble. Notaba la rabia que salía de los labios de Heliké, eso me asustaba. Pero no por ello iba a ceder ante sus palabras.

 

- No me dices nada nuevo. ¿Qué de malo hay en lo que dices? Es como es y no le tengo miedo. ¿Qué me puede suceder? ¿Algo peor que cuando estaba allá dentro? Que tú no lo entiendas no significa que sea malo. Tampoco entiendes otros temas, como la luz eléctrica muggle, y encienden el interruptor.

 

Uy, qué comparación más tonta había hecho.

 

- ¿Es que no lo entiendes, prima? No necesito vuestra aprobación, con la mía me basta. Sólo espero que seais tolerantes con ella porque es mi deseo estar a su lado.

 

Menos mal que una enfermera nos llevó un mensaje de Sagitas. En aquel momento, estaba más segura con mi tía que con mi prima Heliké. O eso esperaba. Entré con ella y asentí, muda, a la pregunta que le hacía mi prima.

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Las recibí con los ojos cerrados, ¿para relajarme? No, de eso nada. Para guardar la rabia y el furor dentro de mí y que no se escapara. Por ello, las recibí así, con los ojos cerrados.

 

Primero sentí la voz suave de Heliké, que preguntaba si quería algo. Había sentido el ruido de la puerta al cerrarse, así que supuse que Xell estaría con ella, aunque no hablara.

 

Abrí los ojos.

 

-- Pasar, sobrinas, pasar...

 

Les hice ademán de que se acercaran y sonreí.

 

-- Queridas sobrinas...

 

Sonreí un poco más. Después fruncí el ceño, aunque mantuve la calma.

 

-- ¿No os da vergüenza pelearos ahí en medio, en la clínica, molestando a los enfermos?

 

Para ser sinceros, ni idea de los pacientes que había ni en aquella ala ni en ninguna de las plantas en general. Pero yo era una enferma así que yo podía protestar.

 

Además era la directora.

 

Por partida doble.

 

-- Cualquier tema particular ajena a la clínica, se discute fuera. Si es de la clínica, se discute en las salas de enfermeras o de descanso. Pero nunca a grito pelado en medio del pasillo.

 

Volví a sonreírles. Les estaba riñendo sin llegar a levantar la voz, algo insólito en mi.

 

-- Además, esa mujer no merece una pelea -- esperaba que Xell tuviera claro mi sentimiento hacia la parejita que se había montado. -- Por otro lado...

 

Moví la mano porque me molestaba tener todos aquellos cables y gomas que me habían puesto.

 

-- ... no estoy satisfecha con vuestra actuación en el Asunto de King Cross. Me han dicho que... -- señalé a Xell -- desobedeciste una orden directa para irte con Lisa Weasley. Eso no quedará así. Recibirás una amonestación administrativa. De las dos, espero ver un informe en mi mesa del despacho en cuanto me den el alta.

 

Sonrisa a Heliké.

 

-- Que espero que sea muy pronto.

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Jefa de enfermeras con Xell y Sagitas en la habitación privada: post salida

 

Parecía que nuestra tía se hacía la dormida. En cuánto se oyó el chasquido de la puerta cerrarse, se mantuvo así durante un minuto o dos. No sabía cuánto tiempo había pasado hasta que abrió los ojos y con una gran sonrisa empezó a hablar. Nos hizo acercarnos, pero hablaba tan suavemente que cualquiera diría que estábamos ante el peligro. Pero su pregunta hizo que algo en mi interior se removiese. Pero no dije nada, ni una sola palabra, aunque tenía razón yo también tenía mi orgullo.

 

Nos reñía eso saltaba a la vista y del modo en que lo hacía era cómo si una leona estuviese esperando el momento oportuno para cazar a su presa. ¿Cuánto tiempo tendríamos que esperar para ver su ataque? Ahora estaba conociendo otra faceta que desconocía de mi tía. La había escuchado gritar por el departamento, es cierto, pero en esa ocasión era muy calmada, demasiado para mi gusto y la propia costumbre.

 

La vi moverse una mano, y algo en lo que había dicho mi tía, había hecho que girase completamente la cabeza hacia mi prima, un pequeño chasquido y me froté la nuca. Me había dolido sí, pero la impresión que me había dado al escuchar la información por boca de la Directora lo había empequeñecido... Pero esa vez respondí, tan muda que había estado cómo si se me hubiese olvidado cómo se hablaba:

 

-¿Tú no has visto cómo llegó aquí mi hermana no? -Pregunté- no, claro que no, si la desobedeció fue por protegerla, casi se desangra por contener a esa... -iba a insultar a esa auror, pero no merecía mis insultos- si no acató esa orden seguramente fue por causas mayores -ahora defendía a las dos a pesar de que no me gustaba nada de lo que había pasado hacía unos minutos antes. Pero las dos eran parte de mi familia.

 

-Ayudaré a Xell a hacer el informe, y contendrá mi nombre, pero no esperes ni por un momento algo de mi parte de esa ocasión, porque por entonces era enlace departamental con la oficina de aurores, así que no sé que especie de informe quieres - y en ese momento le envié un mensaje mental a mi prima <<tranquila, estaré contigo con todo lo que necesites>> después de eso, me salí de la habitación, quería dar un portazo pero si no me contenía quizá pudiese ser despedida pero aún así sonaría más infantil... Después de estar en un segundo en ese pasillo, saqué la bata que tenía encima sacando el permiso de entrada, y la eché en uno de los cubos, luego me dirigí hacia mi taquilla y me cambié de ropa, para después llegar hasta la zona de entrada, y ya estando en la calle me giré sobre mis talones y me dirigí hacia la mansión Rambaldi. Había sido un duro día.

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-- ¡Heliké Rambaldi!

 

Mi sobrina no chilló pero yo sí. Me levanté tan deprisa que los cacharritos que llevaba colgando de todas partes se desengancharon y empezaron a pitar de una manera estruendosa. Sin saber porqué, eso me puso más nerviosa, como si tuviera un recuerdo en la punta de la lengua y se me escapara al abrir la boca, sin saber verlo.

 

-- ¡No te atrevas a ...! ¡Se atrevió a irse!

 

La mirada que le dirigí a Xell fue tan firme que estuve segura que ella no se atrevería a copiar a su prima.

 

-- ¡A mi no me interesa nada la señorita Lisa Weasley! Ella es la Jefa de Seguridad del Ministerio y está acostumbrada a tratar con indeseables y magos indecentes. Pero tú... ¡Tú, Xell Vladimir! Eres una revertora. Sólo y únicamente haces trabajo de reversión de magia y excusas cualquier muestra de magia en el mundo muggle para que no se enteren. ¡Nunca! ¿Me oyes bien? NUNCA abandonas a tus compañeros y les pones en peligro por salvar a... a nadie. Ese no es nuestro cometido y...

 

Un montón de enfermeras y un sanador de guardia entró corriendo en la habitación y casi me cogieron en volandas para volverme a la cama. Me debatí entre ellos. Los sonidos eran horribles, el rascar de aquellos trastos en el suelo y el volverme a conectar a monitores y a pincharme cosas raras.

 

-- ¡Besuquéala en tu tiempo libre, si quieres, pero mientras estés trabajando obedeces mis órdenes o las de tu jefa Amya! ¡Si hiciste magia en medio de la estación! ¿En qué demonios estabas pensando? ¿Te volviste loca? ¿Quieren dejarme en paz? ¡¡Estoy riñendo a mi sobrina!!

 

-- Estese quieta que no nos deja tomarle una vía.

 

-- Pues claro que no, no soy una estación para tener vías. ¡Largo de aquí! ¡Y tú ya puedes ir a hacer el informe porque estás castig...!

 

-- ¡Por Sant Memo! ¡Qué voz! -- dijo una enfermera. -- Hale, dormida. No volverá a chillar en unas horas. Chiquilla, no le hagas caso. Está enfermita, mañana ni se acordará de lo sucedido. HAle, hale, vete, que necesita descansar ella y tú, y todos los del hospital. Qué chillona...

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