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~ House of Books ~ (MM B: 103943)


Seba Granger
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Nombre del Negocio: House of Books
Nombre de los propietarios: Darla Potter Black & Seba Granger


Rubro al que se dedicará: Venta de libros

Descripción:
Un nuevo edificio aparecía en el gran callejón Diagon, uno mas de tantos, podrían pensar las personas, pero no era así, al menos no para sus dueños, amantes de la lectura y la tranquilidad habían preferido tirarse por el rubro de la buena lectura, además de dar un buen servicio a sus lectores habituales.
Una alta morada revestida de piedra natural surgió de la nada, mas parecía una casa por sus altos muros y sus variadas ventanas que lo que en realidad era: una librería.


La edificación consta de 3 pisos, el primero esta dividido en 2 áreas, una de ellas es un amplio salón con 3 de sus muros llenos de los mas variados libros que pueden haber, dejando a la vista parte del segundo piso. En la segunda hay grandes maceteros con plantas, sillones, varias mesas para poder servir algunos aperitivos a la gente. Esta área parece mas una gran sala de algún hogar.
Al Fondo para el lado derecho están los baños públicos, y al lado izquierdo la puerta que da hacía la trastienda y la cocina.

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El segundo piso también tiene libros en sus muros, además de cómodos sillones de cuero donde los clientes pueden disfrutar de la lectura.

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El tercer y último, es un departamento por ahora el hogar de uno de los dueños, el cual esperaba algún día compartir con su actual pareja y co-propietaria.
Mapa del Departamento

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Blinkies
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Afiliados:
Antoni Tonks || Ficha - Bóveda||


Se aceptan afiliados.
- Mínimo 5 posteos al mes, se les dará 100 galeones. Esto puede variar, dependiendo de las ganancias.
- Trato preferencial.
- Pueden hacer uso de los elfos del negocio o crear personajes alternos.

Criaturas: --

Objetos:

Reloj Mágico Familiar | AA | 20 P | 1000 Galeones - Certificación
Ajedrez Mágico | A | 10 P | 500 Galeones - Certificación

Elfos:
Nana, pequeña elfina. Es un poco enojona.
Eros, sin dudas el mas cascarrabias.
Dash, el mas pequeño de los elfos. Alegre y travieso.
Tommy o Tomi – elfo doméstico, al servicio de su Darla desde que ésta tenía 17 años.
Leto – elfo doméstico, al servicio de Darla desde hace 18 años y 4 meses.
Lualú – elfina doméstica, al servicio de Darla desde hace 18 años y 7 meses.



Link a la bóveda de tu negocio: Bóveda 103943 Negocio House of Books

Editado por Beltis

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La pelirroja sonrió, sus ojos brillaban de la emoción al ver el cartel sobre la fachada del edificio que habían visitado hacía ya algunas semanas. Tras varios trámites Seba había conseguido hacerse con el mismo, a decir verdad lo habían comprado a medias, Darla se sentía ansiosa, era su primer negocio y esperaba que funcionase, ya que compartían además un gusto muy especial, la lectura, éste había sido el rubro que ellos habían elegido. Después de todo, lo que no vendieran lo "consumirían" ellos dos, disfrutando de una buena taza de té.

 

--Está bellísimo --susurró mientras caminaba hacia la entrada luego de apreciar las ahora renovadas paredes de piedra.

 

Apenas entrar la vampiresa se estremeció de placer ante el aroma de libros, tinta y pergaminos que inundaba el lugar. Sus ojos recorrieron la planta baja del local, se sentía como niña en juguetería, solo que para ella los libros eran mejor que eso. Caminó despacio sobre el parquet que cubría el suelo, sus pasos sonaban apagados gracias a que utilizaba sus habilidades vampíricas, además de que cuando pudiera utilizaría un par de hechizos muffliatos modificados para que los sonidos no molestaran a los clientes que desearan leer tranquilos antes de comprar.

 

Alisó su túnica azul algo nerviosa y buscó con la mirada a su Seba, había ido a Gringotts a realizar los trámites de la bóveda luego que él le avisara que había sido aprobado por el Ministerio su negocio. Se habían dividido las tareas, él se ocuparía de los últimos detalles del lugar, antes de la inauguración y ella abriría la bóveda del local. Ahora que había terminado con ello se sentía más aliviada pero sentía la ansiedad propia de algo nuevo en su vida. Sonrió una vez más, casi cumplían cuatro meses juntos y ya tenían un emprendimiento que compartían, definitivamente él le había cambiado la vida.

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No sabía como había pasado el último mes, parece que hacía solo unos días habíamos descubierto el edificio abandonado con mi novia con la suerte que habíamos podido adquirido sin grandes problemas, y semanas después ya estábamos terminando los últimos detalles luego de todos los papeles y arreglos que debían hacerse en el interior de este, además de algunos en la parte exterior.


En tanto solo unas horas o mas tardar unos días esto estaría listo para recibir a todos los visitantes del callejón que quisieran pasar un rato tranquilo leyendo o comprar un buen libro para amenizar las noches.


Observe las cajas que aun estaban sin abrir en la parte trasera de la tienda, suspiré profundo dandome ánimos ya faltaba menos,por suerte había contado con la ayuda de mis elfos además de los de Darla, además con el transcurso de los días sin dudas podríamos poner el resto de los libros en orden, al menos los muebles y repisas que los cobijarían eran espectaculares, ya solo quedaba llenarlas, aunque la parte baja del negocio ya estaba en orden.


Con la ayuda de Nana, comenzamos a sacar la vajilla de las cajas, la cual nos serviría para atender a los clientes que prefirieran pasar la tarde en el local, en eso el ruido de unos tacones llegaron a mis oídos solo una personita podía ser en esos momentos, una sonrisa se dibujo en mis labios y salí a su encuentro.


-¿Busca a alguien?, todavía no atendemos al publico- dije sonriendo distraído a mi Darla.

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El objeto de sus sueños se acercó a ella y la pelirroja sonrió feliz, una risita escapó a sus labios al escuchar el comentario de le hacía tras el saludo. Inclinó la cabeza hacia un lado, observándolo bien, luego dirigió su mirada hacia las estanterías que estaban casi llenas en la planta baja y que comenzaban a llenarse en el siguiente nivel.

 

--Pues verá usted, me dijeron que aquí podría encontrar los libros más interesantes pero que debía apurarme a venir, antes que el más sexy de los dueños del local se encontrara con su novia, que dicen es muy celosa.

 

Sonriendo feliz y contoneándose sexy para él se acercó a Seba y rodeo su cuello con sus brazos.

 

--Creo que ya encontré al sexy dueño del local ¿verdad? --sus labios se juntaron en un leve beso y luego lo volvió a observar con mucho amor --¿Cómo va todo mi amor? ¿Lualú y Leto se portaron bien? ¿Te pudieron ayudar?

 

La elfina y el elfo de Darla habían sido enviados a ayudar a los de Seba en el local, Tommy era al único que mantenía a su lado, siempre cuidando sus objetos más secretos y sus mascotas en las mansiones, además de que le encomendaba algunas misiones que no le hubiera podido encargar a otro ser en ese mundo. Bueno, quizás ahora si podría confiar en alguien más, aunque aún había algunos pequeños secretos entre ella y Seba, lo miró a los ojos con mucho amor, en algún momento tendrían que hablarlo.

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La observé en cada momento intentando no perderme ningún movimiento de ella, miré en dirección hacía donde sus ojos veían, así esto era el fruto de nuestro esfuerzo cada libro que estaba puesto en las diferentes estanterías catalogados por género habían sido elegido por nosotros, aunque muchos jamas los habíamos leído habíamos intentado asesorarnos bien, para ver que traer.

 

Reí con su comentario, -Creo que la informaron muy bien, mi novía es terrible- dije riendo mas, mientras la veía a los ojos, aunque el movimiento sexy de sus caderas me distraía un poco. Un estremecimiento recorrió mi espalda cuando sus brazos rodeaban mi cuello.

 

-Eres muy afortunada- añadí soltando una carcajada para luego responder su beso con mucho amor, -Todo va bien mi amor, casi esta todo listo- pronuncie mientras la rodeaba con una mano y giraba con ella suavecito por la sala para que viera todo lo que habíamos avanzado con los elfos.

 

-Los chicos se portaron bien, aunque entre nos creo que Leto y Eros no se llevan bien- di un nuevo besito en forma distraída, -Nana se esta encargando de la cocina, aunque si me gustaría unos consejos tuyos en el tercer piso- termine diciendo con un tono de picardía mientras mordía mi labio un poco y un pequeño sonrojo se apoderaba de mis mejillas.

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La risa de su novio la hizo reír con él, era un momento tan especial para ellos dos y él le había dado lo más bonito que podía tener, un objetivo en su vida. Se dejó abrazar ronroneándole bajito mientras él la guiaba por el local, estaba quedando realmente muy bien. Se habían asesorado bien en lo que hacía a libros mágicos y alguna que otra edición muggle, después de todo había gente interesada en su lectura. Los libros de Artes Oscuras habían sido otro tema, tras hablarlo bien ella se había encargado de seleccionar con cuidado a los proveedores, había una caja oscura guardada en la zona alta, esa se la había encargado a Tommy. Y hablando de elfos.

 

--¿De veras? ¿Leto le ha hecho algo? Aparte de ser a veces algo celoso de Lualú nunca he visto que se porte mal, dime y le hablaré mi amor.

 

La idea de una comida casera le hizo sentir una calidez muy especial en su interior, Lualú estaba traumada porque ella casi nunca compartía la mesa con ellos y aunque la elfina entendía que su ama era de raza vampiro se empeñaba en que si debía comer de vez en cuando comida "normal" como ella le decía. Darla observó con amor a su novio y el sonrojo que había en sus mejillas, hacía tiempo que no le veía ponerse así, le sonrió con ternura, acariciando sus labios.

 

--Claro mi amor, ¿quieres que lo veamos ahora? Sera un placer para mí.

 

Lo vió a los ojos sonriendo más por el tono pícaro que él había empleado y por el bello sonrojo que veía ahora en sus mejillas, adoraba a ese hombre como nunca había imaginado podía sentir por nadie.

 

 

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La escuché en silencio mientras me maravillaba de su belleza, -No te preocupes amor, tendrán que acostumbrarse a estar juntos, aparte de algunos alegatos entre ellos creo que no ocurrió nada mas- comenté a mi novia cuando esta quería intervenir entre los chicos, la verdad que todos debíamos acostumbrarnos en cierto modo, la familia había crecido.

 

Se me escapo una especie de ronroneo de mis labios al sentir la caricia de sus dedos en mi, besé con suavidad la yema de estos mientras la veía a los ojos con su respuesta, no pude no sonreír medio travieso, cuando la guiaba hacía las escaleras.

 

-Necesito algunos consejos femeninos para ese lugar, espero te guste como esta quedando- comencé a subir tras ella, ahora que lo pensaba era la primera vez que la invitaba a la habitación carraspeé un poco, luego me disculpe con ella por unos segundos, bajé rápido las escaleras en busca de Dash.

 

-Que nadie nos molesté, intente no hacer nada malo- le dije a este mientras regresaba a donde se encontraba mi amada.

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La pelirroja había asentido ante la respuesta sobre los elfos y una sonrisa tierna se dibujó en sus labios ante el comentario final que había hecho su novio sobre el tema. Era verdad, eran una familia ahora, era extraño, desde que no estaba su padre no había sentido a nada ni a nadie como hogar o familia, ahora, allí, con Seba, así se sentía, en su hogar y contenida. Un suave sonrojo podría haber cubierto en ese momento sus mejillas si el ronroneo de él no la hubiera hecho estremecer de placer.

 

--¿Consejitos femeninos? ¿Me vas a dejar que ponga mi toque en tus habitaciones mi amor? --río mientras subían las escaleras --claro bebé --respondió cuando él se disculpó.

 

Sin poderlo evitar alcanzó a escuchar que él pedía que nadie los molestara, una sensación extraña llenó su ser. Caminó despacio, recorriendo la tercer observando los detalles de la segunda planta de la biblioteca antes de de llegar a la tercer planta. Ésta tercera área, que era en realidad el segundo piso de aquel local que habían descubierto en uno de sus paseos por el Callejón Diagon.

 

Finalmente al llegar a esta última planta observó lo bien que estaba quedando el que sería el hogar de su novio, no había querido ahondar en el tema de por qué había elegido mudarse allí, pero le parecía bien, que tuviera su propio espacio. Aunque adoraba estar en la Potter Black y había tenido unas habitaciones magníficas en la Snape, así como los cuartos secretos del Ministerio, tener un lugar así siempre había sido su sueño también, aunque nunca lo había llevado a cabo. Los pasos de Seba a sus espaldas, la hicieron volverse, viendo aparecer a su novio en lo alto de la escalera, le sonrió con ternura.

 

--Bueno mi amor, ésto está quedando muy agradable, ¿qué puedo hacer aquí por tí?--se acercó despacito a su novio y apoyó sus manos en los hombros de Seba, viéndolo con amor a los ojos --te amo ¿sabías?

 

 

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-Yo le dejaré que haga todas las modificaciones que quiera mi amor- dije en sus labios cuando regresaba a ella, por lo visto ella ya le había echado ya una ojeada a todo lo que estaba listo, -Quiero que te sientas cómoda cuando vengas aquí- añadí sonrojándome un poco, aun no me sentía seguro de lanzarme mas a la piscina como decían en donde yo venía.

 

Ella tenía su hogar con su familia, además que llevábamos algunos meses juntos podría pensar que intentaba apresurar las cosas si le insinuaba que me gustaría se quedara conmigo para siempre.

 

Suspiré con las manos de mi chica en mis hombros, la rodeo con un brazo por la cintura mientras veía sus ojos y a la vez mordía mi labio, -Quiero que le des tu toque, que sientas este lugar tan tuyo como mío- pronuncie mientras miraba el lugar.

 

-Tal vez algún día se haga un poco tarde y pues no quieras irte- murmuré en un momento sintiendo el calor en mis mejillas una vez mas.

 

-Te amo mucho mas ¿Sabías?, te extraño mucho cuando no te veo- rose mis labios en los suyos por un instantes, luego mordí sin darme cuenta su labio superior.

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Sonrió con la respuesta de su Seba, sintiendo la calidez de su aliento sobre sus labios, el mago sabía como hacer que en ella sensaciones que creía dormidas o inexistentes vibraran a flor de piel. Las siguientes palabras de él hicieron agrandar su sonrisa, acaricio aquellas mejillas sonrojadas y con voz emocionada susurró.

--Siempre me sentiré cómoda a tu lado mi amor, donde sea, pero te aseguro que como estás dejando este lugar me sentiré como en mi hogar.

La pelirroja sintió que casi podía haber ronroneado como un gatito con el abrazo de su novio y sonrió aún, ohh, sus labios iban a dar la vuelta por su nuca si él seguía haciendo que sonriera como una niñita.

--Mi amor, te adoro, me encantará darle nuestro toque a tu hogar, nuestro lugar --mordió suavecito su labio, no se había atrevido a decir nuestro hogar por miedo a que él pensara que lo quería invadir aunque la hacía sentir realmente segura, como si quisiera que ella estuviera allí, que aquel fuera un lugar, el lugar, para ambos. ohh, si, sus palabras se lo confirmaban.

--Pues entonces tendré que tener mi cajón con algo de ropa ¿verdad? --dijo mientras acariciaba aquellas mejillas que adoraba ver sonrojadas.

Un gemido escapó de los labios de la vampiresa cuando tras las palabras más tiernas de Seba sintió su mordisco tras su beso, se le erizó la piel y sus instintos surgieron sin poder refrenarse. Antes de que pensara lo que hacía jaló a su novio hacia el borde de la cama mientras lo besaba con pasión y recorría su espalda y su nuca acariciándolo con amor y pasión.

 

--Te amo más, mucho más mi amor --susurró antes de mordisquear suavecito los labios de Seba, intentando no sacar sus colmillos.

 

El sabor de sus labios y su aroma hacían que recordara el día que había tomado suavemente su sangre y todo su cuerpo reaccionaba pidiendo por más, aunque se había alimentado hacía un par de días, no era el hambre lo que la movía, era el instinto de pertenecerse el uno al otro en cuerpo y alma, podía sentir que él era el hombre de su vida y ella quería ser su mujer.

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